ESPECIAL 50 ANIVERSARIO Climatización, la evolución de un sector esencial

El sector de la climatización ha sido esencial en las últimas décadas para el alcance de un mayor bienestar y confort en los hogares, sin obviar su función clave para el desarrollo económico en el ámbito profesional. Su evolución ha buscado, como muchos otros electrodomésticos, una mayor eficiencia de los aparatos, en sintonía con la necesidad de convertir el mundo en un lugar más sostenible. También se ha enfocado en el diseño, un funcionamiento más silencioso, un mejor tratamiento del aire y la automatización de las prestaciones.

Ventiladores, sistemas de aire acondicionado y de calefacción, en definitiva equipos de climatización, se han convertido en habituales hoy en día en muchos hogares. Actualmente, se trata de un sector inversor en innovación, sensibilizado con la sostenibilidad y muy profesionalizado. No era así en la década de los 70, momento al que nos remontamos para iniciar esta breve retrospectiva.

Asociacionismo en los 70

Los primeros en asociarse en un intento de profesionalizar el sector fueron los instaladores. En enero de 1975 se celebró la primera rueda de prensa de presentación de la Asociación Técnica Española de Climatización y Refrigeración (Atecyr). Su presidente en aquel entonces, Mortes Alfonso, declaraba en la presentación de la entidad: “Normalización, información, enseñanza, control de calidad, lucha contra la polución y ahorro de energía, pueden considerarse como nuestros objetivos principales. Cada vez hacen falta más y mejores técnicos, y la única forma de mantener sus conocimientos al día es creando una organización de interprofesionales que se ocupe de su formación permanente, pues no hay que olvidar que las técnicas necesarias para salir airosamente del constante reto diario de la evolución tecnológica son tan recientes que, muchas de ellas, han sido descubiertas después de haber terminado nuestros profesionales sus estudios académicos”. Dos años después, en 1977, fue el turno de los fabricantes. Nacía la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización (AFEC) con el objetivo de relanzar el

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sector, defender sus intereses y profesionalizarlo. Así culminaba la iniciativa de los representantes de doce empresas españolas: Agrival, Cia. Roca Radiadores, Elyte, El Instalador, Geclisa, Interclisa, Koolair, Klimat, Nume, Productos Standard C.R.V., Soler&Palau y Ventilex. En los años 80, comienza el desarrollo de soluciones más avanzadas. Las dimensiones de los equipos se van reduciendo, así como los niveles sonoros. Los progresos en la informática también tienen su repercusión en el sector. Surgen reglamentos con el ánimo de poner orden y comienza a imponerse la necesidad del ahorro energético.

El sistema Inverter, un momento clave

Es también en la década de los 80 cuando llega un momento clave que supondría un antes y un después en la industria de la climatización. Toshiba fue pionera en el año 1980 en la aplicación a un equipo de aire acondicionado de la tecnología Inverter. Hasta ese momento, los sistemas funcionaban siempre a la misma velocidad y tenían un consumo mucho mayor. El compresor trabajaba siempre a plena capacidad arrancando y parando frecuentemente al alcanzar la temperatura deseada. Este funcionamiento reducía la vida útil del aparato y aumentaba el consumo, convirtiendo el aire acondicionado en un lujo. Con la tecnología Inverter se consigue regular la velocidad de funcionamiento, ajustar en cada momento la temperatura de confort y el consumo a las necesidades de la estancia y eliminar las continuas puestas en marcha. El resultado es una disminución entorno al 70% en el consumo, un logro enorme.

En los años 90, se observan mejoras en los que equipos en lo que se refiere a diseño y características constructivas. Asimismo, se registran avances en la calidad debido a la entrada en vigor de normas ISO.

En lo que concierne al respeto por el medio ambiente, también se anotan progresos. Comienza la desaparición del carbón y otras fuentes energéticas contaminantes a favor de otras más benévolas con el entorno. También desaparecen refrigerantes dañinos para la capa de ozono.

Viejos retos para un nuevo siglo

Entramos en el siglo XXI con retos similares: eficiencia, sostenibilidad, silencio y un mejor tratamiento del aire. Se registran avances en la electrónica en todos los equipos e instalaciones. Destaca también el uso creciente de fuentes renovables. En 2015, entra en vigor en los sistemas de calefacción y aire acondicionado el Reglamento Europeo y sus directrices para su etiquetado obligatorio de eficiencia energética. Se busca con ello aumentar la concienciación entre los consumidores e ir promoviendo el reemplazo progresivo de los equipos obsoletos, ineficientes y más contaminantes por otros más respetuosos con el medio ambiente. En 2019, se lleva a cabo la primera celebración del Día Mundial de la Refrigeración. “Tan importante es nuestra aportación a la economía y a la sociedad, como nuestra responsabilidad con ella. En estos momentos tenemos grandes retos, entre ellos, reducir el impacto ambiental derivado del uso de la energía necesaria para operar los sistemas (incluyendo la integración de fuentes de energía renovables), usar los refrigerantes óptimos para minimizar las emisiones de CO2 equivalentes y contribuir a la descarbonización de las ciudades, mediante el empleo masivo de la bomba de calor como sistema principal de calefacción y producción de agua caliente sanitaria”, destacó Luis Mena, entonces presidente de AFEC, durante la celebración de la efeméride.

Futuro próximo

Además de la sostenibilidad como reto fundamental, la industria de la climatización se enfrenta a otros desafíos que tienen que ver con la adaptación a las nuevas legislaciones que vayan surgiendo; los nuevos perfiles de negocios y de profesionales; las exigencias en términos de calidad de aire interior, con la ventilación, filtración, limpieza, purificación, entre otros, en el punto de mira; el enfoque a soluciones completas e hibridación de tecnologías; y el impulso de la conectividad, entre otros. El sector gozó de buena salud en 2022 con un crecimiento del mercado total del 21% en valor, lo cual es una excelente noticia.

Los orígenes del aire acondicionado

El ser humano siempre se las ha ingeniado para mantenerse a salvo del clima impetuoso al que ha tenido que someterse en muchas partes del mundo. En la época de los egipcios ya se empleaban técnicas para aliviar las altas temperaturas a través del enfriamiento de piedras.

El aire acondicionado más similar al aparato que nosotros conocemos llegó a principios del siglo XX de la mano de Willis Carrier, ingeniero estadounidense. Su objetivo fue evitar que la humedad estropeara las revistas de la empresa de litografía en la que trabajaba.

Las primeras unidades eran de gran tamaño para uso comercial. Todavía no existían sistemas para uso doméstico. Para ello, era necesario compactar el equipo y reducir sus costes.

Los avances se sucedieron hasta que, en 1958, Panasonic hizo accesibles estos equipos a los hogares creando el primer aparato de aire acondicionado doméstico. Desde entonces, la evolución ha sido imparable hasta las sofisticadas y modernas soluciones actuales.

EL SECTOR OPINA