Catálogo Los nuevos curadores

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Taller para formar curadores de arte nacional


Taller para formar curadores de arte nacional


Créditos MUSEO DE ARTE DE EL SALVADOR

SECRETARÍA DE CULTURA DE LA PRESIDENCIA

Junta Directiva (2012-2014) María Marta Papini de Regalado, Presidenta Leonor de Yarhi, Secretaria José Panadés Vidrí, Tesorero Elidia Lecha de Lindo, Vocal Annie Laing Meason de Sol, Vocal Graciela Velasco de Perdomo, Vocal Nadine Murray de Harth, Vocal Michel Langlais, Asesor Roberto Galicia, Director Ejecutivo

Secretaria de Cultura: Magdalena Granadino Directora Nacional de Artes: Tatiana de la Ossa Administrador, Teatro Presidente: Alejandro Alfaro Personal de la Sala Nacional de Exposiciones Salarrué

Dirección Ejecutiva: Roberto Galicia Programación: Rafael Alas Vásquez Registro y Documentación: Marcela Ávalos de Cerna Programas Educativos: Violeta Renderos Mercadeo y Desarrollo: Paola Closa Asistencia técnica & administrativa Diseño Gráfico: Flor Yaneth Martínez Mercadeo y Comunicaciones: Rodrigo Navarrete Dirección: Coralia de Meardi Contabilidad: Walter Navas Recepción del Museo: Catalina Martínez Tienda del Museo: Jacqueline Baños Montaje y servicios Jefatura: Antonio Hernández Montaje: Manuel Córdoba Mantenimiento: Ana Salgado y Rosa Hernández Jardinería: Freddy Zaa

FUNDACIÓN JULIA DÍAZ & MUSEO FORMA Junta Directiva: Alfonso Tomás Carbonell Carbia, Presidente Anabella Menjívar de Martin, Vicepresidenta Martha Sabater Matteini, Tesorera Dr. Ramón Rivas, Secretario Bernardo Cevallos, Director María Ester Méndez de Anargyros, Directora Francisca Torres, Directora EXHIBICIÓN Y CATÁLOGO Coordinación: Jorge Palomo, Roberto Galicia, Tatiana de la Ossa, Rafael Alas Curadores, textos, museografía: Sonia Margarita Álvarez, Sara Boulonge, Luisa Bulnes, Jaime Izaguirre, Tania Marquina y María Cristina Orantes Diseño gráfico: Flor Yaneth Martínez, MARTE Fotografía: Curadores y Archivo fotográfico de MARTE Documentación: Marcela Ávalos de Cerna, MARTE Montaje: Antonio Hernández, Manuel Córdoba, MARTE Patrocinadores: Museo de Arte de El Salvador (MARTE) Secretaría de Cultura de la Presidencia Museo Forma

Índice Carta de presentación del MARTE Carta de presentación del Museo Forma

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Los nuevos curadores

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Introducción por Jorge Palomo

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Sonia Margarita Álvarez Sara Boulogne Luisa Bulnes Jaime Izaguirre Tania Marquina María Cristina Orantes

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Biografías

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Agradecimientos

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UN PRIMER PASO Uno de los logros del Museo de Arte de El Salvador que es necesario destacar es la seriedad y profesionalismo de su programación, la organización y presentación de sus exhibiciones y el reconocimiento al trabajo de todos los profesionales que han tenido bajo su responsabilidad las curadurías realizadas a lo largo de estos diez años que empezamos a contar a partir de nuestra inauguración, el 22 de mayo de 2003. Establecer profesionalmente el rol del curador, validar institucionalmente sus propuestas, aparte de garantizarle la mayor libertad para realizar su trabajo y respetar sus decisiones, ha sido y continuará siendo un compromiso permanente para el museo, sus autoridades y la junta directiva de la Asociación Museo de Arte de El Salvador. Conscientes de que en nuestro medio todo se tiende a banalizar, hemos visto con preocupación que esta difícil tarea ha sido asumida por algunas personas con mucho entusiasmo, pero con muy poco conocimiento, presentándose como curadores, pero sin respaldar sus tesis con una investigación y sin acompañar sus propuestas al menos con un texto que sustente sus decisiones y que permita al espectador hacer una buena lectura de lo que, como curador, quiere decir. A nuestra institución le interesa que se eleve en nuestro país el nivel de las propuestas, ya que eso repercute positivamente en la valoración del trabajo del artista y contribuye a que todos podamos, con criterios bien fundamentados, aproximarnos de la mejor manera a su trabajo.

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Siempre hemos tenido esto presente y por eso hemos impulsado procesos formativos. Este curso, que hemos desarrollado gracias a la valiosa y desinteresada colaboración de Jorge Palomo, es prueba de ello. Tenemos muy claro que a los conocimientos adquiridos y al interés demostrado por cada uno de los participantes que completaron satisfactoriamente el curso, ellos deben empezar a sumar, a partir de esta fecha, todas las experiencias que tendrán que ir acumulando con los años, si es que perseveran en el esfuerzo de convertirse en curadores de arte nacional. A estas experiencias también tendrán que sumarle más conocimientos, ya que los adquiridos en el curso, si bien son suficientes para empezar, no es todo lo que deben saber. En esta profesión no hay recetas ni manuales. Los curadores, al igual que el arte, se decantan con el tiempo. Tiempo en el cual deben demostrar una sólida formación profesional, la capacidad de sustentar sus criterios, mantener su independencia y, especialmente, afinar su espíritu crítico. Esto es, apenas, un primer paso dado antes de que sea tarde y en la direccion correcta.

PRESENTACIÓN Es nuestro deseo expresar las más sinceras felicitaciones al Curador Jorge Palomo, quien a través del Primer Curso de Formación de Curadores está contribuyendo de manera decidida a incrementar las posibilidades culturales de nuestro pequeño terruño. No dudamos que estos nuevos 6 curadores no solo han sido el resultado de su propio empeño y dedicación sino también de una vocación natural que ya formada se ha de convertir en un factor multiplicador para nuevas generaciones dedicadas a las diferentes fases de la plástica nacional. Como Fundación Julia Díaz nos sentimos felices y orgullosos de haber sido parte de este gran proyecto y que tanto las instalaciones de Museo Forma como las grandes obras pictóricas contenidas en el interior de su majestuoso recinto han sido motivo de estudio y aprendizaje y porque no decirlo, de inspiración para lograr todas aquellas propuestas y alternativas de diferentes tesis y montajes que nos llevarán en algún momento no lejano a ser cada día mejores en mostrar nuestra riqueza cultural. Alfonso Tomás Carbonell Carbia Presidente, Fundación Julia Díaz Museo Forma

Roberto Galicia Director Ejecutivo, Museo de Arte de El Salvador

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Tania Marquina, Jaime Izaguirre, Sara Boulogne, MarĂ­a Cristina Orantes, Luisa Bulnes, Sonia Margarita Ă lvarez

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Los nuevos curadores Esta exhibición es el resultado final del Taller para formar curadores de arte nacional, el cual se ofertó por invitación, entre agosto y noviembre de 2013, en el Museo de Arte de El Salvador (MARTE), con el valioso apoyo adicional del Museo Forma, la Secretaría de Cultura (Teatro Presidente y Sala Nacional de Exposiciones); y un grupo de expertos nacionales en sus respectivas ramas. En marzo falleció Rodolfo Molina, quien además de ser uno de nuestros más importantes pintores contemporáneos, también fue un invaluable curador y gestor cultural. Sin bien no siempre compartimos los mismos criterios profesionales, su ausencia ha dejado un vacío notable en el ámbito nacional. Esta necesidad fue la semilla que germinó en mi propuesta de entrenar a nuevos curadores de arte salvadoreño; tarea que la Junta Directiva del MARTE tomó bajo sus alas. De un grupo inicial de veinte estudiantes, seis han logrado comprometerse con todos los requisitos del curso; son: Sonia Margarita Álvarez, Sara Boulogne, Luisa Bulnes, Jaime Izaguirre, Tania Marquina y María Cristina Orantes. Ellos han demostrado un conocimiento general y específico sobre el arte nacional; un entendimiento de las necesidades, requisitos e historia de los espacios expositivos e institucionales del país; dominio de diversas herramientas necesarias para un curador de exposiciones; y más importante, un punto de vista individual sobre ese arte, el cual pueden expresar y compartir con el público. Esta muestra es prueba de ello. El desafío para cada curador fue ocupar obras de la Colección del MARTE y de una colección privada,

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para presentar una tesis a los miembros de la Junta Directiva del Museo. Esas ideas se presentan en sus textos de sala. Adicionalmente, han contribuido a la museografía (el diseño del espacio de exhibición) y al diseño del catálogo digital de la exposición, el cual puede consultarse en: http://issuu.com/marte/ docs/catalogo-nuevos_curadores-2013 El taller, así como esta exposición, no hubieran sido posibles sin el apoyo del Director Ejecutivo del MARTE, Roberto Galicia. A sombra del mural en cerámica diseñado por él y Roberto Huezo en el Lobby del Teatro Presidente, estos nuevos curadores hacen sus primeras propuestas. De igual manera, el apoyo de Ana Magdalena Granadino, Secretaria de Cultura de la Presidencia, ha sido crucial para proporcionarles a estos nuevos curadores las mejores oportunidades para la culminación de este curso. Agradecimientos adicionales se extienden a la Junta Directiva de la Fundación Julia Díaz, al Arq. Rafael Alas, Director de Programación del MARTE; Tatiana de la Ossa, Directora Nacional de Artes; Manuel Enrique Flamenco y Silvia Choussy; el Arq. Salvador Choussy; la Dra. Astrid Bahamond; Marcela Ávalos; Flor Martínez; y la Pinacoteca Roque Dalton. Es mi más sentido deseo que las personas que han logrado finalizar este taller, compartan con el público lo grandioso y particular que ha sido y es nuestro arte; proponiendo puntos de vista individualizados y singulares, plasmando una posición de autoría que los distinga a través del tiempo. Jorge Palomo, Curador

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Sonia Margarita

Ă lvarez


DE VISIONES ESPIRITUALES A INTERIORIZACIONES PERSONALES Sonia Margarita Álvarez En cada contexto y cultura, la visión de lo espiritual se manifiesta, como una necesidad personal del individuo por buscar respuestas a las necesidades de trascendencia de la vida del ser humano, dotarla de sentido y explicar fenómenos como la vida y la muerte. Cada persona tiene una apreciación particular sobre el asunto espiritual, que va construyendo en su propio tiempo y de acuerdo a sus necesidades culturales. Las visiones espirituales no son estáticas, y están sujetas a las apreciaciones colectivas y personales. Así, las visiones espirituales pueden ser muy rígidas, sujetas a reglas y cánones impuestos por los códigos religiosos o sistemas de creencias. A la vez, siendo que lo espiritual está sujeto a la necesidad particular, nunca deja de tener un tinte personal, íntimo, que refleja la parte más interna del individuo. En el devenir del arte se han representado esas visiones espirituales. En principio de forma rigurosa, sujeta a cánones y medidas por el academicismo, como en la obra Padre no me abandones de Marcelino Carballo. Este artista se apega a la tradición, al representar una estampa religiosa, una copia, sin descuidar ningún detalle figurativo, de un perfecto dibujo y colorido, muy característico de la época que a Carballo le tocó vivir, apegado a las normas estrictas de los valores religiosos y el imaginario tradicional. Una interpretación más personal de los valores espirituales, la vemos en el boceto de José Mejía Vi-

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des. Una obra de líneas más sueltas y libres, de una composición menos rigurosa, que refleja la búsqueda personal del pintor en la época, pero que sin embargo sigue estando apegada al arte figurativo tradicional. La obra Madre Virgen Americana de Armando Solís, sigue en la línea de la búsqueda del artista sobre la base de una visión espiritual personal. Este cuadro refleja un nuevo sentido de identidad del imaginario tradicional, que se revela en el interés de la obra por lo prehispánico, en el misterio religioso muy personal del artista, claramente reflejado en una novedosa figuración del tema de la virgen. En contraste a la pasividad religiosa y a la tradición cultural, el Cristo y Apóstoles de Rosa Mena Valenzuela, expresa en un juego libre de líneas y colores y de formas más espontáneas, una visión personal, el yo interno de la artista, es decir su interiorización. La fuerza de la línea y el color en esta obra, su marcado expresionismo, su abstraccionismo de las formas, denotan el misticismo y simbolismo que la artista refleja en la producción del tema religioso, de un modo muy personal. De tal manera, se puede ver en esta serie de cuadros, las apreciaciones personales del asunto espiritual, que artistas salvadoreños han tenido en diferentes tiempos, desde la visión académica más rigurosa, hasta la interiorización más personal. Ambas son producto de su tiempo y una época.

Marcelino Carballo (1860-1949). Padre no me abandones. Circa 1928. Óleo sobre canvas. 97 x 70 cm. Colección privada.

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José Mejía Vides (1903-1993). Sin título (boceto 10/66). Sin fecha. Tinta sobre papel. 19.8 x 12.5 cm. Colección MARTE.

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Armando Solís (1940). Madre Virgen Americana. 1986. Óleo sobre lienzo. 75 x 60 cm. Colección MARTE.

Rosa Mena Valenzuela (1913-2004). Cristo y apóstoles. 1968 (re-fechado 1986). Técnica mixta sobre papel. 74.5 x 63.5 cm. Legado Rosa Mena Valenzuela. Colección MARTE.

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Sara

Boulogne


TERROR y TERNURA Sara Boulogne Terror y ternura son conceptos extremos que en El Salvador han perdido sentido. El terror concebido como un miedo muy intenso ha perdido su significado al haber convivido tanto tiempo con él. En contraparte, la ternura es una emoción que en tiempos actuales, está fuera de moda por reflejar “debilidad”, y es que a lo largo de la historia se han exagerado determinadas emociones, o bien, se han ocultado casi por completo. Estas deficiencias en la educación emocional se reflejan comúnmente en los problemas de autoestima, en la dificultad para contactar íntimamente con los demás, en la hipersensibilidad a las críticas, en las adicciones o en la ausencia de empatía. El arte permite expresarlas y percibirlas desde otro punto de vista. Así Carlos Cañas nos muestra el terror, con una obra oscura que forma parte de su serie “Terror y ternura”, en la que se observa un personaje con rostro de angustia, violentado físicamente, evidente por el color rojizo en nariz, boca y cabeza, claro reflejo de un entorno social violento, injusto, o de una vivencia personal dolorosa.

En contraste con esta pieza, se encuentran las obras de Rosa Mena Valenzuela tituladas “Recuerdo I” y “Recuerdo II” realizadas en la etapa final de su vida, presentan colores no tradicionales en su producción pictórica. Estas piezas son una clara representación de la ternura evocando la niñez, con sus colores pálidos, delicados detalles de flores y textos emotivos, son tal vez una expresión nostálgica de su propia infancia. Finalmente Julia Díaz hace una síntesis de ambas emociones en su obra “Maternidad”, el abordaje de un tema que es relacionado a la ternura, pero con una estética sombría de colores terrosos, que no permite hacer una relación clara con la dulzura que convencionalmente se asocia a él. La maternidad representada como una imagen fantasmagórica, como un recuerdo distante de algo que fue o no pudo ser. Somos una sociedad emocionalmente dañada, que ha perdido la capacidad de sentir el amplio espectro de emociones para las que estamos habilitados, esta muestra es una invitación a conectarnos con esas sensaciones que se han olvidado de forma consciente o inconsciente.

Carlos Cañas (1924-2013) Sin título, de la serie “Terror y ternura”, 1968 Tinta y cera sobre papel 64.5 x 76.5 cm Colección Privada

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Rosa Mena Valenzuela (1913-2004) Recuerdo I, 2001 Técnica mixta, collage sobre lienzo Con marco 67 X 20.5 cm Colección MARTE

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Rosa Mena Valenzuela (1913-2004) Recuerdo II, 2001 Técnica mixta, collage sobre lienzo 87.5 X 27 cm Colección MARTE

Julia Díaz (1917-1999) Maternidad, 1970 Técnica mixta: acrílico, óleo y carboncillo Con marco 82 x 67 cm. Colección Privada

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Luisa

Bulnes


Pequeño recorrido por la obra de Luisa Bulnes Salvador Efraín Salazar Arrué – Salarrué… cuentis-

ta, novelista, poeta, escultor y pintor… un hombre fuera del tiempo, al igual que su obra y siempre de actualidad. Tanto su obra literaria como su pintura han mantenido esa validez a lo largo de los años. En esta pequeña muestra de su obra: Paisaje con vacas, Dos culturas y Bodegón de frutas, se pretende ilustrar “desde el punto de vista estilístico, temático y conceptual, la obra plástica de Salarrué, inspirada en lo paisajístico, en lo indigenista, en lo autóctono, es indiscutiblemente figurativa”. (1) Dos culturas, con la presencia de dos figuras femeninas, una con características autóctonas, con el yagual en su cabeza y la otra representando a la emigración europea en actitud de ocio y vestimenta de fiesta, plantea el tema de manera confrontativa y reminiscente de la conquista. Paisaje con vacas es una clara representación del uso de los colores bajo la influencia de lo precolombino, al escoger tonos oscuros, opacos y ocres para acentuar el misterio de su visión, pero no solamente eso, al observar el cuadro transmite la sensación de estar llegando a un paisaje lejano desde otro mundo, en 1. Procesos del arte en El Salvador, Astrid Bahamond

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una vista de pájaro, empezando a introducirnos al esoterismo siempre presente en su obra. Sus viajes astrales, su creación de mundos imaginarios para sí, se traslucen en muestra de sus propias sensaciones conceptuales y afectivas de su mundo interior, logrando crear un mundo mágico y propio. Encontrando más claramente esa puerta sugerida en Bodegón de Futas, al hacernos observar el bodegón desde una ventana abierta desde ese otro mundo, muy suyo, el astral. Manteniendo siempre el colorido vibrante de su obra, percibido de una forma consciente o inconsciente en el mundo astral, tratando de llegar a la realidad de su mundo creado, el cual se podría llegar a llamar realismo mágico. Su obra se ve influenciada por la teosofía, corriente filosóficareligiosa siempre presente en su vida. “Creo que no hay pintor que no tenga una percepción consciente o inconsciente del mundo astral”, según sus propias palabras dichas a Hugo Lindo en 1969, lo que nos confirma la importancia en su obra de los viajes astrales, los desdoblamientos y la teosofía como su código de vida, y todo ello determinante para la comprensión de su obra.

Salvador Salazar Arrué - Salarrué ( 1899- 1975) Bodegón de frutas Sin fecha Técnica Mixta sobre papel 47 x 59.5 cm Colección MARTE

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Salvador Salazar Arrué - Salarrué ( 1899- 1975) Paisaje con vacas Sin fecha Óleo sobre lienzo 54 x 42 cm Colección Privada

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Salvador Salazar Arrué - Salarrué ( 1899- 1975) Dos culturas Sin fecha Óleo sobre lienzo 66 x 84 cm Colección Privada

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Jaime

Izaguirre


Escenas íntimas

Aunque por naturaleza somos seres sexuales, las

propuestas artísticas sexuales literales pueden volverse superficiales limitando los sentidos y la imaginación. Y por esto los planteamientos sensuales se convierten en detonantes que pueden permitirnos acceder a una sexualidad no solamente física, sino más interiorizada, personal y quizás trascendente. En la obra Sin título (mujeres volando) de Rosa Mena Valenzuela, encontramos un otro (otras en este caso) interiorizado en la imaginación, quizás deseado e idealizado. Ese otro por quien nos diferenciamos y determinamos nuestra identidad socialmente en la vida diaria, puede ser también objeto de deseo, complemento emocional y sexual. Esta situación cotidiana implica espacios íntimos, imaginarios incluso (lúdicos y perversos). La obra de Ernesto “San” Avilés, es referencia de erotismo en la plástica salvadoreña; sobre la cual una mirada lúdica permite reconocer sutiles sugerencias (y obvias en algunas obras) que “desafían la presunción heterosexual”(1) en la “objetivación del desnudo masculino”(2) en una producción que logra “La recuperación de las imágenes religiosas con intensidad erótica” (3), según Astrid Bahamond. En la obra de Mejía Vides hay una contemplación

y representación de la mujer “indígena” desnuda y en escenas cotidianas. Esta observación invita a mirar con más cuidado a esta mujer que bien pudiera ser referencia de una mezcla racial, por sincretismos de rasgos como la voluptuosidad del cuerpo (las piernas y caderas en este caso), que nos refiere a un otro exótico, diferente, deseado y objetivado.

Las obras podrían convertirse en detonantes de “morbo” (imaginación y emotividad) en este caso en particular donde ese “otro” externo, lejano y a veces irreal; es pensado, deseado, anhelado he imaginado en el yo, y por lo tanto es interiorizado volviéndose parte de ese yo, como en la obra de Bonilla.

De esta forma la selección muestra piezas como fragmentos de la sensualidad en la plástica salvadoreña. En algunos casos las sugerencias están implícitas como en Contemplación del cáliz de [Ernesto] San Avilés; sugerencias a ese otro ideal imaginado como en Sin título (mujeres volando), de Rosa Mena Valenzuela; o a ese otro exótico, distinto, externo, observado y lejano como en Lavandera de José Mejía Vides; y finalmente la obra Sin título (masturbación) de Antonio Bonilla, es reflejo de esos momentos íntimos con ese otro deseado, idealizado, lejano físicamente pero interiorizado en la imaginación.

1. Palomo, Jorge. La mirada sexual en el Arte Salvadoreño, El ojo de Adrian, revista web, 2009. 2. Bahamond, Astrid. Procesos del arte en El Salvador, Dirección de Publicaciones e Impresos, Secretaría de Cultura de la Presidencia, 2012. 3. Ibídem.

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Rosa Mena Valenzuela (1913-2004) Sin título (“mujeres volando”), 1995 Carboncillo sobre papel, 43 x 35 cm Legado de Rosa Mena Valenzuela, colección MARTE

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Ernesto “San” Avilés. (1932-1991) Contemplación del cáliz, Ca. 1978 Acrílico sobre tela, 53 x 64 cm Colección Privada

José Mejía Vides (1903-1993) Sin título (Lavandera), Sin fecha Xilografía, 48 x 38 cm Donación Familia Balseiro, colección MARTE

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Antonio Bonilla (1954) Sin t铆tulo (masturbaci贸n), Sin fecha M谩rmol reconstruido y madera, 40 x 26 x 20 cm Colecci贸n Privada

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Tania

Marquina


Sin buscar referirse a “lo cotidiano” de manera peyorativa, hay momentos donde esto se vuelve asfixiante, por lo que escapar de ello se convierte en una necesidad prioritaria. Escapar puede tener varias connotaciones consideradas como positivas o negativas, que dependen siempre del punto de vista del individuo que lo esté valorando; pero la idea importante de esta acción, es la búsqueda constante de una realidad diferente a la actual, donde tenemos el poder de manipular parte o toda nuestra vida en otra dimensión. Es acá donde yace el atractivo del escapismo. Dos realidades, un lienzo nos enfrenta a un diálogo con la obra misma, para descifrar si lo que vemos es una realidad que dominó al artista, o si es el producto de una realidad manipulada por él. Incluso, nos empuja a analizar nuestro propio motivo para escapar y a reconocer a través de que medio lo hacemos. El artista escapa de la realidad a través de su obra y el espectador se convierte en su compañero de viaje, para transportarse y sumergirse en los más profundos pensamientos y sentimientos representados en lienzos, elaborados en una época en que la realidad social del país se encontraba en un punto crítico, donde la transición de la violencia a la paz, era el mayor deseo a nivel nacional. Encontramos a tres artistas que personifican el escapismo: Rosa Mena Valenzuela, quien escapó constantemente a estilos y representaciones que nadie conocía en su tiempo; a Carlos Cañas, maestro de la pintura muy reservado, que buscaba siempre el ais-

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lamiento para escapar de la realidad pública; y Alex Sánchez “El Aleph” rodeado de un aura fantasmal, que deja que las alucinaciones tomen parte en cada una de sus obras, escapando a realidades oscuras y radiantes. Con la obra de Rosa Mena, es gracias a los trazos apasionados y las pinceladas adelantadas a su propia época, que experimentamos esa necesidad de huir o quedarnos en la presencia de esas Dos Figuras, que son recuerdos del pasado. Cañas representa sus anhelos desde la soledad y encierro en su obra Ensueño, cargada de misterio y sombras borrosas, que nos hacen preguntarnos si lo que ese niño contempla y quiere alcanzar es una realidad posible o es mera utopía figurada en un preciosismo azul. Finalmente “El Aleph”, nos envuelve en su mitología alephiana de magia y misterio, en donde sentimientos encontrados invaden nuestro ser y nos hacen debatir entre evadir un mundo terrenal inaceptable o la esperanza de una comunión plena con el universo y aquel ser que todo lo ve. Las variadas formas de escapismo acá exhibidas: expresionismo, realismo y realismo mágico; proponen también una reflexión de que el estilo de cada artista es un modo único de representar el mundo, pero ninguno de estos artistas tiene una relación más privilegiada que otro, con este mundo que representa. Tania Marquina

Carlos Cañas (1924 – 2013) Ensueño, 1983 Óleo sobre lienzo 147 x 114 cms Colección Privada

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Alex Sánchez “El Aleph” (1954) El señor de la galaxia, 1991 Acrílico sobre canvas 35 x 46 cms Colección Patronato Pro Patrimonio Cultural de El Salvador Museo de Arte de El Salvador

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Rosa Mena Valenzuela (1913 – 2004) Dos figuras (Recuerdos del pasado), 1991 Técnica mixta (collage) sobre papel 67 X 56 cms Colección Museo de Arte de El Salvador

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MarĂ­a Cristina

Orantes


María Cristina Orantes El

ser humano se encuentra inmerso en un mundo en el que imperan el egoísmo, la envidia, el chisme y la hipocresía. En consecuencia, se vuelve reacio a dar a conocer aquellas acciones, sentimientos y emociones que puedan poner de manifiesto su vulnerabilidad. Por ello recubre su miseria humana o su drama personal con una máscara de dulzura, justicia, alegría y honorabilidad, tras la que se ocultan y someten las verdaderas intenciones, el auténtico rostro… En ese teatro individual y colectivo en que se convierten la sociedad y la vida, el hombre no es más que un personaje que interactúa con otros personajes, igualmente falsos y, en ese escenario tragicómico, vemos deslizarse y danzar a su antojo la doble moral, la mentira y las murmuraciones, que constituyen el pan de cada día en todos los estratos sociales. Sólo a veces y tras el estallido de un fuerte impacto, la careta se desprende y es entonces cuando por fin, a la vista de todos, queda al descubierto la verdad: la esencia, ya sea que ésta resulte sublime o pavorosa. Este planteamiento ha sido señalado por nuestros artistas quienes a través de sus distintas percepciones, estilos y técnicas, plasmaron sus propias visiones del universo en el que se desenvolvieron. Rosa Mena Valenzuela, en su obra Máscaras I, presenta una serie de rostros en cascada, rodeados de íconos y símbolos que sugieren formas de vida gobernadas por las aparien-

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cias; y sume al espectador en contrastantes reflexiones sobre la superficialidad del mundo y la realidad que podría existir en el trasfondo. Carlos Cañas por su parte, en una composición de luces y sombras, explora las intensas emociones que pudieran reflejar el momento político y social de los años setentas, caracterizado por la simulación y el encubrimiento. En Teatro Inverosímil, también de Rosa Mena Valenzuela, se pone en escena una parodia de la vida cotidiana en los círculos sociales, donde los personajes reflejan una serie de expresiones con tal intensidad que despiertan emociones que invitan a meditar sobre los enigmas de los seres humanos cuando sus prioridades son el poder, la pasión, los vicios y el dinero. Máscara, de San Avilés, cierra la propuesta y nos sitúa en un universo en que el conocimiento y el intelecto, representados en un primer plano, por un libro cerrado, yacen doblegados por la represión, la cual se encarna en la figura de una granada. En segundo plano flota, lo que pareciera ser la imagen del ideal de belleza clásica de las antiguas culturas griega y romana, cuyo revestimiento ha sido parcialmente arrancado de manera violenta. Bajo la resplandeciente envoltura, se asoma el semblante de un simio o de un ser primitivo: el “yo verdadero”, imperfecto, feroz y repulsivo, que habita detrás de las aparentes formas impecables.

Rosa Mena Valenzuela (1913-2004)

Carlos Cañas (1924-2013)

1961 Técnica mixta sobre papel 75.5 x 49.5 cm Legado Rosa Mena Valenzuela

1973 Técnica mixta sobre papel 23 x 15 cm Colección privada

Máscaras I

Sin título

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Rosa Mena Valenzuela (1913-2004)

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Teatro inverosímil

Ernesto “San” Avilés (1932-1991)

1987 Técnica mixta (collage) sobre cartón 62 x 80 cm Donación Familia Balseiro Colección Museo de Arte de El Salvador

1973 Óleo sobre tela 32 x 30 cm Colección privada

Máscara

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Sonia Margarita Alvarez (1961, El Salvador) Es arquitecta, docente universitaria e historiadora. Tiene grado de máster of arts en arquitectura, por la Universidad Nacional Técnica de Belarús (ciudad de Minsk, 1987) y es egresada de la Licenciatura en Historia, por la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad de El Salvador (2011). Ha realizado investigaciones en arte centroamericano prehispánico y colonial, historia de El Salvador del siglo XIX y XX (Universidad de El Salvador). Ha dirigido investigaciones de cátedra en historia del arte salvadoreño y centroamericano (Escuela de Artes, UES), además de investigadora principal en el proyecto

“Historia de las Artes Plásticas en El Salvador: Fase de Pre conquista” (Centro de Investigaciones Científicas, Universidad de El Salvador, 2007). Funge como docente en historia del arte europeo, latinoamericano y centroamericano (Escuela de Artes, UES. Desde 1998). Ha participado en Congresos Centroamericanos de Historia (Managua, 2010 y Chiapas, México en 2012). Elaboró la investigación, diseño didáctico y textos para la línea de tiempo y materiales educativos de la Muestra Permanente “Al Compás del Tiempo: Procesos e Influencias en el arte salvadoreño” del MARTE (2012-2013).

Sara Boulogne (1980, El Salvador)

Biografias

Es artista plástica y docente. Tiene una licenciatura en Artes Plásticas opción cerámica de la Universidad de El Salvador (2008) y el curso de formación pedagógico para profesionales impartido en esa misma institución (2010). Culminó la maestría en educación media superior en el Tecnológico de Monterry, México (2013). Desarrolló el proyecto para la creación del taller de réplicas del Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán (2005). Colaboró en el proyecto “Resurgimiento de técnica antigua para elaborar cerámica y desarrollo de una nueva artesanía y material” en Casa Blanca, Ahuachapán (2008). Fue coordinadora académica de la Escuela de Jóvenes talentos MINED-UTEC (2009) y do-

cente de este proyecto durante el período 2009-2012. Participó como ponente en el primer congreso Centroamericano y del Caribe de Cerámica en Costa Rica representando a El Salvador (2013). Fue docente de la Escuela de Antropología de la Universidad Tecnológica de El Salvador (2012) y actualmente es docente de la Facultad de informática y ciencias aplicadas Ing. Julio César Orantes en el área de diseño de esa misma institución y de la Escuela de Artes de la Universidad de El Salvador en la opción cerámica. Ha expuesto su obra artística en El Salvador, Guatemala, Costa Rica, República Dominicana y Perú.

Luisa Bulnes Whitbeck (1957, El Salvador) Estudios de arquitectura (Universidad Albert Einstein) con especialidad en Administración de Proyectos y el uso de las Normas internacionales de contratación FIDIC (Hawksmere – Kaplan Institute, Londres). Diplomado en Gestión Ambiental (Universidad Dr. José Matías Delgado). Clases de apreciación del arte con el Arq. Luis Salazar Retana. Primer Lugar en INVENTIVA 87, evento organizado por CENAP y OMPI, galardón recibido por el Diseño de un lavamanos económico incorporado al tan-

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que del inodoro, ahorrando espacio y reciclando agua. Fungió como Directora de la empresa alemana Adolf Lupp GMBH + CoKg y Gerente General de la Sucursal en El Salvador (1992-2001). Apertura y dirección de la Sucursal en Nicaragua (1996-1999). Trabajos publicados: Análisis de la Remodelación del Teatro Nacional de San Salvador y La vivienda de interés social como expresión de la Arquitectura Contemporánea. Caso: El Salvador.

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Jaime Izaguirre (1985, El Salvador) Actualmente es estudiante en el programa de Doctorado en Bellas Artes, de la Facultad de Bellas Artes, Universidad Complutense de Madrid; posee un Máster en Investigación en Arte y Creación de la misma universidad (2012), y es Licenciado en Artes Plásticas, Opción Pintura por la Universidad de El Salvador (2011). Posee un título técnico como: Experto Universitario en Promoción, Programación y Gestión Cultural por la Universidad de Granada, España (2006). Es catedrático de Historia y Estética en la Escuela de Artes de la Universi-

dad de El Salvador, y trabaja como asesor externo para proyectos de desarrollo social a partir de la cultura para la Unión Europea. Ha recibido tres becas-residencias de LA ESPORA, Escuela Superior de Arte, Nicaragua (20072009); y la beca FANTEL al “Talento Salvadoreño 2010” por el Gobierno de El Salvador. Como artista ha recibido premios como: Primer Lugar de SUMARTE 2009, y Primer Lugar de HOCUS POCUS 2008, MARTE Contemporáneo.

Tania Marquina (1990, El Salvador) Actualmente es estudiante de X ciclo de Arquitectura de Interiores de la Universidad Dr. José Matías Delgado. Realizó una pasantía en el Museo de Arte de El Salvador (MARTE) entre febrero y julio de 2013 como asistente de Programación y Museografía, donde trabajó con los proyectos: Del Expresionismo Abstracto al Arte Pop, La Divina Comedia Ilustrada por Dalí y Revisitaciones plásticas: arte mexicano 1973-2011. En julio de este mismo

año participó en el taller de la Secretaría de Cultura de la Presidencia De la idea al proyecto expositivo, impartido por la Dr. Inmaculada Corcho. Actualmente colabora en las actividades internas de dicho museo y tiene planes a futuro de viajar al exterior, para realizar estudios de maestría en historia del arte y una especialización en curaduría.

María Cristina Orantes (1955, México D.F) Es abogada, notaria y poeta. De 2004 a 2012 dirigió la Sala Nacional de Exposiciones Salarrué. Uno de sus logros fue concretar a partir de 2006 la donación de obras por parte de artistas expositores así como abrir el espacio para llevar a cabo otros eventos culturales. Ha sido co-curadora de la poesía de David Escobar Galindo en la exposición “Titi y David, la artista y el poeta” que se llevará a cabo en el MARTE en diciembre de 2013. Se desempeña como instructora académica en las Academias Sabatinas Experimentales en Ciencia y Tecnología de la Comunicación y de Gestión Empresarial de la Universidad Doctor José Matías Delgado. Ha

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publicado los poemarios Llama y Espina (2001); Paso leve que en el polvo avanza (2005); y El grito es hacia dentro (2011). Su obra aparece en las antologías Trilogía Poética de las Mujeres en Hispanoamérica, Pícaras, Místicas y Rebeldes (México, 2004); La herida en el sol (Antología de poesía centroamericana contemporánea) (México, 2007); Desde todo el silencio (Los puños de la paloma), Argentina; y Poesía del Siglo XX en El Salvador (España, 2012). Ha sido jurado en certámenes literarios y participado en encuentros de poesía en el país y en el extranjero.

Agradecimientos Junta Directiva, Museo de Arte de El Salvador (MARTE) Roberto Galicia, Director Ejecutivo, MARTE Junta Directiva, Fundación Julia Díaz Museo Forma Ana Magdalena Granadino, Secretaría de Cultura de la Presidencia Tatiana de la Ossa, Directora Nacional de Artes Alejandro Alfaro, Administrador, Teatro Presidente Claudia Cristiani, Presidenta, Fundación Accesarte Personal de la Sala Nacional de Exposiciones Salarrué Dra. Astrid Bahamond Arq. Rafael Alas Flor Martínez Negra Alvarez Manuel Enrique Flamenco & Silvia Choussy

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