El Estandarte Mariano y la Procesión Guadalupana. Uno de los actos protocolares más festivos, dentro de la semana de la Guadalupanidad, que conmemora como acto central las festividades del aniversario del Colegio Guadalupe, es la Procesión de Nuestra Patrona: La Virgen de Guadalupe. No hay un solo guadalupano, de cualquier generación, que haya dejado de meditar como la advocación mariana ha penetrado propiamente su fe. No hablo, ni escribo sobre una fe fundada en ritos costumbristas, hablo propiamente de la imagen mariana como símbolo de pureza, pues ahí se enmarca la fe guadalupana, fe que ha traspasado todas las generaciones de nuestra República de Estudiantes. El estandarte mariano nos acompañó a lo largo de nuestra historia, sufrimos persecución en la época del gobierno de José Rufino Echenique, entonces fue el estandarte mariano y la mística del colegio que trasladaran su votiva enseñanza a los claustros de los conventos de la Plazuela San Marcelo (Barrios Altos), ello con la finalidad de continuar sin interrupciones las labores escolares. ¿Quién puede negarse a saber, ora por curiosidad, ora por expiación, que dentro de un convento se van a templar la fe y los valores? Más aun, teniendo a consideración que la continuación de nuestro legado solo dependía de la sapiencia de un hombre: Ramón Castilla, que en arrojo de virilidad pone fin al despotismo1 del Gobierno de José Rufino Echenique en la Batalla de La Palma del año 1855 y le confiere a la historia de la Republica Peruana su mayor legado: Declarar nacional El Colegio de Nuestra Señora de Guadalupe. ¿Hubo procesión en los primeros años?, no lo sabemos, pero la advocación mariana nos imprime un aliento latente que la historia nos ha permitido respetar hasta nuestros días. Del Barrio de Guadalupe (Calle Chacarilla) con su antigua casona y su pequeña capilla, a la advocación tutelar conferida en 1965 por el Papa Pablo VI2 y el Cardenal Juan Landázuri Ricketts hay un respiro de fe. La festividad del aniversario de nuestro colegio está enmarcada por actos protocolares, siendo la procesión de nuestra patrona la más importante. Todos los 13 de noviembre el Colegio da inicio a la procesión de nuestra sagrada efigie. Los profesores del curso de Religión son los que dan la pauta de la celebración. Se dispone la formación de cuadrillas, principalmente son los alumnos que durante todo el año han preservado la displicencia de portarse bien. Habrá uno que otro palomilla convertido a última hora, que tendrá el honor de formar parte del batallón de cargadores, si así lo amerita, el tiempo, la Virgen o la profesora de Religión. La Banda de Músicos y la Escolta Guadalupana, también realizan los ensayos previos a la celebración Guadalupana. Son largas las 1
Primera clausura decretada por el gobierno de José Rufino Echenique al despojar de las veinte becas y disponer que fueran trasladadas a San Carlos, después se ordenó la desocupación del Colegio. Así mismo, la persecución se extendió a los profesores Dr. José Silva Santisteban, Carlos Lissón, Guillermo Pineda, J. Gastañeta y el Rector Juan Portal que tuvieron que fugar y abandonar el colegio. 2 Refiere el Decreto Supremo N° 66 firmado por el expresidente Fernando Belaunde de Terry: Declarar a la Virgen de Guadalupe “Patrona de la Juventud Estudiantil del Perú”, dicho Decreto Supremo indica que su santidad Papa Pablo VI en Breve Apostólico de 29 de Junio de 1965 autoriza al Cardenal Juan Landázuri corone canónicamente la sagrada Efigie de la Virgen de Guadalupe, que se venera en el Colegio Nacional de Varones “Nuestra Señora de Guadalupe”.
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sesiones de ensayo de cada grupo de alumnos, muchos de ellos sacrificando sus días de descanso a fin de dar el máximo regalo a su patrona. Siendo las 3:00 PM del 13 de Noviembre de 1995, el Capellán empieza a celebrar la Misa. La Escolta Guadalupana y alumnos de diversas secciones reciben con canticos el inicio de la celebración. La liturgia está cargada de fechas y actos conmemorativos, se recuerda a todas las promociones, los canticos elevan nuestra devoción mariana. Llega el momento de la Eucarística, y la larga fila de penitentes se apretuja a consagrarse. Retumba el sonido de la Banda de Músicos la Marcha de Banderas y el coro de niños cantores va entonando el inicio y fin de la celebración. Promociones de alumnos de diversas generaciones hacen presencia al acto solemne. Después de la Misa ofrendada en la Capilla Guadalupana, la sagrada efigie se dirige al Patio de Honor del Colegio, cargada en hombros por los alumnos de 5to. Año, y es aquí donde presenciará el homenaje preparado por docentes, alumnos y personal administrativo. Al paso marcial, la Escolta le rinde honores y tributo, comienzan los actos conmemorativos para la procesión, siendo la Banda de Músicos del Colegio la que rompe el silencio espiritual de los presentes. Suena la primera trompeta al tono de la marcha procesional “Lux Peregrina” y junto a todos los niños músicos comparsan la Procesión Guadalupana hacia el frontis principal. Es ahí donde se abren las amplias puertas del claustro Guadalupano, siendo la multitud la que aplaude el sublime acto. ¿Sabrán estos niños a qué advocación le rezan? La amplia avenida Alfonso Ugarte y calles aledañas (Av. España, Jr. Washington – Av. Uruguay) serán testigo del paso marcial de estos pequeños tribunos, a su paso el gran sequito de estudiantes, profesores, personal administrativo y algunos compungidos devotamente llevan en andas la Mater Nostra . Suena la primera campañilla, y el anda se detiene, es momento del descanso. La banda ha ensayado meses para estos actos, la marcha procesional entona “Virgen del Valle” y el cambio de cuadrilla empieza a reflejar el cansancio de algunos niños, pero la banda de músicos, de estos pequeños gigantes, es la que renueva el espíritu de la feligresía colegial. ¿Sabrán estos pequeños tribunos que volverán ya hombres a adorar a su madre Guadalupana? ¿Sabrán estos pequeños tribunos que están haciendo la historia del legado del Colegio? ¿Sabrán estos pequeños tribunos que a paso de vencedores escriben más páginas a la memoria de esta República? Las distintas cuadrillas van formándose solícitas a cargar las andas. Durante el recorrido, algún devoto reza, otro pide el milagrito, y son las madres de algunos niños las que comparsan el camino con cánticos sentidos. La feligresía detiene las andas en los lugares donde van a ser ofrendadas muestras de respeto, siendo la Asociación Guadalupana la que lleva el acto solemne desde su fundación histórica. El recorrido va culminando, y en este último tramo las avenidas Uruguay con Alfonso Ugarte se van llenando de promociones de alumnos de distintas épocas. Es muy sentido el acto, algunos lloran viendo la imagen, ¿recordarán tal vez las palomilladas dentro de este claustro histórico?, o ¿quizás regresan al claustro a saberse hijos buenos para con su madre Guadalupana? El recorrido procesional llega a su fin, siendo la Escolta la encargada de hacer la guardada de las andas. Los hijos mayores de todas las generaciones, llevan ese privilegio, siendo ellos los de mayor pulcritud en sus
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juramentos, juraron honor a la Bandera en las batallas de la Palma de 1855 contra la corrupción de Rufino Echenique, en 1866 contra España, en 1879 contra Chile y en 1941 contra la rapiña ecuatoriana. Ahí estuvieron los Guadalupanos, y es por eso, que la Escolta representa a todos esos héroes Guadalupanos, ellos son los encargados de realizar el tributo final a la procesión Mariana. Los pasos gallardos van llenando de júbilo el acto final, al paso de la Marcha Guadalupana la banda de músicos rompe nuevamente el silencio, la algarabía recorre el cuerpo y el espíritu de los presentes. Volveremos al pasado y nuestra fatigosa experiencia del tiempo nos hará recordar esa invariable soledad cuando miremos delante de nosotros este claustro enclavado en la historia de nuestra República. El recuerdo de esta invariable soledad nos perseguirá como imagen señera de los valores de la humanidad, escatología griega que hoy llega a nosotros a través de la veneración a María Virgen de Guadalupe. Atenea nuestra. ¿Sabrán estos hombres, sabrán estos niños a que advocación le rezan? Guadalupano, he ahí tu historia. Guadalupano, he ahí tu advocación, ¡Que viva la Virgen de Guadalupe! Amén. Escrito por Miguel Martín Llontop Rojas. Promoción 1995 – 5to G. 14 de octubre de 2020
FOTO 01: MURAL GUADALUPANO QUE SE UBICA EN LA SALA DE PROFESORES. PATIO DE HONOR. MURAL DONADO POR LA PROMOCIÓN 1986. (OCTUBRE DE 2016. FOTOGRAFÍAS ARCHIVO PERSONAL DE MIGUEL LLONTOP)
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FOTO 02: MISA EN HONOR A CARLOS CATACORA ROSALES (24-10-1979 / 14-10-1998) G95. OFRENDADA EN LA PARROQUÍA DEL COLEGIO NACIONAL NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE. (OCTUBRE DE 2016. FOTOGRAFÍAS ARCHIVO PERSONAL DE MIGUEL LLONTOP)
FOTO 03: ALUMNOS DE LA PROMOCIÓN 2016 ENSAYANDO PARA EL DESFILE DE LA PROCESIÓN GUADALUPANA. PATIO DE HONOR. (NOVIEMBRE DE 2016. FOTOGRAFÍAS ARCHIVO PERSONAL DE MIGUEL LLONTOP)
FOTO 04: ALUMNOS DE LA PROMOCIÓN 2016 ENSAYANDO PARA EL DESFILE DE LA PROCESIÓN GUADALUPANA. PATIO DE HONOR. (NOVIEMBRE DE 2016. FOTOGRAFÍAS ARCHIVO PERSONAL DE MIGUEL LLONTOP)
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FOTO 05: FRONTIS CENTRAL DE LA CAPILLA DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE DEL COLEGIO. (NOVIEMBRE DE 2016. FOTOGRAFÍAS ARCHIVO PERSONAL DE MIGUEL LLONTOP)
7 FOTO 06: MONUMENTO A LOS FUNDADORES DEL COLEGIO Y A LA MADRE PATRIA EN HOMENAJE A LOS ALUMNOS Y DOCENTES QUE OFRENDARON SU VIDA EN DEFENSA DE LA PATRIA EN LA GUERRA CON CHILE. (NOVIEMBRE DE 2016. FOTOGRAFÍAS ARCHIVO PERSONAL DE MIGUEL LLONTOP)
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FOTO 07: MONUMENTO A LA MADRE PATRIA CON EL SIGUIENTE ENUNCIADO EN LATÍN: “DECORVM EST PRO PATRIA MOI” CUYO SIGNIFICADO ES “HONORABLE ES MORIR POR LA PATRIA”. FRONTIS PRINCIPAL DEL PATIO DE HONOR EN HOMENAJE A LOS ALUMNOS Y DOCENTES QUE OFRENDARON SU VIDA EN DEFENSA DE LA PATRIA EN LA GUERRA CON CHILE. (NOVIEMBRE DE 2016. FOTOGRAFÍAS ARCHIVO PERSONAL DE MIGUEL LLONTOP)