Almagro de mi vida
Revista digital de almagro gratuita con historias del barrio
El amor de Gardel por Almagro
Carlos Gardés, quien decidió cambiar la s por la l en su apellido porque creyó que sonaba mejor, nació el 11 de diciembre de 1890 en Toulouse, Francia, pero eligió a la Argentina como su país. Llegó de muy chiquito a Buenos Aires junto a su madre Marie Berthe Gardés y en la ciudad se crió, creció y comenzó su brillante carrera como cantante y compositor. Y uno de los barrios que más transitó y amó en su vida fue Almagro.
“El Zorzal Criollo” estudió durante dos años en el Colegio Salesiano Pío IX, histórico de nuestro barrio que está ubicado hasta el día de hoy en Yapeyú 197. Allí comenzó a cantar en un marco institucional, en el coro del cole, donde conoció a Ceferino Namuncurá, quien es considerado el santo de la Patagonia por su vinculación con la historia mapuche.
“Me eduqué en un colegio de curas che… Allí hice hasta el segundo año del Nacional”, confirmó el propio Gardel en 1933 en una entrevista para la revista “El Suplemento”. El Salesiano fue uno de los varios colegios por los que pasó el ídolo popular.
Carlitos, creador del tango canción, recibió los primeros aplausos del público en los cafés del Abasto, zona que está repartida entre los barrios de Almagro y Balvanera. En esos bares confirmó su vocación de ser cantante y comenzó su enorme popularidad: fue el primer gran ídolo popular de América Latina y brilló en giras por Europa. Foto: la fachada del Salesiano en 1920.
“¡Recibía 16.000 cartas al mes! Se había convertido en ambidiestro para firmar fotos con las dos manos. Fue el primer rockstar. No podía andar por la calle, debía disfrazarse para salir de un hotel…”, aseguró el historiador Felipe Pigna en diálogo con Clarín.
Pese a su rotundo éxito y ser una máquina de generar dinero, por su adicción a las apuestas en las carreras de caballos, solidaridad y nulo apego al ahorro, solamente compró y tuvo una casa propia: ¡a tres cuadras del límite de Almagro! Sí, en Jean Jaures 735, la cual compró en 1927 para su madre y desde 2003 funciona como museo del cantante.
En “la casa de la vieja”, como le gustaba llamarla, Gardel probaba los tangos y Bertha, que tenía buen gusto musical y su hijo le consultaba, daba su opinión sobre cada uno. Fue su cuarto domicilio, pero el único que sintió como hogar y donde vivió sus últimos días hasta 1935, cuando falleció en un accidente aéreo a sus 44 años.
Gardel amó a Almagro, tanto que le dedicó un emotivo tango escrito por Augusto Martini. “Como recuerdo, barrio querido, aquellos tiempos de mi niñez… Eres el sitio donde he nacido y eres la cuna de mi honradez. Barrio del alma, fue por tus calles donde he gozado mi juventud”, es el comienzo del mismo.
“Almagro, Almagro de mi vida, tú fuiste el alma de mis sueños…”, canta en otra parte y concluye: “Donde he nacido, he de morir. Almagro, dulce hogar, te dejo el corazón, como un recuerdo de mi pasión”.
Así como nació en Francia pero siempre decía ser argentino y sacó la ciudadanía argentina, Gardel tuvo sus primeros domicilios en CABA en San Nicolás y su último en Balvanera, pero Almagro ocupaba por elección parte de su identidad y un lugar importante en su corazón.
Por su amor al barrio, porque su voz protagoniza un tangazo en el cual muchos vecinos se pueden sentir representados y que dejó (“Almagro de mi vida”) el nombre del medio, no podía ser otro que él el protagonista de la tapa y nota principal de nuestra primera revista.
José Julián Pérez es una calle de Almagro que tiene dos particularidades. En primer lugar, su extensión es de dos cuadras y luego su nombre se debe a un político de la historia de nuestro país de principios del Siglo XIX.
El estrecho pasaje corre entre Castro Barros y Colombres y va desde México a Venezuela, sí, ambas con nombres de países. En el medio, corta con Agrelo, una de las calles con más extensión de nuestro barrio.
Se llama José Julián Pérez desde 1893, cuando dejó atrás el nombre de Segunda Colombres. Ahora, ¿quién fue José Julián Pérez?, que está inmortalizado hace más de 100 años en esta calle del barrio.
Nació el 16 de febrero de 1780 en Tarija, ciudad del Virreinato del Río de La Plata, que hoy es parte de Bolivia. Fue un abogado y político que apoyó la Revolución de Mayo de 1810 y formó parte del Primer y Segundo Triunvirato.
Pérez fue secretario del Primer Triunvirato (1811-1812) y apoyó la creación del Segundo Triunvirato (duró hasta 1814) del cual llegó a ser triunviro, el máximo puesto de este tipo de gobierno, en reemplazo de su amigo Juan José Paso.
Gobernó las Provincias Unidas del Río de la Plata, es decir, a las provincias adscritas a la Revolución de Mayo y fue protagonista del proceso de independencia de Argentina de España que en 1816 se hizo realidad en el Congreso de Tucumán.
La Redoblona: la tradicional murga de Almagro que le ganó a Jorge Macri y le pegó a Milei en sus canciones de Carnaval
1° de febrero de 2024. Una mujer se vuelve loca y empieza a gritar en la reunión de directores de murga. Su nombre es Zulema Barrios y el Gobierno de la Ciudad (GCBA) le acaba de informar que su murga La Redoblona, situada en Almagro y con 27 años de vida, no podrá hacer este año su tradicional corso en Lambaré y Bogado.
El GCBA decidió eliminar un 64% de los corsos en calle (de 22 a 8) para tener “más orden y menos cortes”. “Me enfermé por la noticia, de la angustia, la impotencia y el destrato. Lloré tanto que me empecé a sentir mal y tuve problemas respiratorios”, nos contó la fundadora de la murga que seis meses ensayó su espectáculo.
Con la tristeza de no tener su corso, La Redoblona la rompió siendo parte de otros en Villa Crespo, Boedo, Villa Devoto, Quilmes y Sarandí, entre otros lugares. Pero, no bajó los brazos y con el permiso de la Comuna 5, que integra Almagro y Boedo, pudo el sábado 17 y domingo 18 de febrero realizar su corso en la calle.
“Le ganamos a Jorge Macri, porque no quería cortes de calle. Porque para él, el Carnaval no es una fiesta popular, si no un corte, una molestia. Nos cancelaron unos pocos días antes e hicimos un reclamo que no recibió respuesta…”, contó Zulema.
“Gracias a la Comuna pudimos realizar nuestro corso y estuvo repleto como siempre pero tuvimos que bancarnos todo, el escenario, el sonido porque no contamos con el apoyo del GCBA”, agregó, quien tiene 70 años, no toma ningún medicamento y aseguró que “el Carnaval me extiende la vida”.
En su show 2024, repleto de canciones creativas y graciosas, bailes y hermosos trajes y maquillajes, La Redoblona le pegó sin mencionarlo al presidente Javier Milei: “¿Cómo no vamos a darle palos? Sí, le vamos a dar a todo el que se oponga a la cultura. Aparte, ‘la casta lo va a pagar’ y la casta somos nosotros…”, contó ZB.
“Cuando quieras cambiar, hacete budista o mandate a mudar, cambiá de figura, probá con volar, hacete las tetas, ponete a estudiar”, un mensaje de La Redoblona tras las elecciones.
-¿Cómo nació la murga y sus colores?
-Nació en 1997 conmigo como directora (hoy son sus hijos Nacho y Paola) y los que quedamos de la murga La Roncha. En cuanto a los colores, los heredamos de La Roncha que tenía el violeta y blanco porque el director era de Fénix de Uruguay y el amarillo se agregó porque la murga del Carlos Pellegrini usaba violeta y blanco.
-¿Cuál es el secreto de La Redoblona para hacer un show de tanta calidad?
-Somos como un circo, compuesto por especialistas de diferentes cosas. Acá hay profesionales: vestuarista, sombrerera, maquilladora, dramaturga, profesor de música, viven de eso. Y después nuestro lema es “para el pueblo, lo mejor”. Si uno tiene el zapato sucio, otro le dice: “Eh loco, ¿no hay jabón en tu casa?”.
-¿Qué es Almagro para vos?
-Yo soy uruguaya. En 1974 y con 20 años de edad, me fui de mi país porque había una dictadura y a mi marido lo llevaron por el parecido a otra persona. Cuando lo soltaron, nos fuimos por el miedo. Yo nací allá, pero pertenezco acá. Voy a Uruguay y cuando vuelvo y ya estoy por las calles de Almagro siento “ya estoy en casa”.
El Bodegón de Almagro de padre e hijos: “En 2020 se vendió mucho menos y nos quedamos nosotros tres solos”
2001, Argentina. “Mirá Leo, hacete cargo vos, porque esto ya no da plata ni para que les pague ni para que yo me lleve”. Leo es Leopoldo Olivera, un argentino que como tantos otros en ese año de crisis fue despedido. Sin embargo, se quedó con el fondo de comercio de Granja Avi, pollería y comida para llevar, a modo de indemnización y dos décadas después sigue como capitán de un barco en el sigue luchando solamente con sus dos hijos.
Granja Avi llegó a Almagro en 1992 como pollería (estaba en Gascón 510) y solo vendía pollo y huevos. Unos años después, con su mudanza a Gascón 547, agregó comidas para llevar. Hoy y hace unos años, en Gascón 577, es un típico bodegón: solamente vende comida hecha y tiene salón. Es decir, 32 años en Gascón, entre Sarmiento y Perón.
“Fue en 2020, por la pandemia, que nos quedamos solamente mi viejo, mi hermano y yo. Se vendió mucho menos y tuvimos que prescindir de dos cocineros, una persona que hacía de todo y un delivery”, nos contó Néstor Olivera, el hijo mayor de 43 años que atiende el mostrador y el teléfono, es mozo en el salón y realiza las compras
Por su parte, Leopoldo, de 74 años, es el cocinero y su otro hijo Gerardo, de 42, ayuda en la cocina y está a cargo de la limpieza y el delivery. “El año de pandemia nos mató. Sobrevivimos porque nos quedamos los tres y laburamos todo el día”, agregó.
Por otro lado, aseguró que “cada vez son más los vecinos que comienzan a cocinar porque no hay plata” y reveló: “No estamos en las APPS porque al ser tres no podemos abarcar tanta producción”.
Granja Avi está abierto de lunes a sábados de 12 a 16 y de 20 a 22 para el almuerzo y cena. “Lo que más se pide son las milanesas. Y la especialidad es el pollo al spiedo”, contó Néstor, quien aseguró que sobrevivieron a las crisis económicas de nuestro país porque “tenemos buenos precios, atención, platos bien servidos y el movimiento del Hospital Italiano”.
“Granja Avi es lo único que tenemos para sobrevivir y por eso dejamos todo. Es lindo trabajar padre e hijos, a veces hay algunos roces porque trabajamos con comida y somos exigentes, pero hacemos que no afecte a nuestra relación personal”, concluyó Néstor.
La voz de los vecinos
Le preguntamos a 50 vecinos, mayoritariamente por las calles del barrio y en menor medida por nuestro Instagram (@almagrodemividaok), cuál es el mejor colectivo y café en Almagro.
El 132 se impuso como el mejor colectivo de Almagro
”El 132, es una masa, cada dos minutos vienen de a tres. Incluso ahora que muchas líneas bajaron la cantidad de bondis sigue de la misma manera: con una gran frecuencia y todos los coches en buen estado”. Lautaro Campastri, quien tiene 22 años de vida y viviendo en Almagro, nos dio una respuesta que representa a la mayoría de los encuestados sobre cuál es el mejor colectivo que pasa por el barrio.
El 132, que nació en la unión entre los colectivos 101 y 32 y va de Flores a Retiro, ganó la encuesta del mejor bondi de Almagro. La reconocida línea, que por nuestro barrio va por las Avenidas Rivadavia e Hipólito Yrigoyen, fue elegida por 9 de los 50 vecinos consultados. Es decir, el 18% de los votos (casi una quinta parte) cuando cabe remarcar que la pregunta no tenía opciones y entraban los más de 30 colectivos que pasan por Almagro.
Luego, el 26 quedó segundo con 7, es decir, el 14% de los votos. El colectivo, que para en Muñiz, Quintino Bocayuva, Gascón, Corrientes, Medrano y Rivadavia en Almagro, fue muy destacado por los vecinos como el 132 por su frecuencia. No es casualidad. La empresa dueña del 132 y del 26 es la misma: Nuevos Rumbos S.A. Sí, desde 1997, cuando compraron al 26, que era la principal competencia del 132.
Por otro lado, con 4 votos cada uno, el 105, 128 y 124 se subieron al podio. El primero, que para en Rivadavia, Gascón, Potosí, Díaz Vélez y Bartolomé Mitre, fue elegido también principalmente por la frecuencia, al igual que el 124, mientras que el 128 por su servicio en general, ser cumplidor, sin destacar un aspecto más que otro. El 128 para en muchas calles de Almagro: Maza, Agrelo, Colombres, Salguero, Corrientes, Guardia Vieja, Medrano y Castro Barros. Y el 124 frena por las manos de los vecinos en Sarmiento y Corrientes.
Un escalón por debajo, con 3 votos cada uno, quedaron el 109, 24, 71, 146, 160 y 19. Por último, el 151 recibió dos votos y el 168 y el 84 uno. En total, fueron 14 los colectivos mencionados, es decir prácticamente la mitad de los que pasan por Almagro.
Por lo tanto, tiene un gran mérito tan solo haber sido mencionado: las líneas 2, 5, 7, 15, 52, 75, 85, 86, 88, 92, 96, 103, 104, 106, 115, 127, 165 y 180 no tuvieron votos.
De todas maneras, desde ya que 50 vecinos dan un panorama pero no representa con exactitud el opinión de todos los vecinos de Almagro. Es probable que si se le pregunta a otros 50 vecinos el 132 y el 26 estén en los primeros lugares, pero también que algunos de los que no fueron mencionados sí lo sean. Es una realidad también que algunos de ellos tienen un breve recorrido por el barrio y por ende muchos ni saben que pasan por nuestras calles.
Tremendo empate entre el histórico Las Violetas y la revelación
Cobin
El histórico Las Violetas y el sorprendente Cobin polarizaron la encuesta sobre cuál es el mejor café de Almagro. El tradicional local en Medrano y Rivadavia (que cumplirá en septiembre 140 años) y el café de muy rápido crecimiento en el barrio (se inauguró hace un puñado de años) arrasaron e igualaron con el 20% cada uno (10 votos). Sí, 20 de los 50 vecinos mencionó uno u otro, lo que representa el 40% de los votos. Los dos cautivan al público con sus muy diferentes propuestas.
Las Violetas, que es uno de los cafés notables de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se destaca por su amplío y hermoso salón, buena atención de los mozos con lenguaje formal y variedad para acompañar el café. Es ideal para hacer meriendas con charlas de sobremesa, un lugar que invita a quedarte. Por su parte, Cobin, ubicado en Jerónimo Salguero 399, frente a la Plaza Almagro, cuenta con una gran variedad en cuanto a sus cafés de especialidad.
Pese a tener un local muy chico y ser take away, con su buena atención, de lenguaje informal, por parte de sus dueños (que son baristas y apasionados por lo que hacen), sus cafés y variedad antes mencionada (trabajan con granos de distintos países, como El Salvador, Honduras, México y Colombia) lograron estar a la altura de Las Violetas y dejar muy atrás a los demás cafés del barrio.
Muy detrás de Las Violetas y Cobin, con el 8% (4 votos), El Fuelle, ubicado en Medrano y Bartolomé Mitre, se quedó con el tercer lugar. Luego, el lujoso Gratto (en Corrientes y Salguero) y Café Martínez (que
tiene cuatro sucursales en nuestro barrio) fueron mencionados tres veces (6%). Y lo siguieron el histórico El Banderín (historia vida, está desde 1923), el tradicional La Orquidea, La Herencia (un cafecito de Perón entre Medrano y Acuña de Figueroa), Café Registrado y Heladeria Varese con el 4% cada uno (2 votos).
Por último, Le Blé, Whoopies, Bonafide, Cremolatti, Naranjo y Flor, The Coffe Store, Los Floristas, Bautista, Ateneo y el café notable El Símbolo (desde 1954) tuvieron un 2% (1 voto) cada uno. Estos fueron los 20 cafés mencionados por 50 vecinos de Almagro. Sin dudas, habrá algún buen café que quedó afuera y otros que podrían haber tenido más votos si hubieran respondido otros vecinos.
Almagro de mi vida es un medio de comunicación y revista digital barrial creado en enero de 2024 que tiene como objetivo informar, contar historias y darle voz a los vecinos de Almagro. El nombre surge del tango que le dedicó Carlos Gardel a nuestro barrio, que también siempre será el suyo. Podés seguirnos en Instagram (@almagrodemividaok), donde subimos contenido diariamente con un enfoque informativo. Además, te enterarás cuándo estén las próximas revistas, que como ésta tendrán más que nada historias de nuestro barrio y encuestas.
Creador y realizador del medio: Martín Barylko, periodista especializado en Deportes y estudiante de psicología. “Trabajé en Olé, Popular y Ámbito Financiero, pero en donde estoy desde siempre es en Almagro. 22 años de vida y viviendo en el barrio”.
“Almagro es un barrio hermoso. De gente laburante, con valores. Bien conectado, lleno de cultura. Es el barrio de mi vida”. Emiliano, seguidor de Instagram.
“Me mudé hace 7 años a Almagro y es lo que mejor que pude hacer”. Erika, seguidora de Instagram.
“No me quiero ir nunca de Almagro” Ellen, seguidora de Instagram.