1
MEDIDAS PARA REFORZAR LA CIENCIA BÁSICA EN CHILE, PILAR DEL DESARROLLO DE LA CIENCIA Y TECNOLOGÍA APLICADAS Y LA INNOVACIÓN Academia Chilena de Ciencias
La Academia Chilena de Ciencias, desea expresar a la comunidad nacional su satisfacción frente al interés mostrado por el Gobierno en aumentar la competitividad en Chile particularmente de sus recursos humanos y capacidades en Ciencia, Tecnología e Innovación, iniciativa que hoy puede concretarse gracias a los recursos del llamado “Royalty” minero. A pesar de este esfuerzo, es necesario destacar que los países que han logrado los mejores niveles de desarrollo invierten entre el 2,5 y el 4% de su PIB en investigación y desarrollo; Chile invierte sólo el 0,7%. Dicho lo anterior, la Academia Chilena de Ciencias ve con preocupación la manera como se está implementando la inversión de los recursos del “Royalty”. El Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad ha tomado, en alguna medida, las riendas del diseño de las políticas y de la gestión de la ciencia sin considerar adecuadamente los recursos humanos existentes, los incentivos necesarios y las escalas de tiempo consideradas (15 años), necesarias para alcanzar los fines deseados. Dicho Consejo ha generado ciertas acciones que, a nuestro parecer, no apuntan en la dirección correcta respecto a la institucionalidad nacional en Ciencia y Tecnología construida con esfuerzo en las últimas cuatro décadas, sin que exista aún otra que la reemplace, con grados aceptables de legitimidad legal y “accountability”. El sólo dar un énfasis prioritario a aquellos aspectos de la ciencia que tienen “aplicación práctica inmediata”, no es suficiente en relación a la importancia esencial del desarrollo de la ciencia básica, la tecnología y su relación con la innovación. Del mismo modo, no se consideran adecuadamente las condiciones preexistentes que hicieron posible los cambios en países como Irlanda y Finlandia que, en cierta medida, se pretende emular. La creación científica y la innovación requieren de un ambiente de libertad para pensar y emprender. Si como país no queremos lamentar a futuro un retroceso en nuestra capacidad para crear conocimiento y aplicarlo con un sentido productivo, Chile debe profundizar su ciencia, ampliarla y no hacer “borrón y cuenta nueva”. En materias tan importantes para el desarrollo del país se debe actuar con prudencia y sabiduría.
1.
2
Fundamentos para Reforzar el Apoyo a la Ciencia Básica en Chile: Libro Blanco del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad En el libro blanco preparado por el Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad, queda claramente establecido (p. 114) que “el Consejo reconoce que la institucionalidad pública para la innovación debe estar basada en dos grandes pilares de la institucionalidad existente que son CORFO y CONICYT”. Además el “libro blanco” indica: “A CONICYT se le encargan las acciones destinadas a promover el desarrollo de la actividad científica y tecnológica en el país y la formación de recursos humanos de excelencia para la investigación, desarrollo e innovación” (p. 115). “Esto se manifestará a través de sus programas específicos y, para tal efecto, se deberán canalizar recursos preferentemente a programas y proyectos de investigación científica pura o con orientación por objetivos de alto impacto nacional” (p. 115). “Chile necesita seguir creciendo para alcanzar el desarrollo y el camino para eso es el de la economía del conocimiento” (p.119). “La Acción del estado debe también conservar un adecuado balance que conjugue las fortalezas provenientes de las políticas públicas neutrales con la necesidad de incorporar criterios de selectividad” (p. 120). “Chile puede planteárselo y el gran desafío de duplicar su ingreso per cápita en los próximos 15 años, para llegar los US$25.000” (p.120). “La meta de duplicar el ingreso per cápita en 15 años exige aumentar el gasto en I + D como porcentaje del PIB, subiendo desde un 0.68% (2004) hasta niveles cercanos a un 2,5% hacia el fin del periodo. Para esto es necesario que el gasto público en I + D se duplique en términos porcentuales, pasando del 0.36% (2004) a un nivel de 0,75%, lo que equivale a cuadruplicarse en términos absolutos” (p. 121). Respecto a capital humano se señala que: “es urgente fomentar la formación de capital humano altamente especializado, especialmente mediante el apoyo a estudios de postgrado en instituciones de excelencia, definida en base a estándares internacionales” (p.123). Respecto a “líneas de acción en la ciencia (I+D)”, se indica “que es necesario incrementar el apoyo público a la actividad científica y tecnológica básica y aplicada” (p. 124). En base a estas importantes conclusiones y recomendaciones de la Comisión Nacional de Innovación, la Academia Chilena de Ciencias decidió hace algunos meses formar la
2.
3
Comisión Ciencia y Desarrollo para poder asesorar, de la forma más objetiva e independiente posible, a la Comisión Nacional de Innovación, en materias relacionadas con implementar el desarrollo de la investigación en ciencia y tecnología básica y aplicada y en la formación de recursos humanos de excelencia. Con este objetivo la Comisión de la Academia Chilena de Ciencias invitó a la Academia a tres miembros de la Comisión de Innovación, entre ellos, su presidente (Sres. Nicolás Eyzaguirre, José Miguel Benavente y Leonardo Mena (secretario ejecutivo)) con quienes la Academia en pleno, junto con algunos presidentes de sociedades científicas, mantuvo un serio y profundo intercambio de ideas en el cual se plantearon los principales objetivos de la Comisión de Innovación y se acordó mantener un dialogo e intercambio de ideas en los aspectos que la Academia podía proporcionar información relevante e importante para la Comisión de Innovación. Para esto, la Comisión Ciencia y Desarrollo de la Academia ha realizado algunas peritaciones, análisis y estudios y se ha entrevistado con algunos actores claves, en relación al estado actual de las áreas arriba mencionadas, y ha llegado a la siguientes conclusiones objetivas e independientes para que el país pueda estimular, de manera importante y eficiente, la investigación tanto en ciencia básica como en ciencia aplicada y tecnología y la formación de recursos humanos avanzados. Esto, para que estas dos fuentes de desarrollo de conocimiento y talento no se constituyan en el Talón de Aquiles, en los próximos años, en los que tal como indica la Comisión de Innovación, el país necesita cuadruplicar la inversión estatal en Ciencia, Tecnología e Innovación. Las conclusiones están detalladas en la 2ª parte de este documento titulada: “Medidas para Reforzar la Ciencia Básica en Chile, Pilar del Desarrollo de la Ciencia y Tecnología Aplicada y la Innovación”. De no realizarse la inversión basal en investigación básica, en Ciencia y Tecnología esta claro que Chile no tendrá los cuadros necesarios, en los próximos años, para llevar a cabo la Ciencia, Tecnología e Innovación que el país necesita y que el Libro Blanco de la Comisión propone. Queremos dejar en claro que la proposición de la Academia es una proposición totalmente independiente y esta totalmente desligada de los potenciales intereses de los actores participantes. El único objetivo de este análisis y proposición es indicar a la Comisión de Innovación y al país en qué programas, el sistema actual de financiamiento puede mejorarse. Esto considerando que existen elementos de alta calidad, que en la actualidad no se financian de manera suficiente, pero que con una disponibilidad de recursos mayor podrían potenciarse enormemente. Las proposiciones han sido ordenadas en forma prioritaria de acuerdo a la opinión de la Comisión de la Academia.
3.
4
MEDIDAS PARA REFORZAR LA CIENCIA BÁSICA EN CHILE, PILAR DEL DESARROLLO DE LA CIENCIA Y TECNOLOGÍA APLICADAS Y LA INNOVACIÓN
ANTECEDENTES Tanto el “Libro Blanco” preparado por el Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad (“Hacia una estrategia nacional de innovación para la competitividad”, 2007) como el libro “Análisis y Proyecciones de la Ciencia Chilena”, preparado por la Academia de Ciencias del Instituto de Chile (Acad. Ciencias, 2005) reconocen la importancia de la investigación y la innovación para que el país, a través de la economía del conocimiento, pueda seguir creciendo y alcanzando niveles mayores de desarrollo.
Así, para que Chile
duplique su ingreso per cápita en los próximos 15 años, llegando al equivalente de US$ 25.000 anuales, el gasto nacional en I+D debe aumentar de 0.70% del PIB (2004) a 2,5% del PIB en los próximos años. Para ello se requiere que el gasto público actual de 0.36% se duplique en términos porcentuales pasando del 0.36% (2004) a un nivel de 0.75% lo que equivale a cuadruplicarse en términos absolutos. Los nuevos recursos enfatizarán la investigación más aplicada, la innovación y el desarrollo empresarial. Sin embargo, la investigación básica y la formación avanzada de recursos humanos son el fundamento para construir una base para la investigación aplicada, la tecnología y la innovación. Baste recordar los aportes de conocimiento y formativos que realiza la investigación básica a la sociedad indican que entre el 70-75% de los nuevos productos y patentes que alcanzan el mercado internacional no hubiesen sido posibles sin investigación académica básica.
4.
5
Por su parte, la formación avanzada de recursos humanos es una función también prioritaria en una economía emergente. La experiencia internacional ha mostrado que la creencia que los científicos y tecnólogos son comprables junto con las respectivas tecnologías en el mercado internacional claramente no es correcta.
De hecho, los países que la adoptaron,
retrasaron el
desarrollo de una capacidad nacional en ciencia y tecnología y lesionaron temporalmente la autonomía nacional. En base a estas importantes conclusiones y recomendaciones de la Comisión Nacional de Innovación, la Academia Chilena de Ciencias decidió hace algunos meses formar la Comisión de Ciencia y Desarrollo para poder asesorar, de la forma más objetiva e independiente posible, a la Consejo Nacional
de
Innovación
y
al
país,
en
materias
relacionadas
con
implementar el desarrollo de la investigación en ciencia y tecnología básica y aplicada y en la formación de recursos humanos de excelencia. A pesar de los incrementos recientes mostrados por Chile en sus niveles de publicaciones,
los
recursos
para
la
ciencia
básica
se
han
mantenido
prácticamente estancados durante los últimos 7 años (ver Capítulo 5, Acad. Ciencias, 2005). Por su parte, los aportes para formación avanzada de recursos humanos se han incrementado por debajo de lo que el país requiere. Así, el país se está arriesgando a que sus fuentes de conocimiento en ciencia básica y de talento (formación de recursos humanos) se transformen en el talón de Aquiles de su futuro desarrollo en ciencia, tecnología e innovación. Si no se invierte en estos dos ámbitos, Chile no tendrá en los próximos años los cuadros necesarios para llevar a cabo la revolución del conocimiento que requiere y que la Comisión de Innovación propone. Para iniciar el proceso de fortalecer la investigación en ciencias básicas e incrementar la formación avanzada de recursos humanos, la Academia de
5.
6
Ciencias del Instituto de Chile propone las siguientes 9 medidas, para que ellas empiecen a ser incorporadas en el Presupuesto Nacional 2008. Medidas necesarias 1. Restitución de la Capacidad de FONDECYT para financiar creación de conocimiento Esta es la única herramienta que financia creación de conocimiento (básica y aplicada) en proyectos individuales y de grupos pequeños. Se le reconoce como el instrumento clave para el fomento de la investigación en el país, con importantes externalidades positivas en creación de conocimiento y enseñanza de investigación. Los recursos anualmente aprobados para FONDECYT se han mantenido prácticamente estancados durante los últimos 6 años, mientras la demanda por proyectos aumenta.
En los últimos años, el Programa ha dejado de
financiar un 30% de proyectos evaluados como buenos o muy buenos y aquellos aprobados sufren reducciones económicas injustificadas de 20 a 35%.
Obviamente que es poco eficiente para un sistema que quiere
mejorar y crecer, el tener en el sistema “investigadores sin proyecto”. La Academia estima que un 30% de aumento en estos recursos permitirían financiar la mayoría de estos proyectos (ca. 2.250 millones de pesos). Además, tal como se ha indicado, para poder financiar una mayor cantidad de proyectos, los grupos de estudio del sistema Fondecyt se ven obligados a realizar “recortes” al presupuesto de los proyectos. La Academia estima que con un 20% de aumento adicional a estos recursos (Fondecyt) se
6.
7
permitiría solucionar en gran mayoría esta limitante (ca. 1.500 millones de pesos). 2. Proyectos FONDECYT de iniciación. Para incentivar el trabajo de investigadores jóvenes y reducir la posible competencia “injusta” de estos jóvenes con investigadores establecidos y, consecuentemente con mayores antecedentes, FONDECYT abrió en 2006 un primer concurso para investigadores jóvenes.
Se esperaban sólo algunas
postulaciones, pero se recibieron 519 y se pudieron financiar parcialmente sólo 116.
Es obviamente necesario aumentar estos recursos en forma
importante. La Academia estima que los recursos entregados a este programa para el próximo concurso deberían duplicarse (aumento del 100%; 1.500 Millones de pesos)). 3. Aumento en el número de becas doctorales. Este programa ha sido reforzado en los últimos años, pero todavía la demanda supera con creces la oferta.
Más aún, las necesidades de
doctores para Chile en los próximos años se anticipan como significativas y difíciles de satisfacer con los números que actualmente se gradúan en nuestras Universidades. El año 2006 se financió el 48% de los postulantes. El año 2007 sólo el 37% dado que ha habido un importante aumento de la demanda de estudiantes de calidad (en total hubo 950 postulantes). En virtud de esto se ha estimado que aunque se dieron 350 becas nuevas, en total hubo 160 candidatos muy buenos que deberían haber sido financiados, de acuerdo a los comités de estudio de CONICYT, que son muy rigurosos (1.200 millones
7.
8
de pesos). La Academia avala esta cifra y también considera que es necesario que los estudiantes cancelen aranceles de costo más real, similares a los aranceles de pregrado (1.800 millones de pesos). 4. Becas de postdoctorado. En el concurso 2006 se produjo un incremento significativo de postulaciones al programa de post-doctorado, presentándose 117 postulaciones. Frente a la escasez de recursos para este programa, se redujo la duración de las becas de post-doctorado de 3 a 2 años y también se redujo el aporte anual para trabajo de investigación a M$2.000, restricción que antes no existía. A pesar de todas estas modificaciones, el Programa pudo financiar solo 54 postulaciones. Si se consideran que los postulantes ya son doctores, con formación en Chile o en el extranjero, el contingente no financiado es una demostración obvia de desaprovechamiento nacional de recursos humanos de alto nivel. Con los cambios introducidos al sistema de becas postdoctorales, el interes por el programa decayó. Al año siguiente (2007) hubo 58 postulaciones y se aprobaron 36. Considerando estos antecedentes, los recursos en este programa deberian ser
incrementados
significativamente
en
los
próximos
años
y
las
modificaciones introducidas en 2006 deberían ser revisadas, porque ellas han reducido muy significativamente el atractivo que este programa ejercía sobre nuestros investigadores jóvenes (750 millones de pesos).
8.
9
5. Postulación a un segundo proyecto Fondecyt. En la actualidad existe una limitación en Fondecyt que indica que un investigador solo puede postular a un proyecto. uno no puede postular a otro.
Una vez que ha ganado
En la gran mayoría de los países
desarrollados, incluso en países de la región como Argentina y Brasil esta limitación no existe.
La comisión de la Academia piensa que el permitir
postular a un segundo proyecto no solo aumentaría la productividad científica de los investigadores y del sistema de CyT, pero además ayudaría a desarrollar nuevas líneas de investigación, elemento esencial de un sistema que persigue la innovación. Esta es una práctica común en muchos países. En gran medida el sistema actual inhibe esto por el “track record” muchas veces requerido en un área específica. Una decisión de este tipo, eso si, debería resultar en una importante inversión de recursos (por ej. 50% incremento adicional de presupuesto de Fondecyt). 6. Equipamiento mayor. El último concurso sobre equipamiento mayor que se realizó en Chile fue en 1987, por un costo total de US$ 8 millones.
Algún financiamiento para
equipamiento mediano y grande se realizó hasta el año 2000 en el programa FONDEF, pero en la actualidad la adquisición de equipos mayores está discontinuada en ese Programa. Resulta evidente que el envejecimiento de equipo es una limitación seria para el progreso de la investigación de frontera en el país, más aún hoy, cuando las novedades tecnológicas están acelerándose en prácticamente
9.
10
todos los frentes de investigación en las distintas disciplinas. La Academia sugiere que: a) Se cree un programa periódico de renovación de equipo para investigación científica. b) Se dimensione el costo total de reposición necesario hoy. c)
Se determine el número de años en que se va a completar esta reposición (idealmente menos de 3 años).
d) Se determine un plan paralelo para incorporar equipo nuevo para investigación en el país. e) Se determine un calendario de actividades y recursos para repetir periódicamente (p.ej. cada 3 años) las actividades d) y e). f) Estudiar en más detalle el sistema “óptimo” a utilizar (p.ej. Centros de muchos usuarios) para poder cuantificar cuál sería una inversión razonable requerida. 7. Incremento en los montos de recursos y en el número de centros FONDAP. En su formulación original, hace 7 años, el volumen anual de recursos para estos centros era el equivalente a US$ 2 millones (unos $700 millones). La depreciación posterior del peso no sólo no fue compensada sino que los recursos totales fueron reducidos a $ 600 millones anuales.
Resulta
evidente la necesidad de restituir la capacidad de estos programas, acercando su presupuesto actual a aquél pensado originalmente. En
su
formulación
original,
el
programa
FONDAP
consideró
el
establecimiento en Chile de 15 a 20 centros FONDAP. El número de centros FONDAP se mantiene en 7 desde 2001. Aunque claramente
10.
11
el establecimiento en Chile de Institutos Milenios ha reemplazado la necesidad de algunos centros FONDAP adicionales, la evidencia indica que aún existen numerosos grupos de investigadores productivos, que cultivan disciplinas aún no representadas en los FONDAPs o Institutos Milenio y cuyas contribuciones se potenciarían muy significativamente si las hiciesen aprovechando las sinergias e interacciones que se establecen en un centro FONDAP o Instituto Milenio. La Academia sugiere establecer un programa de creación de nuevos centros FONDAP o Institutos Milenio en los próximos años. 8. Aumento de recursos para tesis doctorales. Las limitaciones de recursos han determinado que el apoyo que otorga CONICYT a proyectos de tesis doctoral se restrinja a un aporte económico anual de M$ 2.600 por un máximo de dos años. Este valor no financia ni remotamente el costo de un trabajo de tesis, por lo que se estima que el debiera ser triplicado en los próximos años. 9. Infraestructura para investigación. En gran medida tanto la investigación básica como aplicada en Chile se lleva a cabo en Universidades. Sin embargo, existe poco incentivo para las Universidades a embarcarse en proyectos de investigación dado que al obtenerlos deben incurrir en muchos gastos adicionales (p.ej. construcción de laboratorios, contratación de Ph.D.s, gastos de funcionamiento y servicios). Dado que el interés de la Comisión de Innovación es justo el contrario, la Academia piensa que se debe evaluar la magnitud de estos costos “ocultos” para ver la forma de incentivar a que más Universidades
11.
12
realicen investigación básica y aplicada y por ende ganen más proyectos. En particular, esta será una herramienta importante para que más universidades regionales se interesen por postular a proyectos y desarrollen actividades de investigación básica y aplicada.
PALABRAS FINALES No nos cabe duda que estas medidas son necesarias y algunas de ellas urgentes si se desea potenciar la capacidad del país para realizar investigación, innovación y formación de los nuevos cuadros de investigadores necesarios para enfrentar el desarrollo nacional basado en la economía del conocimiento. Si estas necesidades no se consideran en forma seria, Chile podrá quizás copiar e incorporar tecnologías, pero ciertamente no podrá participar en la sociedad del conocimiento, limitándose seriamente su autonomía, su iniciativa y, en definitiva, su futuro desarrollo.
Academia Chilena de Ciencias
Santiago, 9 de Agosto de 2007
12.