1 minute read
ORGULLO FRAGMENTADO
DETRÁS DE LOS CONFLICTOS QUE PERMEAN A LA 45A. MARCHA DEL ORGULLO DE LA CAPITAL, SE ESCONDEN CONVICCIONES QUE EL MISMO ACTIVISMO LLEVA ESCONDIDO EN UN NUEVO CLÓSET
POR WENCESLAO BRUCIAGA*
Advertisement
La Marcha del Orgullo estará dividida en dos contingentes cuyos desacuerdos bordean el melodrama. Quienes caminarán al ras del suelo con pancartas y consignas reclaman, entre otras cosas, acceso a las vacunas de Mpox (viruela símica) y se concentran con el hashtag #Yomarchoapie. Lxs otrxs bailarán al ritmo de la música financiada por marcas. Lxs primerxs son activistas que proponen un bloque disidente con el argumento de renunciar a las predecibles esperanzas que han hecho de la marcha una franquicia o laboratorio para el marketing inclusivo; el recorrido es sin música, sin automotores con DJ, sin hombres musculosos en plataformas ni marcas que exhiban su logo,
Marcha Dividida
Un grupo denominado “histórico” manifestó que la marcha debía respetar la deuda histórica, por lo que la fecha del último sábado de junio era inamovible. El resultado: dos marchas con una semana de diferencia. La discusión continúa por ver quién sale primero y la única certeza es la imposibilidad de llegar al acuerdo en una época de matrimonios igualitarios, adopciones homoparentales, actas de nacimiento con fluidez de género y una derecha que reclama visibilidad con rencor acumulado. Como dice Mark Fisher: “Combatir de manera reactiva una agenda establecida por la derecha nos mantendrá en desventaja siempre” y eso incendia el desencuentro.
pues el objetivo es priorizar las pancartas y consignas sin distracciones. El otro lado decidió perpetuar la condición de fiesta que ofrece Paseo de la Reforma el último sábado de junio, que congrega a más de 300 mil personas según las mismas autoridades. Muchas de ellas provienen de estados y municipios de la república donde la homosexualidad y otras diversidades siguen siendo objeto de burla, linchamiento o muerte. En 2012 la marcha sufrió una primera fisura ante la proximidad de las elecciones presidenciales, la ley seca amenazaba la fiesta, el alcohol provenía de bares y antros y entonces fueron precisamente sus dueñxs quienes propusieron que la marcha sucediera una semana antes.