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Guía de Ocio y Cultura de Lanzarote | MassCultura - 118 | Abril 2021
¿Qué municipio se alzará con el título de “capital de la cultura en la isla”?
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Retórica debe sonar esta calificación, aunque no importaría si de verdad hubiera ambición por la parte institucional de crear, producir y promover la gestión cultural en la isla. Tras pasar las peores fases de la pandemia y una vez restablecida la fase 2, queda ahora por descubrir qué han planificando los diferentes agentes culturales públicos en todo este tiempo.
Muchas de las administraciones públicas locales han logrado implementar para este mes de abril una programación loable que sirva para reanimar a una población que ha estado sin actividad cultural y deportiva durante mucho más tiempo del necesario. Y es que a veces, los políticos se olvidan del rol primordial que juegan las administraciones públicas para con la cultura. Su papel es fundamental para el desarrollo social, cultural y económico. Fortalecer la cultura es, además, salvaguardar la identidad de un pueblo, empoderarlo. Es vital como recurso generador de las especificidades locales de cada municipio, de su diversidad y de su riqueza.
La participación de la ciudadanía en la vida cultural es imprescindible para conseguir una sociedad más democrática. Bien lo saben nuestros políticos que, sin embargo, descuidan esta máxima olvidando exigir a los técnicos y gestores públicos la obligatoriedad de mantener viva la actividad y el acervo cultural, aún en la situación actual para lo que cuentan con los recursos y medidas implementadas para hacer frente a la COVID-19.
Simplemente les resulta más fácil decir “no podemos hacer nada” (frase más recurrida en los últimos 12 meses en la mayoría de las administraciones públicas) evidenciando la falta de interés por la cultura y la inexistente diligencia en el manejo de sus responsabilidades con la sociedad.
Muy pronto se conocerán las políticas culturales de cada una de las instituciones lanzaroteñas. Veremos si han sido capaces de generar nuevos espacios públicos adaptados a la “nueva situación”, si se han ocupado y preocupado por desarrollar un programa rico y variado con el que satisfacer a la población local y a los visitantes. En sus manos está ahora juzgar y otorgar la merecida “capitalidad cultural” de la isla a quien más lo merezca.
Disfruten de los primeros albores del anhelado renacer cultural en la isla.