Tema: Proyectar el paisaje turístico post Covid-19

TEMA: PROYECTAR EL PAISAJE TUÍSTICO PARA DESPUÉS DEL COVID-19

PRESENTACIÓN

El turismo es un fenómeno relativamente joven cuyos antecedentes más directos han sido el Grand Tour, que realizaban los hijos de la aristocracia inglesa para finalizar su formación, y las estancias en balnearios y sanatorios para tomar las aguas y cuidarse.

El turismo no se masifica hasta después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se recupera la economía y aparece una clase media que se suma al disfrute del viaje y al descanso estival. Antes de ello, en el periodo de entreguerras se producen una serie de eventos que allanarán el camino.

A principios del XX, se generaliza el derecho a unas vacaciones pagadas y la consolidación de los nuevos modos de transporte -el tren, después el automóvil y más tarde, el avión-, que facilitarán el desplazamiento y la estancia en destinos cada vez más alejados. El turismo se convertirá en una actividad económica a la que se sumaran más y más territorios, convirtiéndose en una alternativa para países y espacios con dificultades económicas.

El turismo, desde su inicio, toma dos formas organizativas: el viaje y/o el descanso, el primero perpetua las formas del Grand Tour, y el segundo, los días de sol y playa, el descanso y el dolce far niente de la estancia en el balneario. Para este turismo, el paisaje será una pieza angular, primero como atractivo, después como destino turístico. La explosión especulativa, que se producirá en muchos lugares arrastrada por el turismo, arrasará con el paisaje poniendo en riesgo el propio turismo.

Con otras palabras, el éxito del turismo habrá sido, desgraciadamente, la razón de su fracaso. Ahora, superada la crisis sanitaria, parece que hemos tomado conciencia del valor del turismo como conquista social y oportunidad económica. Ahora, deberíamos preguntarnos qué está pasando y que se puede hacer desde el paisaje para recuperar su atractivo inicial y explotar sus capacidades terapéuticas.

La crisis de la COVID y el paisaje como remedio

La crisis de la COVID-19, a la que debemos sumar la que resulta de la guerra de Ucrania, tal como dijo el profesor J.A. Donaire1, no ha sido una crisis inesperada sino un episodio más de la crisis estructural que afecta al turismo tradicional. Una crisis que no ha cambiado el perfil de la misma, sino que ha acelerado su declive. No sabemos cuáles serán los efectos a medio y largo plazo. Una vez superada la fase más crítica de la enfermedad nos congratulamos de volver a considerar como un gran éxito superar las cifras de visitantes del año anterior.

Una parte de este éxito es de prestado, resultado de la crisis política y social del Norte de África, de una oferta de low cost que ha apurado sus estrategias o que la competencia se había centrado exclusivamente en la bajada de precios. Parece que estábamos repitiendo la suerte del pastor de la fábula de Esopo, en la que de tanto bromear con un supuesto ataque del lobo, nadie le creyó cuando aquel le asaltó de verdad.

Esta vez, la crisis general es un hecho, la crisis del low cost, la COVID-19 y la guerra ha cambiado el marco de relaciones. Las compañías low cost han estado bajando precios, reduciendo las distancias temporales y aumentando el flujo de viajeros hasta la extenuación. Todo el mundo ha podido viajar. Es cierto que esta oferta se ha presentado como mucho más robusta de lo que creíamos. El atentado de las torres gemelas, aunque puso en cuestión la seguridad del viaje, no alteró las grandes cifras. Hasta hace poco, hemos vivido un periodo de competencia extrema entre compañías, en algunos casos, con prácticas más próximas al dumping que a las de un mercado más o menos regular. Ahora estamos en una fase de consolidación y ajuste de costes que anuncia el fin del low cost tal como lo hemos entendido hasta ahora. Ha terminado la fiesta, el precio del viaje subirá y la oferta se reducirá a aquella que pueda pagar precios mucho más altos.

El detonador de la crisis ha sido la emergencia sanitaria, cuando la pandemia se ha extendido en todas direcciones y el riesgo sanitario se ha

generalizado. La caída de la demanda ha estado íntimamente relacionada con el miedo al contagio. El turismo masivo del turoperador se ha acabado. No hay lugar seguro para el visitante. Pueda que, lo más razonable sea quedarse en casa hasta que haya una vacuna probada y no corramos ningún riesgo o esperar que la enfermedad se “gripalice”. Mientras, habrá que actuar con precaución, protegiéndose del virus, limitando la movilidad, manteniendo la distancia social y utilizando la mascarilla. La sociedad buscará la inmunología de grupo, con vacunas y antibióticos mil.

El turismo tradicional, con esta crisis, deberá preocuparse por los riesgos del futuro, por las implicaciones del cambio climático, por los efectos de la subida del nivel del mar, por el cambio del régimen de lluvias y tormentas o los riesgos de inundación e incendio. El problema es cómo nos adaptaremos a estos cambios. Las vacaciones volverán para disfrutar de los espacios más próximos, viajar será mucho más caro y excepcional, por lo que intentaremos hacer turismo en nuestro entorno, compartiendo espacios y actividades con los residentes. Para “escapar de la rutina” deberemos ahorrar y planificar a largo plazo.

En definitiva, tal como dice Donaire, se producirán tres escenarios simultáneos:

1.Reproducción. Una parte de la población y de los promotores volverán a ofrecer lo mismo que se ofrecía antes de la pandemia. 2.Miedo al cambio. Una parte de la población reducirá su movilidad, por responsabilidad personal o por no contar con recursos suficientes para afrontar otras aventuras. 3.Superación. Finalmente, habrá otra parte más concienciada de la sociedad, que buscará una fórmula alternativa de hacer vacaciones, respetuosa con la Naturaleza y ajustado a sus capacidades.

Estamos volviendo a los modelos de ocupación territorial que habían descrito Louis Turner y John Ash en su libro Golden Hordes sobre las periferias del placer. Si tomamos la movilidad como el patrón para medir la mancha turística que se producirá a partir de ahora e imaginamos una estructura del transporte más racional y menos despilfarradora, el turismo se desarrollará en forma de tres coronas entorno a los grandes centros urbanos:

1.El centro lo compondrá la ciudad de los 20 minutos (a pie o en transporte público) en la que se concentrarán las actividades más representativas. 2.La primera corona se desarrollará en torno a las líneas de transporte público y se destinará tanto a la residencia permanente como al turista. 3.La segunda corona la conformará la llamada “primera periferia”, de la que nos hablaban los autores citados anteriormente, aquella que se situará en un radio de 300-500 km, accesible en tren, para el turista que se conforma con alojarse en el límite del sistema urbano. 4.La tercera corona, el mundo, en avión, para viajes excepcionales.

El proyecto paisajístico que nos proponemos diseñar en este taller incorpora las tres coronas: en la primera se concentrarán los conflictos de convivencia entre el residente y el turista; en la segunda, los turistas podrán confundirse más fácilmente con los residentes metropolitanos y, finalmente, en la tercera, se albergará una minoría que pueda pagarse el viaje en avión e ir a destinos lejanos.

Del turismo sostenible al turismo responsable, del turismo responsable al turismo saludable

En el año 2000, en Ciudad del Cabo se hizo la primera declaración a favor del turismo responsable, en la que se reclamaba un cambio de actitud por parte del turista y del anfitrión. El espació turístico no podía ser un lugar para el desenfreno en el que todo estaba en venta sino un espacio de encuentro y convivencia entre el turista y el residente que comparten valores y atractivos. En esta actitud, el paisaje, aquello que hace distinto cada lugar, se convierte en la primera condición para viajar y disfrutar de los mundos que ofrece el turismo.

Después de la Cumbre de Rio y, aun ahora, antes de la reivindicación de la responsabilidad como condición necesaria para el turismo futuro, se acuño el lema de la sostenibilidad, como argumento fuerza para afrontar el devenir. La toma en consideración de la responsabilidad intentó corregir la deriva que había tomado la sostenibilidad de compromiso exclusivo con el medio, en detrimento de la preocupación por la economía y el impacto social. La Declaración del Cabo cubrió estas lagunas.

El éxito del low cost no solo era fruto de unos precios muy competitivos sino también de las posibilidades que ofrecía viajar a sitios desconocidos. Es conocido la práctica de algunos jóvenes de esperar en el aeropuerto hasta última hora para tomar el vuelo más barato y viajar cada fin de semana a un destino distinto.

Cuando el viaje se haga más excepcional, sobre todo, por el encarecimiento de los costes del viaje,

el turismo reclamará otros atributos. Una parte importante de este turismo, volverá al de balneario, de aquel que se apoyaba en tres patas: descanso, salud y ocio.

De estas tres, la salud después será la que más ha cambiado. Las vacaciones playeras habrán perdido la condición básica del balneario decimonónico, del cuidado de la salud, convirtiéndose en una oferta en la que se mezcla el turismo familiar con ofertas para el desenfreno dirigida a la población más joven (el baile, la bebida y el sexo según el sociólogo José Miguel Arribas)2.

A lo largo de la historia, las pestes han asolado el mundo y, antes que se descubrieran las vacunas y los antibióticos, la única salida, más allá de los rezos, era la huida al campo o la toma de aguas en fuentes de aguas minerales con efectos sanitarios casi milagrosos. El balneario era el refugio del enfermo en el que se buscaba mejorar la salud mientras no hubiera una fórmula más eficaz para erradicar la pandemia. El turismo balneario empezó así, como una estancia más o menos reglada, entorno a la cual prosperó una oferta ociosa que iba del salón del té al Casino.

Ahora cuando hemos vuelto a ver las orejas al lobo, cuando ha explotado una crisis contra la que aún no se tiene la seguridad absoluta de tener un antídoto, ahora que hemos de esperar que la ciencia de con la vacuna en un tiempo record, ahora que tenemos que ponernos mascarillas y lavarse las manos mil veces, es cuando las vacaciones, el turismo familiar, puede convertirse en un espacio para la salud, ya sea para escapar de la infección, ya sea para sanar o para pasar la convalecencia. Ahora que estamos viviendo tiempos de incertidumbre y desazón, el turismo debería ofrecer sosiego y acogida. El disfrute del tiempo libre debería ser mucho más que un momento de descanso para ser un espacio de salud y recuperación. No deberíamos repetir el error de principios del XX y olvidarnos del tifus o de la gripe española. Es cierto que la farmacología nos ayudó a superar aquellas circunstancias, pero no es menos cierto que nos olvidamos de los peligros de las grandes pandemias, cayendo en el desespero y, en algunos casos, en la irresponsabilidad. Ahora, cuando saquemos el turismo del pozo en el que ha caído, deberíamos plantearnos una fórmula que vaya más allá de la sostenibilidad o la responsabilidad para hablarnos del turismo como una actividad saludable, de algo de lo que el paisaje tiene mucho que decir.

Es cierto que esta condición la deberíamos encontrar en todas partes, pero también es cierto que la salud pasa por un reencuentro con la Naturaleza que buscamos sobre todo en las actividades ociosas. La ciudad ha artificializado el lugar hasta tal extremo que se hace muy difícil encontrar lo natural en su interior. El aglomerado turístico, en algunos casos, la ciudad turística, a pesar de sus fuertes impactos negativos, esconde una voluntad de re-encuentro con la Naturaleza, que deberíamos aprovechar para convertir en una condición básica del turismo post-covid-19. Por todo ello, deberíamos entender que es posible un proyecto paisajístico que persiga la salud de sus habitantes y turistas. EL PROYECTO

1.Objetivo: Este módulo académico, titulado El paisaje vacacional para un turismo saludable postcovid-19, es un taller conjunto de los talleres D1 y D2, dedicados al estudio del paisaje como motor de transformación económico, y, en este curso, de reconstrucción de un paisaje saludable después de un período especulativo explosivo y una crisis de dimensiones mundiales como la que se ha dado con el COVID-19.

El objetivo del taller es llevar a cabo una reflexión operativa sobre la ruina paisajística del fenómeno turístico y de las posibilidades de recuperación utilizando los recursos que explota el paisajismo. Para ello, se propone trabajar en un caso de estudio ejemplar, la reordenación paisajística del municipio de Torroella de Montgrí, un municipio que ha apostado por el medio y el paisaje, recibiendo varios premios y reconocimientos por la recuperación de los humedales de la Pletera en el Estartit, el barrio marinero de Torroella de Montgrí.

2.Ambito de estudio: El ámbito de estudio es el del municipio de Torroella del Montgrí, en la comarca del Baix Empordà, dentro de la Marca turística de la Costa Brava.

3.La Costa Brava: La Costa Brava es el sobrenombre que recibe la Marca turística de la Costa Norte de Cataluña. Un litoral con dos perfiles muy distintos: al Sur, del rio Tordera hasta el Cabo de Bagur, donde la Serralada Litoral acaba sobre el mar, el perfil costero está formado por un rosario de pequeñas cuencas y acantilados que justifican el sobrenombre

de la Marca, y al Norte -donde desaparece la Serralada Litoral- se abren dos grandes llanuras al mar que son el contrapunto de aquella bravura. Climáticamente, la Costa Brava está situada en la Cataluña húmeda, en donde el verde se impone sobre el marrón del secano.

4.El turismo: El turismo de la Costa Brava empieza como una zona de veraneo de la burguesía autóctona catalana y de los primeros turistas europeos, que descubren un tramo de costa virgen que ha quedado fuera del cono de influencia de ferrocarril (el tren pasa por el interior, por la ciudad de Girona). La explosión turística de este espacio no se produce hasta la irrupción del vehículo privado. A partir de los sesenta, la accesibilidad deja de depender del ferrocarril para devenir un fenómeno territorial, gracias a la autonomía del automóvil. El turismo de masas y la urbanización especulativa cubre la fase siguiente. La accesibilidad se convertirá en el problema más acuciante. El proyecto de infraestructura más importante de este periodo será resolver los accesos a la costa. La construcción del aeródromo de Girona no afectará a la Costa Brava a pesar de su cercanía. El aeropuerto de Girona será una infraestructura al servicio de la metrópoli de Barcelona.

5.La urbanización: La Costa Brava empezó la urbanización del frente de mar con una recualificación generalizada de la primera línea de costa con edificación unifamiliar, inspirada en la villégiature, propia del turismo acomodado de los primeros años del XX. Después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la Europa occidental entra en la sociedad del bienestar, explota el turismo de masas y las urbanizaciones de baja densidad situadas en la fachada marítima, empiezan a construir en altura, imitando, según se comenta, la edificación especulativa de Montecarlo. Con la llegada de los ayuntamientos democráticos, se ha pasado de un urbanismo especulativo insaciable a una guerra a favor de la protección del paisaje y reducción de las expectativas edificatorias que aún persisten.

METODOLOGÍA Y ORGANIZACIÓN

El curso tiene una parte teórica y otra de taller. La parte teórica se desarrollará en forma de conferencias magistrales y polémicas o de seminarios y debates entorno a noticias, artículos u otros materiales que nos sirvan para fundamentar teóricamente el proyecto que realicemos.

El trabajo de taller se desarrollará en grupo. En la primera parte se trabajará en el análisis y diagnosis de una de las zonas de estudio. A partir de la discusión de los materiales entregados, se iniciará la segunda fase de estrategias paisajísticas para un destino turístico saludable.

Para empezar, las dos primeras semanas se dedicarán a analizar una de las costas y discutir cuales son las claves de un destino turístico saludable a todas las escalas, de la territorial a la construida. La territorial se afrontará desde la apuesta metodológica de la ¨segunda costa¨, desde la formulación que ha planteado la profesora María Goula, desde el entendimiento de las relaciones que hay entre el territorio (el paisaje) a pequeña escala y la escala del hombre. En otras palabras, de cómo entender la geografía que hay debajo de lo que hemos urbanizado o de aquello que explica el lugar; o la edificación como artefacto que juega con el medio para mejorar su condición de refugio saludable.

El proyecto estratégico aparecerá como una propuesta trans-escalar que utilizando el paisaje sugiere, organiza o propone ciertos cambios para mejorar el destino turístico. No se proponen proyectos concretos, salvo en situaciones excepcionales. El proyecto estratégico ha de insinuar lo que hay que hacer, invitando a participar a los diferentes actores sociales, inspirando algunos proyectos, recomendando ciertas actuaciones para convencer a la comunidad, mencionando y valorando las buenas prácticas, evocando otros lugares como referencias, buenos ejemplos, en definitiva, aconsejando como habría que actuar y advirtiendo sobre los efectos negativos sino se actúa.

PROYECTO GENERAL DEL CURSO

Los resultados del taller podrán ser expuestos y/o publicados por alumnos y profesores. En estos casos se deberá citar el taller y los autores del material publicado.

REQUISITOS ESPECÍFICOS PARA LA PRESENTACIÓN FINAL DEL PROYECTO

Será obligatorio que todo el material de la presentación final sea colgado por los alumnos en el siteMyTechSpace con su debido usuario y contraseña en un plazo no mayor a 72 horas luego de haber realizado la presentación final: https:// www.talent.upc.edu/. Los profesores responsables del taller deben gestionar el espacio y el período de tiempo disponible para que los alumnos envíen la información, a través de sus cuentas en el mismo

site. (MyTechSpace). Los documentos definitivos deberán estar compuestos por un único archivo en formato PDF, que deberá incluir el nombre de los alumnos y los datos del taller.

CALENDARIO DE TRABAJO

ANALISIS, DIAGNOSIS, DEFINICIÓN DE LA ESTRATEGIA

Semana 1 Y 2.

Inicio semana 3, entrega de análisis, diagnosis y esquema de estrategia de intervención.

DISCUSION ANÁLISIS, DIAGNOSIS y ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN, PROPUESTA TERRITORIAL

Semana 3 y 4.

Final semana 4, entrega propuesta territorial.

DESARROLLO DE PROPUESTAS

Semana 5 y 6.

Semana 7, presentación final.

CUADRO DOCENTE

RICARD PIÉ Catedrático emérito de Urbanismo y Ordenación del Territorio de la UPC, Director del Instituto interuniversitario “Habitat, Turisme, Terriori” (iHTT) de la UPC y la Universidad de Málaga (UMA). PURIFICACIÓN DÍAZ Doctora Arquitecta por la UPC. Profesora asociada en el Departament d’Urbanisme i Ordenació del Territori de la UPC. Profesora en el Grado de Turismo y Ocio de la Universitat de Lleida.

ENRICO PORFIDO Doctor Arquitecto por la Università degli Studi di Ferrara (Italia) Profesor de Grado y Máster de Turismo de la Universitat de Lleida – Ostelea, y la Universitat de Barcelona – CETT.

IBON DOVAL Arquitecto por la Universidad del Pais Vasco, Master en arquitectura del paisaje por la UPC y Master en SIG aplicado al urbanismo y paisaje por la UPV. Arquitecto paisajista en el estudio EMF

PONENTES INVITADOS

ANTONIO VICIOSO, JOSÉ JIMENEZ, CARLOS SUÁREZ, MARIA GOULA, MONICA BATALLA, ANNA MAJORAL, JOSEP MARIA VILANOVA, ISABEL CORRAL.

MATERIALES Y RECOMENDACIONES

Campus My Tech Space (www.talent.upc.edu): podéis mandar SMS de urgencia, seguir el calendario, la lista de asistencia, las notas, la entrega de material y bibliografía, enviar entregas de trabajos y proyectos, etc.

Social Media

Os invitamos a seguir y tomar parte activa de nuestras redes sociales compartiendo todo tipo de documentos en las diferentes plataformas: Facebook, Instagram (@masterpaisatgebcn), Pinterest, Twitter, LinkedIn, y a utilizar los siguientes hashtags: #MasterPaisatgeBarcelona #MasterPaisajeBarcelona #PaisatgismeBarcelona #PaisajismoBarcelona

Visita al lugar

No se prevé una visita oficial, pero se sugiere que, aquellos que la puedan realizarla, lo hagan de manera partículas. Los profesores darán información adicional sobre donde y como conducirla.

BIBLIOGARFÍA

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