El libro de los dĂas y las horas registra los movimientos de una o varias personas en un espacio de tiempo diario. Lunes DĂa de perros y gatos Dedicado a Benjamin
Lunes
Día de perros y gatos Hoy es un día poco común. Maya debe volver a su casa tras pasar un largo tiempo junto a nosotros, es algo muy triste, es una perra muy amigable pero no podemos tenerla pues el humano que usualmente cuida de ella ha vuelto a la ciudad y quiere verla. Benjamín, mi Beagle compañero, luce particularmente acongojado, parecesospechar que hoy es el último día en que compartirá una cama caliente con ella y Gaspar el gato.
Muy temprano y luego de un par de arreglos menores en mi cara y vestimenta, tomo los collares para salir a pasear con Benjamín y Maya al parque que frecuentamos. Al llegar suelto las correas que me permiten controlarlos, Maya corre lejos, muy lejos, suele alejarse mucho y después regresar, en ocasiones estoy sin verla por largo tiempo en ese parque donde habito una o dos horas de mi día.
Benjamín, en cambio, espera sin premura a que ate mis zapatos antes de empezar a caminar junto a él, olfatea todo lo que encuentra, pareciera como si en el aire existiese una gran cantidad de mundos inhóspitos a los que puede acceder tan solo por su olfato.
BenjamĂn camina muy cerca de mĂ, eso me hace sentir muy seguro, no solo porque siento que me protege de los peligros que pueden presentarse sino porque siento como su calma estĂĄ presente en mis adentros.
Tras una caminata, un poco menos larga pero igualmente placentera, decido volver a casa, silbo y maya aparece junto a nosotros en un abrir y cerrar de ojos, me mira como preguntando ¿Por qué hemos tomado un paseo tan corto?, le contesto que hoy nos es un día normal,que debemos ir a muchos lugares antes de la parte más triste de nuestro poco habitual día.
Volvemos a casa, mientras los perros toman agua y comen algunas bolitas con carne me visto un poco mĂĄs formal. Debemos salir apresurados rumbo a la veterinaria, como siempre se nos ha hecho tarde, hoy le retirarĂĄn a Gaspar los puntos de su cirugĂa para no tener hijos y podrĂĄ dejar de usar ese cuello isabelino, el protector que tanto lo atormenta.
Tras tomar la bicicleta y poner a Gaspar entre una sabana alojada en la canastilla partimos a la consulta veterinaria. Al llegar y luego de una larga espera Gaspar ya no tiene ni los puntos ni el collar, es un gato totalmente saludable, un gato negro totalmente saludable.
De regreso a casa me encuentro con Maria, luce particularmente linda el dĂa de hoy, toma a Gaspar entre sus brazos y con mi bicicleta sin ser tripulada volvemos a nuestro hogar.
Llegamos, Benjamín y Maya detienen su juego parasaludar a Gaspar, tras olfatearlo detenidamente deciden continuar lo que estaban haciendo mientras el gato se refugia en su casa de cartón pintado. Ya es casi la hora, debemos salir en un taxi a llevar a Maya a su destino, Benjamín y Gaspar nos acompañan.
Es una hora triste de un día extraño, el taxi está lleno de silencio, silencio nostálgico, silencio con amor.
Hemos llegado, Maya agita su cola fuertemente, puede verse ansiosa, Gaspar mientras tanto se recuesta en el cuello de María, parece una bufanda. Benjamín en cambio, solo me mira a mí, está pendiente, muy pendiente de mi siguiente reacción. Sin duda es mi mejor amigo.
Abren la puerta y Maya se abalanza sobre una persona que parece no haber olvidado, lame su cara por un largo tiempo. Nosotros mientras tanto y tras una estancia no muy feliz hemos decidido irnos. Justo antes de salir el hombre nos detiene, sabe que estamos llenos de tristeza pero nos hace un ofrecimiento, su gata Marisela acaba de parir, nos pregunta si queremos un gatito, lo aceptamos, es el Ăşltimo de la camada, el mĂĄs joven al igual que Gaspar y BenjamĂn.
Volvemos a casa con un nuevo amigo gris y blanco, Gastón. Benjamín es el primero en saludarlo tras dejar que todos estén juntos en un mismo lugar, hoy de nuevo compartirán tres una cama caliente.