dos desbocados by mauricio vico

PoesĂa & Prosa Visual

Mauricio Vico

Porque quién sabe qué pasa realmente en los pasadizos clausurados del cerebro donde se libran los grandes sueños, y el destino hace crujir sus tambores. Un universo desconocido. Lila Calderón

Este libro, incluido el diseño de la portada, no puede ser reproducido, transmitido o almacenado, por ningún medio o procedimiento, sin permiso previo del autor o editor, quienes autorizan las citas con mención de la fuente. Titulo Original: Desbocados ©Mauricio Vico Registro de propiedad intelectual N° 200066 Santiago de Chile, enero de 2011. ISBN 978-956-345-251-8 Editor: Roberto Osses Primera edición Coordinación de diseño: Mauricio Vico, César Araya Diseño: Jean Paul Zamora R. / jeanpaul.atb@gmail.com Diego Valenzuela V. / diego.bajoelsistema@hotmail.com Fotografías: Natalia Jeria (páginas 16, 26, 41, 58, 86, 94)

Roberto Osses | editor

índice Prólogo

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D ) & U%&

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El hombre araña De canto por Santiago La amarga espera El tiempo vuela Nupcias florales Aquí Resúmen de viaje Fotografía de niña en blanconegro La amante del capitán Autopista del Sol Epílogo

D ) & D&*

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Agua tibia Voces en el cielo Noches azules/días anaranjados Máscaras Love is the devil Nde peces, aves y caracolas Pies magentas “cuando lo perdido se vuelve lo más buscado” Múltiples colores Noche de gatos

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Abril de 2007 Amor inconcluso Mensaje Un día en el café, colores y amor Llamada Villa Alemana, 7 de marzo del 2007

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El sueño Confesiones en Villa Alemana, calle Roma Mail Confesión número tres Detalles Caballos negros desbocados Encuentro Besos espumosos Humo blanco Otro mail Testimonio Palabras violetas Aguas turbulentas Palomas nocturnas Tres de la madrugada Imaginación Pasos Yo quiero Foto de alcoba Pies, manos, pechos dorados Confesión cuatro Límites Post Data Contigo Saber de ti Diálogo Para el fin?? Mensaje 2 No tengo nada más que decir

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prĂłlogo

En el libro dosdesbocados, de Mauricio Vico nos encontramos con algunas seĂąales que nos sitĂşan en el interior de la literatura testimonial. Algo inquietante se anuncia cuando leemos que se ha adoptado dividir los capĂtulos en Diarios. Luego de una primera lectura comprendemos que los Diarios: Uno, Dos y Tres, serĂĄn los encargados de cobijar la historia donde se presentarĂĄ â&#x20AC;&#x201C;de manera secuencialâ&#x20AC;&#x201C; lo que el autor nos quiere entregar. El relato oculta hechos por medio de una cadena de elipsis que colabora para mantener la discreciĂłn, y tambiĂŠn para abrir puertas a la curiosidad del lector, que no resiste el deseo de lanzar un anzuelo cargado de preguntas. A travĂŠs de un texto cuyo hilo es cronolĂłgico, se presentan a modo de fragmentos en prosa y verso, los momentos cruciales de un encuentro amistoso que se irĂĄ encendiendo en los salones del ciberespacio, diseĂąando el camino para materializar el abordaje futuro en algĂşn lugar de la tierra. El Diario Uno se abre con â&#x20AC;&#x153;Un beso infinito que llegue a las profundidades del ocĂŠanoâ&#x20AC;?, y aparece un hombre araĂąa que recorre los barrios de Be-

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llavista buscando una presa, besando pies anónimos, descorriendo velos y sábanas, sintiendo en el viento, quizá el eco de un blues mientras teje el hilado que lo sostiene entre los tejados y ventanales de la ciudad de Santiago “por maltrechos pasillos” donde participa de “encuentros súbitos y violentos, crueles ensueños y llantos”.

El mundo perturbador que se va instalando, da paso al hambre colectiva y va dejando caer pequeños cuadros en la Autopista del Sol, entre escaleras rotas y construcciones en abismo que confunden el objetivo antes de preguntarse en ese tenso clima: “¿Y los dos dónde estamos?, ¿hacia dónde vamos?”.

Hay confusión en las calles, y en los muros, “sucios y mal escritos”, nada amable pareciera estar destinado a la lectura del paseante, y lo que resulta más dramático: “El tiempo vuela” y hay que dejarlo morir. Así el hablante expresa su sentencia en el reloj que habla para decir: “Ya es hora de que pasen los besos” y como en el telón de un viejo cine, veremos proyectarse el resúmen de viaje, donde la piel será el soporte en la que anidarán los peces y aves navegantes, antes de dejar sus huellas sobre las ruinas de la memoria. Porque aquí todo es memoria que se desliza ante los ojos como un río cargado de peñascos. Pronto aparecerá una “fotografía de niña en blanconegro” recortada por el borde de una mesa, y la “amante del capitán” que guarda secretos y maldiciones en cuartos y moteles, donde misteriosas cartas definen rumbos y quizá sirvan para despertar a los muertos.

Comienzan a reabrirse las heridas en el Diario Dos y hay voces en el cielo, los poemas se visten de intenso color y el erotismo desborda, fluyen las palabras desde los labios entreabiertos y el aire se llena de aromas, halos y ritmos desenfrenados que se dibujan bajo las ardientes nubes del sueño para golpear el cuerpo de los amantes con sus encrespados oleajes. El poeta advierte: “antes de sumergirme, desnudo tu cuerpo para ver el mar”. Y las aguas danzan y se dejan caer desde la paleta de colores anaranjados y rojos carmesí. Sin embargo hay máscaras que siembran la duda, las identidades se diluyen mientras el amor juega entre las sombras y amenaza huir o perderse.

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El Diario Dos se cierra en la “noche de gatos”, anunciando ya un sabor amargo e inquietudes perturbadoras que maúllan en el aire. Una despe-

dida, un suponer ronroneos y pasos perdidos sobre los tejados, va crujiendo en la noche cargada de silencios. El Diario Tres instala el juego de los espejos donde las voces parecieran venir desde un telĂŠfono, una pantalla, un viejo disco long-play, una casilla del ciberespacio, un laberinto de sueĂąos entrecortados que vuelven a cruzarse noche a noche para componer un mosaico de preguntas y respuestas que se desatan a partir de una confesiĂłn: â&#x20AC;&#x153;me aterra pensar en lo que pasarĂĄ despuĂŠs de conocernos, de compartirnosâ&#x20AC;Ś Âży si me encantas?â&#x20AC;?. La pasiĂłn no darĂĄ tregua a los amantes, las palabras van y vienen y ambos seres se buscarĂĄn para contarse sus secretos, deseos, sueĂąos y para soltar sus caballos desbocados a galopar bajo el azul del cielo. O sobre ĂŠl. Y luego se dejarĂĄ caer la lluvia de mensajes abrumados entre aguas turbulentas â&#x20AC;&#x153;buscĂĄndote desesperadamente: msn, skype, face, celular, twitterâ&#x20AC;?, que dan cuenta de un modo de comunicaciĂłn que se ha hecho habitual en la sociedad de hoy y que facilita las relaciones virtuales y potencia el deseoâ&#x20AC;Ś PasiĂłn que fluye por las poderosas venas de Internet, alimentada por el instinto cĂłsmico de la vidaâ&#x20AC;Ś

-Lila CalderĂłn-

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Un beso infinito que llegue a las profundidades del ocĂŠano

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uĂĄntas calles oscuras, locuras amaneceres azules [blues] besos en el techo de los cuartos besos en el pelo el hombre araĂąa recorre las esquinas los barrios de Bellavista camina por los techos con sus ojos puestos envueltos en otros ojos piensa en su sexo, el hombre araĂąa no tiene sexo camina infinitamente por los rincones oscuros de las sĂĄbanas desordenadas y pardas besando pies anĂłnimos otros amaneceres azules [blues] otros besos en el techo de los cuartos nuevos besos en el pelo del hombre araĂąa.

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De una maĂąana buscando los barrios marginales que acechan en direcciĂłn equivocada, por maltrechos pasillos encuentros sĂşbitos y violentos, crueles ensueĂąos y llantos pero los ociosos seres vuelven al encuentro de sus nombres ya perdidos hurgando sus rostros, tambiĂŠn quebrados de hambre, en jardines ignorados c a e n como en un principio, la paloma de grandes noches excavadas,

en su azul profundo

el estĂo ya no se duerme, agoniza, las calles como muros, sucios y mal escritos y en la estepa ardiente, frĂa, la gran noche-madre no respira acaso todo lo que se ha visto, se hizo polvo como un desierto, abierto sobre mis manos.

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Toca los asuntos extraños-estelares de tv trémulaN Su sombra llega descubierta. Las mañanas, las tardes, el sol perpetuo no cede, como bosques de años ruedos del tiempo inmemorial las araucarias relatan sus tumbas, el agua de los años ya los pequeños pasos y esas almas quedaron allíN en medio de la plaza Italia eran las cuatro de la madrugada

esperandoN Esparciéndose, cada hora, cada minuto, o segundo, distanciándose infinitamente creyeron que sus vidas, eran largos pasos de la historia.

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Deja que el tiempo corra hacia nosotros deja que el tiempo vuele hacia nosotros dejaN las borracheras de pieles no deseadas borracheras de %& * * /& desahuciadas borracheras de piel de mujeres sobornables deja que el tiempo se muela

ante nosotros.

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Plantas / polen / pequeñas florecillas ofrendas nupciales, aves marinas biografías zoológicas madre sal, vientre abierto de dolor de polen anaranjado en abril plumas negras y rojas volaban. madre: quedaste con el vientre abierto y en las noches nupciales el polen rojo se enceguece de lágrimas que se siguen desparramando esas heridas aún sin cerrar.

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Era en abril, el ritmo tibio de mi chiquito que danzaba dentro del vientre, un prado en flor, y era su lecho el ombligo, el ombligo, el ombligo, el sol. ------> Juan Carlos Baglietto

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pasos desprendidos

Algo pasa aquĂ, algo pasa, no nos damos cuenta pasos en mente de cada cual, caminos paralelos algo pasa aquĂ, algo pasa allĂĄ

contigo

el azul metalizado de tus ojos, el pelo anaranjado contrasta con tus maltratados ojos algo pasa aquĂ y no sabes un reloj dice: ya es hora de que pasen los besos.

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Todos los pájaros todos los veranos todos los peces azules en el sur donde dejamos kilómetros de piel kilómetros de olor y de besos y tambiénN Los veranos del rito, azules fríos de San Pedro con ellos recojo el tiempo alterno y lánguido a veces, para otros veranos con el sol a cuestas y nubes de bosques humeantes de calor y nuevamente todos los pájaros de ayer y los peces de hoy y los veranos de hoy y de ayer que siempre serán de un tiempo atrapado, los tiempos de aves y peces las ruinas y bosquejos de minas otro atardecer de escalas y “aguas calientes” de allí desprenden a otros peñascos otros veranos de ríos ruidosos, guiados por minas cargadas de memoria de aserrín así serán siempre pájaros que navegan como peces de ayer y de hoy.

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Piernas largas entrecortadas por una mesa sonrisa larga aĂąos simples, de ropa suave sin rojos dĂas pechos planos, sonrisa

abierta

retrato blanconegro fotografĂa de cumpleaĂąos % blanconegro y sonrisa carmĂn pero de niĂąa madre, manos inocentes manos largas delgadas piernas entrecortadas, muy largas, largas por debajo de la mesa.

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Voy a contar un secreto tangible que tiene que ver con una maldición de muerte:

4%+%5%678+98:+)%;(7<6+ Sus años nuevos frente a sus años en curso su carnal piel blanca y angosta cintura frente a los grados del capitán ya no hay nada aquí de lo que cuento recorrieron sus cuerpos en varios cuartos de motel el escondido doble, doble de él, frente al amor de ella escondida de su juventud para empezar se vieron en todas partes en todos los juegos de la ciudad pequeña acalorada por el sol, ciudad desértica pero un día ella supo el doble de ella, su carta que dejó triste no hay nada allí, no me contó lo que

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decĂa en ella sĂłlo escuchĂŠ sus lĂĄgrimas robar su vida sucesos que cedieron al amor cĂłmplice ella triste dejĂł las huellas sobre la carta antes de vida hijos que quedaron ÂĄ%& #& sĂŠ! el capitĂĄn triste, menos que ella triste porque ellaN

ÂżSeguirĂĄ despertando los muertos ciertas noches de confesiĂłn? ÂżQuĂŠ dirĂĄ el capitĂĄn? ÂżQue dirĂĄ su mirada triste?

ÂżHabrĂĄ hecho dormir a los muertos que despertĂł?

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Ya una se derritió Ya no espero Estoy allí Viento se va una nube

- %+& * - % Sigo la esperanza Se va La casa de las escaleras rotas Ventanas abiertas Construcción en abismo Autopista del sol Azules metalizados por allí Azul puntual El soplo de la tierra al agua

Viento se va viento se viene sigo la esperanza sábado por la tarde vida dejé entre papeles y pena perdido y clandestino soplo la tierra al fuego y se va desaparecido, amedrentado, condenado vértice de asfalto, azulmetalizado sábado por la tarde ya no espera por sus manos ya se derritió sus manos el soplo del fuego al viento.

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Dos piedrecillas flotando sobre el charco de mil aĂąos Pompeya una viga sostenida por una mirada de dos mil aĂąos, en la sacristĂa y en bautismo, ÂżCĂłmo buscar palabras de lupanares? Finalmente epĂgrafe o continuaciĂłn huidobriana atmĂłsfera sĂłrdida y sabatiana, solo forma, factotum o canto ĂŠpico; â&#x20AC;&#x153;serpiente marina, luna de cuarzoâ&#x20AC;? o pornografĂa dura, sexo oral, anal, descarnado, despojado, amortajado para la indulgencia mĂa, o para la emergencia de encontrar dos mil aĂąos recogidos en un claro de cruz en dos piedrecillas somos los dos en resumen; erotismo, creencia, cruz de piedrecillas frontera del abismoN Y los dos donde estamos, Âżhacia dĂłnde vamos?

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Ahora sólo me queda buscarme de amante la respiración No mirar a los mapas, seguir en mi mismo No andar ciertas calles, olvidar que fue mío una vez cierto libro O hacer la canción Y decirte que todo está igual la ciudad, los amigos y el mar esperando por ti, esperando por ti - Silvio Rodríguez -

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Miro hacia arriba: La muerte. Miro hacia arriba: Tus ojos pardos. Miro camino arriba: La encuentro. En su osada noche de muerte miro hacia arriba: La muerteN de final de amor. la encuentro la desangro miro hacia arriba: La noche. Corriendo tras los pasos de otra noche desnudo a tus pies subo mirando la muerte.

Subo

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Con tu voz hacia arriba en mi boca tus labios en mi sexo mis labios en tu sexo

tus manos

los dedos tapando mis labios en un momento las palabras que dejaste de murmurar los labios el semen sobre las sábanas mirando el blanco techo de mi pieza la dentada “sonrisa vertical” esperando que desapareciera por una puerta semiabierta a las tres de la madrugada vómito tras vómito después de una borrachera endemoniada

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TĂş haciĂŠndolo como un hombre, yoN no sĂŠ quĂŠ. Yo abriendo las piernas como una mujer,

tĂşâ&#x20AC;Ś no sĂŠ quĂŠ.

Me diste de vaivenes sentĂ tu halo inquietante tibio sobre mi espalda tus movimientos pequeĂąos como tu cuerpo aserrĂĄndose a mi espalda, a mis piernas follĂĄndome por mis caderas, rozando flores acuosas, tu perfume me embriagaba y allĂ sentĂa los golpes suaves infinitos, explayĂĄndoseN DonÂ´t tell me because DonÂ´t tell me because

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Me haces soñarN dedos desplazados derritiéndose, envueltos para dormir Me haces soñarN Calles altas y encogidas, manos derretidas envolviendo sombras Me haces soñarN esfumados de una espalda, que asemeja tormenta de nubes ardientes Me haces soñarN Por esta noche

Me haces soñar (...) calles altas y encogidas

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Como un pez

volando

como un ave

navegando N Yo he pintado tus ojos, Tu s m a n o s , t u p i e l N Y tus secretos oscuros tambiĂŠn

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Los besos eran como el mar un mar agitado que se movĂa incansablemente habĂa caracoles y pecespĂĄjaros cerca, pero las olas del mar juntas corrĂan esas olas suaves y lentas que se desbocaban se derretĂan los besos y cada vez los vientos embestĂan mĂĄs agitados una y otra vez una y otra vez las olas agigantadas una tras otra energĂas del hĂşmedo fondo emergĂan a la orilla del mar mi boca escuchaba los labios como la tormenta se acercaba, aproximaba al final

apretando mis manos

asĂ seguĂa agitĂĄndose levantĂĄndose subiendo y bajando como un barco que aparece, desaparece con las olas gigantes subiendo y bajando, encrespadas olas asĂ seguĂa agitĂĄndose una tras otra, olas cada vez mĂĄs fuertes, mĂĄs desbocadas hasta el final una tras otra, una tras otra, hasta el final asĂ, asĂ el ĂŠxtasis de la tormenta, el clĂmax,

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gritando el ruido de las olas esparciendo por mis labios las olas saladas llegando el epĂlogo de la tormenta asĂN asĂN

Besos, soĂąando contigo, soĂąando en unos huevos dorados como las doradas manzanas del sol

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Cuando comienzo a tocarte

con mi boca con mis piernas, es como tocar agua, antes de sumergirme en el mar de tus mĂşltiples cuerpos volver a la superficie, es sumergirme nuevamente en mis manos, en el agua de las bocas mojadas, calientes. A veces habrĂa de confesarme con los besos de tus pies habrĂa de besar con la boca mojada entre las piernas

tambiĂŠn mojadas

y encontrarte dura con las palabras tocando el cielo de la habitaciĂłn con la puerta abierta haciendo pĂşblicas las bocas mojadas con los besos transversales nuevamente

cada dĂa

con las bocas mojadas calientes, besos verticales, horizontales, oblicuos. Cuando comienzo a tocarte de nuevo con mis manos, con mi boca, con mis piernas es como tocar el agua tibia antes de sumergirme, *%, & +, , )'& ' ) - ) # $ )

el mar de tu cuerpo

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ÂżCĂłmo podrĂa describir tu piel? Usando un catĂĄlogo de colores que van de los rojizos perlas

hasta los pardos y ocres

ÂżCĂłmo podrĂa describir tus ojos? Usando una carta de colores que van de los azules Ăndigos hasta la tierra de Siena tostada

ÂżCon cuĂĄl me quedarĂa?

ÂżCuĂĄl de toda la escala tonal serĂa el color justo que describiera el color local de tus ojos?, # &#&) )+ )& +,* &!&* ÂżCĂłmo podrĂa describir el movimiento de tus manos cuando el encuadre de veinticuatro cuadros por segundo, no es el mĂĄs apropiado? ÂżO el desplazamiento panorĂĄmico de tu cuerpo? ÂżCĂłmo podrĂa describir el color de tu pelo lento? Usando una paleta de colores anaranjados a los rojos carmesĂ A la ternura de los opacos sanguinas el largo de tu pelo a la estatura dionisĂaca y suave de tu cuello

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Nos habíamos vuelto a encontrar. Conversamos largas horas de esos temas que siempre se repiten ¿Por qué? Porque nos habíamos dejado de amar y se nos venían encima todos esos diálogos de culpabilidades del otro, que siempre aparecen al final, cuando ya no importa, cuando ya no hieren las palabras, pero un sabor amargo aletea en el aire. Fue esa noche en su casa. Había preparado algunas cosas para servir, parecía una noche de seducción: huevos de codorniz, pisco sour, aceitunas verdes –que tanto le gustaban–, champiñones y velas, muchas velas. A ella le gustaba encender velas cuando deseaba ser amada, también los aromas de aceites que pasaba por su cuerpo. Era su rito de fascinación ante el amor. Tuvimos como siempre una noche de sexo interminable, después de meses que no sentía su corazón latir. Ahora tenía más gatos que antes, allí estaban ellos, mirándonos, paseándose alrededor de la cama, dos o tres arriba y entre nosotros, mientras hacíamos el amor. El gato rojizo dulce, tierno, mientras la tenía de espaldas y le besaba el cuello, se le acercó a la cara, se detuvo sobre la almohada, quizá curioso por el susurrar y los breves quejidos de su dueña. .2

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Uno, dos, tres, cinco gatos, eran muchos, algunos caminando sobre las sĂĄbanas. Otro dormĂa placidamente sobre el velador. Era ya muy tarde, se colaba la luz de una luna llena. A mĂ, siempre me gustĂł mucho [siempre me ha gustado], despertar a medianoche y ver el cuerpo de ella, tendido, reposando, durmiendo. Ver su cuerpo desnudo, la cintura, la espalda, sus caderas, la textura de su piel; podĂa contemplarla sin lĂmites, sin tiempo, nada mĂĄs. AsĂ, la luz tenue que en ella se reflejaba, sugerĂa, la belleza de sus formas, allĂ quietas. Ahora volvĂa a hacer lo mismo, despuĂŠs de varios meses sin vernos. Las luces se posaban sobre su piel oscura, ahora su pelo estaba mĂĄs largo y ondulado. Apenas miraba entrecerrando los ojos y descubrĂ que habĂa otro gato dormitando sobre sus caderas. Era una noche de

realismo mĂĄgico,

encontrarme con ella, y esos gatos deambulando por su cuerpo, observando desde el primer minuto de seducciĂłn, paseĂĄndose como testigos de nuestro breve reencuentro. Me recogĂ ante ella, la abracĂŠ por la espalda, sentĂ la blandura de sus senos, me quedĂŠ dormido. &* * & &*

Fue la última noche que hice el amor con ella, nunca más la volví a ver. Unos meses después, a través de msn intercambiamos algunas palabras, luego me dijo que tenía algo que hacer y se fue. Quizá a darle de comer a sus gatos, o salir a correr por los tejados. La imaginé en la ventana ronroneándole a otro, a la luz de la luna.

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Los amores tormentosos duran siempre menos de lo prometido -Eduardo Carrasco-

Te confieso algo: Me aterra pensar en lo que pasarĂĄ despuĂŠs de conocernos, de compartirnos

ÂżY si me encantas?

Me encantarĂa que alguna vez te metieras en mis sueĂąos y de verdad en mi cama o yo en la tuya.

L & A

Esta maĂąana me sentĂ muy solo, pues contigo era distinto llevabas el desayuno a la cama y tĂş ahĂ muy engreĂdaN Desnuda. â&#x20AC;&#x153;DespiĂŠrtame sin daĂąar mis emocionesâ&#x20AC;?. Ahora tuve que sentarme a la mesa solo, con mi taza de cafĂŠ y tostadas integrales, que de paso estaban malĂsimas. Me entrĂł una nostalgia y te hago una confesiĂłn Ăntima: llorĂŠ. Es que a veces me siento tan vacĂo por dentro, pero ahora no me dejo abatir por nada, puse â&#x20AC;&#x153;Gracias a la Vidaâ&#x20AC;? de Mercedes Sosa, con la ducha me repuse y empecĂŠ mi jornada tenĂa una reuniĂłn a las ocho de la maĂąana. â&#x20AC;&#x153;DespiĂŠrtame sin daĂąar mis emocionesâ&#x20AC;?.

L & B

A mĂ tambiĂŠn me pasa lo mismo, eso de tomar desayuno todos los dĂas solo, lo mĂĄs temible, el fin de semana cuando almuerzas y duermes sin compaĂąĂa. A veces se pone interminable, hĂbrido. Escucho la mĂşsica de AndrĂŠs Calamaro que tanto te gustaba.

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Lado A AllĂ estaba, sentada en una butaca negra. Vestida de blanco entero, como si fuera la del lienzo, dispuesta a adquirir esa pintura llena de color. La saludĂŠ con un beso. SĂłlo me mirĂł. Con sus ojos me invitĂł a sentar. â&#x20AC;&#x153;AquĂ junto a mĂ por favorâ&#x20AC;?. Le hice caso. No necesitĂŠ encender mi grabadora. Desde ese momento cada palabra, cada gesto, cada reflexiĂłn de la escritora, quedarĂan impregnadas con tinta endĂŠmica en mi mente.

L & B Y bueno ya no sigo porque sĂŠ que algĂşn dĂa te entrevistarĂŠ de verdad. Ahora sĂłlo quisiera que me abraces y que me digas que estĂĄs allĂ.

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# & TĂş eres mi sueĂąo, tengo todas las ganas del mundo por complacerte. Esta madrugada estuve reflexionando sobre lo que nos estĂĄ pasando.

Bueno, sorry que hable de â&#x20AC;&#x153;nosâ&#x20AC;? estĂĄ pasando, debo parecerte un adolescente. Eso de escuchar mĂşsica y pensar en ti, tomarme un cafĂŠ y pensar en ti, bailar y querer que estĂŠs aquĂ, estar en la playa y querer amanecer allĂ contigo, hablarte al telĂŠfono y querer estar allĂĄ contigo. Me he imaginado muchas veces que estoy desayunando contigo, que me estĂĄs baĂąando, que me lavas el cabello, que me das un masaje, que te puedo llamar a cualquier hora, siempre es mi placer. AsĂ es el destino, que tĂş estĂŠs lejos hoy, que yo estĂŠ lejos.

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Talvez lo que te dije una vez sea cierto: â&#x20AC;&#x153;TĂş naciste para estar sola, porque tu forma de amar es compleja, inusual e infinitaâ&#x20AC;?.

# & Un error terrible fue casarme con alguien que no reunĂa nada importante para mĂ. AsĂ que durante mucho tiempo he preferido estar asĂ. Sola. Sin involucrarme afectivamente, porque no hay quiĂŠn me llene, quiĂŠn me llegue, quiĂŠn deje de ser solo fĂsico y mĂĄs bien sea espiritual, intelectual, afectivo, no sĂŠN es inexplicable y precisamente quien despierta expectativas en esos ĂĄmbitos estĂĄ a no sĂŠ cuĂĄntos kilĂłmetros. Menos mal que no eres de otro mundo, de otra vida, porque serĂa totalmente imposible. Me pregunto tambiĂŠn quĂŠ pasarĂĄ cuando nos conozcamos, aunque a veces ni siquiera me imagino cĂłmo serĂĄ el encuentro porque siento que ya hemos pasado esa etapa y me doy cuenta que no, que aĂşn nos falta ese primer cruce de miradas, ese saludo. ÂżSerĂĄ efusivo, tĂmido? Te mato si no me das un beso apenas me veas, con todas estas ganas retenidas de besarte, de abrazarte. ÂĄMe pondrĂŠ a llorar como una niĂąa si no me complaces!

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Villa Alemana, 7 de marzo del 2007

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Al cabo de tantos dĂas, creo que ya no tengo pudor contigo. Fui completamente tuyo y tĂş fuiste completamente mĂa. AsĂ que ya somos como amantes. OjalĂĄ que no tomes todo esto como hotline.

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Lado A

CaminĂĄbamos bajo la lluvia..., no sĂŠ donde. Terminamos empapados. Fuimos a un departamento no sĂŠ de quiĂŠn, no era el mĂo, pero era muy bonito, con muchas plantas. Estabas mojada, tuve que sacarte la ropa, te pusiste una salida de baĂąo azul, bajo ella, estabas completamente desnuda. Conversamos sentados en el piso, bebiendo vino de manzana, escuchando mĂşsica, leyendo poesĂas, riĂŠndonos mucho. De pronto cogiste mi mano y la fijaste bajo tu toalla, sobre tus pechos.

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Lado B

Te sentĂ temblar. Empezamos a besarnos, y allĂ en el piso â&#x20AC;&#x201C;poco a pocoâ&#x20AC;&#x201C; te quitĂŠ la ropa, besando suavemente cada espacio de tu cuerpo. Te recorrĂ entero. DescubrĂ que sentĂas cosquillas en tu abdomen, entre tus piernas, justo al centro de tus muslos. Luego te incorporaste y me tumbaste al piso, para acariciarme muy, muy suave, fuiste tan dulce cuando sentĂ tu boca en mis pezones Me dijiste que te encantaban mis senos , tus manos apretaron mis caderas tan fuerte que cuando por fin estuviste dentro de mĂ ambos ardĂamos de pasiĂłn y estĂĄbamos sudados..., no se cuĂĄntas veces lo hicimos. En el piso no habĂa alfombra, solo madera y nuestros cuerpos en momentos infinitos, y en medio de toda esa emociĂłn me susurraste que me amabas. Te confieso que me sentĂ algo estĂşpida por necesitar asĂ a alguien que no conozco, que a lo mejor tiene pareja, que estĂĄ enamorado. Lo siento, tal vez te estoy idealizando y me pregunto, cuando nos veamos, siquiera me mires, no te agrade o no nos inspiremos nada, y yo aquĂ soĂąando como una nena, a mis 40 aĂąos.

D * ,#' '&) )+ soĂąado asĂ

&* * & &*

Gracias por responder, tenĂa muchas ansias de saber de ti. Estuve esperando, dĂĄndome vueltas para hacer hora y conectarme, hasta mirĂŠ las noticias tan aburridas que son, como la de ver eso . Ahora que tengo tiempo para pensar, te escribo, permanentemente despiertas todo tipo de deseos en mĂ, a lo mejor es porque eres simple. Me encanta esa rara confianza de enviarme tus fotos semidesnuda,

gente pue-

percibo una sensualidad intensa en ellas. ' ) &% * , %+& * ) +&*

He vuelto a pensar en el fin de semana, cuando viajĂŠ a verte es decir, a encontrarnos , recuerdo el descontrol de ambos en la cama. Te besĂŠ el cuello, tus oĂdos, mis manos posadas suavemente en tus caderas, ya comenzaban a moverse, las apretĂŠ contra mĂ, para que sintieras mi sexo. Te desabrochĂŠ la blusa para besar y tocar con la punta de mi lengua tus tersos senos, los tienes hermosos, me deleitan. Los volverĂa a besar, los lamerĂa incesantemente, con ese olor a ocĂŠano que tanto me gusta. %& + *&%)&! *, tĂş $ ')&-& *+ Fue una noche de aire frĂo, de viento de playa golpeando el techo. Mientras miraba la luz que rebotaba en tu piel opaca, pero cristalina, se posaba sobre la ventana el gato pelirrojo que llevaste un dĂa a mi casa. AsĂ, en tu pecho tembloroso escuche latir tu corazĂłn, me desprendĂ de allĂ y bajĂŠ. En un momento, preferĂ oler tu sexo hĂşmedo, muy hĂşmedo. Con mis dos manos apretĂŠ tus piernas.

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$ *, *+ &% +& & + Luego de eternos momentos, besando tus labios dulces y excitados, bajĂŠ a tu estomago. Te girĂŠ para besar tu espalda, hincarte y que sintieras mi sexo entre tus piernas, acariciĂŠ tu espalda, apretĂŠ â&#x20AC;&#x201C;fuerte con mis manosâ&#x20AC;&#x201C; tus caderas, muy firme, en un acto de violaciĂłn efĂmera, somnolienta. Nos movimos en la suavidad de un cosmos que atravesaba la ventana, no tenĂa cortinas. La sombra del gato y unas plantas se mecĂan con el viento, eran raros espectadores. Las manos fuertes y duras desgarraron mi espalda, aflojaron, descendieron hasta la cintura, lĂĄnguidas.

tĂş $ ' *+ * % %*,) VolverĂa sobre tu sexo. Sin terminar aĂşn, me pediste besar tu sexo. Lo disfrutĂŠ infinitamente, como una fruta, conocĂas mi tentaciĂłn. LlevĂŠ mis labios, desde arriba hacia abajo, desde abajo hacia arriba, escuchando tu voz agitada. ÂĄQuise oĂrte fuerte!, que me dijeras que SIENTES, como quisieras, suave, rĂĄpido, agitado, hasta hacerte acabar en mi boca. Me recostĂŠ, te pedĂ que subieras a mi boca, palpĂŠ con mis manos la suavidad de tus caderas. Tu sexo sobre mis labios, golpeo infinitas veces, una y otra vez, una y otra vez.

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Esta mañana inconscientemente me vestí para ti. Me he puesto un pantalón negro y una camisa anaranjada, porque supuse que es con ese color que tú me identificas.

¡Parezco un adolescente!

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Cuando vi tus fotos me dieron ganas de abrazarte, despuĂŠs, ganas de tocar tu pelo, de acercarme y oler tu perfume y acercarme un poco mĂĄs y oler tu piel y decirte palabras hermosas a tus oĂdos. ContinuarĂa, pero la confesiĂłn nĂşmero cuatro tiene que ser con autorizaciĂłn tuya

Si me la das, no habrĂĄ censura

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olvidaba un pequeĂąo detalle, SĂ claro, que extraĂąo tus abrazos, tengo en la pared seis trazos que indican los dĂas que han pasado, a veces soy ingenuo a pesar de mi edad, espero que se cumplan luego los doce dĂas, muchos besos por todos lados, inclusive donde tĂş sabesN CariĂąo, me imagino el dolor que estĂĄs pasando, pero bueno, como me dices, no insistirĂŠ en el tema, lo que sĂ deseo profundamente es verte pronto, me hace mucha falta tu abrazo nocturno, espero que tĂş tambiĂŠn tengas las mismas ganas.

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Caballos negros sobre los cielos caballos negros galopan sobre tus senos sin escoger un lugar se detienen cualquier lugar son los caballos negros desbocados que galopan sobre el cielo azul caballos negros en mi boca desbocados por mis labios hĂşmedos los caballos negros corren las gotas sudorosas de los caballos negros mientras mis manos sujetan tus senos los cabellos desnudos mientras siento las gotas de los sudorosos caballos negros desbocados.

P ) & *&* # - * $&- $ %+&* , % & *+ * *& ) mĂ

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Estoy esperando los besos que ofreces en todo el cuerpo. Es una deuda pendiente. La misma pregunta me hago yo. A veces no sĂŠ si quisiera conocerte porque me imagino lo difĂcil que serĂĄ dejarte. Quiero que tĂş estĂŠs acĂĄ en la casa de la playa, que pases unos dĂas conmigo, tienes que hacer algo para cumplir mis deseos,

te sueĂąo, te extraĂąo,

la semana anterior te enviĂŠ una tarjeta con una leyenda que dice todo lo que siento en estos momentos. Bueno, como estoy trabajando y me he escapado para escribirteN Te escribo luego. Piensa siempre en mĂ.

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Son las tres de la madrugada y espero que aparezcas en skype, ahora estoy volviendo a fumar, y la verdad no sĂŠ cĂłmo dejarlo porque el cigarrillo es mi compaĂąero cuando me pongo a escribir hasta

amanecer.

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Creo que esa presiĂłn de que debes terminar debe ser realmente estresante, ojalĂĄ puedas darte un relax y vivir un poco. Yo sĂŠ que te harĂa tremendamente bien una semana completa en la isla de

los sueĂąos

serĂa ideal para ti, es que ir allĂ es como escaparte de la realidad y estar tranquilo.

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Hola disculpa por no haberte escrito, esperaba hacerlo hoy temprano, pero tuve reuniones. Ayer llegué cansado y no tuve ánimo, ya que el doctorado terminó muy tarde. Trato de cuidarme con esto del trabajo. Una vez me vino estrés y fue tan terrible que dije que nunca más me iba a ocurrir, así que a veces me pongo límites. Desearía trabajar menos, pero este sistema de economía liberal cada vez es peor y en general, a la sociedad chilena la está reventando. La gente acá se vuelve violenta. El consumo de drogas en la juventud es más alto y niños de solo doce años ya consumen alcohol. Recién vengo llegando de la facultad y los estudiantes, adentro de la “u”, se drogan y beben cerveza hasta quedar inconcientes, nunca me había tocado ir un día viernes, vi a un par de chicas arrastrándose. Siento pena por ellas. Este sueño de la sociedad de consumo te termina consumiendo (esta frase parece tomada de una revista hippie de los sesenta). Ahora piensas que salí con alguien y no es así, porque en estos momentos 12

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no tengo dinero, me la he gastado toda en la exposiciĂłn. AdemĂĄs y la razĂłn mĂĄs relevante , no me nace â&#x20AC;&#x201C;como en otros tiemposâ&#x20AC;&#x201C; salir de farra, no me dan deseos, quiero estar tranquilo. Como la otra vez te comentĂŠ: estoy cansado sicolĂłgicamente. Llevo seis aĂąos pintando, comencĂŠ el 96, y ha sido como una tarea inconclusa, de nunca acabar. Ahora necesito ver las cosas con mĂĄs calma, con distancia, asĂ que despuĂŠs de esto dejarĂŠ un tiempo de pintar.

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Tomaré cada palabra tuya en cuenta cuando nos encontremos, eso de rociarme con tus besos es muy tentador.

¿Será por todo el cuerpo?

De nuevo otro beso y otro y otro más, hasta que tus poros de la piel se ericen.

Las aguas vuelven a su cauce y hoy me vino el optimismo, me puse de lleno a trabajar. Escucharte es muy bello, relajante, como que estás allí para hacerme un poco de compañía. La vida es maravillosa y hay que vivirla en plenitud y quién si no yo mismo para sobreponerse a cada barrera que se pone en frente. ¿Verdad? No sé si estoy abusando de tu confianza al comentarte mis cosas personales, mis íntimos sentimientos, mis pensamientos, mis reflexiones, no sé si a lo mejor todo te sea indiferente. En todo caso te considero mi amiga aunque sé que para ti soy más que un amigo , con quien puedo hablar y hablar y hablar, me inspiras una confianza tal, que me nace decirte tantas cosas. No sé si te pase igual.

Buscándote desesperadamente: msn, skype, face, celular, twitter

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Me sentĂ mal anoche cuando te llamĂŠ necesitaba hablar con alguien especial la primera persona que se me ocurriĂł fuiste tĂş, marquĂŠ tu nĂşmero y me contestĂł una voz masculinaN Realmente me sentĂ iluso, pensĂŠ que estabas con tu novio o algo asĂ, pero como me has dicho que no estĂĄs con nadie, pienso que no hay motivos como para mentirme

ÂżVerdad?

SeguĂ buscĂĄndote desesperadamente mirando por la ventana, volaban palomas nocturnas.

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H&# ') &* ,

tienes razón en eso de que uno se siente solo cuando no está la pareja. Te confieso que me jactaba de que estaba mejor solo y que mi vida es mucho mejor súper solo, súper independiente y he desechado oportunidades para no enamorarme, o no he dado la importancia debida a personas que –he pensado– no han cubierto las expectativas, pero al parecer se necesita de un beso de vez en cuando, un abrazo sincero y permanente

¿Verdad?

Aunque sigo pensando, no se debe pasar tiempo con una mujer si es que no te llena, pero tienes razón, la vida en pareja es una declaración de buenas intenciones. Anoche no te llamé porque llegué muy tarde. La pasamos divino la madrugada del viernes. Para que te des cuenta cuanto te extraño, cuando vuelvas organizamos una reunión ¿Ok? Tengo tantas ganas de abrazarte y sentir tu piel.

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Tocarte, descubrirte y conocer al fin tu olor. No te imaginas todas las fantasías que estoy guardando en mi mente para hacerlas realidad cuando estés conmigo. ¿Te has imaginado cuando estemos solos frente a frente?

Cuéntamelo.

Un beso ardiente que encienda tu día jueves.

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Me encanta escribirte -me gustas- codicio que estuvieras acá, pienso a qué saben tus besos, a mar, que se razone entre tus abrazos. ¿Cómo sería perder la cabeza juntos?, solo querernos toda la noche +sueño contigo+ veo tus fotos con más frecuencia que con la que tú vez las mías. ¿O de puro deseo de amar? ¿Qué piensas tú?

+besos+besos+besos

yo quiero Yo quiero estar allá solo contigo. ¿Tú quieres? Me gustaría que aparecieras acá como una lobreguez que sale de las paredes de mi viejo apartamento, te acurrucas junto a mí, para abrigar el olor de tu piel y apreciar tu respiración, solo un beso de noche.

Foto de alcoba Ahora me toca confesar a mí; cuando me decís esas cosas no me dejas dormir, y la verdad, me encantaría que hicieras todo lo que decís. Pronto vas a tener la foto que quieres.

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Tengo ganas de escribirte como antes mis deseos contigo, imaginarme tu piel contra la mĂa, apretarte muy fuerte. Tener fotos tuyas, me provoca mucho, me hace imaginar cosas contigo, cosas fuertes, sin censura. Tenerte acĂĄ y besarte todo el cuerpo: tus pies, tus manos, tus pechos; poner las manos sobre tu pelo cayendo en mi cuerpo, rozando tus pechos, perdiĂŠndose en tu cintura. Que tu cuerpo se moviera muy lento sobre el mĂo * ),+ )+ %+ ) tĂş sabes que me encantarĂa besar tu sexo. No sĂŠ por quĂŠ tengo esa obsesiĂłn contigo: disfrutar cada centĂmetro de tu sexo. Si me preguntaras por quĂŠ, no lo sĂŠ, tampoco por quĂŠ lo confieso abiertamente. La distancia me hace atrever a decĂrtelo. Casi me gustarĂa describir segundo a segundo mi boca rozando tu sexo. AlgĂşn dĂa tendrĂŠ la osadĂa para hacerlo.

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Hoy hemos tenido un clima con demasiado calor y tengo unas ganas terribles de darme un ba単o

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pero quiero que sea contigoN pero quiero que sea en este momento. ÂżCuĂĄl es la soluciĂłn?

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Hasta saciar mis ganas. Estoy seguro que me inspiras deseos tan intensos que tampoco yo tendré límites para amarte y para dejarme amar como anhelamos ambos, creo yo. Hay que seguir esperando el momento, prometo hacerlo con la mayor complicidad del mundo, alimentando cada día y cada noche esta amistad, amor, ilusión, no sé como llamarlo. En todo caso, ¡cuánto me haces falta! charlar así frente a frente y tomarnos un café cargado y que seas por sobre todo cómplice como dije anocheN te extraño Me pregunto siempre ¿qué extraño?, si no tengo tu olor, tu calor, si nunca he sentido físicamente tus besos, sin embargo a veces me hace falta que me acaricies, alguna vez tuviste que hacerlo en mis sueños. Anoche quise que estuvieras recostada allí conmigo el sueño no llegó hasta muy tarde. Tengo ganas de que quien perturbe mis sueños seas tú, con unos besos censurables, como dices. “Entra en mi vidaNte abro una puerta” como la canción Está bien: lo que quiero es ser conmovido por completo. Me roces con tus manos toda. Tengo ganas de amarte y que me hagas todo lo que me has escrito ¿Lo harás? Te necesito, tengo unas ganas de besarte ¿Solo de besarme? Confiésame tus deseos.

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Post Data Recuerda que todas las noches me meto en tu cama y te robo un beso.

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Tranquilo, pienso siempre que estoy contigo hay momentos duros y uno a veces se mata pensando en por qué no le cambia la vida, por qué no somos como la otra gente que no se preocupa por su existencia, te diría también que es bueno hacer el amor con alguien que te encante pero ahora no quiero que sigas ese consejo porque me muero de celos ¡Ah!, debes pensar que soy iluso, porque me imagino que tienes una pareja con quien pasar buenos momentos. Pero bueno, mejor no pienso en eso ahora, es inexplicable esto, cada vez más cerca de mí y de que a veces creo que ya te he conocido ¿Cuánto tiempo ya llevamos de amor cibernético?, ¿cuánta espera? me gustaría que estuvieras aquí para enrollarme en tu pecho y quedarme quieto, oír el palpitar de tu corazón por minutos y horas hasta dormirme. Trataré de hacer un esfuerzo por cumplir tus deseos la misma pregunta me hago a veces, no sé si quisiera realmente conocerte, me imagino lo difícil que será dejarte estoy esperando los besos que ofreces en todo el cuerpo...

Es una deuda pendiente.

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Saber de ti. Es extraĂąo, despertar esas pasiones, la verdad no sĂŠ por quĂŠ te pasa, pero de todas maneras es bello leer esos mensajes. Si estuvieras acĂĄ me encantarĂa besarte, abrazarte, me hicieras todas esas cosas que me escribes y que me excitan. Saber de ti. ExtraĂąaba no poder escribirte y mandar estos mensajes, arrebatos de sensualidad que provocas. No sĂŠ por quĂŠ me atrevo a contarte, me estoy convirtiendo contigo en escritor erĂłtico, pero sinceramente me gusta. Por un lado, que te lo tomes a bien y por otro, que me incites [excites] a seguir escribiendo. Si algĂşn dĂa nos encontrĂĄramos te harĂa todo eso y mucho mĂĄs, no sĂŠ por quĂŠ me provocas, y me desinhibo contigo. Te convoco con mis palabras, me dejas perturbado con tus fotos. ÂżQuĂŠ harĂamos si un dĂa nos conociĂŠramos? ÂżQuĂŠ harĂas conmigo? Me gustarĂa que me contaras. Te seguirĂŠ sin lĂmites, tĂş te haces responsable.

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Tú:

Estábamos en mi playa, en la casa de la luna y te presentaba a un grupo de amigos. Aunque fue un sueño muy cortito, te sentí muy cerca.

Yo:

Cuídate mucho, que pena que no esté yo allá para cuidarte y mimarte, prepararte una limonada caliente, acostarnos en tu cama y abrazarte mucho, mucho, y darte innúmeros besos, caricias tiernas.

Tú:

Me salen unas ganas terribles de reconocer tu piel y de poder regalarte muchos besos apasionados en la boca y en todas partes. Me embriagaría que me beses muy suavemente la espalda. "#2

$%&'()(*+,()*

Yo:

Como te dije anoche, me gusta beber de vez en cuando y no hasta embriagarme, promĂŠteme que me darĂĄs de beber el vino, pero de tu boca. SĂłlo asĂ acepto pararme de copas contigo. Un beso que te recorra el cuerpo, por dentro y por fuera. ÂżTe gusta que te llame?

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"#3

Tu melena de novia en el recuerdo Y tu nombre flotando en el adiós… -Andrés Calamaro-

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M %* ! Si ves que en algĂşn momento te vienen ganas de mejorar lo nuestro y poner nuestra relaciĂłn en el lugar que se merece, entonces me buscas. Sino, yo sabrĂŠ venir a buscar mis cosas en el tiempo prudenteN TĂş sabes lo que yo siento por ti.

Comentario al mensaje: siempre en esos momentos difĂciles aparecĂan estas notas firmadas con una inicial. ÂżPor quĂŠ? Eran demasiadas salidas de tus emociones incontroladas y querĂas mantenerte en el anonimato, o temĂas que yo guardara estos papeles como lo hice, y que alguien alguna vez los leyera y no supiera quiĂŠn fue.

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"#.

Estás en otra relación, me contaron. Él te llevará a cenar Él te llevará chocolates Él te llevará flores Él te llevará a pasear en su lujoso auto Él te llevará al cine, al teatro Él te llevará los fines de semana largos a contemplar la puesta de sol Y como te gustan los halagos ¿Sabes? Estas palabras serán testimonio del amor infinito hacia ti sí, la frágil palabra, la temerosa palabra las palabras, de esas que se lleva el viento la palabra que ha sido desde siglos y siglos. Los chocolates, las flores, las cenas serán efímeros ante la palabraN

No tengo nada mĂĄs que decir

â&#x20AC;&#x153;Madrugadas sin ir a dormir, es distinto sin tiâ&#x20AC;?

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