DISCURSO
Autor: Máximo Ochoa Gonzales
Tema: Valorar la agricultura
Queridos estudiantes:
Hoy quiero hablarles de algo que a menudo damos por sentado: la agricultura.
Cuando pensamos en agricultura, muchos imaginan campos y cultivos, y quizás creemos que eso no tiene nada que ver con nuestra vida diaria. Pero, ¿alguna vez se han preguntado de dónde vienen los alimentos que consumimos cada día?
¿Quiénes se encargan de cultivar las frutas, verduras y cereales que tenemos en nuestra mesa?
La agricultura no es solo una actividad más. Es la base de nuestra supervivencia. Sin ella, no tendríamos alimentos, y sin alimentos, no tendríamos vida.
Desde tiempos ancestrales, la agricultura ha sido esencial para el desarrollo de las sociedades. Fue gracias a que los primeros seres humanos aprendieron a sembrar y cosechar que pudieron dejar de vivir como nómadas y comenzar a construir ciudades, a crear civilizaciones.
Además, la agricultura no solo provee nuestros alimentos, sino que también genera empleo para millones de personas, especialmente en áreas rurales. Sin ella, muchas familias no tendrían una fuente de ingresos ni oportunidades de salir adelante.
Sin embargo, en la actualidad enfrentamos un grave problema: la falta de valoración de la agricultura. Cada vez más jóvenes dejan de interesarse en ella, y muchas veces se ve como un oficio que no tiene futuro. Pero, piensen en esto: estamos en un mundo donde la población sigue creciendo, y la demanda de alimentos aumentará considerablemente en los próximos años. Si no valoramos y apoyamos a la agricultura hoy, ¿quién garantizará que tengamos alimentos mañana?
Los agricultores enfrentan muchos desafíos enormes, desde el cambio climático hasta los bajos precios que reciben por sus productos. A pesar de todo, ellos siguen trabajando, a veces en condiciones duras, para que todos tengamos algo que comer.
La agricultura también es fundamental en la lucha contra el cambio climático. Cultivar de manera sostenible ayuda a conservar la tierra, a proteger el agua y a reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Por eso, es fundamental que los jóvenes no solo vean la agricultura como un trabajo “del pasado”, sino como una oportunidad para innovar y contribuir a un mundo más justo y sostenible.
Hoy en día, existen nuevas tecnologías y métodos que están revolucionando la manera en que se cultiva, y necesitamos jóvenes preparados, con ideas frescas, que se interesen por este campo.
Así que los invito a que valoren y respeten a nuestros agricultores. Ellos son nuestros héroes sin capa. Y, si tienen la oportunidad, consideren involucrarse en el mundo agrícola, ya sea aprendiendo sobre producción, investigando métodos sostenibles o simplemente apoyando a los productores locales. Recuerden, valorar la agricultura es valorar la vida misma.