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Una vida con firmeza

Juan era un joven humilde, bondadoso y dispuesto a ayudar a los demás. Su familia estaba muy unida y todos consideraban que los valores como la honestidad, la tolerancia, la fortaleza y la humildad eran esenciales para convivir en armonía con las personas de su comunidad.

A pesar de ser buenas personas, eran objeto de insultos por su forma de vestir y, a pesar de que trataban de no hacer caso a las críticas, algunas veces terminaban por sentirse mal por el proceder de algunas personas de su comunidad.

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La razón de su apariencia se debía a que en casa de Juan la situación económica era difícil, por ello, la ropa de los hermanos mayores era guardada para ser utilizada por los menores de la familia, y la ropa de los padres estaba muy vieja y gastada. Juan y sus hermanos no se quejaban de esta situación para no preocupar a sus padres, quienes se esforzaban día a día por darles alimento y cubrir sus necesidades escolares.

En ocasiones, Juan se vestía un poco descombinado o con ropa que le quedaba grande o ajustada. Como Juan era nuevo en la escuela, muchos compañeros se le quedaban viendo y se burlaban de él, aunque había algunos que se interesaban en ser sus amigos porque la bondad de su corazón, por encima de su apariencia, era evidente.

Juan tenía la seguridad de que asistir a la escuela era una oportunidad que no debía desperdiciarse y más cuando su familia contaba con pocos recursos. Él pensaba que estudiar era una manera de salir adelante, poder construir una vida mejor y ayudar a su familia.

Algunas veces él se sentía muy triste por ser objeto de las burlas y pensaba que quienes lo molestaban nada más iban a la escuela a buscar problemas con sus compañeros y profesores y que no aprovechaban las buenas enseñanzas que se iban presentando para después tener un buen empleo.

La familia de Juan era muy fuerte, pues a pesar de que los traban mal, todos sus integrantes seguían luchando por salir adelante y ayudar a todas esas personas que lo necesitaban, pues ellos pensaban que siempre había alguien más necesitado a quien tender la mano. Juan y su familia supieron sobrellevar todo los problemas y adversidades sin perder la firmeza. Con el tiempo, la fortaleza y la constancia de esta familia rindieron frutos y lograron cambiar su situación económica. Los hijos fueron los mejores en la escuela y los papás pudieron encontrar un mejor trabajo.

La situación en su comunidad también cambió. Las personas se dieron la oportunidad de conocer a esta familia y reconocer los valores importantes en ellos, por encima de su apariencia. Poco a poco la discriminación fue desapareciendo.

Con esfuerzo, la familia de Juan logró salir adelante y ahora ellos ayudan a personas para que sean mejores y vivan en un mundo justo.

María Fernanda García Romero Segundo grado de secundaria Telesecundaria 833 11ETV0833K San José Iturbide

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