2 minute read

1.2 Neutralidad

En este caso, la imprecisión se produce no por el término científico de velocidad sino por la acepción o significado que el hombre de la calle le concede. Sin embargo, frente a nuestro exclusivo y único vocablo velocidad, el idioma inglés distingue acertadamente entre la magnitud vectorial velocity y su módulo -magnitud escalar- speed. Y por ello, con acertado criterio, el angloparlante denominará al aparato de medida de su auto speedometer. Por suerte, van utilizándose cada vez más en nuestros libros de texto escolares los términos rapidez o celeridad para referirse al módulo de la velocidad o speed.

Y podríamos citar multitud de ejemplos en los que los conceptos del lenguaje común, utilizados como términos científicos, conducen a error y se revelan anticientíficos. Es el caso de expresiones como «yo peso 80 kilogramos», que induce a identificar masa con peso, o «tengo mucho calor», que sugiere la estanqueidad del mismo, o «esta señal es de dirección prohibida», que ignora los significados concretos que en el uso científico damos a los elementos dirección y sentido de una magnitud vectorial.

Advertisement

En conclusión, es necesario recalcar la enorme importancia que tiene la precisión del lenguaje en los procesos de enseñanza-aprendizaje de las áreas científicas.

1.2 Neutralidad

El lenguaje científico está libre de las acepciones, connotaciones o matices afectivos, tan frecuentes en los mensajes del lenguaje común y literario.

Ciertamente, esta neutralidad emocional es más una tendencia u objetivo del lenguaje científico, que una meta conseguida. Así, hay campos de la ciencia en que dicha neutralidad está prácticamente lograda, mientras que determinados términos de algunas áreas científicas, al pasar a ser utilizados en el lenguaje común, adquieren matices o connotaciones afectivas. Así, frente a términos matemáticos de evidente neutralidad como raíz cuadrada, integral, determinante, etc. se encuentran algunos términos médicos con enorme carga emocional como cáncer, sida, cirugía, tumor, etc. E incluso en campos aparentemente neutrales como la Física, se observan términos que van adquiriendo matices de simpatía o antipatía como radiactivo, voltaje, caloría, energía, etc.

A lo largo de la historia, algunos términos científicos que pasan al lenguaje común, además de recibir connotaciones afectivas, han cambiado también de significado. Es el caso del término histeria, que originariamente denotaba una enfermedad y que ha llegado a utilizarse frecuentemente como término despectivo. Lo mismo ocurre con otros términos médicos acuñados ya por Hipócrates como humor que han perdido totalmente su primitiva significación (cada uno de los cuatro elementos del organismo humano) y que ahora significan simplemente estado de ánimo; por ejemplo «estar de buen humor, de mal humor»,etc.

This article is from: