ecidir de forma adecuada?. Al pensar en la respuesta a estos interrogantes la palabra visibilidad tiene gran preponderancia y hoy en día técnicamente la respuesta a esta necesidad está dada: la tecnología ha dado paso a esta posibilidad y cada vez es más acertada ofreciendo mejores herramientas para soportar las decisiones. En busca de la visibilidad cada vez más las compañías profundizan en esfuerzos incansables en pro de la conectividad. Detrás de esta palabra sencilla hay gran cantidad de principios y herramientas que implementados de forma coordinada a lo largo de la red de valor generan facilidades que hasta hace muy poco eran impensables. El primer requisito y base fundamental de la conectividad, es la capacidad que desarrollan las empresas de hablar un único idioma. Llamar a los bienes, las localizaciones y las personas de la misma forma a través de toda la cadena es fundamental. Esto facilita la interoperabilidad de las aplicaciones de las compañías y el procesamiento sin errores de la información. Esta necesidad tiene su respuesta en el código de barras EAN*UCC, un sistema
global que unifica la denominación dada a estos elementos a lo largo de la red de valor y que adicionalmente mediante el símbolo facilita la captura automática de grandes volúmenes de información. Igualmente, cuando se hace referencia a hablar el mismo idioma, el intercambio electrónico de documentos, utilizando mensajes estándares EDIFACT/EANCOM y XML, cobra protagonismo. Hoy gracias a la implementación de esta herramienta para muchas empresas es impensable, por ejemplo, generar o recibir órdenes de compra impresas. No obstante, para hablar de conectividad no basta únicamente con contar con el mismo nombre para los bienes, las localizaciones y las personas e intercambiar documentos electrónicamente. Para que todo ello funcione debe haber bases sólidas y en este aspecto la calidad de las bases de datos es fundamental. Se debe entonces trabajar para contar con la información inicial desde la fuente y con la menor cantidad de transmisiones de la misma, evitando que los datos deban ser alimentados en diferentes puntos de la cadena con los riesgos de error inherentes a este tipo de procesos. Frente a
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esta necesidad nacen los catálogos electrónicos de precios y productos, donde de manera centralizada los dueños de la información tienen la posibilidad de alimentarla directamente y los socios comerciales la pueden obtener de primera mano. Con estas soluciones se hace posible la sincronización de la información entre los diferentes eslabones de la red de valor. 6 El paso siguiente en este desarrollo de la conectividad está dado por la facilidad de acceso a los sistemas de información para alimentarla y más allá de ésto procesarla y obtenerla desde cualquier lugar y por cualquier actor de la cadena. Es en este punto dónde cobra importancia indiscutible el uso de tecnologías más modernas, como la telefonía móvil, la radiofrecuencia y su estándar, el código electrónico de producto (RFID/EPC), que facilitan este intercambio de información en línea entre socios comerciales, la trazabilidad de los productos y aún más, integran al eslabón más importante de la red de valor: el consumidor. De acuerdo con las estadísticas en el 2010 el 40% de la población tendrá teléfono celular, a partir de estas nuevas
posibilidades el consumidor tendrá más acceso a información en línea para tomar decisiones más inteligentes e igualmente, a través de su interacción con estos sistemas, abre las puertas a posibilidades inimaginables para que los empresarios puedan conocerlo de cerca e identificar de manera muy temprana y desde la fuente sus preferencias y tendencias. Así las cosas, la conectividad presenta un camino de grandes dimensiones para la productividad y con ello para la competitividad, pues en la medida en que los empresarios de las redes de valor trabajen colaborativamente lograrán incrementos importantes en disponibilidad de información de calidad y procesos eficientes, a mínimos costos gracias a la inversión conjunta en infraestructura. Al uso de información compartida entre las partes y la toma de decisiones coordinadas entre los diferentes eslabones. La tecnología está disponible y se dinamizará y crecerá aún más gracias a las herramientas de open source. Al pensar en la respuesta a estos interrogantes la palabra visibilidad tiene gran preponderancia y hoy en día técnicamente la respuesta a esta necesidad está
dada: la tecnología ha dado paso a esta posibilidad y cada vez es más acertada ofreciendo mejores herramientas para soportar las decisiones. En busca de la visibilidad cada vez más las compañías profundizan en esfuerzos incansables en pro de la conectividad. Detrás de esta palabra sencilla hay gran cantidad de principios y herramientas que implementados de forma coordinada a lo largo de la red de valor generan facilidades que hasta hace muy poco eran impensables. El primer requisito y base fundamental de la conectividad, es la capacidad que desarrollan las empresas de hablar un único idioma. Llamar a los bienes, las localizaciones y las personas de la misma forma a través de toda la cadena es fundamental. Esto facilita la interoperabilidad de las aplicaciones de las compañías y el procesamiento sin errores de la información. Esta necesidad tiene su respuesta en el código de barras EAN*UCC, un sistema global que unifica la denominación dada a estos elementos a lo largo de la red de valor y que adicionalmente mediante el símbolo facilita la captura automática de grandes volúmenes de información.
Igualmente, cuando se hace referencia a hablar el mismo idioma, el intercambio electrónico de documentos, utilizando mensajes estándares EDIFACT/EANCOM y XML, cobra protagonismo. Hoy gracias a la implementación de esta herramienta para muchas empresas es impensable, por ejemplo, generar o recibir órdenes de compra impresas. No obstante, para hablar de conectividad no basta únicamente con contar con el mismo nombre para los bienes, las localizaciones y las personas e intercambiar documentos electrónicamente. Para que todo ello funcione debe haber bases sólidas y en este aspecto la calidad de las bases de datos es fundamental. Se debe entonces trabajar para contar con la información inicial desde la fuente y con la menor cantidad de transmisiones de la misma, evitando que los datos deban ser alimentados en diferentes puntos de la cadena con los riesgos de error inherentes a este tipo de procesos. Así las cosas, la conectividad presenta un camino de grandes dimensiones para la productividad y con ello para la competitividad, pues en la medida en que los empresarios de las redes de valor
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trabajen colaborativamente lograrán incrementos importantes en disponibilidad de información de calidad y procesos eficientes, a mínimos costos gracias a la inversión conjunta en infraestructura. Al pensar en la respuesta a estos interrogantes la palabra visibilidad tiene gran preponderancia y hoy en día técnicamente la respuesta a esta necesidad está dada: la tecnología ha dado paso a esta posibilidad y cada vez es más acertada ofreciendo mejores herramientas para soportar las decisiones. En busca de la visibilidad cada vez más las compañías profundizan en esfuerzos incansables en pro de la conectividad. Detrás de esta palabra sencilla hay gran cantidad de principios y herramientas que implementados de forma coordinada a lo largo de la red de valor generan facilidades que hasta hace muy poco eran impensables. El primer requisito y base fundamental de la conectividad, es la capacidad que desarrollan las empresas de hablar un único idioma. Llamar a los bienes, las localizaciones y las personas de la misma forma a través de toda la cadena es fundamental. Esto facilita la interoperabilidad de las
aplicaciones de las compañías y el procesamiento sin errores de la información. Esta necesidad tiene su respuesta en el código de barras EAN*UCC, un sistema global que unifica la denominación dada a estos elementos a lo largo de la red de valor y que adicionalmente mediante el símbolo facilita la captura automática de grandes volúmenes de información. Igualmente, cuando se hace referencia a hablar el mismo idioma, el intercambio electrónico de documentos, utilizando mensajes estándares EDIFACT/EANCOM y XML, cobra protagonismo. Hoy gracias a la implementación de esta herramienta para muchas empresas es impensable, por ejemplo, generar o recibir órdenes de compra impresas. No obstante, para hablar de conectividad no basta únicamente con contar con el mismo nombre para los bienes, las localizaciones y las personas e intercambiar documentos electrónicamente. Para que todo ello funcione debe haber bases sólidas y en este aspecto la calidad de las bases de datos es fundamental. Se debe entonces trabajar para contar con la información inicial desde la fuente y con la menor cantidad.
La respuesta a esta necesidad está dada: la tecnología ha dado paso a esta posibilidad y cada vez es más acertada.
10 La respuesta a esta necesidad estĂĄ dada: la tecnologĂa ha dado paso a esta posibilidad y cada vez es mĂĄs acertada.
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La respuesta a esta necesidad estĂĄ dada: la tecnologĂa ha dado paso a esta posibilidad y cada vez es mĂĄs acertada.