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1957 12 HOMBRES SIN PIEDAD
Doce hombres sin piedad narra el juicio sobre un asesinato. Este asesinato fue presuntamente llevado a cabo por un hijo que mató a su padre. Un jurado formado por doce hombres, muy diferentes los unos de los otros, deberá decidir por unanimidad si el joven es inocente o culpable y, en consecuencia, si es condenado o no a la silla eléctrica. Si existiera alguna duda razonable de cualquiera de los componentes del jurado, no se podría condenar al joven.
DIRECTOR: SIDNEY LUMET
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PAÍS: ESTADOS UNIDOS
GÉNERO: SUSPENSE/ DRAMA
BLANCO Y NEGRO
PREMIOS:
PREMIO EDGAR ALLAN POE- MEJOR GUION
PREMIO BAFTA- MEJOR ACTOR EXTRANJERO
PREMIO WGA- MEJOR DRAMA ESTADOUNIDENSE
PREMIO JUSSI- MEJOR ACTOR EXTRANJERO
“Doce años sin piedad” se ha convertido a lo largo del tiempo en un clásico y referente en el cine y en el ámbito judicial, a pesar de que en su estreno no se obtuvieran grandes beneficios.
Toda la película se desarrolla dentro de una pequeña sala, en la que un jurado popular formado por doce hombres deberá decidir sobre el futuro de un joven. Lo peculiar de este largometraje es que, a pesar de desarrollarse todo el tiempo en una sala, al espectador no le da sensación de agobio. Juegan con los planos, filmando conversaciones entre dos o tres de los miembros del jurado y, cuando uno de ellos se marcha hacia otra conversación, la cámara le sigue para dar un efecto de dinamismo. Sin embargo, se puede apreciar la tensión a la que están sometidos los miembros del jurado. Están varias horas en una sala, sin ventilador, con gran agobio al no ponerse de acuerdo.
Los doce hombres que componen el jurado representan, cada uno de ellos, una personalidad diferente. Entre ellos hay un presidente, que intenta llevar su obligación con disciplina; un empleado de banca; un pequeño empresario, que vuelca sus frustraciones en el acusado; un corredor de bolsa, frío y calculador; un señor que ha crecido en el mismo ambiente que el acusado y empatiza con él;… El más destacado es el arquitecto, interpretado por Henry Fonda. Es tranquilo y razonable y, al contrario que todos los demás, cree desde un primer momento, en que no pueden demostrar la culpabilidad del joven. Con sus argumentos irá desmontando, a lo largo de la película, las opiniones de culpabilidad del resto de los miembros del jurado.
Personalmente, la película me ha entretenido mucho. La situación provoca que estés toda la película con intriga de lo que pueda dictaminar definitivamente el jurado aunque, ya cuando se acerca final, se puede predecir lo que acabará ocurriendo. Los personajes te hacen reflexionar acerca de la sociedad, de los diferentes roles que existen en ella.