La incorporación de tecnología en los autos y la irrupción de nuevos modelos de comercialización redefinieron el papel de los mecánicos. A esta altura ya no basta con darse maña ni apelar al instinto. La capacitación profesional es una necesidad imperiosa en el desafío de hacer más rentable el taller y captar nuevos clientes, además de mantener a los que ya tenemos.