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Casas solares - Construirán 25 mil viviendas con tecnología solar en zonas altoandinas

Este sistema Colector solar – Acumulador – Transferencia (CAT), utiliza un colector de energía solar que transfiere el calor durante el día a un Casas solares cajón aislado con piedras que acumula la energía térmica. Funciona como una ba tería que, por la noche, mediante otro dispositivo, distribuye el calor en la casa.

El nuevo diseño, es fruto de la suma de esfuerzos de los sectores privado y público, y cuenta con el impulso y la participación de egresados y exalum nos de la PUCP.

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Se construirán 25 mil "casitas calientes" en un año, unas 68 por día, en las zonas más vulnerables a las heladas del país.

Una alianza clave

Hace un poco más de dos años, el in geniero Carlos Alarco, egresado de la Especialidad de Ingeniería Mecánica y presidente de la región Latinoamérica de Bechtel Corporation, tomó interés por los friajes y heladas en el Perú.

“Las campañas de donación de abrigo o frazadas no solucionan el problema de fondo, aunque se haga con muy buen corazón”, sostiene.

Alarco buscaba aportar desde su especialidad, la ingeniería. Al investigar sobre avances en este tema, rápidamente llegó a la PUCP. Así, contactó al Grupo de Apoyo al Sector Rural, que había trabajado en el año 2017 en el proyecto Koñichuyawasi: Casas Calientes Limpias, con el fin de sumar esfuerzos como par te de las acciones sin fines de lucro de Bechtel.

A su vez, integró en el equipo a los ingenieros Julio Guerrero, exalumno de la PUCP, y Bill Worek, ambos de Cambridge R&T, expertos en confort térmico y en transferencia de calor. Gracias al trabajo conjunto y con un nuevo diseño, en junio, se firmó el convenio interinstitucional con el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) y Sencico para mejorar el diseño CAT, que permitirá la construcción de 25 mil viviendas.

El Grupo de Apoyo al Sector Rural (Grupo PUCP) junto con especialistas en sistemas térmicos iniciaron el proyecto Sumaq Wasi que, en alianza con el Ministerio de Vivienda, construirán 25 mil "casitas calientes" en las zonas más vulnerables de los andes peruanos. El innovador diseño permite que el interior de las casas permanezca a 18°C, independientemente de la temperatura exterior.

“Son un conjunto de entidades que re presentan la unión de la academia, el Estado y el sector privado: el trinomio que el Perú necesita. Todos trabajando como un equipo para resolver problemas”, resume el ingeniero Alarco.

Sandra Vergara, coordinadora del Grupo PUCP.

Pruebas del diseño potenciado

“En los proyectos anteriores, Casas Calientes mejoraba las viviendas que ya existían. Ahora, tenemos la ventaja de que serán nuevos recintos con mejores formas de construcción”, explica la ingeniera Sandra Vergara, coordinadora del Grupo PUCP.

“Eso permite que reciba otros tipos de tecnología para mejorar la calidad de vida de las personas. La Universidad, con todo el conocimiento acumulado y el trabajo de los expertos, está aportando en ello”, señala. Vergara también explica que las viviendas tienen doble puerta, ventanas contrapla cadas y un área tapón que impide que el frío ingrese. Los muros y pisos contienen material aislante, y el techo tiene una ventana zenital que capta el calor del sol para aumentar la temperatura al interior.

Desde la segunda quincena de agosto, el ingeniero Jorge Soria, jefe del proyecto Casas Calientes Limpias del Grupo PUCP, dirige las pruebas de radiación en Cieneguilla. Aquí, el equipo trabaja con diez medidores temperatura, así como otros de velocidad y radiación solar.

Al culminar, en septiembre, el Ministerio de Vivienda construirá dos pilotos de vi viendas en la PUCP (una de adobe y otra de material noble), para comprobar los resultados teóricos

La tercera fase del proyecto será la implementación de viviendas reales en Cusco y Puno, para terminar de perfilar la recepción del proyecto. El objetivo es construir alrededor de 25,000 casas en un año: unas 68 por día.

Sin embargo, el reto no es solo técnico sino también social. La estrategia es bus car la aceptación de las familias e involucrar a la comunidad en las actividades.

En este caso, la propuesta es que los mismos usuarios finales construyan en la vivienda y reciban una remuneración, para que también se apropien de la tecnología.

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