* Libro publicado por Ediciones Idea. Canarias Mayo 2.009. Revisado por el autor.
DE GRUPO SOCIAL A CLASE DOMINANTE (LA REVOLUCIÓN USURPADA)
Joaquín Sagaseta de Ilurdoz Paradas
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PROLOGO
Me pide un amigo que escriba un prólogo para un libro que ha escrito un amigo de mi amigo. No conozco al amigo de mi amigo. Ni el libro. Pero le dije que si en cuanto me lo ha pedido. Porque conozco bien a mi amigo. Lo conozco en las cosas que desconocen las madres como si lo hubiese parido yo mismo. Lo conocí en momentos en los que se ve bien lo que un hombre vale o no vale: cuerpo a cuerpo con el Cuerpo de la incivil Guardia Civil y con el inmundo mundo de los tribunales y los presidios. Por eso le dije que sí porque bien sabía yo que mi amigo no iba a pedirme un prologo para una birria de libro. No me lo pediría así fuese la birria de su mejor amigo. Estoy segurísimo de lo que digo. Libro que ya tengo delante de mí. Y prologo que empiezo a garabatear ahora mismo. Así sirva solo para complacer a mi amigo. Pero hay aún dos razones añadidas que me han movido a mí a decirle que sí en el acto a mi amigo. Y voy a decirlas. Una. Conspire en Gran Canaria todo un año contra el crespón y la cera que sitiaba nuestras vidas -lo que hice en las filas del partido comunista, que era el único que cuando entonces conspiraba contra la ignominia que nos cernía y concernía- cosa que hace a uno algo oriundo del sitio, me pasa con Asturias lo mismo. Dos. Porque el autor es el sobrino predilecto -me lo dijo mi amigo- del abogado que tramito mi DNI -sin el menor interés crematístico- después de un año de secuestro y de cuatro de exilio. Don Fernando Sagaseta se llamaba el tío del amigo de mi amigo. Y era también del partido. Salta a la vista que el autor ni busca aplausos ni dinero con este libro y que le echa valor al decir lo que dice, porque su música no es la que los 2
emperadores de la tinta aplauden y cotizan: acaso le cueste rascarse el bolsillo, porque ni sopla en la bocina de la parte enemiga a cara de perro de los que vivimos una vida de mala muerte ni tampoco sintoniza con la parte aparentemente amiga, que mata más que la abiertamente enemiga, al matar por la espalda y emboscada de amiga. No detento título alguno para impartir veredicto fidedigno acerca de estilos de escribir, pero sé mejor lo que me gusta y lo que no me gusta que el más docto de cuantos ofician de críticos, y digo que me gusta este libro, me parece una aproximación lucida a las causas del desalentador desmorone de lo que fue gran bocanada de esperanza para los trabajadores de todos los países: la llegada al poder de los gloriosos soviets de obreros y campesinos, acontecimiento histórico que no tiene poco que ver con las conquistas proletarias posteriores a ese hito. Hito que volverá a repetirse -que no echen las campanas al vuelo los apóstoles del neoliberalismo-: el cambio cualitativo se operará, sea cuando contra todas las evidencias que nos incriminan a los comunistas, a todos los comunistas, las relaciones de producción capitalistas están abocadas al pretérito y el porvenir se llama socialismo científico, así lo escribe negro sobre blanco el autor a lo largo de todo el libro. Y miren que tiene tela poner en valor los postulados marxistas después del tsunami del desprestigio que se nos vino encima, tiene tanta o más tela ponerlos en valor hoy que cuando don Carlos Marx y don Federico Engels pusieron a recorrer Europa el fantasma del comunismo. Tiene tela, pero es así, tal cual el autor dice: fallo la práctica, no la teoría; la teoría del socialismo científico ni caducó ni tiene fecha de caducidad; los profetas del neoliberalismo que se agarren a ese clavo ardiendo todo lo que resistan: lo que no podrán será impedir que el socialismo sea la 3
negación del capitalismo. Fue lo que les sucedió a los sistemas de producción anteriores cuando no dieron más de sí. Y el que no da más de si ahora es el capitalismo. Los reyes de la dialéctica lo harán trizas. Todo nace, se desarrolla, declina y muere. Les pasó a los sistemas anteriores y también se llevarán por delante al capitalismo. El próximo cadáver que caerá en la tumba de la Historia se llama plusvalía. Y ya urge abolirla. Urge porque apenas si estamos a tiempo de evitar que el hambre nos devore a todos, también a los que malamente comemos estamos en peligro: que son tres mil los millones de hambrientos en el mundo las clavijas que el mundo les viene apretando a ellos un poco más cada día. Hambrientos que están legitimados para entrar en las despensas mejor y peor surtidas como elefante en cacharrería. Peligro que no se consumará sólo si se operan cambios radicales en el modo de producir y en el reparto de lo producido. Si esos cambios sustantivos no se operan, no habrá 0.7 por ciento que lo evite, lo del 0.7 por ciento no es más que un adorno pueril. La solución se llama: a cada cual según su cantidad y calidad de trabajo realizado. Ni más ni menos. Es lo ineludible. Cuando se dice que otro mundo es posible, el condicional hay que ponerlo en imperativo y decir que este mundo es insostenible. Mírese por donde se mire. Que el banquero Botín se embolse 3000 millones de euros de plusvalías en nueve días de operaciones bancarias -mientras mil millones de almas agonizan- es perpetrar una afrenta descomunal contra la humanidad. Y procede decirlo sin ambages: no existe plusvalía inocente, toda ella es culpable, culpable de cuanto sucede y no debiera suceder y culpable de cuanto sí debiera suceder y no sucede. Y a todo esto: el petróleo que se acaba, y el bosque, y el carbón, y el gas y todo se acaba. Los viejos y nuevos
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depredadores de recursos todo se lo tragan. Están dejando al mundo en cruz y en cuadro al paso que van. El sindicalismo de clase y los partidos proletarios tienen que radicalizarse sea, y esa vez será, necesariamente, con carácter definitivo. Cuando eso suceda, que sucederá, que nadie se rasgue las vestiduras: será la ley de la negación dialéctica que lleva dentro el sistema. Pueden ponerlo el cuño, señoras y señores: la explotación del hombre por el hombre no será eterna. El autor asevera certeramente que el desmorone de la Unión Soviética fue un drama histórico para los pueblos que integraban la Unión Soviética -yo diría que lo fue para la especie- y que las causas fundamentales de su derrumbe fueron internas y no externas. El autor le da por el palo a Marx con ello, que a la hora de catalogar filosóficamente las contradicciones que operan en todo fenómeno, da categorías de fundamentales a las internas
y de
secundarias a las externas. Y una de esas contradicciones internas que dieron al traste con el sistema soviético dice el autor fue el burocratismo con que se blindo la aristocracia del partido para perpetrar impunemente su buena vida contra la mala del resto. No tuvo pelos en la lengua. Pienso igual que el. Mientras leía yo eso que él dice en el primer y segundo párrafo de su libro sobre el burocratismo me vino a la memoria que Maiakóvsky algo así ha dicho sobre el burocratismo: Hay que comprar una escoba; hay que hacer una reunión. Hay que comprar un lápiz; hay que hacer una reunión… ¡Hay que hacer una reunión que acabe con todas las reuniones! No me tomen la cita al pie de la letra, cito de memoria, y lo aviso: toda su poesía la tengo en la cabeza como una larga trenza de un solo verso de infinitas silabas. De lo que no tengo dudas es de que algo así de sustantivo dijo. Por algo era el poeta de la revolución. Por algo Lenin dijo que no entendía su poesía, pero que le gustaba 5
lo que decía. Por algo el grandullón poeta de blusa amarilla, vocinglero en jefe del futuro del mundo, puso el dedo en la lacerante herida inferida en la gran revolución de aquel gran país por el frío agujón del egoísmo de la aristocracia del partido. La reunión que
Maiakóvsky pedía no se hizo y el rimbombante
socialismo maduro que acuño la aristocracia del partido pudrió de raíz. La aristocracia autotitulada comunista ha dejado la esperanza proletaria para el arrastre urbe et orbi sine die. Y es comprensible: pues si mal está que nos explote la parte contraría; que nos chuleen los falsos camaradas, además de estar mal, denigra; y se han adueñado de cuanto había de valor en sus países a lo bandido, chicos granujas han devenido, sus nombres ya figuran en Forbes a la cabeza de las nuevas y viejas sanguijuelas de la plusvalía. Nos han jodido a todos los comunistas bien jodidos. Y a todos los partidos. No hay partido hermano que se libre: el adjetivo de partido de nuevo tipo lo hicieron senil. Y a pesar de todo lo cual, un valor recorre el libro que no es de estilo: en el sentido exacto de la palabra. El gran Torga lo diría mejor que nadie: cando a reacción é un ferito, a revolución é un dereito. Es lo que hay que decir alto y claro en todas las partes. Puede sonar radical, se que sonará, pero no debe arredrarnos que nos llamen radicales, seguro que nos lo llamarán con ánimo de descalificarnos, pero no harán más que honrarnos al llamárnoslo: ser radical es llevar las cosas hasta su raíz, y la raíz para el hombre es el hombre mismo. Son palabras de Marx que el viento no se llevará. El mundo tiene que cambiar de base. Y cambiará. Caiga quien caiga. Digo allí arriba que haber luchado todo un año en Gran Canaria por dignificar aquella birria de vida que llevábamos hizo que también me sienta algo canario, y no es un adorno banal: los sucesos de Sardina son parte de mi; y exijo que nadie me la ponga en diminutivo, que me salió por un pico. 6
Me salió por un pico, sí, pero -digan lo que digan los que se arrugaron aquel día- aquella gesta colectiva prestigió al partido y a toda la Isla: Sardina, San Adrián de Besós, Asturias, Erandio, Ferrol… fueron hitos de luz que fueron dejando vencida la mala sombra que nos asombraba; a base de pensamiento pasivo de oficina, Franco se hubiese convertido en dictador perpetuo; ni Arias Navarro ni Martin Villa ni Fraga Iribarne ni los demás canallas del Estado se hubiesen hecho reformistas de por sí jamás de la vida, el fascismo fue vencido gracias a que hubo hombres y mujeres dispuestos y dispuestas a asumir en momentos difíciles lo que fuese preciso.
Xesús Redondo Abuin
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(*)Xesus Redondo Abuin nació en Galicia. Durante la segunda mitad de los años cincuenta y comienzos de los sesenta del siglo pasado trabaja de minero en Asturias donde participa en la formación de las primeras Comisiones Obreras y en el movimiento huelguístico de aquellos años. Trabaja de minero en Lieja y se destaca en la organización del PCE en el Benelux. Respondiendo a directrices del PCE retorna al interior donde es detenido por Melitón Manzano permaneciendo seis meses en situación de detención ilegal. Es destinado al Sahara para cumplir con el servicio militar. Por la silicosis que le afecta es enviado a Canarias donde realiza un activo papel en la dirección de la juventud comunista y en el partido. Es el herido de bala en los sucesos de Sardina del Norte en Septiembre de 1968 . Condenado por un Consejo de Guerra cumple siete años de prisión. Ha permanecido siempre leal a sus convicciones comunistas. El “amigo” al que hace alusión en el prologo de este texto es Jose Montenegro veterano militante con quien compartió prisión
y con quien comparte
convicciones comunistas. Joaquín Sagaseta que ingreso en la organización clandestina de la juventud comunista en el año 1967
conoció a Redondo Abuin en aquellas fechas y
circunstancias.
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DE GRUPO SOCIAL A CLASE DOMINANTE
(LA REVOLUCION
USURPADA) Joaquín Sagaseta de Ilurdoz Paradas.
No puede haber tragedia mayor que la de una gran revolución que sucumbe al puño que tenía que defenderla de sus enemigos. Isaac Deutscher
-ILA BUROCRACIA COMO AMENAZA
El drama histórico sufrido por el pueblo soviético con el derrumbe de la URSS, no fue, ni pudo ser, la resultante de factores externos que, " desde fuera", de manera ajena a las contradicciones del sistema y a los componentes subjetivos del desarrollo social, condujeron a la derrota. Aquellos factores externos que obviamente concurrieron, (desde luego no mas intensos que muchos de los que hubo de resistir y vencer la URSS en sus ochenta años de historia), difícilmente hubieran concluido en el desmoronamiento del sistema, 8
si no fuera por la receptividad que encontraron en una honda descomposición del régimen y, sobre todo, en agentes sociales que desde posiciones rectoras unían su interés de grupo a la destrucción del socialismo. Para culminar en aquella situación de desmovilización social y bancarrota del régimen socialista, el factor decisivo, si no el único, parece residir en lo que ha venido a denominarse "degeneración burocrática". La realización de lo que Marx consideraba "peligro permanente de la usurpación gubernamental de la dominación de clase". ( C.Marx y F. Engels.
Obras 2ª edc. T.17
p.458)
Debe advertirse, que aquel "peligro de usurpación", se presenta en la fase de construcción del socialismo con un crecido riesgo, como un auténtico tendón de Aquiles. Durante ese período - período de transición- , el aparato económico y todo el tejido de relaciones sociales, se va conformando impulsado por resortes político-administrativos que cobran, por lo mismo, una importancia incrementada. El poder de la burocracia y la alta amenaza de que el aparato funcionarial asfixiara al socialismo fueron, durante un tiempo, ampliamente tratados en la literatura marxista. Sucedió así, particularmente, al hilo de la experiencia de la Comuna de París, de los episodios históricos protagonizados por Luis Bonaparte y del análisis del estado prusiano, "el estado burocrático", como lo definiera Marx
( C. Marx. Carta a L. Kuglemann. Marx-Engels obras esco. T
pag. 429. Edt. Progreso-.
"...Para no perder de nuevo su dominación recién
conquistada,
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la clase obrera tiene que precaverse contra sus propios
diputados y funcionarios, declarándolos a todos sin excepción revocables en cualquier momento ", señalaba por su parte Engels ( CM y FE Obras T.22 p199).
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Pocas cosas suscitaron más preocupación a Rosa Luxemburgo, que las patologías burocráticas del movimiento obrero (RL Huelga, Partido y Sindicatos). Gransci es igualmente expreso, en este extremo, en su artículo "Sobre el funcionarismo", escrito a comienzos de 1921. Para Otto Bauer, la subordinación de la burocracia es cuestión esencial del socialismo: "Sólo si la burocracia se somete al control de las masas trabajadoras, y las masas de no privilegiados controlan los ingresos y los privilegios de los "electos", sólo en este caso, la totalidad del pueblo trabajador será propietaria de los medios y de los poductos de su trabajo”.
( Otto Bauer. ¿ Entre dos guerras? La crisis de la
economía mundial, de la democracia y del socialismo. Eugen- Prager edt. 1936).
También Kautsky previno sobre el mismo peligro bastante antes de la revolución soviética: …si la organización -del estado socialista- trasciende ciertos límites las masas no podrán regir ellas mismas sus asuntos (…) así el poder de la masa organizada se transforma de manera indirecta en poder de sus personas de confianza o jefes (…) y si no pueden controlar de forma constante a sus jefes y tenerlos en sus manos , antes o después llega un momento que estos últimos dirigen el poder no solo contra los enemigos del pueblo sino contra los elementos indeseables para ellos de este mismo pueblo, convirtiéndose así de servidores de las masas en sus gobernadores…(
K.K.
Problemas inmediatos del socialismo internacional)
En 1924, el marxista húngaro, Giorgy Lukas, en su texto LENIN, consideraba: …El sistema de consejos intenta, fundamentalmente, vincular la actividad de los hombres a todos los problemas generales del Estado, de la economía, de la cultura….oponiéndose, simultáneamente, a que la administración de todas estas cuestiones se conviertan en el privilegio de una capa cerrada, aislada de la vida social.
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Toda la vasta elaboración de Mao Tsetung sobre la "línea de masas”, y la derivada consigna que se abran cien flores y compitan cien escuelas, concebida a raíz de los sucesos de Hungría en 1956, se inspira en el temor a las distorsiones y poder de esa burocracia. Excepcional significación reviste, que el propio programa de los bolcheviques desde 1919 introdujera la expresión "Estado obrero con deformación burocrática", para referirse al curso del proceso revolucionario en Rusia. Al respecto Lenin indicaba: "En el programa de nuestro Partido vemos ya que nuestro Estado es obrero con una deformación burocrática, hemos tenido que colgarle esa lamentable etiqueta, ahí tenéis la realidad del periodo de transición”
( Lenin. Los sindicatos en el momento actual y los errores de
Trotsky . Obras Completas. T. XXXIII . Ed. La Habana).
En la obra de los máximos pensadores marxistas, el burocratismo no aparece, ni identificado a los trabajadores de la administración, ni banalizado al punto de reducirlo a un simple problema de métodos, malos hábitos y rutinas oficinescas. Fue examinado como un sistema verticalista de administración, generador de privilegios, con alto potencial de violencia por la debilidad social del grupo en el que se sustenta. Por anticipado que para el marxismo niveles de burocracia – autoridad y subordinación- eran necesarios e inevitables: …de una parte, cierta autoridad delegada o como sea, y de otra cierta subordinación, son cosa que independientemente de toda organización social , se nos imponen con las condiciones materiales en que producimos y hacemos circular los productos (…) es pues absurdo hablar del principio de autoridad como de un principio absolutamente malo, y del principio de autonomía como de un principio absolutamente bueno” Autoridad -1873- T 3º Obras Escogidas. Edto. Progreso).
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( Federico Engels. De la
La Burocracia como problema es otra cosa. La Burocracia constituye un grupo social privilegiado de funcionarios públicos. El burocratismo un método; el burocratismo puede prevalecer sin Burocracia, pero ésta actuará necesariamente con modos burocráticos. Refiriéndose a las medidas adoptadas por la Comuna de Paris sobre incompatibilidad en el desempeño de más de un cargo público, sobre el establecimiento del salario de los funcionarios en un máximo equivalente al de un obrero cualificado, sobre su obligatoria rotación, revocabilidad y control social , tal vez el punto mas importante en lo que se refiere a la cuestión del estado (Lenin.
El Estado y La revolución)..
y la ignorancia que de todo ello hacía
gala una parte importante de la socialdemocracia de la época, Lenin comentaba: "...precisamente en torno a estos puntos, las ideas fundamentales de Marx sobre el Estado se ignoran completamente... El procedimiento consiste en mantener silencio sobre ello, como si fuera un sencillo fragmento de una anticuada ingenuidad" (obra citada). En el mismo texto Lenin
alude a la deformación bastarda de la
controversia entre el marxismo y el anarquismo. La coincidencia -la lucha contra la burocracia- no quieren ni verla (…) Marx subraya adrede, para que no se tergiverse el sentido de la lucha contra el anarquismo, la forma revolucionaria y transitoria del estado que el proletariado necesita. El proletariado necesita del estado sólo temporalmente. Por su parte,
Engels
en De la Autoridad -1873- consideraba: si los autonomistas se limitasen a decir que la organización social del porvenir restringirá la autoridad hasta el límite estricto que la haga inevitable las condiciones de la producción, podríamos entendernos…exigen que el primer acto de la revolución social sea
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la abolición de la autoridad. ¿No han visto nunca una revolución estos señores?. Ese silencio al que se refería Lenin, desde luego que no casual, y la estrábica visión del debate marxismo-anarquismo, que a la postre terminó imponiéndose con la simpleza del ¡Nosotros reconocemos al estado, los anarquistas no¡, ocupa, a mi juicio, un lugar central en el desarme ideológico que sobrevino en el movimiento comunista. Se contaminó
uno de sus
principales nutrientes. No en vano afecta tal vez al punto mas importante de la cuestión del estado.
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-IILA INICIATIVA POLITICA-ADMINISTRATIVA EN EL SOCIALISMO En el capitalismo el poder burocrático-administrativo normalmente secunda, y en el peor de los casos traba, el desarrollo capitalista. En este sistema, en gran medida, las fuerzas productivas trabajan por su cuenta, el poder y los privilegios residen ante todo en la base económica, en la propiedad y en las posiciones rectoras en el mundo mercantil. Las propias leyes del desarrollo capitalista refrenan, en parte, la expansión del poder burocrático por mucho que necesiten del estado para la acumulación, transferencia de recursos, coacción y hegemonía. Pese a ello, cuando en determinadas coyunturas las sociedades capitalistas desisten de los modos democrático-formales y se revisten con formas de gobierno más autoritarias
ampliando su cobertura burocrática,
militar y represiva, ésta puede hacerse autosuficiente y escapar durante un periodo de tiempo al control de la propia clase. Puede suceder, igualmente, en sociedades de débil desarrollo capitalista, donde un importante fragmento de la burguesía procede de una burocracia enriquecida con el saqueo de los recursos públicos. Esto ocurrió ya en la Prusia de mediados
del siglo XIX. El poder independiente y
autosuficiente de la burocracia era el resultado de la combinación entre la decadencia de las relaciones feudales burgués.
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y la insuficiencia
del desarrollo
La relación entre propiedad y poder no es mecánica, la interfiere la propia naturaleza contradictoria de la clase propietaria, la intervención de sus antagónicos, la presencia de grupos subalternos que ocupan espacios, obligaciones de gestión, necesidades de consensos… …Como mejor se comprende todo esto es desde el punto de vista de la división del trabajo. La sociedad crea ciertas funciones comunes de las que no puede prescindir. Las personas nombradas para ellas forman una nueva rama de la división del trabajo dentro de la sociedad. De este modo asumen también intereses especiales opuestos a sus mandantes, se independizan de ellos y ya tenemos ahí al estado (…)Es un juego de acciones y reacciones entre dos fuerzas desiguales: de una parte el movimiento económico y de otra ell nuevo poder político que aspira a la mayor independencia posible y que, una vez instaurado goza también de movimiento propio. El movimiento económico se impone siempre en términos generales, pero se halla también sujeto a las repercusiones del movimiento político creado por el mismo y dotado de una relativa independencia…”
(Engels a Conrado Schmidt. Octu. 1890.
Marx y Engelñs . Obras escogidas. T. 3. Edto. Progreso).
Cabe decir otro tanto del movimiento propio y los intereses especiales que forzosamente se reproducen en todas las esferas de las superestructuras (jurídico-judiciales, ideológico-culturales etc.) y de su incidencia en las relaciones económicas que están en la base de la sociedad en ese juego de acciones y reacciones. De otra forma, como igualmente subrayaba Engels, analizar una época histórica cualquiera sería mas fácil que resolver una simple ecuación de primer grado.
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La situación de la clase en lucha por la toma del poder, y de la clase cuando toma el poder es distinta. Tras la toma del poder una parte de la clase se convierte en agente de ese poder, una diferencia funcional que lleva aparejada la diferencia social. Es distinto el lugar que se ocupa en la producción, en la distribución y en el consumo. Y eso es valido, también, para la revolución burguesa. Robespierre ponía en guardia sobre la intoxicación del poder, de hecho los intoxicados constituyeron un componente decisivo de la reacción durante el Directorio. La sustitución progresiva del principio de elección por los nombramientos fue un factor muy relevante para la decadencia del partido jacobino, la frustración desmovilizadora del pueblo y el Thermidor. En el socialismo el mercado ya no es la forma determinante del valor. Es un referente subordinado a una planificación que se diseña conforme a la escala de las necesidades, prioridades nacionales, lucha contra las desigualdades, equilibrios regionales…En la URSS durante la década de los años 70 del siglo pasado los artículos que representaban mas del 90% del comercio, singularmente al por mayor, estaban sujetos a la planificación. El desenvolvimiento de las nuevas relaciones viene pues indisolublemente ligado a la iniciativa político-administrativa y por lo mismo la desviación burocrática se presenta siempre como una amenaza tendencial. Un censo realizado en 1970 puede dar una idea de las dimensiones que puede alcanzar la
desviación burocrática:
El aparato administrativo lo conformaban
13.800.000 trabajadores, el 15% de la población activa. De ellos más de 4.000.000 eran directivos y jefes. En el sistema productivo que daba trabajo al grueso de la población, 50.000.000 de personas tenía a su frente mas de 2.500.000 directivos y administradores.
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La reproducción de las relaciones burocráticas en el socialismo está determinada, en buena medida, por el hecho de que la forma de propiedad, estatal o cooperativa, no concede a sus propietarios la posibilidad de ejercer derechos de propiedad directamente. Un peligro que se centuplica cuando las transformaciones se emprenden en sociedades con limitada articulación de la sociedad civil, donde entre el Estado y la masa de la población no hay apenas nada, y sobre todo cuando el nuevo sistema se ha de edificar sobre una base débil de desarrollo de las fuerzas productivas, con escaso capital humano. En la Rusia de Nicolas II y Rasputin comenzar la revolución era tan fácil como levantar una pluma” llegó a decir Lenin (VII Congreso Extraordinario del PC (b) 1.918).
Pero en comparación con los paises avanzados nos será mucho mas
difícil continuarla y llevarla hasta la victoria definitiva (La Tercera Iinternacional y su lugar en la historia. Abril 1919).
La acumulación socialista originaria requiere entonces, de su ley de bronce, de enérgicas decisiones económico-políticas inevitablemente emparejadas con penosas consecuencias sociales inmediatas. Se incrementa, en consecuencia, la propensión al verticalismo a la centralización y a la autosuficiencia del aparato administrativo. El aparato administrativo, en el estado socialista, se deriva esencialmente del carácter de las relaciones de propiedad, de la planificación y la socialización. Actúa como propietario con la autoridad del conjunto de la sociedad. Constituye, por eso, un marco en el cual se desenvuelve tanto el deseo de unas relaciones socialistas y democráticas, como el peligro de unas relaciones burocratizadas. Se trata de una contradicción esencial y objetiva presente en el sistema, que tendrá que resolverse en un sentido o en otro.
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Justamente advertido de que la rama pudiera mas que el árbol , en el pensamiento marxista ocupó un lugar relevante –hasta su traumática amputación avanzada ya la segunda mitad de los años veinte del pasado siglotodo lo concerniente a la relación estado-partido-clase y al significado de la burocratización en el conjunto de la sociedad política partidos, sindicatos...-.
Se
-administración,
contaba, entre otras, con el conocimiento
sobradamente estudiado, de la descomposición de la II Internacional en 1.914. No hay referencia bolchevique sobre aquella experiencia –y se cuentan por centenares los textos- en donde no se haga alusión al papel determinante de las cúpulas burocráticas
de partidos y sindicatos en aquellos críticos
momentos.
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-IIILOS TEOLOGOS DEL ESTADO
Por el lugar que ocupa en la sociedad y por el carácter de sus funciones, la alta burocracia percibe con temor el control y la participación social, siente en ello una mutilación de sus prerrogativas, cuando no un peligro mortal para su posición dirigente. A diferencia de las grandes clases sociales, en que su poder descansa en el dominio de la base económica de la sociedad y desde ahí construyen todo el entramado de consenso social, siendo el poder político, en lo esencial, un derivado de ello. Para la burocracia, detentar el control administrativo de forma arbitraria y en su propio provecho es, por definición, cuestión central, sin ello carece de cualquier superioridad, no existiría como grupo social. Dado su carácter de grupo parasitario, que solo sobrevive con el dominio del entramado político administrativo, la burocracia se ve forzada a tejer un mismo soporte social mediante una intrincada de red de privilegios, complicidades, corrupción y hamponería,
es por eso particularmente
beligerante contra cualquier línea de profundización democrática e intervención
popular. De ahí nace la extrema violencia con la que, con
frecuencia,
el “poder burocrático” combate al “poder social”. Y de ahí
también la ferocidad con la que sus distintas fracciones dirimen la lucha por la posesión y reparto del poder estatal.
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El mundo jerarquizado del hábitat burocrático, y el poder de que dispone, se refleja en una singular concepción de la sociedad. Esta se les representa dividida entre administrados y administradores dentro de una escala vertical de grados y categorías. Por sus propias condiciones de existencia, en la psicología de este grupo social arraiga con facilidad una abstracción fetichista del poder político-administrativo. La administración la subjetivizan como el partido del orden, la organización del orden. El espíritu burocrático- escribe Marx- es un espíritu teológico…los burócratas son los teólogos del Estado(…)la autoridad es su principio y la idolatria de la autoridad su sentimiento(…)se oponen como sociedad civil del Estado al Estado de la sociedad civil… ( CM
Contribución a la critica de la Filosofía
del Derecho de Hegel)
Por la misma razón a la Burocracia le repugna toda idea de poder social. Justamente, una disposición lo más opuesta a los requerimientos de un sistema, como el socialista, que tiene que apelar a la iniciativa creadora del pueblo que es, en definitiva, donde reside el factor decisivo para su éxito y, llegado el caso, su misma supervivencia. En este sentido consideraba Lenin: Para nosotros, lo que da su fuerza a un estado es la conciencia de las masas. El estado es fuerte cuando las masas lo saben todo, cuando pueden juzgar cualquier cosa y actúan siempre con perfecta conciencia – Lenin. Obras Completas T. 2 Pág. 150 Edi. en francés).
Para la mentalidad burocrática, por el contrario,
cualquier idea innovadora constituye un desafío. El fetichismo, el espíritu teológico, con el que el burócrata valora el poder administrativo, explica, en cierto modo, esa tendencia a relacionarse con los administrados como individuos de otro escalafón, subordinados.
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Fidel Castro expresaba esta tendencia en los siguientes términos: …Cuando se habla de corrupción incluyo la arrogancia, la prepotencia, la falta de humildad, los abusos de poder. Lo he visto, y lo he visto mas de una vez… hay hombres que apenas tienen un poco de responsabilidad y ya empiezan a cambiar, comienzan a deformarse –con un poco de poder, no con mucho poder- , y estimo que el riesgo es mayor cuanto mas poder tienen los hombres, es una realidad; creo que esto exige, primero, tener conciencia de la cuestión y estar siempre alerta, estar siempre vigilante contra ese riesgo.
( Un
grano de maiz. Conversación con Tomas Borge. Publicaciones del Consejo de Estado. La Habana 1992).
Lenin manifestaba, con reiteración, su temor a que el nuevo cuerpo funcionarial surgido de la Revolución terminara contaminándose y asumiendo los métodos y la psicología del viejo aparato administrativo, que pasara así lo que a aquellos pueblos conquistadores que terminaban siendo dominados por la cultura de los conquistados: Si el pueblo conquistador es mas culto que el conquistado, impone a este su cultura; pero si es al contrario, acontece que el vencido impone su cultura al vencedor. ¿ No ha pasado algo semejante en Moscu, la capital, y no ha resultado aquí que 4.700 comunistas (casi una división completa, y todos de los mejores)se ven dominados por una cultura ajena?.Aquí se podría tener, por cierto, la impresión de que los vencidos tienen una cultura elevada. Nada de esto. Su cultura es mezquina, insignificante, pero sin embargo, es más elaborada que la nuestra. Por deplorable y misera que sea es mayor que la
de
nuestros
militantes
comunistas
que
responsabilidad…”. Y esto lo afirmaba Lenin,
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ocupan
cargos
de
en 1922, en el ultimo
Congreso del Partido al que su deteriorada salud le permitió asistir. ( Lenin. Obras Completas. T. 25 . Informe Político en el XI Congreso del PC).
Le prestó atención Lenin, en muchas ocasiones, a aquella
temible
herencia de la Rusia zarista –tan repetidamente reflejada en la literatura rusadonde el acceso a un cargo funcionarial era una de las escasas posibilidades de promoción y respetabilidad social, máxima aspiración de las gentes con cierta cualificación, y así durante generaciones. Al servidor del zar por mísera que fuera su realidad, ese trocito de poder confortaba su infeliz existencia. No era este un problema banal, añadido, sino un componente psico-cultural de la historia que no puede dejarse de tener en cuenta sin correr el riesgo de que la cultura del vencido, por mezquina que sea, se imponga a la del vencedor: La tradición de las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos
( Marx. El 18 Brumario).
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-IVDE SERVIDORA A SERVIDA
La amenaza de usurpación burocrática de la dominación de clase no se resuelve con fórmulas simplistas que tiendan a la negación o menosprecio del papel del partido y del Estado en la transición socialista. La necesidad de apoyarse en un aparato de Estado para las transformaciones socialistas, con todos los riesgos que comprende, es cuestión ya resuelta desde las últimas décadas del siglo pasado, cuando prácticamente la controversia ideológica, iluminada por la experiencia ya acumulada por el movimiento obrero,
dilucidó el debate entre las posiciones marxistas y
bakuninistas . En las últimas décadas del siglo diecinueve los importantes éxitos de la lucha política y electoral de los socialistas alemanes, daneses y suizos – estos últimos lograron mediante referéndum aprobar la Ley Fabril la mas progresiva de la época- a la par que la esterilidad del movimiento aliancista –anarquistainclinaron definitivamente la balanza a favor de los criterios marxistas a excepción de España donde el conflicto persistió hasta la derrota del 39 y en menor medida Italia, Argentina y la propia Rusia.
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La experiencia arrojada por el paso del tiempo confirma que
la
organización del partido de la clase y la lucha política para la conquista del estado es una necesidad “objetiva” fuera ya de discusión, y , de suyo, …es preciso también, a despecho de Trostky, tener organización
en
una
de millones cierto porcentaje de intercesores, burócratas
(durante muchos años no podremos pasarnos sin buenos burócratas). Pero – no por ello- hablamos de democracia intercesora o burocrática
(Lenin. Acerca
de los sindicatos, el momento actual y los errores de los camaradas Trotsky y Bujarin. 1921)
Esa objetividad, lejos de minimizar, subraya el riesgo de usurpación burocrática del poder, revela que tal peligro cuenta para realizarse con un soporte ideológico-cultural, material y clasista, extremadamente poderoso. Sobre esta amenaza anticipaba Marx: "( la clase obrera que ha tomado el poder) debe impedir que sus órganos de Estado se transformen de servidores de la sociedad en señores de ésta”(…)” gobernados por señores que hacen de la política un negocio” (…) en realidad el Estado no es mas que una maquina para la opresión de una clase sobre otra, lo mismo en la republica democrática que bajo la monarquía; y en el mejor de los casos , es un mal que se transmite al proletariado triunfante…el proletariado, lo mismo que hizo la Comuna no podrá por menos que amputar, inmediatamente los lados peores de este mal…– C. Marx. La Guerra Civil en FranciaObjetivamente determinado resulta igualmente el papel central del partido. No ya la clase obrera, sino cualquier clase social, ejerce de hecho el poder político-administrativo en considerable medida, a través de su parte políticamente más organizada y lúcida. Poco importa en este punto que se le llame o no partido. Esa representación de la clase se prepara para ello. El 24
objetivo inmediato de los comunistas es la constitución de los proletarios en clase ( El Manifiesto Comunista) el salto de clase en si a clase para si , organizar la lucha politico-social transformadora -en el curso de la cual se transforma la propia conciencia de sus actores-, ganar la hegemonía y ejercer el poder: consenso y coacción. Pero a la vez, el partido en su relación con la clase goza de una amplia autonomía, no existe un vínculo de subordinación orgánica de aquel con respecto a esta. Esa amplia autonomía no es el resultado de una decisión voluntaria, ni de una especulación teórica, es producto de una necesidad que está en la propia naturaleza del partido clasista como creación histórica: Lo que distingue al partido es que en las distintas fases del desarrollo que pasa la confrontación proletariado burguesía representan siempre los intereses del movimiento en su conjunto – El Manifiesto Comunista-. Sólo con esa distancia puede el partido situarse por encima de la contradictoria realidad interna de la clase, homogeneizarla y representar el interés estratégico de esta en su conjunto. Los individuos que dominan bajo estas relaciones tiene que dar necesariamente a su voluntad una expresión general como voluntad del estado (…) colocándola al mismo tiempo por encima del capricho personal de cada uno. Su dominación personal tiene necesariamente que constituirse, al mismo tiempo, como una dominación media (…) La división del trabajo se manifiesta también en el seno de la clase dominante como división del trabajo físico e intelectual, de tal modo que una parte de esta clase se revela como la que da pensadores (…)mientras que los
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demás adoptan ante estas ideas e ilusiones una actitud mas bien pasiva y receptiva ya que son
en realidad los miembros activos de esta clase y
disponen de poco tiempo para formarse ilusiones e ideas acerca de sí mismos . Pude incluso ocurrir que, en el seno de esta clase, el desdoblamiento a que nos referimos llegue a desarrollarse en términos de cierta hostilidad y de cierto encono… ( C. Marx
y F. Engels La Ideología Alemana).
Y es precisamente por todo ello, por la necesidad objetiva del poder estatal y del partido, por la objetiva autonomía de este último con respecto a la clase, y en consecuencia por la amplia discrecionalidad
del aparato
burocrático estatal -que se nutre del partido-, por lo que resulta tan real, próxima y viva, la amenaza de usurpación burocrática del poder de la clase. Sobre este extremo Gransci era muy enfático: "...si llega a constituir un cuerpo solidario y autosuficiente, si se siente independiente de la masa, la burocracia es la fuerza consuetudinaria y conservadora más peligrosa…” (Gramsci . Nicolas Maquiavelo Cuaderno 13). Y es que la autonomía objetiva de las instituciones políticas debe implicar la comprensión de que mientras mas se eleven estas instituciones por encima de las clases
a las que
sirven, mas riesgo tienen de sucumbir,
independientemente de su voluntad, a la tendencia a perpetuarse y mas se aproximan a entrar en conflicto con los intereses de la propia clase a la que se deben. La transición socialista, en suma, no está exenta sino muy al contrario, particularmente desafiada por lo que la historia general muestra en todas partes. Lo caduco (en tanto portador de privilegios) tiende a restablecerse y a
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mantener sus posiciones dentro de las nuevas formas aparecidas (C. Marx. Carta a Federico Bolte).
La sustitución de la clase por la burocracia no discurre según un plan preconcebido en detalle sino que, de manera natural, le marca el paso la acumulación de privilegios. Alcanzado un punto la burocracia no se caracteriza solo por ser un vértice funcionarial parásito y enriquecido, que distorsiona el sistema, sino una casta que demanda rebasar la posición de privilegio en el consumo para invadir el campo de la clase: la propiedad y el tráfico mercantil. Así, el curso del desarrollo del poder burocrático se presenta contradictorio, coexisten valores opuestos. Durante un periodo de tiempo más o menos prolongado, la expansión del poder burocrático depende del desarrollo del sistema que despoja y de un cierto consenso en la clase que le sostiene.
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-VUNA MUERTE PREMATURA
La cristalización en la URSS de una casta parasitaria que terminó vinculando sus destinos con la restauración del capitalismo, fue precedida de un largo proceso de incubación y desarrollo, en el que sí que ejercieron una influencia determinante los factores externos a la propia lógica del desenvolvimiento de la sociedad socialista. En cierto modo se conformó un contexto que en palabras de Rosa Luxemburgo limitada por la posibilidad histórica, la cuestión de la democracia socialista podía plantearse, pero no resolverse. Contrariamente a lo que a primera vista resultaba previsible, fue justamente cuando la revolución soviética había superado sus inicios más críticos, la guerra civil y la intervención extranjera, cuando comenzaron asentarse las bases de lo que resultó después en una monstruosa deformación burocrática. Ha sucedido así porque las tareas militares han absorbido las mejores fuerzas del proletariado T.42 Edto Progreso.) .
(Lenin. Conferencia del PC de Moscu. Obras Completas.
.. la burocracia trata de recuperar algunas de las posiciones
perdidas , aprovechandose, por un lado del insuficiente nivel cultural de las masas y por otro, de los esfuerzos militare, tremendos, casi sobrehumanos del sector mas avanzado de los obreros Completas T. 38)
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( Lenin. Proyecto de Programa del PC. Obras
La realidad fue que durante tres años, la totalidad de lo más avanzado de la clase obrera rusa, y de lo mejor del partido, fue trasladada a los frentes de guerra donde buena parte fue degollada. La línea del frente se extendía, sin interrupción, de norte a sur y de este a oeste, se combatía con la máxima violencia contra la contrarrevolución interna agrupada principalmente en los ejércitos de Yudenich, Koltchak y Denikin y contra potentes expediciones militares, de tropas escogidas y magníficamente pertrechadas, de alemanes, checos, austriacos, americanos, franceses, ingleses, rumanos, japoneses, polacos, estonios y lituanos. El Ministro de Asuntos Exteriores Frances, Pichon realizaba el siguiente inventarios de parte de las fuerzas invasoras: cada una de las expediciones de franceses, ingleses y serbios se componía de 140.000 hombres. Los rumanos aportaban 190.000. El relevo de las decenas de miles de cuadros y dirigentes que allí cayeron no se podía improvisar y eso paso una factura impagable: Los hombres hacen su propia historia pero no la hacen a su libre arbitrio, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo aquellas circunstancias con las que se encuentran directamente, que existen y les han sido legadas por el pasado. ( Marx: El dieciocho Brumario) Particularmente desde 1921 Lenin se prodiga en advertencias sobre la "plaga" del burocratismo: "El 5 de Mayo de 1918 todavía no se planteaba ante nosotros el problema del burocratismo (...) aún no sentíamos esa plaga: Pasó un año, en Marzo de 1919, se aprueba un nuevo programa del Partido
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(...) hablamos ya del renacimiento parcial del burocratismo dentro del régimen soviético. Pasaron dos años más. En la primavera de 1921 ya apreciamos esta plaga con mayor claridad y precisión, ya se alza más amenazante ante nosotros " (Lenin, del" Impuesto en Especie" -Mayo 1921- Obras Completas. T.43 edt. Progreso).
Tenemos la esperanza de expulsar de nuestro Partido a unos cien mil. Algunos dicen que a unos doscientos mi, y eso me gusta mas. Confío mucho en que expulsemos de nuestro Partido de cien mil a doscientos mil militantes que se han infiltrado en nuestras filas y que, lejos de saber luchar contra el papeleo y el soborno, impiden esta lucha
( Lenin. Obras Completas.
La Nueva Política Económica y las tareas de los Comités de Instrucción Publica. 1921. T. 44).
La enfermedad que dañó severamente la salud de Vladimir Ilich Lenin desde 1922 hasta su fallecimiento en Enero de 1924, le impidió desencadenar la "tormenta" contra el burocratismo que preparaba para el XII Congreso al que no pudo ni tan siquiera asistir. En todos los escritos de sus últimos años Lenin es reiterativo en el peligro que representaban las crecientes manifestaciones de burocratismo.
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-VIEL “MONOLITISMO” BOLCHEVIQUE
A partir de 1921, al tiempo que en Rusia se remontaba la primera y más angustiosa fase de supervivencia de la Revolución de Octubre, el sistema capitalista entraba en un período de relativa estabilización, y con ello se diluían las esperanzas de un triunfo generalizado de los procesos revolucionarios. Se debilitó entonces la tensión ideal con la que la sociedad soviética afrontaba las extremas exigencias del momento. A la vez la objetividad del agresivo cerco capitalista, por una parte, y el abrumador componente campesino y pequeño- burgués de la sociedad rusa, por la otra, conformaron el cuadro propicio para que se promoviera una fase de restricciones democráticas que tomó impulso y se fue extendiendo de una esfera a otra de la realidad política en general, de la estructura administrativa, y de la vida social. El cruce entre el reflujo revolucionario a escala internacional, la agravación de las contradicciones internas, y la agresión exterior, delimitó una situación extremadamente compleja proclive a saldarse con detrimento de la democracia socialista. Se suprimieron las tendencias internas en el partido dirigente, desapareció violentamente aquella concepción del partido que permitía la convivencia en su Buró Político de Lenin y Trostky, Zinoviev, Radeck, Stalin,
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Kamenev, Bujarin, Kolontai, Preobrazhensky, Riazanov... un Buró Político que se podía permitir el "lujo" de dejar a Lenin en minoría y en cuestiones trascendentales como el del monopolio del comercio exterior;
el
reconocimiento de los derechos nacionales al pueblo de Georgia... Se repitieron momentos como esos en situaciones cruciales, como los de la firma de la paz con Alemania -la propuesta de Lenin solo obtuvo siete votos a favor contra cuatro abstenciones y cuatro en contra-; ocurrió algo semejante a propósito de la transformación de la revolución de febrero en revolución soviética – Tesis de Abril- o cuando la propia iniciativa para la insurrección en Octubre. Ya en abril de 1917 la dirección bolchevique de Petrogrado, KamenevStalin, sorprendida por las tesis de Lenin de transformar la revolución de Febrero en revolución socialista, pretendió inicialmente ignorar las posiciones leninistas presentándolas como un criterio personal
ajeno a la política del
partido. La dirección bolchevique -incluyendo a Stalin- no sólo desestimó la propuesta de Lenin de expulsar del Comité Central a Kamenev y Zinoviev por su comportamiento en los momentos inmediatamente anteriores al levantamiento de Octubre –el 10 de octubre votaron en contra de ella e hicieron pública su posición en el periódico de Gorky- sino que durante la misma y después, pasaron a ocupar las más altas responsabilidades en los soviets, en la Internacional Comunista y en las organizaciones del partido y del estado en Moscu y Petrogrado.Cuando Lenin propone aquella medida contra Kamenev y Zinoviev , Yakov Sverdlof que presidía la sesión, le respondió camarada Lenin nuestro partido no actúa así…
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En carta a Bujarin y Zinoviev, Lenin expresa la opinión de que si echáis a todos los que no son demasiado obedientes, pero son inteligentes, y mantenéis en vuestro entorno solo a los tontos obedientes, seguro que entonces hundiréis al partido (VI
Congreso de la 3ª Internacional. Actas. Moscu 1929.
Historia de la 3ª Internacional. Milos Hajek. Edto. Grijalbo. 1984).
El propio Lenin, que si bien no se contuvo en calificativos ante la actitud de Kamenev y
Zinoviev (esquiroles, cobardes, desertores…) fue
igualmente partidario, pasado aquel momento, de conservarlos en el partido. De hecho Kamenev desempeñó papeles de singular importancia en la dirección política de la propia insurrección y de inmediato, coincidiendo con la toma del Palacio de Invierno, fue elevado por ella a Presidente del Comité Ejecutivo Central de los soviets. En ocasiones se llegaron a suprimir de artículos de Lenin referencias a errores de los bolcheviques y a ocultar sus criterios en temas significativos. Lo mas llamativo, empero, no es que eso sucediera, sino la actitud del propio Lenin ante ello: ...Al ver que el Comité Central ha dejado sin respuesta mis instancias...y que el órgano del partido – Stalin- tacha de mis artículos las alusiones a errores tan escandalosos de los bolcheviques como la vergonzosa decisión de participar en el anteparlamento...al ver todo eso, debo considerar que existe en ello una “sutil” insinuación para que me calle y de que me retire...me veo obligado a dimitir de mi cargo en el Comité Central, cosa que hago, y a reservarme la libertad de hacer agitación en las organizaciones de base del Partido y en su Congreso...(Lenin.. La crisis ha madurado. T.43).
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Obras Completas
Esto sucedía en los días previos al levantamiento de Octubre. Finalmente Lenin no llegó a abandonar el Comité Central pero si que se dirigió a las bases del partido
exponiendo su posición y solicitando un
pronunciamiento claro a favor de la insurrección. El pretendido monolitismo bolchevique quedó también desmentido en el VI Congreso, el de la unificación, celebrado en condiciones de semiclandestinidad en Julio de 1917 y en un momento particularmente difícil marcado por el retroceso del movimiento revolucionario y el auge de la reacción. El Congreso eligió al nuevo Comité Central, participaron 134 delegados en representación de 200.000 militantes, se dieron a conocer los nombres de los cuatro dirigentes mas votados: Lenin 133 votos de los 134, Zinoviev 132, Trotsky y Kamenev 131. En las circunstancias que acompañaron al X Congreso –una semana antes del inicio de sus sesiones se había producido la sublevación de la fortaleza de Krosdant y apenas se había salido de la durísima
discusión sobre el papel de los sindicatos
(Lenin/Trostky) - se eligió al nuevo Comité Central: Lenin, 479 votos; Radek 475; Tomski, 472; Kalinin, 470; Rudzutak, 467; Stalin, 458; Trosky 452; Bujarin, 447; Rakovsky, 430; Zinoviev, 423; Kamenev 406… Resulta patente que el partido absorbía con naturalidad las discrepancias que se suscitaban en cuestiones en absoluto triviales: la política económica y la cuestión campesina, el problemas de las nacionalidades, la relación con los sindicatos, internacional,
las alianzas, la política cultural, el movimiento comunista la administración en las empresas…Así era el partido que
condujo al triunfo en la revolución, en la guerra civil y en de uno de los más grandes virajes en la historia de la humanidad.
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-VIIEL X CONGRESO Los episodios más expresivos de que el temple del partido bolchevique no se fraguó en el monolitismo verticalista han permanecido durante decenios como paginas en blanco de la literatura comunista en general, cuando no tergiversados de forma grosera. El perjuicio causado no tiene precio. En los primeros meses de 1921, en el enmarque
de una Rusia
devastada, presa de la hambruna, la escena se complicó al limite: la sublevación del Cronstadt en 1921, en la que participaron no pocos bolcheviques –en ese momento el 40% de los comunistas de la flota del Báltico
habían
devuelto
su
carnet
al
partido-;
un
ejercito
contrarrevolucionario de mas de 50.000 campesinos en Tambor que costó meses reducirlo; cincuenta otros focos de alzamientos en la Rusia profunda; Magno dominando el campo de Ucrania…se acercaban de nuevo los sombríos horizontes del terror blanco y la intervención extranjera …en 1921 después de haber superado la etapa mas importante de la guerra civil, y de haberla superado victoriosamente, nos enfrentamos con una gran crisis política interna –yo supongo que la mayor de la Rusia Sovietica-. Esta crisis interna puso al desnudo el descontento no solo de una parte considerable de los campesinos, sino también de los obreros…(Lenin. Informe en el IV Congreso de la Internacional Comunista. Noviembre 1922).
Fue entonces cuando, en el X Congreso, se acordó la prohibición de las "fracciones internas". Poco antes, el veinticuatro de Diciembre de 1920, por acuerdo del Comité Central se confirmó la mas amplia libertad de 35
discusión y de publicidad de plataformas internas incluso contra todo el Comité Central: Desde el punto de vista de la democracia formal, Trostky tenía derecho a presentar una plataforma fraccional incluso contra todo el Comité Central. Esto es indiscutible. Es indiscutible también que el Comité Central confirmó ese derecho formal con su acuerdo del 24 de diciembre de 1920 sobre la libertad de discusión…(Lenin: Una vez mas acerca de los sindicatos, el momento actual y los errores de los camaradas Trotky y Bujarin. Enero 1921).
El repliegue del X Congreso iba a gravitar pesadamente sobre el futuro del partido y del país. La prohibición de las fracciones internas, en si misma comprendía la premisa para su multiplicación y no retorno. Comprendidas en la excepción de la época y concebidas como manifestación irreconciliable con la necesaria unidad del partido, ¿cómo lograr que su prohibición se detuviera en las puertas de las tendencias?, ¿cómo desmantelar después las estructuras y modos verticalistas que fecundan a su abrigo?. Lenin, que participaba de aquella prohibición y de otras restricciones de la democracia, como medidas "temporales", ponía el acento en el derecho a las tendencias. Al punto fue de esa manera que no solo rechazó la dimisión de los miembros de la "oposición obrera", sino que propuso la incorporación de dos de sus representantes más destacados a la dirección del partido y la publicación de su plataforma en el órgano central con una tirada de 250.000 ejemplares. Lenin se opuso expresamente a la propuesta de Riazanov de extender la prohibición de fracciones a las plataformas. El Congreso rechazó tal propuesta siguiendo el criterio de Lenin: Su resolución- la propuesta por Riazanov36
dice: ninguna elección sobre la base de plataformas. Pienso que no podemos prohibir esto (…) si las circunstancias hicieran surgir divergencias cardinales ¿acaso puede prohibirse que sean sometidas a juicio de todo el partido? ¡No!, propongo que lo rechacemos.
(Lenin Obras Completas. T 43 . Acerca de la enmienda de
Riazanov)
En todo caso, una característica de la resolución del X Congreso -Sobre la unidad del Partido y la prohibición de fracciones- es su reiterada referencia a la lucha contra la burocracia y la extensión de la democracia como un proceso único”. Seguramente, el acuerdo del X Congreso que proyectó para el futuro inmediato tantas o peores consecuencias que la prohibición y disolución de las fracciones , fue la posibilidad de que los miembros del Comité Central elegidos por el Congreso, pudieran ser revocados y sustituidos por acuerdo conjunto de dos tercios del Comité Central –miembros efectivos y suplentesy de la Comisión de Control. Lenin señaló expresamente el carácter extraordinario de la medida: El Congreso elige al CC, entregándole la dirección. Y el partido nunca y en ninguna parte ha admitido que el CC tenga semejantes derechos contra los miembros de este organismo. Se trata de una medida extrema que se aprueba especialmente dada la peligrosa situación
(Lenin. Obras Completas. T.43
Del informe sobre la unidad del partido y la desviación anarco sindicalista).
La medida extrema si bien tuvo poca significación en el momento -no pudo prosperar siquiera una propuesta del propio Lenin de exclusión de un miembro del CC, Shiliapnikov-, se convirtió pocos años después en regla y en instrumento para la liquidación de lo mejor del partido leninista. 37
Inutilizado completamente Lenin por la enfermedad desde que el 9 de marzo de 1923 hasta su muerte en Enero de 1924 – su último articulo MAS VALE POCO Y BUENO fue escrito el 2 de marzo de 1923- los acuerdos del X Congreso empezaron a liberar prácticas desconocidas en el partido bolchevique. La excepcional desautorización del congreso como órgano supremo del partido dio pié a una deriva muy difícil de invertir, cada paso conducía al siguiente, bastaba apelar a la excepcional situación. Se moldeó así el Comité Central a gusto del Ejecutivo y a este del Secretariado. A ritmo exponencial, el régimen de designación de los cargos responsables en la estructura del partido y de los altos funcionarios en el aparato partidario, fue sustituyendo al sistema de elección a nivel de toda la Rusia Soviética. Con esa estructura verticalista el ciclo se terminaba cerrando con la desnaturalización del propio Congreso
que ya venia configurado de
antemano. Lo que era una prohibición de disciplinas paralelas, se extendió a la restricción primero, y persecución después, de plataformas y tendencias internas. De ahí se pasó a la degeneración del centralismo democrático y de toda la vida del partido. La inquietud que despertaba lo que venía sucediendo, dio lugar a manifestaciones de repudio o de advertencia de muy cualificados miembros de la dirección del partido y a tensiones máximas. En el XI congreso que se inaugura en marzo de 1922 , Riazanov acusa al Comité Central de
promover un burocratismo paralizador que ha 38
transformado a mas de un hombre extremadamente revolucionario en una buena ancianita, y el numero de esas buenas ancianitas se multiplica de manera increíble.. En una sesión a puertas cerradas del mismo congreso se discute una comunicación a la 3ª Internacional de miembros de la Oposición Obrera que denunciaban las violaciones de la democracia en el partido. En torno a ello, se sometieron a votación dos mociones, una presentada por los miembros del Poliburó criticaba el contenido del llamamiento de la Oposición Obrera pero manifestaba al tiempo su derecho a hacerlo, obtuvo 227 votos, frente a los 215 que respaldaron una segunda moción radicalmente opuesta a la actitud de la Oposición Obrera y partidaria de endurecer las medidas contra la misma. Ante la Conferencia de Moscu de funcionarios del partido, el 11 de diciembre de 1923, Dzerzhinski, hasta poco antes presidente de la GPU y que nunca perteneció a la oposición se expresó en estos términos: La agonía de nuestro partido, la decadencia de su vida interior, la practica predominante de designar por nombramiento y no por votación, pueden convertirse en peligro político y paralizar al partido en su carácter de guía de la clase trabajadora. Días antes, también en Moscu, en una reunión comunista de un distrito industrial Preobrazhenski propuso: …la abolición de los nombramientos desde arriba como sistema (…) elegir por votación a los integrantes de los órganos del partido y a los funcionarios responsables de aparato (…) la responsabilidad de los dirigentes ante la
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masa partidaria (…)se reserve a las células, en primera instancia, la decisión sobre medidas disciplinarias (…) Así, por ejemplo, en Mayo de 1928 y tras vencer una prolongada resistencia, el Comité Central promulgó un decreto que puso todas las publicaciones del país bajo el control de Estado. Era el mismo Comité Central que en todavía en 1925 afirmaba: “el partido no puede permitir por decreto, o proclamación, ningún monopolio legal de producción literaria por parte de un grupo u organización, y no puede conceder este monopolio a ningún grupo, ni siquiera al propio grupo proletario...”.( Escritores y problemas de la literatura soviética 1917-1967 . Alianza Edt.).
Cabe señalar que esta posición, la sostenida en 1925, lo fue en el contexto de un debate sobre literatura y creación literaria y afectaba en consecuencias a un ámbito muy limitado. El periódico PAVDA con anterioridad había actuado de munición trazadora, la última vez que sus páginas ejercieron de foro abierto a las diferentes posiciones en conflicto – la lucha contra la oposición de izquierdas y el trotskismo- fue en diciembre de 1923. De manera inevitable y en gran medida imperceptible,
la estructura
dominante del partido, del estado, de los sindicatos, de los soviet, de las fábricas, de las cooperativas... fue cambiando su naturaleza, sus conceptos, su psicología... se deslizaba de expresión del poder social conquistado con la revolución de Octubre a burocracia dirigente detentadora poder.
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inatacable del
-VIIIEL ALGEBRA DE RADEK
Con apoyo en una constante histórica, en la expresión extrema de los antagonismos, en la resistencia de lo viejo a morir, afirmaba Engels que “no hay nada más autoritario que una revolución”. Pero de ello no solo se desprendía la necesidad de resolución política, sino también una alerta: toda estructura política autoritaria, incluso considerada como medida temporal, encierra el peligro real de enajenación del poder político respecto de la clase y capas cuyos intereses está llamada a interpretar. Y este fue el curso que siguieron las cosas en la Rusia Soviética y en una escalada que alcanzó niveles de paroxismo en los años treinta: de los 1.956 delegados al XVII Congreso celebrado en 1934, 1.108 fueron detenidos posteriormente, la mayoría entre 1937 y 1938, bajo la acusación de actividades contrarrevolucionarias. Dos tercios de los miembros del Comité Central elegidos en aquel congreso fueron eliminados, condenados a penas de prisión o ejecutados. Ya al comienzo de la década del Bureau político de la época de Lenin -menos de diez años después de su muerte- sólo quedaba Stalin. Kamenev y Zinoviev purgaban en la carcel; Bujarin, Rykov, Tomsky y Radek habian sido apartados, Preobrazhensky expulsado y Trotsky desterrado. A todos les esperaba un trágico final.
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Se comprende que un país amenazado y agredido desde el día mismo en que triunfó su revolución cuidaba con particular esmero su Ejército Rojo. Por la misma razón, la casta reinante de forma directamente proporcional a la acumulación de privilegios, incrementaba sus
prevenciones contra la
oficialidad soviética y desencadenó contra la misma uno de sus golpes mas tenebrosos. En los mismos años 1937-1938, en quince meses, se arrestó a 36.000 oficiales del ejército y a 4000 de la marina; 13 de los quince comandantes del estado mayor, 3 de los cinco capitanes generales y 154 de los 195 comandantes de división fueron fusilados en base a fantásticas imputaciones. Pocos años después se manifestaron sus consecuencias en una inmensa tragedia. Hasta finales de los años veinte en el partido coexistían, aceptado aun, aunque en medida mermada, como legitimo, tres corrientes que se vinieron a clasificar como derecha, centro e izquierda. Se inició en la segunda mitad de los años veinte, y se consolidó en los treinta, uno de los episodios mas perversos de los que sufrió el PCUS y por extensión el conjunto del movimiento comunista: la representación de las divergencias y de la lucha de criterios como antagonismos con toda su fuerza destructiva. Entre el 23 de febrero y el cinco de marzo de 1937, en una atmósfera de terror se celebra una Asamblea Plenaria del Comité Central. De forma prácticamente simultánea se desarrolla un nuevo proceso contra gentes de la vieja guardia bolchevique –Piatakov, Radec, Muralov y otros – donde se dictan tres penas de muerte y severísimas condenas de presidio. Como tanta otras veces las acusaciones eran absolutamente inverosímiles – “connivencia con el espionaje alemán y japonés y preparación de actos terroristas”-.Stalin no intervino en la Asamblea Plenaria hasta el tres de marzo, en esta ocasión 42
manifestó: …es preciso que destruyamos y arrojemos lejos de nosotros la teoría putrefacta según la cual por cada paso que avancemos debería ir extinguiéndose cada vez mas entre nosotros la lucha de clases… ( Louis Aragon Historía paralela entre los EEUU y la URSS 1917-1960 EMECE EDITORES)
El álgebra, como por lo visto lo calificaba irónicamente Radek, consistía primero en equiparar la crítica a la oposición antipartido, después la oposición a la conspiración, y por último la conspiración a la traición, álgebra que sirvió de guión en los sangrientos procesos de Moscu. El error se transformaba en crimen y del crimen desaparecía la subjetividad. La culpa era cuestión que se dejaba a la cocina de los verdugos. Lo que se manifestaba ahora era la natural propensión de la burocracia a antagonizarse frente a cualquier iniciativa que amenace su posición de privilegio, por mezquina que esta sea. Sobrevino así una monstruosa corrupción
de la teoría de la
contradicción y de las políticas deducidas para su tratamiento. Los efectos de aquella deformación han sido devastadores para los comunistas hasta nuestros días. Se fueron cercenando los mecanismos de fiscalización, de participación y de control social desde el ámbito de la empresa hasta la cúpula del poder estatal. Fueron singularmente restringidos los derechos y el papel de los sindicatos, y de los Soviets. Justamente todo lo contrario a lo previsto por Lenin: "Cuando más resueltamente tengamos que afirmamos en favor de un poder fuerte... tanto más variadas han de ser las formas y medios de control
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desde abajo, con objeto de extirpar una y otra vez la cizaña burocrática". (Lenin: "Las tareas inmediatas del poder de los Soviets. ").
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-IXLOS BOYARDOS
De suyo que la lógica interna del desarrollo del poder burocrático conduce al fortalecimiento del poder administrativo, al autoritarismo, a la sacralización del Estado, al culto a la personalidad de sus representantes, al centralismo y por lo mismo, en la Rusia plurinacional, a la rusificación forzada. La centralización de las terminales del poder político administrativo es condición de existencia del poder burocrático, las fisuras en sus distintos niveles o bien abrían brechas expansivas a la democracia popular, o bien fraccionaban al grupo dominante. De la guardarropía zarista salieron las prendas de “legitimación” del centralismo: el culto al jefe máximo y el nacionalismo panruso. Pese al centralismo, inevitablemente, en el inmenso y multinacional territorio de la URSS se reprodujeron, en las distintas regiones, las estructuras verticalistas, el consiguiente ultraje a la legalidad socialista y la consolidación de familias burocráticas que actuaban como boyardos, acumulando privilegios en el ámbito de su jurisdicción. No hay que tener particular capacidad de previsión para adivinar donde
desembocaría todo ello. Con el tiempo
reclamaron su plena soberbia para transformarse en oligarquías capitalistas. El proceso de disgregación fue advertido por Stalin en 1934, a buena parte de los responsables regionales los calificó de príncipes hereditarios que 45
creían que las decisiones de Moscu estaban escritas para idiotas y no para ellos
( Stalin. Discurso pronunciado en el 17 Congreso).
Ocurrió solo que la posible
solución de tal deformación no estaba ya en manos de Stalin, no era un fenómeno accidental, sino una reproducción natural en los distintos escalones del poder -cuanto más en marcos nacionales objetivamente diferenciados- del régimen que él encabezaba. Ciertamente, las decisiones de Moscu no estaban escritas para idotas pero tampoco para ellos, resbalaban en un terreno impermeable. Las castas dominantes en los distintos espacios de la Rusia multinacional eran inevitablemente empujadas, por la misma lógica del rampante poder burocrático, a delimitar en toda la medida posible sus territorios frente al centro, solo de esa manera podían ejercer aquel poder y disfrutar de sus beneficios. No había decisión que corrigiera aquel curso disgregador, estaba en los mismos márgenes de la dinámica del sistema…venía entonces la carnicería. Solo el poder socialista, la propiedad, la distribución,
la
participación y la prioridad social, podían generar la nueva cultura nacional, el surgimiento de la nación soviética que trasvasara los confines territoriales de los nuevos boyardos. Se emprendieron diversas purgas especificas – particularmente brutal la emprendida en el verano de 1937-. Todo fue inútil,
a cada príncipe
hereditario destronado le sucedía su heredero, por lo común de la misma familia burocrática, generalmente la caída de cada secretario regional no afectada al estrato de burócratas en que se venía sosteniendo, es más las purgas se urdían a menudo en el seno de esos estratos transformándose, en la práctica, en vendetta por la sucesión. En una secuencia siniestra, los ejecutores de ayer eran a su vez ejecutados mañana. La vileza en que se 46
sostenían las purgas suscitaban en el centro el temor de que los purgadores resultaran mas peligrosos que los purgados. Los destronadores quedaban atrapados en la insalvable dialéctica de la sospecha generalizada que se alimentaba de los propios medios con la que se quería combatir, y en la legimitamición que habían propiciado de la lucha de rapiña entre las facciones nacionales de la burocracia. Realmente la degradación burocrática había alcanzado ya tal nivel que las purgas no podían realizarse en otro escenario sin destruirse el propio partido. El restablecimiento de las concepciones leninistas y de la legalidad socialista, romper el álgebra del que hablaba Radek, ya no era posible limitarlo regionalmente y evitar al tiempo que su fuerza expansiva alcanzase al centro.
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-XEL XX CONGRESO El “Informe Secreto” que Jruschov expuso en el XX Congreso cayó como un rayo de cielo sereno sobre el movimiento comunista, y en general sobre el conjunto de la vida política de entonces. Sin embargo, mirando las cosas bien de cerca algo de aquel carácter tenía que suceder: La humanidad – señalaba Marx en Critica A La Economía Política- se plantea solo aquellos problemas que pueda resolver, ya que, si consideramos las cosas bien de cerca, comprobamos siempre que el problema surge cuando las condiciones materiales de su solución existen ya o están en formación. Como ocurre con frecuencia, la obra literaria es una apreciada fuente para conocer la realidad de la sociedad y el tiempo en que se desarrolla la narración. En vísperas del XX Congreso, el dramaturgo comunista soviético, Leonid Zorin publicó Los Huéspedes. Los protagonistas reflejan la contradictoria convivencia de valores en el proceso de usurpación burocrática del poder:Kirpichov, un honesto comunista que ya apenas cuenta algo, su hijo, Piotr un burócrata director de empresa, con modos de patrón, que está y se siente en otra esfera social sin renegar, al tiempo, del sistema del que depende. Y su nieto, un fanfarrón ya con horizonte vital de burgués. Seguramente el nieto de Kirpichov llegó a tiempo de ver cumplidos sus sueños. El nombrado XX Congreso del PCUS -1956- no alteró la dirección que se había ido afirmando desde décadas atrás, difícilmente podía hacerlo. No es
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sólo ya que el partido y la sociedad se hallaban profundamente inhibidos y aplastados por la percepción de cualquier disidencia como antagonismo, por la atmósfera espesa de sospecha generalizada, purgas y represión política. Sino que sus propios protagonistas se encontraban comprometidos plenamente con los antecedentes inmediatos e integrados en el vértice de la casta dominante. El propio Nikita Jruschov, es nombrado primer secretario del Comité regional de Moscú, en medio ya de una importante ola represiva y en vísperas de las grandes purgas enfiladas al exterminio de la vieja guardia bolchevique que pudiera aún sobrevivir –físicamente-. Como primer secretario de Moscú, Jruschov calumnia violentamente a los camaradas purgados
–Pravda 31.1.37-,
a
los mismos que luego tendrá que rehabilitar, con dosis calculadas, para que al tirar el hilo no se le enredara en su propio cuello
deshaciendo
un
entramado que comprometía a buena parte del nuevo grupo dirigente. Pasó el XX Congreso pero le sobrevivió el elemento decisivo del sistema que había conducido a las deformaciones que el mismo Congreso desvelaba parcialmente. La fuerza de la necesidad movió las cosas para que lo esencial permaneciera. Un reputado kruchovista, Jaures Medvedev , señaló: Brezhnev no era un verdadero líder en 1964. Mas bien representaba a la burocracia que buscaba una vida fácil, con
privilegios asegurados y
crecientes. Su apoyo era la elite burocrática…él mas que ningún otro creó las condiciones para la extensión de una elite realmente privilegiada , una verdadera nomenclatura… El XX Congreso tenía que poner fin a los aspectos más groseros del ejercicio del poder, y en cierta medida así lo hizo. En su contexto se proclamó una amplia amnistía, se frenó, de alguna manera, la rusificación, cesaron la
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incitaciones antisemitas, se cerraron los campos de trabajo… Un buen número de altos funcionarios fueron destituidos por abuso de poder, y otros tantos procesados y condenados por falsas acusaciones en las purgas sangrientas de los años treinta y cuarenta. No pocos fueron ejecutados. En el Congreso se dio la cifra de más de 750.000 funcionarios cesados. Aún no se había enfriado en cadáver de Stalin, fallecido el cinco de Marzo de 1953, cuando, de inmediato, se detiene la ola represiva que se venia fraguando en los últimos meses. El mismo día cuatro de Abril , el Ministerio del Interior
comunica
el sobreseimiento del proceso contra la llamada
conjura de las batas blancas . Los médicos acusados fueron puestos en libertad. En el mismo informe el Ministerio afirma que las confesiones habían sido obtenidas bajo tortura y que los responsables serían fusilados. Riumin, viceministro de la Seguridad del Estado, fue ajusticiado en junio de 1954. Como se sabe corrieron la misma suerte otros máximos dirigentes del partido y del Estado. Tanto en Moscú como en otras repúblicas, particularmente en Georgia. Beria y sus mas cercanos colaboradores fueron condenados a la pena capital por un tribunal presidido por el mariscal Koniev uno de los militares mas destacados de la derrota de los ejércitos nazi-fascistas. Las circunstancias extremas en que se produjo la detención de Beria, que bien parecen
secuencias de una película de Eiseistein,
son, por si mismas,
reveladoras del estado terminal en que se encontraba el partido de Lenin, del poder que sobre el propio partido y sobre las instituciones del estado, habían adquirido los vértices de la burocracia. El arresto de Beria se produjo durante una reunión del Presidium del Consejo de Ministros, en la propia sede del Krenlim. Ante el temor de que el
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propio Beria, responsable del Ministerio del Interior, reaccionara ordenando a los chequistas, que siempre le acompañaban, la detención de los propios miembros del Presidium, fueron citados para la ocasión nada menos que once mariscales y generales del mayor prestigio. Los militares que se establecieron en una habitación contigua. El mismo mariscal Zhukov, máximo artífice de la derrota de los ejércitos nazis, por indicación de Malenkov, a la sazón Presidente, irrumpió en la reunión seguido de los otros militares y
con el
revolver desenfundado, detuvo personalmente a Beria y dispuso su traslado a un fortín militar (KRUSCHEF Memorias. Edto. Santillana). ¡Los máximos responsables del partido y del estado temían ser objeto de detención por el ministro del interior!, quien, por lo demás, no era más que un gris burócrata sin mayor historia que un conocido rastro de carnicerías y perfidias. ¿Dónde estaba realmente el poder socialista?. El XX Congreso, consolida medidas de control y depuración del aparato policial y del ministerio del Interior, y de desmantelamiento de estructuras políticas y represivas paralelas, que se venían adoptando desde 1953. Fue decisiva la decisión de prohibir a las fuerzas del Ministerio del Interior
arrestar a los funcionarios del partido sin el conocimiento y
aprobación de los comités a los que pertenecían y someter sus investigaciones a la supervisión de la fiscalía. Se suprimió el Gulag y se reformó profundamente el sistema penitenciario. En unos años el número de presos contrarrevolucionarios disminuyó de 580.000 a 11.000. Posiblemente la medida de mayor trascendencia, en este orden, fuera el desmantelamiento del complejo económico-industrial
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en manos del
Ministerio del Interior y de los cuerpos de seguridad sostenido en el trabajo forzado del Gulag (construcción de carreteras y vías férreas, minería, trabajos forestales…), sus agencias se trasladaron a los ministerios civiles y se sustituyó el trabajo forzado por el remunerado sujeto a la legislación laboral. El XX Congreso adopta toda una serie de iniciativas orientadas a mejorar la vida y las condiciones de trabajo de los soviéticos. A partir del año 1955 quedó abolido el decreto de prohibición del aborto; se incrementaron considerablemente
los salarios mas bajos; se
redujo la jornada laboral;
mejoró la retribución de los koljosianos; la duración del permiso de maternidad pasó de 77 días a 112; se modificó la legislación laboral en materia disciplinaria y se revisaron los procesos sancionadores celebrados conforme a la legislación derogada; se potenciaron las prerrogativas de los sindicatos; las tasas universitarias
introducidas en 1940 son de nuevo
eliminadas; se avanzó notablemente en la mejora de las condiciones de vida y trabajo de los mineros…
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-XI LA CASUALIDAD Y LA CAUSALIDAD Los métodos que el XX Congreso denunciaba, pertenecían, esencialmente, a una fase inferior de la civilización, se habían convertido en un anacronismo insoportable para una sociedad altamente industrializada sobre la base de la propiedad pública, que abordaba con éxito la tecnología nuclear y aeroespacial y que contaba, por entonces, con una generación de alto nivel de instrucción, cultura y educación. Entre 1939 y 1959 el número de habitantes con un nivel de educación superior creció desde 1.700.000 a 3.800.000 y los que adquirieron una educación secundaria de 15 a 55 millones. En un periodo de 20 años se había cuadriplicado la población con estudios superiores o medios. En 1926, no alcanzaban el 40% las personas que sabían leer y escribir. A nivel de partido, en 1927 solo el 0.9% de los miembros del partido comunista tenía estudios superiores, el 7.3 disponía de estudios secundarios y el 63,2% formación elemental y el 26,4% lo que llamaban educación domestica. El propio desarrollo de las fuerzas productivas, de la ciencia y de la técnica… no permitía ya, por ejemplo, hacer levas de campesinos analfabetos para trasladarlos a la industria. Kruschef se expresó de esta manera: Si no decimos la verdad en el Congreso nos veremos en la obligación de decirla en el futuro y entonces, posiblemente, no seremos nosotros quienes hagamos el discurso; no, entonces seremos los que estén bajo investigación”.
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Pero el mismo Congreso estaba incapacitado para promover, sin liquidarse así mismo, un giro radical hacia la democracia socialista, hacia “las más variadas formas y medios de control desde abajo". Sucedió, realmente, que el XX Congreso ni supo ni pudo desentrañar los factores que condujeron a la Unión Soviética a la insostenible situación que se denunciaba. El Congreso respondía a una inaplazable necesidad de cambios. Y algo cambió, ajustando cuentas a la fracción más violenta de la burocracia. Pero en el terreno decisivo para el inmediato porvenir y para toda la estrategia de construcción socialista, la luz del Congreso era incapaz de alumbrar otras causas de la degradación del sistema que la perversidad moral de media docena de dirigentes, y eso resultó, a la postre, poco más que nada. Kruschef, para “explicar” las grandes purgas, aludía a la personalidad de Stalin, a su manía persecutoria, a su carácter cada vez más caprichoso, irritable y brutal. La interpretación, y los remedios, tenían un carácter meramente empírico, ecléctico,
fenómenos o desviaciones singulares, sin
mayores conexiones – mediaciones-, que no desvelaban problemas de fondo. Fué muy comentada, por aquellos días, la pública disidencia de Palmiro Togliatti para quien resultaba en extremo insuficiente y pueril, la explicación de las causas de lo que se estaba desvelando. Una de las contribuciones capitales de Marx, para la comprensión de la historia, fue demostrar que los procesos históricos no se pueden entender como una simple suma de psicologías individuales, como un entramado de cuadros clínicos: Existe un movimiento constante de desarrollo de las fuerzas productivas, de destrucción de las relaciones sociales, de formación de las
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ideas, lo único que permanece inmutable es la noción abstracta del movimiento ( CM La Miseria De La Filosofía) . Huelga decir que en modo alguno de la concepción marxista cabe deducir el desprecio por el factor subjetivo y por el papel de los individuos en los acontecimientos históricos, sino que subraya su determinación por el medio, y no a la inversa. En cualquier caso, la voluntad individual no puede tampoco liberarse del medio social en que se va formando: …considerando las cosas en conjunto, no dependen tampoco de la buena o mala voluntad del capitalista como individuo. La competencia anula las voluntades individuales y somete a los capitalistas a las imperiosas leyes de la producción capitalista
- Marx. El Capital-.
La necesidad por si sola no determina el curso de la historia, -sería entonces rectilínea-. El determinismo mecánico convertiría a la historia en una suerte de acontecimientos muertos. La necesidad puede dar lugar a la rebelión pero no a los procesos revolucionarios, aquella se hace
consciente
por medio de la ideología. La intervención de la intelligenzia, de la voluntad, de la política, en su acepción más amplia, es parte integrante del todo de la concepción marxista. En uno de sus últimos escritos –Carta al XIII Congreso 4.01.23- Lenin advertía: Stalin es demasiado brusco y este defecto, plenamente tolerable en nuestro medio y en las relaciones entre nosotros, los comunistas, se hace intolerable en el cargo de secretario general. Por eso propongo a los camaradas que
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piensen la forma de pasar a Stalin a otro puesto y nombrar para este cargo a otro hombre que se diferencie solo por una ventaja, a saber: que sea mas tolerante, mas leal, mas correcto, y mas atento con los camaradas, menos caprichoso, etc. Esta circunstancia puede parecer una fútil pequeñez, pero se trata de una pequeñez que puede adquirir importancia decisiva. Son pequeñeces que pueden adquirir importancia decisiva en función del medio en que se expresen y del lugar que ocupen en el mismo. Justamente, lo que el XX Congreso ocultó es que aquellos fenómenos estaban imbricados en un determinado marco de relaciones sociales y políticas caracterizadas por la ausencia de autogestión, y de control social... por un régimen de director único en las empresas, de privilegios para los altos funcionarios, por la omnipresente jerarquía y la planificación burocratizada. De hecho, la política de
rehabilitaciones evitó los supuestos de
represaliados vinculados a la oposición de izquierdas o a otras plataformas políticas de oposición. El propio Jruschov terminó siendo victima de las debilidades del XX Congreso. La iniciativa que promovió en 1963 de limitar a tres mandatos 12 años- la permanencia en los mismos puestos de responsabilidad, con rotación obligatoria de los funcionarios a cualquier nivel, colmó la paciencia de la cumbre burocrática que se agrupó en su contra hasta defenestrarlo en 1.964.
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-XIILA FUERZA ORIGINARIA Y LAS OTRAS FUERZAS
La relación entre base y superestructura está en el centro del materialismo histórico. La interacción
entre ambos componentes de la
formación social –un todo- es cuestión definidora del marxismo, lo distingue al tiempo del materialismo vulgar
y de la concepción escolástica de la
historia. La percepción determinista de la primera causa
-las relaciones
económicas- , o la sobrevaloración de los factores correctores –ideológicos, culturales, políticos jurídicos…- en definitiva, las concepción bipolar, segregada, de las fuerzas motrices del proceso histórico no puede dejar de tener las mayores consecuencias políticas en su mas amplia acepción. Justo el desdibujamiento de esa relación dialéctica ha sido componente de máxima relevancia en el fraccionamiento interno del movimiento obrero en su historia.
Engels, en lo que a mi juicio es una
pieza maestra del
pensamiento marxista sobre este extremo, afirmaba: Lo que les falta a todos estos señores es dialéctica. No ven nunca mas que aquí la causa y allí el efecto. No ven que todo el gran proceso avanza en forma de interacción – aunque de fuerzas muy diversas, la mas fuerte, originaria y decisiva es la económica- para ellos Hegel no ha existido… ( Carta de Engels a Conrad Schimit. Obras escogidas. Moscu Edto. Progreso T.III)
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Refiriéndose al derecho, la filosofía, la política, el poder del estado… y su reactividad sobre la fuerza originaria y decisiva, Engels añadía: lo que nosotros llamamos concepción ideológica repercute a su vez en la base económica y puede, dentro de ciertos limites, modificarla. La absolutización de la incidencia de la fuerza mas fuerte y originaria, con desdén de las otras fuerzas muy diversas… lo que nosotros llamamos concepción ideológica, ha conducido a orientaciones apolíticas, sindicalistas o anarcosindicalistas, cuando no al reformismo –Bernstein-. Volviendo la vista al lado contrario, a la sobreestimación de la lucha política, en su acepción mas estrecha – la fuerza decisiva de la idea- lo que se observa es la concepción elitizada, sacramental, del partido, el voluntarismo, el menosprecio del papel de las masas…y ese camino conduce, sin mas, ya sea al cretinismo parlamentario, ya sea al totalitarismo. En todo caso a la segregación de la base social y a la burocratización. De manera muy especial, los imperativos político-militares de la guerra civil y contra la intervención extranjera, en los mismos comienzos de la Rusia Soviética, favorecieron el escoramiento a la política de aquella interacción dialéctica y con ello, el verticalismo. Desde 1903 hasta las vísperas de la Revolución en 1917 Trotsky recelaba de la teoría leninista del partido como vanguardia dirigente. Por sí misma la clase obrera solo puede arribar a una conciencia “tradeunionista", la conciencia socialista le vendrá “desde fuera", desde el partido, sostenía Lenin, sin menospreciar,
sino presuponiendo la lucha económico-reivindicativa
(Lenin.
No en vano fueron consignas económicas y políticas
¿Qué Hacer?).
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democratico-burguesas las colocadas en primer plano por los bolcheviques hasta las Tesis de Abril. En UN PASO ADELANTE Y DOS PASOS ATRÁS toda la discusión de Lenin con Martov sobre el art.1º de los estatutos del POSDR tiene por finalidad la distinción clara entre partido y clase. En la formación social capitalista la clase obrera existe como clase "en sí". La clase obrera "para sí" en el sistema burgués es sólo un proyecto. Los hombres pasan del sentir al comprender por medio de la ideología. Es en ese terreno, en el de la ideología, donde se hacen conscientes los conflictos que se manifiestan en el mundo económico Política).
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( Engels. Prefacio a Critica de la Economía
-XIIIESTATIZACIÓN Y SOCIALIZACIÓN
El partido debe ser el intérprete consciente de un proceso inconsciente. Ahí está la espina dorsal de los fundamentos leninistas en materia de organización, de su teoría del partido y de la diferencia entre clase y partido. Trotsky advertía el peligro que encerraba la conversión de aquel papel dirigente en tutelaje. Las prevenciones de Rosa Luxemburgo eran aún más acusadas porque más acusada era su confianza en la espontaneidad y en el ascenso de la lucha económica a la socialista: "Los errores cometidos por un movimiento obrero verdaderamente revolucionario son infinitamente más fructíferos y valiosos desde el punto de vista de la historia que la infalibilidad del mejor Comité Central", aseguraba ya en 1904 la dirigente espartaquista en las páginas de Iskra.(RL:
PROBLEMAS DE
ORGANIZACIÓN DE LA SOCIALDEMOCRACIA RUSA. Obras Escog. T. 1º Edt. Ayuso).
La posición de Trotsky descansaba en una confianza desmedida en la conciencia socialista, espontánea, de los obreros. A la postre compartió la teoría leninista del partido y los medios contra la amenaza de la burocratización que comprendía el programa bolchevique de desarrollo de la democracia socialista. Aspectos ambos que conformaban manifestaciones de un todo en la teoría de Lenin: el papel dirigente de lo más avanzado de la clase y la activa participación de toda la clase y del pueblo.
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En Enero de 1921 Lenin se felicitaba porque en los Consejos Económicos Provinciales, en los Comités principales, En las Direcciones Generales y en las direcciones fabriles, órganos colegiados, los obreros representaban el 61,6% de sus componentes. En su pensamiento era imposible realizar una planificación armoniosa sin la democracia socialista y el control de las masas:
Es preciso que los obreros formen parte de todas las instituciones del estado, que controlen todo el aparato del estado y eso han de hacerlo los obreros sin partido (…) debemos incorporar a ese aparato el mayor numero posible de obreros y campesinos. Pondremos manos a la obra y con ello expulsaremos al burocratismo de nuestras instituciones. Es preciso que las grandes masas sin partido controlen todos los asuntos del estado y aprendan ellas misma a gobernar Lefortovo. OOCC t.30)
( Lenin. Febrero 1920. Conferencia de trabajadores sin partido de
.
Rosa Luxemburgo, citando literalmente a Lenin señala: La fiscalización pública sin reservas es imprescindible; de no ser así, el intercambio de experiencias no sale de los círculos cerrados de los funcionarios del nuevo gobierno y la corrupción se hace inevitable y añade por su parte de igual modo que la acción libre de los rayos del sol es el medio mas eficaz , purificador y saludable para combatir las infecciones y gérmenes patógenos, así también la revolución misma y su principio renovador , estos es, la vida espiritual, la actividad y la responsabilidad de las masas que aquella lleva consigo, es decir, la libertad política mas amplia, constituyen el único sol purificador (RL La Revolucion Rusa. 1919).61
Bujarín en un texto emblemático reconocido en 1919 como básico para la explicación del Programa del Partido y para la educación comunista, expresaba aquella posición en toda una síntesis de programa de participación y regeneración social: "La burocracia es un peligro muy grave para el socialismo (...) nuestro partido debe hacer cuanto le sea posible para conjurar ese peligro (...) Es en primer término absolutamente indispensable que todo miembro de un soviet ocupe un lugar en el trabajo de la Administración del Estado. El siguiente punto esencial es que exista una rotación continua en estas funciones, no se debe permanecer años y años en el mismo puesto de trabajo administrativo (...) Toda la población trabajadora, paulatinamente ha de ser inducida a participar en la administración del Estado (...) Aquí se encuentra el verdadero fundamento de nuestro sistema político. Las organizaciones de masas se han convertido en los pilares de la autoridad del Estado. La democracia soviética no excluye del Gobierno a las organizaciones de masas, sino que hace de ellas los instrumentos a de gobierno. (...) De este modo, el poder soviético asegura el más amplio autogobierno en las distintas localidades y al mismo tiempo convoca a las amplias masas del pueblo a participar en el trabajo de gobierno." ( N. Bujarin y E. Preobrazhensky. ABC DEL COMUNISMO. Edt. Fontamara).
El programa del partido que Bujarin popularizaba, aprobado en 1919, rezaba literalmente: Al llevar adelante la lucha mas decidida contra el burocratismo, el Partido Comunista Ruso aboga por la completa superación de este mal con las siguientes medidas: 62
1) Una llamada obligatoria a todos los miembros del soviet para que cumplan una tarea determinada en la administración del estado. 2) Una variación sistemática en esas tareas para que estas para que éstas puedan abarcar gradualmente todas las ramas de la administración. 3) Una incitación gradual a toda la población laboral para que trabaje individualmente en la administración del estado. La plena y universal aplicación de estas medidas, que representan un paso adelante en la ruta trazada por la Comuna de Paris, y la simplificación de las funciones de la administración acompañada de una elevación en el nivel cultural de los obreros, conducirán a la abolición del poder estatal. Y es que la estatización de los medios de producción, siendo condición para la nueva sociedad, no es suficiente. La estatización no es la socialización, necesita de la gestión popular, "verdadero fundamento" del sistema político socialista. Trotsky, en su Programa de Transición escrito ya en 1938 expresaba esta posición en los siguientes términos: La elaboración de un plan económico, así sea el más elemental, desde el punto de vista de los intereses de los trabajadores (…) es inconcebible sin control obrero, sin que la mirada de los obreros penetre a través de los resortes aparentes y ocultos de la economía capitalista. Los comités de las diversas empresas deben elegir, en reuniones oportunas, comités de trusts, de ramas de la industria, de regiones económicas, en fin, de toda la industria nacional en su conjunto. En esta forma, el control obrero pasará a ser la
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escuela de la economía planificada (…) -
L.T. El Programa de Transición. 1938. Edit.
Fontamara. Barcelona 1977).
El sistema político soviético evolucionaba en dirección justamente opuesta a las propuestas bolcheviques. En lo fundamental, la propiedad quedó socializada, pero paulatinamente los trabajadores iban quedando al margen del proceso productivo. No deja de tener significación que con las reformas constitucionales de 1936 se eliminara una de las creaciones mas originales y congruentes de la revolución soviética.: la base electoral de los representantes electos en los órganos del poder soviético desde el triunfo de la revolución, consagrada en la Constitución de 1924 era la unidad de producción. En 1936 esta base fue sustituida con criterios de carácter territorial.
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-XIVPARTIDO, SINDICATO, SOVIETS…
Por el carácter parcial de sus objetivos, sindicato y soviet ocupan objetivamente un lugar subalterno en relación con el Partido, por independientes que sean orgánica y jurídicamente, y por amplias que resulten sus prerrogativas. En todo caso, la estrategia global donde se incardinan, con mejor o peor ajuste, las contradicciones sectoriales, la elabora y la organiza el Partido, no porque alguien lo haya decidido así de antemano y arbitrariamente, sino porque así viene determinado por las propias leyes de la confrontación clasista y de los distintos niveles en que ésta se despliega. Expresa en cierto modo el condicionante que la parte sufre del todo, y de ahí la posición objetivamente hegemónica del Partido. Sindicatos y Soviet se desenvuelven en base a exigencias ideológicas, políticas y orgánicas de menor entidad que el Partido en correspondencia con el distinto lugar y función que cada cual tiene en la lucha clasista. Resultan por eso particularmente sensibles a todo lo que ocurra en el Partido y más vulnerables ante los fenómenos de degeneración burocrática, entreguismo y liquidación. Es verdad que nunca antes en la historia, en ningún país, fueron investidos los sindicatos, formalmente, del poder que les reconocía el ordenamiento soviético. Teóricamente en la URSS había que contar con el
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consenso de los sindicatos para el grueso de las cuestiones con relevancia social. Sin embargo, aquel poder formal no se proyectaba en la práctica social; la jerarquía sindical y buena parte de la escala intermedia estaba profundamente subordinada, cuando no fundida, en la malla burocrática que controlaba el Partido y el Estado, compartía con ella privilegios y prebendas, dispuesta antes a liquidar a las organizaciones sindicales que encabezaban que a exponer las ventajas que le reportaba su vinculación a la capa dominante. Todo muy distinto al papel que les reservaba ya desde 1919 Lenin: "...Los sindicatos han perdido una base como la lucha económica de clase, pero no podrán perder, aún en muchos años, una base como la lucha económica en el sentido de lucha contra las deformaciones burocráticas de la administración soviética". Las restricciones a la democracia socialista que comportó el difícil periodo denominado comunismo de guerra a menudo han sido valoradas con criterios ahistóricos, descontextualizados. la extraordinaria devastación
que había
reportado la intervención militar extranjera, la guerra civil y un riguroso bloqueo económico -a una Rusia empobrecida y hambrienta-, que sólo se levantó, formalmente, en Enero de 1920 y de hecho, parcialmente, avanzado el año 1921. Está realidad no podía dejar de tener como correlato el endurecimiento político, no en vano, en definitiva, la política es la expresión concentrada de la economía ( Lenin). Así sucede también con la concepción leninista de los sindicatos en el periodo de transición, a la que se le atribuye la llamada teoría de simples correas de transmisión. Y ciertamente el estudio parcial de la obra leninista puede inducir a conclusiones de esta naturaleza.
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En los últimos años de su vida, en el contexto de la NEP, Lenin sostiene la virtualidad del papel de los sindicatos en las contradicciones con los directivos de las empresas estatales, para su elección y revocación y particularmente para combatir las desviaciones burocráticas recurriendo incluso a la lucha huelguística: No podemos renunciar, de ningún modo, a la lucha huelguística, ni podemos admitir por principio la sustitución de las huelgas por la mediación obligatoria del estado. ....en un tipo de estado proletario, de transición, el objetivo final de la lucha huelguística es el fortalecimiento del poder estatal de la clase mediante la lucha contra las deformaciones burocráticas de ese estado... (Lenin. Proyecto de tesis sobre el papel y funciones de los sindicatos bajo la NEP. Obras Completas T.44 Edt. Progreso)
La legislación laboral soviética durante los años veinte fue ejemplar en orden a la intervención de los sindicatos. Se estableció en las fábricas lo que se denominó sistema de la troica. El poder organizativo y de dirección de los responsables del centro de trabajo estaban fuertemente limitados por los derechos de la organización sindical en todas las materias: despidos, jornadas, contratación de personal, etc. El sistema fue suprimido a finales de la década potenciando, en detrimento de los sindicatos, las facultades de los directores. En marzo de 1929 es estableció el derecho de la dirección a decidir, sin participación de los sindicatos, sanciones y despidos. A la vez, el Comisariado del Pueblo para la Justicia restringió severamente la posibilidad de que los tribunales conocieran de reclamaciones trabajadores. 67
por sanciones o despidos de
En cuanto a los soviet, lo que en el inicio del poder revolucionario era una extraordinaria y original expresión de intervención popular, un salto cualitativo en la historia que hacia del centro de trabajo una célula madre de la democracia y de la superestructura jurídico-política, un lugar donde se combinaba la democracia directa con la representativa, donde se adoptaban decisiones a la vista de todos y bajo el abierto control de la base social, fue literalmente paralizado desde los años treinta por la misma camisa de fuerza que maniataba al Partido y a los sindicatos. Del lugar que Lenin destinaba a los soviets en la democracia, la lucha contra la burocracia y la construcción del socialismo, da una idea de lo que decía en un momento de máxima incertidumbre para la revolución: No hay nada más necio que transformar los Soviets en algo anquilosado, que se basta por si solo. Cuanto mayor sea la decisión con que debamos defender hoy la necesidad de un poder firme e implacable, de dictadura de cie3rtas personas para determinados procesos de trabajo,( subrayados de VI) en determinados momentos
del ejercicio de funciones puramente ejecutivas
tanto mas variadas habrán de ser las formas y los métodos de control desde abajo, a fin de paralizar toda sombra de posible deformación del Poder sovietico, a fin de arrancar reiterada y constantemente la mala hierba burocrática. ( Lenin .
LAS TAREAS INMEDIATAS DEL PODER SOVIETICO. Abril 1918)
. No quedó absolutamente nada de aquel llamamiento de Lenin dirigido ya en Diciembre de 1917 a los diputados obreros de Petrogrado: "que cada comité de fábrica no solo se sienta dedicado a los asuntos de su empresa, sino que se considere también una célula organizativa llamada a estructurar la vida de
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todo el Estado".
(L. Informe sobre la situación de los obreros de Petrogrado y las tareas de la
clase obrera . O. Comp. 4ª edc. T.26).
Desde comienzos de los años setenta hasta la mitad de la década de los ochenta se aprobaron catorce grandes medidas orientadas a recuperar y dinamizar el papel de los soviets. Todas ellas solo podían progresar en un contexto que respondiera a aquella notable afirmación de Marx: cuando mas profunda es una acción histórica, mas amplia es la masa que la realiza. Las catorce iniciativas nacieron ya hipotecadas, se estrellaron con un entorno político-administrativo socavado por una burocracia cuyo interés de grupo no la hacía nada propicia al fomento de la democracia socialista y que, de suyo, no guardaba vínculo subjetivo alguno con
cualquier profunda acción
histórica . Como en una relación de vasos comunicantes, coexistiendo con una clase desorganizada, sin sindicatos, sin soviets, sin organizaciones autónomas y unitarias de masas, se potenciaba inevitablemente la conversión de Partido y Estado en instrumentos autoritarios y burocratizados, caldo
necesario y
natural para el desarrollo de una casta dominante, embrión y antesala de la nueva burguesía.
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-XVLA ACUMULACIÓN ORIGINARIA
El bonapartismo, el estado burocrático, la autosuficiencia de la burocracia –a la que Engels llegó a calificar como tercera clase- es un fenómeno histórico que no surge de hábiles golpes de mano
o de atrofias fortuitas. Por el
contrario, se impone en la historia al abrigo de coyunturas donde las clases principales quedan extenuadas tras prolongados conflictos, pierden tensión ideal, fuerza movilizadora y capacidad de obtener consensos sociales. Para entonces, pasa a primer plano, desnuda de servidumbres, la violencia del estado y una burocracia que la ejerce con multiplicado poder y autonomía. Así ocurrió en Austria y Alemania durante el periodo de entreguerras - S. Zweig lo relata de manera magistral en algunas de sus obras, particularmente en MEMORIAS DE UN EUROPEO- . En todo caso, cuando las fuerzas que por el lugar que ocupan en la sociedad están llamadas a ser dirigentes de cada proceso histórico, se estancan y abdican, la historia no se detiene en una suerte de vacío, su lugar lo pasan a ocupar grupos y formaciones subalternos entre los que la burocracia ocupa un ventajoso punto de partida. Sometida a la agresión permanente del gran capital y a la continua amenaza de ruina, sucesivamente asalariada o conducida a la marginalidad, abolida a diario como forma de propiedad, Marx apuntaba que la pequeña burguesía será parte integrante de todas las revoluciones sociales que se
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preparan. Previsión tanto más rigurosa en relación con Rusia donde la clase obrera se encontraba, si bien con un alto nivel de concentración, insertada en un mar de pequeña burguesía rural y urbana. Rusia está hoy en ebullición. Millones de hombres que se habían pasado diez años aletargados, en quienes el espantoso yugo del zarismo y los trabajos forzados al servicio de los terratenientes y de los fabricantes habían matado toda sensibilidad política, han despertado...¿Pero quienes son. Son, en su mayoría, pequeños propietarios (...) gentes que ocupan un lugar intermedio(...)Rusia es el país mas pequeñoburgues de toda Europa. Esta gigantesca ola pequeñoburguesa lo inunda todo
...( Lenin. Las Tareas
Del Proletariado En Nuestra Revolución . Obras Completas. T 31. pag.157).
La observación de Marx comporta que los
rasgos que definen el
comportamiento pequeño burgués – el triunfo individual, los códigos mercantiles, la sacralización del poder y del estado, la aspiración a hacer carrera en el mismo...-penetran por todos los poros en el
cuerpo
revolucionario constituyendo una de sus más complejas contradicciones. La fuerza destructiva de los valores pequeño-burgueses se expresa en toda su dimensión cuando la clase principal se muestra agotada, sumergida en un duro proceso de acumulación originaria de capital, que necesariamente provoca desequilibrios, a veces extraordinarios, y en consecuencia debilitada en su ascendiente, en los recursos humanos y materiales para imponer sus categorías morales, controlar y dominar el aparato administrativo y estatal de coacción y hegemonía.
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Durante e inmediatamente después de la guerra civil, y particularmente, tras la muerte de Lenin, la administración rusa fue literalmente inundada, en todas sus esferas, por gentes que no habían participado en la revolución ni en la guerra civil, de reciente incorporación al partido, y en muy buena medida de extracción pequeño burguesa, heredada del viejo aparato estatal. Ocurrió que en 1917 los funcionarios del estado empezaron a sabotearnos. Entonces nos asustamos mucho y les rogamos: “Por favor, vuelvan a sus puestos”. Todos volvieron y esa fue nuestra desgracia. (...) En las altas esferas tenemos...a lo sumo unas decenas de miles de hombres adictos. Pero en los puestos inferiores se cuentan por centenares de miles los antiguos funcionarios
que hemos heredado del régimen zarista y de la
sociedad burguesa y que trabajan contra nosotros, unas veces consciente y otras inconscientemente .Es indudable que, en este terreno, no se conseguirá nada en corto plazo. Tendremos que trabajar muchos años para perfeccionar el aparato, cambiar su composición y atraer nuevas fuerzas. ( Lenin . Informe al lV Congreso de la Internacional Comunista. 13.11.22. Obras Completas T. 35 pag 295)
Los requerimientos de la guerra civil propiciaron profundos cambios, cuantitativos y cualitativos, en la base social del partido. Sobre aquel periodo reflexionaba K. Radek : …el partido es, ante todo, un ejercito, una fuerza de choque, y solo después, un partido político. Entre 1918 y 1920 el Ejercito Rojo pasa de un millón a cinco millones de hombres movilizados.
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El partido crece de 250.000 miembros en marzo de 1919 a 610.00 en Marzo de 1920 y a 730.000 en marzo de 1921. Aluvión mayor se produjo tras la campaña PROMOCION LENIN promovida tras la muerte de este. En esa ocasión, en 1925, se relajaron considerablemente las exigencias para ingresar en el partido. Sobresaliente significación tienen los siguientes datos sobre su militancia: solo el 5% tiene instrucción superior y un 8% enseñanza secundaria. Mas de la mitad, un 53%, trabaja en los diferentes órganos del estado y un 8% en el aparato permanente del partido y los sindicatos. Bajo este alud, la espina dorsal del partido bolchevique perdía posiciones y resultada desbordada. Cuanto más crecía la significación del partido y del poder administrativo soviético en un escenario de penuria severa, tanto más se multiplicaba el número de arribistas que buscaban fortuna en ese área y en sus contornos: Tememos ampliar excesivamente el partido porque los arrivistas y truhanes, que no merecen mas que ser fusilados, inevitablemente a infiltrarse en el partido gobernante ( Infantil del Izquierdismo en el Comunismo).
tienden
Lenin. La Enfermedad
Arribistas y truhanes que por sus propias
aspiraciones actuaron, y actúan siempre, como fuerza de asalto
del
movimiento de transformación de la burocracia en grupo social gobernante. Stalin, como secretario, tuvo un singular ascendiente entre los nuevos cuadros, de el dependía en considerable medida su destino en el entramado administrativo y político del estado y del partido. Dimitroff, en sus diarios, cuanta como valoró esta circunstancia el propio Stalin en noviembre de 1937: decisivos son los cuadros medios. ¿Por qué ganamos frente a Trotsky y otros. Es bien sabido que, después de Lenin, Trostky era la figura mas popular en nuestro país(…)Pero nosotros contábamos con el apoyo de los cuadros 73
medios(…)Trostky no prestaba ninguna atención a estos cuadros” (Dimitroff . Diarios. Berlin. Aufbau Vertag/2000).
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-XVIEL PARTIDO DECLINA ( LA SECRETARIA) La curva descendente del movimiento revolucionario internacional subrayada con la derrota de los alzamientos revolucionarios de alemania y Bulgaria en 1923, del levantamiento de Estonia en 1924, la liquidación de la República de los consejos húngara, el fracaso de la huelga general inglesa en 1926, el aplastamiento de los comunistas chinos a manos del Koumitang en 1927, el triunfo de la reacción polaca de Pilsduski, la victoria fascista en Italia… modificó los horizontes. Cuanto más aumentaba la pasividad de una clase obrera en retirada más disminuía su intervención en el poder y más se concentraba este en manos del aparato burocrático-administrativo. Ya no se trataba sólo de los" excesos de papeleo y obstrucción", sino de que la “plaga" burocrática, potenciada por el debilitamiento de la perspectiva revolucionaria y del reflujo de la movilización social, movía los hilos del poder estatal y del aparato partidario en su propio beneficio, consolidando posiciones de poder y multiplicando los privilegios sociales y materiales que ello ofrecía. Lo que en paralelo exigía limitar los medios de participación y control social. La semilla de lo que terminaría demandando la restauración capitalista estaba sembrada en suelo abonado. El país y la construcción del socialismo empezaba a caer prisionero de las nuevas fuerzas que el declive revolucionario estaba propiciando. La clase obrera soviética había quedado exhausta por la revolución, la guerra civil y la lucha contra la intervención extranjera, diezmada en su número y en sus cuadros, desmoralizada ante el hundimiento general de la economía. La
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depresión del "orgullo obrero" en una tendencia histórica de receso, tuvo como contrapartida un flujo de la psicología arribista y del utilitarismo. Los componentes mas nocivos que estaban en las genes del aluvión pequeñoburgués encontraron en aquel momento histórico el mejor caldo para aflorar y reproducirse contaminando la nueva realidad. Rusia estaba en la ruina, la guerra civil le había costado siete millones de muertos. El 6 de Marzo de 1921 "Pravda" escribía: "Las privaciones sufridas por los obreros son tales que su debilitamiento físico se ha convertido en el primer problema del día". La producción de fundición representaba el 2% de la de anteguerra, la de metales acabados el 4%, el conjunto de la producción industrial el 20%, el comercio no existía, lo había reemplazado la requisa o el trueque. En una coyuntura así, en las horas más bajas de la revolución, no hay que
buscar
genios
maléficos
para
comprender
que
extraordinariamente difícil relevar a una fracción bolchevique disuelta
no
resultó
agotada y
en el océano de la nueva burocracia , atada de pies y manos por
aquella conversión de lo excepcional en regla: la prohibición de plataformas y tendencias. La
obediencia se convirtió en la
principal virtud
de los
comunistas. Partido y sociedad perdieron los medios para la reacción crítica y la intervención ideológica y política. En una aguda reflexión, citada con énfasis por el Presidente Chaves en su discurso ante el Primer Congreso del Partido Socialisa Unido de Venezuela –PSUV- , Alfredo Maneriro, marxista venezolano, exmiembro de la dirección del PCV, ex diputado y que fuera el “Comandante Tomas” de una columna guerrillera aseguraba:
76
…ciertas estructuras partidistas desarrollan un espíritu de secta tan marcado, sustituyen de tal manera la disciplina por la obediencia, vician a sus afiliados con un juego tan complicado de jerarquías, gradaciones, amiguismos, arbitrariedades…y sobre todo, crean tales dificultades a la confrontación libre de opiniones, que la lucha interna solo puede expresarse a través de zancadillas, corrillos, pactos ominosos, y manejos oscuros. Estructuras así terminan por producir un militante condicionado, de mediocres aspiraciones y cuya audacia , valor y espíritu critico se resuelve, a menudo, en una racionalización forzada de las verdades, valores e intereses del partido…( Gustavo Maneiro: Notas sobre organización política. Edto Venezuela 83. 1971). ¡ Esto no debe ocurrir entre nosotros, agregaba Chaves! Una burocracia rampante, con apoyo de legiones de oportunistas recién llegados,
fue, progresivamente, debilitando la posición de la tendencia
bolchevique con prácticas como la de la cooptación y destinos. Por esa vía, a la vez que se eludía la elección y se elevaba a puestos de responsabilidad militantes leales, se disgregaba a los oposicionistas por los distintos confines de Rusia y el extranjero –destinos diplomáticos- . Con inocultable amargura, dos años después del fallecimiento de su esposo, Krupskaya, en el XIV Congreso del partido -1926- retrataba de esta manera el estado de la democracia partidaria: Si continuamos redactando resoluciones sobre la democracia interna del partido y al mismo tiempo creamos tales situaciones que cualquier miembro individual puede ser trasladado a otro puesto por manifestar abiertamente sus opiniones, entonces nuestras buenas intenciones con respecto a la democracia interna del partido quedaran únicamente sobre el papel. 77
En aquellos momentos años 1925, 26 y 27 habían sido trasladados al extranjero Rakovski, Piatakov, Preobrazasnki, Kosior, Kamenev, GlevovAvilov, Kollontai…entre otros muchos destacados miembros
de la
inteligentia bolchevique. Desde 1923 hasta 1930, en el seno del partido, en los soviets y sindicatos, se libró, no obstante, una lucha encarnizada que se fue sellando, con las derrotas de Trotsky y Zinoviev en enero de 1924 y en Diciembre de 1925 , en 1927 le tocó el turno a la oposición conjunta por la democracia socialista, y en 1930, con la defenestración definitiva del grupo de Bujarin. De hecho, nunca más, desde 1930, volverá a producirse una discusión pública en el seno del partido. Ni un solo organismo – afirma Trotsky ya en Octubre de 1927discute y adopta resoluciones, en la actualidad, todos se limitan a aplicar decisiones. Como se ha señalado, la libre y publica discusión en la prensa partidaria de cualquiera de las cuestiones programáticas, tácticas, estratégicas…estaba integrada en el propio carácter del partido bolchevique . No era una rareza que se publicitaran divergencias en cuestiones de la mayor trascendencia entre los mas reconocidos dirigentes del partido. Así, por ejm, en 1914 debatiendo con Rosa Luxemburgo Lenin escribía: El articulo de Rosa Luxemburgo –muy critica con el programa de los bolcheviques en lo que se refería al reconocimiento del derecho de las naciones a la autodeterminación- fue publicado en 1908 con su firma, desde luego, a nadie se le ocurrió jamás negar a los escritores del Partido el derecho a criticar el Programa…
(Lenin. El DERECHO DE LAS NACIONES A LA
AUTODETERMINACION. Obras Completas T..25).
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A finales de 1923, cuarenta y seis bolcheviques del mayor prestigio encabezados por Preobrajensky, en carta dirigida al Comité Central alertaban sobre la situación con las siguientes manifestaciones: En el partido prácticamente ha desaparecido la libre discusión; la opinión pública del partido está sofocada. Actualmente no es el partido ni su masa de afiliados quien promueve y elige a los componentes de los comités. Por el contrario la jerarquía de los secretarios selecciona en gran medida a los delegados para las conferencias y congresos. Conferencias y congresos se han convertido en reuniones ejecutivas de esa jerarquía…( El Interregno. E.H. Carr, Apéndice documental. Alianza editorial 1.974).
El extraordinario peligro que comportaba nombramientos y traslados de cargos responsables
aquella
facultad para
que se atribuyó a la
Secretaria del Buro Político, pasó poco advertida hasta el año 1923. De hecho parece que hasta esas fechas fue cosa rara su utilización con fines de ahogar discrepancias, conformar mayorías desde el aparato, predeterminar delegados a Congresos y Conferencias …. En marzo de 1921 en el XI Congreso se expuso un caso de traslado que había causado sorpresa, descontento y recelo porque se sospechaba que tuvo algo de acción represiva, de castigo”. Sin embargo, Lenin en diciembre de 1922 y enero de 1923 era consciente de los problemas que entrañaba la acumulación de facultades en la secretaria general. En razón a ello pedirá al partido vigilancia en la elección de ese cargo, que se cesara a Stalin y se escogiera para ese puesto a un camarada no caprichoso, tolerante, leal, atento con los camaradas…respetuosos, en
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definitiva, con la legalidad y democracia partidaria. En otro de sus últimos escritos manifestaba la siguiente preocupación y propuesta: El camarada Stalin, llegado a secretario general, ha concentrado en sus manos un poder inmenso y no estoy seguro que siempre sepa utilizarlo con la suficiente prudencia…( Lenin. Carta al Congreso -24.12.22-) Stalin es demasiado brusco y este defecto, plenamente tolerable en nuestro medio y en las relaciones entre nosotros, los comunistas, se hace intolerable en el cargo de secretario general. Por eso propongo a los camaradas que piensen la forma de pasar a Stalin a otro puesto…(Lenin 4/1/23. Suplemento a la Carta al Congreso).
En Octubre de 1923 Trotsky denunciaba que los nombramientos para cargos del partido son diez veces mas frecuentes que en los peores días de la guerra civil. En Diciembre de 1925 Zinoviev manifestaba la Secretaria detenta un poder incomparablemente mayor del que tuvo bajo Vladimir Ilich. Glebov Avilov, dirigente de los sindicatos de Leningrado, refiriéndose al XIV Congreso del partido expresaba se respiraba tal atmósfera que nadie se atrevía a levantar la mano en señal de protesta por temor a que lo enviaran a Mursmansk o a Turkestan . En este punto resulta de la mayor significación lo que se reveló en un informe al XII Congreso: 37 secretarios de comités regionales o provinciales, mas del tercio del numero total, habían sido trasladados o destituidos en el último año. De los 9.419 nombramientos para puestos de responsabilidad realizados entre mayo de 1924 y diciembre de 1925, 1.876 lo fueron para cargos importantes dentro del partido.
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El poder de la Secretaria se consolidó y se acrecentó exponencialmente, había generado frutos que lo alimentaban, contribuyó de manera decisiva al cambió de carácter de la organización y a que durante decenios la atmósfera que denunciaba Glebov Ampilov no abandonara al partido. De facto el partido sucumbió preso de la malla que se tejió desde la Secretaría. Conviene recordar, que la Secretaría era un puesto de la dirección del partido cuyo ámbito de competencias estaba ceñido a cuestiones orgánicas internas, en modo alguno era la máxima autoridad política del partido ni en este terreno tenía mayor significación el secretario que la propia de un componente del buró político. De hecho durante la enfermedad de Lenin y hasta finales de 1924 el miembro mas reconocido de dicho buró fue Zinoviev y la dirección política efectiva la compartía el triunvirato: Zinoviev, Kamenev y Stalin.
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-XVIILA NECESIDAD Y EL `PRINCIPIO Una sociedad de producción planificada, no se desenvuelve a golpe del devenir natural de las cosas. El factor subjetivo, la política, es lo definitivo y dentro de ello, y justamente por eso, resulta determinante la concepción del partido dirigente. El vivo partido de Lenin fue transformándose en un sucedáneo de coro del que se suprimían las voces que desafinaban. Todo quedaba a merced del ritmo que imponían los intereses de la casta dominante. Con el tiempo esos intereses requirieron, incluso, la total independencia del partido y en consecuencia su destrucción. El contexto en el que se desenvolvía la construcción del socialismo acentuó los factores que propendían a la degeneración burocrática. En esa dirección empujaban tanto las circunstancias exteriores dominadas ya en la década de los 30 por el pacto "anticominterm" Berlín-Roma-Tokio, la ulterior agresión nazi-fascista, y el desencadenamiento de la "guerra fría" después. Como también exigencias de orden interno coherentes con lo que se llamó "comunismo de guerra”. Debe repararse en este punto que por "comunismo de guerra" se conocía en la Unión Soviética el periodo comprendido entre 1918-1920, cuando la revolución estaba prácticamente cercada en Petrogrado y Moscú por los ejércitos blancos y los intervencionistas extranjeros. En ningún caso, en aquellos años las restricciones democráticas en el Partido y en la sociedad
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alcanzaron los niveles de los años 30, por no hablar ya de los crímenes contra los propios miembros del partido. Las diferencias eran siderales tanto en sus aspectos cuantitativos como en los cualitativos. Lo que en su momento se consideraba como una necesidad temporal vino a representarse después como una virtud, como una concepción de principios. La inquietud por evitar que los "nuevos órganos del Estado se transformen de servidores a dueños de la sociedad" dejó de ocupar espacio alguno en la práctica y en las elaboraciones teóricas del movimiento comunista, salvo excepciones de eco muy limitado o de poca fortuna. Resulta ejemplar en este sentido que un texto de cabecera del movimiento comunista durante la década de los sesenta y setenta, el MANUAL de Otto Kousinen, -personalidad, por lo demás, muy relevante en la lucha del movimiento obrero fines y de los comunistas contra el fascismo-, no haga la menor referencia a las cuestiones de la burocracia y de los peligros de la burocratización que tanto inquietaron a los clásicos en cuyas fuentes el mismo se hizo. En todo caso no constan textos marxistas, de cierta entidad, donde se presagiara que la deformación burocrática, en estado avanzado, comportaría la mutación de la burocracia de grupo social a clase dominante que reclamaría, sin más, la total destrucción del socialismo. Una indigencia en la elaboración teórica que se repite durante décadas pese a que los fundadores ya observaban y hasta, de alguna manera, describían este fenómeno natural en la dialéctica interna de las aspiraciones de la burocracia. Analizando su papel en la transición de la monarquía absoluta a la bonapartista, contaba Engels:
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...la burocracia desdeña cada vez mas los desfalcos como único medio de mejorar sus ingresos, vuelve la espalda al estado y se dedica a la caza de puestos mas lucrativos en la administración de las empresas; los burócratas que quedan en activo siguen el ejemplo de sus jefes : especulan con las acciones, o bien, “participan” en los ferrocarriles...
( F. Engels. Contribución al
problema de la vivienda).
La losa
que lo aplasto durante décadas coloco a buena parte al
pensamiento marxista partidario de espaldas a una de las elaboraciones cruciales de sus precursores. Se cerraban los ojos ante lo que sucedía con toda evidencia. No se realizó esfuerzo alguno por desentrañar la base material y social de lo que había denunciado el XX Congreso. Se eludieron, de manera que ahora resulta sorprendente, el análisis de experiencias que representaban un auténtico tesoro de enseñanzas como lo era, por ejemplo, -entre otros- el curso seguido por la revolución mejicana y su partido, el PRI. Lo que Lenin no pudo predecir es que aquella ignorancia de las ideas fundamentales de Marx que ya había advertido en el Estado y la Revolución se iba a reproducir de manera extrema en el movimiento comunista después de su muerte. El silencio venía esta vez de la mano de un grupo social con un creciente interés clasista en amputar al marxismo de parte sustancial de una estrategia que se les revolvía en su contra: la enfilada a la lucha contra la burocracia y por la democracia socialista. No tardó en etiquetarse de desviación anarco-trotsquista
a cualquiera que se propusiera romper con
aquel silencio. Bastaba solo plantear el problema de la burocracia y la democracia socialista para quedar bajo sospecha.
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Con las máximas prevenciones se encajaban las repetidas advertencias de Ernesto Che Guevara y Fidel Castro sobre las cuestiones de la burocracia y las políticas de participación popular. En febrero de 1963 proclamaba ya Che Guevara la necesidad de declararle la guerra al burocratismo pag 163 Edt. La Habana)
( Obras. Esco. T.2
Por aquellas fechas observaba la nula ligazón entre las
masas y los dirigentes en la URSS y en relación a la propia experiencia cubana denunciaba la participación de los obreros en la dirección de las fabricas es nula a pesar de nuestras instrucciones (…) Aquí la democracia sindical es un mito podrían dejar de existir los sindicatos y traspasar sus funciones a los consejos de justicia laboral quien único lo lamentaría sería la burocracia sindical que se ha creado. Por su parte, Fidel Castro ya propuso declarar el año 1965 como el de la lucha contra la burocracia.
En marzo de 1967 Granma decía en su
editorial: Golpear a la burocracia en todos los frentes y en todas sus manifestaciones …las experiencias de la lucha contra este mal demuestran que la burocracia tiende a comportarse como una nueva clase . Entre los burócratas se establecen ataduras, intercambios y relaciones parecidas a las que suelen darse en cualquier otra clase social… A la sazón, este tipo de manifestaciones se les ponía sordina o se recibían con displicencia. En los últimos años se han multiplicado en Cuba las advertencias y las iniciativas de este orden, con el elemento cualitativo, añadido, de valorar el peligro como el principal riesgo interno para el proceso revolucionario.
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-XVIIILA DAMNATIO MEMORAE
Cabe indicar que no fue sólo aquella dimensión del pensamiento marxista la afectada por la glaciación que se inició a finales de los años veinte. No eran pocos los textos señalados en el índice por su supuesto contenido antimarxista y antisovietico. El pensamiento y la educación marxista sufrió un daño irreparable, amen de las fracturas, el divorcio con amplios sectores de la intelectualidad y la hemorragia de inteligencia que significó para el movimiento comunista a lo largo de las décadas siguientes, ya fuera por la vía de las expulsiones, ya por la del desaliento, el repudio intelectual o el escepticismo. Se purgó la creación marxista con mucha preferencia, -y en todo casopor la técnica de la damnatio menorae -condena al olvido- del antiguo derecho romano. Se sustrajeron al conocimiento y estudio, y se dejaron de divulgar, obras excelentes de Bujarín, Luckas, Trostky, Korst, Mao, Plejanov … de Plejanov, a pesar de su beligerancia antibolchevique, dijo Lenin en 1921, tres años después de
su muerte: creo oportuno señalar, para los jóvenes
miembros del Partido , que no se puede ser un comunista consciente, de verdad, sin estudiar –precisamente estudiar- todo lo que escribió Plejanov sobre filosofía, pues es lo mejor de toda la literatura internacional del marxismo (…) deben figurar entre los manuales obligatorios del comunismo… ( Lenin . Una vez más acerca de los sindicatos. Obras completas 86
t.42)
.
Igual suerte corrieron extraordinarias creaciones literarias y artísticas. El conocimiento o lectura actual de todas ellas desnuda la monstruosa e inalepable indigencia de aquella práctica inquisitorial.
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-XIXEL PESO DE LA LEGITIMACION
Resulta inevitable interrogarse como fue posible que aquella anemia en la ciencia marxista – con notabilísimas excepciones- pudiera progresar, con menos resistencia y mayor fortuna de la previsible, en un cuerpo con la envergadura, la inteligencia, las fuentes ideológicas, el coraje y la experiencia, como el del movimiento comunista. Y que lo hiciera,
reproduciendo,
prácticamente a escala planetaria, concepciones y prácticas que propendían a la multiplicación y metástasis de la usurpación burocrática. Un hecho, entre otros tantos, que presagiaba que el rumbo verticalista en la concepción del partido se propagaba al conjunto del movimiento comunista fue la silenciosa liquidación de la comisión de control de la 3ªInternacional en su VI Congreso -1928- . La primera tarea que tenía encomendado aquel comité , en la que por cierto, hubiese debido desempeñar , -para lo que fue electo-, máximas responsabilidades el prestigioso jurista Stuchka, era la de estudiar las quejas contra los órganos dirigentes de la propia Internacional. Justamente la comisión desaparece cuando aún estaban por resolver enmiendas al estatuto que la creó. En su origen, al parecer la comisión era elegida por el propio Comité Ejecutivo se pretendía fortalecer la independencia del órgano que debía fiscalizar haciendo que su elección la realizara directamente el congreso.
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La Comisión de Control se convirtió en una herramienta impotente y así sucedió de hecho en los órganos equivalentes de la mayoría de los partidos comunistas. Los propios órganos ejecutivos hacia los que se dirigían las quejas por eventuales infracciones de la legalidad partidaria –incumplimiento de los acuerdos de los congresos, decisiones mas allá de sus competencias, medidas disciplinarias…- las dominaron y de forma sistemática las quejas eran presentadas como actuaciones fraccionales, antipartido. A mi modo de ver, no se podrá descifrar todo esto si pasa desapercibido el conquistado ascendiente del PCUS como partido dirigente del principal logro histórico del movimiento obrero. De la autoridad del PCUS da una idea lo que afirmaba el propio Kautsky aún después de haber roto totalmente con los bolcheviques: Sea cual sea la actitud tomada ante los métodos bolcheviques, el hecho de que un gobierno proletario haya llegado al poder en una gran nación y se haya mantenido mas de dos años, entre grandes dificultades, ha elevado enormemente el sentimiento de fuerza de las clases trabajadoras de todos los países. Con este hecho los bolcheviques han prestado un servicio inesmitable a la verdadera revolución.
Kautsky: Terrorismo y Comunismo. Edito. Transición. Méjico
1956.).
Autoridad que se robusteció al compás de los indiscutibles logros de la URSS, a de su contribución -no sin capítulos oscuros- a la lucha de los pueblos por la liberación social y nacional y muy especialmente tras su heroico triunfo sobre el nazi-fascismo.
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La inmensa mayoría de comunistas que militaron durante algunos años antes del derrumbe tienen que admitir el efecto inhibidor sobre el pensamiento crítico de un ascendiente que, ni mucho menos, carecía de legitimación. Por lo demás, contribuía a ello que las alternativas mas comunes, lejos de ser advertidas como remedios se percibían, y con razón, como pócimas letales, de muy mediocre elaboración, capaces de liquidar, al tiempo, al enfermo y a los doctores. Así sucedió, por ejmp. con lo que vino a llamarse eurocomunismo, o, en su reverso, con la constelación izquierdista .
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-XX DE RASPUTIN A GAGARIN
Considerada la base económica desde la que se tenía que iniciar la construcción de la nueva sociedad, resultaba absolutamente insoslayable transferir el mayor esfuerzo hacia la producción de bienes de equipo. Y en este campo se obtuvieron éxitos realmente colosales. Mientras el mundo capitalista se debatía en una crisis extrema, en la URSS entre 1929 y 1940 la producción industrial se multiplicó por más de tres y su participación en la producción mundial de manufacturas pasó de15% en 1929 al 18% en 1938, durante el mismo periodo la cuota conjunta de los EE.UU., Gran Bretaña y Francia disminuyó del 59% al 52% del total mundial. Tal era la contradicción en que vivía inmersa Rusia.
Sus estructuras
económicas eran las más aptas para el desarrollo de las fuerzas productivas, para el progreso de la ciencia, la técnica y la cultura en general. Solo con aquellas estructuras
pudo un país primitivo, en las mas difíciles
circunstancias, de agresión, cerco exterior y aislamiento, convertirse en una nación moderna situada en la cabeza del desarrollo económico y técnicocientífico. Lenin resumía de forma aguda que el socialismo en Rusia era el soviet y la “electrificación” -el poder social y la industria moderna-.
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Faltó el soviet. La electrificación la dirige y la domina una casta funcionarial que hizo de ello la base material del dominio políticoadministrativo. Con todos sus problemas sin resolver, Rusia a mitad del siglo era el prodigio de la historia moderna. Un mundo incrédulo fue testigo de cómo Rusia rompía el monopolio de la energía atómica ...mas impresionante resultó aún la recuperación de la URSS de la devastación de una guerra en la que 10.000 fabricas fueron destruidas, centenares de minas inundadas, cien ciudades arrasadas y sus tierras florecientes convertidas en desiertos (I.Deustscher. Herejes y Renegados . Edt. Ariel)
Se
produjeron en la URSS
importantes logros sociales en materia
educativa, en la asistencia sanitaria, jornada de trabajo –una de las primeras medidas adoptadas por el gobierno bolchevique fue, en el propio mes de Octubre de 1917 el establecimiento de la jornada de 8h. en 1927 se redujo a 7h diarias-, pleno empleo –se estima que el paro desapareció en la URSS a finales de 1930-, atención a la infancia y a la vejez, en vivienda – los alquileres mas baratos del mundo- etc. Fue una gesta sin precedentes y ocurrió en un país
al que
la
intervención militar extranjera y la guerra civil primero, y la 2ª Guerra después, le ocasionó destrucciones mayores que las sufridas por cualquier otro beligerante. Los únicos periodos que pudieron ser aprovechados para el desarrollo, sobre la base de sus únicas potencialidades, fueron los comprendidos entre 1928-1941 y de 1950 en adelante y aún así, siempre bajo una presión externa que obligaba a desviar enormes recursos humanos y
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materiales. Prácticamente durante su historia la URSS vivió como una fortaleza asediada por todo el mundo capitalista. Pero existía otro aspecto de la realidad, el conformado por las necesidades inaplazables del pueblo el cual sólo, hasta cierto punto, puede renunciar al consumo de hoy para el bienestar de mañana, y aquí se produjo una quiebra irreparable. La riqueza de la nación se levantaba en violento contraste con las exigencias primarias de consumo. En 1932 la producción de bienes de capital superaba, en términos extraordinarios, la del último año de desarrollo pacifico de la
Rusia
prerrevolucionaria-1913-. La producción de acero había crecido un 40%, la de maquinas para la siderometalurgía se multiplicó por 13 y la de material eléctrico por 17. Pero la producción textil permanecía al mismo nivel. En la mitad de la década de los sesenta, de la suma total del producto nacional neto solamente el 55% se destina al consumo privado, incluyendo servicios sociales y educación. De toda la nueva inversión industrial el 15%, a lo sumo, se destina a las industrias de bienes de consumo. Resultó, sin embargo, que la objetiva necesidad de priorizar el desarrollo de la industria pesada en la fase de acumulación originaria de capital, precisa para la edificación del socialismo, se absolutizó al punto de desatender, hasta extremos difíciles de comprender, la demanda de bienes de consumo. Quebró la necesidad de una expansión equilibrada que permitiera el mejoramiento continuado en el nivel de vida de la población.
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El primer plan quinquenal que proyectó una tasa de incremento de la producción de bienes de consumo algo mayor que de bienes de equipo, fue el 9º -1971-, sin embargo sus objetivos sólo se cumplieron parcialmente. Todavía en 1989 el 60% de los fondos productivos se emplean en las ramas básicas en tanto que a la industria ligera y alimentaria se destinaba apenas el 10%. El divorcio entre el poder estatal y la sociedad, facilitó sobremanera que se llegara a esta situación. "Como presidente del Consejo Superior de Economía Nacional -declaró Felix Dzerzhinski- estando a la cabeza de esta enorme escala burocrática yo no puedo hacer nada si no es por la crítica desde abajo, es decir, de donde late el pulso de la propia vida ".
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-XXIDE GAGARIN A LA DESCOMPOSICIÓN
El deterioro de los cauces de comunicación entre el aparato administrativo y el pueblo, y de los instrumentos de intervención social congeló el celo por los intereses inmediatos de las masas y liquidó las formas para hacerlos valer. No existe la piedra filosofal que permita a la vez satisfacer el interés de casta de la burocracia y las necesidades
del desarrollo de una
economía socialista planificada y socialmente gestionada. Un episodio singularmente significativo de los métodos burocráticos, de una política trazada de espaldas al sentir social y al margen de la realidad, fue la de la colectivización forzosa de la agricultura iniciada en 1928 y culminada en 1933. Los resultados fueron catastróficos, la producción agrícola cayó en picado, en vísperas de la invasión alemana en 1941 todavía no se habían alcanzado los niveles anteriores a 1928. Las contradicciones se agudizaron en grado máximo, tanto con el campesinado en general como en el seno del partido, y se "resolvieron" con deportaciones y ejecuciones en masa. En el partido se .promovió un nuevo rizo en la espiral de purgas. Le tocó esta vez a la llamada "desviación derechista", se liquidó a lo que aún quedaba de la vieja dirección bolchevique, a Bujarín y a Rikov y con ellos a decenas de miles de cuadros partidarios. Las consecuencias de aquella tragedia dejaron una herida profunda en el país, facilitó la agresión nazi y continúo supurando hasta los últimos días del poder soviético.
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La Rusia de Rasputín y del Zar Nicolás se transformó en el país de los Sputniks, pero en el país de Gagarin no se podía adquirir una lavadora de calidad. La cantidad de la producción no iba de la mano de la calidad, y así las organizaciones comerciales estatales informaban en 1964 de excedentes invendibles de bienes de consumo duraderos, de baja calidad, valorados en dos billones de rublos, cifra equivalente a la tercera parte de la inversión anual de capital en la industria ligera. La penuria en el abasto de bienes de consumo de calidad desalentó interés por el trabajo y la productividad, y fomentó la inhibición social. Pero sobre todo, la demanda insatisfecha de aquellos bienes dio pié a la aparición del mercado negro y la corrupción. Así se fueron multiplicando y consolidándose situaciones de privilegios y de degradación de las relaciones socialistas cuya lógica interna fortalecía la restricción de la democracia y la generación de castas envilecidas en sectores determinantes del aparato partidario y administrativo. El reconocimiento de la naturaleza multidimensional de la sociedad y de sus instituciones, constituye un factor indispensable para el despliegue de la iniciativa colectiva, y por lo mismo, para el desarrollo de la formación social. Es una precondición, por llamarle así,
para el incremento de al
eficiencia social de la organización y de sus instituciones, y hasta para la percepción objetiva de los problemas existentes y de las prioridades. La burocratización de la vida político-administrativa, a la par que el colapso de una de las potencialidades más importantes del nuevo modo de producción, -la participación creadora del pueblo-, condujo a un relativo estancamiento, a la baja calidad de los productos, a la penuria del mercado, a
96
la incapacidad para transferir los notables adelantos científico-técnicos de la industria militar y aerospacial a otros sectores de la producción. Esta realidad impulsa el crecimiento de valores mercantilistas, opuestos al socialismo, entre directores de empresa, en ámbitos ministeriales y en amplios
sectores
del
andamiaje
administrativo,
quienes
al
tiempo
monopolizaban el acceso a la limitada oferta de bienes de consumo de calidad, ligada, particularmente, al comercio exterior y al mercado negro y desplegaban una actividad económica paralela sumamente lucrativa. Ya desde antes de los años ochenta en la actividad de las empresas no se distinguía lo legal de lo ilegal. Se formó todo un entramado para la desviación de los suministros a las empresas a la producción y comercio ilegal al extremo que al margen
del sistema oficial se extendió una red de organizaciones
comerciales que ocupaban a cientos de miles de intermediarios. Aquel acento en la industria pesada, que en un principio era una servidumbre que imponía del atraso del país, se trasformó por último en una “virtud”, en un espacio abierto para la actividad especulativa y el enriquecimiento ilegal de la burocracia. La economía paralela se desplegó al margén de toda regulación
y control político en muchos ámbitos de los
servicios, el comercio y la producción de mercancías. El Gosplan, en los años setenta, calculaba que en este sector intervenía, aproximadamente el 10% de obreros, empleados y koljosianos. A finales de los ochenta la cifra se elevó a una quinta parte de la población activa. Tolos los cables se movían desde sectores del aparato administrativo y directivo de las empresas estatales. El sistema fue segregando una mafia de contrabandistas que con amplia tolerancia y entrelazada con sectores del poder, operaba singularmente, en el
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mercado negro de divisas y de bienes de consumo ordinario y de lujo y en el comercio exterior. En 1981 se desveló, por ejm. lo que se vino a llamar el caso del caviar. Un entramado mafioso exportaba caviar como si fuera arenque apropiándose de la diferencia en el precio de venta. Resultaron implicados entre otros, un ministro, un secretario regional del partido, un presidente de soviet urbano y un alto cargo de la KGB. Una importante masa de la jerarquía administrativa vivía ya completamente ajena a las masas, en una sociedad segregada, con sus propias tiendas, restaurantes, lugares de ocio etc.
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-XXIIEL ESTADO DE TODO EL PUEBLO
Igual que la función
modifica al órgano. Como no podía ocurrir de
otra manera, el ejercicio del poder, arbitrario, abusivo y en el propio provecho, cambia radicalmente la sicología de la casta burocrática. Ya ni objetiva ni subjetivamente, ni material ni moralmente, pertenecían de facto ni a la clase obrera ni al movimiento comunista. La brutal ruptura con los principios marxistas sobre el periodo de transición se revistió siempre con velos ideológicos mixtificadores de la realidad de cada momento. Formulas moldeadoras del pensamiento colectivo, en todo caso orientadas a la falsa representación de asimilar el interés del conjunto social al de la burocracia dominante. Ya en marzo de 1939 (¡¡) se presentaban los logros de la URSS como lo mas próximo al triunfo del reino de la libertad sobre el de la necesidad. En dicha fecha el XVIII Congreso del PC proclamó: …la URSS ha entrado en su desarrollo interno en la fase de coronación de la edificación de la sociedad socialista y del paso gradual del socialismo al comunismo…
( Compendió de
Historia del PCUS . Edto. Progreso 1980)
Posteriormente se puso
en circulación, con el mismo fin legitimador,
un concepto tan extraño a la realidad como el del estado de todo el pueblo. En 1961, bajo la dirección de Jruschov
las resoluciones de XXII Congreso
definían en esos términos el carácter del estado de la URSS.
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Con semejante ficción se negaban las contradicciones, se debilitaba el pulso social y en definitiva y sobre todo, se legitimaba la posición de la burocracia. De tal forma, la burocracia gobernante en tanto que máxima expresión política del estado de todo el pueblo representaba la culminación, lo absoluto, del socialismo como periodo de
transición a la sociedad
comunista. Huelga decir que en tal teoría, ni elevando al máximo la potencia del microscopio, se advierte rastro alguno de concepciones marxistas. Se materiales
afirmaba también: en 1980 se habrán establecido las bases y técnicas de la sociedad comunista (…) El partido declara
solemnemente: la actual generación soviética vivirá bajo el comunismo”. En un articulo publicado ya en Julio de 1973 en Revista Internacional, Ivan Kapitonov, secretario del Comité central del PCUS afirmaba: ...En los últimos decenios se han operado en nuestro país grandes cambios socioeconómicos y políticos que lo situaron en una nueva etapa de la formación comunista, en la cota del socialismo desarrollado. La base social de nuestro régimen socialista la constituye hoy todo el pueblo soviético, nueva comunidad histórica(...). Se consolidó la unidad político-moral de la sociedad. El estado de dictadura del proletariado se ha convertido en estado de todo el pueblo... En Octubre de 1977 en una sesión extraordinaria del Soviet Supremo, consolidada ya en el aparato dirigente del partido y del estado una trama rufianesca que ligaba a amplios sectores de la alta burocracia con contrabando y el mercado negro,
el
Brezhnev manifestó en el informe SOBRE
EL PROYECTO DE NUEVA CONSTITUCION DE LA URSS:
100
Sobre la base del acercamiento de las dos formas de propiedad socialista y el paso de todos los trabajadores a las posiciones ideopolíticas de la clase obrera (…)el Estado de la dictadura del proletariado transformó en estado de todo el pueblo.
se
( Compendio DE HISTORIA DEL PCUS.
Edito. Progreso. 1980. pags 450-52).
La mixtificación fue aprobada en la misma sesión del Soviet Supremo -7ª Sesion Extraordinaria- y paso al texto de la ley Fundamental:
Art. 1: La URSS es un Estado socialista de todo el pueblo…En el texto modificado ( Constitución de 1936) se declaraba: Art. 1: La URSS es un estado socialista de obreros y campesinos. Al tiempo, se vino a calificar a los soviets, fundamento político de la URSS
como
soviets de diputados populares
(de
diputados de los
trabajadores en el texto derogado). Poco tiempo después, de la mano de sus propios creadores, el sarcasmo saltó hecho pedazos, dejando al descubierto que el estado de todo el pueblo era en verdad un estado expropiado a aquel pueblo. Cuando se hacían estas afirmaciones los horizontes se estaban nublando. Ciertamente se ha exagerado sobremanera y de forma interesada el llamado estancamiento. En la década de los años setenta la economía de la URSS ocupaba el 2º lugar mundial
en capacidad industrial y el primero en la
producción de acero, hierro, petróleo, cemento, tractores…pero en la segunda mitad de la década se había entrado en una fase de desaceleración de las tasas de crecimiento. Si entre 1966 y 1970 se crecía a un ritmo anual del 8,5%, entre 1976 y 1980 se descendió al 4,4%.
101
La realidad sugería conclusiones ideológicas y políticas muy diferentes a las que se estaban exponiendo. El estado de todo el pueblo no guardaba relación alguna con una fase superior de construcción del socialismo,
muy al
contrario, la vida de la sociedad soviética estaba caracterizada, en lo general, por la rutina, la inhibición y el creciente desinterés social; cuando no por el avance de valores individualistas en los círculos dirigentes del estado, de los soviets, del partido y de los sindicatos.
102
-XXIIIUNIDAD Y LUCHA DE CONTRARIOS
Durante un prolongado periodo histórico el poder burocrático y sus intereses independientes no sólo conviven sino que incluso coinciden con el desarrollo de la sociedad socialista, aunque introduciendo componentes de degradación económica, política y social. Igual que la burocracia fascista no era nada sin el soporte del capitalismo, la burocracia "socialista" se hubiera volatilizado sin la propiedad estatal. La condición para que su liquidación no sobreviniera comportaba una notable acumulación de poder sobre la base de un importante desarrollo económico, y comprendía además elaboraciones ideológicas y políticas aparentemente coherentes con los fines del sistema. Ningún grupo gobernante puede sobrevivir mucho tiempo en base solo a la mentira y el expolio, necesita de un grado de cobertura social donde prenda el sentimiento de que se hace lo justo, lo que hay que hacer y lo que se puede hacer. Se manifestaba así la casta burocrática como ardiente defensora del socialismo. Por tanto, durante un dilatado periodo histórico necesidades económico materiales e ideológico culturales, forzaban la coexistencia entre tendencias contradictorias, entre las iniciativas coherentes con el socialismo y las que conducían a la expropiación política por parte de la burocracia.
103
En 1925 la economía socialista –propiedad estatal, cooperativa y koljosiana – representaba el 48,8% de la producción, el sector capitalista el 6,5% y la pequeña propiedad el 44,7%. Ya en 1934 los mismos sectores estaban representados por el 95,8%, 0.08% y el 4,10% respectivamente. Esta aceleración constituyó una de las bases ideológico/materiales para la segregación primero y destrucción después de la oposición conjunta Kamenev , Zinovien y Trostky- que desde mediados de los años veinte la propugnaban en el terreno de la propiedad. Con el mismo golpe se liquidó posteriormente
a la denominada derecha del partido – Bujarin – que
postulaba lo contrario en lo que concernía a la propiedad agraria. Es precisamente a Bujarin al que hay que atribuirle la paternidad de la consigna enriqueceos –asumida décadas después por los comunista chinos-. Para Bujarin la acumulación en la esfera de la producción privada campesina era condición para alejar la amenaza mortal de la contradicción con las masas campesinas y para el impulso de una demanda que fomentaría la industrialización. Esta unidad de contrarios no podía menos que dotar al fenómeno de un carácter extremadamente complejo y contradictorio y por lo mismo fuente de máximas tensiones que en no pocas ocasiones se saldaron sangrientamente. La acumulación de privilegios tropezaba con límites poderosos, con buena parte del partido, con la huella reciente y viva de la historia, con una superestructura de valores colectivistas no definitivamente destruida, y con la propia estructura básica de la sociedad socialista, que aún degradada no había abierto los cauces para que la casta burocrática diera el salto de grupo privilegiado a clase dominante propietaria de medios de producción y
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distribución. Así se entiende que estados socialistas, en avanzado estado de descomposición, desempeñaran, al tiempo, un rol decisivo en la lucha por la descolonización, contra las agresiones imperialistas, en la solidaridad con Vietnam y Cuba… que en muchos sentidos fueran ejemplares en sus relaciones políticas y económico-comerciales con los países en desarrollo y en sus sistemas educativos, de protección social, de pleno empleo… Cualquiera que haya participado orgánicamente de la militancia comunista tendrá que compartir que los inmensos sacrificios y la admirable abnegación de los comunistas en la lucha por las mejores causas, con la URSS como posición mas avanzada, no era una expresión de catalepsia o autismo colectivo, sino que respondía a la naturaleza de los ideales y del rol juzgado por la URSS durante decenios acompañando a la clase y a los pueblos en sus justos objetivos. No se ha combatido nunca a los comunistas por sus miserias, sino por sus virtudes. Mi obseción es Thalman -dirigente de los comunistas alemanes asesinado en un campo de concentración en l943- reconocía Goebels en los años treinta. Los procesos de Moscu no fueron la causa –ni tan siquiera el pretexto- por lo que mas de trescientos cincuenta mil comunistas alemanes fueron asesinados por los nazis. La titularidad pública de la propiedad le impedía a la crecida burocracia una auténtica acumulación privada de capital. Era posible la consecución de riquezas y de privilegios, pero no la reproducción capitalista. Por decirlo de otra manera, los privilegios estaban en la esfera del consumo pero no de la propiedad. Faltaba lo esencial, lo que ha sido siempre la base de cualquier supremacía de clase, la propiedad. En palabras de J. Petras: "Este estrato
105
social -la cúpula burocrática- con posibilidades de ascender, representaba una especie de clase protocapitalista que empezaba a romper y salir del cascarón colectivista" (La Historia Terminable. Edt. Txalaparta).
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-XXIVDE GRUPO SOCIAL A CLASE La restauración del capitalismo en la URSS y la Europa del Este no fue por tanto producto de un plan premeditado durante decenios, sino ante todo fruto de la lógica interna de aquella usurpación del poder y de la acumulación de privilegios que implicaba. La propia burocracia, aún sin ser consciente de ello, estaba atrapada por una tendencia que en determinado nivel de desarrollo le exigiría romper con el socialismo. De hecho se conformó una nueva clase dominante que para el ejercicio pleno de sus prerrogativas como tal necesitaba que sucediera lo que sucedió. En el XXVII Congreso del PCUS, –año 1.986-, Gorbachov teorizó, y elevó a rango de programa, los golpes estratégicos, decisivos, para eliminar las relaciones socialistas y remover las bases materiales y jurídicas, que aún impedían a la burocracia enriquecida , adquirir la propiedad de los bienes del estado y transformarse en clase dominante. En aquel Congreso, Gorbachov, (no sin resistencia, como la expresada por el primer inmediata
de
ministro de la URSS N. Rizhkov) proclama la necesidad fortalecer
el
papel
de
las
relaciones
financiero
mercantiles(…)ampliar las fronteras de la autodeterminación de las empresas aumentando el papel del cálculo económico. Necesitamos –dijo- que el monto del fondo del salario de las empresas esté directamente ligado a los ingresos por las ventas…
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No ya las consecuencias ideológicas y políticas de esa dirección tuvieron un alto efecto devastador, sino que en el terreno económico y social fueron igualmente desastrosas. Ya en 1.990, por primera vez en toda la historia de la URSS, sin contar los periodos de guerra, comenzó a disminuir la producción industrial, y se perdió en gran medida el control de los precios y de los flujos financiero-monetarios. Desde el Comité central del PCUS se fomentaba la creación de bancos -mas de 200 ya en 1.990- y compañías comerciales que desbrozaban a la casta facinerosa y burocrática su transito a clase capitalista. La burocracia que se había colocado en el espolón de proa de la restauración capitalista, que dominaba las posiciones decisivas en el Partido el estado y el complejo industrial y comercial, se confundía ya con la nueva clase propietaria como en una sola cosa. Al tiempo en que inmovilizaba a la organización, desde el centro, con continuas órdenes de no intervenir (…) mantenerse al margen… se desencadenaba, entre 1989 y 1990, la eliminación de las últimas resistencias relevantes, particularmente en la dirección del PCUS. En esas fechas ocurrió uno de los episodios mas inmorales de la glasnot. Fue el linchamiento de Yegor Ligachov, el componente del buró político de mas reconocida honestidad y que con más decisión defendía la orientación socialista. Contra Ligachov el grupo reformista, desató una jauría de fiscales, periodistas, trepadores y arrivistas, que no repararon en fabricar e imputarle los más inverosímiles crímenes. Todo fue, después, desenmascarado como obra promovida desde la dirección y ejecutada por una banda de reconocidos delincuentes.
108
Como se sabe, determinar el momento preciso en que la cantidad se transforma en calidad es una de las cuestiones más difíciles del conocimiento, también del sociológico. Parece ahora sencillo afirmar que ese momento – el salto de la burocracia de grupo privilegiado a clase social propietaria – alcanzó su nivel de madurez en la época de Gorbachov. En esos momentos el partido era un factor político poco relevante, maniatado por una parte, y confundido por la otra, con la alta burocracia asentada en la administración y en la dirección del sistema productivo. Las palancas del estado ni las encontraba, ni las buscaba, ni reaccionar. Ni siquiera era
las tenía para
la burocracia del partido la que disponía del
poder. El partido ya no decidía, aunque quisiera. La burocracia se había desarrollado como grupo social independiente rebasando los marcos partidarios,
controlando buena parte de las tuercas del
estado y del propio partido y, lo decisivo, ya no se conformaba con su propia condición de grupo sin propiedad.
109
-XXVLAS HORAS FINALES La propia desintegración de la URSS y la irrupción de los conflictos étnicos-nacionales marchó al compás de la súbita y radical introducción de mecanismos de mercado y autonomía de las empresas a partir de 1984. Allí empezaron lo que el Buró Político del PCUS llamaba "reivindicaciones regionales". La burocracia dirigente de las empresas socialistas, en muchas regiones de la URSS, apoyándose en la objetiva diferenciación étnica y nacional, obteniendo consenso de ella, enarboló el nacionalismo como la ideología que se correspondía con su necesidad de autonomía política para proteger mercados, fijar precios, dominar la moneda, determinar
presupuestos y
liberarse de limitaciones ideológicas y económicas -la planificación centralque ahogaban su potencial como nueva burguesía. Importa subrayar que tales tendencias ni eran desconocidas por la historia, ni eran fruto de particulares conspiraciones. El triunfo del capitalismo cuando ha tenido lugar en espacios con contradicciones nacionales, por lo común, ha comportado tendencias centrifugas, por la lógica del interés de las fracciones nacionales de la burguesía, y por el contrario, tendencias centralistas donde aquel componente no concurría: la Francia jacobina o la lucha contra la fragmentación nacional en Alemania o Italia, la disgregación del imperio Austro-Hungaro, las sangrientas luchas nacionales en Turquía, la disolución de la URSS, de Yogoeslavia, de Checoslovaquia…
110
El macizo central
decisivo en la restauración del capitalismo y
núcleo oligárquico de la actual clase dominante tanto en Rusia como en las nuevas republicas soviéticas, proviene de buena parte del antiguo aparato partidario y administrativo del PCUS y la URSS, y es contra su propio partido contra el que dirigió sus golpes más demoledores. Boris Yeltsin y Victor Chernobildin, ex jefe de Estado y ex primer ministro respectivamente, personajes claves de la transición, son ejemplos paradigmáticos de la transformación de la cresta de la burocracia privilegiada en clase dominante. Vinculado el primero aun sin número de empresas capitalistas y el segundo al floreciente negocio de la extracción y comercio del petróleo y gas, con base en la antigua industria soviética. Yeltsin fue miembro del Buró Político del PCUS y alcalde soviético de Moscú. De la mano de Gorbachov en abril de 1985 fue promocionado al secretariado del Comité Central y en noviembre del mismo año al propio Politburo. Por su parte, Chernobildin fue ministro soviético del gas. Ambos ostentaron estos altos cargos en la burocracia soviética prácticamente hasta los últimos días de Gorbachov. De las cotas de traición que escalaron
estas gentes da testimonio
sonrojante el siguiente pasaje del Diario del expresidente Reagan: Yo recibí la buena nueva por medio de dos llamadas telefónicas. La primera me llegó el 8 de Diciembre, cuando Boris Yeltsin me llamó desde un pabellón de caza
cerca de Brest, en Bielorrusia: “hoy ocurrió un
acontecimiento muy importante en nuestro país, quise informarselo yo mismo antes que se enterara por la prensa, los presidentes de Rusia – Yeltsin- de Bielorrusia –ShuscheviK- y de Ucrania –Kracchuk- hemos decidido disolver
111
la Union Sovietica”. Dos semanas mas tarde , una segunda llamada confirmo que la antigua URSS desaparecía. Mijail Gorvachov me contacto en Camp david en la mañana de navidad de 1991. Nos deseó una feliz navidad a Barbara y a mí y luego pasó a resumir lo que había sucedido en su país: La Union Sovietica ha dejado de existir.
(Reagan. Diario. Citado por F. Castro : Mentiras
deliberadas, Muertes extrañas. – Granma-).
Examinando a la actual oligarquía rusa y a la de sus estados segregados, incluso a su alta y mediana burguesía, rara vez se encuentra a alguien que no ostentara puestos de alta responsabilidad
ya sea en el PCUS, en la
administración o en las empresas soviéticas. Mas del 75% de los altos dirigentes de la Rusia de Yeltsin en 1991 provenían del PCUS, o de la administración de la URSS, donde habían ocupado cargos de importancia política. Así dijo, quien fuera durante un decenio residente en Moscú como corresponsal, Rafael Poch de Feliu que el nuevo régimen fue, desde el principio, de ex comunistas anticomunistas
( La
Gran Transición. Rafael Poch. Edt. Critica).
A precio de ganga fueron a la rapiña de lo que se había construido, con extraordinarios sacrificios, en nombre de la propiedad social: el 51% de las acciones de la fabrica de Níquel de Norilsk -20% del níquel mundial y 40% del metal de platino-, con 150.000 empleados
y una producción
anual
valorada en 3.500 millones de dólares se vendió por 170 millones de dolares. El mismo paquete de acciones de la empresa Nafta-Moskva que exportaba petróleo por valor de 3.200 millones de dólares, se vendió por 35.5 millones. La compañía Naviera Noroccidental -122 barcos de cabotaje, 133 de alta mar, nueve puertos fluviales y cinco astilleros- se vendió por seis millones de
112
dólares…Rusia ingreso por privatizaciones cantidades menores que Hungría o la Republica Checa. Según el Instituto de Sociología de la Academia de Ciencias de Rusia a finales de los años 90 mas del 60% de la elite de la tenía origen directo en la alta burocracia sovietica.
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nueva burguesía rusa
-XXVIMISERIAS POR VIRTUDES En general, la lucha contra la casta burocrática en los partidos y las organizaciones de clase, resulta extremadamente complicada, las dificultades se comprende que crezcan exponencialmente
cuando aquella domina el
estado. No solo controla los cauces de intervención y expresión políticoideológicos, los resortes orgánicos y administrativos para conformar mayorías, decidir destinos, designar responsables, determinar el régimen y los medios disciplinarios… sino que por su mismo comportamiento contradictorio y apoyada en una legitimación histórica a la que, por mas que usurpada, en determinados momentos contribuyó con meritos propios, se reviste con la falsa representación de la clase. De tal suerte, la relación con la burocracia, justamente por aquel nivel de legitimación, carácter contradictorio y posición dominante en partidos, sindicatos, organizaciones de clase, y en su caso, estructuras estatales, implica al menos durante un tiempo y para muchos militantes de la clase la necesidad de contar con ella. No fueron pocos los militantes represaliados y asesinados en las purgas de la década de los años treinta y cuarenta del siglo pasado que con un historial extraordinario de firmes convicciones, lealtad y heroísmo puestos a prueba en las jornadas revolucionarias del diecisiete, en la lucha clandestina, durante la guerra civil, en misiones internacionalistas, en el épico combate contra el nazismo…se desplomaron, sin embargo, ante la canalla persecución, calumnias y falsedades,
que desencadenaron contra ellos
sus propios
camaradas. Desde luego que hay mucho de criminal en esto, pero no hay misterio. 114
La historia no había creado otros instrumentos para la emancipación de la clase, su marginación y persecución no se interiorizaba como episodios de la lucha contra el enemigo, sino como un extrañamiento de la mejor causa a la que habían dedicado de su vida. La destrucción moral que ello comportaba les conducía, salvo imponentes excepciones, a asumir que sus debilidades y miserias
sepultaran a sus grandezas, que las primeras desvirtuaran a las
segundas. En fase terminal, su frecuente reconocimiento autocrítico
de
inverosímiles errores y crímenes, era, todo lo mas, un trágico intento, por lo común inútil, de salir de una inmensa soledad para reinsertarse en la vida. Más de un siglo de extraordinarias grandezas y también de miserias han desvelado, entre otros extremos, que la fuerza y capacidad de combate de los comunistas, no residía en la supuesta virtud del monolitismo, la disciplina férrea y la unidad sin fisuras. Antes bien, aquí estuvo su dramática debilidad, la camisa de fuerza que los inmovilizó para hacer frente a la segregación burocrática, a la corrosión ideológica que le acompaña y a las contradicciones que, inevitablemente, se reproducen. Por lo demás, aquellas virtudes poco tuvieron que ver nunca con un movimiento que se construye sobre la filosofía de la dialéctica, de la contradicción, la lucha de contrarios … del movimiento . La primera afiliación de Engels y mía a la sociedad secreta de los comunistas se realizó bajo la condición de que se eliminase de los Estatutos todo lo que contribuía a la postración supersticiosa ante la autoridad” Marx y F. Engels. Obras. T. III. Edto. Progreso.).
115
(C.
Cuando Marx y Engels
redactaron los estatutos de la Asociación
Internacional de Trabajadores subrayaron las garantías para la libre difusión de todos los problemas teóricos y políticos. Lenin, por su parte afirmaba: ...arrojar resueltamente por la borda las tradiciones del sectarismo de círculo y lanzar –en un partido que se apoya en las masas- una consigna categórica: mas luz, que el Partido lo conozca todo, que se le entregue todo, absolutamente todo el material pata valorar todas y cada una de las discrepancias...¡Luz, mayor cantidad de luz! Necesitamos un concierto inmenso...(Lenin. Carta a Iskra. Obras Completas. T.8 pag. 9). La experiencia, en definitiva, a nuestro juicio, no ha puesto en cuestión la necesidad de un partido independiente marxista, de clase, pero sí ha colocado en un escenario de supervivencia
problemas como el de la
concepción orgánica del partido, las relaciones de ese partido con los trabajadores; las cuestiones referentes a la participación y control popular y a la autoorganización social, están en carne viva. Igualmente cobra renovado valor todo lo relacionado con la destrucción del viejo estado y la extinción progresiva del nuevo: En la história, como en la naturaleza, la podredumbre es el laboratorio de la vida ( Marx).
116
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