El Gran Libro de Terror de 1º A

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EL GRAN LIBRO DE TERROR DE 1ยบ A

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Halloween Manuel Borrero (1º A)

Ya estoy preparado para salir de mi casa, me he disfrazado de vampiro y mi madre me ha dejado en el parque. Me encontraba en el banco donde siempre quedamos esperando a mis amigos (fantasmas, momias, vampiros etc.) Pero de repente ocurrió algo inesperado, Por encima de mi cabeza revoloteaban murciélagos y yo intentaba espantarlos y no se iban, todo se estaba convirtiendo en una pesadilla. Entonces decidí corre y ellos volaban tan rápido como yo corría ¿Qué podía hacer?

-¡Iros, largaos, fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

Cuando comprobé que era imposible quitármelos de encima volví al banco del parque y mis amigos ya no estaban allí, no había nadie, entonces comencé a caminar buscándolos, pero de pronto los murciélagos me agarraron por la capa y me levantaron por los aires.

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¡Soltadmeeeeeeeee!

­ Pero cuál fue mi sorpresa cuando estos murciélagos me llevaron hacia el lugar donde estaban mis amigos y me soltaron y dejaron una carta en mis pies que decía.


Nunca más vuelvas a quedarte solo el día de Halloween porque nosotros somos vampiros buenos pero hoy ronda por todos lados seres malignos que despiertan de su sueño letal y aprovechan para morder a los chicos y convertirlos en vampiros y ya nunca volverán a ser humanos. Yo me tranquilicé y no dije nada a mis amigos porque pensé que no me creerían.

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¿Dónde estabas Manuel? Dijo Fran.

­ ­

¿Por qué no has ido al banco? Dijo Florencio.

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¿cómo nos has encontrado? Dijo Jesús.

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Estoy aquí y punto. Vamos a pasarlo bien pero sin separarnos, que hoy aunque no lo sepáis es un día especial.

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Vale vampiro ¿pero ten cuidado con los murciélagos? Dijo Juanes

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¿Qué dices, que dices. ?

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Nada era broma.

y este fue mi día de Halloween. Que aún hoy no sé si fue real.

EL RAYO MALDITO Francisco García (1º A)

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Érase una vez , en la carretera A-49 dirección a Lebrija , donde iban a reunirse con su padre , una madre llamada Sofía y su hija llamada Ana , para celebrar la Navidad . Pero, ese mismo día cuando llegaban a Sevilla , les cayó una buena tormenta , y de repente un rayo cayó en un enorme árbol que se derrumbó frente al coche , la conductora (la madre) del susto dio un volantazo a su derecha y cayeron a un profundo precipicio , cuando llegaron al fondo se escucho un gran sonido ¡PUM! y unos gritos de socorro , pero , desgraciadamente nadie las escuchaba . Viendo que nadie iba en su ayuda la madre decidió ir a buscar a un médico , porque la hija estaba mal herida .

Pasó un rato y la madre no había vuelto todavía , la niña ya cansada de esperar se durmió , pero, no se esperaba que ese sería su último sueño. Cuando la madre llegó se dio cuenta de que su hija estaba muerta , y el médico que venía con ella verificó que estaba muerta . Al oír eso , la madre entró en un terrible shock , desde ese horrible día la madre oía la voz de su hija pidiendo ayuda . Ese mismo día la policía fue a la casa del padre de la niña , y él al oír lo que había pasado y como estaba su mujer ,viendo que esto iba a más decidió ir a ver a una medium , para ver si podía hacer una especie de ouija para ver si así se liberaba de la falsa culpa que ella tenía , por haber abandonado a su hija. El padre y la medium quedaron un martes 13 , llegó ese día , el padre y la madre llegaron a la casa de la medium donde hicieron la ouija ,pero, la medium no pudo contactar con el espíritu de la niña ,entonces lo intentaron 3 veces más hasta que consiguieron contactar con el espíritu , el espíritu les dijo que la culpa no fue de su madre fue culpa del destino . Al saber que la culpa no era suya la madre y el padre se fueron , pero , había tormenta y murieron de la misma forma que su hija.

FIN


EL DESMAYO Florencio Martín (1º A)

Hace mucho tiempo en la provincia de Huelva (España) había un pueblecito llamado Mazagón. En Mazagón había un instituto que tenía su propia leyenda urbana que decía que alas 12 de la noche en la biblioteca se aparecía el espíritu de un antiguo alumno del centro llamado Jorge. Jorge murió en el instituto en la biblioteca por un desmayó; se golpeo brutalmente la cabeza contra el suelo .Jorge vagaba por el instituto. Unos alumnos del centro llamados Daniel , David y Laura escucharon a unos amigos suyos hablar de la leyenda en el pasillo y se asustaron un poco y se acercaron a los niños que la estaban contando , más tarde al terminar el instituto decidieron quedar alas 9 en la puerta del centro , para averiguar si era verdad o mentira la leyenda. Se colaron en el instituto por una verga que estaba toda agujereada después se colaron por una ventana que ellos mismos se encargaron de dejar abierta y se sentaron en el banco del pasillo mirando el reloj esperando a que fuesen las doce en punto .Cuando el reloj sonó se dirigieron hacia el final del pasillo donde estaba colocada la biblioteca. Cuando entraron en la biblioteca se escucharon muchos ruidos estaban muy asustados poco después se escucho una voz diciendo marcharos entonces Laura se desplomo Daniel y David salieron corriendo hacia la puerta de salida Daniel salió corriendo cuando cruzo la calle miró hacia atrás y vio que estaba solo y se fue para su casa asustado .Al día siguiente Daniel cuando llego el instituto pregunto por David y por Laura, y le dijeron que no habían venido al instituto fue a la biblioteca y no estaban allí , le explico lo ocurrido al profesor y llamaron a la policía .Tres años más tarde el caso no se ha cerrado , Daniel entro en depresión al cabo de tres años mas Daniel se suicida y David y Laura siguen desparecidos.

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Era una noche lluviosa Clara López Morales (1º B)

Era una noche lluviosa. El doctor Sheldon Cooper se encontraba en su laboratorio terminando un proyecto. Estaba en su escritorio escribiendo frente al ordenador. Todos los demás científicos ya se habían marchado , así que Sheldon se hallaba solo en el departamento de ciencia. Mientras escribía , uno de los jarrones de la mesa cayó al suelo y se partió. Sheldon lo recogió , algo nervioso , pero no le dio importancia. <<Seguramente habrá sido un pequeño seísmo>> se decía a sí mismo. Al cabo de media hora , Sheldon fue al servicio. Estaba lavándose las manos , cuando de repente las luces se apagaron. Sheldon salió del servicio y se acercó al panel de


electricidad. A oscuras , pulsó el interruptor de la luz y se volvió a encender , aunque no había ningún interruptor bajado que hubiera sido el origen del apagón. Volvió a su despacho y comenzó a escribir de nuevo , pero al poco tiempo , en el pasillo , comenzaron a sonar unos extraños ruidos , parecidos a los que hacen dos cuchillos al frotarse. Sheldon se puso bastante nervioso y salió al pasillo con las piernas temblándole. En cuanto abrió la puerta y salió, todo se sumió en un absoluto silencio en el que sólo se escuchaba la respiración agitada de Sheldon. Tras dar un par de vueltas por las habitaciones próximas regresó a su despacho pero , por algún extraño motivo , estaba cerrado. Sheldon tenía los pelos de punta mientras se dirigía a la secretaría a por las llaves. Estaba abriendo la puerta cuando algo le rozó el hombro. Se giró rápidamente, sobresaltado, pero no encontró explicación para aquel extraño suceso. Atacado de los nervios como se encontraba, fue corriendo a la puerta de salida para

marcharse lo antes posible, pero también estaba cerrada. <<Mierda>> exclamó Sheldon. Justo en ese momento se escuchó un portazo proveniente del ala norte del edificio. <<¿Ha-hay alguien ahí?>> preguntó, pero nadie respondió. Al instante las luces empezaron a parpadear y se escucharon varios gritos. Sheldon no podía más. Sacó su móvil pero no llamó a nadie puesto que no había cobertura. No se le ocurrió nada mejor, así que subió y se encerró en el servicio. Las luces seguían parpadeando por todo el edificio. Sheldon estaba temblando de pies a cabeza. Seguían sonando gritos por todas partes y de repente la puerta del baño se abrió. Ya no sabía qué hacer ni a dónde ir a escondrse. Se asomó al pasillo y justo en frente de él apareció un esqueleto. Sheldon gritó, pero al segundo el esqueleto ya había desaparecido. Estaba al límite, el corazón le latía a la velocidad a la que late un corazón de colibrí. <<Hasta aquí hemos llegado. Este es el fin>> pensó. Se acercó apresuradamente a su despacho y cogió una cuchilla de uno de sus cajones. Los gritos cada vez sonaban más cercanos y ahora iban acompañados por un sonido de cadenas arrastrando. No pudo más, con la cuchilla en la mano y mirando fijamente y con los ojos desorbitados el pomo de la puerta, que, en ese momento estaba siendo forcejeado para poder abrir, se atravesó el pecho hasta que llegó al corazón. Pasaron unos segundos hasta que perdió el conocimiento y el cuerpo inerte cayó al suelo y se desangró. A la mañana siguiente, al encontrar los demás científicos aquella escena en aquel despacho, llamaron a la policía y al hospital, pero nadie encontraba una explicación que tuviera sentido para aquella escena. Se dice que, en ocasiones, por la noche todavía se pueden oir algunos de esos gritos y portazos y las horrilbles lamentaciones de Sheldon justo antes de morir.

El Espectro Enrique López (1º B)

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Hace muchos años, en una mansión a las afueras de la ciudad vivían Pedro y su madre. Un día lunes por la mañana, cuando todos los niños estaban en la escuela, la madre de Pedro encontró a Pedro en una esquina del salón sangrando y le dijo:

-¡Pedro! ¿Qué haces aquí en vez de en la escuela? -Dijo la madre.

-Mami, ¡Perdóname! -Dijo Pedro.

-Además, estás sangrando, ¿qué has hecho?

-Mami, ¡Perdóname!

-Ve a limpiarte ahora mismo.

-Mami, ¡Perdóname!

-Cuando vuelva, quiero verte limpio.

-Mami, ¡Perdóname!

-No te voy a perdonar como sigas sin hacerme caso, además me estás asustando.

-Rin rin rin rin -Sonó el teléfono.

-Voy a cogerlo y quiero que estés limpio cuando vuelva.

-¿Quien es?


-¿Es usted la madre de Pedro?

-Si, ¿con quien hablo?

-Soy el director del colegio de Pedro.

-Sí me llama porque Pedro no ha ido al colegio, no se preocupe, ya tiene un castigo.

-No, no es eso, sino que esta mañana a la hora del recreo Pedro se subió a la azotea y gritando: Mami, ¡Perdoname! Se precipito al vacío y murió al instante.

-¡¿Que?!

-Pedroooooo.

La madre de Pedro colgó el teléfono y fue corriendo al salón, pero cuando llego en la esquina solo quedaban unas cuantas gotas de sangre.

La foto Elisa Montero (1º B)

Laura era una chica de trece años, con el pelo castaño, largo y liso; sus ojos eran azules. Le encantaba hacer fotos y leer. Su mejor amiga era María, tenia su misma edad y se parecían mucho, aunque su pelo era rubio y sus ojos verdes. Un viernes, a las tres de la tarde, cuando salían del instituto, decidieron ir juntas a casa de 9


María y pasar allí un rato. Como ya no estaban en el instituto, Laura saco la cámara de fotos que tenia en la mochila, por si encontraba un bonito paisaje o algo que fotografiar por el camino. Cuando quedaban cinco calles para llegar a la casa, notaron la presencia de un hombre que las seguía. En ese momento les invadió un miedo atroz y creyeron que ese hombre podría secuestrarlas o algo peor. Aceleraron el paso creyendo que podrían llegar a casa antes de que él las atrapase. Pero el hombre también aceleró, cuando vieron que se iba aproximando a ellas; sin pensarlo ni un momento Laura se dio la vuelta mientras tiraba del brazo de su amiga para que hiciera lo mismo. En ese momento el hombre pegó un gran salto, y en el aire se transformó en una bestia grotesca, su cuerpo se volvió grande y peludo, sus manos y pies se convirtieron en zarpas con grandes y afiladas garras; sus ropas se desgarraron y su cabeza se hizo parecida a la de un lobo, sus pupilas se dilataron y su iris se volvió naranja como el sol al atardecer. En ese instante se abalanzó sobre ellas; pero, Laura en un acto reflejo se apartó dejando sola a su amiga María frente a esa bestia que se disponía a caer sobre ella. El monstruo tiró a María al suelo y comenzó a devorarla. Laura comenzó a correr, pero en su carrera para huir de esa bestia se le cayó la cámara, sin embargo no se detuvo ni un instante y siguió corriendo como no había corrido hasta ese momento, cuando se alejó varias calles descubrió que no le seguía. Y paro unos segundos para tomar aire. Siguió corriendo el resto del camino hasta su casa. Cuando llegó allí estaba agotada y le costaba mantenerse en pie. Por lo tanto se quedo tirada en el sofá hasta que recupero el aliento y le pidió a su madre un vaso de agua. En ese momento su madre le preguntó que había pasado y por su cabeza comenzaron a pasar los cortos pero potentes recuerdos de aquel hombre convirtiéndose en un monstruo y devorando amiga. Así que con el mismo temor con el que había vivido esos momento le contó a su madre lo ocurrido, pero ella no se lo creyó y pensó que era una broma;al igual que todo el mundo al que se lo contaba. Cuando pasaron un par de días y pudieron poner la denuncia a la policía, por la desaparición de María. Comenzaron las patrullas de búsqueda para encontrarla; pero la policía no hallo ni a María ni a su agresor. Tres meses después de la desaparición, un amigo de Laura encontró su cámara tirada en unos matorrales y se la entregó. A la salida de clase, en la entrada del instituto se agruparon un gran número de niños para ver la cámara que Laura afirmaba había perdido en la huida de ese monstruo. En ese grupo había chicos que eran sus amigos o no la conocían, que creían la historia o no, pero todos se quedaron perplejos cuando Laura encendió la cámara y descubrió que había una foto nueva. Entonces dedujo que al caerse al suelo había hecho una foto y con un gran temor la miro. Lo que vio la dejó paralizada de miedo y le resultó imposible decir una palabra, en esa foto salia aquella bestia devorando a su amiga.

EL ESPEJO


Marina Montero (1º B)

Mimí era una niña muy curiosa, a la que le encantaba investigar. Tenía 12 años, el pelo marrón y los ojos verdes. Un viernes, al llegar a casa del instituto, a Mimí le sorprendió encontrar en su habitación un espejo que no había visto antes. Tenía un marco de madera tallada con unos dibujos muy extraños, parecía antiguo. Mimí preguntó a su madre por el espejo y ella le explicó que lo había sacado del desván esa mañana. El nuevo espejo era útil, Mimí podía peinarse frente a él o comprobar como le quedaba la ropa. Durante la primera semana Mimí se acostumbró a ver aquel nuevo objeto todos los días en su habitación. Esa era la noche del viernes, una semana después del primer día que había visto el espejo. Mimí se acostó un poco más tarde de lo habitual y se durmió enseguida. Tuvo una terrible pesadilla: era absorbida por el espejo y acababa dentro, pero no sola, allí había un ser extraño, pequeño, negro, con unos enormes ojos verdes que la miraban fijamente. ¿Qué era aquello? Cuando Mimí despertó observó que aun no había amanecido y decidió dormir un poco más. Pero al ver el espejo esta decisión desapareció;en él había algo que no era un reflejo de la realidad,una especie de mancha oscura,de sombra,que cambiaba de forma e iba adoptando una que a Mimí le resultaba familiar. Abrió sus ojos verdes y la miró. Allí estaba, la criatura de su sueño ese ser. Un sonido desvió la mirada de Mimí de aquel ser. Cuando volvió a mirar había desaparecido,pensó que no había sido más que su imaginación. Solo una prolongación de su sueño. Pasaron unas semanas sin que pasara nada y Mimí dejo de temer al espejo. Ese día Mimí se tragó su miedo y se acerco al espejo,alargó la mano y lo tocó. En ese instante apareció el ser, la agarró por la mano y tiro de ella hacía dentro con una fuerza descomunal para su tamaño. La mano de Mimí llegó a entrar en el espejo casi por completo, pero de un tirón logró liberarse. En ese momento lo supo, era real, no era su imaginación. Mimí salió corriendo de su habitación y le contó a su madre todo lo que había pasado desde que tenia el espejo. La madre de Mimí no creyó lo que su hija le contaba y pensó que había sido una pesadilla y su imaginación. De todas formas le dijo que si no le gustaba el espejo podía quitarlo. Así lo hizo Mimí, cogió el espejo, lo subió al desván, lo metió en un viejo armario y echó la llave en una de las cajas del desván. El espejo no causará problemas a nadie, al menos hasta que encuentren la llave. 11


El misterio de la tumba de Neptuno Lucía Sánchez (1º A)

Hace unos 30 años, en un lugar muy cercano a Granada, ocurrió algo espeluznante que ahora os voy a contar. El día 7 de mayo, salíamos mi amigo y yo de la escuela. Mi amigo era alto, rubio y delgado, tenía una hermana que era muy bajita, morena y gorda, que se llama Marta. Mi amigo Juan me dijo: -Alberto, me he enterado de que en el cementerio de los blancos, ese que está aquí al lado. Está enterrado el rey Neptuno. -Ja, ja, ja, y tú pretendes que me crea eso, estas muy equivocado. Le dije. -Es verdad, por eso ocurren tantos misterio. Dijo Juan. -Sigo sin creérmelo. Le repetí. -Vale, iremos mañana, ya que es hallowen, y te lo demostraré. -Está bien respondí. Llegamos al cruce donde siempre nos despedíamos, tan solo pensábamos en la tumba de Neptuno. Llegué a casa, me puse a hacer los deberes rápidamente, no le comenté nada a mi madre mientras comíamos, ella no se extrañó. Me quedé todo el día haciendo deberes.


Por la mañana hablé con mi amigo y me fui a su casa a la 7:00. nos estuvimos preparando para nuestra aventura, que yo no creía verdadera. Pasado un rato nos fuimos de casa, fuimos a recoger bellotas, Juan dijo que serian útiles. Eran las 10:30 de la noche cuando terminamos. Nuestras madres pensaban que estábamos con nuestros amigos Emily y Mark. Nos dirigimos al cementerio abandonado. Fuimos a la tumba del centro, la de Neptuno, y Juan dijo: -!TOMA!, te lo dije, mira en la lápida hay pone Neptuno. Yo no contesté solo me sorprendí. Juan comenzó a quitar un musgo pegajoso de la tumba y descubrió una calavera esculpida en la lápida. Los ojos de la calavera comenzaron a brillar, la tierra vibró y todos los ojos de todas la calaveras de todas las tumbas se encendieron. El suelo vibró aun más. -!!vámonos de aquí!!-grité-¿por qué tuviste que tocar la tumba? Legamos a la salida, pero la puerta estaba cerrada y no podíamos saltarnos el muro. Pedimos ayuda, pero fue inútil. El suelo dejó de vibrar, entonces Juan y yo nos acercamos a la tumba. -Los ves no pasa nada, miedica. Dijo Juan, pero en ese momento ,una mano huesuda le agarró el pié y lo empujó hacia la tumba, pero yo le ayudé a escapar. -¿Qué era eso?pregunté. -Era un cadáver,salen en hallowen. Me respondió Juan. De repente, comenzaron a salir muertos, algunos más desgastados que otros, de las tumbas. Nos asustamos y corrimos. Me agarró un cadáver por el brazo y me arañó tremendamente, al estar muerto, tenía muchas infecciones y la herida se me infectó. Me dolía. Atraparon a mi amigo, y le mordieron, el chilló y yo cogí un palo y le pegué al “zombi”pero me atrapó. En ese momento, salió un “zombi” de detrás de una tumba,con la hermana de 13


Juan, Marta, que nos había estado siguiendo. A ella también la atraparon. Nos ataron y nos llevaron detrás de un árbol. Yo no sabía que hacer, mi amigo se estaba muriendo, le sangraba el cuello. Me arranqué la manga de la camisa y le presioné la herida. Juan estaba blanco como un muerto. Su hermana lloraba y yo estaba desesperado. Juan cada vez estaba peor pero yo no paraba de decir: -Venga amigo, no te mueras, te pondrás bien, no es nada. Juan cerró los ojos y yo comencé a llorar. Le abracé a pesar de que me dolía la herida. Los “zombis” se lo llevaron bruscamente y con un cuchillo lo destriparon y se comieron sus sesos, le dejaron el corazón a Neptuno. A continuación se llevaron a Marta, no vi nada pero me salpicó sangre. Estaba asustado. Un “zombi” echó dos cuerpos vacíos (de sesos) al lado mía, supongo que me tocaba MORIR. Me cogieron y primero me dañaron después Neptuno levanto un cuchillo, pero en ese momento salió el sol y todos los “zombis” se convirtieron en polvo. Estaba salvado. Cogí los dos cadáveres, los de Marta y Juan, y los lleve a casa, cuando mi madre lo vio, casi le da un infarto, se lo conté todo a mi madre y llamamos a la madre de Juan y Marta, y se lo contamos. Cerraron el cementerio de los blancos. Desde que pasó esto, voy todos los días a visitar a Juan y a Marta.


LA NIร A DE LA ESCALERA Carmen Sรกnchez (1ยบ B)

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Hola soy Violeta y os voy a contar una historia que no espero que la creais, pero bueno: Hace 5 años, yo estaba viviendo en Madrid, pero tube que mudarme a Mazagón. Cuando llegué la casa me pareció, como decirlo,¡espectacular!, era grande, con piscina, ¡era una mansión!, lo que me pareció muy extraño fue que todo el jardín tenía muchas plantas y de todo, pero... la casa era vieja tenía tejas rotas y una pintura gris oscura, casi destrozada. Cuando entramos dentro, estaba todo lleno de escaleras con barandillas rotas. -Mamá ¿qué es eso...¡rojo!que hay en las barandillas. -Será pintura vieja. Esa noche no dormí tranquila,, porque me registré toda la casa, menos un cuarto, que mi madre había cerrado con llave. Me levanté, le cogí la llave, fui para el cuarto y abrí, pero no había nada raro. Más tranquila me fui a hacer pis, bajé las escaleras, pero cuando iba por la mitad...¡algo me agarró! Caí de boca y me torcí el cuello. Ya pensé que me había muerto, pero me levanté, sin problema, me acosté. A la mañana siguiente mi madre se levantó antes que yo. Cuando me levanté, la vi llorando y fui a verla, pero parecía que no podía verme, me asusté, y bajé corriendo las escaleras, para traerle un vaso de agua a mi madre, pero al final de las escaleras comtemplé mi cuerpo. Ya lo comprendía todo, me había muerto, era un fantásma, mi madre no me veía, solo podía ver yo a la gente nadie podría


verme. Aquel día estube tan rara que me tumbé y no quería seguir siendo un fantasma, pero... -No debería haber venido a esta casa sabiendo que a su padre le pasó lo mismo.-Le oía lamentarse. De repente sentí que me tocaba algo por detrás de mí y yo estaba muy nerviosa porque él podía volar y yo solo podía correr. Algo me agarró los pies y me clavó un cuchillo, yo no sentí nada, pero, oí gritar a mi madre. -¡¡¡HAAAAAA!!!-escuché. Le pegué una patada a el fantasma que me estaba agarrando, vi que mi madre estaba sangrando justo donde me habían clavado el cuchillo y pensé: -Yo no sufro, ella sufre por mí. Se me pasaron por la cabeza unas ideas horribles. Lo que me llevó a pensar que me estaba intentando dominar un espíritu.

Esa idea me asustó: -Ya sé lo que aré.-Dije.

Sin querer hacer esto, sin poder controlarme, cogí un tenedor y me lo pinché en el ojo. Mi madre gritó corriendo de la casa, yo me quedé en la casa y cuando mi madre salió, no estaba el coche. Bajé las escaleras y observé mi cuerpo que ya no tenía cabeza. A medida que me iba dominando el espíritu se iba consumiento el cuerpo. Mi madre al no ver el coche volvió para dentro. Le miré el ojo, sentí la necesidad de hacerle daño. 17


Con miedo de poder hacerle daño a mi madre me metí en un armario. Cada vez que la veía quería hacerle más y más daño. La puerta del armario se abrió sola y de repente. Miré y vi como el horrible espíritu la traía a mi. Cuando me tiré hacia él, me paró como con poderes y me dijo: -Cuanto más daño le hagas, más rápido terminarás de sufrir. Lo pensé y lo repensé hasta que comprendí, cada vez que le hago daño, el espíritu me posee más y más. Me encontré tirada en el suelo, cuando, a mi lado, vi a mi madre y vi que le costaba respirar.

Me fui corriendo y a mi cuerpo solo le quedaban los pies. Es decir, mi madre estaba casi muerta y el espíritu casi se hacía con mi cuerpo.

Decidí no hacer sufrir más a mi madre y me clavé un cuchillo. Mi madre murió, el espíritu se hizo con mi cuerpo. Ahora yo solo puedo pensar y ver lo que ve mi cuerpo poseído. Se dice que todos los que vayan a vivir a esa casa les ocurrirá lo mismo.


FIN

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