Proyecto Educativo Institucional -pei-
Índice Presentación........................................................................................................... 5 Visión........................................................................................................................... 7 Misión.......................................................................................................................... 7 A. HISTORIA ......................................................................................................... 9 B. PROPUESTA EDUCATIVA IGNACIANA.............................................17 A. Fundamentación...............................................................................17 B. Criterios constitutivos de la visión ignaciana....................19 C. Características Generales ............................................................20 1. Dios...................................................................................................20 2. Libertad humana......................................................................20 3. Búsqueda de la libertad........................................................21 4. Cristo, modelo de persona..................................................21 5. La acción........................................................................................22 6. En la iglesia....................................................................................22 7. El “MAGIS” (Más)........................................................................ 23 8. La comunidad............................................................................ 23 9. El discernimiento...................................................................... 23 D. Paradigma Pedagógico Ignaciano..........................................24 Rol del docente................................................................................. 25 Rol del estudiante:............................................................................26 E. Metodología.........................................................................................26 F. Evaluación..............................................................................................28
G. Valores......................................................................................................29 H. Perfiles......................................................................................................30 a. Perfil del alumno .....................................................................31 b. Perfil del Docente.....................................................................33 c. Perfil del Padre y Madre de Familia............................... 34 I. Modelo De Gestión Ignaciano ................................................35 a. Organización: .............................................................................37 b. Administración:..........................................................................39 c. Formación.....................................................................................39 d. Acompañamiento: ................................................................ 40 e. Comunidad Educativa............................................................41 f. Redes Cooperativas.................................................................42 g. Actividades Extra Curriculares...........................................43 Bibliografía.............................................................................................................45
Presentación
Nuestro Colegio Loyola, con poco más de 50 años, se embarcó en un proceso de cambio e innovación que concluyó en la “reingeniería institucional”. Dio inicio en el 2007 y terminó en el 2010. Hoy, les presentamos con esperanza e ilusión una propuesta nueva, que se enmarca en ese deseo antiguo y común de todos los colegios de la Compañía de Jesús de dar respuesta a la realidad de nuestros países. Nuestro fin primordial es acompañar a los niños y jóvenes en su formación integral, en el desarrollo de sus capacidades académicas, propiciando su maduración personal y en valores, en su compromiso de fe, y cultivando un liderazgo generacional, que les convierta, como señala el recién aprobado Plan Apostólico Provincial de la Compañía de Jesús en Centroamérica, en mujeres y hombres nuevos. Esta es una propuesta flexible, abierta, dinámica y sensible al contexto y cultura. Responde a las nuevas corrientes educativas, inspirada en los Ejercicios Espirituales y la Pedagogía Ignaciana. Refleja participación, procesos de comprensión y construcción que se relacionan y articulan para dar vida y significado a la comunidad educativa. Vinculamos lo académico con lo espiritual y la formación en valores, colaborando como familia para la
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formación integral. Visualizamos el futuro en un trabajo cooperativo en red para obtener resultados más eficientes y acordes a la educación jesuítica. Nuestro proyecto educativo representa en definitiva, una propuesta para formar estudiantes con las competencias necesarias no sólo para desenvolverse en nuestro país, sino para que terminen siendo gestores de cambios en la sociedad, auténticos líderes al modo de Ignacio de Loyola. Confiamos en que sea una guía para las acciones que nos permitan alcanzar las metas propuestas. Es un instrumento que nos da la pauta para saber quiénes somos, qué hacemos y a dónde vamos, todo ello, para lograr, como diría el P. Hurtado, ser “un fuego que encienda otros fuegos”, (Congregación General 35).
La Dirección Guatemala de la Asunción Febrero del 2011
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VISIÓN
Para el 2015, el Colegio Loyola será reconocido como una institución que forma en valores, autoconocimiento y excelencia académica por medio del desarrollo de habilidades y destrezas, teniendo como modelo a la persona de Jesús y la causa del Reino, atendiendo integralmente a los miembros de la Comunidad Educativa Loyola.
MISIÓN
Somos una comunidad educativa inspirada en la Espiritualidad Ignaciana enviados a evangelizar mediante la Propuesta Educativa de la Compañía de Jesús.
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a.
HISTORIA Muchas han sido las personas que han pasado por las aulas y patios del Colegio Loyola. Muchos son quienes lo recuerdan con cariño pues es un recorrido de más de 50 años. Quienes estudian actualmente, sienten también un especial aprecio, pues la formación en valores y el fuerte sentido de servicio, se ha impregnado en el quehacer educativo. Pero… ¿cómo surgió el Colegio y que ha pasado en todos estos años? Así empieza esta historia. El P. Isidro Iriarte, se preocupa por la realidad social de su entorno. Sueña y siente el deseo de hacer realidad la fe y la justicia. Es así, como se propone fundar un colegio como una obra social de la Iglesia de La Merced. Su objetivo era el de servir a las familias modestas del barrio, brindando una formación integral con calidad. Quería que el dinero recaudado en la Iglesia se revirtiera en la comunidad. Fue en 1958
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cuando ve realizado su sueño pues el 2 de febrero de ese año, se inaugura el Colegio Loyola en la 12 avenida 4-30 zona 1, donde aún sigue funcionando. Además de contar con fondos de la Iglesia, varias familias colaboraron para que la obra se concluyera. Originalmente se pensó construir un edificio con tres pisos y un cuarto para instalaciones de radio. Los dos primeros pisos eran para aulas y el tercero comprendía salones para las Hijas de María y otras congregaciones. Al estar la obra avanzada el Viceprovincial indicó que veía pequeños los salones del tercer piso y sugirió levantar uno más. A pesar del desajuste económico que eso significaba así se hizo y el cuarto piso se construyó con algunas aulas y un salón con 300 asientos para conferencias, cine y otras actividades. Se inició con el Nivel Primario y todas las plazas se ocuparon. Aunque el primer año se tuvo un déficit financiero, el segundo año, fue un éxito y en el tercero de funcionamiento, fue autosostenible. El horario de trabajo era, como en ese tiempo, una jornada doble, de 8:00 a 11:30 y de 14:00 a 16:00 hrs. En 1965 se abrió el Nivel Pre primario y ocuparon el primer nivel del edificio. En 1968 con el apoyo de varios docentes, el Director ofrece el Ciclo Básico con orientación industrial. Uno de los períodos más largos en la dirección del Colegio, corresponden al P. Nicolás Alvarenga S.J., quien mostró ser un hombre carismático, con una gran visión lo que le llevó a impulsar cambios y avances a favor de la educación de los alumnos y formación de los docentes. El P. Jesús Navascués S.J., impulsó el deporte y la identificación de la comunidad educativa hacia el Colegio. El P. Ildefonso Gullón S.J., favoreció y apoyó la pastoral con énfasis en la renovación ignaciana. Seguidamente, el P. Laurentino Peña S.J., se preocupó por mejorar la infraestructura e introducir las clases de inglés y computación.
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Debido al crecimiento urbano y por la demanda de inscripción, en 1971 se abre la jornada vespertina para el nivel primario. Además, la preprimaria se traslada a donde actualmente se encuentra en la 12 avenida 3-69 zona 1. Un año después, se ofrece también la jornada vespertina para el nivel pre primario. Consolidado ya el Colegio, se fortalece la formación académica, el deporte y el desarrollo de las potencialidades de los estudiantes1 en respuesta a la propuesta educativa de los colegios jesuitas centrada en la formación integral de la persona. Para unificar y solidificar los nexos familiares y apoyar la formación de los estudiantes, se integran grupos familiares dirigidos por un sacerdote jesuita. En los años ochenta, el Colegio supera el número de 2,000 alumnos en los tres niveles: Preprimario, Primario y Básicos. En 1984 se revisaron los objetivos de trabajo y se determinaron cuatro finalidades: 1. Potenciar la vivencia y reflexión de lo que es ser cristiano hoy en día. 2. Integrar todas las fuerzas de la comunidad educativa para mejorar el ambiente de trabajo. 3. Acrecentar la sensibilidad a las necesidades del mundo y en particular de Guatemala. 4. Fortalecer la comunicación a todo nivel fomentando el diálogo, la apertura, el respeto, la confianza, la verdad y la valoración de la persona humana. En los años noventa, se priorizan mejoras a la infraestructura pues la construcción de los años 50 lo requería. Se reformaron las oficinas de Dirección, Administración, las Coordinaciones, 1 En respeto a la equidad de género, siempre que aparezca la palabra alumno, ésta se referirá a los estudiantes de sexo femenino y masculino del Colegio Loyola.
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aulas de Preprimaria, construyéndose el domo en este nivel. Se construyeron dos aulas más para el Ciclo Básico. Se amplió la biblioteca, se habilitaron aulas para tener un salón de audiovisuales y otro de formación musical. Se creó la Escuela de Padres dirigida por el P. Ildefonso Gullón S.J. con el sistema ECCA. Uno de sus objetivos era la identificación de las familias con la propuesta educativa. En lo que respecta al nivel académico, se implementó la clase de inglés en el pensum de estudios del nivel primario y se incorporó la clase de Mecanografía en el Ciclo Básico. Se inicia el proceso de estudio a todo lo que supone la Renovación Pedagógica Ignaciana. Se asume este planteamiento como una invitación a volver la mirada a las propias raíces, en una aproximación a Ignacio de Loyola y su experiencia de vida por medio de los Ejercicios Espirituales. Se tomaron como base “Las Características de la Educación de la Compañía de Jesús” (1986) y la “Pedagogía Ignaciana: un planteamiento práctico” (1993). En el 2003 se implementa la clase de informática en los distintos niveles y se amplía el laboratorio de computación. Se atiende a nivel del profesorado, la formación espiritual que parte de los Ejercicios Espirituales. Se logra de ese modo el sentir y actuar que surge de la experiencia personal. Se abre el espacio para la participación en los Encuentros Académicos que a nivel de la Provincia Centroamericana se promueven. Por no ser propio el terreno donde se encuentra Ciclo Básico, en este año, se renovó el usufructo hasta el 2050. En el año 2005 surge como un desafío, la elaboración del Proyecto Educativo Loyola luego del proceso de estudio del grupo de Diplomado que ofrece la Compañía de Jesús a colaboradoras de los Colegios de la Provincia Centroamericana. El Proyecto Educativo pasa a ser el marco en el que se han de plantear la Identidad, Visión y Misión del Loyola, marcando el camino a
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seguir en un impulso dinámico y renovado de procesos pedagógicos. Es fruto de reflexiones y aportes de docentes y padres de familia, donde los documentos de referencia primordiales fueron el Proyecto Apostólico Provincial y las Características de la Educación de la Compañía de Jesús para América Latina. En el aspecto académico, se evalúa el proceso de enseñanza de la lectoescritura. En Preprimaria, se implementa un proyecto alternativo e integrador, que se plantea desde un enfoque constructivista y significativo. Se reorganizan los horarios para favorecer los aspectos lúdicos y académicos, se implementa la clase de inglés y se impulsan mejoras en el proceso de admisión. En Básicos, se incorpora la clase de Educación en Valores y se incrementa la remodelación del nivel. En lo relativo a la formación del personal docente, se ha trabajado en talleres, seminarios, capacitaciones para dar respuesta a las necesidades específicas del mismo. En el 2007 asume como Director del Colegio, el P. Wilhem Ignacio Lange Cruz, S.J. Como parte de su gestión, ha impulsado la Reingeniería Institucional, que respondió a la inquietud de si se estaban haciendo bien las cosas o se podrían mejorar. Esta interrogante surgió después de haber realizado un diagnóstico institucional a finales del 2006 y en el contexto de la celebración del Año Jubilar por los 50 años de fundación a celebrarse en el 2007 y 2008. Estos años fueron propicios para redescubrir las raíces y consolidar la identidad Loyola. La Reingeniería para el Loyola, es un nuevo enfoque que analiza y modifica los procesos básicos de trabajo y servicio que se prestan. Incluye todas las áreas de trabajo. Significa brindar un mejor y mayor servicio desde la concepción de la mística educativa propia de los centros educativos de la Compañía de Jesús en las diversas áreas de la misión.
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Partiendo de las necesidades que se descubrieron y analizaron en el diagnóstico y FODA, se elaboró un Plan Marco que señala las líneas de acción que desde el Colegio Loyola se ven como prioritarias para desarrollar en los años 2007-2010. Estas giran en torno a 5 ejes: a. Organización, gestión y administración b. Pedagógico c. Infraestructura y mobiliario d. Mística y carisma e. Comunidad educativa En estos años, se han impulsado varios proyectos que repercuten en la mejora de los procesos de aprendizaje y enseñanza, así como en la mejora de los servicios que se prestan. Dentro de ellos están la estrategia de los amplios períodos de estudio, la cultura de evaluación por medio de la evaluación formativa, de proceso y de 360º, los talleres de lectura, la ciencia en la escuela, proyecto integrado de ciencias sociales e informática, destrezas de pensamiento lógico matemático y la atención al idioma inglés. Se ha consolidado el Departamento de Orientación y se brinda apoyo de psicología clínica y educativa a los estudiantes de los distintos niveles. La Escuela para Padres continúa pero con una renovación para atender las necesidades propias de la familia. Se han abierto espacios para la participación en actividades extra curriculares del día sábado. El enfoque de gestión con los padres de familia se ha renovado y se cuenta con el Proyecto de Padres y Madres Loyola en Acción. Se ha sistematizado el proceso de admisión –ADMILOYOLA–. Se ha dado un cambio en la metodología de Preprimaria, elaborando un folleto de lectoescritura. Se ha impulsado el proyecto de biblioteca infantil, y la integración de la clase de inglés a la informática. Caracteriza a esta gestión, el fortalecimiento del Equipo Directivo quien se consolida y enfoca los procesos a metas co-
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munes que benefician a la comunidad educativa. Es así como se impulsa el trabajo en equipo entre el personal docente y administrativo. Se han introducido mejoras en la infraestructura como el remozamiento en la pintura en la entrada al Colegio y en los distintos niveles, remodelación de la biblioteca y sala de lectura, introducción de mobiliario y equipo adecuado a la metodología. Tanto en lo administrativo como en lo pedagógica se ha implementado la informática y tecnología. Se han fortalecido alianzas con instituciones educativas como la Universidad Rafael Landívar y Colegio Liceo Javier. Debido a la incorporación de madres de familia al campo laboral, la proliferación de pequeños colegios en los sectores de donde proceden los alumnos, crecimiento urbano y al clima generalizado de inseguridad que se vive en la ciudad capital, se realizó un estudio para determinar la continuidad de la jornada vespertina en preprimaria y primaria. Luego de conocer los resultados, se decidió cerrarla en ambos niveles, lo que permitió una nueva oferta educativa. Actualmente funcionan 8 secciones en Preprimaria, 18 en Primaria y 6 en Ciclo Básico. Todas ellas son atendidas por más de 50 Profesores. Por su larga trayectoria educativa, servicio a la comunidad y por brindar una educación de calidad, el Colegio recibe tres condecoraciones. En julio de 2007, la Orden José Rolz Bennet, otorgada por la Municipalidad de Guatemala. En noviembre de 2007, la Orden del Quetzal, otorgada por el Gobierno de Guatemala y en julio de 2008, la Orden Pedagógica Juan José Arévalo, otorgada por el Ministerio de Educación. El 2010 es el año de evaluación y cierre de la Reingeniería Institucional, a la vez del planteamiento de nuevos retos con el
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fin de dar seguimiento a lo iniciado y responder a la meta de brindar un mejor y mayor servicio. Cuadro de directores del Colegio Loyola desde su fundación hasta la actualidad Nombre
Duración en el cargo
P. Isidro Iriarte, S.J. (+)
1958
P. José María Rodríguez, S.J. (+)
1959 - 1960
P. Mario Martínez de L., S.J. (+)
1961 - 1968
P. Benigno Fernández, S.J.
1969
P. Nicolás Alvarenga, S.J. (+)
1969 - 1988
P. Jesús Navascués, S.J.
1988 - 1992
P. Ildefonso Guyón, S.J.
1993 - 2000
P. Laurentino Peña, S.J.
2001 - 2006
P. W. Ignacio Lange Cruz, S.J.
2007 - 2010
P. Alfredo Flórez, S.J.
2011 a la fecha
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b.
PROPUESTA EDUCATIVA IGNACIANA
A. Fundamentación La tradición educativa de la Compañía de Jesús a lo largo de sus 450 años ha probado ser exitosa y valiosa. Jesuitas y laicos son herederos de una tradición educativa de inmensa riqueza tanto por la Espiritualidad Ignaciana que la inspira como por su pedagogía. Esta tradición permite que se mantenga el espíritu peculiar de todo colegio de la Compañía. Ella se refiere al modo propio de proceder, o sea, la inspiración, los valores, las actitudes y el estilo que la han caracterizado. El objetivo fundamental de los colegios ha sido la formación integral, el enseñar a pensar y el educar para participar constructivamente en la sociedad. Este se encuentra expresado en la Ratio Studiorum, documento que ha marcado las líneas educativas desde la fundación de los primeros colegios. Sin embargo, la educación jesuita toma en cuenta los cambios, avances y propuestas que permiten responder a las nuevas exigencias de
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la época. Surgen así, nuevos documentos que dan respuestas actualizadas pero que mantienen el carisma ignaciano. Dentro de ellos están: Características de la Educación de la Compañía de Jesús, la Pedagogía Ignaciana: un planteamiento práctico, el Proyecto Educativo Común de la Compañía de Jesús –PEC-, la Congregación General 35 y el Proyecto de Provincia “Puestos en camino con el Hijo”. Estos documentos junto con los fundamentos de la espiritualidad ignaciana son la base de nuestra propuesta educativa ya que reflejan una forma de abordar y participar en el desarrollo de la sociedad. Llevan el sello característico de la espiritualidad ignaciana que tiene sus raíces en la experiencia espiritual de Ignacio de Loyola quien en su libro los “Ejercicios Espirituales” nos acerca a su modo de conocer la realidad. Para responder a nuestro contexto y a la función social por la que ha sido creado el Colegio, incorporamos aspectos propios tomados del socio constructivismo y respondemos al Curriculum Nacional Base –CNB– del Ministerio de Educación. El Colegio Loyola, como dice el P. Kolvenbach S.J., (1989), busca “el crecimiento global de la persona que lleva a la acción… el hombre para los demás”. Ello implica el desarrollo de sus potencialidades para lograr una persona equilibrada, intelectualmente competente, abierto al crecimiento, religioso, amable y comprometido. Se refiere a formar líderes en el servicio y en el campo en el que se desenvuelven. Este liderazgo ignaciano es un estilo de vida que al servicio de la misión de Jesucristo, se inspira en los Ejercicios Espirituales para orientar y acompañar el proceso de desarrollo humano en lo personal y comunitario, hacia la excelencia integral, en la formación de hombres y mujeres para los demás y con los demás.
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B. Criterios constitutivos de la visión ignaciana
El término ignaciano se refiere a un camino o modo de proceder nacido de una larga tradición educativa y a un modo particular de mirar hacia el futuro. Este modo de proceder implica directivas y sabias observaciones inspiradas en el sentido común, en principios cristianos, en experiencias educativas y en la percepción de las necesidades del futuro. La Pedagogía Ignaciana asume que el aprendizaje es un proceso siempre contextualizado. Cada persona construye sus aprendizajes a través de procesos individuales y colectivos. Por lo tanto, la práctica educativa debe recoger los intereses, necesidades, sentimientos y competencias de cada uno para que tenga sentido y desde allí, construir juntos el futuro. Parte de la convicción de que se aprende mejor lo que tiene sentido cuando se realizan las actividades, se investiga, se hacen preguntas, buscan soluciones, cuándo se dialoga, cuando se anima a pensar y se ensayan respuestas. Se parte de formar para promover una mejor calidad de vida, forjando una cultura democrática en el ámbito de la vida cotidiana; tejiendo relaciones de justicia y solidaridad que abran espacios para la libre determinación de las personas y grupos como una forma de vivir desde el respeto a los demás y en la afirmación de la igualdad de derechos para todos. Es así, que se toman los siguientes criterios comunes a los colegios jesuitas. El fin de la Educación jesuita que es “formar hombres y mujeres para los demás y con los demás” Una formación integral, inspirada y dirigida por un humanismo cristiano. “El servicio a la fe y la promoción de la justicia, el diálogo y la inculturación” (cfr. CG. 34)
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Una educación dirigida por la excelencia humana integral. Una educación centrada en la persona. Una estructura como centro educativo de la Compañía de Jesús que sea corresponsable y participativa.
C. Características Generales Tomamos en cuenta también, los principios generales descritos en las Características de la Educación de la Compañía de Jesús.
1. Dios
Para Ignacio, Dios es Creador y Señor, Suprema Bondad, la única Realidad que es absoluta; todas las demás realidades proceden de Dios y tienen valor únicamente en cuanto nos conducen a Dios. Este Dios está presente en nuestras vidas, «trabajando por nosotros» en todas las cosas; puede ser descubierto, por medio de la fe, en todos los acontecimientos naturales y humanos, en la historia en su conjunto, y muy especialmente en lo íntimo de la experiencia vivida por cada persona individual.
Afirma la realidad del mundo. Ayuda a la formación total de cada persona dentro de la comunidad humana. Ofrece una dimensión religiosa que impregna la educación entera. Es un instrumento apostólico. Promueve el diálogo entre la fe y la cultura.
2. Libertad humana
Cada uno de los hombres o mujeres son conocidos y amados personalmente por Dios.
Este amor invita a una respuesta que, para ser auténticamente humana, debe ser expresión de una libertad radical.
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Por eso, en orden a responder al amor de Dios, toda persona es llamada a ser: Libre para darse a sí misma, aceptando la responsabilidad y las consecuencias de las propias acciones: libre para ser fiel. Libre para trabajar en fe en pro de la felicidad verdadera, que es el objetivo de la vida humana: libre para trabajar con otros en el servicio del Reino de Dios por la redención de la creación.
3. Búsqueda de la libertad
A causa del pecado y de sus efectos, la libertad para responder al amor de Dios no es automática. Ayudados y robustecidos por el amor redentor de Dios, estamos comprometidos en una lucha permanente por identificar y hacer frente a los obstáculos que bloquean la libertad -incluidos los efectos del pecado- , desarrollando al mismo tiempo las capacidades necesarias para el ejercicio de la verdadera libertad.
Está orientada hacia los valores. Promueve un conocimiento, amor y aceptación realistas de uno mismo. Proporciona un conocimiento realista del mundo en que vivimos.
4. Cristo, modelo de persona
La visión que Ignacio tiene del mundo está centrada en la persona histórica de
Jesucristo. Él es el modelo de toda vida humana, por su respuesta total al amor del Padre en el servicio a los demás. Él comparte nuestra condición humana y nos invita a seguirle bajo la bandera de la Cruz , como respuesta de amor al Padre. Él está vivo en medio de nosotros y sigue siendo el Hombre para los demás en el servicio de Dios.
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Propone a Cristo como modelo de vida humana. Ofrece una atención pastoral adecuada. Celebra la fe en la oración personal y comunitaria, en otras formas de culto y en el servicio.
5. La acción
Una respuesta de amor y una respuesta libre al amor de Dios no puede ser simplemente especulativa o teórica. Por mucho que cueste, los principios especulativos deben conducir a una acción decidida pues «el amor se muestra en las obras». Ignacio pide un compromiso total y activo a los hombres y mujeres para que, «por imitar y parecer más actualmente a Cristo Nuestro Señor», pongan en práctica sus ideales en el mundo real de la familia, de los negocios, de los movimientos sociales, de las estructuras políticas y legales y de las actividades religiosas.
Es una preparación para comprometerse en la vida activa. Sirve a la fe que realiza la justicia. — Pretende formar «hombres y mujeres para los demás. Manifiesta una preocupación particular por los pobres.
6. En la iglesia
Para Ignacio, la respuesta a la llamada de Cristo se realiza en y por medio de la Iglesia Católica, el instrumento a través del cual Cristo está sacramentalmente presente en el mundo. María, la Madre de Jesús, es el modelo de esta respuesta. Ignacio y sus primeros compañeros fueron todos sacerdotes y pusieron la Compañía de Jesús al servicio del Vicario de Cristo, para ir a «dondequiera que él juzgase ser conveniente para mayor gloria divina y bien de las almas».
Es un instrumento apostólico, al servicio de la Iglesia, sirviendo a la sociedad humana. Prepara a los alumnos para
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una participación activa en la Iglesia y en la comunidad local, y para el servicio a los demás.
7. El “MAGIS” (Más)
Ignacio insistía repetidas veces en el «magis», el más. Su preocupación constante fue el mayor servicio de Dios por medio del más estrecho seguimiento de Cristo; y aquella preocupación se extendió a toda la acción apostólica de los primeros compañeros. La respuesta concreta a Dios debe ser «de mayor estima y momento»
Busca la excelencia en su acción formativa. Da testimonio de excelencia.
8. La comunidad
Cuando Ignacio llegó a conocer el amor de Dios revelado en Jesucristo y comenzó a responder entregándose a sí mismo al servicio del Reino de Dios, atrajo e hizo partícipes de su experiencia a otros compañeros que se hicieron «amigos en el Señor», para el servicio de los demás. La fuerza de una comunidad trabajando en el servicio del Reino es mayor que la de cualquier individuo o grupo de individuos.
Acentúa la colaboración entre jesuitas y laicos. Se basa en un espíritu de comunidad entre: el equipo de profesores y los directivos; la comunidad de jesuitas; los consejos de gobierno; los padres; los estudiantes; los antiguos alumnos; los bienhechores.
Se realiza dentro de una estructura que promueve la comunidad...
9. El discernimiento
Ignacio y sus compañeros tomaban sus decisiones desde un proceso permanente de discernimiento personal y el común, realizado siempre en un contexto de oración.
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Cuando reflexionaban en oración, acerca de los resultados de sus actividades, los compañeros revisaban las decisiones anteriores e introducían adaptaciones en sus métodos, buscando constantemente el mayor servicio de Dios («magis»).
Adapta medios y métodos en orden a lograr sus finalidades con la mayor eficacia. Es un «sistema» de escuelas con una visión y unas finalidades comunes. Proporciona la preparación profesional y la formación permanente necesaria, especialmente de los profesores.
D. Paradigma Pedagógico Ignaciano El Paradigma Pedagógico Ignaciano facilita el cómo acompañar a las personas y ayudarlas a reflexionar sobre sus propias vivencias. Permite construir nuevos y más complejos significados. De esta manera el aprendizaje conduce al cambio en el significado de las propias experiencias para que el aprendizaje llegue a ser significativo. Enseña a ver la realidad en su contexto social y personal, incorpora la vida al proceso de aprender y de educarse. Integra la experiencia, los sentimientos, la motivación, los intereses, el pensamiento y la expresión personal. El Paradigma a través de la reflexión, enseña a pensar, a analizar críticamente la realidad, la búsqueda de la verdad y el compromiso con ésta. La reflexión se une a una vida comprometida con la acción y al servicio a los demás. Implica también una evaluación en la búsqueda de la excelencia y la obtención de resultados. Para ello, se toman en cuenta 5 dimensiones: contexto, experiencia, reflexión, acción y evaluación. El contexto permite conocer el entorno concreto en el que se lleva a cabo el proceso de enseñanza y aprendizaje. Incluye
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entender el mundo del estudiante, familia, compañeros, costumbres, intereses, presiones sociales, la vida escolar y otros que afectan al estudiante en lo positivo y negativo. Es la activación de los conocimientos y experiencias previas. Es como dice el documento de la Pedagogía Ignaciana, “conocer todo lo que podamos del contexto concreto en el que tiene lugar el enseñar y el aprender. La experiencia permite un aprendizaje eficaz y significativo y sucede en la interacción del alumno con la experiencia. Los alumnos seleccionan lo relevante para el tema a tratar sobre hechos, sentimientos, valores e introspecciones que luego, por medio de la asimilación de la nueva información, les lleva a progresar en profundidad y verdad. Implica lo cognoscitivo y afectivo pues ello lleva a la acción. La reflexión utiliza los conocimientos, sentimientos e imaginación para captar el significado de lo que se estudia. Es discernir tomando en cuenta opiniones, causas, consecuencias, opciones y valorarlas para alcanzar el objetivo propuesto. La reflexión es un proceso formativo y liberador pues forma la conciencia ya que promueve la decisión y el compromiso. La acción implica adoptar una actitud para llegar al hacer y actuar. Toma en cuenta los contenidos percibidos y analizados para realizar acciones concretas y coherentes. La evaluación incluye el progreso de los contenidos académicos y actitudinales de los estudiantes. Cada uno de estos se realiza por medio de instrumentos y métodos formativos que permiten retroalimentar y conocer los avances. Se estimula la reflexión, se presentan nuevas perspectivas y se sugieren modos de ver las cosas desde otros puntos de vista.
Rol del docente
El rol del docente es de facilitador y mediador para la cons-
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trucción del conocimiento. Es quien crea las condiciones y proporciona las oportunidades para que el estudiante pueda abordar los distintos procesos. Guía en la reflexión y atiende individualmente a los alumnos para que todos aprendan, maduren y desarrollen sus habilidades.
El educador aparece como un testigo de los valores y principios ignacianos, como un facilitador del proceso de crecimiento personal. “Como una presencia educativa que acompaña en la búsqueda de la verdad”. (C.E., 42 – 48)
Rol del estudiante:
El estudiante es el centro del aprendizaje, por lo que su participación es importante y activa. Se compromete con lo que hace y dice, pues ello le lleva a la construcción de conocimientos. Es responsable de sus logros y limitaciones, buscando alternativas para superarlas. Colabora con las distintas actividades programadas y aporta buscando el bien común. Opina y reflexiona lo que le permite plantear y resolver problemas. Es crítico ante la realidad que le rodea y proyecta los valores que le llevan a dar lo mejor de sí y servir a los demás.
E. Metodología Hablar de la integralidad de la persona, es tomar en cuenta las distintas áreas que la conforman. Nuestro enfoque educativo prioriza a la persona en su contexto interpersonal e intrapersonal. Para nosotros, la enseñanza es un proceso que tiene como fin, andamiar el logro de aprendizajes significativos donde se da la reciprocidad y la construcción conjunta entre maestros, alumnos y comunidad educativa. Lleva a nuestros estudiantes a ser autónomos y dotados de las herramientas para aprender
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a aprender. Se desarrollan procesos metacognitivos que permiten al alumno explorar su pensamiento y procesos cognitivos para que en la reflexión, valoren lo que hacen, introduzcan mejoras y lo transfieran a otras situaciones. Se promueven contenidos declarativos, procedimentales y actitudinales que responden a procesos cognitivos, afectivos, conductuales y la formación en valores. Para el Loyola, el aprendizaje es la apropiación de los saberes de la cultura por medio de la participación en actividades conjuntas. Para lograrlo se planifican centros de aprendizaje que permiten a los estudiantes interactuar logrando así, una participación y maduración por la interacción entre los compañeros, maestros y contenidos. El estudiante se propone y controla sus metas y establece nuevas, llegando con esto a procesos de metacognición y autorregulación. Ello lleva al crecimiento en conocimientos y destrezas. Es como dice la Pedagogía Ignaciana, en la Anotación 1, “aprender es todo modo de experiencia, reflexión y acción en torno a la verdad; toda forma de preparar y disponer la persona para vencer todos los obstáculos que impiden la libertad y el crecimiento”. Para lograrlo, hemos adoptado la estrategia de los amplios períodos de estudio, que además de permitir los procesos descritos y la profundización de los temas, está centrada en el estudiante. Estos períodos son amplios porque se trabaja un período de 60 minutos, eliminando el de 40 minutos. Incluye 4 momentos: a) introducción motivante y activación de presaberes, b) construcción del conocimiento y trabajo personal, c) aprendizaje cooperativo, d) reflexión y puesta en común. Involucra un aprendizaje cooperativo y participativo donde el estudiante se compromete con su aprendizaje. Le permite que aprenda a pensar; aprenda a aprender, aprenda a plantear y resolver problemas. Por medio de distintas tareas académicas se ejercita activamente y experimenta, reflexiona, actúa y se
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autoevalúe. Al cooperar, se produce una interacción promocionante en la que las acciones de uno contribuyen a la consecución de todos y cada uno. Se pretende el beneficio mutuo y las recompensas son compartidas. La Congregación 35, señala que toda institución educativa jesuita debe poseer la “capacidad de renovarse a sí misma y contribuir a las necesidades de la sociedad”. Con esto en mente, se introducen las nuevas tecnologías de información y comunicación –TICs– que favorecen el aprendizaje por medio de la tecnología y la web. Ello requiere de capacidades para la gestión de la información ya que se necesitan de estrategias para seleccionar, generalizar, analizar, contrastar, construir, evaluar e integrar la información. Para lograrlo, se realizan proyectos integrando las distintas áreas del currículo, se incorporan aprendizajes en línea y se desarrolla el pensamiento creativo y reflexivo, cuestionando la información desde distintos puntos de vista.
F. Evaluación El PEC invita a las instituciones educativas jesuitas a orientar los procesos dentro de una cultura evaluativa, donde el Magis Ignaciano lleve a una continua renovación, ajuste de sus objetivos, planes y proyectos institucionales, realizada con criterios coherentes a la identidad ignaciana. En este sentido la evaluación del Colegio, está orientada al alumnado, docentes, clima del aula, programaciones y materiales curriculares, a la toma de decisiones, al logro de los objetivos y a la funcionalidad del aprendizaje, con una proyección al futuro y a la inserción de la persona en la sociedad. Es vista como una herramienta de reflexión y como un proceso integrador. Es así, que se lleva a cabo la Evaluación de 360º, la evaluación
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formativa y de proceso y la investigación acción en el aula. La Evaluación 360º es una evaluación del desempeño dirigida a los colaboradores del Colegio. Es realizada por el propio interesado, el jefe inmediato y superior, los compañeros y beneficiarios. Ello permite tener una visión completa y objetiva de los servicios prestados. La evaluación formativa y de proceso incluye a los estudiantes en respuesta a la formación integral que se promueve. Implica la evaluación de los contenidos declarativos, procedimientales y actitudinales que se concretiza en la Boleta del Logro de los Aprendizajes que los alumnos reciben al final de cada bloque. Abarca distintos instrumentos para la valoración del dominio cognoscitivo y académico como los propios para los valores y actitudes. Dentro de ellos están las autoevaluaciones, diálogos personales, revisión de diarios y metas. Como es una evaluación de proceso, permite introducir los cambios para la mejora personal y de los distintos elementos que se involucran en los procesos de aprendizaje y enseñanza.
G. Valores Consideramos primordial formar en valores para dar testimonio de la verdad frente a las corrientes que deshumanizan, marginan y alienan. Educar en valores para el Colegio, es abrir diferentes caminos y opciones y, ayudar a que cada uno vea cuales son las mejores. Es ayudar a los estudiantes a desarrollar la capacidad de elección y a actuar de acuerdo a las metas e ideales, impulsando la coherencia entre lo que se piensa, dice y hace. Toma en cuenta el discernimiento pues indaga, busca, se cuestiona, evalúa. Las Características de la Educación de la Compañía de Jesús dicen al respecto que “las líneas de acción de la escuela y su vida im-
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pulsan el respeto mutuo y promueven la dignidad humana y los derechos humanos de toda persona, adultos y jóvenes, en la comunidad educativa.” Los valores aportan una mejor calidad de vida a las personas. Ayudan a crecer, al desarrollo armonioso de todas las cualidades del ser humano. Le llevan a su propia construcción, y por consiguiente, a su plena realización y a la de los demás. Los valores ignacianos que promovemos son: a) Amor, en un mundo egoísta e indiferente. b) Justicia, frente a tantas formas de injusticia y exclusión. c) Paz, en oposición a la violencia. d) Honestidad, frente a la corrupción. e) Solidaridad, en oposición al individualismo y a la competencia. f) Sobriedad, en oposición a una sociedad basada en el consumismo. g) Contemplación y gratuidad, en oposición al pragmatismo y al utilitarismo. La formación en valores es un eje transversal, lo que implica la enseñanza en todas las áreas, momentos y lugares. Cualquier situación es aprovechada para reforzarlos e inculcarlos.
H. Perfiles Se presentan a continuación los perfiles del alumno, del docente y de los padres de familia. Conscientes del enfoque por competencias en el que actualmente se enfoca la educación, tomamos como base las competencias desarrolladas por un equipo del Liceo Javier asesorados por el P. Achaerandio del
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libro “Competencias fundamentales para la vida”. Es así, que el perfil del estudiante incluye competencias instrumentales, interpersonales y sistémicas. El Loyola asume como competencias instrumentales las habilidades de pensamiento lógico, crítico constructivo, reflexivo y analítico. Estas permiten relacionar, comparar, analizar, sintetizar, deducir, inducir, resolver, y evaluar. Las interpersonales se refieren a las relaciones que promueven el diálogo con el fin de crear relaciones constructivas y positivas entre las personas y ambientes. Toma en cuenta las habilidades para la automotivación, la comunicación, la ética y el trabajo en equipo. Las sistémicas tienen que ver con el liderazgo ignaciano y la gestión por objetivos. Ambas se enfocan en guiar, influir y lograr llevar a la acción lo propuesto. Además del desarrollo personal se enfoca en lo profesional y comunitario. Aplica habilidades para planificar, organizar, comunicar y evaluar.
a. Perfil del alumno El alumno egresado del Colegio Loyola: Competencias instrumentales: Aplica y relaciona los conocimientos de las distintas áreas académicas y prácticas en la solución de problemas de su comunidad y sociedad. Aplica estrategias metacognitivas que le permiten autorregular sus procesos de aprendizaje. Investiga, selecciona e integra la información proveniente de diferentes fuentes que le permiten aprender y generar nuevas ideas. Analiza críticamente su contexto y propicia acciones que lo llevan a la mejora personal y comunitaria.
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Organiza y planifica su tiempo, las tareas y la información para crear, aprender, proponer y resolver problemas. Reflexiona en torno a acontecimientos o pensamientos que le permiten planificar e intervenir a futuro. Cuestiona ideas, posturas y propuestas para reelaborar y crear nuevas actitudes y soluciones. Aplica el discernimiento en las distintas reflexiones y evaluaciones que realiza. Maneja, integra y utiliza las TICs como una herramienta de trabajo.
Competencias interpersonales: Se comunica, expresa sus ideas y sentimientos de forma coherente en lo oral y escrito. Trabaja en forma autónoma y en equipo aportando creativamente sus experiencias y conocimientos. Se conoce, valora, se respeta a sí mismo y a las distintas culturas del país y del mundo. Se responsabiliza de sus propias acciones que repercuten en las relaciones con los demás. Muestra en su experiencia de vida una actitud de respeto y contemplación de la naturaleza. Valora y actúa en su ambiente natural y social colaborando en su conservación y mejora. Posee y pone en práctica estrategias para la automotivación, el reconocimiento de aciertos y errores que lo lleven a generar relaciones propositivas. Desarrolla habilidades sociales asertivas, armónicas y
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edificantes de las cuales disfruta y favorecen su crecimiento personal. Es responsable del trabajo en equipo ejerciendo liderazgo y compromiso en la tarea compartida. Aplica la solidaridad, justicia y libertad que le permiten afrontar los problemas de forma positiva. Reflexiona en base a la experiencia y a los conocimientos adquiridos para la toma de decisiones asertivas. Competencias sistémicas: Escucha y es receptivo de las ideas y propuestas de los demás. Planifica y organiza el trabajo para lograr la meta común. Comunica asertivamente las líneas de acción a seguir para el logro de objetivos. Evalúa y reflexiona para introducir cambios y mejoras. Vive desde una actitud de seguimiento a Jesús.
b. Perfil del Docente Persona compatible con la identidad jesuítica y consciente de su rol dentro de un centro de inspiración cristiana. Capaz de procurar un contexto dialogal, estableciendo procesos que permitan la comunicación en general. Ser humano en formación permanente como educador; esta formación contendrá aspectos en la dimensión técnico-pedagógica, de desarrollo personal y de identidad ignaciana. Persona proactiva, que sea capaz de proyectarse a través de comisiones, consejos, equipos de trabajo,
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que relacionen las diferentes áreas según necesidades y características propias del centro educativo. Líder capaz de activar la comunidad educativa ejerciendo un rol dinámico, que promueva la investigación, el intercambio de conocimientos, y la construcción colectiva de saberes en permanente diálogo con el entorno. Ser, capaz de buscar y hallar la voluntad de Dios en su vida profesional y personal, para ensanchar el corazón a las dimensiones del mundo, pero aterrizando en lo concreto, en reconciliación constante con los ambientes que le rodeen. Conocedor de la realidad, posibilitando examinarla periódicamente. Discerniente, a la luz de la oración y de la razón iluminada por la fe, para mejorar, para que la vida personal sea más acorde con el Evangelio. Persona al encuentro de Dios en todo lo creado, siendo contemplativo en la acción y unido a Él en todo lo que se realice. Persona que forma para la vida con el dominio de las disciplinas básicas, humanísticas y científicas; que incluya una creciente capacidad de razonamiento y reflexión lógica y crítica, sabiendo usar también la tecnología. Promotor del diálogo entre fe y cultura, fe y ciencia.
c. Perfil del Padre y Madre de Familia Se identifica con el Proyecto Educativo, su misión y visión y lo lleva a la acción en los diferentes momentos de la vida del Colegio.
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Es entusiasta y colabora en las diferentes actividades escolares y extra escolares. Acompaña a su hijo en la reflexión y toma de decisiones que le permiten un crecimiento integral, fomentando la autonomía y libertad responsable. Crea relaciones positivas entre los distintos miembros de la comunidad educativa. Fomenta el diálogo respetando los canales de comunicación establecidos. Colabora con el Colegio en la formación de conocimientos, actitudes y valores. Analiza los informes de progreso de su hijo para retroalimentarlo de forma constante y positiva. Anima a su hijo a interiorizar y asumir las orientaciones del Manual de Convivencia para desarrollar la responsabilidad y sana convivencia.
I. Modelo De Gestión Ignaciano El modelo de gestión de calidad del Colegio Loyola da respuesta a lo planteado en el PEC, Proyecto Educativo Común de la Compañía de Jesús en un estilo coherente con la visión ignaciana del ser humano y de la sociedad, dando testimonio de los valores que se desean promover, con la capacidad de adaptación a “tiempos, momentos y lugares”. Este modelo de gestión se traduce en proyectos orientados a articular evangelización, educación y promoción social en propuestas abiertas y flexibles, atentas a las corrientes educativas actuales, sensibles a los distintos contextos sociales y culturales. Se apuesta con ello a la transformación de la educación y a generar caminos de humanización, que abran horizontes y den sentido al encuentro con Dios presente y encarnado en la
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historia y que nos revela la dignidad de la persona. La “Ratio Studiorum“ sentido y estructuración de los Estudios de la Compañía de Jesús van a dar vida a la visión educativa, gerencial y administrativa y su origen está presente en los E.E. Las anotaciones en los E.E. nos orientan a la comprensión del “Enfoque Personalizado de la educación ignaciana que dan sentido al acompañamiento personal y al estilo pedagógico Ignaciano. El proceso de construcción de conocimiento desde la integración del contexto, experiencia, reflexión acción evaluación, en su Paradigma Pedagógico Ignaciano PPI. Así, estos principios pedagógicos ignacianos parten de la convicción de la valoración de la educación en la medida que forme personas capaces de actuar en sintonía con los valores, una pedagogía que ubica a la persona como centro del proceso educativo, que se construye en interacción con los demás y en contextos socioculturales concretos. Nuestro modelo de gestión de la educación, favorece la construcción de personas sociales, colectivas, comprometidas con la transformación de la sociedad y la globalidad del planeta, que se fundamenta en el desarrollo de una comunicación horizontal entre los sujetos involucrados en el proceso. Es medular la apuesta por la vida, por la realización de las personas, por la humanización de nuestra sociedad, en una visión de la educación en la que se forma para promover una mejor calidad de vida, forjando una cultura democrática en el ámbito de la vida cotidiana. Tejiendo relaciones de justicia y solidaridad que abran espacios para la libre determinación de las personas y grupos como una forma de vivir desde el respeto a los demás y en la afirmación de la igualdad de derechos para todos y todas.
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El diseño de gestión de institucional del colegio Loyola responde a la corresponsabilidad de la misión global de la Compañía de Jesús para el sector educación en un modelo innovador, capaz de vivir el cambio y orientar mirando al futuro en un proceso continuo de formación, innovación y mejora, que nos permita, mantener nuestros rasgos de identidad, reflexionar sobre la tarea educativa y responder satisfactoriamente a las necesidades que nuestro entorno y la sociedad nos plantea. Los Indicadores de gestión que nos permitirán la implementación del despliegue del direccionamiento estratégico del colegio son: Planificación y organización anual Gestión del conocimiento como soporte del trabajo educativo Plan de seguimiento y medición que permita evaluar los avances de acuerdo a los objetivos planteados Estrategias de mejora y calidad de acuerdo a las líneas de la misión, visión y valores Establecer estrategias de comunicación horizontal y vertical a lo interno de la institución. Plan de formación psicopedagógica, psicoespiritual y sociocultural del recurso humano. de la institución (directivos, docentes, administrativos). Políticas de gestión y relación de redes y alianzas interinstitucionales con obras de la Compañía de Jesús.
a. Organización: El Colegio Loyola realiza su gestión desde un organigrama matricial de parrilla que muestra la relación entre instancias y departamentos. Este diseño da seguimiento a los procesos, líneas de pensamiento, valores, visión y misión de forma global e integrada. Fluye desde la Dirección, consejo consultivo y la
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gestión administrativa, y conecta con las Coordinaciones, las cuales dan seguimiento desde la verticalidad, a la cotidianidad de la vida en el Colegio. La horizontalidad es desde donde ejercen su función los diferentes Departamentos lo que asegura una visión progresiva y el continuo educativo. Los puntos de convergencia e integración entre Coordinaciones y Departamentos son clave en la comunicación y seguimiento de procesos institucionales. La Administración hace su enlace con las Direcciones y esto asegura una visión integrada en la toma de decisiones en la gestión administrativa y psicopedagógica del Colegio. La identidad y visión ignaciana de la educación, los valores distintivos, la formación integral, el sentido personalizado de la pedagogía y el Magis, en este diseño de gestión matricial permite que esta Propuesta Educativa se haga realidad en el día a día, a partir del liderazgo ignaciano. Se presenta a continuación, el organigrama que ejemplifica las relaciones entre las distintas instancias. Director General Director Técnico Consejo del Director
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Administración
Coordinación Preprimaria
Coordinación Primaria
Coordinación Secundaria
Departamento de pastoral
Maestros y alumnos
Maestros y alumnos
Maestros y alumnos
Departamento pedagógico
Maestros y alumnos
Maestros y alumnos
Maestros y alumnos
Departamento de convivencia
Maestros y alumnos
Maestros y alumnos
Maestros y alumnos
Departamento de orientación
Maestros y alumnos
Maestros y alumnos
Maestros y alumnos
b. Administración: A partir del año 2007, el Colegio cuenta con el Sistema Integral de los colegios de la Compañía de Jesús, el cual consta de 5 módulos: Cuenta Corriente, Académico, Bancos, Contabilidad, Planillas y Presupuestos. Estos se han implementado gradualmente, terminando en el 2011. El espacio físico está diseñado para el Colegio. Esta ventaja nos hace ser competentes ante otros colegios del sector, los cuales son residencias con adaptaciones. Se han tenido mejoras en la infraestructura del edificio y se ha mejorado la distribución del espacio físico y ubicación de salones. Dentro de las mejoras está el remozamiento en la pintura exterior, en la entrada del Colegio y en los distintos niveles. Se han remodelado la biblioteca, sala de lectura y audiovisuales. Se ha introducido nuevo mobiliario y equipo el que responde a la metodología implementada. El cambio de mobiliario se ha dado en su totalidad en el nivel preprimario. Para el resto de niveles se irá realizando en forma gradual. Se cuenta con nuevos espacios. Uno de ellos es el “Salón Padre Arrupe”, que se utiliza como comedor y sala de usos múltiples. Otro es la capilla, que se encuentra ubicada en el cuarto nivel del área de primaria. También se ha reestructurado el Departamento de Orientación, con cinco nuevas clínicas, oficina y sala de reuniones.
c. Formación La formación docente permite que el maestro esté actualizado, posea las herramientas para una enseñanza efectiva, se identifique con el modelo educativo y crezca como persona. Incluye formación pedagógica y de crecimiento espiritual la que se planifica en forma integral y continua. Se cuenta para ello con formaciones de tres días o más, en tres momentos del año y
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las actualizaciones que se ofrecen un sábado al mes. Se brinda también formación a los padres de familia, en temas de interés para apoyar la actividad educativa en familia.
d. Acompañamiento: Otro aspecto clave en la formación ignaciana es el acompañamiento a la persona ya sea docente, estudiante, personal administrativo y padres de familia. Se denomina “cura personalis” pues como su nombre lo indica, es el cuidado de la persona. Es una característica muy propia de la Espiritualidad Ignaciana y de la educación jesuítica. Ignacio experimentó, que en su camino hacia Dios la persona tiene necesidad de la “cura”, de la ayuda de un compañero de ruta, que le acompañe en el crecimiento y desarrollo personal y pueda “reflectir en sí mismo” en un ambiente de mutua confianza. La “cura personalis” no es sino la ayuda de persona a persona, en donde Dios y el hombre se encuentran. Ocurre desde la vocación de cada persona, su historia particular, el presente y las metas a futuro. Se tiene un acompañante que es ejemplo de vida y que contribuye a la formación de los alumnos siendo coherente en palabras y acciones. Como se propone en las Características de la Educación de la Compañía de Jesús, el Colegio Loyola no sólo forma en la excelencia académica sino en la integralidad de la persona para una vida responsable en el pueblo de Dios y en la sociedad. El enfoque de acompañamiento para el Colegio Loyola es multidisciplinario y pretende con ello guiar al padre de familia, docente y alumno para que se conozcan y reflexionen juntos, sobre sus acciones, propongan soluciones, diseñen planes de acción, mejoren su rendimiento académico y se potencie su crecimiento personal. Esto se trabaja por medio de sesiones individuales y pequeños grupos en donde se desarrollan procesos de observación, diálogo y reflexión.
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El Departamento de Orientación Psicopedagógica del Colegio Loyola aporta y apoya el acompañamiento. Se visualiza como un componente integrado a la vida misma del Colegio. Integra un modelo con aspectos relativos al desarrollo psicopersonal, de aprendizaje y conductual, en diferentes fases de intervención. Estas son: Interacción y acompañamiento Intervención psicopedagógica El Departamento de Orientación Psicopedagógica se adentra en el proceso educativo mismo y en el crecimiento personal con el fin de mejorarlo. Se convierte así en un elemento dinámico de la acción educativa, razón por la cual se ha trabajado en la mejora de la infraestructura, en el fortalecimiento del equipo de trabajo y en una visión integrada a la dinámica escolar.
e. Comunidad Educativa En el modelo educativo jesuitico, la familia es el primer factor y el principal para la socialización, transmisión de la cultura y formación en valores. El Colegio es un agente importante que complementa y contribuye a ello por medio de la calidad integral que ofrece. Por ello, es necesaria la compatibilidad de criterios y acciones educativas entre ambos. Para que los alumnos logren el nivel de excelencia deseado, el involucramiento de los padres de familia es necesario. Se espera el compromiso y se fomenta una sana comunicación buscando en todo la implementación del Proyecto Educativo. El Colegio abre el espacio para la participación por medio del Proyecto Madres y Padres en Acción Loyola. Ofrece formación por medio de la Escuela para Padres, invita al diálogo e integra las sugerencias que llevan a la mejora de los procesos. Un espacio privilegiado que permite la unidad y relación familia colegio es el Día Familiar, programado cuatro domingos al año.
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A este respecto, el PEC dice que, “las comunidades educativas configuren una red animada en sus relaciones por el mismo espíritu y la misma vocación y generen políticas que impulsen una gestión coherente para contribuir juntos a conseguir la misión y la visión”. La Comunidad Educativa para la espiritualidad ignaciana es una experiencia de crecimiento humano integral y por ello es una experiencia de paz personal y de paz social, es la encarnación de la sociedad nueva que buscamos y se convierte automáticamente en un nuevo modelo de relaciones interpersonales y en testimonio esperanzador. Es una experiencia integral de vida y desarrollo. Estas educan desarrollando una ética que respeta la dignidad de cada uno y hace posible la libertad, la convivencia democrática y pacífica y el respeto a los derechos humanos. Su fin último es el de formar hombres y mujeres que sean capaces de vivir en plenitud y con dignidad, asumiendo responsablemente su condición humana.
f. Redes Cooperativas La cooperación entre las obras de la Compañía de Jesús permite la complementariedad y la realización de actividades conjuntas con el fin de integrar los servicios educativos y dar continuidad a los principios, valores y procesos que se promueven. El Colegio pertenece a la Asociación de Colegios Jesuitas de la Provincia Centroamericana –ACOSICAM– y a la Federación Latinoamericana de Colegios de la Compañía de Jesús –FLACSI–. La primera da las bases para la gestión educativa. A la vez, promueve los encuentros de homólogos y formación espiritual que posibilita el desarrollo de los principios, valores y procesos que se fomentan. FLACSI es un organismo internacional que reúne a las 96 instituciones educativas de Latinoamérica de los niveles inicial, primario, secundario y superior con el fin de unificar y fortalecer la formación educativa ignaciana.
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Abarca también la educación no formal y popular así como dos Centros Pedagógicos de reflexión ignaciana. Para ir consolidando el trabajo en red, el Colegio Loyola y la Universidad Rafael Landívar desde distintos programas colaboran en proyectos que benefician a los estudiantes de ambas instituciones. En el 2010 se inició la cooperación con el Liceo Javier por medio del diálogo y el acercamiento del personal y alumnos en actividades organizadas en conjunto. Nos hemos integrado para unificarnos en distintas áreas como las académicas, administrativas, deportivas, espirituales y de convivencia. Esta colaboración nos permitirá ir creando la plataforma educativa de la Compañía de Jesús en Guatemala. Otras instituciones con quienes se tiene relación es la Fundación Jorge Toruño con quien se trabaja el Programa de Cuotas Diferenciadas que beneficia a familias con necesidades económicas. Esta fundación está integrada por antiguos alumnos de instituciones jesuitas quienes han hecho vida el servir a los demás. Se pertenece también a la Asociación de Colegios Católicos –ANACC– quienes se promulgan y responden a los planteamientos públicos y eclesiales en el contexto social guatemalteco. Se colabora también no sólo a lo interno sino a lo externo, realizando actividades y proyectos con universidades, editoriales y Ministerio de Educación. A pesar de que cada institución es independiente, se aporta desde la diversidad, enriqueciendo los procesos educativos.
g. Actividades Extra Curriculares El Colegio Loyola ofrece actividades extra curriculares que complementan y desarrollan las habilidades y destrezas para una formación integral.
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Dentro de ellas están: Coro Teatro Danza folklórica Círculos de lectura Cultura de paz Grupos MAGIS Grupo Scout Pintura Deporte Ajedrez
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BIBLIOGRAFÍA Asociación de Colegios de la Provincia Centroamericana. 1986. Características de la Educación de la Compañía de Jesús en América Latina. Liceo Javier. 2010. Competencias Fundamentales para la Vida. Guatemala. Ministerio de Educación. 2008. Manual para la elaboración del Proyecto Educativa Institucional. Guatemala. DIGEACE. Ministerio de Educación 2005. Curriculum Nacional Base. Guatemala Najarro Arriola, Armando. 1986. Evaluación institucional de los veintisiete años de labor educativa del Colegio Loyola. Guatemala. Universidad Rafael Landívar. Pedagogía Ignaciana: un planteamiento práctico (1998). Roma. Curia S.J. Proyecto Educativo Común de la Compañía de Jesús en América Latina. 2005. 11º Asamblea de la CPAL. Brasil
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