Con los meros gigantes del Pacífico
Buceando en la península de la Baja ECOLOGIA
© Maru Brito / Proyecto Mero Gigante-COBI
Por: Arturo Hernández-Velasco, Arturo Ramírez-Valdez, Isaí Domínguez-Guerrero, Edgardo Ochoa, Jhonatan Castro.
De la serie
"Buceo con Huella" 6
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ara todos quienes buceamos, uno de nuestros sueños es encontrarnos con grandes animales en nuestros buceos, ya sean tiburones, ballenas, mantarrayas, o algún pez de gran tamaño. Hoy en día eso es cada vez más difícil debido a la disminución en su abundancia en los mares. Sin embargo, en las costas de Baja California, habita uno de los peces más imponentes, el famoso rey de los bosques de sargazo gigante, “el Mero Gigante” (Stereolepis gigas). Bucear con meros gigantes, puede convertir un día de buceo en uno memorable en tu bitácora y transportarte al pasado cuando peces de enormes tamaños nadaban en los mares.
En las costas de Baja California, habita el famoso rey de los bosques de sargazo gigante, “el Mero Gigante”.
Pero lograr ver estos peces puede requerir de un poco de esfuerzo y suerte, encontrarte en el momento y lugar indicado, además, contar con un poco de conocimiento sobre su hábitat y su comportamiento. En estas pocas líneas te contaremos cómo comenzamos a estudiar y bucear con estos gigantes. El mero gigante es un pez óseo, que como su nombre lo dice, tiene un enorme tamaño, llegan a medir casi los 3 metros, y pesar más de 250 kilogramos.
Además, se tienen registros de que esta especie puede llegar a vivir más de 80 años y su crecimiento nunca se detiene. Todas estas características, han hecho que esta especie sea considerada el pez óseo de mayor tamaño que habita en la actualidad a lo largo de la costa de California, E.U. y hacia el sur en la costa occidental de la Península de Baja California y el interior del Golfo de California en México.
Para lograr imaginar lo que es encontrarse con uno de estos meros buceando, podríamos describirlo como encontrarse con un pez, con la actitud de un perro dócil, el apetito de un tiburón, pero del tamaño de un auto pequeño, el cual se encuentra suspendido casi inmóvil en la columna de agua. Estos peces son muy curiosos y en cierta forma apacibles, es común oír historias de buzos pescadores que han tenido grandes experiencias con esta especie, muchos de ellos cuentan que al estar trabajando bajo el agua, los meros tocan levemente sus cabezas mientras ellos están tratando de capturar un abulón o algún erizo.
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Esta acción hace pensar de que el mero les pidiera su parte, otras historias cuentan que los meros siguen a los buzos por arriba de ellos disfrutando de un “masaje” de burbujas. El tamaño y forma de la mandíbula de éste enorme animal, le permite devorar en segundos peces grandes, inclusive rayas y tiburones medianos, aunque su alimento preferido son los crustáceos, calamares, y pulpos. Los movimientos de los meros parecieran lentos, pero al encontrarte con ellos en un sitio con fuerte corriente y sargazo gigante sabrás que no es nada de lo que aparentan, tienen una fuerza que muchos pescadores comparan con la fuerza de una motocicleta, una vez que se sienten en peligro, dan par de aletazos y desaparecen de tu vista. Otro factor que hace tan especial bucear con estos peces, es que su abundancia actual es tan baja que encontrarlos no es algo ordinario. Observar un mero gigante bajo el agua podría ser tan probable como encontrarse un trébol de cuatro hojas, o tener un encuentro con un tiburón ballena mientras buceas en el Golfo de California (donde, nuevamente si estás en el lugar y momento adecuado tu probabilidad de encontrarlo se hace más alta). Las poblaciones de meros gigantes, al igual que la de otros peces de gran tamaño, eran mucho mayores hace más de 50 años, y bucear con ellos era bastante común.
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Algunos buzos ya con canas en el cabello, cuentan cómo era bucear con más de veinte meros alrededor de ellos, sin embargo, el desconocimiento de su biología y errores en el manejo de su pesquería han sido las principales causas de la disminución de las poblaciones de esta especie. En los Estados Unidos se prohibió su pesca en 1982 y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés) le asignó la categoría de especie en peligro crítico de extinción. En México, afortunadamente existen todavía algunos sitios que tienen poblaciones estables de esta especie, por lo que estamos a tiempo de conocer mejor su biología, aprender a manejarla y conservarla de una manera sustentable. En las costas del Pacífico de la Península de Baja California, existen algunos sitios en donde puedes bucear con ellos, Isla Natividad, Arrecife de Sacramento y Punta Baja son algunos lugares en donde tienes una alta probabilidad de encontrarlos.
Con base en observaciones de los pescadores y de algunos investigadores, se tiene información de que los meros son fieles a los sitios de alimentación y de reproducción.
Las comunidades mantienen un registro del avistamiento del mero gigante.
En 2017 iniciamos un proyecto de investigación para comprender la historia de vida de los meros gigantes y generar la información necesaria para conocer el tamaño de sus poblaciones. Con el apoyo de instituciones académicas, organizaciones de la sociedad civil, entidades del gobierno estatal y federal y principalmente de las cooperativas pesqueras y sus comunidades, hemos establecido un programa de monitoreo permanente de la pesquería y de registros visuales de la especie, donde los buzos de las comunidades son los que realizan las observaciones y los monitoreos.
La expedición consiste en registrar: comportamiento, presencia e imágenes.
Después de un año de recabar información y establecer colaboraciones, organizamos una expedición de buceo a cuatro comunidades de la Península de Baja California para poder registrar su presencia, comportamiento y compilar un registro de imágenes en fotografía y video.
Distribución del Mero Gigante en la península de Baja California.
Este proyecto está recolectando información que ayudará a comprender más de la biología, distribución y abundancia de esta especie (www. merogigante.org).
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Gracias a las condiciones y a la experiencia de los pescadores, encontramos meros en tres de las comunidades y una agregación de individuos. Para esta investigación, los pescadores nos acompañaron a los sitios donde ellos tienen registro histórico de avistamiento (ya sea pescándolos o los han visto mientras bucean). Formamos un grupo de exploradores el cual consistía en buzos pescadores y científicos. Después de varias inmersiones, fue que encontramos un sitio ideal para bucear con tan maravillosa especie.
Juan Carlos Villaseñor en los detalles para monitorear a los meros.
Equipo de investigación sobre el Proyecto Mero Gigante.
Con el apoyo de pescadores se determinó las zonas de estudio en los bosques de sargazo.
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La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza le asignó la categoría de especie en peligro crítico de extinción.
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El hábitat de los meros gigantes: el "Bosque de sargazos". "Recuerdo mi primera experiencia buceando con más de ocho meros" dice Jhony (Jhonatan Castro, buzo-pescador de la Cooperativa Buzos y Pescadores de Isla Natividad). "Fui a pescar pepinos de mar a un sitio nunca antes buceado. Estaba seguro que sería uno de mis buceos favoritos. Había muchos pepinos de mar (especie por la que visitaba el sitio) pero lo mejor fue que después de seis o siete minutos miré a lo lejos una enorme silueta. Era un enorme mero de unos 100 kg y 1.5 m de largo. Me detuve a observar unos 15 segundos y cuando me dispongo a empezar de nuevo mi trabajo bajo el agua, me pasa otro mero justo atrás de mí. Me rodean y pareciera que juegan entre ellos". Después de esta gran experiencia, se sigue llevando a cabo una investigación coordinada con investigadores y pescadores para saber más de esta especie. Siendo los pescadores los que colectan la información aportando su conocimiento y experiencia para el proyecto, con esto creemos que involucrar a las comunidades locales en cada aspecto del proyecto es la clave del éxito, puesto que no es solamente aprovechar la conexión que tienen a factores ambientales, sino también por los lazos sociales y culturales que la comunidad tiene con su entorno.
Desde entonces me apasionó tanto esta especie que comencé a buscar la forma de colaborar en el monitoreo de los meros gigantes y apoyar actividades de investigación, además de comenzar a promover el buceo recreativo y de investigación con esta especie en mi isla. El buceo con megafauna marina se ha convertido en una actividad económica muy dinámica, este sector de la industria del buceo representa millones de dólares en México y el Mundo y en la mayoría de las ocasiones generará una alternativa económica sustentable a las comunidades costeras.
En la Isla Natividad es factible poder observar a los gigantes de los sargazos.
En la isla Natividad desde el 2006, se ha tenido la oportunidad de bucear con estos gigantes. Gracias a la participación de buzos locales y de la experiencia de científicos del Proyecto Mero Gigante, hemos logrado identificar temporadas y sitios de buceo, donde esta especie se agrega probablemente con fines reproductivos, haciendo que esto sea más común encontrarlos. Hoy en día en la isla se organizan expediciones de buceo recreativo, donde además de admirar los hermosos bosques de sargazo gigante y todo lo que representa este bello ecosistema, si llegamos a tener suerte podremos encontrarnos con estos gigantes y sentir que hacemos un viaje al pasado.
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Un reciente estudio en California estimó que el buceo con meros gigantes genera más de 2.3 millones de dólares al año y éste solo se realiza en las Channel Islands, principalmente en Isla Catalina.
El potencial económico y social de esta actividad, se ha observado en el buceo con tiburones, el cual se lleva a cabo en Isla Guadalupe, Cabo Pulmo, Playa del Carmen, Revillagigedo y Bahía de los Ángeles, así como también el buceo con mantas gigantes en Revillagigedo o Bahía de Banderas.
En México, esta actividad aún no ha sido desarrollada del todo, sin embargo, tiene gran potencial, pues existen más sitios de avistamiento que en Estados Unidos y es posible que las poblaciones de mero sean más abundantes.
En Cabo Pulmo, el buceo es una actividad que genera 15.2 millones de dólares al año. Aunque no creemos en las generalidades y no podemos pensar que todos los sitios pueden ser como Cabo Pulmo, consideramos que actividades no extractivas como la del buceo, es una oportunidad para
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la recreación, una alternativa de sustento para las comunidades y de sensibilización a través de la participación sobre la importancia de conocer y conservar las especies. Si por alguna razón, te llegas a encontrar con uno de estos majestuosos ejemplares, recuerda que debes de respetar su espacio y no perturbarlos, por lo que recomendamos que al verlos mantengas una flotabilidad neutra y evitar hacer movimientos bruscos, al final los meros gigantes se acercaran a ti y podrás observarlos por más tiempo y disfrutar como nunca de ellos.
La serie "Buceando con Huella" busca resaltar la importancia del buceo como una herramienta de cambio e impacto positivo en nuestros mares. Síguenos en la siguiente edición de Espacio Profundo.
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CONTENIDO
Directorio: Alejandro Salazar G. Dirección General Franz Salazar G. Administración Ivan Salazar G. Relaciones Internacionales Franz Salazar G. Comercialización
Conocer para proteger. Editorial.
Colaboración: Diana Silva G. Diseño Gráfico Elisa Serviere Científica Francisco A. Solís Científica Mónica Alonso Ruíz Científica Dr. Manuel Carcela F. Medicina Edgardo Ochoa Conservación y Seguridad Arturo Hernández V. Conservación Ivone Mender Seguridad DAN Seguridad Daniel Millikovsky Buceo Técnico Oscar Rulli Fotografía Fernando Olivares Fotografía Arturo Hernández-Velasco Conservación Espacio Profundo Digital. Edición electrónica. Abril 2021. Publicada por: Espacio Profundo México, Certificado Licitud Título 7969, 30 VI 1994, Certificado Licitud Contenido 6111, 19 V 1995 otorgados por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas (S.G). Certificado Reserva Dirección General de Derechos de Autor (S.E.P.) 001911/94, 21 VII 1994. Registro ISSN 1405-034X, 31-Ago.'94 Sistema Internacional de Registro de Publicaciones Seriadas (CONACYT).
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Nuestra Portada Para muchos el rey, para otros el terror de los mares; para saber en que parte del extremo lo debemos de ubicar y así entender su vital presencia en el hábitat marino, no hay más que conocerlo y estudiarlo. Uno de los puntos de mayor importancia a nivel mundial, en donde su avistamiento permite poder estudiarlo y conocerlo mejor, es en la Isla Guadalupe, en el Pacífico Mexicano. Foto: Tiburón Blanco (Carcharadon carcharias) Isla Guadalupe Ivan Salazar González Mare Nostrum Expediciones
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