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STAFF DIRECTOR Sergi Ramos EDITOR-IN-CHIEF Dani Bueno DISEÑO Y MAQUETACIÓN Dani Bueno IMAGEN DE PORTADA Lolo (Hammerfall) Álvaro Pérez-Fajardo (Black Sabbath) James Minchin III (Linkin Park) Patric Ullaeus (Amaranthe) COLABORADORES Javier Bragado, Itsaso Urkia, Lolo, María Gutiérrez, Jesús Martínez, Olga Vidal, Paco García, Esther Prats, Jaime Tomé, Diego Solana, Jano Carbia, Satur Romero, José Vilabrille, Tamara Ruiz, Txema Garay, Juanma García, José Antonio Fernández, Mikel Yarza, Almu de Andrés, Toni de Lola, Sergio de la Torre, Unai García, Yalinku Melero, José Luis Abrego, Alejandro González, Lluís García, Marc Fernández, Júlia Benevelli, Nacho García, Aitor Chaparro, Nocnar Tosnophal, Alberto Zambrano, Rubén Macías, Jevo, Kenzy, El Sevilla y Jeff Becerra.
EDITA
TIENDA ONLINE www.themetalcircus.com/tienda
N
o era el momento de grandes lanzamientos, pero AC/DC ha venido para salvarnos el año más oscuro de la historia reciente. En medio de todas esas bandas que intentan ser más heavy que la anterior, de cosas que suenan a refrito u a homenaje a tiempos pretéritos, el retorno de AC/DC es justo lo que necesitaba el mundo para volver a recordar de donde venimos. La primera reseña en España es para Metal Hammer y no cabe duda de que nuestros lectores tendrán diversidad de opiniones sobre el nuevo trabajo de la banda pero recordemos algo: dentro de un tiempo tendremos nostalgia de la época en que se editaban nuevos discos de AC/DC. Seamos consecuentes con una banda que está por encima del bien y del mal y que ya ha demostrado todo lo que tiene que demostrar. Las prioridades de este mes las completa la reedición expandida del 50º aniversario de ‘Paranoid’ de Black Sabbath, el 20º aniversario del disco que cambió el metal moderno para siempre a manos de Linkin Park, ‘Hybrid Theory’, el heavy metal de confianza de Hammerfall y el progreso y ascenso imparable de Amaranthe. Como siempre, decenas de reviews de discos, entrevistas con los grupos que más están de actualidad y nuestras habituales secciones completan un número muy cargado de contenidos que nos servirá para sobrellevar este segundo semiconfinamiento. No corren buenos tiempos para el negocio, ni para la prensa especializada, pero si AC/DC han podido anteponerse a todo, incluso a la muerte de su fundador y a la desintegración del núcleo de la banda, nosotros podemos seguir adelante el tiempo que haga falta. ¡Querer es poder! (Casi siempre) Sergi Ramos
secciones 4 PHOTOPASS ALERTA ROJA
62 LEAVES’ EYES LA BATALLA FINAL
6 TOUR LIFE NASTY
64 SPIRIT ADRIFT ARROLLADORES
7 5 DISCOS FAVORITOS DE… TOMMY KAREVIK (KAMELOT)
65 STRAVAGANZZA EL RESURGIMIENTO DEL FÉNIX
8 NEW BLOOD CORVUS V
66 ZENOBIA RECONSTRUCCIÓN Y EVOLUCIÓN
10 GEAR TALK PHIL CAMPBELL
67 HILOTZ ¿SOMOS LIBRES?
12 EDDIE VAN HALEN SU CONQUISTA DEL MUNDO
68 TAKING CARE OF BUSINESS SARA MORENO (BACKGROUND NOISE)
16 BLACK SABBATH ‘PARANOID’ CUMPLE MEDIO SIGLO
70 DISCOS BON JOVI, DEVILDRIVER, PALLBEARER, IHSAHN, ENSLAVED, THE GHOST INSIDE, CARCASS, INSIDIOUS DISEASE, EPICA, MASTODON, UADA, RAVEN, ZENOBIA, ACE FREHLEY, NEAL MORSE, SKÁLMÖLD, SKELETAL REMAINS, DEFTONES, HILOTZ, STRAVAGANZZA, FIT FOR A KING, AMARANTHE, HAMMERFALL, STEVE LEE...
SUSCRIPCIONES +34 659 38 97 08 mkt@themetalcircus.com
22 LINKIN PARK 20 AÑOS TRAS ‘HYBRID THEORY’
Impreso en España (Made in Spain) Precio para Canarias: 4,65 € Depósito Legal B-15442-2020 10/21
32 AMARANTHE VIRALES
Reservados todos los derechos, se prohibe la reproducción total o parcial por ningún medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias, grabados o cualquier otro sistema, de los artículos aparecidos en este número sin la autorización expresa por escrito del titular del copyright La revista de rock y metal más leída de Europa The Metal Circus’ Metal Hammer España no se hace responsable de la opinión de sus colaboradores ni se identifica necesariamente con lo publicado.
EDITORIAL
28 25 DISCOS DEL METAL MODERNO LOS ÁLBUMES CLAVE DE LA ÉPOCA
52 HAMMERFALL CONTRA VIENTO Y MAREA 56 AC/DC LO ÚNICO QUE PODÍA SALVAR 2020 60 DEFTONES LA REINVENCIÓN
76 CONCIERTOS Z! LIVE LITE EDITION, LACUNA COIL, TOUNDRA Y MEGARA 80 SIN TAPUJOS JEVO, KENZY, EL SEVILLA Y JEFF BECERRA PÓSTER: LACUNA COIL Y ANGELUS APATRIDA
metal hammer | 3
ARTISTA:
ALERTA ROJA
FECHA/LUGAR:
)
PTIEMBRE DE 2020
VALENCIA (17 DE SE
FOTÓGRAFa:
EVENTOS
ESTHER PRATS
PHAOSTOS P
La cultura está en peligro. El mundo está en peligro. El pasado 17 de septiembre tuvo lugar uno de los actos que revelan el momento en el que se encuentra uno de los sectores más vitales para la sociedad. No es un ámbito que sostenga la economía de un país (y menos como España concretamente, donde la hostelería y el turismo tienen una buena parte de ese poder), pero es un sector que determina a un pueblo en muchos otros factores. La riqueza de todas sus facetas y la amplitud de conocimiento y creatividad que genera son vitales para que la conciencia cognitiva de las personas sea mucho más amplia. No es tan equiparable a la importancia que tiene la educación en el crecimiento social, pero es un elemento fundamental. En esta industria no solo se encuentra lo que nos atañe, la música, sino que también conforman el sector cultural el cine, el teatro y demás artes que forman parte de la cultura. 4 | metal hammer
Los profesionales, en este ejemplo que tocamos desde la revista como es la música, no solo son los artistas, sino que también todos esos técnicos, backliners, promotores, prensa... el elenco de trabajadores asciende a cientos de miles de personas en España, y eso generó que hasta en 27 ciudades se llevase a cabo un acto en el que, con todas las medidas de seguridad y sanidad posibles, quienes previamente se inscribieron para participar en este movimiento fueron atravesando las calles de sus respectivos lugares con un flight case con el protagonismo de las luces rojas. El nombre bajo el cual se llevó a cabo esta iniciativa fue “Alerta Roja”, y es que el momento en el que se halla el sector cultural con la ausencia de eventos ha generado que la situación esté al límite. Para mí, cubrir este evento fue una sensación agridulce. Mi primera ocasión como fotógrafa como un medio de esta
índole, cuando me propusieron colaborar, debería haber sido cubriendo algún concierto. En Valencia no abundan eventos de este estilo, pero la posibilidad de fotografiar mi pasión, la música, y la ilusión y la comodidad que siento tras la cámara, me hace seguir adelante en este difícil panorama en el que nos encontramos. No ha podido ser en un show, paradójicamente ha sido en una manifestación en la que se reclamaba poder seguir trabajando en esto. Mi entusiasmo por este mundillo no ha cesado, pero me apena que esté pasando por estas circunstancias. Mi vida -y la de muchas personas- está llena de música, y es mi dosis de adrenalina. A consecuencia de todo esto, la cultura es indispensable; el Gobierno no puede mirar a otro lado porque no sea el principal sector que sostiene la economía. La cultura es la manera mediante la que nos expresamos, a través de la que somos libres. La cultura está en peligro. El mundo está en peligro.
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Nasty vuelve a estar de actualidad por el lanzamiento de un nuevo disco de estudio. ‘Menace’ llega en tiempos difíciles para los belgas y, en general, para todo el planeta, pero el grupo espera superar esta amenaza a base de conciertos -cuando estén permitidos-. Por eso, su vocalista Matthias es el protagonista de este Tour Life. ¿A quién echas más de menos cuando vas de gira?
¿Qué es lo primero que haces al bajar del escenario?
Sin duda alguna, a mi mujer y a mi hijo. Son dos pilares fundamentales en mi vida y es imposible no echarles de menos. Desde el primer concierto que paso fuera ya les echo en falta. ¿Recuerdas cuál fue vuestro concierto con más público? Juraría que Hellfest. Habría unas 20.000 personas viéndonos, fue una pasada. Es uno de los conciertos que recordamos con más ilusión. ¿Y el show con menos público? Bueno, ya sabes, los primeros conciertos... y más aún cuando eres banda emergente, que tendrás una media (con suerte) de unas 20-30 personas pero… con Nasty el mínimo de personas entre el público ha sido de 10. Anteriormente, con otro grupo en el que estaba antes de Nasty, que tocábamos melodic old school hardcore, actuamos en Italia frente a absolutamente nadie; había tres personas, pero se fueron mientras tocábamos, por lo que tocamos delante del dueño del local y del conductor (risas). ¿Suelen patrocinaros las marcas o compráis el equipo vosotros mismos? Tenemos varios patrocinadores. Yo no, pero Nash tiene patrocinadores para la batería -aunque ahora mismo no recuerdo el nombre-, a Paddy, nuestro guitarra, le patrocina ESP, y Berry cuenta con Ibanez para su bajo. ¿Tienes alguna rutina especial calentamiento antes de los conciertos?
a
modo
de
No especialmente. Voy a la zona del merch para despejarme e incluso saludar los fans. Cuando es la hora de tocar, voy al escenario, y después de la actuación suelo volver al puesto de merch a agradecer al público el haber venido y poder comentar qué les ha parecido -o a estar solo un rato-.
Vender merchandise... sudar, sudar mucho... quizás cambiarme de ropa si me apetece... y vender merch (risas). ¿Cómo reaccionas cuando un fan se sube al escenario? Me hace ilusión, pero ya sabes cómo son nuestros conciertos... tributos a la violencia, por lo que normalmente suelo dejar el micrófono y sino devuelvo a esa persona al público de un empujón. ¿Has dado un concierto enfermo? ¿Cómo fue? Yo creo que no se puede hacer mucho, tal vez me tomé unos calmantes para el dolor o algo, pero nunca he llegado a abandonar un show por encontrarme mal. Una vez tuve una resaca... una mala resaca... me quedé inconsciente como unas nueve horas y vomité sangre justo antes de tocar, pero al de un rato saqué la suficiente fuerza para, por lo menos, dar el bolo. ¿Cuál ha sido tu momento más vergonzoso sobre el escenario? No sabría decirte. Suelo resbalarme y caerme por los movimientos tan bruscos que hago sobre el escenario y la gente se ríe de mí, pero creo que nunca he llegado a tener un momento vergonzoso como tal. Una vez me tiraron una botella a la cabeza, eso sí es vergonzoso, pero bueno, no vergonzoso para mí, más para él porque fue un “pussy move”. ¿Y tu momento más glamuroso? No sé.... Puede ser que el circle pit en Hellfest, fue nuestro mayor público y ver esa reacción fue una locura, pero hemos tenido varios momentos claves en nuestra carrera; por ejemplo nuestra gira por China o cuando tocamos en Osaka en nuestro primer concierto en Japón... o nuestro primer concierto en Brasil... esos momentos en los que tocas en un país al que nunca llegabas ni a pensar que viajarías y luego gracias a la música estás ahí y la gente se preocupa por ti y por lo que haces… es increíble.
TOUR LIFE
MATTHIAS TARNATH
(nasty) TEXTO: MARÍA GUTIÉRREZ
FOTO: MATT OJEDA 6 | metal hammer
LOS 5 DISCOS FAVORITOS DE…
TOMMY KAREVIK (KAMELOT)
TEXTO: sergi ramos
FOTO: jesús martínez
Tommy Karevik sorprendió a propios y extraños cuando se agenció el puesto de vocalista de Kamelot en 2012. Tras la dramática -por inesperada e inexplicable- salida de Roy Khan en 2011, la entrada de Karevik fue un bálsamo para los seguidores del grupo americano de power metal. Pero Karevik viene de otros entornos musicales y su trabajo en Seventh Wonder, la banda con la que se dio a conocer, es prueba de ello. Una voz poderosa pero melódica, llena de texturas y matices, la de Karevik es el secreto mejor guardado de Kamelot. Para volver a constatarlo, la banda edita en estos días el directo ‘I Am The Empire - Live From the 013’ con el que ponen un digno broche de oro a la exitosa gira de “The Shadow Theory”. Tommy nos explica cuales son los cinco discos que han marcado su carrera.
Michael Jackson - Bad (1987)
Me recuerda a cuando era joven y escuchaba música pop.Tenía que mencionar al menos un disco de pop. Michael Jackson era mi héroe cuando era más pequeño y el día que escuché “Smooth Criminal” en la radio del coche de mi madre dije “wow, esto es alucinante”. Desde entonces nunca miré atrás. “Man In The Mirror”, “Dirty Diana”… hay tantas grandes canciones en ese disco que no puedo quedarme solo con una. Aunque ‘Thriller’ fue un disco más popular, a mí me marcó ‘Bad’.
BSO “Phantom Of The Opera”
Eso fue lo que me hizo meterme en la música a fondo. Estuve en una de las representaciones de “El Fantasma De La Ópera” en Estocolmo a los 12 años y eso me voló la cabeza. Desde entonces supe que me quería dedicar al espectáculo: la escenografía, el argumento, la música… fue alucinante. Es mi musical favorito, de hecho.
Sonata Arctica - Ecliptica (1999)
Cuando tenía unos diecisiete años comencé a escuchar música más dura. No era heavy per sé, pero era más dura que lo que te he
dicho. Gracias a un amigo me metí en Sonata Arctica y comencé a cantar sus canciones. Desde ese punto siempre iba cantando canciones de Sonata Arctica en mi pequeño coche rojo. Las melodías de aquel disco eran muy buenas y eso me fascinó. ‘Ecliptica’ es un álbum enorme. Es un disco que recuerda a ser veinte años más joven: es música sentimental. Fue muy guay poder girar con ellos años después cuando nos telonearon en Estados Unidos el año pasado. Cuando haces música con 20 años, eso es una instantánea de quién eres en ese momento. La gente no puede pretender que seas la misma persona con 40 años que con 20 años. Creo que están contentos con lo que hacen musicalmente, porque hacen lo que les gusta. Su estilo actual me gusta más a día de hoy.
Beyond Twilight - The Devil’s Hall Of Fame (2001)
Ese disco tiene una canción que he tenido en la cabeza durante años titulada “Shadowland” donde canta Jørn Lande. Me vuela la cabeza cada vez que la oigo. Jørn sigue siendo uno de mis vocalistas favoritos dentro de ese género. Evidentemente conozco a los que vinieron antes que él, como Coverdale y Dio, pero yo crecí escuchando a Jørn. Él es mi referencia dentro de ese estilo vocal más rasgado y hard rock. Hoy en día escucho a muchos artistas suecos que son cantautores. Ya no es un tema de melodías, sino de lo que me dicen las letras y la emoción con las que las interpretan. Hay mucha música que disfrutar.
Dream Theater - Metropolis Pt.2: Scenes From A Memory (2001)
Otro disco de la era en la que comencé a escuchar música más compleja, más heavy. Recuerdo escuchar la balada “The Spirit Carries On” y recuerdo pensar “¡Wow! Si el metal puede sonar así, contad conmigo”. A partir de ahí me enganché a todo lo que vino después por parte de esa banda.
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NEW BLOOD
corvus v TEXTO: OLGA VIDAL
La joven banda Corpus V tiene apenas 3 años de vida, pero sus integrantes tienen muy claros sus objetivos. Cansados de bandas sin proyección ni objetivos han decidido juntarse en un proyecto enfocado a un crecimiento constante, algo que ya están consiguiendo y que deja claro que todavía tienen mucho que ofrecer.
Corvus V nace en 2017, hace pocos años. ¿Cómo surge la idea y la formación de este proyecto?
Veníamos de otras formaciones en las que no estábamos satisfechos y las cosas no se enfocaban de una manera tan profesional y seria como nosotros queríamos. Decidimos juntarnos y dar luz verde a este proyecto que va mucho más allá que quedar en el local para tocar sin más, hacer el gilipollas y tomar cervezas. Vuestras influencias van desde Pantera o Metallica hasta bandas como Avenged Sevenfold o Alter Bridge. ¿Cómo tomáis elementos tan diversos para convertirlos en algo propio? En realidad Corvus V no se ciñe a unos estándares predeterminados. Hacemos lo que nos gusta, lo que queremos y como lo queremos y el estilo sale solo, fluyendo. No somos personas que se encierren en una sola rama del metal y que busquen algo ya preconcebido. Todo lo que pasa por nuestra cabeza se plasma en nuestra música, sin restricciones ni censura. Definís acertadamente vuestro estilo como una combinación de contundencia y melodía, carne de cañón para los directos. Si se tiene en cuenta la situación actual y las 8 | metal hammer
dificultades para realizar una gira en condiciones como corresponde tras la publicación de un álbum, ¿podríais contar lo que se podrá encontrar en vuestros conciertos una vez sea posible disfrutarlos?
Evidentemente, creemos que hoy en día la puesta en escena es igual de importante que la música, algo que también tiene que estar en constante evolución junto con el material que sacamos. Por lo tanto, en los directos hay que dar el 120%. Quedarse más quieto y seco que una momia no vale absolutamente para nada. El nivel de exigencia a día de hoy no es como antes, y cualquier actuación tuya puede acabar en cualquier plataforma digital y lloverte las críticas como si no hubiese un mañana. No basta con salir y tocar bien, hay que ofrecer algo más, por lo que si vienes a uno de nuestros conciertos vas a disfrutar como un puto mono. Vuestro primer álbum, ‘Inmortal’ (2017), fue vuestra carta de presentación con 7 canciones. ¿Qué habéis aprendido en el proceso gracias a este primer álbum? De nada te sirve tener un material de la hostia si no lo mueves y nadie lo escucha. Solo es otro CD tuyo que acaba cogiendo polvo en la estantería. Hay que gastar dinero en publicidad, en redes, y en general, en visibilidad. Invierte lo mismo en la grabación
que en la publicidad, si no de nada te vale en la actual industria musical. Da asco pero es así. A pesar de vuestra breve carrera ya tenéis dos álbumes en el mercado, el mencionado ‘Inmortal’ y el reciente ‘Advenæ’. ¿En qué ha cambiado vuestro método de trabajo del primero al segundo? ¿Consideráis que estáis todavía buscando vuestro sonido o que estos dos trabajos ya representan vuestra personalidad sonora consolidada como banda? Nuestro método ha cambiado mucho a nivel general. Desde el trabajo en casa, que ahora es muy importante y pieza clave, al trabajo en el local, que ya no es tan relevante. Todo suma. De nada te sirve ir a ensayar todos los días y meterte un palé entero de cervezas si luego no sacas nada en claro ni te acuerdas de lo que hiciste. Nuestro sonido irá donde vayan nuestras mentes. No nos cerramos a nada. Creemos que tenemos un estilo y un sonido propio, pero somos personas siempre abiertas a evolucionar y mejorar. El caso es que si inventas, innovas y evolucionas, te critican. Si te estancas y haces siempre lo mismo, también te critican. Moraleja: haz lo que te salga de los huevos. El artwork del álbum está lleno de oscuridad y misticismo. ¿Qué queríais transmitir con estos diseños? ¿Quién es el artista detrás de ellos?
Pues la persona encargada de todo el artwork de la banda (carátulas, merchand, logos, etc) no es otro que nuestro cantante, Rub. Todo lo que podamos hacer por nosotros mismos es dinero que nos guardamos para otras cosas. En cuanto a la portada de nuestro último disco, ‘Advenæ’, buscábamos trasmitir el misticismo y misterio que envuelve a nuestro personaje, V. Comparamos un poco “su llegada” con la nuestra. Hemos llegado para quedarnos. ¿Estáis ya planeando el que será vuestro tercer álbum? ¿Nos podéis adelantar algo sobre lo que tenéis pensado para vuestro próximo lanzamiento? Debido a la situación actual hemos invertido buena parte de nuestro tiempo en componer ya mucho material, parte del cual irá ya incluido en el siguiente disco, que si todo va bien, podríamos empezar a grabar ya en el 2021. Como en todas las cosas, vamos siempre un paso por delante y pensando en el futuro. Será sin duda un disco aún más variado y con temas aún más sorprendentes. Pese a vuestros escasos 3 años de carrera ya habéis compartido escenario con bandas de renombre dentro de nuestra escena nacional. ¿Qué escenarios nacionales os quedan todavía por recorrer? ¿Tenéis algún festival en mente -nacional o internacional- donde os gustaría participar o bandas con las que os gustaría compartir tablas?
Nos falta todavía participar en los festivales más grandes de España. Barcelona Rock Fest, Leyendas del Rock,Tsunami Xixón y nuestro favorito: el Resurrection Fest. Es otro objetivo más para alcanzar. En cuanto a bandas nos gustaría, obviamente, tocar con los más grandes de nuestro género a nivel internacional. En formaciones nacionales nos gustaría compartir escenario con bandas con las que hemos crecido como pueden ser Sôber, Avalanch, Leo Jiménez, Saratoga… Y también junto con otras bandas que vienen pegando fuerte como podrían ser Somas Cure, Aphonnic, [InMute], Vita Imana y de nuevo con Bárbara Black, con los quien siempre es un placer compartir escenario. ¿Consideráis que es sencillo defender un proyecto con vuestro estilo sonoro hoy en día en nuestra escena nacional o que existen otros géneros más predominantes? Hoy en día, tanto a nivel nacional como internacional, vivimos bajo el dominio del reggaeton y el trap (son las nuevos rock stars: tienen dinero, chicas y son los malotes de la escena). Es como la comida basura, música rápida de producir y de consumir de la cual se aprovecha la industria musical. No obstante, no hay que llorar, sino pelear por volver a colocar al rock y al metal en el lugar que les corresponde. ¿Cuáles son vuestros planes para los próximos meses para adaptaros a la complicada situación actual? ¿Dónde os gustaría presentar vuestro álbum en directo?
Aunque no se puedan dar conciertos y la música en directo esté bastante parada, hay muchas otras cosas por hacer. La cosa es moverse y seguir trabajando en cosas nuevas. De nada te sirve quejarte y no hacer nada. Adáptate o muere. En cuanto a presentación, si la cosa sigue su curso y nos lo permiten, tenemos planeado algo para finales de año en nuestra ciudad, León. Será un espectáculo por todo lo alto. Y sin olvidarnos de la correspondiente gira a nivel nacional que nos llevará a visitar las grandes ciudades del país. ¿Cuál es vuestra opinión respecto a las medidas que se están tomando en torno al sector cultural en general y musical en particular? Como artistas y como banda, ¿os sentís abandonados o amparados? ¿Qué medidas consideráis que se deberían tomar y no se están tomando en nuestro sector? La cultura en este país está abandonada y paradójicamente gracias a ella (música, cine, literatura) hemos podido pasar estos meses tan difíciles. Seguimos siendo un país en el que importan más los toros y el fútbol que las artes o la cultura. Tampoco entendemos a las bandas que critican a otras por dar conciertos en estas condiciones ya que sin esas actuaciones desaparecerían. Hay quien puede permitirse estar sin tocar durante meses, pero los hay que no. En cuanto a medidas creemos que se pueden facilitar espacios públicos o las licencias para dar conciertos. Vamos, sacar la música a la calle. metal hammer | 9
phil campbell
(motörhead, phil campbell and the bastard sons)
TEXTO: dani bueno
FOTO: paco garcía
Si hay algo que está claro es que todo proyecto que inicie Phil Campbell llevará siempre consigo la sombra de Motörhead. El guitarrista militó más de tres décadas en la formación británica, y el estilo y el sonido de la banda comandada por Lemmy Kilmister siempre le perseguirá (para bien o para mal). Cerca de cumplir la sesentena, el inglés regresa con otro disco llevado a cabo con la formación que ha creado con sus hijos: Phil Campbell And The Bastard Sons. El lanzamiento de ‘We’re The Bastards’ trae consigo el segundo LP que saca al mercado el grupo de los Campbell y el estilo que practican se basa en un rock and roll que, por supuesto, tiene tintes “motörheadianos” pero que también cuenta con un toque más fresco como el que se puede hallar en otros artistas de un corte parecido (como podría ser Black Stone Cherry como referencia más sencilla).
estaban listos y, afortunadamente, tenemos nuestro propio estudio, así que estuvimos trabajando de una manera que fuera la mejor para nosotros en la cual solo había dos personas a la vez a modo de precaución, en diferentes habitaciones, con la distancia pertinente. Como he remarcado, menos mal que cuando estuvimos preparando todas las canciones fue en enero, febrero y principios de marzo, justo a tiempo (risas)”.
EL FEELING DE PHIL A LA GUITARRA
El sonido que tiene Phil Campbell cuando se cuelga una guitarra es de los más característicos de la historia del rock and roll. Para ello, su elección de guitarras se basa en cuáles son las que le hacen sentir mejor con lo que va a tocar, y eso es lo que nos explicó respecto a las que ha utilizado para este último ‘We’re The Bastards’.” Uso a menudo un par de guitarras. Una de ellas es una Gibson Les Paul Natural Special Deluxe y mi Flying V de 1977, que es la que uso sobre todo para los solos. El resto del grupo, tanto para la guitarra como para el bajo, usan sus pertinentes Grestch”.
La manera de tocar de Phil siempre ha sido muy particular, y eso ha derivado en que quisiéramos que el guitarrista fuera el protagonista de esta sección una vez pudimos cerrar una entrevista con el mayor de los Campbell en la banda. Sobre esto quisimos que nos contara si la forma que tiene de afrontar la música en una comparación entre su proyecto actual con el que lanza disco, Phil Campbell And The Bastard Sons, el suyo más personal (Phil Campbell) y su mítico grupo, Motörhead. “No sé si mi manera de tocar ha evolucionado en este tiempo desde que estoy con mis proyectos respecto a la etapa de Motörhead. Quizás ahora estoy en un modo más blusero que cuando empecé con Motörhead. Ha pasado mucho tiempo, décadas, en un grupo formado por tres piezas, y en esta ocasión somos más. Simplemente hago lo que tengo que hacer para que la canción funcione. Nunca he sido un guitarrista muy técnico, me dejo llevar más por el feeling de la guitarra respecto a la música”, destacaba Phil. UN DISCO EN CONFIANZA El hecho de tocar con tus hijos es especial. Obviamente tocar con una leyenda de la música como Lemmy Kilmister lo es, pero aquí se halla en un plano más sentimental, motivo por el cual quisimos saber si esto había afectado a la relación que tiene con sus hijos. “No ha habido mucha diferencia en nuestra relación en realidad.Ya estábamos muy unidos ya que vivimos en un área en la que nuestras casas están muy cerca entre sí. Es una buena sensación, eso está claro, el hecho de estar tocando rock and roll con ellos. No diría que ha cambiado nuestra relación, al menos en mi caso concreto, hasta ahora siempre había sido muy buena y continúa siéndolo”. Esa confianza y buena relación se refleja en su forma de trabajar, la cual ha hecho que el proceso hasta llegar a este nuevo ‘We’re The Bastards’ haya sido muy fluido. Por suerte para ellos, como destaca el propio Campbell, la mayoría del trabajo ya lo tenían hecho. “Grabamos el año pasado algunas ideas en los ensayos que a posteriori serían las canciones y, más adelante,Todd llegó al estudio con lo que ya eran los temas completos para grabarlos. A veces tenemos alguna discusión o debatimos sobre algunos aspectos de las composiciones como de sus arreglos.Todos siempre aportamos nuestras ideas y decidimos qué hacer una vez las hemos probado todas, así es como acabamos conformando la forma final de las “criaturas” cuando hallamos cuál es la mejor idea de las planteadas. No te preocupas por la música cuando sientes pasión hacia ella y estás en un grupo como es en nuestro caso. Nadie piensa que su idea es la mejor por el hecho de ser suya, sino que la banda está ahí para aportar ideas y es una contribución en conjunto. El proceso de composición en esta ocasión ha sido similar porque no lo llevamos a cabo durante la pandemia, sino que se produjo justo antes de la misma. Estuvimos haciendo los últimos ensayos de las canciones entre los meses de febrero y marzo, justo antes de que las cosas empezaran a ponerse feas, por lo que los temas 10 | metal hammer
PHIL CAMPBELL Y SUS GUITARRAS
Por otro lado, por experiencias anteriores, el equipo que usa cuando va de gira no es el mismo que cuando se sienta en el estudio a grabar o está componiendo. Cuando a los músicos les roban su material, la sensación de impotencia es muy grande, y si, encima, las guitarras en este caso que le han quitado en algún tour a Phil Campbell han sido importantes para él, la pérdida es aún mayor si cabe. Ese es el motivo por el que nos explicó que ahora cuida más qué guitarras emplea en cada circunstancia. “No uso las mismas guitarras cuando estoy en el estudio que cuando estoy de gira. Hay algunas guitarras, dentro de todas las que tengo, que no me gusta llevármelas por si se perdieran. Son muy especiales para mí, valen mucho dinero y ya me robaron guitarras muy buenas en el pasado, así que las que son especiales de verdad nunca me las llevo de gira. A pesar de ello, tengo muchas guitarras que son muy buenas, así que no es algo que me preocupe”. Además de las guitarras mencionadas, en otra ocasión también rememora que tenía una especie de Stratocaster hecha por Brian Eastwood de una forma muy estrafalaria que su manager le dijo que no usara para sus directos porque la gente se iba a reír, pero ahí era donde el propio Phil le encontraba la gracia y una de las razones por las que le gustaba tocar con ella. RECORDANDO TIEMPOS DE MOTÖRHEAD Justo antes de finalizar este apartado de la charla, remarcó que las giras con Phil Campbell And The Bastard Sons no tienen nada que ver con las de Motörhead, y es que las historias que han derivado de estos últimos han traspasado fronteras en muchas ocasiones. “Son dos grupos muy distintos. Dejé de beber y ya no hago nada, así que no es tan loco. De todos modos seguimos pasándonoslo bien, los chicos se toman sus cervezas... pero lo de Motörhead era único, nada tiene que ver con lo que era Motörhead... eran días muy locos, semanas sin parar... es diferente, pero también es divertido”. En un tono más personal hablando de nuestro país, quiso acabar recordando una de sus anécdotas en la ciudad condal y con una reflexión sobre sus seguidores en España. ”Me acuerdo de un día que fui a comprar a Las Ramblas en Barcelona, que ahora es una locura con la gente que hay. No me acuerdo de lo que compré, pero sé que volví al hotel con un montón de cosas inútiles que no sabía para qué usar. Estuvo bien ir de comprar por Las Ramblas. Lo mejor que hay en España son los aficionados. Son una locura, de los mejores del mundo. Cuando te topas con fans como los españoles está genial”.
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LA NOCHE EN QUE VAN HALEN CONQUISTARON EL MUNDO US FESTIVAL, 29 DE MAYO DE 1983
TEXTO: sergi ramos
FOTOS: REX FEATURES, PAUL NATKIN, EBET ROBERTS, RICHARD E. AARON Y JOHN MUNSON
No cabe duda de que las leyendas se forjan con gestas. La de sobrellevar el show mejor pagado de la historia con tu vocalista pasado de whisky y cocaína ante 300.000 personas fue la que llevó a Eddie Van Halen a la cúspide. No como guitarrista, sino por su paciencia y su sempiterna sonrisa. La muerte de Eddie Van Halen el pasado 6 de octubre tras una larga lucha contra el cáncer fue un terremoto en el mundo del rock. Aunque mueren progresivamente muchos de los legendarios músicos que una vez le dieron la vuelta a la música que amamos, muertes como la de Eddie o la de Lemmy, por poner solo dos ejemplos, son de una significación especialmente punzante. Son iconos. Personajes que crearon sus propias reglas, reglas que una generación siguió.
con apenas 17 años junto a su hermano Alex y que se curtió tocando en fiestas y locales de todo tipo en el área de Los Angeles. Una banda que creció tocando sets de versiones y originales en clubs de mala muerte hasta que su leyenda les hizo acabar en un estudio bajo la atenta mirada de un Ted Templeman que supo sacarle brillo a aquel guitarrista y a aquella banda tan efervescente. No hace falta ni ir a por los hits: escuchad “Atomic Punk” o “Mean Street” y decid si aquello no es puro arte a las seis cuerdas.
Para muchos, Eddie -Edward Loderwijk van Halen en su casa- fue lo más grande que le pasó a la guitarra eléctrica desde Jim Hendrix. Probablemente tengan razón. Eddie creó una corriente -una que llega hasta nuestros días-. Del mismo modo que la generación que domina el mundo a día de hoy sigue siendo la de los baby boomers de la posguerra, en el rock duro todo sigue derivando de lo que Eddie creó con su guitarra.
Se ha escrito mucho en las últimas semanas sobre la figura, el mito y el estilo como guitarrista de Eddie: de sus colaboraciones en discos icónicos como ‘Thriller’, de sus colaboraciones en bandas sonoras como la de “The Wild Life”, de sus modelos de guitarra, de su sonido o de su configuración de pastillas. Pero si hay que recordar un momento de la carrera de Eddie y, por ende, de Van Halen, es la noche de aquel domingo de primavera de 1983 en que el grupo más grande de los ’80 arrasó con todo en un concierto al aire libre en San Bernardino, California.
Los virtuosismos y la técnica con la que ejecutan solos desde las bandas de prog metal instrumental hasta los grupos de metalcore deriva -y mucho- de lo que hizo el guitarrista holandés en los primeros seis discos de Van Halen. Una banda que formó
A la entrada de 1983, Van Halen eran difícilmente unos desconocidos. Probablemente era la banda americana
de rock más popular del mundo junto a unos Journey desatados en aquella época. Al otro lado del ring, los grupos que habían protagonizado su ascenso durante la segunda mitad de los ’70 como Kiss o AC/DC comenzaban a entrar en lo que históricamente se conoce como sus horas bajas. Pero Van Halen, ay, Van Halen eran imbatibles en 1983. No había un frontman más rocambolesco y carismático que David Lee Roth. No había un guitarrista de rock más cotizado que Eddie Van Halen. No había un bajista que destilase más positivismo que Michael Anthony. Y no había un batería con un kit más salvaje que el de Alex Van Halen. No había rival. En aquel momento, Eddie Van Halen se podría haber presentado a las elecciones en Estados Unidos y habría sido nombrado presidente electo sin ningún género de duda. Cualquier chico con acceso a una guitarra en 1983 -y de esos habían muchosquería ser como ese sonriente y vivaracho tipo que hacía parecer tremendamente fácil tocar como un ser llegado de otra galaxia. No solo eso: por encima del virtuosismo de Edward, se construían canciones con pies y cabeza, de trasfondo pop, y estribillos Motown. Van Halen no era una banda para el lucimiento de una sola persona: era una
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banda, con todas las de la ley.Y el hedonismo lírico de Lee Roth era el complemento perfecto para quitarle hierro a la dimensión sobrenatural que la guitarra cobraba en manos de su compañero de banda. Seguramente, si un momento consagró a Van Halen por encima de ningún otro, fue el US Festival de 1983. Pese a que estaba por llegar su mayor disco a nivel de ventas (el legendario ‘1984’) y algunos de sus más reconocidos himnos, fue la actuación colosal que la formación dio en aquel macroevento lo que forjó no solo su leyenda futura, sino la supremacía de la era de David Lee Roth sobre el cansinismo buenrollista de la era de Sammy Hagar. Era como ver un espectáculo de circo: todo el rato piensas que el equilibrista se va a caer y se va a partir la
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cabeza, pero de algún modo todo fluye y sale adelante según lo previsto contra todo pronóstico. El US Festival fue el festival que le dio al heavy metal ochentero la dimensión masiva de la gozaría a lo largo de la década. Si bien hoy un festival masivo tendría a Billie Eilish, Tame Impala, Ariana Grande y Dua Lipa, en 1983 un festival gigantesco debía tener a The Clash, Men At Work, U2, Joe Walsh, David Bowie y A Flock Of Seagulls. Síntoma de los tiempos, claro. Pero el visionario Steve Wozniak, cofundador de Apple y creador de los primeros ordenadores personales Apple I y Apple II, tuvo claro que el heavy metal era ley en 1983. Así pues, en pleno fin de semana del Memorial Day en Estados Unidos, Wozniak puso en marcha
su segunda edición del US Festival, que ofreció el domingo 29 de mayo como el día “heavy metal”. En el cartel se encontraban Quiet Riot, Mötley Crüe, Ozzy Osbourne, Judas Priest, Triumph, Scorpions y, nuestros héroes, Van Halen. Todas las bandas en el cenit de sus capacidades. La competencia era salvaje. Con más de 300.000 personas en el público,Van Halen estaban ante el show más grande de toda su carrera. La confirmación de que su estatura era superlativa y que habían entrado en otro nivel muy superior. Tanto que, durante años, el pago que recibió Van Halen por su show en el US Festival fue considerado uno de los más altos de la historia: un millón y medio de dólares por un solo show. En comparación, The
Clash, cabezas de cartel del día anterior, habían percibido una tercera parte de esa cantidad. Van Halen eran invencibles en 1983 y, aparentemente, su agente era muy consciente de ello. El Libro Guiness de los Records fijó una nueva categoría basada por completo en el importe que la banda recibió por este concierto. El Glen Regional Park de San Bernardino, California, fue el escenario de aquella noche salvaje. La banda venía de una extenuante gira promocional para el disco ‘Diver Down’ que le ocupó buena parte de 1982 con un itinerario estadounidense que ahora da miedo ver y que les metió de pleno en 1983 con su primera gira latinoamericana, donde que llenaron estadios colosales como el Obras de Argentina durante dos noches. Pero el grupo necesitaba un descanso durante algunos meses para comenzar a trabajar en las ideas de su próximo disco de estudio. Algo que se vería interrumpido por el salvaje show de San Bernardino. Con un escenario de 300x67 pies y 400.000 vatios de potencia de sonido, la banda salió a escena dispuesta a llevárselo todo por delante. Desde el inicio del show con “Romeo’s Delight” quedó claro que David Lee Roth llevaba la fiesta en sí mismo desde unas horas antes. Al segundo verso, proclamó la mítica frase “I forgot the fucking words” mientras, a su izquierda, Eddie Van Halen sacaba de su guitarra las notas con la misma facilidad que a Roth le salía contonearse ante las cámaras. Si bien la estrella del show fue un Roth desatado, nadie puede ignorar que Eddie estaba en lo más alto aquella noche, como mostraría su espectacular solo ya en los bises. El show proseguiría con un incendiario “Unchained”, del aquel por entonces reciente ‘Fair Warning’. Y así, nada más
empezar el concierto, Alex Van Halen se metió en un solo de batería tan excesivo como era de esperar. En los primeros diez minutos de show, Van Halen ya habían sido tan extravagantes como podía predecirse. Y casi sin respirar y con un Roth alcoholizado chillando el nombre de la banda por el micro a lo loco, el grupo se lanzó a por una veloz “The Full Bug”. Durante el show habría tiempo para que un enano saliese a escena y fuese atiborrado de whisky por el vocalista, que tras aquella velada se convirtió en una estrella de lo más mediática -lo que no contribuyó a destensar las relaciones entre él y Eddie Van Halen-. Pero aquella tensión insoportable era parte de la fórmula ganadora de la banda y a ambos les llevaría décadas entender lo mucho que se necesitaban para generar la química que hacía de Van Halen una banda entre un millón y los líderes de una generación. A lo largo de dos horas, Van Halen desgranaron lo mejor de su repertorio en forma de “Little Guitars”, la mítica versión de Martha Reeves and the Vandellas “Dancing In The Street”, “Somebody Get Me A Doctor”, donde Eddie incluyó un fragmento del nuevo tema “Girl Gone Bad”, “Dance The Night Away”, “Oh Pretty Woman”… y aunque Roth brillaba por encima del resto, Eddie -junto a su hermano Alex- cargaban con el peso musical de la actuación con una sonrisa en la cara. Ahí estaba Eddie con su Frankenstrat y su mono rojo y blanco, el genio virtuoso ensombrecido escénicamente por un vocalista de carisma y ego desmedido pero mirando con atención los trastes de su guitarra consciente de que todo aquel descontrol se sustentaba sobre las notas que el era capaz de generar con su guitarra.
Llegado el final del show, cuando ya parecía que estaba todo dicho, Eddie tomó el centro del escenario y durante los siguientes doce minutos se dedicó a desmontar las aspiraciones musicales de cualquier guitarrista de rock de este siglo. Un solo, el de “Eruption”, en el que incluyó fragmentos de “Spanish Fly”, “Little Guitars” y “Mean Street” para, luego de una deliciosa muestra de técnica y virtuosismo, enlazar con el hit “Ain’t Talkin’ ‘Bout Love”. Aún terminarían de revolucionar el lugar con un hirviente “You Really Got Me” para luego irse todos juntos al centro del escenario y cantar “Happy Trails” a capela. No contentos con eso, retornarían sobre “You Really Got Me” para un sprint final de esos que electrifican a 300.000 personas al unísono en un fin de semana festivo de primavera. En los ’80. No había nada más grande que Van Halen en la primera mitad de los ’80 y el show del US Festival fue la prueba irrefutable de ello. Todavía no habían llegado ni “Jump”, ni “Panama”, ni “Hot For Teacher”, pero tampoco había hecho falta. Solo con escuchar el griterío del público al final del show no cabía duda de que aquello había sido de otro planeta. Si tras ese concierto no tenías ganas de prenderle fuego a tu coche, follarte a una tia y meterte Perú por la nariz, es que no estabas vivo. Tras la salida de Roth llegarían otros tiempos con Sammy Hagar a la voz y composiciones más melódicas con mayor presencia de los teclados y mucho menos rock and roll. No pasa nada. Era otro momento, era otra banda, era otra química. Pero si alguien quiere saber lo que es el rock, lo que fueron los ’80 y lo que eran Van Halen, el show del US Festival es la respuesta a todas sus dudas.
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black sabbath PARANOIA, OSCURIDAD Y VIETNAM
50 AÑOS DE ‘PARANOID’, EL DISCO QUE CAMBIÓ EL ROCK TEXTO: SERGI RAMOS
Las onomásticas se han convertido en obligatorias en este punto de la historia del rock. Los 50 años de uno de los discos clave de la historia nos obligan a hablar de cómo se creó y a charlar con uno de sus piezas clave, el bajista Geezer Butler. Así de negro fue el Sabbath de los maestros del heavy metal. Cuando Black Sabbath terminaron la gira de presentación de su primer disco, la situación de la banda era difícilmente óptima. En el espacio de dos años habían pasado de ser Earth a llamarse Black Sabbath y desarrollar sobre los escenarios canciones tan legendarias como “The Wizard”, “N.I.B.” o “Black Sabbath” pero el éxito de su primer disco, con más de 5.000 copias vendidas en la primera semana, chocó con las pocas pretensiones de un manager, Jim Simpson, que les tenía alineados meses y meses de conciertos por cachés tan significativos como 20 libras esterlinas. Se avecinaban cambios. La banda tuvo algunos bailes con el poderoso (y mafioso) manager Don Arden pero finalmente decidieron irse con Patrick Meehan, manager en aquel entonces de Black Widow. A la vez que Black Sabbath comenzaban a hacerse un hueco en la escena mundial, otra banda con una imagen centrada en lo oculto, los mencionados Black Widow estaban despuntando. Pese a que Sabbath tenían un enorme potencial y estaban vendiendo grandes cantidades de discos, la banda estaba ganando una media de 350 libras por concierto mientras que Meehan conseguía una media de 500 libras por concierto para Black Widow. Meehan les indicó que el grupo no estaba siendo explotado al máximo de sus capacidades, que podía mejorar sus ingresos y ayudarles a hacer camino en América. Y la banda no pudo negarse a tan sugerente oferta. Tras alcanzar el número ocho en las listas, donde se mantendrían durante 42 semanas con su disco debut, y con una incesante actividad en directo planificada, era el momento de que la banda le diese una nueva vuelta de tuerca a su carrera con otro nuevo disco que consolidase lo mostrado en el debut. Había que volver pronto al estudio. La cancelación de una gira norteamericana en julio de 1970 proporcionó cierto aire al grupo para trabajar en nuevas canciones, algo que ya venían haciendo de manera puntual e intensa en los meses previos. Durante la gira europea, la banda comenzó a componer algunas de las canciones que conformarían ‘Paranoid’. Algunas de ellas, como “War Pigs” son fruto de una jam en un concierto en Zurich en 1969. Otras surgieron de una sesiones de composición realizadas en Rockfield, un espacio de grabación cercano a la ciudad de Monmouth, en Gales. Tal y como recuerdan David Tangye y Graham Wright, miembros de la crew de la banda en aquellos tiempos, en su libro “How Black Was Our Sabbath”: “La banda y la crew dormían en la misma habitación de la granja donde estaban
alojados. El propietario, Kingsley Ward, salía cada mañana a ordeñar a las vacas para traer leche fresca para desayunar. El local de ensayo estaba en un edificio separado, un viejo establo con buena acústica. Tal era el volumen con el que tocaban Sabbath que las placas de pizarra que lo recubrían terminaron cayéndose y rompiéndose en pedazos en el suelo”. La banda, según su crew, solía improvisar durante una o dos horas para ver qué salía de allí. Normalmente los riffs de Tony Iommi marcaban el camino y la sección rítmica de Geezer Butler y Bill Ward creaba una base hecha a medida para esos riffs. Después de eso, la banda escuchaba las sesiones y decidían si había algo que mereciese la pena desarrollar hasta conseguir una canción completa. Rodger Bain, el productor, estuvo presente en estas sesiones para supervisar el proceso. Con poco tiempo que perder y el grueso de nuevas canciones ya ensayado y perfeccionado previamente , la banda se metió en los Regent Studios, repitiendo la fórmula de su primer disco, y grabando la totalidad del disco en un período que según explica Tony Iommi en su biografía “Iron Man” no les llevó “más de tres o cuatro días, un poco más que en el primer disco”. Aunque el disco iba a llamarse ‘War Pigs’ en un primer momento, la banda fue presionada por su discográfica para cambiarlo debido al posible rechazo que podían sufrir en una América consternada por la guerra de Vietnam. Dado que la banda no tenía la menor intención de causar controversia en América ante la perspectiva de una posible gira en octubre, finalmente decidieron usar el titulo ‘Paranoid’. Según explicaban sus roadies Spock y Luke, una tarde tuvieron que subir a Birmingham, ciudad natal de Black Sabbath, a recoger unos amplificadores de repuesto. Al volver al estudio en Londres unas horas después, se encontraron con una nueva canción llamada “Paranoid” que no estaba compuesta cuando se marcharon. La historia dice que se compuso en apenas veinte minutos para rellenar un hueco de cuatro minutos que quedaba en el master del disco. En el mejor de los casos, atendiendo a la distancia entre Birmingham y Londres, la banda había tardado cinco horas en componerla, grabarla y producirla, todo un récord para uno de los clásicos más atemporales de la historia del heavy metal. Pero Geezer Butler tiene dudas sobre la versión que siempre se ha ofrecido sobre la producción de esta canción. “No estoy muy seguro de cuándo se compuso ‘Paranoid’”, explica el bajista en una entrevista exclusiva vía email con Metal Hammer. “He terminado por creerme la
historia de que se compuso en el último minuto como tema de relleno para el disco, ya en el estudio. Pero una parte de mí recuerda cómo la estuvimos tocando en el Rockfield Studio de Gales como parte de la preproducción”. AL HABLA CON GEEZER BUTLER Las canciones que forman parte de ‘Paranoid’, un álbum que en estos días cumple 50 años y lo ve celebrado con una estupenda caja deluxe repleta de contenidos, se han convertido en himnos de la historia del heavy metal más primitivo y visceral. Es prácticamente innecesario decirlo, pero sin Black Sabbath ni siquiera estaríamos editando esta revista, porque no habría habido Iron Maiden, ni Saxon, ni Judas Priest, ni Def Leppard, ni nada de los múltiples subgéneros que vendrían con el paso de los años. Ante las dinámicas que ofrecen las bandas hoy en día, con discos cada tres o cuatro años, sigue pareciendo anormal que un grupo pudiese editar dos discos tan clásicos y repletos de grandes composiciones en el espacio de unos pocos meses. Geezer explica que la importancia del primer disco es “obvia” porque “sin ese primer disco no habríamos podido llegar a hacer ‘Paranoid’. El primer disco fijó el tono de la banda, hizo que la gente supiese quienes éramos y nos dio un seguimiento internacional”. La labor del productor Rodger Bain no puede ser infravalorada en el disco. Los efectos sónicos como la aceleración al final de “War Pigs” o los efectos de sonido en la voz de Ozzy Osbourne al inicio de “Iron Man” denotan una banda que tuvo tiempo para experimentar un poco más -la gran diferencia entre grabar su primer disco en un solo día y tardar cinco en grabar este. “El éxito del primer disco nos dio más tiempo para desarrollar las canciones antes de entrar al estudio”, nos explica el bajista. “Tuvimos más tiempo para trabajar con el productor, por ejemplo. Si te digo la verdad, el primer disco fue la primera ocasión en la que la banda se pudo escuchar a sí misma, ya que por entonces no teníamos grabadoras de cassette. Escucharnos en el primer disco nos permitió saber cómo queríamos sonar más adelante en ‘Paranoid’”. Si bien el primer disco incluyó dos versiones (“Evil Woman” de Crow y “Warning” de The Ansley Dunbar Retaliation) la banda tuvo suficiente material bajo el brazo a la hora de entrar a grabar ‘Paranoid’ y no tuvo tentación de volver a grabar ninguna versión. Si bien Tony Iommi defiende que “Evil Woman” respondió a la necesidad de “tener algo más comercial” según su primer manager Jim Simpson. metal hammer | 17
“Habíamos compuesto suficientes canciones propias cuando llegamos a grabar ‘Paranoid”, explica Geezer. “Teníamos material para un disco completo. ‘Warning’ fue una de las primeras canciones que aprendimos cuando aún nos llamábamos ‘Earth’ y ‘Evil Woman’ fue la demo que usamos para conseguir nuestro primer contrato discográfico”.
Pero el miedo al rechazo en USA por la guerra de Vietnam, como decíamos arriba, les hizo cambiar de opinión. Eso sumado a que “escucharon lo agradable al oido que era ‘Paranoid’” forzó a la discográfica a solicitar un cambio de título para el disco. Pese a todo, las fotografías de la portada ya habían sido tomadas y se quedaron tal y como estaban.
El salto del blues-rock metalizado del primer disco al hard rock más agresivo del segundo trabajo es evidente, un salto que sentó las bases de lo que posteriormente llamaríamos heavy metal. Para Geezer, Black Sabbath “empezaron como una banda de blues” así que ese estilo “fue muy importante para nuestro desarrollo como banda”. No obstante fue el tema que da nombre a la banda, “Black Sabbath”, el que les dio “suficiente confianza como para componer nuestra propia música”. Si bien “War Pigs” fue uno de los primeros temas en nacer para este disco, su nombre original no era ese, sino “Walpurgis”. “Esa es la noche en la que los cristianos rendían homenaje a San Walpurga, pero también cuando las brujas se reunían para rezarle a Satanás. Pero dado el pánico que existía en América hacia el satanismo tras el asesinato cometido por Charles Manson la discográfica quería un cambio de título, así que llamé a la canción ‘War Pigs’.”
Durante largo tiempo se ha especulado con que “War Pigs” es un tema que habla de la guerra de Vietnam, aunque cuando la banda tocaba el tema en directo a mediados de los ’70 usaba imágenes de Adolf Hitler y de la Segunda Guerra Mundial en una pantalla tras ellos. “Aunque todo el mundo piensa que es sobre Vietnam, probablemente siempre había hablado de la Segunda Guerra Mundial”, explicaban los roadies en el libro “How Black Was Our Sabbath”.
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“No teníamos mucho que decir en esas cuestiones y, aunque no nos gustaba el diseño final del disco, hemos tenido que vivir con él todo este tiempo”, se lamenta con cierta sorna el bajista.
Butler tiene su propia versión como compositor de las letras. “Yo crecí en los años 50 en Birmingham, un lugar que tenía muchos signos y símbolos de la Segunda Guerra Mundial”, recuerda. “Había lugares
que habían sido bombardeados, había refugios antiaéreos, e incluso encontrabas a gente que había resultado herida o incapacitada en la guerra caminando por la ciudad. La casa de mi familia era como una fortaleza: teníamos pistolas, espadas, bayonetas y todo lo necesario para luchar contra una armada invasora. Mis hermanos estaban en el ejército y uno de ellos fue enviado a luchar en la crisis del canal de Suez, en Egipto. Eso devastó a mi madre. Así que vi los efectos de la guerra de manera indirecta. En aquella época actuamos en algunas bases del ejército norteamericano, en Inglaterra y Alemania. La experiencia de hablar con los soldados que habían vuelto de Vietnam y escuchar sus historias sobre atrocidades y adicciones a la droga me impactó, especialmente porque son cosas que por entonces no eran públicas”. “Iron Man” es otro de los temas más clásicos de la historia de Black Sabbath y probablemente uno de los riffs más atemporales de la historia del rock duro. Un tema que habla “de manera subconsciente” sobre Jesucristo. “Fue un héroe para sus seguidores, que luego se le volvieron en contra y le crucificaron. En la canción, en lugar de poner la otra mejilla, el hombre de hierro caído no perdona y vuelve buscando su venganza”, explica Geezer sobre la letra.
“La experiencia de hablar con los soldados que habían vuelto de Vietnam y escuchar sus historias sobre atrocidades y adicciones a la droga me impactó” (geezer butler) Butler tenía un estilo como compositor y letrista que sirvió para separar a Black Sabbath de muchas bandas de la época. Su héroe siempre fue, a nivel lírico, John Lennon. “Él no tenía miedo de escribir lo que pensaba”, explica Butler, “‘In My Life’ e ‘Imagine’ son letras espectaculares y atemporales”. Como bajista, admite que sus ídolos son Paul McCartney y Jack Bruce. Las líneas de bajo de McCartney son “tremendamente melódicas y complejas” mientras que “el vanguardismo directo de Jack Bruce me recuerda al estilo de un guitarra solista”. La manera en que Tony Iommi y Geezer Butler construían un muro de sonido con su guitarra y bajo es parte de lo que hace único el sonido de Black Sabbath. También lo es el ligero retraso de Butler sobre la batería de Bill Ward en canciones como “War Pigs” o “Electric Funeral”. A la inversa, similar al retraso sutil que Phil Rudd siempre mantiene sobre la rítmica de Malcolm Young en AC/DC. Algo que dota a las canciones de más pesadez y contundencia. “El trabajo de un guitarra rítmico es el de rellenar el hueco que queda entre la guitarra y la batería”, cuenta el músico. “Como la guitarra rítmica no tenía cabida en el sonido de la banda que queríamos crear, yo usé el
bajo para hacer exactamente ese trabajo: establecer un relleno entre la guitarra y la batería”. El uso de las drogas recreativas va asociado a Black Sabbath en conjunto -y a Ozzy Osbourne en concreto-. Si bien Tony Iommi explica en su autobiografía que la banda estaba fumando bastante en aquella época, Butler explica que las drogas eran “un estilo de vida” en aquel entonces. “Daba igual que fuese para componer música o para socializar todos usábamos drogas. Como ninguno de nosotros bebía mucho alcohol, usábamos el cannabis como droga de recurso habitual. Nos acompañaba en los buenos y los malos momentos”, asegura. Cuando ‘Paranoid’ fue editado en Gran Bretaña en septiembre de 1970, la banda esperaba que tuviese un resultado similar al del primer disco. La prensa especializada parecía sostener esa misma idea. Pero en poco tiempo, ‘Paranoid’ sacó del puesto número uno de las listas británicas a Simon & Garfunkel, cuyo álbum ‘Bridge Over Troubled Water’ había estado en lo más alto de las listas durante meses. La banda se encontraba en Bélgica y no se podía contactar con ellos para darles la buena nueva. “No siempre tenían acceso a un teléfono en los hoteles de bajo presupuesto en los que se alojaban”,
relatan sus roadies David Tangye y Graham Wright en “How Black Was Our Sabbath”. Sin embargo, mientras estaban en Bruselas, el roadie Luke llevo en furgoneta a Ozzy a un teléfono público para que llamase a su casa. Fue entonces cuando le dieron la noticia. El grupo al completo terminó dando vueltas en furgoneta por Bruselas gritando por la ventana que su disco había conseguido alcanzar el preciado primer puesto de las listas. El éxito le permitió a la banda un salto cualitativo en su estilo de vida. “Nos permitió comprar mejores drogas, mejor ropa, mejor equipo y mejores casas”, rememora Geezer Butler. “Nuestros sueños más salvajes se hicieron realidad y pudimos probarle a nuestros críticos que ellos estaban equivocados y que nosotros teníamos razón. Pudimos hacer que nuestros padres se sintiesen orgullosos. Todos veníamos de un entorno de clase obrera así que, en el fondo, no podíamos dejar de pensar que no sabíamos cuánto iba a durar esto o cuándo íbamos a volver a la realidad. Eso nos permitió no volvernos unos egoístas -al menos hasta unos años después-”, ríe el bajista. Butler tiene claro cuál es su canción favorita en el disco. “Creo que ‘War Pigs’ es mi favorita. La fuerza y contundencia de la metal hammer | 19
música complementa a la perfección mi letra, que no era demasiado sutil, como la guerra en si misma”, revela. “La canción es atemporal. Simplemente inserta cualquier conflicto armado que esté sucediendo en este momento en el punto en el que menciona Vietnam. O incluye un virus en ese espacio. Encaja a la perfección”, se ríe. “No cambiaría nada en esos discos y lo dejaría todo tal y como está”, afirma el veterano músico. “Si hubiésemos tenido más tiempo en el estudio en aquel entonces probablemente nos habríamos cargado la crudeza y la potencia de muchas de esas canciones. Rodger Bain y Tom Allom, el productor y el ingeniero, supieron capturar los sentimientos de la banda en esos discos sin producir más de la cuenta o pulir demasiado las canciones”, concluye. SIN TREGUA Con el disco en la calle encabezando las listas, la banda se despidió del Reino Unido con un concierto en Newscastle y tomaron rumbo a Estados Unidos. Antes de marcharse a Estados Unidos tuvieron una reunión con el padre de su manager y propietario de la empresa Worldwide Artists, Patrick Meehan senior. Le indicó a la banda que debían comportarse adecuadamente en el avión y en territorio norteamericano porque ahora eran embajadores de Inglaterra en aquel territorio.
“El primer disco fue la primera ocasión en la que la banda se pudo escuchar a sí misma, ya que por aquel entonces no teníamos grabadoras de cassette” (Geezer Butler)
La banda llegó a New York un 28 de octubre de 1970 y pasó las siguientes semanas haciendo conciertos de bajo presupuesto en algunos de los locales más reconocidos de la costa Este y la costa Oeste. La banda tan solo se llevó uno de sus roadies, Spock Wall, en el viaje. Las finanzas de la banda aún no estaban como para tirar cohetes, teniendo en cuenta que los royalties de su nuevo disco aún tardarían meses en llegar. Los costes mandaban y Sabbath se embarcaron en su primera gira gran gira transatlántica con el apoyo más mínimo y necesario. El grupo se llevó todo su backline a Estados Unidos, incluyendo doce pantallas Laney de 4x12, seis pantallas y amplificadores de bajo de 100 vatios, el kit de batería de Bill Ward y el sistema de PA de Ozzy, que consistía en un amplificador Laney de 100 vatios y seis amplificadores y seis columnas de pantallas de 100 vatios. La banda fue recibida en un primer concierto en el Glassborough State College de New Jersey con gran jolgorio por parte de unos 1500 fans. Al final, el volumen de equipo y lo contundente de la agenda de la banda forzaron a que el grupo trajese a su otro roadie británico, Luke, a Estados Unidos para unirse a la gira. Ya con las cosas fluyendo con más facilidad, el grupo siguió su tour por Estados Unidos tocando en lugares como Oregon, Ohio y eventualmente, un retorno a New York para tocar en uno de los shows más prestigiosos de la costa Este, el Fillmore East de Bill Graham, uno de los personajes clave en la industria de la música americana. La banda actuó junto a Rod Stewart y los Faces. Un concierto en el que “la banda tocó de manera soberbia” según recuerdan sus roadies. “Al público le encantaba este nuevo y pesado sonido y Black Sabbath tuvieron que volver para tres bises”, explican en el libro “How Black Was Our Sabbath”. “Los hemos destruido”, decía Ozzy respecto a su competencia de aquella noche tras el show. No sería el último show de gran prestigio, pues la banda fue hasta la costa Oeste para actuar en el legendario Whisky A Go Go de Los Angeles, donde realizaron dos o tres shows diarios durante cinco días.Y tal como recuerdan quienes les acompañaban en la carretera, fue en Los Angeles donde la banda tuvo su primera experiencia con la cocaína. Tan buena fue que el camello se convirtió en su camello oficial en Los Angeles e incluso acabó girando con Sabbath durante una temporada vigilando su equipaje y echando una mano a su aún escasa crew. La banda actuaría también en el Fillmore West de San Francisco junto a The James Gang, con Joe Walsh como guitarrista, que luego se haría famoso junto a los Eagles. La experiencia americana fue totalmente sorpresiva para Black Sabbath, que consiguieron un éxito que superaba, de largo, sus expectativas. Era el momento de volver a casa por navidades y el grupo voló al Reino Unido en diciembre de 1970 para participar con una sesión en el show de John Peel “Top Gear” y realizar una breve gira Europea. Después de las navidades, nuevas fechas en el Reino Unido y una primera visita a Australia sirvieron para cimentar a lo largo y ancho del globo la leyenda de estos cuatro chavales de Birmingham. Aún habría tiempo para una nueva gira americana durante la cual fueron preparando las bases de lo que sería su tercer disco, ‘Master Of Reality’. Un año de absoluto vértigo para la banda que en tan solo cuatro discos sentó las bases del género que amamos. ¡Larga vida a Black Sabbath!
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“No te sé decir lo que pasará con la banda porque realmente no hay una respuesta” (Mike Shinoda)
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LINKIN PARK 20 AÑOS TRAS ‘HYBRID THEORY’ EL DISCO QUE LO CAMBIÓ TODO TEXTO: SERGI RAMOS
FOTOS: JAMES MINCHIN III Y SERGI RAMOS
A nadie le parece ni medio normal, pero ya hace veinte años desde que Linkin Park estallaron y canalizaron la rabia y ansiedad de toda una generación. Tres años después de la muerte de Chester Bennington la banda revisita su legado y Mike Shinoda ayuda a entender cómo se dio forma al disco que les cambió la vida. Dentro de esa tendencia de revisionismo positivo que tenemos los humanos -aquello de olvidar siempre lo malo y recordar lo bueno- hemos encumbrado una década como la de los ’90. Nos encontramos en pleno desbarajuste nostálgico de aquellos tiempos, una vez superados los hedonistas y desquiciados años ’80, cuyo ciclo nostálgico parecía que no se iba a acabar nunca. Pero los ’90, seamos realistas, quedaron atrapados entre la cocaína de los ’80 y el auge de internet de los 2000. Los Vengaboys, las Spice Girls, la reunión de Kiss y los primeros tres discos de Pearl Jam no son suficientes para justificar una década que sí se caracterizó por algo es precisamente por no caracterizarse por nada. Un max mix cultural y político que nos abocó poco a poco a un fin de milenio que se debatía entre lo catastrofista y lo inesperado. El auge de las puntocom parecía dar comienzo a una década de riqueza y revolución tecnológica. Bill Gates era el hombre más rico del mundo. Windows Vista lo petaba. Y un buen día cambiamos de milenio sin que los semáforos y sistemas de control aéreo se volviesen locos y pensamos que lo peor ya había pasado, el temido efecto 2000. El efecto 2000 sería otro: el crash de las puntocom, el 11-S y la guerra de Irak y, de postre, una colosal crisis económica a finales de década. Mucho de lo que nos rodeaba, como es lógico, informaba la música y las composiciones de aquel entonces. No, los 2000 no eran el momento para himnos como “Girls, Girls, Girls” de Mötley Crüe ni “Girls Just Want To Have Fun” de Cindy Lauper. Estábamos en territorio Tarantino, sin saberlo.Y echando un ojo a lo que salió de aquella época, especialmente el movimiento del nu metal y los discos que se convirtieron en icónicos, no cabe duda de que mucho del descontento social o el estado de ánimo de la época terminaron capturados en un estudio de grabación. El informe especial de los veinticinco discos que marcaron aquella época con el que acompañamos a este reportaje arroja más luz en ese sentido: ninguno de ellos es material como para animar una fiesta -en todo caso para ir al gimnasio a soltar adrenalina y mala leche-. En 1996, se estaba gestando también el que sería uno de los discos catalizadores de esa pesadumbre generacional. Tres chavales de los suburbios de Los Ángeles llamados Mike Shinoda, Rob Bourdon y Brad Delson pusieron en marcha una banda llamada Xero junto a Joe Hahn, Mark Wakerfield y Dave “Phoenix” Farrell. Juntos hicieron una demo en la habitación de Shinoda llamada igual que la banda. Las tensiones desintegraron la banda rápidamente y Wakerfield, el vocalista, salió del grupo. Lo mismo pasó con Farrell. Finalmente, el vicepresidente de la compañía de publishing Zomba Music,
Jeff Blue, le recomendó a Xero que fichasen a un vocalista de Arizona llamado Chester Bennington, quien andaba recién salido de una banda llamada Grey Daze. La relación entre el estilo vocal de Bennington y las ideas de Shinoda imprimieron nuevo vigor al proyecto, que pasó de llamarse Xero a Hybrid Theory. Finalmente, la banda editó un EP del mismo nombre sin ningún contrato discográfico a la vista. “Me gusta que la gente recuerde el contexto en el que hicimos ‘Hybrid Theory’”, explica Shinoda en una exclusiva conferencia telefónica, veinte años después de la edición de aquel trabajo discográfico. “En aquel momento la gente no era fan de muchos géneros: o eras un fan del rock, o eras un fan del hip-hop o eras un fan de un determinado tipo de rock o de otro. No es como hoy, donde la música tiene influencias de infinidad de referencias. Para mí fue muy fresco escuchar a Led Zeppelin en su momento y luego descubrir a Red Hot Chili Peppers o Rage Against The Machine y Public Enemy. Era raro escuchar estilos de música tan distintos en aquel momento y lo que intentábamos era fusionar todos nuestros gustos favoritos en la música que hacíamos. Queríamos mezclar el rock y el hip-hop en particular. Hasta entonces solo se había hecho en un contexto hiper-masculinizado, de música dura para tipos duros. Nosotros no nos relacionábamos con esto y teníamos nuestra propia manera de interpretar esa mezcla de estilos”. EL DISCO QUE MARCÓ A UNA GENERACIÓN En 2020 se cumplen veinte años desde que ‘Hybrid Theory’ viese la luz el 24 de octubre del año 2000. La banda lo celebra con una extensísima reedición de aquel trabajo que llega a las tiendas el 9 de octubre. En ella se incluye el disco original, pero también otro cinco discos repletos de rarezas, demos, remixes -también el disco ‘Reanimation’ originalmente editado en 2002- e incluso material nunca antes escuchado por los fans más acérrimos. Si bien muchas demos habían circulado entre círculos coleccionistas a lo largo de los años, esta es la primera ocasión en la que la banda pone en circulación la esperada “She Couldn’t”, un tema que vendría a definirse como el “Santo Grial” de las demos olvidadas de Linkin Park. En resumen, la reedición de ‘Hybrid Theory’ es un jugoso asunto cuya versión super deluxe también incluye tres DVD’s, laminas de edición limitada y un libro de 80 páginas con fotos y contenidos nunca antes vistos. Si quieres hacer feliz a un fan de Linkin Park estas navidades -si no se cancelan también las navidades- la reedición del mítico disco es la mejor manera, vaya. Pero volvamos a 1998, a la habitación de Mike Shinoda.
“Hicimos experimentos componiendo, produciendo, diseñando sonidos y mezclando géneros. El resultado fue ‘Hybrid Theory’”, explica el músico. No había una plantilla predefinida, simplemente experimentación pura y dura entre géneros. “Cuando comencé a componer algunas cosas en casa, lo estaba haciendo con mi amigo Mark”, explica Shinoda, en referencia a Mark Wakerfield. “Estábamos haciendo versiones parodia de clásicos de Cypress Hill o Wu Tang y eso me dio cierta experiencia a la hora de hacer beats. En aquel momento estaba trabajando con un KS100, un sampler rack de 12-bits y una grabadora de cassette de cuatro pistas y un micrófono barato, un teclado barato y una guitarra barata. Cuando comencé a generar algo de dinero pude comenzar a comprar material para la banda que sabía que permitiría conseguir los sonidos que necesitábamos”. “Estábamos intentando unir los elementos de nuestros grupos favoritos aunque no tuviesen nada que ver. Intentábamos juntar a Deftones con Portishead y The Roots. Esas eran algunas de las bandas que escuchábamos por entonces. Nos encantaba Aphex Twin, por ejemplo. Nos gustaba mucho del material que editaba Rockus Records, que era un sello neoyorkino de hip-hop. Había muchas cosas excitantes en LA también, como The Far Side. Había un club llamado Project Blowed, que era un club de rap en plan freestyle que nos encantaba. Lo que intentamos fue unir todas esas cosas que nos gustaban, todos esos elementos intangibles que daban lugar a lo que hacíamos instintivamente”. “Cuando comenzamos a grabar el disco comenzamos a entender las elecciones específicas que debíamos realizar para darle forma al sonido del disco: el estudio, el productor, etc. Al final escogimos a Don Gilmore porque él podía enseñarnos suficiente acerca de cómo componer una canción alternativa para la radio. Él y sus ingenieros sabían cómo grabar una canción pulida dirigida a la radio. El punto en contra es que no tenía experiencia o interés en el hiphop así que comenzamos a pensar que todo saldría mal si salíamos de ahí con un disco de rock, porque no es eso lo que queríamos hacer. Al final del día dijimos ‘si le podemos enseñar sobre hip-hop todo estará bien’ porque, realmente, nadie iba a poder traernos el sonido de guitarra y batería que queríamos excepto él”. UN CAMINO LLENO DE PIEDRAS Pero el camino de la banda no fue sencillo. El rap metal no era todo lo poderoso que terminaría siendo en un futuro no muy lejano. Si bien Beastie Boys abrieron el camino y RUN DMC popularizaron la alianza metal hammer | 23
con el hard rock de Aerosmith en 1986 (sin dejarnos a Anthrax), lo cierto es que no era precisamente lo más mainstream del mundo. Pero poco a poco, a lo largo de los años ’90, gracias a bandas como Faith No More, Rage Against The Machine, Biohazard y eventualmente Kid Rock y Limp Bizkit, el género se fue erigiendo como un coloso en cuanto a ventas y la industria no pudo evitar prestar atención. Pero a Linkin Park le costó sangre, sudor y lágrimas llegar a conseguir la atención de un sello. “No les gustaba”, dice sin ninguna vergüenza Shinoda sobre la demo autoproducida que la banda hizo llegar a los sellos. “Hicimos showcases y tuvimos conversaciones con todas las multinacionales, con siete en total. También tuvimos a diez sellos indie alrededor. Todos, especialmente las multinacionales, nos descartaron. En ocasiones, más de una vez”. “A veces venía un A&R a escucharnos y nos decía que no estaban interesados o ni siquiera nos llamaban de vuelta. Meses después, otro A&R del mismo sello volvía a venir porque el anterior quizá había sido despedido o estaba en otra área distinta, y también te descartaba sin miramientos tras escucharte. Ocasionalmente teníamos una reacción positiva”, dice riendo. “Una de mis reacciones positivas favoritas fue la de Clive Davis. Cuando supimos que venía a escucharnos estábamos subiéndonos por las paredes. Todos sabíamos que en cuanto este tío dijese ‘estoy interesado’ seríamos una banda con un buen contrato y con recursos. Cuando vino, escuchó algunas canciones en nuestro local de ensayo. Bueno, no era nuestro local. Alquilamos uno mejor para impresionar a la gente que venía. Clive se sentó con nosotros al acabar y nos dijo que le gustaba mucho lo que hacíamos y que habría fans a los que les gustaría nuestra propuesta musical. El problema es que él tenía una política según la cual no fichaba a más de una banda del mismo estilo y ya había firmado a alguien que hacía rap-rock. ‘No puedo contrataros porque sois muy similares estilísticamente y mi equipo estaría confuso’, nos dijo. Fue una buena razón por la que no contratarnos y la encajamos bien”. Finalmente la banda terminó en Warner Music a instancias de Jeff Blue, el mismo que recomendó fichar a Chester Bennington. “El tipo con el que estábamos trabajando por entonces dejó su trabajo en Zomba Music y empezó a trabajar en Warner”, recuerda Shinoda. “El les pidió que nos escuchasen y nos diesen una oportunidad. Que nosotros nos íbamos con él al sello. Él consiguió el acuerdo y el contrato”. LAS CANCIONES CLAVE Los Linkin Park que llegaron a oídos de Warner Music eran ya distintos de los que habían firmado la demo de unos meses antes. La banda evolucionaba rápido y sus canciones comenzaban a ser harina de otro costal con rapidez. Y dos piezas concretas marcaron la diferencia. “Si no me equivoco por entonces teníamos ‘A Place For My Head’, ‘Forgotten’, quizá ya teníamos listo ‘By Myself’ y ‘Crawling’. Creo que ese fue el momento en el que dijeron ‘quizá hay algo interesante aquí’. No sé si tuve primero ‘In the End’ o ‘Crawling’ pero fue con esas canciones, vaya”. Pese a que Jeff Blue fue el responsable de que la banda terminase en Warner, no fue sin sobresaltos. Según explica Shinoda, la actitud 24 | metal hammer
de Blue fue cambiando progresivamente y la banda no terminaba de entender el motivo. “Al principio fue un defensor fantástico de la banda”, explica el músico. “Con el tiempo, dado que se sentía inseguro en su nuevo trabajo en Warner, comenzó a manipular todas las cosas que hacíamos. Le ponía nuestras canciones a otra gente y les preguntaba ‘esto está mal ¿no?’. Así empezaba las conversaciones. Como dando lugar a entender que había algo que arreglar. Nosotros sabíamos que estábamos haciendo lo correcto y no entendíamos su estrategia. En un determinado momento intentó que un artista de rap-reggae entrase en la banda para sustituirme a mí.También intento sacar a Chester de la banda y montar una banda solo con él. Fue todo muy confuso y muchas cosas podrían haber salido mal de no habernos mantenido en nuestras trece”. “Mucha de la problemática venía derivada de que era nuevo en su trabajo y estaba intentando impresionar a su nuevo jefe. Su jefe resultó ser David Kahn y él mezclaba canciones de rock. Jeff le dio nuestra música para mezclarla y no entendimos nada, porque nosotros queríamos a Andy Wallace para mezclar nuestro disco. Nos dijo que nos callásemos y le dejásemos hacer. Ni siquiera nos preguntó: le llevó nuestros masters para que los mezclase. David cogió el puente de ‘One Step Closer’, la parte que dice ‘Shut Up!’ y lo copió y pegó al principio del tema, lo cual arruina la canción por completo. Esa parte deja de ser una sorpresa y aparece al principio. El equivalente es el de coger la parte de ‘fuck you, won’t do what you tell me’ de ‘Killing In The Name’ de Rage Against The Machine y ponerlo al principio. Es una parte genial pero ahora lo único que tienes es una canción de treinta segundos sin sorpresa. Lo arruina todo”. “Jeff estaba tomando todo tipo de malas decisiones y nosotros estábamos intentando aguantarlo todo en pie, aunque era un completo caos. Finalmente conseguimos que el disco lo mezclase Andy Wallace y respetar nuestro criterio creativo. Al final el disco vendió lo que vendió”. En su momento ‘Hybrid Theory’ vendió unas nada despreciables 4,8 millones de copias en Estados Unidos en su primer año. Eso no fue nada en comparación con lo que estaba por llegar. En 2017 ya había conseguido once discos de platino, por 11 millones de copias vendidas. Mundialmente, el trabajo ha alcanzado los 27 millones de copias vendidas. La posterior muerte de Chester Bennington en 2017 volvió a auparlo a las primeras posiciones de ventas en Amazon e iTunes, demostrando que la vida de la obra siempre excede a la de sus propios intérpretes. La banda se encontró con una situación cómoda pero tensa en pleno 2002. Todo lo que hiciesen iba a ser percibido como un fracaso tras editar el que hoy se sigue reconociendo como el disco debut más vendido del siglo XXI. Si vendes 11 millones de copias en un año, vender 10,5 millones es un fracaso para la industria discográfica. Especialmente la voraz industria discográfica de principios de los ’00, antes de que Napster y la tecnología obligasen a replantear el modelo de negocio. “No esperábamos hacer algo igual de grande o más grande que ‘Hybrid Theory’”, dice el músico. “Creo que en ese punto la gente no concebía que la banda pudiese hacer algo tan grande por sí sola. Incluso había rumores de que teníamos compositores externos, como si fuésemos los Backstreet
Boys. También escuché otro que decía que éramos una banda ensamblada por la industria, no una banda real. Nosotros solo queríamos hacer algo tan bueno como lo que ya habíamos hecho y creo que pudimos expandirnos en el futuro gracias a lo que exploramos en ‘Meteora’”. “Mira: al principio no íbamos ni a trabajar con Don Gilmore para el siguiente disco, ‘Meteora’”, revela Shinoda. “Nos reunimos con él porque era lo cortés que teníamos que hacer y su argumentario en la reunión fue ‘hemos hecho un disco increíble juntos y ha sido muy estresante y difícil y sé por qué ha sido’. Nos dijo ‘os prometo que si hacéis un segundo disco conmigo me aseguraré de que este sea divertido y creativo, sin estrés, y sin problemas en el estudio’. Por eso trabajamos de nuevo con él”. UNA ÍNTIMA RELACIÓN CON SUS LETRAS Las letras de ‘Hybrid Theory’ son un compendio de experiencias personales, algunas de Chester y otras de Mike. Unas experiencias que pudieron resonar en el subconsciente colectivo de cualquiera que tuviese entre 16 y 25 años por aquel entonces. Esas canciones son las responsables de que en 2017, Linkin Park consiguieran reunir a más de 20.000 personas ante el escenario del primer y ya extinto Download Festival de Madrid. Una generación entera acudió allí para que Chester les hablase de su dolor y su rabia. Pasarían apenas unas semanas hasta que Chester, su dolor y su rabia desapareciesen para siempre con su muerte el 20 de julio de 2017. Una estrella que se apagó demasiado pronto pero que dejó un legado para que todos aquellos que se sentían como él encuentren confort en sus letras e interpretación. “Siempre trabajábamos juntos en las letras”, revela Shinoda. “Era algo que siempre hacíamos juntos. Las cosas de las que habla en las letras venían de mi vida y otras venían de la suya. Nuestra situación favorita era que ambos pudiésemos sentirnos identificados con un verso porque a ambos nos representaba de la misma manera. Debo decir que la vida de Chester era mucho más dramática que la mía. Si ambos podíamos componer un verso como el estribillo de ‘Crawling’, eso hacía que ambos nos identificásemos”. “Es divertido”, elabora el músico,“porque, en esa canción, la letra original no decía ‘Fear is how I fall” sino que decía ‘Fear is powerful’, lo cual ya nos parecía bien. Pero Don lo escuchó y nos dijo ‘me ha gustado mucho ese verso, el de ‘Fear is how I fall’, el cuál ni siquiera nos habíamos planteado. Y nos gustó cómo sonaba, era incluso mejor que lo que habíamos compuesto. Ese es un ejemplo de cómo salían las cosas”. “Para trabajar en las letras, ambos nos sentábamos al ordenador o uno se sentaba a teclear y el otro iba deambulando y pensando ideas. Entonces conseguíamos algo que nos gustaba y pasábamos a la otra habitación con Don y él nos ofrecía la primera reacción”, recuerda. “Había letras que salían de manera más espontánea. Pedíamos ir a la sala de grabación, que abriesen micro y tirar camino, sin pedir opiniones externas. A menudo esas eran las que sabíamos que eran buenas y no queríamos contaminar con otras opiniones. Pero cuando estábamos reescribiendo algo una y otra vez, sabíamos que era el momento
“Recuerdo que ‘One Step Closer’ la compusimos sobre Don Gilmore porque estábamos hartos de que nos lanzase por la borda las ideas” (Mike Shinoda)
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de pedir opinión externa.Todo lo hacíamos nosotros pero había canciones en las que Don ofrecía su punto crítico y eso nos enviaba de vuelta a la habitación contigua para seguir mejorando las cosas”. Aunque la encargada de la discográfica irrumpe en la conversación para recordarnos que se acaba el tiempo con Mike, el músico pide tregua. Necesita seguir hablando del proceso de composición de la banda. Su voz se torna más nostálgica a la vez que apunta con precisión algunos detalles. “Yo componía todos los raps pero Chester aportó la mayor parte del estribillo de ‘One Step Closer’ e hicimos algunos versos juntos, aunque la recuerdo como una canción muy suya”, explica. “Recuerdo que la canción la compusimos sobre Don, porque estábamos hartos de que nos lanzase por la borda las ideas. La compusimos y rehicimos múltiples veces y cuando llegamos al verso y al estribillo pensamos que era muy divertida porque era un tema con mucho cabreo. Se la pusimos a Don y le encantó. Creo que nunca le dijimos que iba sobre él pero se hacía una idea, porque estábamos muy frustrados. En ese momento no teníamos lo de ‘Shut Up!’ para el puente. Chester estaba por la sala incapaz de callarse, sin parar de decir lo enfadado que estaba y yo dije ‘¿y si el puente simplemente es ‘Shut Up’?. La esencia de lo que quería Chester en ese momento es que Don nos dejase en paz y esa era la mejor manera de resumirlo. Me miró y me dijo ‘tío, que gran idea’ (Risas). Fuimos a Don, le dijimos que abriese micros, Chester se metió en la sala de grabación e hizo exactamente lo que escuchas en el disco, cantando con toda la mala leche que puso. Don dijo ‘wooow’. Supimos que habíamos alcanzado otro nivel con esa canción”. EL FUTURO Y LA GESTIÓN EMOCIONAL El viaje emocional que supuso conseguir reunir todo el material musical y gráfico que compone esta reedición aumentada de ‘Hybrid Theory’ fue un proceso “muy nostálgico” para Shinoda. “No es diferente a mirar un viejo álbum de fotos familiar. Yo recuerdo todas las historias divertidas, los momentos estresantes y lo distinta que era la vida para nosotros en ese momento. Fue un proceso bonito que experimentar y me gustó descubrir todo el material que los fans van a disfrutar mucho”. “A lo largo de los años he ido relocalizando masters que he ido enviando al management para una cosa u otra y he ido recopilando todo eso. He encontrado muchas cosas que no recordaba que existía. Gracias al management, a gente con la que trabajábamos por entonces e incluso los padres de Rob, que han revisado sus cajas en el ático, hemos encontrado material, fotos y otras cosas que le dan sentido a esta reedición del disco”. El futuro es una incógnita para Linkin Park. Sustituir a Chester en Linkin Park es como sustituir a Lemmy en Mötorhead o a Jon Bon Jovi en Bon Jovi. Son bandas tan íntimamente asociadas a un vocalista o líder que difícilmente pueden tener vida más allá de esa personalidad. Puede haber sorpresas pero, incluso en casos como el de Queen & Adam Lambert, el resultado final es un pastiche de resultados a menudo melancólicos más que musicalmente productivos. De hecho, previo a la entrevista, su management nos hizo llegar un resumen de “preguntas frecuentes” por si queríamos evitarlas y no perder el tiempo limitado que teníamos con el músico. Entre ellas, la del retorno de Linkin Park con un nuevo vocalista. “No te sé decir lo que pasará con la banda porque realmente no hay una respuesta. Y es divertido porque diga lo que diga sobre el futuro de la banda, eso se convierte en el titular lo cuál es estúpido porque la respuesta es que no hay respuesta. Los fans piensan que quieren saber cuál es el futuro de la banda pero créeme, me gustaría saber la respuesta a mi también. Pero no la hay”. Estas declaraciones se las hizo Mike al medio Vulture. En otra ocasión le dijo a Consequence of Sound que “si algo tiene que pasar, ha de pasar naturalmente. Si encontramos a una gran persona que pensamos que encaja y que tiene un estilo que también encaje, quizá podríamos intentar hacer algo. No podemos sustituir nada… nunca me gustaría sentir que estamos sustituyendo a Chester”. Y así las cosas ¿quién tiene agallas a preguntar a Mike algo para lo que no puede ofrecer una respuesta? Y aun así, si todo lo que nos queda de Linkin Park es lo ya vivido, escuchado y compuesto, sigue siendo un legado tremendo del que disfrutar. 26 | metal hammer
“Fue todo muy confuso y muchas cosas podrĂan haber salido mal de no habernos mantenido en nuestras treceâ€? (Mike Shinoda) metal hammer | 27
discos claves del metal moderno Texto: Jaime Tomé, Diego Solana, Jano Carbia, Satur Romero, José Vilabrille, Tamara Ruiz, Txema Garay, Juanma García, Olga Vidal y Mikel Yarza
Los paradigmas del rock y el metal que se habían fortalecido desde los ’80 vieron cómo un nuevo estilo afloraba entre, sobre todo, las generaciones más jóvenes. El nu metal, también catalogado por muchos como “chándal metal” mezclaba esas melodías, sentimientos y estructuras del rap con la fuerza de la instrumentación del metal, y eso derivó en que muchos artistas surgieran en las proximidades del nuevo milenio y revolucionaran la escena. Ya fuera con composiciones de este ámbito o de otras nuevas a raíz de la experimentación, el final de los ’90 y el comienzo del siglo fue un periodo determinante para la música dentro de los estilos del rock y el metal. Solo por matizar, esta lista no es un ranking, sino una compilación de las 24 obras más importantes además del ya repasado en las páginas anteriores ‘Hybrid Theory’ de Linkin Park.
ALIEN ANT FARM ANTHOLOGY (2001)
El segundo álbum de la banda americana vio la luz en 2001 y dejó su pequeña huella gracias a canciones como la versión “Smooth Criminal”, de Michael Jackson, y dos temas que formaron parte de la banda sonora de tres videojuegos, “Wish” y “Courage”. El disco tuvo un buen recibimiento comercial, participando en varias bandas sonoras (American Pie 2, Spider-Man, WWE Though Enough…). ‘Anthology’ fue álbum de platino en Estados Unidos y también recibió buenos resultados de ventas en diversos países de todo el mundo. Su característico estilo une lo mejor de su época con un poco de un metal, un poco de metal alternativo y una buena dosis de punk rock cargado de energía. A pesar de que la década de los 2000 fue su periodo de mayor actividad, todavía siguen activos aportando a la escena actual un poco de esa magia de dio un trabajo como ‘Anthology’.
COAL CHAMBER CHAMBER MUSIC (1999)
Corría el año 1997 y grupos como Korn o Sepultura, que reinaban en las listas metaleras, habían cambiado las normas del juego. Bajos protagonistas en las mezclas, baterías secas, riffs entrecortados, alteración de fraseos susurrados y escupidos eran los ingredientes más preciados de la nueva música metal. En este escenario, el grupo de Dez Fafara se descolgaba con su explosivo debut que recogía las influencias de estas nuevas bandas hegemónicas pero con la intención de dar una vuelta de tuerca a su nu metal. Las sinergias producidas por su propia imagen, la icónica portada, el desgarrador tono de Dez y, sobre todo, las excelentes composiciones, precipitaron a la banda a la primera fila de combos emergentes. Imposible resistirse a clásicos atemporales como “Loco”, “Big Truck” o “Sway”, y, si bien su presencia menguó con el nuevo siglo, para la posterioridad queda este gran debut.
CRAZY TOWN
THE GIFT OF GAME (1999) La historia de Crazy Town es la historia de “Butterfly”; un tema de éxito incluido en su debut ‘The Gift Of Game’ que los catapultó al público masivo. Poco importaba que su mezcla de rap y hip-hop con otros estilos como el rock alternativo y el nu metal no fuera la más novedosa del momento, y que el resto de sus canciones fueran un pastiche de mucho cuidado. Aun así la banda liderada por Shifty Shellshock y Epic Manzur supo jugar bien sus bazas y aunque en parte costaba entender su propuesta, la ecuación ya estaba planteada con todas sus incógnitas. Pese a todos los momentos de mediocridad musical que se les puede atribuir a los angelinos, no fueron pocas las bandas que siguieron sus pasos atraídos por la aleación de estilos de este disco de estreno. Con más o menos fortuna, algunas sí que consiguieron encajar las piezas que no culminó Crazy Town.
CREED
HUMAN CLAY (1999) El éxito de Creed vino de primeras con su debut ‘My Own Prision’ y tomaron esa fórmula para romper las listas de ventas. Con ‘Human Clay’ se adueñaron del movimiento rock y metal alternativo que comenzó a surgir en Estados Unidos que miraba por el espejo retrovisor a la mal llamada escena grunge. Que la voz de Scott Stapp se asemejara a la de Eddie Vedder era fruto de la casualidad, ya que la temática religiosa de sus letras poco tenía que ver con los de Seattle. Un talentoso Mark Tremonti despuntaba con sus riffs y solos de guitarras en favor de la canción y así es como “Higher” o “With Arms Wide Open” consiguieron sonar a todas horas en la radio. A partir de este trabajo Creed se convirtió en una máquina de vender discos como rosquillas, y el final de la banda fue el comienzo de Alter Bridge y las grandes canciones no han parado de sonar.
DEFTONES
WHITE PONY (2000) ‘White Pony’ fue el gran paso de Deftones hacia la madurez musical gracias a la experimentación con el trip hop, shoegaze o post-rock y el equilibrio entre su pasada faceta nu metal y hardcore con estos nuevos sonidos. El fruto fue algo rompedor, moderno y también más accesible a otros públicos debido al balance entre canciones directas como “Feiticeira”, “Elite” o “Street Carp” con los pasajes electrónicos y arreglos más melancólicos de “Teenager” o de las atrapantes y ya clásicas “Digital Bath”, “Knife Prty”, “Passenger” y “Change”. El protagonismo de los samplers, guitarras pesadas con delay y voces suaves, tranquilas y dramáticas que rompen en gritos agudos y frenéticos en algunos momentos, además de las colaboraciones estelares de Maynard (Tool) y Scott Weiland (Stone Temple Pilots), hicieron de este disco un aclamo tanto para fans como para la prensa especializada.
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DISTURBED
THE SICKNESS (2000) Si hay dos cosas que llamaron la atención de la banda durante su ascenso hacia el estrellato fue, por una parte, la estética de David Draiman con esos aparatosos piercings en la cara y que dejó anonado a más de uno, y por otro lado, el grito inicial de “Down With The Sickness” que marcó el pistoletazo de salida de una carrera espectacular -principalmente en Estados Unidos-. El tono oscuro de las composiciones de ‘The Sickness’ recuerda a Korn y en ellas pueden escuchar guitarras dropeadas que no se salen nunca de su zona de confort con riffs simples pero sólidos y esas melodías vocales que se quedan grabadas a fuego en la cabeza. Estaban en el sitio adecuado en el momento justo, y canciones como “Voices” o “Stupify” permanecerán siempre entre los clásicos del género.
DROWNING POOL SINNER (2001)
Dentro de la vorágine vanguardista del cambio de milenio, Drowning Pool irrumpieron de lleno con su debut ‘Sinner’. Alcanzó en apenas seis meses el certificado de disco de platino, algo inusual en las bandas nóveles de dicho género al ser demasiado abundantes en el país en aquel entonces. El disco encierra la canción más famosa de la banda, “Bodies”, cuyo videoclip fue uno de los videos más vistos del 2001. Más allá de esto, “Sinner” supuso un gran impacto en la generación nu metal americana. Potentes riffs y buenas letras dan a su primer trabajo una eficacia envidiable. Este es el único álbum de la banda con su cantante original Dave Williams. Tras su pérdida, la banda intentó remontar el vuelo, pero no consiguió igualar la calidad de este disco.
EVANESCENCE FALLEN (2003)
Aunque en su día fuera vista como la versión femenina de Korn y Linkin Park, el tiempo le ha dado la razón a la cantante Amy Lee y a sus compañeros. Su debut ‘Fallen’ fue pura dinamita. El éxito llegó rápido y en masa y pronto se convirtió en un espejo en el que reflejarse. Temas convertidos en singles potenciales como “Going Under” o “Bring Me To Life” fueron carne de cañón para muchos críticos. Es el público quien manda y ese viraje del nu metal a una zona más oscura, melancólica e incluso romántica embrujó a millones de personas que se rindieron al talento vocal de Lee. En la actualidad sigue siendo un referente y una sombra muy alargada para ellos mismos. ¿Quién no firmaría una balada como “My Immortal”? Hasta los que en su día la consideraron cursi.
godsmack awake (2000)
Este álbum sirvió a Godsmack para definir el nu metal que practicaban y para ampliar el rango musical donde se movían. Los cuatro primeros cortes y que a su vez fueron singles, funcionan como una apisonadora. Esa línea reiterativa que seguía el grupo en su primer álbum queda en las antípodas con la amalgama de recursos e influencias integrados en este segundo trabajo y que aportan ese carácter tan variopinto. Cortes como “Goin’ Down” rezuman ínfulas alternativas y sirven de descanso al lado más denso que retoman con canciones como “Mistakes”,“Trippin’” o “Forgive Me”. El broche es “Vampires”, que deja constancia de sus destrezas y habilidades. Como colofón concluyen en tono tribal con “Spiral”, un tema diferente que avala su calidad y completa su disco.
IN FLAMES
CLAYMAN (2000) ‘Clayman’, el disco que marcó un antes y un después en la carrera de la banda, supone una transición en la trayectoria de In Flames. Aquí, los sonidos electrónicos se abrieron paso ante las guitarras acústicas. Pero, al mismo tiempo, la formación llevó hasta la cima su espléndido trabajo de guitarras dobladas y logró hacer sus canciones más redondas. Se trata de una etapa clave, el punto en el que Anders Fríden y compañía emprendieron un camino sin retorno y dejaron atrás el death metal. El disco influyó a toda una generación de artistas, propulsó la popularidad de la banda y desencadenó, según muchos, su declive creativo. Las opiniones con el camino que tomó el grupo han sido muy dispares, pero el eco de ‘Clayman’ sigue siendo más largo que nunca.
KID ROCK COCKY (2001)
Este álbum fue publicado en 2001, pero comenzó a cocerse bastante antes. Kid Rock escribió la friolera de 75 canciones de las cuales grabó 30 y publicó 14. Los temas más representativos fueron “Forever”, “Lonely Road Of Faith”, “You Never Met A Motherfucker Quite Like Me” y “Picture”. ‘Cocky’ fue certificado 6 veces como álbum de platino en 2008 solo 7 años después de su publicación y la producción detrás del álbum es todo un ejemplo con aproximadamente 25 colaboradores así como con su innovación sonora. Dejó el hard rock puro en otro suavizado con toques de hip-hop, experimentación sonora que tuvo ciertos detractores. Se puede considerar un referente que marcó un camino y que dio paso a géneros diferentes dentro del rock y el metal.
KORN
ISSUES (1999) Korn sorprendieron lanzando “Falling Away From Me”, una de sus curiosas estrategias que rompía el guión establecido, y después “Make Me Bad” y “Somebody Someone” que acompañaron como temas más emblemáticos del álbum. El disco aporta mucha emotividad con temas depresivos o apocalípticos donde Jonathan Davis transmite esas sensaciones de forma magistral. La base rítmica en la que se asienta su música reside en la gran labor de David Silveria y Fieldy. La frustración, la apatía, lo indecoroso y la indiferencia que nutre el disco se han mantenido de actualidad con el paso de los años. El álbum cuenta con cuatro portadas distintas diseñadas por sus fans como parte de un concurso lanzado por la MTV. metal hammer | 29
LIMP BIZKIT
MUDVAYNE L.D. 50 (2000)
THE FUNDAMENTAL ELEMENTS OF SOUTHTOWN (1999)
Si hubiera que explicarle a un extraterrestre lo que es el nu metal, a uno le costaría poco mencionar a Limp Bizkit como primera opción. Vale que Korn fueron sus precursores, pero el cuarteto de Florida lo desarrollaron hacia la comercialización de masas (especialmente en Estados Unidos). ‘Significant Other’ fue el disco donde su arte culminó en el híbrido perfecto entre hip-hop y metal con “Break Stuff” como himno literal del significado del género. Su influencia se vio reflejada en toda una generación X que quería romper con todo, y, posteriormente, influenciaría a cualquier banda que ha querido combinar ambos géneros desde entonces. ‘Chocolate Starfish’ fue su disco más exitoso, de eso no cabe duda, pero su predecesor fue el que terminó de perfilar un género que terminaría de explotar los dos años siguientes antes de la entrada del “buttrock” y el metalcore más hacia 2005.
Cuando ‘L.D. 50’ salió al mercado en el verano del año 2000 Mudvayne ya venían comiendo de la sombra que proyectaban bandas como Deftones, Korn o una de sus máximas influencias como en el caso de Tool. ‘L.D. 50’ supuso un puñetazo encima de la mesa por la complejidad con la que trataban un sonido como el del nu metal. Sorprendió por su capacidad de juntar en un mismo disco elementos progresivos, punks y de groove metal dentro de canciones como “Dig”, uno de sus clásicos. Las letras filosóficas y llenas de reflexión como en el caso de “Pharmeocopia” marcaron a una parte generacional que buscaba respuestas al abandono, a la soledad o el existencialismo. Mudvayne marcaron un ritmo entonces y a día de hoy sigue sonando con una personalidad muy marcada. Un auténtico hito del metal moderno.
Los cristianos P.O.D. fueron una de las representaciones del nu metal en los ’90 y 2000 y dejaron su huella con álbumes como este ‘The Fundamental Elements Of Southtown’ (1999), tercer trabajo de la banda que marcó un antes y un después en su carrera al ser su primer disco de platino gracias a canciones como “Southtown”, “Rock Te Party (Off The Hook)” o el homenaje que hacen a U2 con la versión de “Bullet The Blue Sky”. A pesar de que el nu metal, tanto en su momento como en la actualidad, cuenta con un puñado de detractores al igual que otros géneros más alternativos, sin duda se puede agradecer que haya dejado álbumes tan representativos como el mencionado. Se trata de una excelente prueba de que la huella que dejó el nu metal es más profunda de lo que algunos quieren creer.
PAPA ROACH
RAMMSTEIN
BENEDICTION
Papa Roach entró en la escena por todo lo alto. Su inicial ‘Infest’ se coló en las listas de Norteamérica logrando unas ventas millonarias que nadie vaticinaba para un disco debut. En parte fue gracias a esa amalgama de influencias -donde destacaban el rap metal de unos Limp Bizkit en pleno apogeo sumado a metal alternativo más melódico que tan bien sentaba al timbre vocal de Jacoby Shaddixque le permitió crear un nuevo sonido de aires hip-hop y grandes estribillos coreables que tanto gustó a los adolescentes de la época. Pero no hubiera logrado la etiqueta de antológico sin esa lista de canciones que cualquier fan del nu metal de principio de siglo sabe recitar de principio a fin. “Broken Home”, “Between The Angels And Insects” o “Dead Cell” han quedado para la posteridad, aunque siempre eclipsados por el himno “Last Resort”. Un disco que no se ve resentido con el paso del tiempo.
¿Cómo es posible que una banda que canta en un idioma usado por cien millones de personas -la mayoría localizadas en un territorio muy pequeño- llene estadios globalmente? La respuesta es ‘Mutter’, el culmen del metal industrial y la definición de heavy (pesado). Rammstein combinan el sonido de un panzer entrando en Polonia con palabras fáciles de pronunciar repetidas constantemente (como si de “Work” de Rihanna se tratase) véanse la homónima, “Ich Will” o “Sonne” (que enseña a contar hasta nueve en teutón).Además, Rammstein enseñó al mundo del metal que no es necesario ser nórdico para introducir teclados en tu música, y, hasta cierto punto, pusieron de las primeras piedras en el castillo de música electrónica que se escuchan hoy en día en el metal. Eso unido a su excelsa puesta en escena en directo, que no deja indiferente a nadie, hace de este un disco indispensable.
‘Animosity’ salió a finales de 2001 mientras el mundo entero se tambaleaba política y socialmente. Sevendust hicieron -de forma azarosa- un puente donde lo agresivo y lo pacífico se daban la mano, y ese es uno de los grandes logros a los que llegarían con este disco. ‘Animosity’ poseía la reflexión sobre el juzgar a las personas, un grito de rabia cuando era necesario y también conmovía con canciones como “Trust” que servían de almohada a una generación incomprendida. El principal logro que tuvo un álbum como ‘Animosity’ es el de cantar a la vida con la voz calmada y la voz agónica, con la rabia por la injusticia de temas como el romance y la propia vida, pero lejos de rebosar odio, lo hacían como un grito de reflexión, de socorro para tantas personas que escuchaban su música entonces. Sevendust hizo con este disco un canto a la ternura y a la amabilidad en forma de reivindicación.
SIGNIFICANT OTHER (1999)
INFEST (2000)
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MUTTER (2001)
P.O.D.
SCRIPTURES
SLIPKNOT
SOULFLY
STAIND
SLIPKNOT (1999)
PRIMITIVE (2000)
DYSFUNCTION (1999)
Los 9 enmascarados de Iowa supieron unir el metal y hardcore a la perfección en su debut. Las voces rapeadas y caóticas de Corey Taylor junto a los scratches del dj Sid Wilson, los samplers de Craig Jones y la consistencia de tres percusiones dieron a la banda una fama mundial casi instantánea gracias a su eclecticismo y caos. ‘Slipknot’ es un álbum atemporal, agresivo y lleno de detalles presentes tanto en la abstracta y breve intro “74261700027” o “Tattered & Torn” como en los clásicos “(sic)”, “Wait And Bleed”, “Surfacing” y “Spit It Out”. Las condiciones extremas a las que fueron sometidos en la grabación por el productor Ross Robinson también fueron indispensables para plasmar la oscuridad y odio que escondían tras sus máscaras y monos rojos. ‘Slipknot’ es algo catártico, un “que le jodan a todo y a todos” que sirve como purga infalible para sobrellevar la situación convulsa del mundo contemporáneo.
Abandonar las filas de una banda tan reputada como Sepultura no fue fácil para Max Cavalera. Cuando se esperaba una prolongación musical con su nueva banda Soulfly, su debut homónimo demostró una mutación sónica más cercana al nu metal de moda en aquel momento que a una mezcla de death, thrash y groove metal de su antigua formación. El primer toque de queda recibió elogios, pero ‘Primitive’ fue el golpe más certero. Con las colaboraciones de artistas tan dispares como Chino Moreno (Deftones), Tom Araya (Slayer), Corey Taylor (Slipknot) o Sean Lennon -hijo del legendario John Lennon- Cavalera y compañía supieron hilvanar un notable trabajo a través de canciones que bebían de varios estilos pero que sonaban genuinas y personales. Como no podía ser de otra manera, no se olvida de los ritmos étnicos y tribales de su Brasil natal, su marca particular musicalmente hablando.
Staind se hicieron notar en la escena del momento con este segundo disco. Los juegos melódicos de su vocalista Aaron Lewis casaban a la perfección con ese muro de guitarras distorsionadas que aunaban el metal alternativo por encima del nu metal vigente de la época. Demostraron con canciones como “Mudshovel”, “Home” o “Suffocate” que la potencia podía combinarse con la melancolía sin perder fuerza. A diferencia de las bandas que practicaban más o menos su estilo, Staind se alzaba con el trofeo de las letras más depresivas -que a su vez lo convertía en una novedad-. Que pudieran expresar frustración, rabia y otros tantos sentimientos oscuros bajo el amparo del nu metal los convirtió en una banda muy atractiva. ‘Dysfunction’ fue la carta de presentación de una formación que todavía tenía mucho que decir y varios millones de discos que vender.
SYSTEM OF A DOWN
THE OFFSPRING AMERICANA (1998)
LATERALUS (2001)
Junto con Linkin Park y Rammstein, System Of A Down es la banda de metal más exitosa de los últimos años -tocando el mainstream en debidas ocasiones-. Y es que temas como “Chop Suey!” o “Toxicity” han traspasado la barrera del rockero medio y han coqueteado con un público más ajeno a estos sonidos duros. ‘Toxicity’ rompía todos los esquemas conocidos dentro del mundo del rock y que estaban de moda entonces. Su trascendencia va más allá de un riff, de una producción “bruta” o de una sola melodía. Fue un disco que eclipsó a todos sus coetáneos desde cualquier punto de vista con unas grandes canciones que se quedaban fácilmente en la mente del oyente por sus timbres únicos y, hasta entonces, desconocidos. Pasó un poco como con Red Hot Chilli Peppers: eran una banda prácticamente única, difícil de encasillar en un estilo concreto y cuyos temas apelaban a las masas. La cúspide de su éxito.
Después del éxito a niveles mainstream de ‘Smash’ e ‘Ixnay On The Hombre’ no se esperaban movimientos extraños en el sonido de The Offspring, pero se subestimó su talento para su quinto álbum. Sin perder su esencia, Dexter Holland y compañía se atrevieron a pulir y hacer más accesible su sonido a riesgo de distanciarse de sus seguidores más puristas. Poco pareció importarles cuando el estribillo de “Pretty Fly (For A White Guy)” lo tatareaba hasta el tendero de la esquina y al mismo tiempo “The Kids Aren’t Alright” se convirtió en uno de sus grandes clásicos de su carrera. Se le podrá acusar a The Offspring de pervertir el punk rock más primitivo y reivindicativo para buscar la fama y embolsarse millones de dólares, pero son abanderados de un estilo que estuvo a punto de morir y que junto con grupos como Green Day, NOFX, Bad Religion o Rancid sigue vivo.
Tool lanzó en 2001 ‘Lateralus’, donde abordaron la complejidad matemática de la sucesión de Fibonacci aplicada a ritmos y patrones discordantes y perfectamente estudiados con letras abstractas, trascendentales y profundas que todavía siguen dando pie a múltiples interpretaciones y curiosidades. Lo más característico de este álbum es el “caos ordenado” de sus canciones, que provocan un auténtico quebradero de cabeza placentero y accesible. Los pasajes experimentales y minimalistas de “Eon Blue Apocalypse”, “Mantra”, “Parabol” y “Faaip De Oiad” sirven de introducción, conexión o desenlace a clásicos como “Schism” y su exquisita línea de bajo, “Parabola” o la más dura y metalera “Ticks & Leeches”, sin olvidarse de la homónima “Lateralus” ni de las tribales “Disposition” y “Reflection”, donde se da cabida incluso a sonidos orientales.
TOXICITY (2001)
TOOL
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amaranthe VIRALES TEXTO: SERGI RAMOS
FOTOS: JOHAN CARLÉN Y JOSÉ ANTONIO FERNÁNDEZ
Se han convertido en trabajadores esenciales del metal actual. Su nuevo disco, ‘Manifest’, lo pone de…manifiesto. Amaranthe han dado lugar al trabajo más redondo de su carrera. Amaranthe han grabado el disco de su carrera. No es una hipérbole: es el sentimiento generalizado de todos quienes han escuchado ya ‘Manifest’, un trabajo que se viene gestando desde mediados de 2019 y en el que la banda liderada por Olof Mörck y Elyze Ryd ha volcado lo mejor de sí misma. Ya en junio pudimos asistir a una sesión de escucha virtual del nuevo trabajo y las sensaciones eran tremendamente positivas: uno de esos discos que parece hecho íntegramente para ser un hit. Como “Once” de Nightwish o “Carolus Rex” de Sabaton, son álbumes que marcan un antes y un después en la carrera de la banda. No ha sido un viaje rápido. Desde que editasen ‘Massive Addictive’ en 2014, los suecos han ido escalando posiciones progresivamente en la escena europea, afianzándose en una posición cada vez más destacada que ha venido acompañada por trabajos como ‘Helix’ y ‘Maximalism’. Pero dos años después de ‘Helix’ el mundo es un lugar muy distinto y Amaranthe han puesto su grano de arena para revertir los traumatismos sufridos en los últimos tiempos. “Hay muchos temas positivos y empoderadores. En este caso hemos lidiado con temáticas más serias mientras que en discos como ‘Maximalism’ teníamos canciones prácticamente fiesteras”, dice Olof por teléfono desde Alemania, donde se encuentra recluido durante un par de días en las oficinas del sello Nuclear Blast, quien fichó a Amaranthe en los últimos meses con 32 | metal hammer
la intención de lanzar definitivamente a la banda en todo el mundo a gran escala. “Si estás siendo un entertainer como músico de heavy metal, no hay nada de malo, pero considero que también tenemos que ofrecer cosas más profundas como banda”, afirma. “No creo que sea bueno para Amaranthe volverse abiertamente políticos como grupo, pero también puedes tener un mensaje de algún tipo. Quizá positivo y enérgico, pero un mensaje. Si hablamos de la crisis del coronavirus o del cambio climático, quiero que la gente reciba ese mensaje como algo positivo, como un alivio. Si estamos todo el tiempo pensando que el mundo se va a acabar en un par de años, como mínimo, tendríamos que encontrar una buena manera de pasar por la situación”, dice casi contagiado por la misma positividad de las letras de ‘Manifest’. Desde la misma línea telefónica, Elyze hace su aportación: “Este disco es nuestra manera de lidiar con los problemas que nos afecta a todos, también a nosotros. Cuando pensamos el titulo la idea era tener este tono empoderador y positivo. Canciones como ‘Fearless’, ‘Adrenaline’ o ‘Strong’ comparten un mensaje de celebración de la vida. La gente debe sentirse como un superhéroe, no estar pensando continuamente que todo va a salir fatal”. Y no es fácil distraer ese pensamiento, que tanto se ha instalado en nuestra psique en los últimos siete meses, desde que la crisis poliédrica mundial en la que estamos inmersos estallase. Si bien Amaranthe tenían
el disco bien avanzado cuando todo se fue al garete. “El primer concepto o idea vino de Elyze y de mí”, explica Olof por teléfono. “Cuando no estamos girando o grabando tendemos a hablar mucho sobre todo, sobre conceptos, sobre cómo queremos hacer el próximo disco. Fue un verano de 2019 cuando empezamos a trabajar conceptualmente en el disco y en noviembre teníamos un montón de ideas en las que fuimos trabajando progresivamente hasta marcharnos de gira con Sabaton a finales de enero”. Una gira que definen como “tremenda”, aunque tuvieron “algunos problemas” a su paso por Barcelona que “no fueron culpa nuestra”, se ríe el guitarrista y compositor. La gira les permitió volver a casa con las “pilas cargadas” para encarar la fase final de creación del disco y con una idea clara en mente. “Queríamos que las canciones funcionasen en un contexto de grandes recintos”, dice la vocalista Elyze. “La música impacta de manera distinta al público en un gran recinto, entra de manera distinta en sus corazones”. La banda tenía un enfoque “muy positivo”, aunque admiten entre risas que de haber empezado ahora a componer el disco, harían “uno de doom metal”. “Una de las cosas de las que hablamos a la hora de componer el álbum fue qué elementos nos gustan más de cada uno de los discos previos que hemos hecho”, explica Olof. “Las canciones directas y concisas son lo mejor para esta banda, y eso es lo que hemos intentado hacer en este trabajo”.
“Hemos experimentado por el camino en los anteriores discos. Pero ya desde ‘Maximalism’ comenzamos a pensar en esa clase de detalles. Nos planteamos quién somos como compositores y como músicos y qué le queremos mostrar al público. Creo que el apoyo que sentimos en la gira de invierno y el hecho de tener un nuevo management que nos apoya a muerte y una discográfica que nos quiere hacer llegar a todas partes nos ha empujado a componer el mejor disco que podíamos componer”, sostiene. UN RECOPILATORIO DE HITS Como decíamos, el álbum es un compendio de hits. Desde la velocidad, la melodía y la electrónica de “Fearless” a la melodía inagotable de “Viral” o “Adrenaline”, ‘Manifest’ está repleto de material hecho a medida para la radio. Otro tema es que las radios lo pongan en circulación. Pero es innegable que la cadencia y riff de “Strong”, tocado con instrumentos menos crudos que una guitarra y una batería con doble bombo, sería carne de Top 50 Global de Spotify. Porque sí, la generación Amaranthe consume la música en streaming. Pero dale esa canción a Ariana Grande y observa la magia. El heavy metal no está hecho -sónicamente- para las grandes masas mainstream. Pero eso no parece distraer a los suecos de su libro de estilo. Uno de los aspectos a los que más atención presta la banda es al de los beats que sustentan las canciones del disco y la manera en que se organizan dentro del trabajo en su globalidad. “Es algo a lo que le dedicamos
horas de preparación pero la gente no suele preguntarnos por ello o verlo como algo que requiera esfuerzo”, reflexiona el guitarrista Olof.“La gente acepta los ritmos como lo que son, pero no se pregunta porque están en un orden determinado”.
“La gente piensa que todo se basa en el sonido de la batería, la guitarra o en el trabajo del ingeniero”, se queja Mörck. “La composición de las canciones es el principal factor que hace brillar o no el sonido de un disco”.
“Pienso que en cualquier disco has de ser equilibrado”, afirma. “Cuando preparas una canción como ‘Archangel’ piensas que debe ser animada y planificas la música sobre un ritmo de una velocidad determinada. Una canción como ‘Fearless’ la queríamos rápida, porque en ‘Helix’ y ‘Maximum’ tuvimos una apertura a medio tiempo. De cara a los shows en directo queríamos tener un tema rápido y feroz y eso también estaba planeado. Cuando pones todas esas piezas del puzzle sobre la mesa comienzas a planificar cómo fluye el disco. No puedes poner dos canciones lentas seguidas, por ejemplo. O dos canciones super rápidas”. “Lo mismo sucede con las claves y tonos del álbum. Tienes que ser variado pero darle sentido. Hay una determinada cantidad de cambios que el cerebro humano puede asumir en ese aspecto y es algo muy importante a lo que prestar atención. Pero, por encima de todo, has de sentir el ritmo en lugar de pensar el ritmo”, explica.
“Amaranthe es una banda donde la voz tiene mucha importancia, de modo que le tenemos que dejar mucho espacio para respirar tonalmente”, indica. “Como guitarrista tienes que pensar que por encima de tu sonido va a haber una voz humana. Otro ejemplo es el que pones con las notas fantasma de Morten: para que eso escuche yo no puedo tocar una guitarra super fuerte. De hecho, cuando escuché lo que había tocado quité algunas cosas para dejar espacio y que sonase mejor la batería.Y cuando la voz llega al último estribillo yo me encargo de empujarla con la guitarra. Esos pequeños detalles son los que hacen que el disco suene como suena. Dos bandas distintas con un mismo productor pueden sonar muy diferentes”.
Pese a la fuerza de la producción y sonido del disco, los detalles son muy apreciables. Una muestra es el solo doblado de “The Game” o las notas fantasma de la batería de Morten en muchas de las canciones del álbum; la producción respira lo suficiente como para que sea agradable en sucesivas escuchas.
EL TECHO DE CRISTAL Hagan lo que hagan, si algo tienen claro Amaranthe es que hay un techo de cristal en el mundo del heavy metal. Aunque salvasen al lince ibérico y donasen sus ganancias a una ONG y descubriesen la cura del cáncer, para el público de la vieja escuela Amaranthe jamás serán metal ni nada que se le asemeje remotamente. Y ese es el público que llena (o llenaba) estadios. “Es bueno poder inspirar a las nuevas generaciones”, sostiene Elyze. metal hammer | 33
“Cambiar a las anteriores generaciones es algo muy complicado a cualquier nivel, no solo en el heavy metal”. La tendencia a hipersexualizar a la frontwoman en un grupo de metal es otro de los grandes “peros” que a día de hoy sigue sufriendo una escena que se ha mantenido muy anclada en el pasado, tanto en las maneras, como en el discurso como en la estética. No parece ser algo que preocupe a la banda. “Estamos en la situación opuesta”, explica Olof. “Tenemos una manager como es Angela Gössow, quien tiene muy claro cómo visualizar a una frontwoman en el contexto de una banda y como usarlo a favor correctamente”. “En mi perspectiva, las mujeres son distintas a los hombres y eso es lo genial de todo esto -no debes explotarlo, pero tampoco debes obviarlo-”, prosigue. “Tenemos a publicistas, managers y agentes femeninas y creo que se está volviendo cada vez más común que la mujer tome un rol de liderazgo en el sector del entretenimiento y la música (también en el metal)”. “Lo ideal es que en el futuro nadie tenga que prestar atención al detalle de si una banda tiene vocalista femenina o masculino pero a día de hoy, las cosas son así. Es difícil para mí juzgar esto como hombre, ciertamente”. Elyze se suma a la respuesta con su aportación: “Para mí es raro que la gente siga preguntando por qué hay una chica al frente de la banda. Yo estaba en la banda desde que se fundó y este es mi proyecto, es mi vida. Yo 34 | metal hammer
nací en una familia con mujeres muy fuertes y poderosas y nunca he sentido que fuese tratada de manera distinta al resto dentro de la banda. El caso es que no me di cuenta de las diferencias hasta que giramos fuera de Suecia. Suecia es un país muy igualitario, pero no todos los países lo son y la cultura en según que países es muy distinta y, aunque me entristece, las cosas son como son”. “El hecho de que la mujer tenga una situación distinta en otros países es parte de lo que me hizo querer trabajar incluso más duro. Quería que esta banda fuese exitosa. Quería enseñarle a la escena del metal que las mujeres podemos capitanear nuestro propio cambio. El feminismo fue creado por las mujeres, no por los hombres, y estoy encantada del éxito que estamos teniendo con Amaranthe porque eso ayuda a que ahora tengamos que tratar menos con este tipo de problemas”. Los planes de la formación a corto plazo pasaban por giras, giras y giras. Todas ellas aplazadas o canceladas mientras los gobiernos de cada país del mundo terminan de determinar cuál es la manera correcta de contabilizar los contagios, si se debe asistir a conciertos sentados o de pie, si debemos confinarnos pese a que no esté muriendo una cifra significativa de gente derivada de la pandemia a día de hoy o si la cultura es segura o no. Un rompecabezas de difícil solución que solo se aclarará con la presunta vacuna que debería presentarse en sociedad en cualquier momento de este otoño. “Las cosas se van abriendo poco a poco”, comenta el guitarrista. “El aeropuerto de Frankfurt hace unos días
estaba atestado de gente. Los trenes en Alemania también. Pero por algún motivo, cuando tocas música, no puedes tener un recinto lleno de gente. Eso no tiene ninguna lógica aunque parece que los políticos están haciendo todo lo posible por limitar el efecto del coronavirus. No sé, vamos viendo las cosas según se desarrollan y asumiremos la nueva realidad sea cual sea”. “Teníamos una gira europea y americana desde agosto hasta diciembre para promocionar ‘Manifest’. Fue la decisión correcta cancelarlo todo aunque podríamos haber llegado a hacer algunos de los shows quizá, pero no tendría sentido hacer solo parte de la gira. Nadie sabe cómo va a progresar todo. Las fechas de noviembre o diciembre, que parecían posibles, ahora están ya encima y las cosas siguen mal en el terreno sanitario así que es evidente que girar no es posible ahora mismo. Creo que, de momento, nos vamos a centrar en el próximo año, especialmente en primavera. A finales de año veremos qué rumbo toman las cosas en el mundo y qué dicen los políticos y eso nos permitirá poder planificar mínimamente el futuro”. ‘Manifest’ fue lanzado el pasado 2 de octubre en todo el mundo. En España se encaramó rápidamente al Top 30 de discos más vendidos en Amazon -quizá el público de Amaranthe aún compra producto físico además de escuchar en streaming-. Sea como fuere, este es el disco que sirve de palanca de cambio para una banda llamada a liderar el pop-metal (bendito género, Europe aun viven de ello) en años venideros.Y con orgullo.
hammerfall CONTRA VIENTO Y MAREA TEXTO: sergi ramos
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No se rinden. No perdonan. No olvidan. Hammerfall es la banda que hizo renacer el heavy metal en Europa cuando nadie daba un duro por el género y 23 años después de aquel momento siguen en pie e inamovibles musicalmente. Su nuevo disco en directo así lo certifica.
La veteranía de Hammerfall es un factor que hace a los suecos no parar de crecer hasta cuando su techo ya parece alcanzado. Después de lanzar su último disco el pasado año, ‘Dominion’, regresan con un nuevo trabajo en directo que denota el buen estado de forma del que goza la banda ocho años después de un parón que les vino que ni pintado. Hammerfall sigue sacando rendimiento a su capacidad de componer, pero ese no es el único punto que el grupo mantiene fresco pese a tocar un estilo que lleva trillado los últimos 30 años. Sus conciertos también son dignos de admirar, y a la vista está sus últimas visitas a nuestro país en formato festival, donde gozaron de un gran aliento del público. En citas como Rock Fest Barcelona y Leyendas del Rock -en las que no eran siquiera cabezas de cartel- el público se agolpaba para ver su actuación. En esta ocasión regresan con un disco en directo donde muestran todo su potencial. ‘Live! Against The World’ corresponde al show que llevaron a cabo en Ludwigsburg, una de esas aburridas ciudades alemanas donde el heavy metal sigue siendo ley y conciertos como el de Hammerfall llenan arenas de varios miles de fans. Contiene una buena muestra de lo que fue el setlist de la gira de ‘Dominion’ antes de que fuese abruptamente interrumpida por nuestra amiga la pandemia, una gira que la banda quiere continuar en cuanto puedan volver a hacerse shows. Un lanzamiento en formato Blu-Ray + 2 CDs, triple vinilo coloreado, earbook y digital que recuerda el verdadero heavy metal está lejos de extinguirse. Hablamos con Joacim Cans sobre este nuevo lanzamiento, los retos inmediatos y sobre la eclosión del power metal que les hizo famosos. ¿Estaba preparado editar este disco en directo en 2020 o ha sido una manera de mantener al público entretenido mientras podéis recuperar la actividad en directo? Esto estaba planeado desde que la gira acabó a finales de febrero. Decidimos que era momento de capturar a la banda en directo. Creo que estamos en un lugar muy bueno a la hora de tocar y el ciclo de ‘Dominion’ ha sido muy bueno para nosotros, en mi opinión. Queríamos hacer un directo en uno de los mayores shows de la gira y resultó ser en Ludwigsburg, en Alemania. Poder tener un show como este, con el componente necesario del público, nos permite no tener que estar haciendo streamings en directo en la actualidad. Es algo tremendamente aburrido. La idea siempre fue editar este disco y DVD en octubre. Luego vino el coronavirus y se cargó todos los planes pero la idea del directo ya estaba ahí. Hemos tenido tiempo de preparar este lanzamiento con tiempo y detalle y creo que es más importante que nunca editarlo ahora que la gente no puede acudir a conciertos. ¿No eres un gran fan del directo en streaming pues? ¿No es la salvación prometida para las bandas? Hemos tenido toneladas de ofertas. Desde tocar en un local hasta una producción escénica completa en un gran recinto. No queremos hacerlo por varias razones. La primera de ellas es que estamos viviendo en
distintos puntos de Suecia. Al ser Estocolmo el epicentro de la pandemia aquí no queremos viajar a ninguna parte y la gente no quiere venir. No merece la pena. Por otra parte no queremos distraer a la gente acerca del disco en directo. Hay que centrarse en este lanzamiento y por eso no hace falta hacer ningún streaming. Por último, los streams tienen una carencia importante, que es el público asistente. Sin público esto no es lo mismo. Otro problema que observo es que muchas bandas se han lanzado a hacerlo. Muchas bandas que ni siquiera tenían giras previstas están ahora haciendo esto para sacar algo de dinero y eso me ha parecido un aprovechamiento innecesario. Si este año no estabas girando porque estás preparando un disco ¿qué necesidad tienes de hacer un stream solo para sacarle el dinero a tus fans? Me parece fuera de lugar. Una de las cosas buenas de Hammerfall es que nunca habéis abusado de los directos. Siempre han tenido alguna clase de significado. El anterior, ‘Gates Of Dalhalla’, supuso el cierre de una época y la previa a un largo descanso de la banda de un par de años. ¿Qué significado tiene ‘Live! Against The World’ en vuestra historia? ¿Crees que las bandas abusan de los directos en exceso hoy en día? Hammerfall trata los discos en directo con tanto amor como un disco de estudio. Es algo que forma parte de nuestra discografía y ha de ser bueno. Hemos de poder defenderlo. Hemos de poder decir “esto es lo que éramos en 2020”. Estamos en un punto dulce. Llevamos dos camiones. Estamos volviendo a algunos grandes recintos en Europa. Sería estúpido no capturarlo en un lanzamiento. ¿Qué pasará con el próximo disco y ciclo? Nadie lo sabe. Con este tuvimos buenos resultados, buenas posiciones en listas de ventas, conciertos con buenos números de asistencia. Era el momento de aprovechar para mostrarle eso al mundo. En Estados Unidos tocamos en pequeños clubs. Allí no podemos llevar el gran martillo, o la pirotecnia. No podemos permitírnoslo. Pero este DVD nos permite enseñar como es nuestro concierto a todo el mundo.Y además, en lugar de ver un streaming aburrido, puedes ver un DVD con el público a tope. UNA BANDA FIEL A SU REALIDAD ¿Hubo mucho trabajo de postproducción en este directo? ¿Sois muy perfeccionistas corrigiendo los directos o intentáis dejarlo todo más o menos tal y como fue en esa noche? Si algo suena totalmente mal, lo ajustas. Pero si ajustas las cosas demasiado, ya no es directo. Un concierto en directo significa que, en ocasiones, no todo es perfecto. Por ejemplo, en las pistas vocales no cambié nada pero en ocasiones, si algo está muy mal, coges una palabra de una frase anterior y la sustituyes. Eso si que lo hacemos. Más allá de eso, todo está capturado en directo en Ludwigsburg y si lo cambias mucho, pierde la esencia del directo. Esto es lo que pasó en esa noche, es vital y es directo. Y eso es muy importante para nosotros.
Hubo un punto bajo para la banda alrededor de la época de ‘Infekted’, tanto en lo musical como en la asistencia a los conciertos. No obstante, en este momento habéis conseguido revitalizaros y recuperar posición comercialmente. ¿Compartís esa misma visión de la banda desde dentro? Absolutamente. Cuando volvimos de nuestro descanso y editamos ‘(R)evolution’ recuperamos algo que es absolutamente necesario en cualquier banda y eso es la diversión y las ganas de tocar juntos. Esa gira, la de ‘Built To Last’ y la de ‘Dominion’ nos han permitido volver a disfrutar de la banda. No solo eso, sino que hacemos cosas juntos estando de gira. Esta es nuestra vida y amamos lo que hacemos. Creo que es algo que puedes percibir en los últimos discos de estudio y en este directo. Aunque haga 23 años que la banda se puso en marcha, estamos ahora más vitales que nunca. Yo acabo de cumplir 50 años y no le veo fin a todo esto. La gente me pregunta que hasta cuándo me veo haciendo esto y mi respuesta es “mientras sea divertido”. Mientras haya diversión en lo que hacemos, aquí seguiremos. ¿Por qué hubo ese bajón? ¿Por qué estabais en horas bajas? Creo que perdimos la motivación. No había un plan de futuro. Las cosas ya no eran divertidas. No te lo puedo resumir de manera breve. Estábamos usando la misma receta siempre y ya estaba dejando de funcionar. A título personal, me di cuenta de que, tras quince años girando sin parar, no había visto nada del mundo por el que viajaba. Me di cuenta de que había estado en todas partes pero no había visto nada de nada. Decidí que desde ese momento, las giras me tenían que permitir experimentar las ciudades y los lugares. El show dura una hora y tres cuartos, pero luego tienes el resto del día que llenar. Correr ayuda, me ayuda a explorar ciudades. ¿Que hay una catedral gigante? Vamos a ella. ¿Que hay una fabrica de chocolate? Vamos allí. Hay que hacer cosas porque la vida es muy corta para sentarse a esperar. Cuando le pregunté a los chicos de la banda si querían acompañarme en mis excursiones, no lo dudaron. Ahora nos divertimos y eso se nota en nuestra relación. ¿Estáis trabajando próximo disco?
ya
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el
Una de las recetas que usamos en ‘Dominion’ es la de mantenernos siempre creativos, componer siempre. Es un progreso constante hoy en día. No es que estemos listos para ir al estudio, es muy pronto todavía. No siento que hayamos terminado el ciclo de ‘Dominion’ todavía. Necesitamos esperar y ver qué sucede en 2021. Espero que, al menos, el verano nos permita hacer los festivales. Espero que todos esos festivales que hemos tenido que cancelar en 2020 podamos hacerlos en 2021. Y con una buena planificación, me gustaría hacer una gira propia más antes de volver al estudio para un nuevo disco. Este show nos recuerda que hace solo seis meses las cosas eran muy distintas. ¿Tenías cierta sensación metal hammer | 53
de incredulidad cuando repasabas las grabaciones del directo de Ludwigsburg? Absolutamente. Creo que todos hemos pasado por ese proceso de negación. Nosotros no habíamos acabado la gira europea. Nos quedaban los shows en Suecia, los conciertos en Dinamarca, los festivales de verano y la gira norteamericana. Cuando los shows fueron cayendo uno tras otro y, especialmente, cuando tuvimos que cancelar la gira norteamericana me vine abajo. Tan solo pedía algo positivo en el horizonte, algo a lo que agarrarme. Siempre necesito tener algo planificado, algo que esperar en el futuro y de golpe todo desapareció ante mis ojos. La siguiente parte es pensar “¿y ahora qué?”. No tenemos ni idea de si vamos a girar alguna vez. Al final te das cuenta de que todo el mundo está en la misma situación. Solo te queda la opción de leer libros, mantenerte creativo, hacer las cosas que no te daba tiempo a hacer antes y salir adelante. Al final las cosas mejorarán y el primer paso es aceptar lo que está pasando y que no puedes hacer nada al respecto salvo esperar, mantener tu distancia con la gente y todo eso. Creo que algo bueno saldrá de todo esto. Soy una persona positiva. He pasado este tiempo leyendo muchos libros y eso me irá bien para letras y temáticas en el futuro. EL BOOM DEL POWER METAL Hammerfall aparecieron en 1997 con ‘Glory To The Brave’, un disco que marcó un antes y un después dentro del heavy metal europeo. En su formación habían militado Jesper Strömblad, que luego pasaría sus mejores años en In Flames, y músicos como 54 | metal hammer
Mikael Stanne y Niklas Sundin, luego famosos gracias a su trayectoria en Dark Tranquillity. Pero en aquel momento la banda ya estaba consolidando una formación donde el vocalista Joacim Cans y el guitarrista fundador Oskar Dronjak eran las piezas principales. Su tesón fue recompensada con un contrato del sello holandés Vic Records y pronto el sello alemán Nuclear Blast mostró interés. Los inesperados resultados de la banda sirvieron para generar un movimiento a lo largo y ancho de Europa que se conocería como la nueva ola del power metal, donde bandas como Rhapsody, Stratovarius, Edguy y muchas otras recogían el testigo del heavy metal acelerado que popularizaron Helloween a finales de los ‘80. Si bien Hammerfall existían en otro ámbito más cercano, si cabe, a unos Manowar (por su estilo más épico y el halo de true metal de sus letras) fue su eclosión la que hizo ver a otros sellos y gerifaltes que en el power metal había dinero.Y ya sabemos lo que pasa en estos casos. Hablamos con Cans sobre sus recuerdos de aquella época. ¿Cómo recuerdas aquella era? ¿Te sorprendió que hubiese un interés tan repentino en el género? Tienes que recordar de dónde veníamos. Era una era en la que el heavy metal estaba denostado. El grunge se lo llevó todo por delante. Y entre tú y yo: nunca entendí el grunge. Nunca fue mi estilo de música. Para mí, en aquella época, ya era suficiente conseguir grabar un disco de heavy metal clásico. Era un momento en el que a nadie le importaba el heavy. Nuestras expectativas eran acordes. Si vendíamos 3.000 o 5.000 copias en todo el mundo, era más que
suficiente. No teníamos planes de salir de gira. Yo trabajaba en una tienda de discos y me encantaba mi vida: le vendía discos de heavy metal a la gente y descubría nuevas bandas. Entonces pasaron cosas: Kai Hansen quería sacarnos de gira.Y nosotros decíamos “¿qué? ¿Kai Hansen?”. No dábamos crédito. A partir de ahí, todo estalló. Todo pasó tan rápido que no tuvimos tiempo de entender lo que estaba sucediendo. Salimos de gira, compusimos un nuevo disco y salimos de gira como cabeza de cartel. Eso fue en 1998, apenas catorce meses después de editar nuestro disco debut. Y ya éramos cabezas de cartel. Sería estúpido decir que esperábamos que sucediese nada de eso, porque no entraba en ninguno de nuestros planes. Después de ese éxito, los sellos comenzaron a fijarse en Nuclear Blast y a querer sus propios Hammerfall. Vieron que esto funcionaba y comenzaron a fichar bandas sin parar. Ese fue el momento en el que las cosas comenzaron a torcerse y para la llegada del nuevo milenio, la moda del power metal estaba fuera de control. Tenías a clones de Gamma Ray por todas partes con nada que ofrecer. Eso se cargó la escena al final y esa purga del power metal fue algo muy positivo. El género no podía seguir así o habría encarado su propia muerte. Por otra parte, yo nunca apliqué ese término “power metal” a Hammerfall. Somos una banda de true heavy metal. Tenemos algunos elementos del power metal, pero también se pueden ubicar dentro del propio género del heavy metal. ¿Hubo una confabulación entre distintos personajes de la industria del heavy metal para relanzar el
género? Gente como Limb Schnoor de Limb Music, Markus Staiger de Nuclear Blast y otros fueron actores muy destacados de ese retorno del género. Creo que todo fue una coincidencia y que fue el momento adecuado. Yo tengo que dar las gracias a Markus Staiger de Nuclear Blast por creer en Hammerfall cuando nadie más creía en nosotros ni en este estilo de música. Invirtieron muchísimo dinero en Hammerfall, mucho dinero de marketing para vendernos como una gran banda. Ahí estábamos nosotros: una banda desconocida de Suecia con un montón de exposición, anuncios y aparición en los CDs que las revistas llevaban antes. Había pósters en las revistas. La gente comenzó a preguntarse cuál era esa banda que salía por todas partes. En cada estantería de las tiendas de discos, en cada revista que leo… veo a Hammerfall. La gente, al final, quería ver si el pájaro podía volar, y eventualmente voló. Yo me entrevisté con representantes de otros sellos y me explicaron que ellos nunca nos habrían presionado como lo hizo Nuclear Blast. Ellos pensaban que Nuclear Blast hizo algo mal, algo incorrecto. La realidad es que la discográfica tuvo claro cómo hacer que la banda fuese grande. Nunca pensé que algo así pudiese llegar a pasar en nuestra carrera, pero así fue. Creo que muchos sellos y productores quisieron su propio caballo ganador con la misma fórmula y eso llevó a la locura generalizada. La temática del power metal fue considerada ridícula por mucha gente en aquel momento: la épica,
las composiciones, la fórmula… ¿Recuerdas cuál fue la peor crítica que leíste de ‘Glory To The Brave’? La verdad es que ‘Glory To The Brave’ no tuvo muy malas críticas, fue bastante bien recibido. Pero cuando editamos ‘Legacy Of Kings’ la gente comenzó a comparar con el disco anterior y con otras bandas. Tuvimos una reseña en la Kerrang! inglesa que decía “esto es una mierda”. Esa era la reseña. Sin más. No ponía nada más. Me pareció tremendo. Si yo leyese una reseña como esa de cualquier banda, tendría verdadera curiosidad por escucharla, aunque solo fuese para ver si era tan mala. Después de eso, con ‘Renegade’, la gente comenzó a ser menos amigable. Hay gente ahí fuera a la que seguimos sin importarle porque nunca vamos a ser tan buenos como en el primer disco o algo así. Somos una banda distinta ahora: como compositores, como músicos y como personas. Somos un grupo en el que se puede confiar porque siempre nos hemos mantenido fieles a un género. A nivel económico ¿fue provechosa aquella época? Aún se vendían muchos discos y el mundo era un lugar distinto. ¿Tomasteis buenas decisiones en lo económico? Ahora somos más mayores, pero en aquel momento estábamos en nuestro primer contrato discográfico. Los primeros contratos son, por definición, una mierda. El primer contrato siempre es una mina de oro para la discográfica. Nos llevó un tiempo poder renegociar para poder mejorar el contrato y tener el trato que
queríamos tener. Firmamos el contrato que firmamos porque pensábamos que íbamos a vender de 3.000 a 5.000 copias en todo el mundo. ¿Quién me iba a decir que estaría aquí, 23 años después, hablando contigo sobre esto y editando un disco en directo? Yo no me preocupé de nada más y creo que todos tenemos que pasar por esos contratos malos para entender las cosas. Nosotros no ganamos nada de dinero al principio. Le debíamos un montón de dinero al sello, de hecho. Yo vivía al día pero me daba lo mismo porque podía tocar heavy metal y girar por el mundo. La música que amaba. Era un afortunado. Si hubiese sido un adolescente en aquel momento habría acabado de otra manera, especialmente con el alcohol y todo eso. Pero tener 27 años en aquel momento me permitió saber que había otra vida más allá de eso y eso me permitió ser más cauteloso y pensar las cosas un poco mejor. Saber que hay un mañana te ayuda a tomar mejores decisiones. Yo no quería terminar siendo un vagabundo que vive en las calles de Gotemburgo porque tomé decisiones estúpidas o bebí más de la cuenta. A día de hoy nunca he salido borracho al escenario. Creo que es una muy mala actitud para los fans. Siempre he estado sobrio sobre el escenario. Tras el show sí que puedo beber champán o un par de cervezas, pero siempre después. Estar sobre el escenario siempre ha sido muy importante para mí. Del mismo modo te digo que si hubiese tenido 18 años cuando Hammerfall explotaron, las cosas habrían sido muy distintas. metal hammer | 55
LO ÚNICO QUE PODÍA SALVAR 2020 texto: sergi ramos
fotos: Josh Cheuse
En un año en el que el planeta está asolado por una pandemia, las economías se descalabran y el rock and roll se ha paralizado por completo en cuanto a giras y festivales, tan solo la banda de rock más grande de todos los tiempos podía salvar la papeleta.
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Cuando a finales de septiembre se comenzaron a filtrar materiales gráficos de un presunto videoclip y una presunta portada de un nuevo disco de AC/DC, muchos suspiramos con la misma profundidad que si AstraZeneca hubiese comenzado a distribuir la vacuna de Oxford contra la covid-19. Si algo podía darle la vuelta a una de las épocas más oscuras de la actualidad, eso era un nuevo disco de AC/DC tras haber dado todos por finiquitada a la banda cuatro años atrás. El ciclo de disco y gira de ‘Rock Or Bust’ no fue nada fácil. Además de los publicitados problemas con la ley de Phil Rudd, que forzaron el retorno de Chris Slade a la batería, la banda se enfrentó a los problemas auditivos de Brian Johnson y su ‘baja’ a media gira y, rozando el final, al anuncio de retirada de Cliff Williams tras 40 años de servicio en la banda. “Las cosas no son lo mismo”, decía el bajista por entonces. Evidentemente: sin su gran amigo Brian y sin Malcolm Young en la banda, en las fases finales de su demencia, las cosas no eran lo mismo. Las cosas tan solo se podían coronar de la peor manera posible: con la muerte de Malcolm Young, el motor y fundador de la banda, en noviembre de 2017. El funeral supuso la reunión de todos los miembros supervivientes de la formación clásica de AC/ DC y sentó las bases de lo que ahora es uno de los retornos más esperados de la historia reciente. Si AC/DC tenían que volver, tenía que ser con todos los miembros que hicieron posible el disco más grande de su carrera, ‘Back In Black’. Malcolm ya no estaba, pero Stevie Young cargaba su guitarra con mucha dignidad, como ya demostró en la gira anterior. Y en agosto de 2018 comenzaron a circular las imágenes que todo el mundo estaba esperando: la banda estaba en los Warehouse Studios de Vancouver, Canadá, trabajando en un nuevo disco. En el mismo lugar en el que habían grabado los anteriores tres trabajos, ‘Stiff Upper Lip’, ‘Black Ice’ y ‘Rock Or Bust’. Los miembros de la banda departían alegremente entre cigarros en una terraza del estudio y todo parecía estar alineándose para el retorno del grupo. Ya en 2019 comenzaron a circular algunos rumores de una posible gira, para la cual era un impedimento que el disco no estaba finalizado del todo. Aunque llegó a haber reservas en estadios de toda Europa por parte de sus promotores (también en España)
el grupo no dio luz verde y los planes de gira quedaron pospuestos para 2020. Y, a juzgar por la fecha que acarrean los archivos que nos ha enviado Sony Music para escuchar el avance del disco, fue el 31 de enero de 2020 que el producto estuvo finalmente acabado. Lo que vino después, a partir de marzo, lo sabemos todos. Aun así, la banda -o Sony- no quisieron postergar mucho más el lanzamiento de uno de los trabajos que más venden. Si estaba previsto en los objetivos que AC/DC editaban disco en 2020, no pueden no editarlo. Los números mandan y finalmente fue anunciado que el 13 de noviembre la banda sacaría a la luz el primer disco en seis años, a tiempo para la campaña de navidad -como casi siempre-. Un primer tema titulado “Shot In The Dark” servía de introducción a la familiaridad habitual de AC/DC y, de golpe, parecía que todo en el mundo se volvía a poner en su sitio: Brian, Cliff y Phil de vuelta, un nuevo disco del grupo en cuestión de semanas y los planes de ¿quién sabe? una futura gira mundial ya rondando. Una vez escuchado en profundidad, el nuevo disco de AC/DC no sorprende en exceso y eso es exactamente lo que uno busca en AC/DC. No esperas jams progresivas de 17 minutos, ni teclados, ni baladas. Esperas una colección de himnos que te golpeen el esófago con determinación, con dobles sentidos que rozan lo adolescente y con riffs de guitarra que te recuerdan a otros riffs de guitarra previamente escuchados. Hay que decir una cosa, y es que el disco es superior a ‘Rock Or Bust’, el cual apenas salvaba dos canciones. Del mismo modo que ‘Black Ice’ fue un disco especialmente sembrado del que hasta cinco canciones terminaron incorporadas en el set de directo de la banda, ‘Power Up’ contiene buenos ingredientes para ese caldo que es el directo. Si bien algunas cosas parecen hechas a base de parches -lo de coger viejas ideas y trabajarlas o ensamblarlas a posteriori tiene ese efecto a veces- lo cierto es que en líneas generales, ‘Power Up’ es un buen trabajo a la altura de la leyenda de la banda. No, no es ‘Let There Be Rock’, ni siquiera ‘Ballbreaker’. Pero a veces tenemos que asumir que las bandas ya no son lo que eran y que lo mejor que podemos hacer es coger lo que nos siguen dando sin chistar. Y con esa premisa en mente, el nuevo disco de AC/DC suena muy competente y, con la que está cayendo, incluso refrescante. Este es nuestro análisis tema a tema:
“Realize” Comienza con un riff que recuerda a la época de ‘Blow Up Your Video’ y un Brian Johnson que usa un toque de reverb en su voz que es reminiscente de aquella época. Los coros son algo distintos a lo habitual en AC/DC y muy presentes a lo largo del tema, dotándolo de una dimensión más melódica de lo habitual. El riff es activo y constante, empujando sobre manera el tema en los primeros compases y con unas progresiones de acordes que no recuerdan a trabajos recientes como ‘Black Ice’ o ‘Rock Or Bust’. El solo es uno de esos rasgueos de Angus con más rabia que precisión, muy propio de lo aparecido en algunas canciones de ‘Black Ice’. No es el mejor inicio, considerando lo que hay más adelante, pero es digno. “Rejection” Un tema de connotaciones algo más bluesies en el riff, con un Brian Johnson que trabaja en algunos registros comedidos, a la altura de un tipo que acaba de cumplir 73 años. La presencia de los coros vuelve a ser importante, incluyendo unos “uhhh” en respuesta al estribillo que no terminan de quedar bien ubicados pero que le dan un aire semi-soul al estribillo. Es evidente que Phil Rudd está tras las pistas de batería, del mismo modo que en ‘Rock Or Bust’. Su milésima de retraso sobre el riff de Angus y Stevie Young es difícilmente imitable y le da a los temas la cadencia necesaria. Se hace complicado ver cómo habría podido casar el sonido más preciosista de Chris Slade en un disco como este. Le falta algo más de garra y protagonismo de Angus, pero es muy correcto. “Shot In The Dark” A estas alturas ya conocido por todos como primer single del disco, “Shot In The Dark” es un tema que reúne muchos de los tics de AC/DC y que lo hace inmediatamente familiar: el riff que se sincopa con la batería, el estribillo con coros respondidos por Brian Johnson, el uso de algunas palabras fetiche en la letra (“make it alright”, “electric spark”, “rolling thunder truck”… les ha faltado “dynamo”, otro gran clásico), el solo breve pero incendiario de Angus, ese lick inicial sin púa, con Angus pellizcando las cuerdas cual intro de “Stiff Upper Lip”… todo en esta canción es terreno inmediatamente familiar. metal hammer | 57
“Through The Mists Of Time” Un inicio a contratiempo entre la batería de Phil Rudd y la guitarra de Angus Young da paso a uno de los temas más melódicos del disco, con coros muy galvanizadores. Un tema repleto de buen rollo, algo inusual en su estructura melódica y, sin duda, muy lejos de la agresividad protometal de discos como ‘Let There Be Rock’ o el sarcasmo oscuro de ‘Powerage’ que proporcionaba el estilo lírico de Bon Scott. Los coros son cercanos a los de “Thunderstruck” y aunque se abusa un poco de ellos hasta el punto de hacerlos cheesy, terminan casando bien con el riff enérgico de Angus. “Kick You When You’re Down” Otro tema con un inicio que que no terminas de ubicar en ningún otro punto del catálogo de AC/DC. Da la sensación de que una buena parte del disco está compuesto con 58 | metal hammer
fragmentos de unas y otras composiciones ensamblados para conseguir un producto lo más reminiscente a un disco de AC/DC, pero que las canciones no son específicamente obras completas desde su origen. En este caso, los versos y el estribillo parecen sacados de dos composiciones distintas. Pasa sin pena ni gloria, aunque su ritmo four-on-the-floor de Rudd y la cadencia vacilona del mismo tienen su encanto.
material de ‘Ballbreaker’. En el departamento vocal, Brian alterna su voz más grave y bluesy en los breaks con los tonos medianos en el resto de la canción. Él solo es salvaje y el estribillo es otro buen trabajo melódico. Se engancha y da ganas de repetir. Junto con “Shot In The Dark” y “Witch’s Spell” tiene pinta de ser una de las canciones que la banda podría incorporar al set list de directo -si es que alguna vez vuelve a haber conciertos-.
“Witch’s Spell”
“Wild Reputation”
Nuevamente, territorio familiar, al estilo de “Shot In The Dark”. Melodía inicial con Angus pellizcando cuerdas, riff que deja espacio a la batería para respirar y arpegios de Stevie Young que recuerdan mucho a los de Malcolm Young. El estribillo es adictivo y, sin duda, uno de los mejores del disco.
Comienza con una linea de bajo de Cliff Williams a la que pronto se suma un lick muy resultón de Angus y un Brian Johnson muy acertado en su interpretación.
“Demon Fire” Un tema rápido con un riff serpenteante y malicioso que puede recordar ligeramente al
El riff está doblado entre Angus y Stevie y es más intrincado que otros de los que podemos ver en el disco. Sin estar a la altura de ninguno de los grandes discos de la banda, ‘Wild Reputation’ está a la altura de lo aparecido en trabajos de los últimos veinte años de la banda. Canciones que mantienen
el tono general, el sonido identificable de la banda y que, aunque no pasarán a la historia, permiten evidenciar la buena salud de la banda. “No Man’s Land” Un riff algo épico para empezar -casi cercano al sonido de la gaita de “It’s A Long Way to The Top”-, quizá en homenaje a su Escocia natal. Los versos discurren sobre un arpegio a lo “Hell’s Bells” sin ser tan oscuros en su tonalidad. La banda suena compenetrada, a diferencia de los primeros temas del disco que daban la impresión de ser pastiches ensamblados a partir de distintas ideas. Si algo se puede echar en falta en este disco -y en la mayoría de trabajos de las últimas dos décadas- es el uso de riffs machacones y efectivos como puede ser el de “High Voltage”. Esos riffs, cargados de boogie, eran parte integral del sonido de la banda y ahora no se adivinan por ninguna parte.
“System Down” Un riff algo más enrevesado -de esos que eran marca de la casa y donde se entrecruzaban las cuerdas de Angus y Malcolm- es el protagonista de este “System Down”, así como uno de esos pequeños crescendos de toms que conducen al estribillo y que se echaban de menos (pensad en los segundos previos al estribillo de “Highway To Hell” mismamente). El solo es nuevamente acertado y lleno de vitalidad. Una segunda mitad del disco que contiene mejores temas que la primera, sin duda.
el subyacente es siempre el mismo y ninguna combinación de guitarras suena como la de Malcolm / Stevie y la de Angus. “Money Shot” contiene un buen estribillo. La mayoría, en general, lejos de la cierta mediocridad que abundaba en ‘Rock Or Bust’ en ese campo. Y sorprendentemente, el final incluye una bienvenida bulla marca de la casa -todos solían acabar con una nota de Angus que se desvanece sobre la vibración de las cuerdas de la guitarra rítmica decayendo. Este no. Este acaba como está mandado en un tema de AC/DC.
“Money Shot”
“Code Red”
Otro tema que nos acerca a la época de ‘Blow Up Your Video’ o ‘The Razor’s Edge’, con cierta distancia. Los matices en el sonido de AC/DC son sutiles y a veces se pueden ubicar en un época determinada por los acordes que emplean en los versos o por las melodías vocales que emplea Brian Johnson. Evidentemente, todo suena a AC/DC, porque
Un tema algo más flojo, con un riff rocoso y serpenteante de nuevo y unas buenas líneas vocales pero al que le falta algo. Un medio tiempo que tampoco aporta nada a la ecuación final del disco. Piensa en algo al estilo de “Night Of The Long Knives” de ‘For Those About To Rock’: ni chicha ni limoná, pero suena a AC/DC y eso es suficiente. metal hammer | 59
deftones LA REINVENCIÓN TEXTO: SERGI RAMOS FOTO: FRANK MADDOCKS
Veinte años después de la salida su disco clave, Deftones se enfrentan a uno de los años más difíciles de su carrera y lo superan con nota y con un nuevo trabajo, ‘Ohms’, que es de lo mejor del año.
Cuatro años después de la edición del laureado ‘Gore’, Deftones tenían varios frentes abiertos en 2020. Además de una espectacular gira de verano por Estados Unidos, la banda afrontaba la onomástica del 20º aniversario de ‘White Pony’, el álbum seminal que lanzó definitivamente su carrera. Pero, a la vez, la banda estaba dando los toques finales a lo que ha terminado siendo ‘Ohms’, un trabajo directo pero atmosférico que nos devuelve a la formación a primera linea. Su batería, Abe Cunningham, habla con Metal Hammer sobre los pormenores de editar un disco mientras el mundo arde. ¿Fue una opción posponer la edición de este nuevo disco? Muchas bandas están posponiendo sus lanzamientos. Nosotros lo hemos retrasado un par de semanas, pero poco más. Al final teníamos que salir adelante y la gente está interesada en escuchar nueva música. Quizá incluso les ayuda. Tuvimos algunas dudas al respecto pero no lo retrasamos más. ¿Cómo has vivido la oportunidad de poder estar en casa durante casi un año? No ha habido giras, no ha habido viajes inacabables… Es divertido porque me estoy volviendo loco. Antes de comenzar a componer este álbum habíamos acordado que la banda se iba a tomar un tiempo de descanso. Eso lo decidimos en 2019 y la idea era descansar un poco y luego ir reuniéndonos para componer un nuevo disco. Lo cierto es que ya teníamos ese parón previsto y ahora que ya hemos hecho el descanso y hemos editado el álbum no hay nada que hacer y me estoy 60 | metal hammer
volviendo loco (risas). El tiempo en casa ha sido provechoso. El poder estar con la familia y con los amigos haciendo cosas normales ha sido un cambio bienvenido, pero me muero de ganas de salir ahí fuera. Los lanzamientos de Deftones tardan 3 o 4 años en llegar, aunque también es cierto que las giras se alargan porque el mundo es un lugar más grande hoy en día para un grupo que gira. Como batería ¿como te mantienes al tope de tus capacidades cuando hay descansos tan prolongados?
Es una gran pregunta. Somos mejores y estamos más felices como personas que cuando éramos jóvenes. No reniego del pasado porque gracias a todo aquello somos lo que somos ahora. Como personas, como individuos, estamos más en paz con el mundo y vivimos la vida de otra manera.‘White Pony’ es un disco especial y nos fascina que la gente siga teniendo interés por él veinte años después de su edición. Es el álbum que permitió seguir adelante como banda. La composición del nuevo trabajo comenzó en 2018. ¿Cuál ha sido la génesis de este trabajo?
Creo que después de tantos años en la banda es algo que tienes grabado a fuego. Cada uno de nosotros vive en un lugar distinto así que tampoco quedamos para ensayar como cuando todos vivíamos en Sacramento. Creo que hoy en día es más importante estar preparados mentalmente. Ensayamos mucho por nuestra cuenta, sin estar juntos, y de ese modo nos preparamos para ser eficientes cuando ensayamos con toda la banda.
Comenzamos en 2018 o 2019. Ha sido un proceso muy relajado. Estábamos en casa, ensayábamos unos días, quizá una semana y volvíamos a casa y seguíamos intercambiando ideas por Internet. Fuimos viviendo con las canciones y con el disco. En 2018 tocamos solo 14 shows y en 2019 solo hicimos 3 conciertos así que nos pusimos a grabar para aprovechar el tiempo y mantener a la banda viva y moviéndose hacia adelante.
A veces veo viejos vídeos o practico por mi cuenta para recuperar el tono. No vivir todos juntos desde hace 12-13 años nos hizo tener que tomar otro camino a la hora de ensayar y prepararnos para las giras. La tecnología también ayuda.
Es un disco bastante atmosférico. Las canciones son directas, de 4 o 5 minutos. ¿De qué modo ha influenciado eso tu estilo como batería en el disco? ¿Compones tus propias partes de batería?
A la vez que estabais preparando este disco también se acercaba el 20º aniversario de ‘White Pony’ y la reedición. ¿Ha condicionado esa coincidencia en el tiempo el resultado de este nuevo trabajo? ¿Os ha hecho analizar quién erais y quien sois?
Nunca hay una sola persona componiendo las canciones, siempre es un esfuerzo colectivo entre todos. Cuando nos vemos, la música surge, viene a nosotros y vamos improvisando. La composición de este disco fue, como decía, un proceso largo y relajado con muchos descansos de por medio. El caso es que
“Deftones no es una banda a la que puedas considerar la más metálica del mundo” (Abe Cunningham)
cuando fuimos al estudio estábamos muy bien ensayados y decidimos hacer el disco en directo como banda, sin claqueta, sin grabar por separado. Los últimos discos los habíamos grabado de otra manera. Nuestros primeros discos los grabábamos todos juntos y a medida que fuimos evolucionando como banda, íbamos grabando nuestras partes por separado. Esta vez hemos vuelto a nuestro proceso original y, de hecho, ha ido todo muy rápido en ese sentido. Cuando acabamos me quedé con ideas en la cabeza para algunos fills o partes de batería pero fue muy bueno poder volver a tocar todos juntos en una habitación sin claquetas ni nada que nos marcase en exceso. En esta ocasión ha vuelto Terry Date tras los mandos tras casi veinte años. ¿Por qué le habéis reclutado de nuevo como productor después de tanto tiempo? Terry es un gran, gran amigo. Nuestros sonidos más identificables los creó Terry junto a nosotros grabando los primeros cuatro discos. Él vive en Seattle y siempre que pasamos por allí viene a vernos. Su familia también es muy amiga de los miembros de la banda. Un día nos dijo que si le necesitábamos, que le llamásemos. Tras varios álbumes con otros productores decidimos dar el paso. Es una persona con la que trabajamos con mucha comodidad. No hay sorpresas. ¿Qué equipo has usado en el disco? El bombo, por ejemplo, suena mucho más potente que en el anterior trabajo. ¿Usas un diámetro más grande en este disco?
La verdad es que estoy usando un kit totalmente nuevo para esta producción. Es esencialmente el mismo kit que uso en directo, con el mismo montaje. Tengo una reserva de cosas que me gustan, una caja llena de platos y cosas que me gusta usar en el estudio, pero esencialmente todo lo demás es lo mismo. El bombo es el mismo de mis directos pero el sonido tiene el “umph” de la producción de Terry Date. Hace años leí una entrevista donde asegurabas no sentirte un batería de metal. ¿Por qué? Los baterías de hoy en día son de otro nivel. Nunca podría soñar con tocar como ellos. Los baterías que yo crecí me hicieron no considerarme un batería de metal, porque mis influencias son distintas. Y Deftones tampoco es una banda que puedas considerar la más metálica del mundo. Siempre hemos sido una banda con mucho peso de las guitarras y mucha distorsión. El tono de Stephen (Carpenter, guitarra) es una gran parte de nuestro sonido. Las bandas que parecían “las raras” o “las nuevas” en los primeros 2000s son los cabezas de cartel de los festivales de hoy en día: System Of A Down, Rage Against The Machine, Deftones, Korn... por una cuestión meramente generacional. ¿Se te hace extraño que tanta gente cite a Deftones como influencia o como una parte integral de su vida? ¿Qué sensaciones te genera? Pienso que no somos la banda más grande del mundo pero que tenemos un seguimiento muy fiel y muy constante. Llevamos muchos
años tocando y la gente se sube y se baja de nuestro tren a lo largo de ese tiempo. Siempre es positivo saber que influyes a gente, que marcas los gustos de algunas personas. Es raro que las bandas que eran grandes cabezas de cartel estén envejeciendo y se estén retirando. Es algo que cuesta asumir. Y en cierta manera eso nos da paso a los que venimos detrás. ¿Cómo definirías la relación entre miembros de la banda hoy en día? ¿Amigos de verdad o compañeros de trabajo? Es una relación de amistad muy cercana. En los últimos seis o siete meses nos hemos unido incluso más. No hace tanto estábamos a ocho horas de largarnos de gira a Australia para empezar nuestra gira.Yo tenía mis maletas hechas y estábamos listos para irnos hasta que llegó la llamada diciendo que se anulaba todo. Mientras todo esto ha pasado hemos estado haciendo prensa y promoción sin parar y los chicos estamos en contacto todo el tiempo. Nadie me hace reír tan fuerte como esos tíos, te lo aseguro. Ellos son lo que conozco, ellos son mi familia. ¿Cuál es el plan en este momento? Imagino que estáis atentos a las noticias como cualquier otra banda. Todo estaba planificado, se anuló, y lo pasamos a 2021.Ahora no estamos seguros de 2021 tampoco y si esto sigue tal y cómo va, no tengo ni idea de qué va a pasar. Todas las bandas del mundo están intentando girar de nuevo y va a ser complicado, aunque voy loco de ganas por estar en la carretera de nuevo. 2021 es el plan por el momento y espero que podamos sacarlo adelante. metal hammer | 61
LEAVES’ EYES LA BATALLA FINAL TEXTO: SERGI RAMOS FOTO: STEFAN HEILEMANN
Muchos les dieron por finiquitados con la salida de una carismática vocalista, pero el equipo está por encima de los jugadores. La historia de Leaves’ Eyes podría haberse quedado supeditada a su anterior vocalista. La carismática Liv Kristine y su química musical dieron forma a un grupo, Leaves’ Eyes, que se hizo un hueco rápidamente en la escena del metal sinfónico con dejes épicos y orquestaciones barrocas. Pero la entrada de Elina Siirala le dio continuidad a una banda que aún tenía mucho que decir. Si bien ‘Vinland Saga’ de 2005 es considerado por muchos como su trabajo definitivo, el más reciente ‘King Of Kings’ de 2015 fue una muestra de que aún queda pólvora por quemar. Con un trasfondo lírico ambientado en la batalla de Stamford Bridge y la Inglaterra de 1066, ‘The Last Viking’ es una épica historia de vikingos que observan el final de sus tiempos. Una conclusión espectacular para una saga que está repleta de precisión histórica bajo la batuta del siempre detallista Alexander Krull, alma mater actual de la banda. “No hacemos bromas con la mitología”, dice serio el músico. Lejos de clichés de series y películas televisivas, ‘The Last Viking’ es una obra a la que precede un sesudo periodo de documentación. Canciones como “Chain Of 62 | metal hammer
The Golden Horn”, la trabajada “The Last Viking” o “Dark Love Empress” hablan de combates, caídas y hostilidad con la misma facilidad que fluye la música del grupo. Hablamos con la vocalista sobre los retos y desafíos de hacer un disco en pleno 2020. ¿De qué modo ha afectado la covid-19 al lanzamiento del nuevo disco de Leaves’ Eyes? El disco se ha tenido que retrasar, evidentemente. La idea original era hacer el show de presentación oficial en el Summer Breeze Festival de agosto, pero a la que estalló todo vimos que no podríamos tener los videoclips a tiempo y que había que posponerlo todo. Al tenerlo todo en movimiento y en proceso ya no queríamos retrasar más las cosas y darle nueva música a la gente. Ya habíamos hecho el trabajo, el momentum estaba ahí y había que aprovecharlo. ¿Que previsiones tenéis para este disco? ¿Crees que las ventas se verán afectadas?
Para ser sincera, no tengo la menor idea. No soy la persona adecuada a la que hacerle esta pregunta. Alex Krull tendrá más información al respecto. Por lo que se, la preventa está funcionando bien, con normalidad, y las cosas van bien. No sé hasta que punto van a verse afectadas las cosas. No creo que sea muy grave. Es desafortunado que no podamos girar y promocionar el disco, y en ese sentido alguna clase de efecto habrá. Sustituir a Liv Kristine no es fácil. ¿Cuál es tu evaluación de estos cuatro primeros años con la banda? ¿Crees que la gente te ha aceptado plenamente como nuevamente vocalista de la banda? Pienso que sí. Han pasado cuatro años y medio y todo ha sido muy sorprendente y nuevo para mí. Todo ha ido a gran velocidad y hemos hecho un montón de shows juntos y hemos grabado tres discos en este tiempo. He pasado a ser una parte sustancial de la banda muy pronto y lo que más me preocupaba era hacerlo lo mejor posible sobre el escenario y vocalmente hablando. Sabía que iba a haber
opiniones sobre mí, que podía haber división, porque este es un estilo musical que la gente siente con mucha pasión. Por lo que he ido viendo online, en las redes sociales, nunca he tenido la sensación de no ser aceptada. Claro que hay gente que me recuerda que mi voz es distinta, pero la aceptación ha sido buena. Creciste con la música clásica. ¿Como te ha condicionado a la hora de enfocar tu trabajo en Leaves’ Eyes? Es parte de mí, por así decirlo.Yo estudié un grado de música clásica, me mudé a Londres y descubrí otros estilos. Lo importante en todo esto es entender que tú eres el instrumento y que tienes que seguir desarrollándote de manera permanente. Cualquier cosa que hagas afecta a tu voz, la hace madurar o te hace aprender. Parte del motivo por el que puse en marcha mi propia banda,Angel Nation, fue para componer música hecha para mi voz. No quería hacer música clásica u opera, sino que quería crear mi propia música a medida. Por eso me inmiscuí en la escena del rock y metal en Londres. Quiero usar las cosas que
tengo a mi favor, en lugar de concentrarme en aquellas cosas que no puedo o no sé hacer. En Leaves’ Eyes hago lo mismo. Yo explico sagas épicas con mi voz y tengo que encontrar la manera que encaja con mi voz. Tengo que pensar en los personajes, en los ambientes… es exigente, pero siempre intento hacerlo lo mejor posible. La banda sabe como sacar lo mejor de mí misma. Al ser alguien con una voz educada en el contexto clásico ¿cuál es el mayor error que cometen los y las vocalistas de metal? ¿Cuál es el error más habitual que ves dentro del estilo? Es una pregunta complicada, porque depende de cada individuo. No puedo decir nada general que todo el mundo haga erróneamente. Yo doy clases y me encuentro con muchos tipos de voz distintos. Cada persona necesita unas pautas distintas y unos consejos distintos para mejorar su estilo. Es difícil encontrar una sola cosa común a todas las voces de metal. Es una combinación de aspectos, ciertamente.
Una de las cosas más importantes en ‘The Last Viking’ es la historia que explica. ¿Has tenido algo que ver en la historia o Alex Krull es el artífice de todo ello? El concepto siempre es el territorio de Alex. El lee, hace mucha investigación y decidió este concepto cuando acabamos el anterior disco. Lleva mucho tiempo con la idea en la cabeza. Es una persona que se sumerge mucho en los conceptos y en las sagas que tratamos. ¿Qué plan tenéis ahora? Imagino que estáis esperando a ver qué sucede en las próximas semanas para saber qué sucede en 2021. Tenemos algunos planes porque tenemos muchas ganas de tocar las nuevas canciones en directo. Pero cuándo y dónde sigue siendo la gran duda. Nuestra agencia de contratación está hablando con los promotores para ver qué es posible, pero todo está en el aire. Evidentemente nuestra gira queda aplazada y nadie tiene la menor idea de qué va a pasar en el futuro más inminente. metal hammer | 63
SPIRIT ADRIFT ARROLLADORES
Spirit Adrift es una banda de Arizona que nació en 2015 como el proyecto personal de Nate Garret, también conocido por ser integrante de la formación de death metal Gatecreeper. En sus inicios, las composiciones del grupo se inclinaban hacia un doom pesado propio de bandas como Black Sabbath, Pallbearer o Candlemass. TEXTO: TAMARA RUIZ Con el paso del tiempo, sus canciones han sido escritas con un abanico más amplio de influencias y han ido añadiendo elementos de los ’80 y ’90, tintes de heavy clásico, speed metal o incluso thrash.Toda una mezcla exquisita de diversas ramas pero que, sin embargo, llega a oídos del oyente con aire de frescura. Esto lo llevan a cabo con afán de no etiquetar a la banda dentro de un determinado estilo. El 16 de octubre es el día escogido para la puesta en circulación su cuarto trabajo de estudio, ‘Enlighthened By Eternity’, un disco que ha pretende calar hondo en los seguidores del grupo, pues según relata su vocalista en esta entrevista que le hemos realizado, es del que más orgulloso se siente. “Esta es la primera vez que siento que todo mi potencial como músico, cantante y compositor ha sido representado por completo. Quería hacer un álbum de heavy metal clásico y empoderador. Creo que logramos ese objetivo”, contaba Garrett con entusiasmo. Este álbum ocupa el puesto número 4 en la corta carrera de Spirit Adrift, ya que la experiencia de su propia vida le da inspiración suficiente para componer continuamente: “Ha habido mucho dolor, alegría, locura, amor, ira y todo lo demás en el medio. Mi vida sigue siendo salvaje y probablemente nunca se calmará. No creo que mis fuentes de inspiración se agoten nunca”. 64 | metal hammer
FOTO: DILLON VAUGHN El citado disco llega en respuesta natural a su anterior ‘Divided By Darkness’, cuyo interior albergaba ira, violencia y pensamientos oscuros. “Esta vez me centré más en la solución y menos en el problema”, explicó el cantante. Como a toda banda, a Spirit Adrift también les ha afectado la actual pandemia de la covid-19, que ha paralizado sus planes de gira -aunque la productividad del frontman no ha mermado, según cuenta-: “Me he mantenido ocupado con proyectos relacionados con la música, además de administrar la banda, la tienda online y ese tipo de cosas. Este año he estado más ocupado con proyectos musicales que nunca, de hecho. Tengo diez nuevas canciones en demos en este momento, la mayoría de las cuales terminé en marzo y abril”. Nate Garrett hizo hincapié en el disfrute de sus ocupaciones; compone únicamente por placer personal y el único motivo para triunfar es que se pueda permitir despreocuparse de cualquier tipo de problema económico en un futuro. Rechaza de esa forma la vida de la fama, a la que tilda de tóxica y antinatural. Como broche recalcó que “cualquiera que se queje de lo difícil que es triunfar solo busca excusas. Sí, es difícil, pero vale la pena. Si esto no fuera difícil, todos lo estarían haciendo y no sería especial”.
stravaganzza EL RESURGIMIENTO DEL FÉNIX
Después de casi una década de parón, Stravaganzza vuelve para poner su maquinaria en marcha y dar lo mejor de sí mismos -siempre acompañados por un gran equipo que les respalda-. Lanzan un nuevo DVD en directo y están muy orgullosos de él. TEXTO: almu de andrés El grupo siempre ha tenido las miras muy altas y ha trabajado duro para llegar a su objetivo. Stravaganzza es un proyecto ambicioso artísticamente y que ha ido calando en el público poco a poco llegando a hacer que la gente que en sus inicios lo despreciaba a día de hoy han seguido escuchando y han valorado el trabajo de la banda. “Creo que nuestra propuesta la terminaron entendiendo miles de personas que al principio no entendían o no les gustaba de primeras”, reconoce el vocalista y frontman de la banda, Leo Jiménez, que nos atendió durante más de una hora por teléfono. “Entiendo del mismo modo a la gente que no entendiera nuestra propuesta de primeras, es comprensible”. Si se echa la vista atrás, uno de los peores momentos por lo que paso el grupo fue cuando Big Simon dejó este mundo. Stravaganzza quedó muy tocado. Él era un miembro más de la banda e incluso no se llega nunca a superar esa situación, solo se aprende a convivir con ello para avanzar, no queda otra. “El mejor momento como banda sin duda es ahora; estamos rozando una popularidad que no teníamos cuando estábamos a saco con Stravaganzza en 2006”, afirma Leo. Durante la primera etapa de la formación había conciertos que en los que llenaban la sala y había otros en los que no había ese éxito. En la actualidad, y a diferencia de la primera etapa mencionada, en cada sitio que pisan es triunfo para la banda, que se está acostumbrando a colgar el cartel de “no hay billetes”. 2017 fue una primera toma de contacto con el público de siempre y quienes se han ido añadiendo durante la década en la que el grupo estaba en hibernación. “El concierto de 2017 fue un show de reencuentro con nosotros mismos y con los fans.Veníamos sin rodar, es decir, la maquinaria llevaba parada casi 10 años como te digo. Realmente era una puesta a punto”, recuerda Leo. La humildad es una cosa que caracteriza a la banda. Stravaganzza ha sabido cómo resurgir con este DVD del concierto de 2019 y llegar a sus aficionados. Los ensayos y el tiempo de espera merecieron la pena y han dado como resultado un excelso directo grabado donde el grupo, equipo técnico y bailarinas realizaron un gran trabajo. La posibilidad de que llegue al cine este DVD llamado ‘La Noche Del Fénix’ existe, pero de momento no se plantea a corto plazo. Solo el tiempo y el éxito que tenga dirán si se llega a producir. Un concierto de este calibre precisa de mucha preparación. En la mayoría de las ocasiones no se ensaya como a uno le gustaría. Al menos el tener dos días la sala para poder ensayarlo en condiciones sería algo adecuado, pero económicamente era imposible, por lo que todo
se preparó en diferentes días con la banda y bailarinas, otros el grupo y cuerdas y así hasta que llegó el evento, pero fue el mismo día de la grabación del DVD cuando se ensayó el concierto entero con todos los componentes en un mismo emplazamiento. Desde bien temprano acudieron a la sala para preparara como la prueba de sonido, como si fuera un directo convencional, pero con la diferencia que había 40 personas sobre el escenario. Después de terminar ese ensayo general, acto seguido tuvieron que cambiarse de ropa y dar el concierto delante del público. En cuanto la diferencia entre los seguidores de la primera etapa y de la segunda, lo principal es que se han ido añadiendo más fans que, por edad o porque no conocían la banda, ahora se han convertido en grandes seguidores de Stravaganzza. Una cosa que llena de orgullo al grupo es el hecho de ver que cada vez que salen a tocar se encuentran con gente joven defendiendo el heavy metal acudiendo a los conciertos o comprando discos. “El heavy metal está envejeciendo. No solo nos sucede a los artistas que tocamos o que tenemos cierto nombre que envejecemos con la música que hacemos, sino que también noto que la edad del publico cada vez es más alta”, reflexiona Leo. El momento de las versiones es un recuerdo notable del directo. Ahora que ha pasado el tiempo y muchos grupos hacen versiones y no es muy elocuente que alguien este escuchando metal o haciendo metal las 24 horas, Leo evoca: “fuimos pioneros, por lo menos en España, en hacer versiones ajenas al heavy metal y al rock y traspasarlas a nuestro estilo -más metalero-”. Quizás en España se está perdiendo la cultura heavy debido a que es difícil quitarles la idea que tienen en la cabeza que tienen del estilo metal y de todo lo que lo rodea. Comparado con los países nórdicos, la diferencia de mentalidad es abismal. Aquí funciona el estilo latino porque quizás la raíz es muy parecida al tener en común el factor idioma y parte de la cultura y sus similitudes entre ambos territorios. Ante esta situación derivada de la pandemia, Stravaganzza se han visto afectados y les ha pasado factura. Con todo listo para entrar a grabar, después de tener las reuniones con el grupo con la maquetación y composición de los temas, el coronavirus ha sido un revés para la formación en un momento importante. En comparación con Leo Jiménez, el proyecto en solitario del frontman (que “solo” ha tenido parar la gira) en este caso Stravaganzza tuvieron que pisar el freno y parar en el momento clave de creación. Finalmente ‘La Noche Del Fénix’ ha llegado y con el DVD la idea es demostrar a los aficionados de lo que son capaces en sus actuaciones y que el grupo está más vivo que nunca. metal hammer | 65
zenobia
RECONSTRUCCIÓN Y EVOLUCIÓN
Después de un importante cambio en su formación, Zenobia se encuentra en forma y así lo demuestra en su último trabajo ‘VI’. TEXTO: almu de andrés y dani bueno Zenobia se encuentra en un momento de transición, pero a pesar de las dificultades que eso le pueda acarrear a la banda por la situación interna en la que se halle, un nuevo álbum ha sido el punto de apoyo para empezar una nueva etapa de la formación. La marcha de Víctor de Andrés era un hecho que en el seno de Zenobia ya se veía venir en cuanto sucedió todo el tema de la escisión de Mägo De Oz, era una cuestión de tiempo que se terminase anunciando y, de ese modo, produciendo de manera oficial. Esta salida de la banda de uno de sus miembros más reconocidos (sino el que más) no ha repercutido en las críticas de su último trabajo de una manera negativa. Al contrario, los medios especializados y seguidores de Zenobia han valorado este ‘VI’ de una forma muy positiva, algo que, al fin y al cabo, es lo que pretende siempre un artista cuando lanza un nuevo álbum al mercado. Una vez tomada la decisión de descartar mucho material para este último trabajo y tras la marcha comentada de Víctor de Andrés, el grupo no se ha visto afectado por este cambio ya que cada parte cuenta (ahora separadas) con sus seguidores y con su historia dentro de la escena musical. “Es cierto que cuando se llega a este punto las relaciones personales quedan un poco tocadas y nos olvidamos de todo lo conseguido hasta la fecha, pero el tiempo aplaca todo y creo que se hicieron grandes cosas juntos. Zenobia es mucho más que un músico, te lo aseguro”, incide Herrero. Zenobia tenía claro, esta vez, que debía contar con dos guitarras en su formación. Entre ellos se encontraban Mario y Marcos, ambos ya parte del grupo. “Sabíamos de sobra de su calidad como músicos y su forma de ser como personas, se les propuso la idea y aceptaron embarcarse en Zenobia. A partir de ahí a trabajar, y creo que han aprobado con nota”, defiende Javi. Una de las ventajas que han hallado en ellos es que ya se conocían entre sí y su forma de trabajar, algo fundamental para que el grupo no se vea lastrado.Y todo lo contrario, las dinámicas han seguido de manera muy positiva. A nivel compositivo, el grupo no se ha visto muy alterado debido a que han mantenido la misma estructura al crear los temas. “En esta ocasión, casi todo el peso de la composición musical corrió a cargo Ernesto y Mario y de las melodías vocales y letras se encargó Jorge. Después de que todo se pusiera en común con los demás miembros de la banda para incluir sus aportaciones, pasamos al estudio donde Dan, nuestro productor, hizo su magia”, comenta Javi Herrero. En ‘VI’ se aprecia un cambio de sonido y pasa a ser más eléctrico y con un estilo más ochentero -aunque sigue manteniendo su estilo hard rock, heavy y power metal-. Este aire innovador viene de la mano de
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FOTO: sonia moreno Ernesto y Mario, quienes se han encargado de la composición musical. “La verdad es que ha cambiado bastante el sonido del grupo, pero no la esencia. Creo que sigue sonando a Zenobia, enseguida reconoces a la banda, y eso es muy bueno”, reflexiona Javi. Las letras de Zenobia han sido su seña de identidad tanto en cuanto a positivismo y a la idea de no rendirse, a la amistad e incluso en este plástico se halla una canción dedicada a la historia de Drácula. Uno de los temas que destacan es “Laberinto”, que tiene una composición más conceptual y que podría ser banda sonora de alguna película de gran pantalla. En cuanto a las colaboraciones que se han llevado a cabo en este ‘VI’, la participación de Itziar Berrade en “Mi Mundo Por Volver” e Isabel Bermejo en la mencionada “Laberinto” surgió durante la producción del mismo. En este caso esas dos canciones encajaban las dos voces respectivamente, por eso se tomó la decisión de que tuvieran su hueco en este trabajo (y aparte ya habían colaborado previamente y eso facilitó mucho las cosas). Hace un año Zenobia publico el tema “Malefic Circus”. La decisión de que no formara parte de este ‘VI’ simplemente es porque forma parte de otra etapa como ellos mismos reconocen (podría haber sido bonus track, pero la idea no terminó de cuajar). Esto suponía un cambio de arreglos, pasar de una guitarra a dos y perdería la esencia original. ¿Quién sabe si aparecerá en un recopilatorio, rarezas o algo por el estilo? El tiempo lo dirá. La iniciativa de grabar ‘VI. El Documental’ (que se puede ver en su canal de YouTube) vino a raíz del confinamiento y no está pensado, por ahora, su presentación en formato físico como reconoce Javi: “No, de momento no hay nada pensado en ese aspecto. El documental fue una consecuencia del confinamiento, algo que surgió para no perder el tirón que ya habíamos empezado con la promoción de ‘VI’ y que desgraciadamente se nos cortó con el tema de la pandemia”. La pandemia afectó mal al grupo. Se encontraba en plena promoción del disco y una semana antes habían presentado al público el primer sinlge, “Buscando La Luz”. “A partir de ahí vimos cómo se desmoronaban todos nuestros planes de lanzamiento y promoción y nos pusimos manos a la obra para reinventarnos y no dejar que cayese todo el trabajo hecho en el olvido”, recuerda Herrero. Debido a la pandemia el disco vio retrasada su salida, que debía ver la luz en primavera. Esto modificó el resto de los planes de Zenobia, que decidieron no apostar y arriesgar y posponer la mayoría de fechas a 2021. Ojalá se materialicen y no haya más contratiempos para la banda.
HILOTZ ¿SOMOS LIBRES?
El death metal no es uno de los estilos más predominantes en nuestro país -sobre todo en lo que atiende a grupos jóvenes-. Desde País Vasco llega Hilotz con ‘Aske’, que significa libertad en castellano, y en esta entrevista con su cantante y bajista, Mikel, abordamos la temática de su nuevo álbum de un modo más profundo y las intenciones venideras de la formación. TEXTO: DANI BUENO El tema título se llama “Libre” (“Aske”), pero en realidad de lo que habla es del liberalismo y del capitalismo y de cómo la sociedad actúa a priori con una sensación de libertad cuando siempre se encuentra bajo las rutinas o costumbres que el poder quiere instaurar en la población. ¿Esta canción ha salido de este modo porque os sentís encapsulados en el mundo en el que nos quieren encerrar y hacernos sentir libres? La canción es una aproximación conceptual a la libertad, una pieza en la que nos preguntamos si somos realmente libres bajo las normas de este sistema. Todos somos parte de este juego y, en cierto modo, renunciamos a la libertad desde el momento en el que vivimos en sociedad. Pero la auténtica libertad, la más importante, radica en nuestro interior. Decía el filósofo francés Jean-Paul Sastre que “habremos de ser lo que hagamos, con aquello que hicieron de nosotros”. La influencia anterior es inevitable en el punto de partida, pero qué hacer después y hacia dónde caminar, está en nuestras manos. “Hiltegira Bidean”, “Izua Su” o “Ezin Du” son canciones que acercan temas de actualidad como el sufrimiento de la industria animal y de cómo los tratan, del sufrimiento de las mujeres... se aprecia en ‘Aske’, en general, una actitud de queja o rebeldía ante el poder opresor, algo que también se refleja en la pregunta anterior. ¿Queríais centraros con este disco de manera focalizada en que vuestro mensaje sea de protesta/ reivindicativo o ha sido algo que ha surgido de manera natural a la hora de componer las canciones? Más que poner el foco en la protesta como respuesta hacia los problemas que nos abruman, hemos tratado de fijarnos en la luz y en la búsqueda de libertad. Es decir, no queremos subrayar eso que nos ahoga, sino reivindicar que algún día conseguiremos ser libres. ‘Aske’ ha sido un ejercicio de empatía, un intento por entender el sufrimiento ajeno y ponernos en la piel de aquellos que pretender romper sus cadenas. Son once canciones, once historias individuales que giran en torno a ese mismo concepto.
FOTO: ARITZ LARREA de bandas como NOFX y Propaghandi. Yo soy más seguidor de Rise Against y Adrenalized, estos últimos compañeros donostiarras a los que admiramos. En general, nos gusta la mezcla entre diferentes estilos y eso acaba reflejándose en nuestra música. Sois un grupo joven y eso se traduce (salvo en casos excesivamente aislados) en que las ganas siempre son las que hacen tirar a la banda adelante. ¿Cómo os encontráis ahora con esta pandemia y con este disco en la calle? ¿Habéis tenido dudas de aplazar su lanzamiento por la situación en la que nos encontramos? Porque ya llevabais años trabajando en este ‘Aske’. La irrupción del coronavirus nos hizo dudar por momentos, pero nuestra convicción por seguir adelante fue total. ‘Aske’ es un disco que se ha cocinado a fuego lento, durante tres años, con el fin de cuidar todos los detalles al máximo. Después de tanto tiempo preparándolo, no estábamos dispuestos a dar marcha atrás, era el momento de publicarlo. Además, fue un modo de tomar las riendas del asunto y no dejar el futuro de nuestra música a merced del virus. A corto plazo no parece que vayamos a poder tocar muchos conciertos, pero la música puede circular y llegar a todos los rincones del planeta gracias a la red.Además, vemos este lanzamiento como nuestra contribución particular a estos tiempos convulsos y también como un modo de familiarizar al público con ‘Aske’. De ese modo, todos disfrutaremos al máximo cuando llegue el momento de volver a los escenarios. Teniendo en cuenta lo recién comentado. ¿Cuáles son las expectativas para Hilotz? ¿Qué objetivos os habéis marcado? ¿Lo veis factible? Estamos barajando la posibilidad de programar unos pocos conciertos en el País Vasco, citas señaladas en las que podamos presentar ‘Aske’ ante el público con una escenografía más cuidada que nunca. Así, puede que la actuación sea disfrutable aun estando en un ambiente más formal y desde la butaca. A nivel estatal e internacional no hay nada firme, todo está en el aire.
Además de referencias claras al death o al black, por decir las más evidentes en la parte instrumental, también se aprecia un toque de punk en vuestra música. ¿Eso viene dado porque al ser de Euskadi casi “va en la sangre”, porque es una influencia en vuestros gustos/lo escucháis de manera asidua o ha sido pura casualidad?
Hoy en día los artistas tienden a reinventarse -y más en estos tiempos duros- y el merchandising es una de las herramientas más empleadas. La cerveza y el whisky con marca de la banda es lo que está de moda en el ámbito de las bebidas, pero vosotros tenéis pacharán. Más allá de su sabor si es mejor o peor, ¿funciona esta estrategia con una bebida tan típica del norte de España?
Es una referencia que no teníamos muy presente hasta que han comenzado a llegar las primeras críticas y entrevistas de ‘Aske’. En ellas se apunta al deje punk, sobre todo en la voz. Supongo que no puedes escapar de aquello que has escuchado durante toda tu vida en la calle, en los bares… pasa lo mismo con el folclore vasco. Aquí existe una vinculación muy arraigada hacia esa música, que se toca y se baila en todas las fiestas de pueblo. De todos modos, nuestros gustos punk no se limitan al País Vasco, Pablo y Etxahun son grandes seguidores
Somos grandes aficionados a las cervezas artesanas, pero actualmente un montón de bandas se han sumado a esa ola y quisimos probar algo diferente. El patxarán ha sido todo un acierto, no hicimos más que 40 unidades para ver la reacción del público y se agotaron en dos días. La mayor cantidad de botellas han ido a parar a Navarra, que es precisamente el territorio más vinculado hacia este licor. No es algo con lo que vayamos a hacer negocio, pero la respuesta ha sido tan buena que ya estamos pensando en volver a producir este otoño. metal hammer | 67
(BACkGROUND NOISE) TEXTO: UNAI GARCÍA
En este capítulo de esta sección hablamos con la veterana jefa de prensa y especialista en comunicación musical Sara Moreno. Madrileña de nacimiento pero barcelonesa de adopción, Sara es sin duda un ejemplo de lucha y superación dentro de una industria generalmente llena de hombres. Ha trabajado con la mayoría de medios, sellos, festivales y bandas que te puedas imaginar desde su agencia Background Noise, con la que lleva años ayudando a cientos de artistas a crecer y tener mayor en exposición en medios de comunicación, Sara está dispuesta a revelar sus secretos en este cuestionario. ¿Cómo surge tu pasión de la música y como pasa de ser un hobbie a una profesión? Aparte de cuando niña ver programas en la televisión como Tocata donde con mi hermano veíamos videoclips y actuaciones, mis padres tampoco tenían muchos discos en casa. Nos costó convencerles para que nos compraran una minicadena en condiciones. Teníamos un pequeño radio cassette donde poder escuchar cintas y poco a poco fuimos comprando música y metiéndonos de lleno en ello. Después en el instituto conseguí con un par de colegas que nos dieran permiso hacer un programa de radio a la hora del recreo y los días antes de vacaciones, semana santa, Navidad, etc. También nos dejaban emitir toda la mañana. Me picó el gusanillo de la radio y en la casa de cultura de Alcobendas me apunté a hacer un curso de radio de tres meses donde aprender a escribir un guión, cómo presentarlo, ¡hasta aprendí a montar en cinta! Después empecé a colaborar unos años en un programa de Radio Utopía con David de Trobador Urbano, quien todavía sigue al pie del cañón. En esa época acabé el instituto y quería estudiar sonido pero no me dio la nota, por lo que empecé la carrera de filología inglesa. Más tarde partí con mi programa de radio propio y al poco tiempo empecé a escribir para Bad Magazine, que era una revista gratuita que se hacía en Barcelona pero tenía una sección sobre Madrid. Dentro de esa revista solamente hablábamos inglés dos personas y al final acabé yo haciendo todas las entrevistas. Por aquel entonces la distribuidora Mastertrax tenía siete personas de promoción y ofrecían hacer entrevistas a bandas extranjeras grandes. Ahí fui conociendo poco a poco a mucha gente de la industria. Mientras estudiaba la carrera, los veranos iba trabajando de cualquier cosa: en una fábrica de tupper wares, otro verano en Correos, otro en un sitio de enchufes, cualquier cosa para ir sacando dinero.También trabajé haciendo algo de sonido y hasta me saqué la titulación de técnico de estudio y de directo. Pero ese verano que dejé la carrera y acabé el trabajo de verano necesitaba un 68 | metal hammer
trabajo, y aprovechando una entrevista a Corrosion Of Conformity conocí a la agencia que coordinaba la misma, El Pulpo, una agencia de comunicación que ya no existe. Tuve la suerte de que se quedara una plaza vacante, mandé el currículum e hice entrevista y a la semana me llamaron para empezar a trabajar. En verdad a mí lo de trabajar de sonidista me llamaba mucho, salir de gira y eso. Pero hace 20 años era un mundo muy machista y era muy complicado para las mujeres. Si que grabé alguna maqueta con varios grupos y trabajé en sonido en festivales que hacíamos con la radio en Alcobendas, pero todo eran obstáculos. Así que pasé del sonido al mundo de la promoción musical, que es donde sigo ahora. Viviste la era dorada del sello Locomotive Music, trabajaste encargada de promoción y ventas. ¿Cómo fue dicha experiencia? Así es, después de trabajar en El Pulpo pasé al sello Locomotive Music trabajando en promoción internacional. Había aparte dos personas trabajando en promoción nacional y también una chica finlandesa que trabajaba en ventas internacionales. Al cabo de un tiempo regresó a Finlandia y yo tomé también su trabajo, por lo que pasé a encargarme de promoción y ventas internacionales. Por aquella época Locomotive Music distribuía sellos internacionales como Metal Blade y Frontiers. También acabé haciendo algo de promoción nacional porque todos éramos una piña y nos ayudábamos mucho. Por el sello pasaron bandas como Los Suaves, Marea, Hamlet, Soziedad Alkoholika, Porretas, Tierra Santa, Lujuria, Koma y por supuesto Mägo De Oz, el fichaje estrella. Por esa época las bandas más pequeñas del sello vendían 12 mil copias, ya bandas medianas unas 50 mil y las grandes hasta 250 mil. Una pasada, una barbaridad. El cantante de Grave Digger tenía una agencia de promoción en Alemania que pasó a ser la oficina de Locomotive allí, se ficharon bandas como Elegy y alguna más. Y de ahí se dio el paso a Locomotive USA, con un equipo de varias personas que venía de multinacionales grandes como Columbia. La oficina americana fichó a la super banda Medication con gente de Ugly Kid Joe, Soulfly, Machine Head que vinieron de gira en España y Europa. El sello también fichó a Louded, el proyecto de Duff McKagan de Guns N’ Roses. También se editó algún disco de Prong y otras bandas más jóvenes. Al final estos grupos no vendieron lo esperado y se acabó la aventura americana.
Después de la desaparición de Locomotive Music, decides mudarte de Madrid a Barcelona. Por aquel entonces varias bandas me pedían llevarles la promoción y empecé a pensar en montar mi propia empresa. Apareció entonces la agencia RimerRock, que era propiedad del dueño de RimerBox, un famoso promotor de boxeo que trabajaba con boxeadores como Javier Castillejo y Poli Diaz. Ellos trabajaban con Obús, Cripta y Amset y tras una entrevista me contrataron para llevar la promo.También había sellos de fuera como Metal Blade que andaban detrás de mí entonces y fue cuando decidí montar mi propia agencia. Dejé de trabajar con RimerRock como contratada, pero seguí llevando la promoción de sus artistas desde mi agencia. Y lo de mudarme a Barcelona no fue por trabajo, ¡sino por amor! Nace tu propia agencia de promoción Background Noise. ¿Cuáles fueron los primeros pasos? Como dije anteriormente, empezó como RimerRock, con los sellos extranjeros Metal Blade y Frontiers y también con bandas autoproducidas. Siempre me gustó trabajar con bandas pequeñas y verlas crecer. También hubo grupos de Locomotive Music como Lujuria que cuando salieron del sello me llamaron para seguir trabajando juntos. De hecho, con la mayoría de bandas que lleva su manager, David de Calle Underground, sigo trabajando. Poco a poco el boca boca y la gente que me conocía me recomendaba y fui creciendo. ¿Qué bandas con las que trabajaste tienes recuerdos? He tenido la suerte de hacer promo con artistas grandes y compartir con ellos. Rob Halford, Bruce Dickinson, Dio, Kiss, Slash que es un tío encantador. Luego bandas nacionales con Kaotiko llevo trabajando muchos años, también Lujuria, Porretas que es mi banda favorita, etc.Tengo buen sabor de boca con casi todas. Hay bandas con las que desarrollamos amistad aparte del trabajo, como InMune, la banda de Morti, vocalista de FHB, Skizoo, etc. Con Evaristo cuando he trabajado haciendo promoción para Gatillazo me lo he pasado muy bien, te ríes mucho con él. También trabajaste con el sello Roadrunner cuando abrieron oficina en Barcelona...
Era la época en la que el sello estaba muy en lo alto. Divucsa era la distribuidora que trabajaba aquí con Roadrunner y su jefe era uno de los socios de la mítica discográfica Belter, que en los ’60 y ’70 editaban discos de Los Bravos, Los Brincos, Fórmula V. Con Divucsa distribuían hasta discos de Juan Pablo II en varios idiomas, era una cosa muy curiosa. Cuando empezó el auge de la música dance y de discoteca incluso editaron discos de Buenri y Pastis. La cosa es que el jefe americano de Roadrunner era socio de Divucsa y decidieron empezar a trabajar en sello en España. Necesitaban alguien para promoción y ventas y vino Wally, el jefe de Roadrunner, a hacer entrevistas. Después de la entrevista, empecé a trabajar. Más adelante también se ocupó de ventas Thibault, que ya trabajaba en Roadrunner en París pero tenía una abuela española y decidió venirse. Tras ello fundó Kaiowas Records y fichó a varias bandas españolas. Pero bueno, al final el dueño de todo el tinglado decidió jubilarse,Warner le compró el sello, le pagó un pastizal y adiós. El tipo tenía muchos negocios aparte de la música. Fue una experiencia brutal porque pude trabajar con Kiss, Slash, Soulfy, King Diamond y también apostaron por bandas más nuevas como
Airbourne, 3 Inches Of Blood, Trivium o Five Finger Death Punch, que empezaron y fueron creciendo hasta lo grandes que son ahora. Todavía a muchos artistas les cuesta entender lo importante que es invertir en promoción. ¿En qué consiste este mundo de los planes de prensa? Es un trabajo duro y poco agradecido. Hay que tener paciencia, sobre todo las bandas nuevas que empiezan y no compararse con otros grupos ni con sus resultados. El trabajo que yo hago se basa en hacer un plan medios de comunicación lo más afín al grupo donde se eligen medios específicos más acordes a su propuesta. Según el estilo a veces se puede acceder a medios generalistas en vez de medios especializados o de nicho. Antes había muchos medios locales, ahora cada vez hay más diferencia entre medios pequeños y grandes. En el pasado cuando hacías una campaña se iba a Valencia, Madrid, Barcelona y País Vasco. Se movía uno mucho visitando oficinas de radios, revistas, periódicos, televisiones. En la actualidad está todo concentrado en Madrid.
El grueso del trabajo es mandar discos a medios, y lo más importante que a todos les llegue el single y el videoclip y hacer un seguimiento. Si nadie está detrás insistiendo y en comunicación directa con los medios es complicado y difícil conseguir logros. Con grupos conocidos es más fácil. Evidentemente con medios grandes es más difícil hay que estar detrás de los redactores y periodistas y picar piedra hasta conseguir que salgan los artículos. Es un sector donde hay muchas frustraciones sobre todo por parte de artistas. Antes cuando se vendían muchos discos y se llenaban los conciertos. Si había algún problema siempre se echaba la culpa a los de promo. Cuando vas creciendo te vas dando cuenta de lo que falla y asumes la responsabilidad y tratas de arreglarlo. Soy humana, he cometido errores, los cometo y los cometeré. Cuando ha habido algún error lo suyo es hablar con el grupo y solucionarlo. Hay muchos grupos frustrados que se cansan en un mes porque no consiguen lo que esperaban en tan poco tiempo. Hay otros grupos que consiguen muchas cosas y se siguen comparando con otros en vez de disfrutar lo logrado. La subida rápida es la bajada más dramática. Respecto a marketing tratamos de aconsejar a las bandas dónde invertir en publicidad, con qué medios se pueden hacer cosas o también en qué redes sociales anunciarse. También has trabajado como jefa de prensa en festivales… Me lo paso muy bien trabajando en festivales, es muy cansado y duro pero gratificante. Empecé en Rock Machina, de los primeros festivales de metal en España. Cuando empecé no tenía mucha experiencia, pero acabé hasta haciendo contratos con bandas y aprendí mucho. La mayoría de los que trabajamos en esta industria hemos aprendido a base de errores y trabajando en las trincheras. Con Last Tour trabajé en sus festivales BBK Live y En Vivo. Después también trabajé en Download Festival y en Mad Cool -donde sigo trabajando-. Es muy duro y con la edad cuesta más, pero a pesar de que se duerme poco conoces mucha gente, sales de tu ambiente y aprendes un montón. Desde aguantar tour managers que tienen el día cruzado, hasta medir la distancia entre artista y fotógrafos delante del escenario para evitar que se noten las arrugas de según qué cantantes. He echado mucho de menos este año el trabajo en festivales de verano. ¿Cómo te ha tratado la pandemia? ¿Ha afectado a tu trabajo? No me puedo quejar. Evidentemente hubo bandas nacionales que ante la falta de conciertos e ingresos me llamaron para decirme que no podían seguir pagándome. Con las bandas nacionales llegamos a tratos mensuales para que no vayan ahogados con los pagos pero claro, muchas pararon de hacer promo hasta que la situación de pandemia y conciertos cambie. Por suerte me salió trabajo con bandas extranjeras como Anonymus, de Canadá, o Within Temptation. En Anonymus hay latinos y varios hermanos de origen español. Con grupos nacionales ha habido cambio de planes en cuanto a fechas de lanzamiento de discos. Trabajos que estaban pensados para la primavera pasada se pasaron ahora a otoño y los que iban a salir ahora se han retrasado al año que viene. Pero poco a poco y con presupuestos bajos, vamos sacando singles. Por suerte estoy bastante bien conectada y siempre ando moviéndome y llamando a gente y también me vienen bandas por recomendación. Esperemos que esta situación con la crisis sanitaria de la covid-19 pase pronto y las bandas puedan volver a los escenarios. metal hammer | 69
manifest
amaranthe
nuclear blast records FOTO: johan carlén
Amaranthe tenían ganas de sorprender con su nuevo disco, y esas ansias se reflejan en las doce canciones que componen este trabajo de los suecos. Agresividad, fuerza, ritmo y aumento de la épica son algunos de los detalles que la escucha de ‘Manifest’ provoca al oyente proactivo. Han sabido utilizar el aprendizaje obtenido tanto en la gira con Sabaton como el encierro obligado de la pandemia para crear un puñado de canciones que casi no presentan fisuras. La facilidad para adaptar la fecha de salida del LP y el respaldo de un sello como Nuclear Blast queda reflejado en la calidad global de un trabajo que, con el paso del tiempo, puede llegar a ser señalado como el del antes y el después en la historia de Amaranthe. “Fearless”, primera toma de contacto, es un torbellino rítmico del que es imposible no dejarse llevar. El entrelazado de las voces, los coros, los estribillos… todo deja un aroma a canción que va a permanecer para siempre en los setlist del grupo. A la vez, dan muestras de saber componer temas que preparen a la audiencia para nuevas oleadas de furia. “Make It Better” se convierte en un momento de respiro -de engañoso respiro- donde el reparto de las voces es de manual mientras que después “Scream My Name” es un ejemplo en el que el ritmo y las melodías se convierten en una montaña rusa por la que es fácil deslizarse y disfrutar sobre todo con la presencia, protagonismo y poder de la voz de Elize. “Viral” recurre a una mayor variedad de armas para enganchar al público: unos estribillos ideales para ser coreados, la voz de Elize como guía, un ritmo repetitivo fácil de digerir y aderezos de electrónica para aligerar la carga. “Viral” deja en bandeja “Adrenaline”, en la que la velocidad y la fuerza se controlan desde el inicio por los teclados para dejarle las riendas -de nuevo- a Elize y que sea su voz la que deje los huecos en los que Nils y Hernik entren y la complementen sin interferir en los estribillos, donde brilla, deslumbrante, ella. “Strong” es uno de esos temas que a primera escucha parece ser prescindible en directo pero que supondrá un reto para Elize cuando ese momento llegue, y desdoblar su voz para cubrir las parte que en la versión de estudio hace Noora Louhimo (Battle Beast) en unos duetos y cambios muy bien ejecutados. En “The Game”, Amaranthe arranca con las voces masculinas claras para que sea Elize quien entre luego a volver a ponerse al volante, lo que permite los adelantamientos por la derecha de las ocasionales voces guturales. Hay una mayor conjunción vocal limpia en este tema que casi huele a himno en ciernes. 70 | metal hammer
Es tiempo de detenerse a tomar un respiro y buena parte de los fans agradecerán el ofrecimiento que es “Crystalline”, una balada que comienza casi como una nana para arrullar y dormir a las fieras que hasta ahora no paraban de botar. Piano, cuerdas, tranquilidad, sosiego y Elize cantando con una ternura absoluta. Poco a poco crece hacia esas baladas épicas donde las que las voces limpias masculinas toman un protagonismo que hasta ahora no tuvieron, duetos que encajan como un guante de licra en una base sonora muy acertada -arropada por Perttu Kivilaakso (Apocalyptica) y Elias Holmlid (Dragonland)- y contenida para no tapar la verdadera joya: la parte vocal. El espejismo se borra de un plumazo con “Archangel”, tal vez el tema más potente, en cuanto a lo musical, en el que las voces guturales son el pilar que sustenta el tema junto con el ritmo demoledor que elevan un punto el nivel de este ‘Manifest’. Es uno de los singles que han adelantado su promoción y, sin lugar a dudas, el mejor y mayor hit que se puede hallar en este álbum. Después de ello se llega a un punto que requiere detenerse un momento: “BOOM!”, que casi podría calificarse como la rara avis de este disco por ambiente metalcore con todo lo que ello implica, mayor furia en las voces claras para batallar con las guturales y los estribillos en los que Elize reina -con la aparición estelar de Heidi Shepherd (Butcher Babies)- pero que tienen unos aromas a pop (brevísimos, para no ser más que una mera reminiscencia) que no menoscaban la línea del tema, que tal vez peca en exceso de mirar hacia el metalcore y se vuelve algo caótico y repetitivo. Es inevitable llegar al final del disco. “Die And Wake Up” es una demostración de cómo Amaranthe entreteje sus composiciones con aromas en principio ajenos al metal. Pese a ser una canción con cierta potencia no deja de quedar un poso un tanto popero, como si una banda puramente pop decidiese hacer un tema metalero y no una banda de metal aderece una canción con ligeros toques pop. “Do Or Die”, el corte que cierra el disco y que fue el primer adelanto, mantiene el nivel que Amaranthe demuestran en este álbum y cuenta con Angela Gossow (su manager) y Jeff Loomis como colaboradores. Es un genial puñetazo para cerrar un LP que no arriesga gracias a su toque coreable, pegadizo y con garra que desde sus primeras horas una vez se lanzó está batiendo récords en la esfera metalera (y no metalera) mundial y, por supuesto, de la propia banda hasta la fecha.
TONI DE LOLA
DEFTONES OHMS
REPRISE RECORDS Deftones ha vuelto con el productor Terry Date para grabar ‘Ohms’ después de 14 años sin acudir a él con un trabajo que reafirma que sigue por encima de sus contemporáneos y sin cerrar puertas ni a sonidos más electrónicos ni al postmetal o djent. ‘Ohms’ comienza con los oscuros y atrapantes sintetizadores de “Genesis”, que parecen anunciar cambios pero que acaban culminando con los típicos gritos de Chino Moreno y las guitarras gruesas de Stephen Carpenter. Mientras “Ceremony” podría ser una canción de triphop metalero, “Urantia” juega con un riff rápido alternado con voces
en diferentes tempos e incluso se permite un parón en forma de interludio al estilo drum and bass. La pulida “Error” trae matices muy cuidados y fusiona su final con el comienzo de “The Spell Of Mathematics”, la cual a su vez abre la puerta a la excelente “Pompeji”, donde los sonidos ambiente finales del mar y las gaviotas junto a los sintetizadores introducen a la cruda y directa “This Link Is Dead”. En la recta final está “Radiant City”, que recuerda vagamente a Motörhead en los primeros segundos con ese riff de bajo pronto asaltado e imitado por la guitarra de 8 cuerdas de Carpenter y los chillidos de Chino que siempre dejan hueco para las melodías “chill”. Mención especial a los teclados de Frank Delgado y al groove y pegada del infravalorado batería Abe Cunningham, dos piezas imprescindibles en el sonido de Deftones.“Headless” encuentra el punto medio entre ‘Around The Fur’ y ‘White Pony’ antes de dejar con la luminosa despedida de la homónima “Ohms”, que sigue enriqueciendo un disco que no rompe esquemas pero que encuentra el equilibrio entre sus inicios y sus últimos discos. JAIME TOMÉ
BON JOVI
rock de sus comienzos. Es así de simple y hay que respetarlo. Lo que no deja de ser curioso es que, desde el infravalorado ‘These Days’, intente emular a Bruce Springsteen una y otra vez sin subir de tercera regional. El estribillo de “Limitless” tiene cierta gracia y el tributo a George Floyd y la protesta sobre la violencia policial hacia la comunidad afroamericana en “American Reckoning” también, pero poco más.
ISLAND RECORDS 2020 pasará a la historia como uno de los años más apocalípticos del nuevo milenio. Que Bon Jovi haya decidido titular su nueva entrega del mismo modo no deja de ser sarcástico, a pesar de que gran parte de las canciones se prepararon antes de que el mundo cambiara por completo.
Es cierto que los “nena, moriré por ti” o “te amaré, nena” están ausentes, pero por muy profunda que sea la letra de “Unbroken” -dedicada a los soldados con trastorno de estrés postraumático-, sin un mínimo de música digna que la acompañe se olvida casi al instante (si antes se ha conseguido vencer a la somnolencia).
2020
Las letras reivindicativas que invitan a la reflexión social en aras de la verdad están a la altura, pero la música sigue tan vacía como las calles de las ciudades durante la etapa más dura del confinamiento. Hace tiempo que la banda de New Jersey abandonó el hard
En otra nueva reválida musical, Jon Bon Jovi y compañía siguen llenando de heces un estercolero que desde hace bastante tiempo está a punto de reventar. ¿Dónde te metes, Richie Sambora? SATUR ROMERO
solución de continuidad que apabulla. Abren el disco con viejos cantos vikingos en “Fires In The Dark”, canción que gana intensidad, acumula alteraciones en los patrones rítmicos, crece de manera siniestra y combina ásperos guturales con cristalinas líneas melódicas que, en ocasiones, recuerdan a Opeth.
ENSLAVED UTGARD
NUCLEAR BLAST RECORDS Decimoquinto ataque de unos Enslaved quizás lastrados por el continuismo de sus últimas obras desde aquel ejemplar ‘Axioma Ethica Odini’ de 2010, no han desaprovechado la ocasión de sorprender al mundo con este bello ejemplar de oscura belleza que rezuma calidad, variedad y trabajo dentro de un estilo perfectamente reconocible en el cual pueden considerarse maestros. Su viking metal, estilo muy característico y que se desmarcar de muchos otros tipos de metal que se pueden encontrar por su fusión musical y temática, cuenta en este trabajo con una coherencia y
HAMMERFALL
LIVE! AGAINST THE WORLD NAPALM RECORDS La gran acogida que ha tenido ‘Dominion’, el último trabajo de estudio de Hammerfall, ha llevado a los suecos a lanzar un nuevo disco en directo que constata el gran estado de forma en el que se encuentra la banda. ‘Live! Against The World’ fue grabado en febrero de 2020 en la ciudad alemana de Ludwigsburg y su repertorio concede especial protagonismo a ‘Dominion’ y a ‘Renegade’, uno de sus discos estandarte, y que durante este 2020 celebra su 20º aniversario. “Never Forgive, Never Forget” y “One Against The World” son los temas con los que
“Jettegryta” es un ejercicio de brutalidad desde el primer momento con ese riff de inicio que elimina el oxígeno de cualquier estancia. Blast beats, epicidad y prog rock tienen cabida en este, uno de los mejores cortes del álbum. En “Sequence” recuerdan vagamente a los queridísimos Dissection de Jon Nödtveidt en otro corte que rebosa maligna fertilidad. Absoluto cambio de registro en “Urjotun”, donde evolucionan como si de una banda de post punk se tratara -pero con su sello-. Destaca por último “Flight Of Thought And Memory”, espídica y envolvente, y quizá el tema más conseguido con varias “cabalgadas” de quitarse el sombrero. Un gran paso delante de una gran banda. SERGIO DE LA TORRE
comienza el concierto y dejan entrever que ‘Dominion’ tendrá un claro protagonismo a lo largo del show. Poco a poco van sonando clásicos como “Heeding The Call”, “Any Means Necessary”, “Blood Bound” o “Hector’s Hymn”. Uno de los momentos más especiales del concierto llega con la balada “Second To One”, en la que Noora Louhimo, vocalista de Battle Beast, se une a la formación para hacer un gran dúo con Joacim Cans. Posteriormente, los suecos se lanzan a por un medley con varios temas de ‘Renegade’ y encaran la parte final del show en la que suenan temas como “Dominion”, “Last Man Standing” o “Let The Hammer Fall”, que dejan para los bises tres cañonazos como son “Hammer High”, “(We Make) Sweden Rock” -que ya se ha ganado la etiqueta de clásicoy, como no podía ser de otra manera, el tema por excelencia de Hammerfall, “Hearts On Fire”, que pone el punto final por todo lo alto. Si te gusta Hammerfall, ‘Live! Against The World’ es un directo indispensable. Una gran actuación con momentazos que ponen los pelos de punta. JOSÉ LUIS ABREGO
metal hammer | 71
años. Este álbum cuenta con 10 nuevas pistas y una duración aproximada de 40 minutos durante los cuales Mike Spreitzer y Neal Tiemann a las guitarras, Diego Ibarra al bajo y Austin D’Amond a la batería acompañan la trepidante voz de Farara en esta primera mitad de lo que será un doble álbum en un futuro cercano.
DEVILDRIVER DEALING WITH DEMONS VOL.I NAPALM RECORDS La banda californiana capitaneada por Dez Fafara regresa con ‘Dealing With Demons Vol.I’ tras varios años sin publicar material original desde que en 2016 publicaran ‘Trust No One’. Esta nueva entrega trae una buena dosis de metal muy trabajado plagado de riffs pesados muy cercanos al doom y al groove metal y unas letras llenas de referencias a los miedos que rodean al ser humano. ‘Dealing With Demons Vol.I’ trata de ilustrar a los diferentes demonios que han seguido a Dez y la música de DevilDriver durante
Sin duda, la pista escogida por la banda para hacer visible en los medios este disco es “Iona”, la cual ya cuenta con videoclip propio y recoge a la perfección el sonido deseado por sus creadores para sorprender a sus fans. Otras de las canciones más destacables son “Nest Of Vipers”, muy representativa del sonido californiano, y “The Damned Don’t Cry” con un riff que abre el tema volando la cabeza del oyente. Los seguidores del grupo disfrutarán con esta tormenta de riffs que vaticina la tempestad de lo que será finalmente este nuevo doble álbum. Esta primera parte cumple con creces con las expectativas y pone la miel en los labios para una segunda parte.
FIT FOR A KING
EONE MUSIC
SOLID STATE RECORDS
El Spaceman más famoso del mundo del rock vuelve con nuevo álbum para recordar todas aquellas versiones que tocó a lo largo de su extensa carrera como guitarrista. Una selección muy cuidada de temas que inspiraron al ex miembro de Kiss y que tocó en pubs por todo el mundo ayudándole a crecer como músico. “Good Times Bad Times” (Led Zeppelin), “Space Truckin’” (Deep Purple) o “Manic Depression” (Jimi Hendrix) son varias de las pistas que completan este álbum de versiones en el que Ace Frehley muestra su veteranía desde sus orígenes. Un sincero regalo para sus fans.
Este nuevo trabajo viene a confirmar lo que ya se dejaba entrever en su anterior ‘Dark Skies’, una evolución que encuentra aquí su zenit. Un paso de gigantes gracias a cortes como la potente “Breaking The Mirror”, la pegadiza “Locked (In My Head)” o la hímnica “The Path”. No parece casualidad que haya sido la elegida para dar título al álbum. Lo mejor de todo es que el resto del disco está plagado de grandes canciones como “The Face Of Hate”, que abre fuego, o “God of Fire”, de una agresividad extrema en la que colabora Ryo Kinohita de Crystal Lake. Poco más de media hora que ponen sobre la mesa todo su potencial.
CENTURY MEDIA RECORDS
EISENWALD
El proyecto de Nate Garrett junto a Marcus Bryant se asienta definitivamente como una banda a tiempo completo a pesar de estar compuesta solo por él mismo a las voces, guitarras y bajo, y Marcus Bryant a la batería. Para aprovechar el espectacular tirón de su último ‘Divided By Darkess’, han retomado la senda compositiva para sorprender con un nuevo lanzamiento que atesora ínfulas clásicas entremezcladas con ideas más modernas. Dan rienda suelta a su creatividad con excelentes riffs que rememoran a clásicos como Metallica o Judas Priest y lo fusionan con el estilo más moderno de bandas como Mastodon o The Sword.
Después de la salida meteórica que obtuvieron con ‘Devoid Of Light’ y ‘Cult Of A Dying Sun’, la banda estadounidense Uada proclama su último deseo con su tercer álbum ‘Djinn’. En un afán de mantener la esencia de sus creaciones anteriores, recuperan elementos tan identificativos como originales. Esa sonoridad guitarrística estridente se halla esta vez acompañada a menudo en su contracanto en temas como “Djinn” o incluso melodías en variación como en “The Great Mirage”.Todo con una producción nueva y adaptada a la temática (e incluso al artwork) y en el contexto de un toque cósmico a la vez que místico y oriental.
DJINN
TXEMA GARAY
THE PATH
SERGIO DE LA TORRE
72 | metal hammer
UADA
ENLIGHTENED IN ETERNITY
SERGIO DE LA TORRE
ACE FREHLEY ORIGINS VOL.2
SPIRIT ADRIFT
LLUÍS GARCÍA
CARCASS DESPICABLE
NUCLEAR BLAST RECORDS La banda de metal extremo procedente de Liverpool retorna con un EP que engloba cuatro temas que en su momento no pasaron el corte. La realidad actual que vivimos con la covid-19 ha obligado a los ingleses a tener que dejar aparcado el proceso compositivo del nuevo álbum y, para no faltar a su palabra, Jeff Walker y los suyos han decidido sacar a la luz este material y cumplir con sus acólitos. Un próximo trabajo que incluso tiene titulo provisional, ‘Torn Arteries’, pero que visto lo visto tendrá que esperar. Abren las hostilidades con un sugerente “The Living Dead
JÚLIA BENEVELLI
At The Manchester Morgue” donde el cabalgueo de las guitarras marcan el guión ante un comedido Jeff Walker que deja su impronta con categoría en un tema que a la mitad se agita con continuos cambios de ritmo y concluye en su máximo esplendor. Curioso el tono más festivo que intercalan en el lanzamiento con “The Long And Winding Road”, donde unas afiladas guitarras se fusionan con una batería indomable. Nuevamente rompen el ritmo con un curioso solo de guitarra integrado de forma magistral y que lo desplaza a terrenos más melódicos. “Under The Scalpel Blade” vio la luz a finales del año pasado y es un corte donde impera un galopante riff de Bill Steer que se funde con los raspados guturales de Jeff Walker y que solo pierde su atmósfera lóbrega para atacar un afilado solo de guitarra de la vieja escuela. “Slaughtered In The Soho” empieza con regusto clásico de su tierra para retormar la oscuridad que acostumbran en un tono algo lineal -aunque logra despuntar levemente en la ejecución de su flamante solo de guitarra-. TXEMA GARAY
NEAL MORSE
INSIDIOUS DISEASE
INSIDEOUT MUSIC
NUCLEAR BLAST RECORDS
Neal Morse demuestra una vez más sus capacidades compositivas dentro del rock progresivo con un nuevo álbum.‘Sola Gratia’, grabado en plena pandemia y con la colaboración -a distancia- de Mike Portnoy y Randy George, reúne canciones con una complejidad melódica llena de matices, de giros estilísticos y una destreza técnica asombrosa. Por un lado, se encuentran líneas vocales bellísimas en temas como “In The Name Of The Lord”, “Overflow” y “Now I Can See The Great Commission”, y por otro hay canciones donde lo extraordinario reside en lo instrumental como “Overture”, “Sola Intermezzo” o “Seemingly Sincere”.
Directamente desde una de las cunas del death metal se deja asomar ‘After Death’, el segundo álbum de estudio de Insidious Disease, un llamado supergrupo ya que cuenta con ex integrantes de Dimmu Borgir, Napalm Death, Morgoth o Nile. Un álbum muy logrado en materias de calidad y ejecución musical con mucha influencia del black metal acompañado con potentes solos de guitarra que se dejan escuchar a lo largo del disco. A su vez va cargado de una agresividad muy característica del género que acompaña a una fuerte voz gutural muy firme durante las diez piezas que brindará este muy correcto trabajo.
SOLA GRATIA
AFTER DEATH
OLGA VIDAL
THE GHOST INSIDE THE GHOST INSIDE
EPITAPH RECORDS Después de estar literalmente al borde de la muerte, los californianos The Ghost Inside han sabido resurgir como un ave fénix para publicar un nuevo disco más de cuatro largos años después de un terrible accidente de carretera donde fallecieron dos personas y que dejó secuelas importantes en todos los miembros de la banda. Las más evidentes, las del batería Andrew Tkaczyk, quien se las ha ingeniado para reaprender a tocar con una sola pierna. Una dura historia de superación con final feliz. Solo el hecho de que la formación haya podido continuar
ALEJANDRO GONZALEZ
es una noticia tan increíble que relega la música a un segundo plano de un disco que es homónimo con todo el sentido del mundo. ‘The Ghost Inside’ marca un nuevo comienzo y sin duda es un gran trabajo a la altura de lo mejor de la carrera de los estadounidenses. Y es que el grupo supo casi desde el principio de su recuperación que de una forma u otra publicaría un nuevo álbum, por lo que lleva años acumulando y madurando ideas compositivas. Títulos tan elocuentes como “Still Alive” o “Begin Again” dan pistas sobre la inevitable temática de las letras -siempre desde un prisma optimista y esperanzador-. “Pressure Point” es un auténtico puñetazo en la cara mientras que en cortes más melódicos como “Make Or Break” o “One Choice” se nota la mano en los estribillos del productor Jeremy McKinnon. La evolución de “Phoenix Rise” recuerda a la del clásico de la banda “Engine 45” con ese viraje final hacia la catarsis melódica. El final con la emotiva “Aftermath” no podía ser más acertado. The Ghost Inside ha vuelto a lo grande. ALBERTO ZAMBRANO
CORVUS V ADVENÆ
MALDITO RECORDS La segunda entrega del joven proyecto Corvus V muestra una consolidación sonora reseñable con ciertos elementos por pulir pero que deja ver un potencial notable por parte de un proyecto que todavía tiene mucho que ofrecer. La banda plasma en bases instrumentales pesadas e intensas combinaciones de riffs llenos de fuerza, un llamativo teclado y voces melódicas compensadas por guturales esporádicos. Como ejemplo, se halla un conjunto sonoro lleno de influencias diversas donde pecan por momentos de cargar su sonido con ciertos efectos que no encajan del todo. El
problema en este caso es que se trata de algo muy esporádico encajado un poco a la fuerza sin necesidad -ya que las canciones cuentan con una estructura sonora con una complejidad y personalidad suficientes sin que requieran de añadidos electrónicos-. Sin embargo, si se dejan los efectos electrónicos esporádicos a un lado, la fusión estilística de la banda encuentra un buen equilibrio entre lo clásico y lo moderno, lo visceral y lo melódico, lo atmosférico y lo crudo... El resultado total deja ver una riqueza sonora personal difícil de calificar como un único género llena de elementos variados. Buenos ejemplos de esta abundancia estilística y su buen resultado general son canciones como “No”, “Vudú”, “Súcubos” o “Desde Las Sombras”, que muestran el acierto compositivo que supone este álbum. En general, la combinación estilística de la formación encuentra ese mencionado equilibrio sonoro donde toman lo mejor de sus variadas influencias para crear algo suyo y consolidan su sonido después de escasos 3 años de carrera y augurando un futuro prometedor. OLGA VIDAL
LORD OF THE LOST
RAVEN
NAPALM RECORDS
SPV/STEAMHAMMER
‘Swan Songs III’ es la tercera entrega de la saga Swan Songs de Lord Of The Lost. Como en las ocasiones anteriores, el disco abandona la faceta electrónica e industrial que caracteriza a la banda reemplazando estos elementos por sonidos acústicos que logran un aire mucho más íntimo. El álbum está compuesto por canciones nuevas como el single “A One Ton Heart” o “A Splintered Mind” así como versiones acústicas de los grandes éxitos de la banda como “Lorelay” o “Morgana”. Una gran continuación para una saga que gusta tanto a fans de la formación como a nuevos oyentes.
Los legendarios Raven están de vuelta con un disco que casi les coloca en la casilla de salida de su dilatada trayectoria. Su música endiabladamente rápida y alocada traslada a sus primeros álbumes, aquellos de principio de los ’80 que les abrirían las puertas del olimpo metalero. Siempre fieles a su estilo y con una alineación prácticamente imperturbable, son dignos de admiración. Si su anterior trabajo ‘ExtermiNation’ ya era una bestialidad, ‘Metal City’ es, sin ninguna exageración, un verdadero monstruo de energía donde los diez temas que lo componen suenan frescos, coherentes y brutales.
SWAN SONGS III
METAL CITY
RUBÉN MACÍAS
J. A. FERNÁNDEZ
metal hammer | 73
BENEDICTION
DEREK SHERINIAN
NUCLEAR BLAST RECORDS
INSIDEOUT MUSIC
Benediction regresa de su ostracismo con aires renovados mediante Scriptures el primer larga duración desde ‘Killing Music’ en 2008 y con la reincorporación en sus filas de un viejo conocido, su cantante Dave Ingram. Sigue en la misma senda de siempre combinando su demoledor death metal con áspero punk rock de la vieja escuela. Una fusión que se transmite con sus afiladas letras, el ímpetu que les caracteriza y actitud a borbotones. En este viaje no faltan temas lentos, otros más épicos o incluso algunos densos, pero siempre bajo las premisas que han forjado su imponente reputación.
Muy a lo característico, una oda a lo progresivo con una muy interesante mezcla de heavy metal con pedazos experimentales de tanto jazz como hard rock. Así se podría describir este muy bien logrado álbum de estudio por parte del virtuoso Derek Sherinian (Dream Theater, Alice Cooper, Sons Of Apollo, etc). Potencia en los teclados muy bien acompañado de sólidos riffs de guitarra para aquellos que quieren disfrutar del pasado de Sherinian en Dream Theater como también apreciar la majestuosidad que envuelve la ejecución del teclado a lo largo de las ocho canciones que conforman el álbum.
SCRIPTURES
THE PHOENIX
TXEMA GARAY
ALEJANDRO GONZALEZ
PALLBEARER FORGOTTEN DAYS
NUCLEAR BLAST RECORDS Pallbearer ofrece un contenido que está plagado de una falsa sencillez y una compleja crudeza fruto tal vez del toque de atmósferas oscuras y opresivas de Randall Dunn. “Forgotten Days” prepara al oyente para lo que va a suponer este disco, y que no es una mera continuidad de ‘Heartless’. Hay pesadez y fuerza, pero más que atadas o disminuidas, se encuentran moderadas. Los riffs siguen siendo los protagonistas, pero en una actitud más arcana, más ancestral, casi llegando a ser un homenaje a la vieja escuela. Y no es una excepción. Otros temas transitan este mismo camino
aunque con sus propias trazadas. De hecho, el trío inicial de canciones podrían casi formar parte de una gran y enorme composición; tanto “Riverbed” como “Stasis” provocan una cómoda sensación de continuidad, más luminosa en la tercera y más oscura en “Riverbed”. Hay que saltar un par de cortes para encontrarse a “Vengeance & Ruination”, que eleva un poco este esquema para acentuar la repetitividad sin perder esta contundencia cruda e implacable, haciéndose más doloroso, incluso. El resto del álbum se mantiene también en esa misma senda sin llegar a provocar monotonía o cansancio. “Rite Of Passage” es quizá uno de esos ejemplos de Pallbearer como máquina capaz de hacer aflorar sentimientos. El cambio de ritmo más notable tal vez venga por “The Quicksand Of Existing”, sutil pero preciso y la continuidad ideal para “Silver Wings”, el tema más acertado, interesante, complejo y rico en lo musical de este nuevo trabajo que termina con “Caledonia”, lenta y pesada como un largo adiós que no se desea pronunciar pero que no duele hacerlo. TONI DE LOLA
suena a más de lo mismo. Es el primer álbum de la nueva etapa de la banda con una formación nueva dispuesta a mantener el nivel demostrado por la banda desde 2011.
SKELETAL REMAINS THE ENTOMBMENT OF CHAOS
CENTURY MEDIA RECORDS Los americanos Skeletal Remains sacan nuevo trabajo al mercado, ‘The Entombment Of Chaos’, y siguen la línea que se marcaron con ‘Condemned To Misery’. Desde entonces, su sonido se ha quedado estancado en lo que consiguieron entonces. En este disco destaca algún tema, pero la sensación es de estar escuchando lo mismo una y otra vez. Apenas dos años después de ‘Devouring Mortality’ llega este intento de mantener el nivel mostrado con dicho trabajo, pero ese miedo a perder lo conseguido ha resultado en un disco que 74 | metal hammer
A pesar de ello, canciones como “Eternal Hatred” destacan sobre la totalidad del disco. La contundencia no la han perdido y deja patente sobre todo la dureza del gutural de Monroy. No hay que olvidar que tanto el bajista como el batería son componentes nuevos. Con esa premisa, en este álbum cabía esperar un cambio de sonido radical, pero lejos de ello, las pautas ya están marcadas. No es mal trabajo, ni mucho menos, pero han descartado tomar cualquier riesgo con su sonido, lo que mantiene la fórmula que ha funcionado en sus dos últimas producciones. Sigue siendo una de las bandas de thrash/death metal más representativas del panorama musical a expensas de mantener un estilo que da identidad a su música. El cambio de formación puede arrojar modificaciones en el sonido a medio plazo, pero, de momento, ha sido oportunidad perdida para ello. YALINKU MELERO
MASTODON
SKÁLMÖLD
MEDIUM RARITIES REPRISE RECORDS
10 YEAR ANNIVERSARY - LIVE IN REYKJAVÍK NAPALM RECORDS
Mastodon celebra 20 años de gloria con un cajón de sastre en el que conviven cinco conocidos cortes en directo (brillante “Iron Tusk”), con instrumentales (exquisita “Jaguar God”), versiones (“A Commotion de Feist”, “Orion” de Metallica o “A Spoonful Weighs A Ton” de The Flaming Lips) y una novedad, “Fallen Torches” con Scott Kelly de Neurosis. Destacan las rarezas que contiene: “White Walker” (‘Juego De Tronos’), “Cut You Up With A Linoluem Knife” (BSO ‘Aqua Teen Hunger Force’) y sobre todas ellas “Atlanta”, en la que Gibby Haynes (Butthole Surfers) deja su especial impronta.
Parece mentira que ya hayan pasado 11 años desde que Skálmöld apareciera para sacudir la escena folk europea, y para celebrarlo han editado el devastador directo que hicieran el año pasado y así conmemorar una década de los gigantes islandeses sobre los escenarios. El trabajo en sí es una celebración de todo cuánto es y ha sido el grupo y transmite toda su fiereza y energía desde los primeros acordes de “Heima”. Se convierte así en una pieza indispensable para comprender el éxito y la relevancia de estos vikingos en el panorama actual. que han publicado para seguir activos en este duro periodo.
TONI DE LOLA
MARC FERNÁNDEZ
HILOTZ ASKE MALDITO DIGITAL Hilotz presenta su segundo lanzamiento, ‘Aske’, con el que retoman la senda que iniciaron con su debut ‘Giza Ankerkeria’ y que tan buenas sensaciones ha despertado entre la prensa especializada. El trío gipuzkoano cimienta su música en una aleación de thrash, death y black metal, aunque dejan margen para adentrarse en otro tipo de terrenos compositivos más experimentales. Con la libertad como estandarte, se introducen en un viaje fascinante donde abordan toda la problemática y complejidad que envuelve a la facultad o limitación de los seres humanos de poder actuar según
ciertos valores, criterios o capacidades. Corroboran la robustez y evolución desde el primer corte con la homónima “Aske”, una magistral pieza que supera los ocho minutos donde la amalgama de influencias queda rápidamente en evidencia. Ramifican su viaje con la veloz, directa y thrashera “Pertsona Terrorista”, el primer adelanto de su nueva obra y que contrasta con “Sinesten Dut”, que se inicia en clave más clásica antes de explotar de forma furibunda y apuntalarse con otro exhaustivo repaso instrumental. Los contrastes de estilos y las secciones instrumentales son la tónica habitual del álbum, que le aporta un dinamismo y un carácter variopinto que suma enteros por doquier con cortes como “Auhen”, “Izua Su” o la fulgurante “Diktadore Zintzoa”. Dentro del enrevesado periplo alardean con temas muy notables como la laboriosa “Zurrunbiloa”, donde despliegan toda su artillería pesada y queda patente el esfuerzo. Como colofón, echan el cierre con “Agur”, una canción donde aportan su particular adaptación del aurresku (danza tradicional del Pais Vasco) y que ofrece un punto curioso.
EPICA
MALDITO RECORDS
NUCLEAR BLAST RECORDS
Buena forma de comenzar octubre con un doble CD y un DVD de Stravaganzza. Los madrileños han publicado bajo el título de ‘La Noche Del Fénix’ la grabación de su concierto. Dicho evento se celebró en la sala La Riviera de Madrid en septiembre de 2019. Hasta veintisiete son los temas que componen este trabajo -contando con los interludios que daban paso a cada acto que repasaban la historia del grupo- y donde destaca la puesta en escena con el equipo de danza de la banda y cortes como la mítica versión de “Hijo De La Luna”. Todos los miembros de estuvieron sublimes, en especial Leo, que en estas ocasiones no falla.
No hay duda de lo importante que fue ‘The Quantum Enigma’ en la carrera de los holandeses. Un trabajo que dejó un buen puñado de extras a sus espaldas y que aquí encuentran su nexo de unión. Cualquiera de las composiciones que forman este disco hubieran merecido un hueco en su célebre obra. “Memento”, “Banish Your Illusion” o “Mirage Of Verity” representan a la perfección toda la esencia sinfónica que define su sonido y destaca especialmente una inspirada “In All Conscience” marcada por su denso tempo y melódico estribillo marca de la casa. La balada “Dreamscape” y una serie de cortes en acústico ponen la guinda del pastel.
LA NOCHE DEL FÉNIX
TXEMA GARAY
ZENOBIA
STEVE LEE (GOTTHARD)
MALDITO RECORDS
NUCLEAR BLAST RECORDS
‘VI’ es su nuevo álbum después de la salida de algunos de sus miembros, lo que ha cambiado radicalmente la formación sin la figura de Víctor de Andrés. Un disco en el que se mezclan power metal, hard rock y heavy metal y los temas que trata son la lucha por tus sueños, la música, la pasión por subir a un escenario... En este plástico de los riojanos se encuentran las colaboraciones de Itziar Berradre a la voz en la balada “Mi Mundo Por Volver” -en esta canción también participan Dani y Ferni a las cuerdas- y “En El Laberinto” actúa Isabel Bermejo a la voz, lo que completa el buen trabajo de “los nuevos Zenobia”.
Bajo el nombre de ‘The Eyes Of A Tiger: In Memory Of Our Unforgotten Friend’, Gotthard hace homenaje a su vocalista Steve Lee una década después de su trágico fallecimiento. El álbum está compuesto por 11 canciones con una presentación distinta a la ya conocida más dos canciones nunca publicadas -incluido el clásico “Eye Of The Tiger” en dos versiones-. En conjunto, se encuentran joyas maravillosas bañadas en un mágico entorno acústico con unos emotivos coros por parte del actual vocalista de la banda, Nic Maeder, entre las que se podría destacar a “One Life One Soul”,“Lonely People”,“Need To Believe” y la enérgica “Hush”.
VI
STRAVAGANZZA
THE QUANTUM ENIGMA (B-SIDES)
ALMU DE ANDRÉS
THE EYES OF A TIGER
ALMU DE ANDRÉS
OLGA VIDAL
IHSAHN PHAROS
CANDELIGHT RECORDS ‘Pharos’ se convierte en un paso adelante que viene precedido por ‘Telemark’, del que recoge el testigo y comparte estructuras ajenas a lo estrictamente musical: tres temas propios y dos versiones son las que componen esta nueva entrega de Ihsahn. “Losing Altitude” es una melodía que bebe del pop y se alimenta del rock, de ese tipo de rock en el que las guitarras empujan con fuerza de forma que logra hacerlo crecer y le dota de una complejidad que hará que quienes duden de este tema tengan que plegar velas. “Spectre At The Feast” es la joya de este EP. Aquí se llega casi al
LLUÍS GARCÍA
barroquismo en cuanto a lo complejo del corte, centrado en la repetición y creando una atmósfera que hace de este tema un imprescindible desde su primera escucha, lo que provoca la necesidad de repetir su reproducción de forma incesante como única vía para poder atrapar todas sus esencias. “Pharos” le planta cara al anterior desde la vertiente más sentimental: piano, arreglos de cuerda y la voz de Ihsahn acariciando ambientaciones pop que quedan casi demolidas por la omnipresencia del poderío del rock. Llega el tiempo de las versiones. “Roads” (Portishead): si inquietante puede parecer la elección, mucho más es la forma que le da Ihsahn apoyado en Einar Solberg (Leprous) diseccionando el ritmo trip-hop original sin deshacerse de él para crear una atmósfera onírica (casi propia de una pesadilla lisérgica). Para la segunda versión escogen a A-Ha, y su “Manhattan Skyline”. Aquí lo que resalta es la fidelidad… pero es de Ihsahn y tenía que comerla para luego regurgitarla a su propio antojo haciendo pensar en que, tal vez, merezca la pena escuchar la discografía de A-Ha. TONI DE LOLA
metal hammer | 75
z! live (lite edition) CONCIERTOS
municipal ruta de la plata (zamora) TEXTO Y FOTOs: nacho garcía
Gracias al esfuerzo realizado por la organización del Z! Live salió adelante una nueva edición del festival con un formato diferente. Con un aforo reducido y la premisa de cumplir los actuales protocolos sanitarios de forma estricta, un público hambriento de música en vivo pudo disfrutar de una magnífica jornada. El auditorio Ruta de la Plata fue de nuevo la ubicación ideal provisto de un gran escenario, gradas y una zona de pista donde se situaron estratégicamente las mesas. Las puertas se abrieron con tiempo suficiente para que la entrada se produjera de forma escalonada. Una persona de la organización guiaba al público desde la puerta hasta su ubicación. El servicio de comida y bebida se daba directamente en la mesa, por lo que no era necesario levantarse del asiento, como marcaba el protocolo, excepto para solucionar imperativas cuestiones fisiológicas. El grupo encargado de comenzar fue The Electric Alley. Los gaditanos brindaron una actuación impecable que comenzaron con “Celebration”, de su último trabajo ‘Turning Wheels’ (2018). El hard rock americano que practican se apoderó del auditorio durante una hora para disfrute del público que llenaba la zona de pista desde primera hora. En el tramo final las revoluciones volvieron a subir con temas como “Get Electrified” o “No Control”. Excelente manera de arrancar el festival. Llegaba el turno de Opera Magna, tras la intro de rigor
CRISIX
“Requiem Por Un vivo”, atacaron “Donde Latía Un Corazón”, tema incluido en ‘Del Amor Y Otros Demonios. Acto II’ (2015). Los valencianos intentaron llevar la majestuosidad de su sonido al directo echándole muchas ganas. Basaron el repertorio en su trilogía ‘Del Amor Y Otros Demonios’, sin olvidarse de incluir algún tema de sus dos primeras obras: ‘El Último Caballero’ (2006) y ‘Poe’ (2010). En el tramo final sonaron el clásico de la banda “Horizontes De gloria” y “La Herida”, con las que consiguieron llevarse los aplausos del público. Los madrileños Dark Moor comenzaron con un pequeño atraso sobre el horario previsto. Caía ya la noche sobre el cielo zamorano cuando comenzaba a sonar “Birth Of The Sun”, tema incluido en su último trabajo ‘Origins’ (2018). Algunos problemas con los monitores deslucieron el inicio de la actuación, pero su hard rock sinfónico con toques folk terminó por imponerse. Debido a los problemas mencionados tuvieron que suprimir algún tema del setlist para poder cumplir con el horario. Una de las canciones que no podía faltar,“La Canción Del Pirata”, fue con la que se despidieron.A las 22:00h le tocaba a Saurom. Los juglares gaditanos llegaron a Zamora cargados de ilusión después de seis meses en el dique seco. Migue estuvo muy comunicativo y, a pesar de algunos problemas con el micro y de tener algo tocada su garganta, logró superar todas las adversidades. Narci,
por su parte, anunció la salida de un nuevo trabajo de la banda para el próximo cuatro de diciembre. Como es habitual se guardaron para el final los cortes más festivos como “El Carnaval Del Diablo”, “Circulo Juglar” o “Fiesta” y, por último “La Taberna”, con la que se retiraron tras una larga y merecida ovación. A Crisix le penalizó el hecho de tener que cerrar el festival cuando las fuerzas de algunos comenzaban a flaquear y otros se retiraban a sus casas. Aun así, los de Igualada se pusieron el mono de trabajo y repartieron cera desde el minuto uno. Atacaron con furia las primeras canciones del repertorio hasta que llegó el habitual intercambio de instrumentos entre los miembros de la banda para interpretar un medley con temas históricos del metal de sobra conocidos por todos. Tampoco faltó la versión de Exodus “Toxic Waltz” dentro de su último trabajo de estudio en un concierto extraño donde no pudieron sentir de cerca el aliento del público como de costumbre. Para cerrar el festival reservaron dos cañonazos marca de la casa: “Bring ‘Em To The Pit” y, por supuesto, un muy celebrado “Ultra Thrash”. Hay que destacar el papel de la organización, que veló por la seguridad y la comodidad de los asistentes y, sobre todo, el comportamiento cívico y responsable de todo el público. Ahora solo queda desear que el año que viene se pueda recuperar el formato habitual del festival zamorano.
SAUROM
DARK MOOR
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OPERA MAGNA
THE ELECTRIC ALLEY
Lacuna Coil es uno de esos grupos que tuvo suerte al terminar su gira más importante de su calendario (Sudamérica) antes del inicio de la pandemia, pero la zona de Italia en la que se encuentran (Milán) fue de las más afectadas en los comienzos de todo este proceso casi apocalíptico. De ahí también el nombre que le dieron a este directo, ‘Live From The Apocalypse’, y es que después de mucho sufrimiento, Lacuna Coil volvió a subirse a un escenario siete meses después, algo que ha marcado a sus miembros como ellos mismos han declarado abiertamente. Este concierto, sin público, sirvió para mostrar que siguen teniendo ganas de seguir tocando juntos y para darle vida de manera completa a su último trabajo de estudio, ‘Black Anima’, el cual interpretaron al completo (aunque
no en orden). Las canciones de más éxito de este álbum no podían faltar -como no lo hacen desde su salida- en su show, y “Reckless”, “Veneficium” o “Layers Of Time” fueron de las que más retumbaron para el público, que lo pudo ver desde su casa en una cita única e irrepetible (ya que no se podría ver más adelante de nuevo). Por otro lado, los temas menos sonados del disco y tres bonus tracks de la edición especial también estuvieron incluidos en el repertorio así como “Bad Things”, otro corte que lanzaron aparte de ‘Black Anima’ después de que se publicase dicho trabajo. “Save Me” por segunda vez (pero solo con Cristina a la voz y Silvia Zanaboni al piano) cerró con un toque diferente al resto un concierto que recordó mucho a los que hacía la formación italiana en directo en su
última gira, pero como en esta ocasión no compartían el encabezamiento del cartel con nadie (como con Eluveitie el pasado noviembre), la estética estuvo más y mejor marcada con trajes nuevos (alternando los colores de los anteriores) y los colores de ‘Black Anima’ por doquier. Quien destacó por encima del resto en esta actuación fue Andrea Ferro. El vocalista, que en términos de popularidad siempre suele estar un poco eclipsado por Cristina Scabbia, se salió, mientras que su compañera lo hizo bien, pero no al nivel de otras citas donde fue mucho más espectacular. Este es un chute de energía tanto para Lacuna Coil como para sus fans, que esperan que haya pronto un directo con un público al que cantarle en persona y no de manera virtual. Mientras tanto, esto es lo que hay.
lacuna coil live from the apocalypse (milán, italia) TEXTO: dani bueno FOTOs: EMANUELA GIUARANO
CONCIERTOS metal hammer | 77
TOUNDRA
CONCIERTOS
PARC DEL FÒRUM (BARCELONA) TEXTO Y FOTO: AITOR CHAPARRO
Poderosos, evocadores y ¿por qué no? místicos. Así sonaron Toundra en su visita una vez más a la ciudad condal donde abarrotaron cada rincón del Parc del Fórum de Barcelona con su propuesta instrumental, la cual pese al formato bastante más frío que ha tocado vivir en los conciertos de actualidad -todos sentados en sus respectivas localidades y siguiendo las medidas de seguridad- llenó de emociones a los asistentes a la velada.
respetable está acostumbrado a escuchar en los bolos de Toundra. A continuación llegaron cortes como “Bizancio” en su linea espiritual, “Kitsune” con un inicio lento que alcanza pronto cotas más intensas según avanza gracias a la energía que desprende la batería, y una muy bien llevada “Cielo Negro”, algo más oscura que la anterior. Un comienzo más calmado daba paso a “Magreb”, más aclamada por los seguidores con más experiencia de la banda.
El setlist dio inicio con “Cobra” para más tarde dar paso a otra de sus canciones de ‘Vortex’, “Tuareg”. Estos dos temas funcionan muy bien juntos y llevaron al público de la mano por un viaje que muchos recordarán. Los riffs de guitarra, precisos tal y como el
La actuación seguía su curso sin prisa pero sin pausa. Los temas avanzaban concordando a la perfección con cada canción anterior para entrelazar las historias que cuentan los madrileños transportando a otros lugares con canciones como “Kingston
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Falls” con su calma antes de la tormenta o “Mojave”, que encajó como un engranaje con la anterior gracias a su pegadiza línea de bajo. El espectáculo estaba por finalizar y solo quedaba un último as bajo la manga. La canción que cerraría el recital y dejaría al público con muchas más ganas de disfrutar de nuevo de la música en directo, sobre todo en un entorno más cercano a los músicos, sería “Cruce Oeste”. El cuarteto peleó por su propuesta con uñas y dientes, y es que al final desde encima de las tablas también es complicado defender un repertorio sin que la gente se canse un poco de estar sentada. Toundra pueden estar satisfechos, pues consiguieron mantener la atención del público de principio a fin.
megara TEXTO: tamara ruiz
teatro egaleo (leganés) foto: nocnar tosnophal
metal hammer | 79
CONCIERTOS
Después de posponer su concierto de fin de gira en un par de ocasiones debido a la actual pandemia por la Covid-19, Megara terminó el extenso tour de su disco ‘Todos Estamos Locos’. El evento tuvo lugar dentro de esta recién estrenada “nueva normalidad”, concretamente en el Teatro Egaleo de Leganés, algo que lejos de beneficiar más bien supuso un hándicap para la banda. Esto mermó en parte la ambientación y dio pie a que el público se mostrase algo frío.Aun así, el cuarteto puso toda la carne en el asador para dar vida a su particular País de las Maravillas y se sobrepuso incluso a los problemas surgidos durante el directo. Prometieron a sus seguidores, como ya es costumbre en sus actuaciones, no salir de la misma manera que entraron al show, y con “Esclava Del Aire” comenzaron a cumplir su promesa. Durante su espectáculo no faltó el cuerpo de baile que acompañó a Kenzy, Rober, Pol y Pablo en todos los cortes que requerían de su presencia. Personajes mitológicos, cybrogs con metralleta, brujas… dieron vida uno por uno a los temas previstos. Además de sus canciones propias llegaron sorpresas como la interpretación de “Billie Jean”, que contó con un bailarín ataviado como el mítico Rey del Pop al que poco le faltaba para ser la viva imagen del artista. Hubo espacio para la interpretación de un solo de batería a manos de Pol que versionó éxitos de diversos estilos: desde el pegadizo “Gangnam Style”, hasta hits de Rammstein o Marilyn Manson. Cerca del cierre, Megara interpretó “Truco O Trato”, un tema que formará parte de su próximo trabajo de estudio y que dio carpetazo definitivamente al País de las Maravillas para darle la bienvenida al País de las Pesadillas. La parte más visual del show fue sin duda que ocupó los últimos minutos. La Reina de Corazones bajó de las gradas para dar su particular presentación de “Bienvenido Al Desastre” al tiempo que en el escenario se preparaba todo para rememorar la “Última Cena”. Está claro que este concierto era importante para la banda y, aunque las condiciones no fueron las idóneas, Megara supo llevar a cabo su peculiar puesta en escena. El show visual de la formación es sin duda único en nuestro país, y eso es incuestionable con pandemia o sin ella.
EL CHICLE DE LARS
LA NUEVA (A)NORMALIDAD
Dentro de las adicciones y filias de los músicos existe una que me llama la atención, y es la pasión por los chicles de Lars Ulrich, ese señor bajito que toca la batería en Metallica.
14 de marzo. España cerraba sus fronteras para hacer frente al virus que lleva golpeando al mundo durante más de medio año. Con las paredes de las casas pareciéndonos más barrotes de cárcel que paredes, la mayoría de españoles sucumbían a una especie de “renacer” del ser humano. Dicen que no hay mal que por bien no venga y parecía que “gracias” a aquel virus, cuando al fin abriéramos las puertas de nuestras casas, saldríamos a la calle estrenando una forma nueva de afrontar la vida. Empáticos, desinteresados, dadivosos y llenos de luz. Las casas se llenaban de las risas de miembros de la familia que antes ni coincidían por los pasillos, las calles estaban vacías, pero los aplausos inundaban cada uno de nuestros balcones como agradecimiento a nuestra sanidad, muchos desempolvaban esa guitarra que llevaban años sin sacar del armario para regalar unos minutos de entretenimiento a los vecinos desde sus ventanas... ¡Qué fantasía! Y nunca mejor dicho.
Ya de por sí el tío tiene cara de bofetón, el típico que lo ves por la calle y te cae mal, le darías una hostia a mano abierta sin mediar palabra. Podía haberse enganchado al alcohol como Hetfield o a la heroína como su ex amigo Mustaine ,pero no; cayó en las garras del sorbitol. También coqueteó con la cocaína, valga la redundancia, pero eso es algo casi normal en estrellas del “ruock”. Las veces que no está dándole al chicle incluso tiene cara de estar mascando uno o de estar salivando. Todo este asunto ha dado lugar a múltiples rumores y conjeturas sobre Lars y los chicles; hay quien dice que debajo de esa caja Tama hay una colección de chicles pegados o incluso otros apuntan a que el chicle que masca es el mismo desde el Kill ‘Em All. Lo deja en un vasito en la mesilla de noche y lo quiere como a un hijo, ¿os imagináis la dureza que debe tener ese chicle? Para mascar eso harían falta las mandíbulas de un gran blanco o de un cocodrilo del Nilo para deformar esa deforme masa de goma arábiga. Pero son solo rumores, no lo vayáis contando por ahí, que una mentira contada muchas veces acaba por convertirse en verdad.
SIN tapujos
¿Y del palillo no vamos a hablar? Entiéndase palillo como mondadientes. Pues sí, merece hacer mención a ese pedazo de madera que lleva en la boca en algunas entrevistas y que enerva a los/las periodistas. Entiendo que para un señor con boina aficionado a las tascas de torreznos y que bebe sol y sombras para desayunar, el llevar mondadientes en la boca es casi parte del atuendo o un símbolo de virilidad rural, pero para el batería de la banda más grande (en cuanto a números) del metal no parece lo más glamouroso. La duda es si lo lleva para hacerse el interesante os es para sacarse los “And Justice Paluegos”. Por ir cerrando este estúpido artículo de opinión, una cosa os voy a decir: puedes criticar su habilidad como batería desde tu mugriento local, puedes mofarte de su dominio del doble bombo en tu perfil de Facebook… pero se la suda, porque ha conseguido algo que vosotros jamás conseguiréis por mucho empeño que pongáis, y es crear una de las bandas más importantes de la historia de la música con sus recursos técnicos limitados, su chicle y su palillo.
80 | metal hammer
21 de junio. Fin de estado de alarma y comienzo de lo que personalmente definí como “nueva anormalidad”. Ahora os explico por qué.Todo lo que vais a leer es, por supuesto, dejando a un lado a toda esa gente que no tiene la música como pasión (ni dedicándose a ella ni disfrutando de ella como público). Era bastante lógico que nada iba a cambiar mágicamente en el ser humano, y más si analizamos el historial de mierda que tenemos. Pero lo que no me esperaba era ver lo que os cuento a continuación y, en definitiva, el punto principal de estas palabras que os escribo. Pasaban los días y parecía que la cosa comenzaba a despegar. Con muchas restricciones -lógicas por la situación-, poco a poco empezaba la gente a compartir en redes carteles de conciertos, nuevos lanzamientos... Sabíamos que, por ahora, el pensar en disfrutar de los conciertos como lo hacíamos antes era utópico, pero eso era ya un soplo de aire fresco. A la par, yo comenzaba a leer incrédula a la gente del propio sector musical plagando las redes de quejas sobre esta nueva manera de vivir los conciertos y, por supuesto, dejando claro que no iban a asistir a ningún concierto en el que tuvieran que estar sentados, con mascarilla... Alucinante. Melómanos autoproclamados. Gente que vive por y para la música, que llevaba desde marzo quejándose de que no tenía de donde sacar dinero. Absurdo, ¿verdad? Y más cuando a diario vemos que están cayendo salas de conciertos, artistas, familias cuyo principal sustento es el sector musical... ¡No es momento de restar! Es momento de que toda esa gente que formamos parte de una manera u otra de este sector nos unamos para que no se hunda. Si no lo hacemos nosotros ¿quién lo hará? La música no va a curar ninguna pandemia, pero solo espero que nunca nos falte porque, entonces y solo entonces, nos daremos cuenta de la falta que nos hacía. Cuidémosla (antes de que sea demasiado tarde).
EL INICIO DE POSSESSED
Para quien no lo sepa, ha muerto Chicho, mi compadre, el guitarra solista de los Mojinos Escozíos, cumpliendo con creces eso de que, sin duda alguna, fue un gran músico, aunque mejor persona.
En 1978, mi mejor amigo Mike Miner tuvo un grupo llamado Black Widow que tocaban versiones y sonaban genial. Me enganchó esa primera experiencia viendo a una banda en un garaje y me hizo darme cuenta de que debía crear mi propio grupo. Lo hicimos Mike (batería) y yo y la habitación de mi hermana en el sótano era nuestro sitio para ensayar. Reclutamos a un amigo de Mike, Danny Boland (DEP) porque tenía una Gibson SG y un ampli.Veíamos a Larry LaLonde por ahí con camisetas de Motörhead e Iron Maiden siempre con una guitarra, así que le dijimos si quería ensayar con nosotros y aceptó. Necesitábamos bajista. Como empecé con la batería y me pasé a la guitarra, el bajo me iba bien. Hacía también las voces secundarias, así que nos hacía falta alguien como cantante. Preguntamos a un joven, Steven Gibb, que no tenía miedo a nada y siempre se metía en problemas. Aceptó. Éramos una banda de verdad. En 1979 escribí mi primera canción, “Hellrazor”, que después se convirtió en “Burning In Hell” de Possessed. También compuse todo lo que sería posteriormente “The Word”. Tocábamos versiones de Black Sabbath, Blue Öyster Cult, Motörhead,Van Halen y un montón más de temas de hard rock. Nos sentíamos genial tocando en un grupo y también salíamos de fiesta y tuvimos nuestras primeras groupies (sin haber llegado a hacer nuestro primer concierto todavía). Un día mientras ensayábamos, sin avisar, mi hermana entró y dijo: “hey, Mike Deshane hace una fiesta este fin de semana y le he dicho que tocaríais”. Sigo recordando ese pánico y esa emoción que tuvimos. O nos ganaríamos cierta reputación o seríamos unos completos idiotas. Ya era hora de dejar de perder el tiempo en el sótano. Después de todo, teníamos cerca de 12 años. Dijimos que sí y así tuvimos nuestro primer concierto en el césped de la fiesta de Mike Deshane, donde tocamos para chavales más mayores muy majos que estaban fumando marihuana y borrachos. Ensayamos duro cada día toda la semana y estábamos más que listos. La mejor parte fue cuando nos pagaron (en cerveza de verdad). Montamos todo en el césped y encendimos nuestros amplis lo antes que pudimos para empezar con “Paranoid” (Black Sabbath). Empezamos por todo lo alto y todo el mundo se acercó para vernos. Fue emocionante y terrorífico a la vez. Irónicamente, Steve tenía miedo escénico y cantó la primera frase una y otra vez. “Finished with my woman ‘cause she couldn’t help me with my mind. Finished with my woman ‘cause she couldn’t help me with my mind...”.Al principio pensé “cielos, ¡esto es terrible!”, pero rápidamente miré alrededor y todo el mundo estaba dándolo todo, bebiendo y viéndonos tocar. Como yo estaba con los coros, cogí el micro y canté los siguientes versos hasta que Steve se reenganchó. Crisis solucionada. Tocamos casi una hora versionando “Wasted”, “War Pigs”, “Bang Your Head”, etc. Lo hicimos muy bien y tuvimos un gran apoyo del público. Creo que le fliparon esos niños tan pequeños tocando música tan heavy y cañera (hay que tener en cuenta que esto era antes el “metal extremo”). Desde ese día no había otra cosa más que quisiera hacer.
Después de 30 años a su lado, tengo que reconocer que me ha dejado tocado, pero no hundido. Hablo en primera persona, aunque el resto de la banda está igual de afectado que yo. Sin embargo, me he dado cuenta de algo que, posiblemente por humildad, jamás me había planteado: lo conocidos que somos. Entro en una farmacia y me dan el pésame, en el mercado, en un bar, o sentado en una cafetería, se me acerca un gitano y me dice “lo siento mucho, primo”. Parezco su viuda. Ha dado la noticia de su muerte toda la prensa escrita, la musical, e incluso el Hola, revista que jamás habló de nuestro trabajo. También Rock FM, lugar donde nunca hemos sonado, hablaba de la desaparición de mi compadre, cosa que les agradezco de corazón. Juro que no le estoy reprochando nada a nadie, solo faltaría eso. Cada uno puede pinchar la música que crea conveniente en su emisora y hablar de quien le parezca en su revista, simplemente quiero expresar que la muerte de Chicho ha conseguido que me dé cuenta de algo maravilloso, que somos muy conocidos. Muy conocidos no, lo siguiente, aunque poco reconocidos. Cuesta mucho en este país reconocer una banda que no hace letras serias (nunca lo hicimos porque nos aburre). El humor nunca se llevó ningún premio ni en la música, ni en el cine ni en el teatro, cuando os aseguro que es muy difícil hacer lo que siempre hemos hecho y seguiremos haciendo, entre otros motivos, porque fue la última voluntad de Chicho: que no dejásemos de tocar tras su fallecimiento. Será difícil, pero así lo haremos. Gracias por todo, compadre. Por supuesto, le agradezco a la revista The Metal Circus’ Metal Hammer España este espacio en modo de obituario. Miguel Ángel Rodríguez, “El Sevilla”
metal hammer | 81
SIN tapujos
GRACIAS CHICHO
PRESENTA SU NUEVO SINGLE
BANG BANG
12
Diciembre
Foto y diseño de cartel por Kubla Khan Photo Studio
CIVES
PRIMER ADELANTO DE SU NUEVO DISCO 1000 VECES MEJOR
Presentación de disco en la Sala Vesta de Madrid
¡Ya disponible en todas las plataformas! Contratación: info@entrebotones.com
SPIRIT ADRIFT ENLIGHTENED IN ETERNITY ¡A LA VENTA EL 16 DE OCTUBRE! ¿Echas de menos una banda que haga Heavy Metal con “pelotas”? Estás de suerte, porque Spirit Sdrift tiene todo lo que el fan del Heavy Metal clásico reclama: riffs memorables, estribillos épicos y una melodías que enganchan. Sin duda alguna, el disco de Heavy Metal del año.
NECROPHOBIC DAWN OF THE DAMNED
¡A LA VENTA EL 9 DE OCTUBRE! ¡Los reyes del Black Metal sueco regresan con el álbum más creativo y diabólico que jamás hayan creado! Prepárate para que este disco inunde tu casa de tinieblas.
STEVE HACKETT SELLING ENGLAND BY THE
POUND & SPECTRAL MORNINGS: LIVE AT HAMMERSMITH ¡YA A LA VENTA!
¡Nuevo álbum de directo del que fue guitarrista y fundador de Genesis! Grabado en la clásica sale de Londres, Hammersmith, tocando al completo el álbum de Genesis ‘Selling England By The Pound’, su álbum en solitario ‘Spectral Mornings’ y algunos temas de su último álbum, ‘At The Edge of Light’.
SANCTUARY DAWN OF THE DAMNED
¡A LA VENTA EL 9 DE OCTUBRE! Este icónico álbum del Heavy Metal americano celebra sus 30 años y qué mejor forma de hacerlo que con una edición especial de lujo de LP triple con 2CD como extra y material que nunca antes había salido a la luz como por ejemplo tres temas grabados en la pre producción del álbum.
JAKKO M JAKSZYK SECRETS & LIES
¡A LA VENTA EL 23 DE OCTUBRE! El cantante y guitarrista de King Crimson presenta un álbum en solitario íntimo y preciosista en el cual participan varios miembros de King Crimson. Rock progresivo destilado de nuevo por este maestro del género.
NASTY MENACE
¡YA A LA VENTA! ¡14 temas de un hard core lleno de brutalidad! ¡Música jodida para un mundo jodido!
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