E D I T O R I A L
México y las Energías Renovables Por David Montañez Rufino Director general de la plataforma urbana M50
¿Qué está pasando con las energías renovables en México? La importancia de las energías limpias, verdes, o renovables a nivel internacional ha sido tan grande que ni nuestro rincón tercermundista –o en eternas vías de desarrollo–, se pudo desentender. De ahí la muy conocida y controversial reforma energética realizada en el sexenio anterior que generó un marco normativo para favorecer las inversiones y el desarrollo de un sector energético en México basado en energías renovables –como la solar y eólica–, más allá de las tradicionales de hidrocarburos y combustibles fósiles. Con esta serie de reformas, se abrieron inversiones privadas en generación de energía eléctrica con reglas de libre mercado, aunque la CFE conserva la distribución, transmisión y comercialización de la energía.
país provendría, primero de la CFE, luego de los ciclos combinados que produce el estado mexicano y, de último, de los generados por los particulares, derivados de las inversiones de los últimos años en energías renovables, como los parques eólicos que hay en Yucatán. Esto representa viajar hacia el pasado, en sentido contrario a la apuesta que los países desarrollados del mundo están haciendo a favor de energías que no contaminen, no se agoten, y no consuman gran cantidad de recursos con daños irreversibles para el medio ambiente. La propia SEMARNAT1 –vaya ironía–, menciona en su página web con signos de exclamación las ventajas ambientales, económicas y sociales del uso de energías renovables.
Entonces, ¿qué sucede ahora?
Pero no nos confundamos: las energías renovables no sólo son importantes para el medio ambiente del planeta, sino también para la economía familiar y la productividad nacional.
El ejecutivo federal presentó una propuesta de modificación a la Ley de la Industria Eléctrica que cambia el orden de prioridad de las fuentes de energía a nivel nacional (Sistema Eléctrico Nacional), para darle preferencia a la producida por la CFE, que proviene mayoritariamente de fuentes fósiles. De esta forma, el consumo del
Como menciona el doctor Víctor Ramírez en esta propia edición, “la transición energética es una tarea que requiere inversión, pero que a la vez suma competitividad”. Los costos de producción, almacenamiento y aprovechamiento de las energías renovables son cada vez más competitivos frente a los de las energías fósiles.
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