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REPORTAJE 10 AÑOS DEL RESCATE
La felicidad por el logro alcanzado se desató tras sacar a todos los atrapados. Los abrazos, las lágrimas y la sensación de victoria eran incontenibles.
A 10 años del rescate de los 33 los protagonistas de Codelco hablan de la hazaña que conmovió al mundo
El martes 13 de octubre de 2010, desde los rincones más recónditos de la tierra e, incluso, desde la Estación Internacional Espacial llegaron felicitaciones. Durante los 69 días que vivieron atrapados a 700 metros de profundidad, distintos equipos de Codelco juntos a otras empresas colaboradoras, lideraron el rescate de 33 hombres desde el fondo de la Mina San José.
La odisea se inició el 5 de agosto, y durante 17 días nada se supo de ellos. El 22 de agosto fueron encontrados con vida y con síntomas de desnutrición. Durante esas más de dos semanas, agotadoras y estresantes, racionaron la escasa alimentación, potabilizaron agua y sostuvieron un espíritu de solidaridad para mantener el optimismo y la convivencia.
Desde la mañana del 12 de octubre de 2010 hay un antes y un después en la vida de Manuel González Pavez. “Tú serás el primero en bajar y el último en subir”, le comunicó Ovidio Rodríguez, el jefe de la brigada de tenientinos que llegó a la mina San José para ser protagonista del rescate de los 33 mineros atrapados en la mina San José desde el 5 de agosto, 69 días atrás.
González recién había terminado el desayuno impresión fuerte porque en realidad no estaba en mis planes estar en la nómina”, recuerda el actual jefe de Turno de la Unidad Hidráulica del área de Gestión Ambiental y Territorial de El Teniente.
“Fue un momento especial. No se me va a olvidar nunca. Estábamos preparados, conocíamos el tiro y la cápsula, y a pesar del convencimiento de que iba a funcionar, había y, sorprendido, masticó la noticia. “Fue una
una cuota de incertidumbre”, cuenta.
Manuel González
622 metros de profundidad debió bajar la cápsula Fénix II para rescatar a los mineros
Los ojos del mundo estaban sobre Manuel.
Mil millones de personas pegadas al televisor e internet. La cápsula Fénix recorrió los 622 metros en 17 minutos y González vio a 33 personas que sentían que volvían a vivir. "Fue un momento emocionante, porque vi en sus caras la esperanza de que saldrían.
Estaban seguros de que los íbamos a sacar bien y contentos de verme, porque éramos mineros rescatando a mineros”, rememora. Claudio Rojas que estaba viviendo un momento trascendental en su vida en agosto de 2010. Tuvo una responsabilidad vital: suministrar oxígeno enriquecido y medicinal, agua y energía eléctrica a través de ductos especiales que luego permitieron agregar líneas telefónicas y fibra óptica; alimentos, medicamentos y una valiosa comunicación a través de cartas que eran transportadas en unos receptáculos denominados “palomas”. Los 33 mineros de San José devolvían esas “palomas” con respuestas escritas, rocas del fondo de la mina y banderas chilenas firmadas por todos. Veintidós horas después y tras 78 viajes de ascenso y descenso, todos estaban a salvo, y Chile y el mundo celebraban la hazaña.
"¿Saben? El minero es especial. Como tenientinos tenemos muchos desafíos de aquí en adelante y los vamos a cumplir porque siempre ha sido así. Tal como en el rescate, saldremos
El “jefe de las palomas”
adelante para seguir aportando al país".
69-70 días estuvieron atrapados los 33 trabajadores
Este geólogo de Codelco Norte sabía
de la mina San José
“Mi jefe directo me pidió formar parte del equipo de rescate. ‘Quiero que participes’, me dijo, ‘porque eres una persona prudente, que podrá trabajar en un ambiente no habitual, lleno de presión y con una altísima exposición a los medios de prensa’.
“Aprendí muchísimo en ese equipo multidisciplinario. Toda la tecnología disponible, así como los conocimientos académicos y la experiencia de decenas de especialistas fue probada hasta los máximos límites técnicos, para rescatar con vida a los 33”.
Claudio Rojas es actual superintendente de Geología de Radomiro Tomic.
Jorge Bustamante
Jorge Bustamante Ramírez fue uno de los dos brigadistas de El Teniente que descendió a la mina San José en la cápsula Fénix. “Todas las mañanas realizábamos entrenamiento físico y sicológico. La evaluación que se hizo de nosotros fue un factor determinante a la hora de enfrentar este desafío inédito”.
“Lo que viví es una de las situaciones más gratificantes que me ha tocado. El rescate fue algo único e irrepetible, no tendré una experiencia similar en toda la vida”.
Jaime Castro
Somos un grupo preparado para reaccionar a las emergencias y esa preparación y capacidad la llevamos al norte. En ese momento, el grupo que se constituyó era el mejor en todo sentido.
"Empezamos a hacer prácticas con la cápsula. Nos metimos adentro y quedábamos confinados. Estábamos 20 minutos para sentir la presión que experimentaríamos cuando bajáramos a la mina. Estábamos preparados y concentrados para cumplir lo que nos pidieran”.
Jaime Castro, actualmente, es operador experto en Teniente 7 sector Acarreo.
William Saintard
Aplicamos técnicas de rescate que se usan en montaña y en superficie. Las adecuamos a un ambiente vertical, pero subterráneo. Utilizamos toda esa experiencia para diseñar el tema de la jaula y ponernos en distintos escenarios ante un evento inesperado.
"Hicimos una dieta especial, harto descanso y toda la preparación previa. A pesar de la presión, se hizo todo lo planificado, lo que estaba escrito, y lo logramos".
Hoy William Saintard, es analista especialista Ferrocarril Teniente 8.
Wilson Flores
33 días trabajaron los técnicos a cargo de la perforadora T-130
En mi turno del fin de semana del 22 de agosto me llamó el jefe de Comunicaciones “
Sur para avisarme que habían encontrado a los mineros con vida. Sabíamos que habían hecho contacto, pero pensé que varios estaban muertos. Cuando íbamos en Copayapu, por la radio local nos enteramos de que estaban todos vivos. Nos cayeron lágrimas.
“Yo trabajaba en la TICA y, junto con Jaime Eade, mi jefe en Salvador, y otro compañero, nos hicimos cargo de la red de datos, los enlaces y las instalaciones eléctricas. Fue bastante pesado el trabajo, por la logística y los tiempos que nos tomaba subir y bajar, pero teníamos claros los objetivos y pusimos el corazón para lograrlo.
“Al llegar a la mina, los familiares en las carpas estaban angustiados. Nos rogaban con la mirada que los ayudáramos. Fue muy fuerte verlos desesperados. En cambio, cuando entrabas a la zona del desastre, era como estar en faena, con decenas de personas trabajando. Sólo que nuestra tarea era extraer desde el fondo del yacimiento a 33 mineros. “El mismo día que llegamos hicimos la conexión telefónica para hablar con ellos. También preparamos un tendido eléctrico para que los viejos pudieran cargar sus lámparas e instalar luminarias en el refugio. Luego, instalamos la fibra óptica para las videoconfernecias.
“No sentimos ni angustia ni desolación. Sólo esperanza. Sabíamos desde ese momento que sólo era cuestión de tiempo sacarlos. Sin embargo, en los últimos días tuve temor. En una de mis conversaciones con ellos, un viejito me dijo: ‘jefe, el cerro está crujiendo’. Y claro, me preocupé por otro posible derrumbe. Pero André Sougarret y René Aguilar, que estaban a cargo, nos tranquilizaron.
“El día del rescate, cuando salió el último de los 33 mineros, y todos llorábamos y nos abrazábamos, se acercó el subsecretario de Salud, Jorge Díaz, y me abrazó. Yo le dije: ‘Le ganamos al cerro’, y él me respondió: ‘No, le ganamos a la muerte. Eso me quedó grabado”.
Wilson Flores Araya hoy es ingeniero jefe de Mantención Eléctrica Mina en Salvador.
El proceso de armado es gradual. Comienza desde los sistemas motrices de las orugas hasta llegar a la cabina del operador, la correa de alimentación y el disco de capachos.
Estamos habilitando una nueva rotopala que aumentará en 15% la remoción de ripios
Su puesta en marcha, que busca una mayor rentabilidad para la división, está considerada para el primer trimestre de 2021
Enmarcado dentro de los proyectos estratégicos de la división para rentabilizar el negocio, hace tres meses comenzó el montaje de la nueva rotopala que considera una inversión total de US$ 24.729. El proyecto, además, apalanca el Plan de Implementación Táctico 3, de optimización de ripios, ya que en los últimos años el actual equipo ha tenido una tendencia a la baja en su productividad.
“Este nuevo activo tiene una mayor capacidad de procesamiento de ripios, por lo que aumentará la remoción en 1.500 ton/ hr, aproximadamente un 15% más que la anterior, una cifra desafiante en los niveles de producción históricos de la división”, explica Rodrigo Fernández, superintendente de Suministros Estratégicos e Infraestructura.
Obras de Infraestructura
1.000 m3 es el total de hormigón para reforzamiento de infraestructura.
58.000 kg de acero es el total para reforzar la infraestructura
15,5 m de altura tiene la nueva rotopala
Fernández dice que comenzaron a ejecutar el proyecto en plena pandemia, por lo que se ha trabajado fuertemente en cumplir todos los requisitos y protocolos contra el Covid-19.
Además, se han generado diversas mesas de trabajo entre las áreas involucradas. “Lo más complicado ha sido gestionar de forma efectiva los suministros nacionales e internacionales, especialmente éstos últimos, que importamos de países golpeados considerablemente por la pandemia. Lo subsanamos gracias a la implementación de herramientas de gestión, aplicación de controles y nuevas metodologías constructivas, las cuales se enmarcan dentro de la transformación cultural en la que trabaja fuertemente la división”, agrega Fernández.
Cristián Araya, ingeniero experto en Construcción y parte del equipo de habilitación, detalla que la rotopala fue adquirida a la División Radomiro Tomic. “Considera la utilización estructural y motriz existente, pero con equipamiento eléctrico e instrumental nuevo, y reacondicionamiento completo de los equipos mecánicos e hidráulicos (overhault). Tenemos un equipo operativo al 100%”, agrega.
Araya afirma que el beneficio de este activo está enfocado en la rentabilidad, ya que disminuirán los camiones Caex que se ocupan de la tarea. Además, con una mayor capacidad de remoción, se obtendrá una mejora en el throughput (relación apilamiento-remoción) de la planta, permitiendo el desarrollo de metas productivas más desafiantes.
Datos claves del proyecto rotopala
450 toneladas pesa la nueva rotopala, 100 más que la anterior.
7.400 ton/hr es el tonelaje esperado de remoción del sistema de ripios.
32% bajará el costo de remoción con la nueva rotopala.
El proyecto involucra diseño y soluciones de ingeniería, así como de coordinación y participación con áreas de operaciones y mantenimiento de la división.