Arquitectura y terreno en la casa en Lège-Cap-Ferret, de Lacaton&Vassal

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MIGUEL SILVA BARRAL

Arquitectura

TERRENO

en la casa en Lège-Cap-Ferret, de Lacaton&Vassal


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ÍNDICE Índice Introducción

La relación de contacto mínimo

Casa en Lège-Cap-Ferret La casa y el terreno: la duna La casa y la vegetación: el bosque La casa y el paisaje: cielo y mar

Arquitectura

TERRENO

t Fig 1: Vista de desde la bahía Philippe Rouault, Lacaton & Vassal

Foto de portada

Philippe Rouault, Lacaton & Vassal

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INTRODUCCIร N

A la reflexiรณn sobre la relaciรณn entre la Arquitectura y su medio 4


t Fig 2: El monasterio de Skellig Michael, en la costa irlandesa de Kerry, es un ejemplo de cómo, mediante la utilización de los materiales del entorno inmediato, la arquitectura se fusiona con éste en un continuo integrado. Matt Smyth (Irlanda, 2008), “Skelligs Beehive Hut”

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urante el largo período histórico en el que la Arquitectura se proveía de los materiales de su entorno inmediato, la relación del edificio con el terreno que la rodea era una cuestión directa. Cuanto más primitiva fuese la construcción, tanto más inmediata era la obtención de recursos. Así, la relación entre la cueva y la roca, la cabaña de troncos y el bosque en el que se asienta, la choza de tepes y la pradera circundante, la casa de adobe y el suelo arcilloso o la casa de piedra con las rocas del lugar (fig. 2), es una sinécdoque en la que parte (el edificio) y todo (el entorno) están hechas de la misma materia. Como si el terreno se plegase sobre el espacio formando la ar-

“Como si el terreno se plegase sobre el espacio formando la arquitectura, así se podría imaginar la construcción con los materiales que nos da la tierra circundante.” quitectura (fig. 3), así se podría imaginar la construcción con los materiales que nos da la tierra circundante. El desarrollo de tecnologías más complejas permitieron traer

unos materiales desde lugares remotos y manufacturar otros nuevos que no existen en el medio. Al no establecerse ya una relación directa entre el medio y la construcción, aparece la necesidad de dedicarle un tiempo a pensar en la relación que queremos establecer. Pensar en el terreno únicamente en términos de soporte de la arquitectura es seguramente una visión demasiado simplista que hace que se le dedique menos atención de la debida. En un momento en el que la tecnología nos permite hacer casi cualquier cosa, rellenos, desmontes y terraplenados sustituyen a una más cuidadosa relación con el lugar en el que nace la construcción. La construcción, desde siempre adaptada al terreno y enfrentada a él con una panoplia de soluciones, ahora lo puede amoldar para acoger una arquitectura completamente ajena a él y a su morfología. Además de generar soluciones inmediatas y poco elaboradas, el movimiento de tierras provoca que los elementos frágiles del medio, u

u Fig 3: Cuando se construye a partir de los materiales circundantes, la construcción forma parte intrínseca de su entorno, “como si el terreno se plegase sobre el espacio, formando la Arquitectura”. Elaboración propia

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t Fig 4: La arquitectura nómada (en la fotografía, yurtas en Mongolia) es un buen ejemplo de contacto mínimo: cuando se va, en el terreno no queda más trazas que un círculo de hierba aplastada.

Jonathan E. Shaw (Mongolia, 2013), “Gers near Mini Gobi” (CC BY-NC 2.0)

t Fig 5: Los palafitos, que se instalan en un medio tan ajeno al hombre como el agua, usan sus patas para separarse de él.

lan Cordova (Birmania, 2011), “Houses on Stilts in In Phaw Khone” (CC BYNC-ND 2.0)

t Fig 6: Marcel Breuer respeta al máximo el medio lacustre en el que se inserta su Caesar Cottage, contactando solamente con seis pilares e incluso acogiendo un árbol sin tocarlo.

Marcel Breuer Papers, Syracuse University Library (1952), “West Elevation”

como formaciones geológicas, suelos vivos, flora y construcciones antiguas más humildes, suelan ser suprimidos sin mayor dificultad de la superficie en la que se va a edificar, precisamente a causa de su fragilidad. Esta condición nos exige ser especialmente delicados si queremos preservar su valor paisajístico, ecológico o patrimonial. El contacto mínimo Al introducir en un medio elementos nuevos, podemos lograr su integración de muy diferentes maneras. Nuestra actitud vendrá determinada por las características del medio en el que estamos y del programa constructivo, aunque puede enfocarse también como una cuestión de principios. Escalonarse en una pendiente, enterrarse total o parcialmente, son soluciones que nos remiten

opera a escala del tiempo geológico. Toca lo menos posible para dejar la menor huella sobre su medio anfitrión. Esta postura no es nueva: en todos los tiempos, la arquitectura nómada está temporalmente instalada en un lugar, para después irse y no dejar más rastro que un área de hierbas aplastadas (fig. 2) . Pero no solo arquitecturas tan efímeras como la nómada toman esta actitud. Cuando el medio es difícil y nos sabemos ajenos a él, el contacto mínimo es una manera de aislarnos de él: las casas en los árboles de la selva o los palafitos sobre playas y marismas (fig. 3). El mínimo movimiento de tierras con el que nos instalamos sobre el terreno implica que la huella es ínfima. En terrenos delicados biológica o geológicamente es una forma sensata de aproximación, valiendo como

“Es una actitud reverencial hacia el terreno que nos acoge. Respeta su fragilidad e importancia, a la vez que se reconoce temporal, efímera.” a la idea tratada anteriormente del “terreno plegándose sobre el espacio”. Es la vía de la integración consustancial, en la que medio y arquitectura forman un conjunto indiferenciado en el que uno es parte del otro. Otro posible camino, que es el que trataremos de forma más prolija aquí, es el del contacto mínimo. Es una actitud reverencial hacia el terreno que nos acoge. Respeta su fragilidad e importancia, a la vez que se reconoce temporal, efímera en comparación con una Tierra que

ejemplo las sendas que atraviesan algunos de los preciosos humedales españoles o las plataformas de observación ornitológica en parques naturales. En muchas ocasiones los edificios de nuestra era toman una actitud similar. Por ejemplo, Marcel Breuer lo pone de manifiesto en su Caesar Cottage, que incluso integra un árbol dentro de la casa (fig. 4), y John Lautner busca el mínimo apoyo en la Casa Malin. Esta forma de asentarse delicadamente se viene reproduciendo hasta nuestros días. n 7


Lacaton

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Vassal


p Fig 7: Las vistas del espectacular entorno natural de la bahía de Arcachon se disfrutan totalmente desde la casa, que se abre a ellas. Philippe Rouault, Lacaton & Vassal

t Fig 8: El programa de la vivienda se resuelve enteramente en una sola planta. El espacio principal es un salón, abierto totalmente al paisaje en uno de sus lados, por el que se accede a la casa. Los cuatro dormitorios y los baños segmentados se aglutinan en la parte trasera. Lacaton & Vassal

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sentarse delicadamente en un entorno frágil es lo que hicieron Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal en Cap Ferret cuando reciben el encargo de diseñar una vivienda unifamiliar de verano. La casa se sitúa en la costa de la región de Gascuña, donde actividades relacionadas con el mayor bosque de Europa, el bosque de las Landas, como la extracción de resina, conviven con otras actividades tradicionales costeras como la ostricultura. Este gran bosque, otrora un pantano, drenado y replantado en el siglo XIX, se encuentra separado del mar Cantábrico por una gran barra arenosa que

da origen a reservas naturales como el banco de Arguin o formaciones geológicas tan espectaculares como la duna de Pilat, la más alta de Europa. Es importante resaltar la importancia ecológica y paisajística de este lugar para entender por qué era tan importante preservar el entorno en esta obra. Los alrededores de la bahía de Arcachon están totalmente construidos, llenos de viviendas unifamiliares. Esta era una de las pocas parcelas vacantes, que todavía conservaban la estructura original de playa, duna y pinar, brindando la oportunidad de mantener este sistema natural en su orden orginal. 9


t Fig. 9: Fases iniciales de la construcción, correpondientes al montaje de la estructura de acero sobre los encepados de los micropilotes. Lacaton & Vassal

La casa y el terreno: la duna Para evitar la degradación que supone excavar en un terreno arenoso, con el valor añadido de ser una duna y tener suelo y vegetación, se opta por elevar la casa sobre doce pilares de acero que arrancan de sus

correspondientes micropilotes. Así, el impacto sobre el medio geológico es mínimo, frente a otras opciones mucho más agresivas como una cimentación superficial o una de pilotes convencionales. Sobre estos micropilotes se apoyará una es-

z Fig. 10: Los micropilotes son la forma menos agresiva de situarse sobre la duna. Una cimentación superficial o de pilotes tendrían un impacto grande tanto en la duna como en su vegetación.

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p Fig 11: Isometría de la primera fase de la edificación. En primer lugar, se realizan los 12 micropilotes en los que se va a apoyar la vivienda. Después, se construyen los encepados mínimos dejando previstos los anclajes en los que más tarde se acoplarán los pilares de acero. Erigidos los pilares, se atornillan a ellos las vigas de los 4 pórticos principales, con los refuerzos y pletinas soldadas en taller. E1:100 u Fig 12: Detalle de un pilar, su entrega a la cimentación y los anclajes de las vigas a él. E1:10

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t Fig 13: Detalle de la entrega de las vigas en el eje longitudinal de la casa, en el caso extremo a los pilares y en los centrales al primer orden de vigas. Unión mediante tornillos. E1:10

p Fig 14: Isometría de la segunda fase de la construcción. Con los pórticos principales montados, el segundo orden de vigas se atornilla a las vigas del pórtico y a los pilares extremos. A estas vigas se fijarán después los arriostramientos (abajo) y los brochales para el paso de los árboles a través de la estructura. A la derecha, miniatura de la misma estructura con las chapas grecadas colocadas. E1:100

u Fig 15: Detalle del arriostramiento en el plano XY. Consiste en un perfil cerrado unido mediante tornillería a una pletina soldada en taller a la cara inferior del ala de las vigas. E1:10

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t Fig 17: Este esquema representa la filosofía de esta casa respecto a los árboles de la parcela. En un lugar tan visible como la cresta de una duna, un claro en el bosque tendría demasiado impacto, de ahí que se opte por conservar los árboles en su sitio.

u Fig 18: Detalle de la solución para el paso del árbol a través del forjado del techo.

tructura de acero, consecuen- y permitir el crecimiento y el te con la ligereza de la que el movimiento del árbol. Los peredificio pretende hacer gala. files tubulares que envuelven el árbol rematan el forjado meLa casa y la vegetación: el bosque tálico tipo Parasteel, sostenienPero la sensibilidad no se que- do el borde. El aislamiento térda solamente en la forma de mico se interrumpe y la lámina asentarse sobre el suelo. En impermeable sube ligeramente una posición tan visible desde por la chapa de remate. El lucerla bahía, clarear el bosque para nario/paso del árbol, sobreeleacometer la edificación sería vado para evitar la entrada de demasiado visible. De aquí la agua, se cierra con dos paneles decisión más radical de la casa: de metacrilato que preveen el mantener todos los árboles de paso para el árbol. Éste se hace la parcela, incluso los que nacen más estanco con un collar de en la debajo de la vivienda, que goma que hace de junta. Este la atravesarán. cierre del lucernario permite Es ese un punto especialmen- el abaneo del árbol al estar sute crítico, ya que el árbol está jeto con gomas elásticas. En el vivo y se mueve con el viento. forjado inferior, el problema es El encuentro ha de ser estanco más sencillo: el árbol se mueve 14

y Fig 19: Detalle de la solución para el paso del árbol a través del forjado del suelo. En este caso se resuelve sencillamente con un agujero en el forjado, que se ajusta después al ancho del árbol mediante dos planchas metálicas. q Fig 20: Fotografía de la solución para el paso del árbol a través del forjado del techo. Lacaton & Vassal


Cuello de goma

Lรกmina de PVC

Panel de metacrilato Goma elรกstica

Lana mineral Forjado tipo Parasteel 60 Tubo de acero cuadrado 60mm IPE 100

Plancha de acero galvanizado

Chapa de remate Forjado colaborante tipo Cofrasta IPE 200

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y Fig 21: Isometría de la casa con las fachadas instaladas. Éstas se anclan a la estructura del edificio, ayudando a arriostrarlo frente a un posible empuje del viento.

p Fig 22: Isometría de la segunda fase de la construcción. Con los pórticos principales montados, el segundo orden de vigas se atornilla a las vigas del pórtico y a los pilares extremos. A estas vigas se fijarán después los arriostramientos (abajo) y los brochales para el paso de los árboles a través de la estructura. E1:100 t Fig 23: Detalle de la parte inferior de la carpintería del salón. Para lograr la continuidad espacial total entre el salón y la terraza, la carpintería y la canaleta se enrasan con el plano del suelo, lo que resulta en que el forjado debe interrumpirse en ese punto. La carpintería va sostenida por un premarco anclado directamente a la estructura. Lacaton & Vassal

u Fig 24: Debajo de la casa podemos percibir la luz del cielo. Lacaton & Vassal

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menos y no hace falta lograr una junta estanca. Aquí el hueco se ajusta al tronco del árbol con dos chapas metálicas con el recorte del díametro del tronco. Al no ajustarse el hueco al árbol, nada impide la entrada del aire exterior por el espacio abierto No es el único puente térmico que hay en la casa, que por ser una residencia de veraneo no necesita gran esfuerzo en el aislamiento. Las temperaturas durante su período de ocupación son agradables, y un eventual

exceso de insolación se matiza con el arbolado que, gracias a mantenerlo en su sitio, cubre con sus copas la casa. La casa y el paisaje: cielo y mar El paisaje no solo se tiene en cuenta en cómo se ve la casa desde fuera, sino que las vistas desde la casa están favorecidas al elevarla sobre el terreno. Todo el frente que da al mar es abierto, de manera que toda la casa participa de la bahía de Arcachon y de la Isla de los Pájaros 17


que está justo enfrente. El resto de la parcela también puede participar de ese paisaje, ya que al elevarse la casa no tapa las vistas. Incluso estando debajo de la casa se puede seguir disfrutando del cielo, ya que su parte inferior está cubierta con una chapa ondulada que refleja la luminosidad del mar, a su vez reflejada del cielo. Esta chapa de aluminio está sostenida por una subestructura que se ancla a las vigas del forjado inferior. Desde dentro de la casa se puede apreciar todo el paisaje de la bahía, ya que todo el frente da a un balcón que, con las puertas abiertas, convierte el salón de la casa en exterior. Para ello, la carpintería se introduce en el forjado, hasta el punto de interrumpirlo. De esta forma, la continuidad entre interior y exterior es total. La entrada de agua al interior la impide una canaleta enrasada también con la carpintería y el plano del suelo. El cerramiento en los tres

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lados de la casa en los que no está abierta al mar se compone de una chapa ondulada de aluminio, montada sobre una subestructura de tubos de acero galvanizado. Los paneles practicables, de policarbonato translúcido, se montan sobre un bastidor hecho de los mismos tubos que el resto de la subestructura. Lacaton y Vassal asumen la postura de alterar mínimamente el entorno en el que se asientan. Dicho entorno llega a entrar dentro de la casa, mediante las vistas panorámicas sobre la bahía, la existencia de huecos en el cerramiento que permiten la entrada de aire exterior, y sobre todo, el paso de los troncos de los árboles por el interior de la vivienda. Una apuesta arriesgada pero muy consecuente con el postulado inicial: el de cambiar el concepto de “ocupantes” por el de “invitados”, discretos en un medio delicado pero rico. n


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