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SALUD

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INSTRUCCIÓN

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Dr Martínez Quiñones - Neurocirujano - Tfno: 608 349180 Salud y Golf

Enfermedad de Parkinson y golf

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El golf es el deporte más popular para los mayores de 55 años, ayudando a mejorar la calidad de vida de las personas que lo practican. Su uso continuado mejora la rotación espinal y el equilibrio anticipativo, y aumenta la coordinación de movimientos lentos y rápidos. Recientemente se ha comprobado que la práctica del golf supera al tai chi en cuanto al equilibrio y movilidad de los pacientes afectados de Parkinson. El tai chi se venía considerando hasta ahora, como la actividad de referencia para mejorar la movilidad y prevenir las caídas entre los enfermos de Parkinson.

Es una realidad que el ejercicio físico mejora los síntomas de la enfermedad de Parkinson: facilita la movilidad, el equilibrio y la fatiga, reduce la rigidez al mismo tiempo que ayuda a aliviar los síntomas de la apatía y depresión que habitualmente se asocia en estos pacientes. Por otro lado, la actividad física mejora la función de forma global, previniendo las caídas e incrementado la fuerza. En resumen, ayuda a enlentecer la progresión de la enfermedad. El ejercicio físico se ha comparado a la pleamar que mantiene a flote los barcos amarrados. Sin embargo, muchos enfermos de Parkinson no se adhieren al ejercicio físico, y tampoco existen estudios aleatorizados que estudien qué actividad física es la más adecuada para el Parkinson. Sin embargo, existe la creencia que los parkinsonianos que practican golf de forma regular, se encuentran físicamente mejor. Un grupo de investigadores ha realizado recientemente un pequeño estudio piloto, comparando en 20 pacientes afectados de Parkinson moderado (estadios 2 y 3 de la escala de Hoehn y Yahr ), como influía el golf y el tai chi en el devenir de la enfermedad. Ocho pacientes mantuvieron una hora de clase de golf, dos veces por semana durante 10 semanas. Los otros 12 pacientes siguieron clases de tai chi en las mismas condiciones de tiempo. No les supuso ningún coste. Se procedió a realizar en cada paciente una prueba de estabilización y marcha antes y después de las clases de entrenamiento: tiempo que tardaban en levantarse de una silla, caminar 10 pasos, girar regresando a la silla y sentarse de nuevo. Resultado: ambas actividades fueron seguras y efectivas, y el grado de satisfacción, similar. El rendimiento fue mejor entre los que practicaron golf. Además, se apreció que el grupo que practicó golf fue un segundo más rápido en la realización de la prueba que el que practicó tai chi. Por otro lado, los parkinsonianos prefirieron aprender a jugar golf que a tai chi, lo que puede explicar también el mejor resultado (estaban más motivados). No se apreciaron efectos adversos. Los autores del estudio señalaron que el golf es una buena opción, es seguro, se tolera bien y mejora el equilibrio, proponiendo llevar a cabo un estudio más ambicioso que permita corroborar estos resultados preliminares. Mientras tanto, insisten en que los enfermos de Parkinson practiquen golf durante una hora al día, tres días a la semana. Para los enfermos de Parkinson, cuanto antes se practique actividad física de forma rutinaria mejores serán las condiciones en cuanto a calidad de vida. Puede ser golf u otra actividad, pero el golf reúne una serie de características que lo hacen muy atrayente: se practica al aire libre, se camina, requiere coordinación de movimientos y equilibrio y cada uno establece su nivel de exigencia. Encontrar una actividad que enganche es la clave. La única barrera potencial para su práctica es el coste del material y equipo.

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