ANDRAGOGIA Y EDUCACION DEL SIGLO XXI
T.S.U MIGUEL ROJAS C.I: 16.533.603 ENERO 2017
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EDUCACION Y APRENDIZAJE PARA ADULTOS.
INCREMENTA
CRITICA
CUANTITATIVA Y CUALITATIVA
EVALUACION
PARTICIPACION
ERNESTO YTURRALDE
TRANSFORMACION
ANDRAGOGIA
BASES DEL APRENDIZAJE
DISCIPLINA
METODOLOGIA
PRINCIPIOS
HORIZONTALIDAD
APRENDER HACER
CONOCER SER
PRINCIPIOS ETICOS
EXPERIENCIA
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Andragogia La educación para adulto lleva consigo una mira hacia el futuro para el desarrollo en los diferentes contexto, social, profesional, educativo, entre otros que va de la mano con la personalidad y madurez para lograr un nivel más alto de conocimiento en base a las necesidades que desea aprender; recordemos que la educación para adulto es horizontal por lo tanto es un aprendizaje personal y colectivo donde se aprende lo que se quiere aprender y cuando se quiere aprender (por alguna necesidad o superación). Según Adam (1987), considera que las características básicas de la horizontalidad andragógica están referidas fundamentalmente al hecho de ser tanto el facilitador como el participante iguales en condiciones (cualidad) al poseer ambos la adultez y la experiencia; no así los niveles cuantificables (cantidad) de desarrollo o conducta observable. El término andragogía nace desde hace muchos años; se reporta utilizado por primera vez por el maestro alemán Alexander Kapp, en 1833, con el propósito de dar explicación a la teoría educativa de Platón; al no ser generalizado su uso, cae en el olvido. Posteriormente Eugen Rosenback, a principios del siglo XX retoma el término para referirse al conjunto de elementos curriculares propios de la educación de adultos, como son: profesores, métodos y filosofía. Bernard (1985) ve la andragogía como una disciplina definida al mismo tiempo como una ciencia y como un arte; una ciencia que trata los aspectos históricos, filosóficos, sociológicos, psicológicos y organizacionales de la educación de adultos; un arte ejercido en una práctica social que se evidencia gracias a todas las actividades educativas organizadas especialmente para el adulto. Con base a los autores mencionados se hace referencias en que el Aprendizaje nace de los conocimientos previos para lograr una construcción de conocimientos más amplios que son base para la evolución psicológica y social del ser humano; en donde el facilitador cumple con su rol de orientador y guía del aprendizaje para desarrollar diferentes habilidades y fortalecer las debilidades para así superar los diferentes nudos críticos, asimismo desarrollando el hacer, conocer y a ser para la vida en cuanto a lo teórico y práctico para ampliar la creatividad e innovación en ellos. De igual forma sensibiliza y concientiza el pensamiento crítico reflexivo que sirva para afrontar situaciones y para la resolución de problemas. En cuanto a la evaluación es crítica y parte de la autoevaluación y coevaluación de una forma cualitativa y cualitativa que permita lograr una transformación. Dicho aprendizaje debe ser impartido sobre la base de precursores como son Simón Rodríguez que menciona una educación con base experiencias y realidades sociales. Paulo Freire, el padre de la pedagogía de la esperanza y pedagogía critica. Desarrollo del pensamiento crítico reflexivo para la vida. Carl Roger, en relación con la pedagogía liberadora de conocimientos. Entre otros. 3
Por otro lado Malcolm Knowles hace referencia a una visión andragógica, no es presentada como una teoría con base empírica sino tan sólo como un conjunto de cinco asunciones: Concepción personal del aprendizaje: El adulto es capaz de establecer sus propias necesidades de aprendizaje y de encontrar los medios para alcanzarlas. Rol de la experiencia: La experiencia previa constituye una base de sustento para el nuevo aprendizaje el cual se consolida en forma más significativa. Orientación a la aplicación del aprendizaje: El interés de un adulto en aprender está fuertemente ligado con el desarrollo de tareas relacionadas con su rol social. Aprendizajes orientados (con propósito): En la medida en que el individuo madura modifica su perspectiva del aprendizaje, transitando desde su aplicación futura a su aplicación inmediata. Motivación intrínseca: Los adultos tienen una mayor tendencia a estar motivados por factores autónomos: el íntimo deseo de encontrar soluciones y alcanzar metas personales, más que obtener incentivos externos y gratificaciones. En resumen la andragogia nace de las necesidades del ser humano por superación propia y esta se puede ejecutar de forma personal o a distancia dependiendo de la circunstancia en la que se encuentre. También va de la mano con las innovaciones educativas y tecnologías para la construcción de los aprendizajes usando diferentes métodos y herramientas que le permita el desarrollo del auto aprendizaje de forma libre y participativa para el logro de una transformación personal, educativa y para la construcción de una sociedad.
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Nuevos modelos educativos. Universidad del siglo XXI Se requiere un nuevo paradigma educativo que pueda acompañar los paradigmas existentes los cuales surgen de las necesidades de la sociedad. Otro paradigma que, superando las restricciones del actual, sea capaz tanto de superar las adversidades del pasado cuanto de dar respuestas más adecuadas a las necesidades del futuro. Educarse cuando se es adulto significa que existe un deseo de crecer intelectualmente, superarse y autorrealizarse y, por consiguiente, se está al tanto de que para poder alcanzar el conocimiento, hay que propiciarlo. Esta condición se vuelve una realidad cuando el docente a cargo no imparte el conocimiento sino que lo comparte, utilizando una postura andragógica que le permita promover, fomentar e impulsar el aprendizaje y a su vez convertirse en un co-aprendiz durante el proceso. Es importante resaltar las necesidades de un cambio de paradigma en todos los aspectos educativos de la sociedad, las reformas educativas se esfuerzan por respetar el modelo clásico escolar introduciéndole nuevos elementos que, al no formar parte del modelo original, no tienen suficiente fuerza como para transformarlo. Para Aguerrondo, 1993. “El nuevo paradigma implica cambiar básicamente la ecuación conocimientos docentes u alumno pasando de los saberes a las competencias. Esto solo será posible si tomamos conciencia, rediscutimos y redefinimos los ejes básicos que subyacen al actual modelo de educación”. La sociedad del Siglo XXI requiere de algo más complejo que los meros ‘saberes’ o conocimientos. Requiere competencias. El viejo paradigma centraba sus esfuerzos en que los chicos ‘supieran’. Una buena escuela era aquella capaz de garantizar conocimientos a todos sus alumnos. Hoy pedimos a la escuela no solo saberes, sino ‘competencias’. En este sentido, Torres (1994) afirma: A este respecto, en la Conferencia Mundial de la Educación Superior celebrada en Francia por la UNESCO (1998), se dispuso “... las nuevas generaciones deberán estar preparadas con nuevas competencias y nuevos conocimientos e ideales” (s.p). Para ello las universidades, a través de su personal docente, tendrán que convertirse en instituciones educativas diversificadas, sin precedentes, con una mayor toma de conciencia acerca de la importancia fundamental que la educación superior reviste para el desarrollo sociocultural y económico y para la construcción del futuro. Es por esta razón que el docente debe utilizar estrategias de clases que conduzcan a la formación de un egresado con estas dimensiones y basar la enseñanza sobre cuatro pilares fundamentales:
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El primero de estos pilares es Aprender a Aprender o aprender a conocer, descubrir y construir el aprendizaje a través de estrategias pertinentes. Aprender a aprender es desarrollar habilidades, destrezas, hábitos, actitudes y valores que le permitan al aprendiz participante adquirir o crear métodos, procedimientos y técnicas de estudio y aprendizaje para que pueda seleccionar y procesar información eficientemente; además de comprender la estructura y el significado del conocimiento a fin de que lo pueda discutir, negociar y aplicar. El segundo pilar es Aprender a Hacer. Aprender a hacer no es más que capacitar al individuo para que desarrolle las competencias mínimas requeridas para que pueda resolver problemas de manera creativa y efectiva, para ello es necesario adaptar los planes de estudio a las prácticas profesionales. El tercer pilar se refiere a Aprender a Vivir Juntos. Este concepto significa desarrollar el respeto por el pluralismo, el entendimiento mutuo, la tolerancia y la paz. Finalmente la universidad del siglo XXI requiere una transformación educativa con una visión globalizada donde el facilitador sea guía del compartir de saberes y experiencias generando pensamiento crítico reflexivo que le sirvan de aprendizaje para la vida. De igual forma debe cumplir con su rol como docente integrador (mediador, motivador, orientador, tradicional y dinamizador), esto acompañado de métodos, técnicas y estrategias innovadoras que apoyen al aprendizaje significativo el cual va con base a los conocimientos previos. De igual forma crear comunidades de aprendizaje que coadyuven a formar personas investigadoras y productivas para así lograr en el alumno destrezas y habilidades que le sirva para superación propia.
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Enseñar no debe parecerse a llenar una botella de agua, sino más bien a ayudar a crecer una flor a su manera. Noam Chomsky
FUENTES BIBLIOGRAFICAS ADAM, F. y ASOCIADOS. (1987). Andragogía y docencia universitaria. Caracas: Andragogic. BISBAL, M. (1985). “De lo alternativo comunicacional y algunas prácticas”. En: Revista SIC, Caracas, Centro Gumilla, Año XLVIII, N° 479, noviembre. http://www.cerpe.org.ve/tl_files/Cerpe/contenido/documentos/Calidad%20Educativa/ Propuesta%20Cavep%20al%20ME%20(2).pdf Adam, F. (1983). Andragogía: Ciencia de la Educación de Adultos. Fundamentos de Andragogía. Caracas, Venezuela.
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