Comenzando con la Fotografía de Estudio (Primera Parte) Este año los Reyes Magos se han portado muy bien con algunos amigos que desde entonces no hacen más que pedirme un tutorial para comenzar un estudio casero con los maravillosos kits fotográficos que han recibido. Y de entre todos ellos se lo dedico a Mariano. Mis fuentes de información me han hablado de esa buhardilla a la espera de convertirse en el próximo Studio 54 (ya sé que es el nombre de una discoteca, pero suena bien;-)). Existe muy buena documentación en Internet acerca de la fotografía de estudio. Hace poco en fotopunto publicaron un extenso reportaje sobre diferentes esquemas de iluminación para retrato. El problema de estos tutoriales es que suponen que ya te manejas con el equipamiento y que tienes los conocimientos necesarios para empezar. Como eso no suele ser así, aquí van estas breves líneas con lo que siempre quisiste saber de la fotografía en estudio y nunca te atreviste a preguntar. Equipamiento inicial: La mayoría de los kits que venden para iniciarse en la fotografía de estudio, aunque bastante completos, siguen necesitando de algunos añadidos básicos para comenzar a trabajar. Muchos de estos kits suelen venir con un par cabezas de flash, algún tipo de paraguas, snoots (conos),geles, difusores, unos trípodes o soportes de sujeción para las unidades de flash, algún tipo de cableado, etc. Todo en una bonita bolsa de transporte.
La mala noticia después de ver algo tan magnífico es que no lo tienes todo. Veamos qué más cosas nos hacen falta: Disparador de las Unidades de Flash: De alguna forma tendremos que poder disparar, desde nuestra cámara, nuestro nuevo maravilloso equipo de iluminación. Básicamente tenemos cuatro formas de hacerlo: • Cable: normalmente la forma más sencilla y barata. Bien nuestra cámara tendrá una salida para este tipo de cable disparador, o bien podremos incorporar una zapata a nuestra unidad de flash (y a nuestra cámara) si fuese necesario, para poder hacerlo. Estos conectores parecen los jack de música (aunque no te equivoques, no son lo mismo). Los hay grandes, 1
pequeños, pero no te preocupes mucho porque existen adaptadores.Todo un mundo al que cualquier dependiente de tienda fotográfica podrá darte respuesta. Personalmente lo desaconsejo. Estar pendiente de un cable, que si llega a la unidad o es demasiado corto, que qué pasa si tienes más de una unidad de flash (aquello puede parecer la red de spiderman en el suelo del estudio), que si se enreda (la de unidades de flash que han terminado sus días cayendo estrepitosamente al suelo). En fin, ni se te pase por la cabeza comprarte un cable. • Sincronización de destello: muchos flashes pueden configurarse para que disparen su luz cuando “vean otra similar”. Así al disparar el flash de tu cámara, las propias unidades de flash del estudio dispararán su luz. Tampoco te lo aconsejo. Puede que tu flash sea muy malo (si tu kit de estudio es muy barato seguro lo será), con lo que la sincronía con el disparo de tu cámara puede dejar mucho que desear. Pero si la cosa funciona al final vas a tener en tu estudio dos unidades disparando, por ejemplo, más tu propia luz de cámara sin control. Un collage perfecto para el desastre., • Unidades de control remoto por radiofrecuencia: empezamos ya a hablar de cosas interesante. A no ser que dispongas de un equipamiento muy caro, que llevará el sistema de radiofrecuencia integrado, tendrás que comprar un adaptador para tu cámara y otros para tus unidades de flash. Esta opción la suelen utilizar mucho los amantes de strobist y de sus unidades portátiles de flash, pero con flashes de estudio tenemos alternativas más baratas y “compatibles”. Eso sí, si quieres quedar como lo más de lo más en fotografía cómprate un equipamiento de estos, te pueden costar más que tu kit de iniciación. • Disparador de infrarrojo: y llegamos a la opción “perfecta” para empezar…. y continuar. Si os acordáis, la opción segunda (la sincronización por destello) tenía muy buena pinta si no fuese por nuestra propia luz de flash. ¿Y si en vez de disparar nuestro flash con luz visible lo hacemos con luz infrarroja? Pues que no veremos la luz de nuestro disparo pero sí conseguiremos disparar nuestras unidades remotas (que sí que ven esta luz). Para ello, las unidades de flash tienen que ser capaces de detectar este tipo de destello. La mayoría de los kits que se venden en el mercado tienen esta característica, aunque sean muy baratos; aunque no estaría mal que a la hora de comprarlos lo verificases con el suministrador. Estos disparadores los puedes encontrar rondando los 60 euros, y tienen el siguiente aspecto:
Su uso es muy sencillo. Se colocan como si fuesen la unidad de flash de tu cámara. Aquí podemos ver uno montado:
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Suelen tener sólo dos botones: encendido/apagado y test (para comprobar su funcionamiento de forma manual). En cuanto pulsemos el botón de test dentro de nuestro estudio, si nuestras unidades de flash remoto están encendidas, veremos cómo automáticamente se disparan (todas ellas). Genial!! Aunque recuerda que hablamos de infrarrojos, no de rayos x; si disparas a escondidas no funcionará. Fotómetro / Flashimetro: En un estudio no te servirá trabajar con el fotómetro de tu cámara. Primero porque no verá nada hasta que se disparen los flashes. Segundo porque vas a tener mucho ensayo y error (a pesar de que te ayudes con el histograma) para obtener un buen resultado. Cuando lleves un tiempo con tu estudio, te conozcas la potencia de tus flashes al dedillo, y te manejes con todos los esquemas de luz posibles … podrás vacilar a tus amigos sin emplear más que el “ojo de buen cubero”. Lo que necesitas, mientras tanto, se llama fotómetro (o flashímetro cuando exclusivamente se miden destellos de flash). Yo prefiero un fotómetro que mida flash (y más cosas) ya que vale para … más cosas. El mundo de los fotómetros y su uso daría para una enciclopedia. Así que confía en mí. Para un uso amateur/semiprofesional no necesitas el superfotómetro último modelo. La mitad de las funciones que tenga no las vas a utilizar, y la otra mitad no la vas a entender. Te recomiendo un modelo como el Sekonic L-308 S.
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Más adelante veremos cómo funciona. Fondos: Normalmente los kits de estudio no suelen venir con algo fundamental, los fondos. La mayoría de los iniciados cuelgan un par de sábanas por detrás del/la modelo, bien estiradita para que no queden arrugas y a disparar. Bueno, a no ser que sepas muy bien cómo iluminar y trabajar un fondo, una sábana es una sábana. Y una pared (con gotelé) es una pared con gotelé. Busca una pared lisa bien pintada o hazte con un fondo de estudio en condiciones. A no ser que busques fondos naturales de tu apartamento que te podrían servir. Muy buenas fotos se arruinan por un mal fondo. En la próxima entrega veremos cómo utilizar estos elementos en nuestro estudio. http://www.mundoparalelo.com/2009/02/16/comenzando-con-la-fotografia-de-estudio-primeraparte/
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Comenzando con la Fotografía de Estudio (Segunda parte) En el anterior capítulo vimos cómo completar nuestro kit de fotografía de estudio con los componentes que necesitamos para disponer de un verdadero equipamiento de trabajo. En esta nueva entrega veremos cómo utilizar todo este material. La parte más misteriosa de la fotografía de estudio se refleja en cómo colocar y medir las luces de nuestra escena para hacer una toma perfecta. Además tenemos que añadir la elección de un objetivo adecuado, un/una modelo profesional, estilismo, maquillaje, etc . Si sabemos cómo elegir todo perfectamente sería muy difícil fallar, ¿no? No vamos a complicarnos tanto. Hay multitud de libros, enlaces y tutoriales por Internet. Además nada mejor que la experimentación y la prueba práctica. Así que seguiremos con nuestro lenguaje básico y sencillo (del tipo “esto es así porque lo digo yo“) que puede dar buenos resultados para comenzar. Este podría ser un flujo de trabajo en estudio: 1. Montar el estudio. Bien en el salón de nuestra casa, en un garaje o en un estudio profesional, lo primero que tenemos que hacer es preparar nuestra zona de trabajo. Lo cual consiste en colocar el fondo que deseamos en nuestra toma (os recomiendo blanco o negro para empezar), montar los equipos de iluminación (con sus paraguas, difusores, etc.), reflectores, objetos de apoyo (columnas, jarrones, árboles, coches o nada), limpiar el suelo, paredes, cartulinas, etc. de toda suciedad y ambientarlo. Por ambientarlo se considera que, si por ejemplo vamos a fotografiar a un/una modelo, y hace mucho frío, tener la calefacción encendida para que se vaya calentando la zona; o poner música que siempre ayuda. 2. Situar las luces. De forma más profesional a esto se le llama “seleccionar nuestro esquema de iluminación”. Por ahora os daré un esquema “estándar” que funciona bien en todas circunstancias, y que para empezar viene fenomenal. Sobre todo, porque al inicio tendremos pocos flashes y/o equipamiento adicional. Tendremos: • Una luz directa al fondo que se encargará de iluminarlo. Dependiendo del color del fondo obtendremos efectos curiosos. Un blanco iluminado como en las revistas, un tono grisáceo si damos menos potencia de luz, etc. • Una luz a 45/45 (en cristiano, que la luz ilumine con un ángulo de 45 grados) del/ de la modelo para su iluminación difusa. Deberemos montar un difusor o paraguas en nuestra unidad de flash. No nos vamos a meter aquí con luz dura/difusa, sino que vamos a lo sencillo y efectivo. Nuestro esquema de iluminación quedaría como sigue:
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Es importante que las luces estén tan cerca como se indican. Los flashes a distancia no iluminan;-) 3. Situamos al modelo En la zona que hayamos definido para nuestro/a modelo ya podemos situarlo (es importante separarlo del fondo para evitar sombras). Muchas unidades de flash tiene dos tipos de luz (de modelado y la propia de flash). Si encendemos la luz de modelado podremos ver exactamente qué iluminará la luz del flash cuando se dispare. Nos sirve como guía y ayuda para dirigir la luz. Lo que no hay que confundir nunca es esta luz de modelado con los que se llaman flashes de luz contínua. La luz de modelado es contínua, pero no es un flash contínuo. En estos últimos tendremos mucha más potencia y calidad de luz. 4. Ajustes de cámara Estamos en un estudio, con iluminación artificial y controlado. Así que formato RAW como vimos en su día, balance de blancos automático (¿cómo?, se dispara en RAW así que no tendrás que preocuparte), Modo Manual, ISO 100, Velocidad de Obturación 1/150 y apertura … ahí está el quid de la cuestión. En principio el único dato que no has de tomar como cierto de lo que te he contado es la velocidad del obturador 1/150. Tendrás que poner lo que diga en tu cámara que es la velocidad de sincronización de flash. Es algo técnico en lo que no vamos a entrar aquí pero sólo decirte que si no pones la correcta las fotos te saldrán mal. Puede que tengas la mitad de la foto iluminada y la otra oscura. Prueba valores de entre 150 y 250 si no lo encuentras en tu manual. O busca en cualquier foro de Internet el modelo de tu cámara que seguro que alguien te ayuda con el valor adecuado. Terminado. Eh, ¿no falta algo? Pues sí, a parte de montarle el disparador de infrarrojo del que hablamos en la 6
primera parte, ahora veremos qué pasa con la apertura. ¿y lo del objetivo? Pues esto es un poco mito de la fotografía. Alguien te dirá que mejor un telecorto, mejor que pongas un 70 u 80mm, mejor un 50mm. Es cierto que los zooms te permitirán tener proporciones más naturales en un modelo que un gran angular que lo deforme. Pero como no sé las dimensiones del salón de tu casa, pues no te puedo recomendar algo específico. O sí, pon lo que te permita separarte más del modelo pegando la espalda contra la pared de tu salón. 5. Ajuste de unidades de flash En las unidades de flash lo que solemos regular es la potencia del disparo. Dependiendo de los Vatios de potencia de la unidad tendremos un “potenciómetro” (algún tipo de mando regulable en tu unidad) con valores como 2,4, 10 … que indican la potencia de disparo. No te puedo decir que pongas un 4, ya que un 4 en algunos flashes apenas iluminará y en otras será como si hicieses una foto a Dios en el cielo. Aquí lo mejor es ensayo y error, la primera vez, ya que luego ya sabrás lo que da de sí tu unidad. Aunque podemos ayudarnos de nuestro maravilloso fotómetro. El fotómetro que hemos comprado lo hemos de poner pegado a nuestra modelo y en dirección a donde tendremos nuestra cámara. Lo que queremos es medir la luz que habrá en esa zona cuando nuestra cámara apunte hacia ella. Ahora debería venir todo un tratado de iluminación y empleo del fotómetro. Es lo que la gente normal hace cuando se apunta a una famosa escuela de fotografía: cómo medir la luz, compensar, fórmulas matemáticas, etc. Para nosotros es más sencillo. Ponemos el fotómetro en modo flash, 100 ISO y los 1/125 (o lo que sea para ti) de velocidad de sincronización. Pulsamos su botón esperando el destello del flash. Y disparamos nuestro infrarrojo para que todo se ilumine. Ahora nuestro fotómetro nos proporcionará el valor de apertura que necesitaremos poner en nuestra cámara para obtener una buena exposición. De aquí se saca este valor, ¿ves como merece la pena esperar?. Pero en todo esto hay un pequeño truco. Valores entre 8 y 11 son los que hacen valer a nuestros objetivos (normalmente) y los que proporcionan mayor nitidez. Si no estás siendo creativo difuminando con aperturas como 1.8 lo que tienes que hacer es regular la potencia de tus flashes, acercarlos o alejarlos de la modelo, hasta que veas un 8 o un 11 en el fotómetro. A veces un exceso de luz puede estar bien ya que se lleva mucho en publicidad, pero no te pases. Y siempre con atención a cómo se ilumina la modelo. A ver si con tanto mover te encuentras con que iluminas el pelo y la cara la dejas a oscuras. Por eso antes os proponía un esquema sencillo que no suele fallar. 6. Disparar. Pues ya podemos movernos a nuestra zona de disparo y tomar la foto. Hay que tener cuidado de que si le decimos a nuestro modelo que se mueva, debe hacerlo siempre en la misma zona. Si echa para atrás la cabeza, 30 cm., puede que se falle todo la iluminación y que tengamos que reorientar luces y volver a tener que medir. Con un poco de práctica podrás hacer estos ajustes de potencia a mano sin tener que volver a coger el fotómetro. Y ten cuidado de no sacar las unidades de flash en tus tomas. Estarán muy cerca de la modelo, con lo que tendrás que buscar un ángulo desde no se vean, o borrarlas luego con Photoshop. ¿Qué vamos a obtener si seguimos este flujo? Algo parecido a esto:
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Esto es lo básico para disparar en un estudio. Ahora puedes buscar otros esquemas de iluminación en Internet y leerte este estupendo artículo de fotopunto para aprender más sobre el tema. En la última entrega de este curso veremos la forma de procesar estas fotografías con unos ejemplos
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