OPINIÓN ARTÍCULO
RAFAEL MARTÍNEZ CORTÉS, VÍCTIMA DE LA IGNORANCIA DE NUESTRAS AUTORIDADES JURISDICCIONALES ADRIÁN RAMÍREZ/PRESIDENTE DE LA LIGA MEXICANA DE DEFENSA DE DERECHOS HUMANOS
“E
n la Fas, después de 7 horas de mi detención, me metieron a un cuarto y me hincaron. Seguía esposado. Se subían arriba de mis pantorrillas. Brincaban. Me levantaban los bazos hacia atrás y me preguntaban que qué hacíamos en Observatorio. Les dije que yo vivía a unas calles de ahí. Me golpeaban y decían que no era cierto, que yo era de Martín Carrera. Uno de ellos me jaló del brazo izquierdo para aventarme hacia el suelo y me zafó mi hombro. Empecé a gritar y como vieron que el dolor del hombro era insoportable, me jalaban más y me acercaron adonde se oía que alguien estaba escribiendo. Me dieron unas hojas a firmar. Y cuando quise leerlas, Macedonio Ángeles Chica me golpeó y me dijo que si no firmaba me mataría. Las firmé sin saber su contenido. Nadie me asistió. Ni un abogado ni mi familia, porque no me dejaron hacer llamadas. Pasé a la cámara de Gesell y decían que diera mi nombre y mi dirección yo decía mi nombre y al empezar a dar mi dirección, le gritaban a los policías: ‘Ya sácalo a chingar a su madre’. Fueron como 20 veces.” El testimonio es de Rafael Martínez Cortés, hoy preso injustamente. ¿Cómo comenzó esta historia? El 17 de mayo del 2014, a las 23:30 horas, fue secuestrado Ángel Hernández Islas. El 18 de mayo de 2014 a las 2:52 de la madrugada, familiares hicieron la denuncia formal por la que se inició la indagatoria FAS/T3/542/14-05, en la Fiscalía Especial para la Investigación de Secuestros (Fas). De inmediato, se realizaron los oficios para que se procediera con las investigaciones y se giraron los oficios para el rastreo
20
9 de diciembre de 2019
telefónico. Esa misma madrugada, agentes de investigación acudieron al lugar del secuestro; sin embargo, no encontraron ninguna evidencia ni testigos presenciales, aduciendo que por ser de madrugada ningún vecino se atrevió a abrir. El 26 de mayo de 2014, a las 13:17 horas, los agentes del Ministerio Público se enteraron, por una nota periodística del diario El Gráfico, del hallazgo de un cuerpo que correspondía a las características del secuestrado, Ángel Hernández Islas. Pero en lugar de enviar de inmediato a personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México para agilizar la investigación, las autoridades deciden no hacer nada hasta el 29 de mayo del 2014, cuando reciben la carpeta de investigación respectiva, que se había iniciado el 25 de mayo del 2014.
Detención ilegal El 6 de junio de 2014, detuvieron a Rafael Martínez Cortés cerca de la estación Observatorio del Sistema de Transporte Colectivo Metro cuando estaba esperando a José César Bravo Mejía, quien dijo estar interesada en intercambiar, con una diferencia a su favor, el vehículo que le habían dado a vender su patrón a Rafael Martínez Cortés. Llevaba 25 minutos en el lugar, cuando una camioneta blanca llegó, de la cual descendió un hombre con una pistola; éste se dirigió hasta el auto y por la ventanilla —que tenía el vidrio abajo— golpeó el hombro izquierdo de Rafael, lo obligó a salir del coche y lo tiró al suelo. Minutos después, llegaron otras ocho personas sin identificarse.