Naturaleza y medioambiente: Nociones desde la filosofía de la praxis “Esta es pues, la lección fundamental de Hegel: cuando somos activos, cuando intervenimos en el mundo a través de un acto particular, el verdadero acto no está en la intervención (o no intervención) particular, empírica fáctica; el verdadero acto e de naturaleza estrictamente simbólica, consiste en el modo en que estructuramos el mundo, en nuestra percepción de él, de antemano, a fin de que nuestra intervención sea posible, a fin de abrir en el espacio de nuestra actividad (o inactividad)”.
Slavoj Žižek Autores: Elías Mella L; Mario Domínguez C. Resumen:
Lo que se encuentra en estas páginas es un análisis teórico del conflicto ambiental, que tiene sus bases en la dialéctica y la filosofía de la praxis para así otorgar una perspectiva critica que permita generar una nueva lectura de este conflicto en relación a la totalidad del conjunto de relaciones sociales.
En una clase introductoria Hegel era
forma de “certeza sensible”1 , es decir, todo
citado por Theodore Adorno; en una frase que
lo que “es” se encuentra mediado (es el
denota una postura; en torno a lo que es la
mismo hecho otro mejor dicho) de alguna u
realidad y el conocimiento de esta, que
otra manera por una ideología, una forma de
remueve los cimientos del pensamiento
ver el mundo o; si se quiere, por la sociedad.
occidental, la cual decía “No hay nada nuevo bajo el sol” y ciertamente “el maestro” en cuanto al tema que nos convoca tiene algo de razón, y por lo tanto, se puede reflexionar en torno a lo que implica afirmar tal frase dentro de la temática que nos convoca. El sol del conocimiento humano es el que ilumina toda
1 “La certeza sensible se refiere a la forma de conocimiento que afirma en torno a la realidad que el “esto es”, es decir, que lo que se capta en su totalidad es real “Este conocimiento se manifiesta además como el más verdadero, pues aun no ha dejado de lado nada del objeto, sino que lo tiene antes si en toda su plenitud. Pero de hecho esta certeza se muestra ante si misma como la verdad más pobre. Lo único que enuncia de lo que sabe es esto: que es; y su verdad contiene solamente el ser de la cosa”.
Cuando se habla de que todo se
nociones
medioambientales
y/o
encuentra atravesado por lo social no se debe
socioambientales (?) actuales encontramos un
entender un archirracionalismo a destajo, ni
supuesto que articula
un constructivismo ingenuo, sino que, por el
pensamiento moderno-occidental, el cual se
contrario tiene que ver con cómo se iguala lo
caracteriza por dos cosas. Primero las formas
supuestamente externo al hombre como “lo
de pensamiento moderno se caracterizan por
otro”, el lado no referido, la negatividad del
articular un pensamiento binario que sirve
mismo y sus relaciones. Es decir se apunta a
para el ordenamiento de la realidad. En este
la relacionalidad que se
la
sentido se articula una forma de pensar que
dicotomía, más que en la primacía de una
funciona en base a dicotomías fijas que
esfera por sobre la otra. Lo que en este
otorgan las coordenadas para ordenar el
artículo se intentara esbozar en este es como
mundo en dos sentidos: la totalidad se escinde
una interpretación dialéctica saca relucir
en torno a polos extremos que constituyen lo
nuevos matices y relaciones que vistos desde
real, es decir, se articula un instrumento que a
esta perspectiva permite una vinculación más
un nivel de sentido, epistemológico y político
estrecha de los problemas ambientales con
ontologiza, es decir presenta como esenciales,
ámbitos como la política, “la ideología”, la
divisiones binarias en un principio analíticas:
esconde en
la actual lógica de
práctica cotidiana, la economía y, porque no decirlo (sin vergüenza), la lucha de clases. A. “La realidad occidental, naturaleza y sociedad: reino de las dicotomías.
“Puede citarse una larga lista de tales dicotomías: izquierda/derecha,
capitalistas/proletarios, rural/urbano…
e
incluso sagrado/profano. Como se echa de ver, el binarismo analítico, el enfoque
Sería estúpido hacer una revisión completa de
dicotómico, en suma, lo que suele llamarse
los supuestos que articulan el pensamiento
‘pensamiento binario”.. Este binarismo se
occidental
estas
articula sobre la base de una ontología que
características, sin embargo, para efectos de
supone al ser ante la relación, es decir, que
lo que se pretende plantear abordaremos a
supone la existencia independiente de las
grandes rasgos los aspectos que nos son
cosas en cuanto las clasificamos y, la
útiles.
suposición de un vacio entre ellas:
en
un
escrito
de
Desde el pensamiento griego, pasando por el cristianismo, los contractualistas, el gigante de Kant, los románticos, hasta llegar a las
“Cuando pensamos las cosas en relación no tenemos ningún problema para pensar una cosa y luego, de manera independiente otra, y luego otra vez de manera independiente, la relación que
las liga. La operación que el pensamiento hace cuando pensamos de esta manera pone un orden estricto entre estos términos. Podemos pensar perfectamente una cosa sin la otra. Es imaginable incluso, aunque no sea el hecho, que haya una sola cosa en todo el universo, sin que haya ninguna otra. Del ser de una cosa no se sigue, por ningún medio, el ser de otra”.
contrapuestas: ya Hegel lo advertía al analizar la naturaleza de la “certeza sensible”: “Pero, si nos fijamos atentamente, vemos que en el puro ser, que constituye la esencia de esta certeza y que esta enuncia como su verdad, se halla en juego mucho mas. Una certeza sensible real no es solamente esta pura inmediatez, sino un ejemplo de ella. Entre las innumerables diferencias que aquí se presentan encontramos en todos los casos la distinción fundamental, a saber: la que de en esta certeza queda enseguida fuera del puro ser los dos estos mencionados, el este como yo y el esto como objeto”.
Bajo esta lógica de pensamiento es que articulamos la dicotomía naturaleza/ cultura, sociedad – individuos (y como no olvidar
la
más
utilizada
de
todas,
objetivo/subjetivo) y aun mas allá las enunciamos como contrapuestas a partir de los relatos de un origen de “estado de naturaleza” el cual para bien o para mal es
De pensar la independencia y objetividad de estas categorías con respecto a su aprehensión y conciencia; el medioambiente, la naturaleza –reales- con respecto a la cultura, la sociedad y el hombre.
abandonado por la asunción de un contrato o leyes mediante las cuales el hombre deja este estado primordial para someterse a un reglamento supraindividual,
o como lo
planteara Freud a la cultura. La noción de abandono o la negación por parte del hombre de un estado en pos del otro supone la independencia, la dicotomía entre ambas esferas y, más aun, su contraposición extrema; se niega a una para cruzar la vereda y asumir la otra.
Son estas mismas contraposiciones las que en un primer momento llevan a planteamientos tales como que al hombre se le hace necesario salir de la naturaleza y, más aun,
someterla
con el otro sumado al ordenamiento binario que se hace de la realidad traen como consecuencia una ontología o más bien una ontologización de las dicotomías fijas y
así
asegurar
la
subsistencia de la especie y asegurar su desarrollo. Contraposición que se puede observar hasta nuestros días: “¡Tengo muy clara mi responsabilidad con el medio ambiente, pero también tengo muy clara mi responsabilidad con el desarrollo!”.
El planteamiento de un ser supuesto como fundamento en una relación “discreta”
para
Si observamos la constitución de la naturaleza se plantea como un espacio separado del hombre, ajeno a él, pero que en realidad
constituye
un
mito,
un
Dios
secularizado, una “ciudad de dios” perdida que; de acuerdo a lo que supuestamente se poseía (el hombre abandona este estado de
naturaleza), es necesario recuperarla o quizás,
precisamente la relación que este establece
matizando establecer un “equilibrio” entre
con su ambiente y con otros hombres; el
ambas esferas.
trabajo,
en
lenguaje
hegeliano
como
mediación entre la “necesidad inmediata”2 y B. Cambio del punto de vista: la praxis
como
constitutiva
del
hombre, de la naturaleza y la realidad en general. Lo que acá se plantea es un punto de partida distinto: “Individuos que producen en sociedad, o sea, la producción de los individuos socialmente determinada: este es naturalmente el punto de partida. El cazador o el pescador solos y aislados (…) pertenecen a las imaginaciones desprovistas de fantasía que produjeron las robinsonadas del siglo XVIII (…) Este individuo del siglo XVIII, se les aparece como un ideal cuya existencia habría pertenecido al pasado. No como resultado de la historia, sino como punto de partida de la historia.
Lo que implica que el hombre, y su producción se plantee como el resultado de la historia nos remite a preguntarnos como se delimita esta última dentro de esta postura que asume Marx en su planteamiento y el rol de la “producción” en el decurso de la misma. Dentro de esta afirmación lo que se niega no es la centralidad del hombre dentro de lo que es la historia, sino que, la de una determinada concepción de hombre aislado por una de “individuos que producen en sociedad”. En este sentido lo que constituye al hombre y a la historia como tal es
su satisfacción: “Es esta actividad la que permite superar el espacio social de la primera instancia para ascender hasta la segunda que define el mundo específicamente humano. El trabajo se torna así la puerta que abre paso al nacimiento del hombre como hombre, en tanto sujeto superador de sus necesidades y deseos más inmediatos, naturales y animales. Allí nace la libertad, la verdadera historia – la humana–, postulara posteriormente Marx en el libro III de El capital diferenciando el mundo de la libertad del reino de la necesidad”
En este sentido lo que constituye al hombre o lo que el hombre “es”, es precisamente la actividad material o la “praxis” concreta que este va a desarrollar: “es en su realidad, el conjunto de las relaciones sociales”. Esta afirmación no se debe entender solo en base a una interpretación estrecha que remite solo a 2 “Las necesidades sociales están formadas para Hegel por las necesidades inmediatas o naturales (que, sin el trabajo como mediación no implican ninguna libertad, dice el filosofo, criticando a los nostálgicos de un paradisiaco y libre estado natural) y las necesidades espirituales” (…) el paso de la necesidad animal inmediata a la necesidad espiritual de reconocimiento es precisamente aquello que permite comprender la diferencia entre el hombre y el animal. El nacimiento del hombre como sujeto transformador –ni átomo contractualista, ni portador, ni soporte– a partir de la praxis histórica.
la esencia del propio hombre, sino que
con otros seres humanos, como
también; y esto es lo que nos interesa como
se entiende a partir de lo
una interpretación de la totalidad de lo real.
anterior de una manera externa,
“La humanidad que se refleja en cada
discreta.
individualidad está compuesta de varios
relacionarse es más bien en
elementos: 1) el individuo; 2) los demás
función de que forma parte de la
hombres; 3) la naturaleza”.
sociedad,
1)
Sino
es
el
que
este
mismo
la
sociedad, es el mismo un otro:
El individuo: el hombre es una
“el individuo entra en relación
relación consigo mismo, esto se
con los demás hombres no por
debe entender en vinculación con lo anterior y, por lo tanto, no de manera solipsista. El
yuxtaposición,
sino
orgánicamente,
en
que cuanto
forma parte de organismos
hombre es una relación consigo
desde los más simples hasta los
mismo ya que la representación
más complejos”.
y la conciencia en cuanto tal y también de sí mismo es una relación
social.
Esta
comprensión de si mismo se realiza a través de un sistema de signos que se articula de manera social:
La naturaleza: esta relación es la
que
se
deslinda
de
la
conformación del hombre como tal. En este sentido no tiene que ver con la afirmación de que el
”El individuo como poseedor de los contenidos de su conciencia, como autor de sus ideas, como persona responsable de su pensamiento y sus deseos es un fenómeno estrictamente socioideológico. Por eso el contenido de una psique “individual” es por su naturaleza tan social como la ideología, y en el mismo grado de la conciencia de su individualidad, con sus derechos internos, es de carácter ideológico, histórico y está totalmente condicionado por factores socioideológicos. Todo signo es social en cuanto tal, y un signo interno no lo es menos que el externo”.
2) Los demás hombres: el ser humano
3)
no entra en relación
ser humano forma parte de la naturaleza, aludiendo a una supuesta esencia animal ya que, como vimos anteriormente el hombre se constituye como tal al
negar
las
“necesidades
inmediatas” –animales– a través de la mediación del trabajo: “Así tampoco entra el hombre en relación con la naturaleza de un modo simple (…) sino
humanos), gnoseológico (porque la práctica es el fundamento del comienzo, de los métodos y del fin del conocimiento, así como su criterio de verdad), ontológico (pues el problema de las relaciones entre el hombre y la naturaleza, o entre el pensamiento y el ser, no puede resolverse al margen de la praxis), económico (en tanto la economía no es más que el ámbito de las relaciones de producción, distribución, intercambio y consumo que los seres humanos establecen entre sí en el curso del desarrollo de su actividad histórica) y definitivamente político(pues el poder se constituye en el espacio social de la relaciones de fuerza entre los seres humanos y sus prácticas).
activamente, por medio del trabajo y la técnica” . Dentro de esta triple vertiente es la relación lo que constituye todos los aspectos de la realidad: el hombre, la sociedad, el ambiente. En este sentido se elimina el pensamiento las dicotomías articuladas por el pensamiento occidental, lo constituyente es la actividad humana, la praxis. Al entender de esta manera la realidad se hace necesario explicitar que es lo que constituye a esta praxis, que da forma o es todo lo real. Aquí la praxis se entiende desde dos vertientes: es al mismo tiempo un interpretar y una actividad. Bajo esta visión se entiende que la contemplación sensorial, la teorización,
las
interpretaciones
o
las
ideologías son tan constitutivas de la realidad como lo es la actividad material; a partir de esta visión se puede entender la critica que Marx le realiza a Feuerbach en relación a este punto: “Feuerbach (…) no concibe la sensorialidad como una actividad practica, como actividad sensorial humana”.
En este sentido, las separaciones analíticas
utilizadas
para
interpretar
la
realidad como la economía la ciencia política, la antropología, la sociología o la psicología ; que en su actividad tanto sensorial como material, a partir de la formulación de un “objeto
propio”
vienen
a
ontologizar
separaciones más bien artificiosas. En cada ámbito se entiende y se ¡actúa! Como si realmente se tratara de ámbitos segregados, negando la totalidad articulada a partir de la praxis. Con esta noción de totalidad antes expuesta se puede afirmar que los conflictos económicos
son
tan
ideológicos
como
Siguiendo esta línea la separación
culturales, que los conflictos psicológicos son
sujeto-objeto queda saldada, ya que ambos
tan sociales como políticos o que los
forman parte, son la misma actividad, a saber,
conflictos ambientales no se pueden entender
la praxis humana:
al margen de la lucha de clases.
“desde un punto de vista antropológico (puesto que el hombre se constituye a partir de, en y por la praxis), histórico (puesto que la historia no es más que la historia de la praxis humana y resultado contingente de la actividad de los seres
C. Conclusión: La naturaleza, los conflictos
ambientales,
la
propiedad privada y la actividad política.
Si
se
ha
puesto
atención,
la
es decir, parte de la doble vertiente (que
conclusión que aquí se perfila ya se encuentra
es una) que forma a la praxis como tal,
dicha desde un principio o, al menos,
por lo tanto, parte del hombre en cuanto
esbozada. El hombre entra en relación con la
hombre. Como vemos esta identidad se
naturaleza a través de su praxis, es decir, su relación como hombre con esta no es de un modo simple, sino que se da mediada por el trabajo, por el hacer que, sin embargo, es el
plantea desde una dialéctica en cuanto que
esta
se
muestra
internamente
diferenciada3 y conflictiva, la identidad
sus
de la identidad y la no identidad , la
relaciones sociales”). Empero, esta relación
tensión constante que se “expresa” en el
no se da de manera externa, ya que la forma
ser.
propio
de
hombre
conocer
la
(“el
conjunto
realidad,
la
de
naturaleza
(Actividad sensorial humana), así como su ser, su realidad material (actividad material) misma no se puede entender al margen del
El problema con la naturaleza, la depredación exagerada, la apropiación de recursos naturales, etc., en este sentido se
propio hombre, de la praxis, de la relación,
nos muestra como un problema interno,
de la constante tensión:
como un problema “histórico”, el cual se
Así como las plantas, los animales, las piedras, el aire, la luz, etc., constituyen teóricamente una parte de la conciencia humana, en parte como objetos de la ciencia natural, en parte como objetos del arte (su naturaleza inorgánica espiritual, los medios de subsistencia espiritual que él ha de preparar para el goce y asimilación), así también constituyen prácticamente una parte de la vida y de la actividad humana (…) La naturaleza es el cuerpo inorgánico del hombre; la naturaleza, en cuanto ella misma, no es cuerpo humano. Que el hombre vive de la naturaleza quiere decir que la naturaleza es su cuerpo, con el cual ha de mantenerse en proceso continuo para no morir..
La naturaleza en este sentido se concibe como parte de la conciencia humana (del hombre y consigo
mismo),
su relación
también
como
constitutiva - constituida de su actividad,
articula a partir del cambio de las relaciones del hombre, su actividad y “la naturaleza” y este cambio se da de la mano o es el capitalismo. 3 Aquí se puede observar claramente la lógica ontológica Hegeliana que en su forma y, con algunos matices, que en un lenguaje más abstracto, sitúa la relación ante el ser y a partir de esto articula la noción de totalidad antes mencionada: “Hegel ha ontologizado la dinamicidad orgánica, es decir, ha puesto como Ser una actividad dinámica que no es un mero movimiento de entidades inertes sino tensión interna que se hace constantemente otra de si. Hegel ha pensado el ser como actividad, no como cosa. No una cosa que actúa, sino una actividad que produce a las cosas o, mejor, que se expresa como cosas en el ámbito inmediato y particular, sin ser el mismo y por si esas cosas
En el fundamento de este modo de producción se articula la separación del
aquí se comienza a perfilar nuestro argumento central.
trabajador de:
Lo que constituye el fundamento
1) su actividad: “la relación del
del sistema capitalista como modo de
trabajo con el acto de la producción
producción, fundamento de la sociedad
dentro del trabajo. Esta relación es la
actual (ya sea post-industrial, ¿post-
relación del trabajador con su propia
moderna?), esta separación del hombre de
actividad,
su
como
con
una
actividad
actividad
que
se
convierte
en
extraña, que no le pertenece, la acción
mercancía, por lo tanto, de la naturaleza y
como pasión, la fuerza como impotencia”
de si mismo da forma al origen de los
y, si se extraña de su actividad, de su
conflictos ambientales4. Esta separación
praxis por lo tanto se enajena de sí
se cristaliza en la propiedad privada: “La
mismo: “su vida personal (pues qué es la
propiedad privada es, pues, el producto,
vida sino actividad) como una actividad
el resultado, la consecuencia necesaria
que no le pertenece, independiente de él,
del trabajo enajenado, de la relación
dirigida
externa del trabajador con la naturaleza
contra
él.
La
enajenación
respecto de si mismo”
y consigo mismo”.
2) del producto de su trabajo: “la
Esla reducción a mercancía de las
relación del trabajador con el producto
“recursos naturales” (en Chile el caso
del trabajo como con un objeto ajeno y
paradigmático del agua en todas sus
que lo domina. Esta relación es, al mismo
formas, etc.) de la naturaleza en general,
tiempo, la relación con el mundo exterior
del medioambiente lo que provoca el
sensible, con los objetos naturales, como
sometimiento de estas a otro tipo de
con un mundo extraño para él y que se le
lógicas, en este caso la que impone la
enfrenta con hostilidad”.
propia reproducción del capital y la
3) Se enajena de la naturaleza (antes
vista
como
actividad
relación especifica que esta implica.
como
“parte” del hombre): “Como quiera que el trabajo enajenado (…) convierte a la naturaleza en algo ajeno al hombre”. De
4 Este origen que no se entienda como una génesis trascendental, ajena a los cambios propios de la historia.
En las relaciones de intercambio
propulsor y su finalidad determinante es,
de mercancías en general se da la
por tanto, el propio valor de cambio”. En
siguiente
este
relación
M-D-M,
la
cual
sentido
la
problemática
comienza con un vendedor que cambia la
medioambiental se da en cuanto que el
mercancía por dinero a un comprador,
propio medioambiente, “la naturaleza”,
este dinero cual destinado para la
el “hombre y su actividad”, se ve
obtención de otra mercancía cuyo fin es la
sometido al capital, es decir, que la
satisfacción de las necesidades propias:
relación del hombre con su ambiente
“El ciclo M – D – M arranca del polo de
(consigo mismo), se ve regulada o
una mercancía y se cierra con el polo de
sometida
otra
la
revalorización del capital, proceso que
circulación y entra en la órbita del
por su especificidad no tiene final: “la
consumo. Su fin último es, por tanto, el
circulación del dinero como capital lleva
consumo, la satisfacción de necesidades,
en sí mismo su fin, pues la valorización
o, dicho en otros términos, el valor de
del valor sólo se da dentro de este
uso”, en este sentido el ciclo tiene un fin
proceso constantemente renovado. El
claro que acaba en la satisfacción de las
movimiento del capital es por tanto,
propias necesidades, en el uso de la
incesante”.
mercancía.
contaminación y la sobreexplotación sin
mercancía,
que
sale
de
En cambio el ciclo que da origen al capital la mercancía en relación al dinero se somete a una relación distinta, invertida en la formula D –M –D, en donde lo que prima es la obtención de más dinero para ser reinvertido. En este ciclo existe un comprador, el cual obtiene
bajo
La
una
lógica
depredación,
de
la
fin se explican por la primacía de esta lógica “pulsional” del capital al momento de relacionarse con el medioambiente y la naturaleza,
en
donde
prima
la
supervivencia, por supuesto, del propio capital. Si
observamos
hacemos
la
una mercancía que comercializa a un
revisión completa obtenemos que esta
comprador para así obtener más dinero:
enajenación de la actividad misma; de la
“Por el contrario, el ciclo D – M – D
praxis (como un interpretar y un hacer),
arranca del polo del dinero para retornar
del hombre como el conjunto de sus
por último al mismo polo. Su motivo
relaciones sociales en su triple vertiente:
consigo mismo, con los otros hombres, con
su
ambiente,
es
producto
Por lo tanto los cambios que se
del
intenten realizar se deben orientar a
sometimiento a la propia lógica del
cambiar el fundamento de la sociedad
capital. Por lo tanto la génesis del
capitalista actual que condiciona este tipo
problema ambiental se encuentra en el
de relación del hombre con la naturaleza,
fundamento del propio capitalismo. En
del hombre con el hombre. En este
este sentido el conflicto medioambiental
sentido este conflicto, es político, es
no constituye un conflicto externo: es un
cultural, es económico, es de clase. Un
conflicto del hombre con el hombre.
cambio en la relación del hombre y su ambiente tiene que estar orientado, por consiguiente, a un cambio en la totalidad de las relaciones sociales, a un cambio de la sociedad en su conjunto: de sí mismo, de los demás hombres, del ambiente: “Por eso se puede decir que cada cual se cambia a sí mismo, se modifica, en la medida en cambia y modifica todo el complejo de relaciones de las cuales él es el centro de anudamiento (…) el hombre activo
que
modifica
el
ambiente,
entendiendo por ambiente el conjunto de las relaciones en las que interviene cada individuo”. La necesidad de una visión que se oriente
dialécticamente
a
ver
los
conflictos siempre dentro de una totalidad se explica por sacar a relucir precisamente por donde se debe orientar los cambios en pos de un nuevo tipo de relaciones, nos saca del extrañamiento propio que su segmentación tanto en el hacer como en
el conocer nos impone y, finalmente, nos lleva a la propuesta realmente radical y critica. La frialdad del estructuralismo marxista derivo en el calor sofocante y pegajoso de la renuncia a todo proyecto de emancipación. Un calor que apesta y ahoga. La dureza metálica de una historia sin sujeto, de un sujeto sujetado en los moldes de acero de las personificaciones históricas, dejo su lugar ahora ocupado por una blandura gelatinosa y babeante de pensamiento débil y moral flácida.¿Y la praxis?, ¿Y la política?, ¿Y las luchas anticoloniales de liberación nacional,
anticapitalistas,
socialistas?
¿Y
la
revolución? Si, la revolución. ¿Solo queda margen para las luchas fragmentarias puntuales corporativas, circunscriptas a los micromundos inmediatos de cada uno de los movimientos sociales? ¿No hay posibilidad
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de articular los múltiples sujetos en una totalidad integradora, tratando de que la riqueza de la diversidad
no
se
convierta
en
fragmentación?
Nuevamente... ¿y la praxis? Néstor Kohan.
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