Los Valores, una aproximaci贸n Miguel Trigo Valle
Septiembre 2014
¿Qué son los valores? • Para entenderlos debemos partir de nuestra propia experiencia. • Nuestra conducta es un continuo estimar o valorar las cosas. • Por esto aparecen en nuestras vidas la “preferencias”. • Preferimos la virtud al vicio. • La lealtad a la traición. • También aparecen los aspectos negativos. • Frente a lo “bueno” aparece lo “malo”. • Ante lo “sano” lo “enfermo”. • A lo “bello” lo “feo”.
¿Qué son los valores? Los términos positivos “valen” en cuanto se realizan. Los términos negativos “valen” en cuanto no se realizan. Frente a los valores surgen los “disvalores” o “no valores”.
¿Qué son los valores? Primero hay que tratar de contestar: • ¿Cómo llegamos al conocimiento de los valores? • ¿Es una intuición especial, subjetiva u objetiva? La vida del hombre más que una tarea es un llamado a realizar valores y a realizarse. El mundo no es sólo una realidad por conocer y para contemplar. Es una realidad para realizar y humanizar. La humanización del hombre mismo.
El hombre “actĂşa humanamenteâ€? cuando lo que hace lo realiza en plena conciencia, es decir que cuando conoce y quiere realizar algo lo hace libremente, movido por el deseo de darle un sentido a su vida. No basta captar un valor y apreciarlo solamente.
Es indispensable ponerse al servicio del valor aprehendido. Buscar realizarlo con actos concretos y eficaces. AsĂ los valores captados y realizados dan un sentido a la vida. Por ejemplo, la fraternidad, le da un matiz distinto a mi vida. No estoy apreciando ese valor ejercido por otra persona. Cuando realizo actos fraternos con respecto a otra persona es cuando crezco como ser humano.
Valor es todo aquello que permite dar un significado a la existencia humana, todo aquello que le permite construir un verdadero ser humano.
Lo que no son valores 1.- No puede ser o convertirse en valor lo puramente agradable. El sadismo produce cierto placer a una persona enferma, aunque para ĂŠl es agradable no es un valor. TambiĂŠn hay actos desagradables que se convierten en valor. Lanzarse a las llamas es un acto desagradable, pero podemos considerar valiosa la acciĂłn de un hombre que se lanza a las llamas para salvar a un amigo.
Lo que no son valores 2.- Tampoco residen los valores en las cosas deseables. Por ejemplo alguien con mucha hambre elegirá un simple plato de comida antes que contemplar un cuadro de algún pintor famoso. Muchas veces los estados de ánimo nos harán desear ciertas cosas que auténticamente no tienen valor.
Cuento sobre la Fraternidad Había una vez dos hermanos, Tomás y Javier, que vivían uno al frente del otro en dos casas de un hermoso campo. Por problemas pequeños, que se fueron haciendo grandes con el tiempo, los hermanos dejaron de hablarse y evitaban cruzarse en el camino. Cierto día llegó a una de las casas un carpintero y le preguntó a uno de los hermanos si tendría trabajo para él. Tomás le contestó: —¿Ve usted esa madera que está cerca de aquel riachuelo? Pues la he cortado recientemente. Mi hermano Javier vive al frente y, a causa de nuestra enemistad, desvió ese arroyo para separarnos definitivamente. Así que yo no quiero ver más su casa. Le dejo el encargo de hacerme una cerca muy alta que me evite la vista del frente.
Tomás se fue al pueblo y no regresó sino hasta bien entrada la noche. Cuál no sería su sorpresa cuando, en vez de una cerca, encontró que el hombre había hecho un hermoso puente que unía las dos partes del campo. Sin poder hablar, de pronto se vio al frente de su hermano, que en ese momento estaba atravesando el puente con una sonrisa: — Tomás, hermano mío, no puedo creer que hayas sido tú el que haya hecho el puente, habiendo sido yo el que te ofendió. Vengo a pedirte perdón. Y los dos hermanos se abrazaron. Cuando Tomás se dio cuenta de que el carpintero se alejaba, le dijo: —Buen hombre, ¿cuánto te debo? ¿Por qué no te quedas? —No, gracias —contestó el carpintero—. ¡Tengo muchos puentes que construir!
¿Cuántas veces podemos ayudar a perdonar y servir de puentes? Un Iniciado Masón, si asimila las enseñanzas, podrá ser un constructor de puentes.
FIN
"El Maestro debe ser digno de confianza, a la vez constante, leal y sincero, y jamás tendrá nada que lamentar.” Manuscrito Regius (1390)