Hoy he aprendido a verme en todos los espejos. Aquel en el que la cicatriz de mi mano forma una transversal directa a la sensibilidad de mis pensamientos. Aquel en el que la suavidad de mi pelo peina todos los sinsabores del recuerdo. Aquel en el que la frondosidad de mis pechos emite sonidos dentro de mi vientre. Aquel en el que vomito letras como si la divinidad me fuese dada. Aquel en el que no soy lo que quiero ser y mi reflejo me desgarra. Aquel en el que mi imagen se multiplica como galaxias desconocidas.