LOJA EN CONTRA DE LA REPRESIÓN Y PREPOTENCIA. …a rebelarse contra el tirano aprendiz de dictador. El pueblo está en las calles toma la palabra, se pronuncia alza su voz, y desde el inicuo intento de arrinconarlo pierde sus amarras y el miedo; resurge, retoma su histórico papel, su posición y cuenta con el poder de la organización, sabe que unido es mucho más fuerte, dialéctico, solidario y fortalecido con todo el vecindario, es un río caudaloso, es una potente organización que ruge y dispone a quienes fungen de autoridades, que rectifiquen y gestionen correctamente la organización estatal. Esta vez nuestra ciudad se muestra contra una pésima e indiscriminada gestión municipal, a pesar de boicotear su sagrado derecho a reclamar; la “cultura del reclamo” como eufemísticamente invoca el desgobierno del Correato, se manifiesta contra la autoridad quien tiene un voraz apetito de meter la mano al sufrido bolsillo de los ciudadanos, que se piensa es un saco sin fondo, pues tiene el “hambre atrasada” y mira a sus ciudadanos como una fuente de ingresos inagotable y por eso emite multas, títulos de crédito, citaciones, impuestos, patentes, fotomultas, y trata de expulsar a los pequeños y medianos productores (quienes han sostenido la economía de este país, por ejemplo durante el feriado bancario de 1999) invoca a las manipulaciones, refugiándose en leyes draconianas, utilizadas a favor de recaudar más impuestos para satisfacer egos, gastos suntuosos y fanfarrias; y con esto convertir al municipio en ente impuestero e ídolo con pies de barro. Vale recordar que todo este nefasto escenario contó con la contribución taimada y soterrada de concejales aliados en su momento, quienes violando flagrantemente su misión de legislar y fiscalizar, y defender los intereses ciudadanos, contribuyeron con el alza indiscriminada de tributos, es decir, todo un paquetazo municipal. Ahora algunos de ellos asoman como supuestos opositores y “quieren tomar partido” ya que son candidatos del circo electoral. Esta deplorable gestión municipal, vista contradictoriamente desde los intereses ciudadanos está enfocada en la constante promoción de los grandes negocios particulares alejados de los interés ciudadano; como muestra vemos el caso de un centro de expendio de productos a gran escala ubicada precisamente frente a un tradicional sector de abastos (Mercado Mayorista y Gran Colombia), ya de por medio hay oscuros acuerdos e intereses pues con el tiempo se va eliminando a segmentos de la economía local (locales comerciales medianos y populares) para convertirlos en una masa consumidora para acercarlas precisamente a estos centros comerciales “malls” como una nueva religión del consumo. Mientras que su plan de trabajo claramente señala que “construiría nuevos centros de abastos”, lo cual resulto una burda oferta electorera. Y ahora cínicamente y sin vergüenza alguna publicita sus ferias libres con carpas insuficientes, sometiendo a humildes personas al clima inclemente, inadecuada gestión de los alimentos y una desorganización total; al cual llama orden y seguridad. El pueblo en pie de lucha, los sectores populares: taxistas, recicladores, vendedores ambulantes (llamados eufemísticamente por el desgobierno “microempresarios”, para organizarlos como su redil y utilizados como base electoral) cada día luchan por combatir las cortapisas, la persecución y tener un ingreso para medianamente alimentar a su entorno familiar y obtener un ingreso (la mayoría diariamente viven con 1 o 2 dólares). La ciudadanía y sociedad establecida debe rebelarse contra la tiranía de una persona, que pretende manejar a la ciudad como una hacienda, se hace necesario desterrar los cacicazgos y denunciar a estos personajillos. Solo con la organización y lucha desde la ciudadanía se puede alcanzar los anhelados ideales de todo un pueblo.
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