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Y se obtuvo. No fácilmente y a costa de muchos héroes anónimos: nativos, esclavos, mujeres, ingleses, desertores, criollos codiciosos, hombres a sueldo, hombres seducidos por la libertad y hasta negros franceses de Santo Domin-go. Fueron cientos los que mar-charon y apostaron sus vidas, quizás movidos por propósitos e intereses dispares, pero cobijados por una idea sustancial: construir una nación libre del dominio español. Liderar a estos desconocidos fue una misión asumida por los Gene-rales Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander, Francisco Miran-da, Antonio Nariño, José Antonio Páez, Santiago Mariño, Pedro Labatut, Rafael Urdaneta, Francisco Bermúdez, Carlos Soublette, Manuel Piar, Juan B. Arismendi y el Gran Mariscal Antonio José de Sucre, entre otros 36 militares que tuvieron a su cargo la comandancia de 233 acciones bélicas desde el 28 de noviembre de 1810 en Coro (Venezuela) hasta el 9 de diciembre de 1824 en Ayacu-cho (Perú), las que tuvieron un balance final de 147 victorias, 56 derrotas y
Las agotadoras jornadas representaban sufrimientos casi inverosímiles para la mayoría de las compañías: sus integrantes debían padecer las inclemencias del tiempo, dormir a la intemperie o sobre la cabalgadura, caminar descalzos y sin la ropa apropiada, pasar el ganado de ración por caudalosos ríos, aguantar hambre, afrontar problemas de salubridad y, en el caso de algunos heridos de gravedad, sobrellevar como pudieran sus dolores. Tan precarias eran las condiciones que el militar español, José María Barreiro, General en Jefe de la Tercera División anotó en varios de sus comunicados, que Bolívar engrosaba el ejército con desertores y con hombres obtenidos tras las invasiones, quienes conformaban “un enemigo despreciable por sí mismo, por la desnudez y miseria en que se halla y por su cobardía de sufrir los rigores del clima y las armas del Rey.” (Colombia. Los Ejércitos.1989. p. 260) Para su financiación, la campaña
libertadora acudió a diversas fuentes. Así por ejemplo, recibió importantes recursos de hacendados del Casanare y de algunas poblaciones boyacenses como Labranza Grande, Belén, Cerinza y Paipa que le proporcionaron caballos, ganado y peones; se sabe de hacendados como don Juan José Leiva, los hermanos Villate, los Mariño y Soler, que suministraron caballos, comida y auxilio a los patriotas; además la campaña contó con la colaboración incondicional de los curas, especialmente los de la provincia de Tunja. Esto se evidencia en una carta de Barreiro, fechada el 8 de junio 1819, en la que se queja de ambos sectores, pues “ellos son auxiliados encubiertos por los pueblos; no toman un interés en perseguirlos y son los primeros que contribuyen al desorden auxiliando descaradamente a estos infames.” (Colombia. Los Ejércitos, 1989, p. 123) Por los caminos uta
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e Un componente fundamental del éxito de Simón Bolívar, estuvo en el acoplamiento militar con el General Santander. Distanciados desde los intereses ideológicos, pero concentrados en los intereses de una República libre del dominio español, se perfilaron estrategias encaminadas a ocupar el territorio de la Nueva Granada.
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El Plan
stratégico Una vez ascendido Santander como General de la Brigada de los ejércitos de Venezuela, recibió instrucciones de Bolívar sobre las tareas a organizar: primero, aumentar, levantar y disciplinar cuerpos de infantería; segundo, aumentar la caballería; tercero, defender la Provincia de Casanare, a la vez de hostigar a los enemigos de la Nueva Granada sin perder oportunidad de invadirla. (Colombia. Santander, 1989) El desgaste militar, por más de cinco años de la campaña en Venezuela, evidenciaba para Bolívar la importancia de abandonar las pampas del Apure, pasar el Arauca y reunirse con las fuerzas que organizaba el General Santander en Casanare, subir sobre las heladas cimas de los Andes y descender a los valles de Sogamoso para destruir el poder español en la Nueva Granada; volver luego sobre
Venezuela con un poderoso ejército para libertarla y reunir así los elementos necesarios para expulsar las tropas españolas del Ecuador y del Perú. (Briceño, 1883) Para alcanzar el objetivo final de invadir a Santa Fe, fue necesario empezar por truncar las líneas de comunicación con Tunja, pues la provincia neas de constituía la base secundaria de las operaciones del ejército español (…) los caminos de Soracá, Tunja y Samacá, eran las líneas de comunicación de la base principal con la secundaria; los caminos de Sogamoso, por Tibasosa, Paipa y Firavitoba, constituían las líneas de comunicación entre la línea de defensa adoptada y la base secundaria. (Briceño, 1883, p.383)
Antes de emprender el viaje, el “Libertador” se encontró con el General Páez, en Guasdualito (Venezuela) y le encargó mantener confrontaciones con los realistas ubicados en los valles de Cúcuta, pues de esta forma, se les impediría movilizarse para apoyar a Barreiro en Tunja. Posteriormente, se reunió en Tame (Arauca) con el General Santander: “En Tame, 1.000 infantes y cerca de 1.100 jinetes organizados por el general Santander, esperaban la llegada de Bolívar y su tropa” (Lozano, 1980, p. 252). Así, integrada de manera definitiva por 1.300 infantes y 800 jinetes, la columna inició su marcha hacia el centro del país. El extenso recorrido, fue dividido en varias etapas. Tras recorrer la llanura durante un mes, remontaron llanos inundados, ríos torrentosos, un piedemonte lluvioso y toda suerte de avatares; la avanzada arribó el 23 de junio a la población de Nunchía (Casanare) y el 27, la
retaguardia alcanzó el caserío Paya, Pueblo Viejo, Miraflores y todo Morcote (Boyacá). No existen el valle de Tenza, Medina y Cáqueza. evidencias para afirmar que Los pasos de Salinas, Paya, Pueblo Bolívar tenía previamente decidiViejo y Medina son de páramos y da la ruta de entrada: montañas muy fragosas y en la estación Cinco caminos podía escoger presente, hombres que no están para marchar sobre el interior acostumbrados al frío serían destruidos de la Nueva Granada: el que por por sí mismos. Por consiguiente, estos Purare y Muneque conduce a puntos quedan defendidos para una Chita; el que por Támara, invasión por sólo su temperamento. siguiendo la hoya del Pautó, va a (Colombia. Los Ejércitos, 1989, p. Soatá; el de Labranzagrande a 163) Mongua; el que del mismo Razón tenía el General Barreiro, el punto conduce a Sogamoso, y el camino escogido presentaba unas que por Paya y Pisba se dirige a características geográficas y climáticas Socha. En Paya se encontraba difíciles de soportar sobretodo en los un cuerpo avanzado de las meses de junio y julio. Al General tropas de Barreiro, y fue éste el Santander le correspondió dirigir la camino escogido. (Briceño, vanguardia. El 25 de junio salió de 1883, p.385) Morcote, y sobre el 27 de junio, en Por su parte, los españoles inmediaciones de Paya, se encontró con consideraban que la ruta escogida el enemigo a órdenes del coronel Tolrá. no contemplaba posibilidad Esta sección española tenía la tarea de alguna, según se desprende de impedir el avance patriota, pero al verse una carta del 25 de junio dirigida sorprendida por el ataque simultáneo por Barreiro al Virrey Juan del batallón “Cazadores” y de la comSámano: pañía “los Guías”, se vio obligada a huir de Santa Rita de Casia, haciadoctrinera Labranza Grande. Una vez enteEl paso de la cordillera no la Capilla rado de los sucesos en el combate deNacional. pueden ejecutar por otros Monumento “Termópilas de Paya”, Barreiro se Municipal puntos que por los de Salinas, Foto cortesía Alcaldía Por los caminos uta
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Antes de emprender el viaje, el “Libertador” se encontró con el General Páez, en Guasdualito (Venezuela) y le encargó man-tener confrontaciones con los realistas
Entre el 4 y el 6 de julio, el ejército libertador luego de cruzar por Pisba, Pueblo Viejo y Quebradas, arribó a Socha. Bolívar, para tomar ventaja de la espera de Barreiro, remontó su caballería y organizó su base de operaciones en la población de Tasco. Desde allí tomó como línea de defensa el río Sogamoso y ordenó tres reconocimientos que salieron el 5 de julio: uno con destino a Corrales, bajo el mando del Coronel Justo Briceño, y dos que se enrumbaron a Gámeza, con los tenientes Franco y Ascanio a la cabeza de 50 hombres del batallón “Cazadores”. De otra parte, el 7 julio, el comandante de las fuerzas realistas de Sogamoso, Francisco González, envió reconocimiento por Corrales y por Gámeza con 7 hombres cada uno.
El día 7 de julio, a las 2 de la madrugada, la expedición de Justo Briceño interceptó en
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Corrales a los españoles. De esta reyerta que se libró en el sector de la Chivatera, huye un soldado español que avisó del fatal encuentro. González, además fue informado que al convento de Belén (hoy Belencito) llegaron 600 hombres de infantería y otros más de caballería.
El día 10,
Barreiro, ya instalado en Sogamoso, se enteró que los republicanos ocupaban Gámeza y Corrales, y nuevamente ordenó reconocimiento por ambos puntos. (Colombia. Los Ejércitos, 1989) Hacia Corrales envía al teniente Manuel Gutiérrez, que en el sitio de la chivatera, fue derrotado y perseguido por el republicano Briceño hasta inmediaciones del vado del río Chicamocha y el puente del rió Gámeza, en donde Barreiro ya había emplazado su ejército. Entre tanto, cerca al pueblo de Gámeza, los republicanos al mando de Franco y Ascanio iniciaron
pelea con los españoles. Barreiro vio la desventaja de su tropa, y les ordenó retroceder hacia donde él estaba para fortalecer su contraataque, que finalmente rinde frutos, pues al caer la tarde los republicanos se replegaron hacia Tasco con cinco prisioneros, en tanto que Barreiro tomó 43 prisioneros que, trasladados a Sogamoso, son alanceados en inmediaciones de la hacienda La Ramada. Tras los eventos del día 10, Bolívar decidió atacar y dispuso que Santander tomara avanzada al mando de los batallones “Cazadores”, “Rifles”, “Barcelona” “Guías” y “Bravos de Páez”. Con la totalidad del primero y una compañía de cada uno de los tres últimos, se formaron la primera línea de combate y una segunda línea, dispuesta a obrar
el ejército libertador luego de cruzar por Pisba, Pueblo Viejo y Quebradas, arribó a Socha. Bolívar, para tomar ventaja de la espera de Barreiro, remontó su caballería y organizó su base de operaciones en la población de Tasco. Desde allí tomó como línea de defensa el río Sogamoso y ordenó tres reconocimientos que salieron el 5 de julio: uno con destino a Corrales, bajo el mando del Coronel Justo Briceño, y dos que se enrumbaron a Gámeza, con los tenientes Franco y Ascanio a la cabeza de 50
Las acciones del día 11 hombres del batallón “Cazadores”. De otra parte, el 7 julio, el comandante de las fuerzas realistas de Sogamoso, Francisco González, envió reconocimiento por Corrales y por Gámeza con 7 hombres cada uno. a las 2 de la madrugada, la expedición de Justo Briceño interceptó en Corrales a los
españoles. De esta reyerta que se libró en el sector de la Chivatera, huye un soldado español que avisó del fatal encuentro. González, además fue informado que al convento de Belén (hoy Belencito) llegaron 600 hombres de infantería y otros más de caballería. Barreiro, ya instalado en Sogamoso, se enteró que los republicanos ocupaban Gámeza y Corrales, y nuevamente ordenó reconocimiento por ambos puntos. (Colombia. Los Ejércitos, 1989) Hacia Corrales envía al teniente Manuel Gutiérrez, que en el sitio de la chivatera, fue derrotado y perseguido por el republicano Briceño hasta inmediaciones del vado del río Chicamocha y el puente del rió Gámeza, en donde Barreiro ya había emplazado su ejército. Entre tanto, cerca al pueblo de Gámeza, los republicanos al mando de Franco y Ascanio iniciaron pelea con los españoles. Barreiro vio la desventaja de su tropa, y les
ordenó retroceder hacia donde él estaba para fortalecer su contraataque, que finalmente rinde frutos, pues al caer la tarde los republicanos se replegaron hacia Tasco con cinco prisioneros, en tanto que Barreiro tomó 43 prisioneros que, trasladados a Sogamoso, son alanceados en inmediaciones de la hacienda La Ramada. Tras los eventos del día 10, Bolívar decidió atacar y dispuso que l
Sobre el 16 de julio, Santander tomara avanzada al mando de los batallones “Cazadores”, “Rifles”, “Barcelona” “Guías” y “Bravos de Páez”. Con la totalidad del primero y una compañía de cada uno de los tres últimos, se formaron la primera línea de combate y una segunda línea, dispuesta a obrar en el momento oportuno, y con el resto de
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Efectivamente el ejército libertador estaba avanzando. Simón Bolívar, ordenó adelantar sus tropas, siempre en el firme propósito de burlar a Barreiro y truncar sus líneas de comunicación con Santa Fe, se desplazó por dos rutas: una tropa desde los pueblos de Gámeza, Corrales, Busbanzá y Floresta, y la otra por los pueblos de Tasco, Beteitiva y Belén. Ambas columnas debían coincidir en Santa Rosa de Viterbo el 15 de julio, donde el libertador, estratégicamente, resolvió efectuar un movimiento por el flanco con el fin de sobrepasar al ejército realista. “Una marcha de flanco al frente del enemigo en posición, ha sido y será la operación más peligrosa en la guerra, porque éste puede mover sus columnas en disposición de combate y sorprender al ejército en marcha o batirlo en detal.” (Lozano, 1980, p. 273)
El 17 de julio, Barreiro enterado del movimiento de las tropas enemigas, tomó la vía a Paipa por Firavitoba y se situó primero en Boncita, al margen occidental del río Surba. En este lugar se le incorporaron las compañías de Chocontá y la de Sogamoso, y esperaban la del valle de Tenza. Barreiro, también recibió información sobre unos rebeldes en Santa Rosa y otros 300 de caballería, en los llanos de Duitama. Ciertamente, el día 20, a las tres de la tarde divisó
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la avanzada del ejército republicano que se posicionaba en la llamada despensa de Bonza. Hubo escaramuzas entre los dos bandos. (Colombia. Los Ejércitos, 1989)
Del 15 al 20 de julio fueron llegando los republicanos a Bonza. Para el día 22, las dos compañías más retrasadas, como eran la “Legión Británica” y el escuadrón de “Nonato Pérez” lograron acoplarse.
El día 25 a las cinco de la mañana, Bolívar, en una arriesgada maniobra, trató una vez más de flanquear a Barreiro con la intención de posicionarse en su retaguardia y situarse en la mejor posición en caso de un despliegue, pero el paso del río Chicamocha le truncó esta maniobra y Barreiro, enterado, destacó una vanguardia con el batallón 'Primero del Rey', por el camino al puente del Salitre, “con la misión de impedir el avance de las tropas adversarias y detenerlas hasta la llegada del grueso del ejército español. A su vez, la
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Libertadora ESTADO APURE - VENEZUELA -
Guasdualito
NORTE DE SANTANDER Arauca
SANTANDER ARAUCA Parque Nacional del Cocuy Socorro Mogotes
Tame (Bolívar se reúne con Santander)
Corocoro
Ruta de las milicias de Santander Páramo del Vasto
Hato Corozal
Tutazá Belén
El Topón
Socha
Cerinza Páramo de la Rusia
Quebradas
Montaña Tibet
Santa Rosa de Viterbo
Paipa Casona del Salitre
Tasco (campamento 2)
Combate de
Duitama Busbanzá Corrales Combate de Corrales Gámeza
Paz de Ariporo Pueblo Viejo
Escaramuzas
Batalla Peña Gámeza Molinos Tópaga
Boncita Firavitoba
Batalla del Pantano de Vargas
BOYACÁ
CASANARE
Beteitiva Floresta
Bonza (Campamento 3)
Parque Nacional de Pisba
Belencito
Molinos deTópaga
Gámeza
Tablón de Támara
Tópaga Monguí
Pisba
Pore (Campamento 1)
Sogamoso
Morcote Paya
Cómbita
Motavita
Labranza Grande
Tunja Chivatá Batalla del Puente de Boyacá Vía Chocontá
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Toca
Combate Trincherón de Paya - Las Termópilas de Paya -
Nunchía
Nivel
Acción
Fecha
Combate Trincherón de Paya Las Termópilas de Paya
27 de Junio
Combate de Corrales “Chivatera”
7 y 10 de Julio
Combate de Gámeza
10 de Julio
Combate de Peña de Gámeza y Molinos de Tópaga
11 de Julio
Escaramuzas en Valle de Surba y Bonza
20 de Julio
Batalla del Pantano de Vargas
25 de Julio
Batalla del Puente de Boyacá
7 de Agosto
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Efectivamente el ejército libertador estaba avanzando. Simón Bolívar, ordenó adelantar sus tropas, siempre en el firme propósito de burlar a Barreiro y truncar sus líneas de comunicación con Santa Fe, se desplazó por dos rutas: una tropa desde los pueblos de Gámeza, Corrales, Busbanzá y Floresta, y la otra por los pueblos de Tasco, Beteitiva y Belén. Ambas columnas debían coincidir en Santa Rosa de Viterbo el 15 de julio, donde el libertador, estratégicamente, resolvió efectuar un movimiento por el flanco con el fin de sobrepasar al ejército realista. “Una marcha de flanco al frente del enemigo en posición, ha sido y será la operación más peligrosa en la guerra, porque éste puede mover sus columnas en disposición de combate y sorprender al ejército en marcha o batirlo en detal.” (Lozano, 1980, p. 273) Barreiro enterado del movimiento de las tropas enemigas, tomó la vía a Paipa por Firavitoba y se situó primero en Boncita, al margen occidental del río Surba. En este lugar se le incorporaron las compañías de
Chocontá y la de Sogamoso, y esperaban la del valle de Tenza. Barreiro, también recibió información sobre unos rebeldes en Santa Rosa y otros 300 de caballería, en los llanos de Duitama. Ciertamente, el día 20, a las tres de la tarde divisó la avanzada del ejército republicano que se posicionaba en la llamada despensa de Bonza. Hubo escaramuzas entre los dos bandos. (Colombia. Los Ejércitos, 1989) fueron llegando los republicanos a Bonza. Para el día 22, las dos compañías más retrasadas, como eran la “Legión Británica” y el escuadrón de “Nonato Pérez” lograron acoplarse. Bolívar, en una arriesgada maniobra, trató una vez más de
Bolívar, tácticamente, obligó a Barreiro a utilizar su reserva. En el momento oportuno, llamó al Coronel Juan José Rondón y le dijo: “Coronel, salve usted la patria. Ocupe aquellas posiciones y apague el fuego de los enemigos.” Ante esta petición, el venezolano respondió con las célebres palabras: “Camaradas, los que sean valientes síganme, que en Por los caminos uta
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Panorámica del Municipio. Foto archivo particular PAME
Bolívar, tácticamente, obligó a Barreiro a utilizar su reserva. En el momento oportuno, llamó al Coronel Juan José Rondón y le dijo: “Coronel, salve usted la patria. Ocupe aquellas posiciones y apague el fuego de los enemigos.” Ante esta petición, el venezolano respondió con las célebres palabras: “Camaradas, los que sean valientes síganme, que en este momento triunfamos.” La bravura de los 14 lanceros que lo acompañaron vigorizó la contienda y permitió conquistar las posiciones de los realistas, quienes debieron abrir filas y finalmente, replegarse. Esta batalla, que sentó la base para la siguiente jornada, duró todo el día y dejó gran cantidad de bajas: 500 españoles y 140 patriotas, entre las víctimas figuran el Coronel Rooke y el Sargento Chincá. Al atardecer, los comandados por Bolívar se desplazaron a Bonza y Duitama, en tanto que
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Barreiro y sus compañías avanzaron hacia Paipa. Desde allí, el jefe militar escribió sus dos últimas comunicaciones al Virrey Sámano. En la primera, del 29, comentó las cuantiosas pérdidas padecidas por el enemigo en la acción del 25. Así mismo, dio cuenta de la presencia de Soublette, quien, el día 26 había arribado con 600 hombres, alguna caballería y varias partidas de ladrones de los pueblos vecinos. En la segunda misiva, del 31 de julio, simplemente informó sobre la ausencia de novedades en el frente. (Colombia. Los Ejércitos. 1989) Realistas y republicanos quedaron con sus fuerzas disminuidas por lo que tomaron pausa en espera de reforzar sus tropas, Bolívar con las milicias de “Tunja” y las del “Socorro” y Barreiro con unas tropas de caballería y compañías de infantería desde Tunja.
primero, el 3 de agosto, Con previsión a una arremetida republicana, Barreiro destacó defensa en Boncita y Paipa para
luego establecerse en Loma Bonita,
Segundo, desde donde podía observar y tomar acciones ofensivas ante los movimientos republicanos. Bolívar, ante la imposibilidad de avanzar resolvió una operación estratégica sin antecedentes: tras una emboscada de madrugada logró que las fracciones realistas ubicadas en Boncita y Paipa, se acoplaran a Barreiro en Loma Bonita. sabiéndose vigilado desde Loma Bonita, simuló devolverse con su tropa a Bonza, pero durante la noche ordenó una contramarcha, por la vía que por Toca y Chivatá conduce a Tunja. El éxito de la marcha requirió “la más severa consigna de silencio y la total prohibición de encender luces, aun la de los tabacos. Así cruzó el ejército republicano nuevamente el pueblo de Paipa, en el más completo silencio se deslizó hacia el Puente del Salitre y tomó el camino de Toca.” (Lozano, 1980, p.295). A las 11 de la mañana, del día 5, la vanguardia republicana se tomó Tunja.
Bolívar, tácticamente, obligó a Barreiro a utilizar su reserva. En el momento oportuno, llamó al Coronel Juan José Rondón y le dijo: “Coronel, salve usted la patria. Ocupe aquellas posiciones y apague el fuego de los enemigos.” Ante esta petición, el venezolano respondió con las célebres palabras: “Camaradas, los que sean valientes síganme, que en este momento triunfamos.” La bravura de los 14 lanceros que lo acompañaron vigorizó la contienda y permitió conquistar las posiciones de los realistas, quienes debieron abrir filas y
El 7 de agosto, el vigilado Barreiro emprendió marcha por el camino del Puente de Boyacá. Bolívar, de inmediato hizo lo propio en busca de cortarle el paso y tomar posiciones ventajosas para el encuentro que se avecinaba. Sobre las 2 de la tarde empezó lo que será la agotadora jornada. La disposición del ejército realista se configuró así:
A un lado del río “En el centro de la explanada colocó sus tres cañones. En el flanco derecho al batallón “1º de Línea”; En el “Legión Británica”; En el flanco izquierdo al batallón “1º flanco derecho, sobre las de Línea”; En las alas, colocó el colinas, el batallón “Bravos de 1º y 2º escuadrón de los Páez”; Los “Guías de Apure” “Granaderos a Caballo” o protegían los cuerpos de la “Dragones”; Un poco a la derecha.” Sobre el Puente de retaguardia y hacia el flanco Boyacá “En el centro el izquierdo, Barreiro se situó con batallón “Cazadores”, A la el batallón “Cazadores del derecha la 1a y 2a compañías Rey”, integrado con los restos del batallón “1º de Línea”; a de los batallones “Tambo” y la izquierda el primer “Victoria”, destruidos en el escuadrón de los “Guías de Pantano de Vargas.” Y al otro Apure”; reserva inmediata de lado del río, “En el centro los la vanguardia, la 3 y 4 batallones 1º y 3º de compañías del batallón “1º de “Numancia”; En los flancos el Línea”. En la Retaguardia, una 3er. escuadrón de “Granaderos reserva emplazada en el cerro a Caballo”. (Lozano, 1980, p. del tobal constituida por las 298) milicias de “Tunja” y las del Por su parte, Bolívar destacó de “Socorro”, con los lanceros de la siguiente manera: “Llano Arriba” y los En el flanco izquierdo el “Carabineros” del batallón “Rifles”; En el centro comandante Mellao. (Lozano, el batallón “Barcelona” y la 1980, p. 303) Por los caminos uta
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Las permanentes y coordinadas cargas de la caballería, favorecidas por las valientes arremetidas de las compañías de infantería y sus valientes soldados, quebraron el centro del ejército español, y provocaron muerte y deserción, especialmente la del General Barreiro que quiso salvarse escondiéndose detrás de una peña pero fue encontrado por el soldado Pedro Pascasio Martínez, quien no se dejó sobornar y lo llevó prisionero ante Bolívar. Las hostilidades no terminaron allí, los realistas que huyeron fueron perseguidos hasta Chocontá. El libertador pernoctó en Ventaquemada y posteriormente avanzó a Santa Fe, al recibir noticias que el virrey, la audiencia, la guardia de honor, y demás empleados civiles y militares habían abandonado la capital. (Riaño, 1988)
Así se desenvolvió, a grandes rasgos,
esta etapa de la gesta libertadora
de 1819.
Entre estrategia, hambre,
muerte
y gloria. 20
s
Arribo a
anta Fe
La noticia de la victoria patriota llegó a Santa Fe el 8 de agosto. El virrey Sámano, acompañado de todo su personal, emprendió la huída el 9. Antes de viajar hacía Honda para embarcarse a Cartagena, mandó a quemar todo cuanto pudiera favorecer a los patriotas. La expectativa de la llegada del ejército libertador dejó a la ciudad en una tensa calma, y así lo vivió José María Espinosa: Vimos venir un militar, bajo de cuerpo y delgado, a todo el paso de un magnífico caballo cervuno; todo fue divisarlo Maza y exclamar: “¡allí viene un jefe godo de los derrotados!” y diciendo esto, pico espuelas al suyo, y cuando estuvo a unos 30 pasos de distancia, gritó: “alto ahí, ¿quién vive?” El desconocido no hizo caso de esta interpelación y siguió adelante; entonces Maza enristró su lanza y acercándose más, gritó lo mismo; pero el jefe, pasando de largo por cerca de Maza, le dijo con un tono de tanta dignidad como desprecio: “¡No sea p…!” (…) En aquel instante reconocieron al General Bolívar (…) A poco rato llegó el Coronel Justo Briceño, de una traza lo más rara, con los calzones hechos pedazos y una chaqueta corta que parecía haber sido en otro tiempo colorada; bien que Bolívar no estaba más elegante: el uniforme de grana roto y lleno de manchas por todas partes y la casaca pegada a las carnes, pues no traía camisa. Así hizo la campaña de los llanos, y lo mismo venían todos los oficiales y tropa. Se conocía que hacía por lo menos un año que no se cambiaba la ropa. (Espinosa, 1942/1876, p. 216)
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Organización general
de la
campaña de 1819 ibertadora
l
Fascículo no tiene 01 02 03 04 05 06 07 08
09
10 11 12 13
Pisba Pueblo viejo ( Socotá) Quebradas ( Socotá) Socha Tasco Gámeza Corrales
14 15 16 17 18 19 20 21 22
Tópaga - Molinos Tópaga Busbanzá Floresta Beteitiva Tutazá Belén Cerinza Santa Rosa de Viterbo Duitama - Bonza
23 24 25 26 No tiene
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Ciudad / Población Aldea de los 70 Guasdualito Arauca - Arauca Tame - Arauca Hato Corozal. casanare Paz de Ariporo – casa Pore - casanare Tablón de Támara Nunchía Morcote Paya – Trincherón de Paya
Vanguardia
Retaguardia
23 mayo 3 de junio 4 de junio 11 de junio
21 a 25 de junio 23 de junio 23 de junio 25 de junio 27 de junio (combate Termópilas de Paya) 1 de julio 2 de julio 3 de julio 2 al 6 de julio 5 de julio 10 de julio (combate) - 7 de julio (pelea 2:00 a.m) - 10 de julio (combate) - 11 de julio (batalla ) 11 de julio (batalla ) 13 de julio/1 ruta 14 de julio 13 de julio/2 ruta
27 de junio 5 de junio
14 de julio 15 de julio
14 de julio 14 de julio 15 de julio 17 de julio (Escaramuza en valle de 22 de julio Surba y Bonza) Paipa - Pantano de Vargas 25 de julio (Batalla del Pantano de Vargas) Casona Salitre 25 de julio y 4 de agosto Toca 4 de agosto Chiv ata 5 de agosto Tunja 5 de agosto Puente de Boyacá 7 de agosto (Batalla Puente de Boyacá) Santa Fe 10 de agosto Por la vanguardia desde Aldea de los 70 a Santa Fé
49 días
Clasificación de las acciones militares.
campaña de 1819 ibertadora
l
Nivel
Acción
Fecha
Combate Trincherón de Paya Las Termópilas de Paya
27 de Junio
Combate de Corrales “Chivatera”
7 y 10 de Julio
Combate de Gámeza
10 de Julio
Combate de Peña de Gámeza y Molinos de Tópaga
11 de Julio
Escaramuzas en Valle de Surba y Bonza
20 de Julio
Batalla del Pantano de Vargas
25 de Julio
Batalla del Puente de Boyacá
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exvoto:
Los fieles católicos, en señal de agradecimiento, ofrecen a Dios, a la Virgen o a los Santos, objetos, placas o dibujos que cuelgan o pintan en muros y techos de las iglesias. Los temas de estos dibujos suelen ser una ingenua representación del milagro, o una alegoría. El exvoto de la parte superior, se encuentra pintado en el muro izquierdo de la Iglesia de la Virgen del Rosario en Tutazá, y da cuenta de las bendiciones recibidas por Bolívar, cuando en pleno fragor de la Batalla del Pantano de Vargas, y al pensar que la perdía, invocó el milagro con estas palabras: “virgen de allá donde hacen tiestos, se nos vino la caballería y se perdió la batalla.”
El grupo de investigación en Patrimonio y Memoria PAME, adscrito a la facultad de Arquitectura y Bellas Artes de la Universidad de Boyacá, está conformado por docentes del programa de Arquitectura y el programa de Diseño Gráfico. Su objetivo se fundamenta en el estudio de coyunturas históricas, que permitan identificar y valorar los elementos patrimoniales, para dar un nuevo significado y sentido a la historia; es por ello, que este grupo diseñó el proyecto “Resignificación Patrimonial de la Ruta Libertadora en Boyacá. Visión 2019”, con el fin de entender el contexto geográfico como parte integral de la identidad cultural de los pueblos, de manera que se fortalezca el paradigma de la sustancia histórica presente en la valoración del patrimonio. Este proyecto permitirá a largo plazo resignificar patrimonialmente los valores culturales presentes a lo largo de la ruta libertadora, de tal forma que el eje transversal de la investigación sea la reflexión y comprensión de la naturaleza humana en los hechos arquitectónicos y urbanos.
Bibliografía Agradecemos especialmente a la Policía Nacional de Colombia, a los alcaldes de los municipios y a la División de Patrimonio del Ministerio de Cultura, que participaron en este proyecto, por la información suministrada.
BRICEÑO, Manuel. La campaña de Boyacá. Fragmentos de un tratado sobre estrategia. Papel Periódico Ilustrado. Centenario de Bolívar. Números 46 a 48. 24 de julio de 1883. COLOMBIA. Los Ejércitos del Rey 1819 – 1819. Tomo I y Tomo II. Biblioteca de la Presidencia de la Republica. Banco de la República. Bogota. 1989 CORREA. Ramón C. Monografías de los pueblos de Boyacá. Tomo I. Academia Boyacense de Historia. Tunja. 1987.
ESPINOSA, José Maria. Memorias de un abanderado. Recuerdos de la patria boba. 1810 - 1819. Capitulo 32. La llegada del libertador a Santa Fe, después de la Batalla de Boyacá. Biblioteca Popular de Cultura Colombiana. Imprenta Nacional. Ministerio de Cultura. Bogotá. 1942. GOMEZ VERGARA, Max. El Hombre y su Destino. Repertorio Boyacense. N. 266. Junio 13 de 1970. Academia Boyacense de Historia. Tunja. 1970. LOZANO CLEVES, Alberto. Así se hizo la Independencia. Ed. Talleres Gráficos Banco Popular. 2ed. Bogotá. 1980. MARTINEZ, Abel F. Sanidad y Hospitales Militares en la Campaña
Libertadora de la Nueva Granada. 1819. [en línea] Tunja: [citado el 1801-2009]. Disponible en : http://www.bicentenario.unal.edu.co MILLARES CARO, Jeaninne. Potencial aprovechamiento turístico de casas de hacienda de la zona central de Boyacá. Tesis de grado Administración Turística y Hotelera. U.P.T.C. Duitama. 1991. MOLLIEN, Gaspard Théodore. Viaje por la República de Colombia en 1823. [en línea] Bogotá : [citado el 23-032006]. Disponible en : http://www.banrep.gov.co/blaavirtual/ OCAMPO LÓPEZ, Javier. Historia Básica de Colombia. 8a. ed. Bogotá : Plaza & Janés Editores, 2000
Universidad de Boyacá Rosita Cuervo Payeras Rectora
Universidad de Boyacá
Por los caminos uta
Libertadora
ESTADO APURE - VENEZUELA -
NORTE DE SANTANDER
María Leonor Mesa Cordero
1
Decana Facultad de Arquitectura y Bellas Artes Coordinadora Grupo de Investigación Patrimonio y memoria PAME
SANTANDER ARAUCA
Rocío Margarita Millares Caro Parque Nacional del Cocuy
Coordinación de Investigación Histórica
Luisa Victoria Jiménez Velásquez Edilberto Molina Fuerte José Julián Bonilla Velandia Yulieth Guerrero Nieto
2
Páramo del Vasto
Docentes investigadores PAME
3
19
Ana Milena Castro Fernández Diseño y Concepto Gráfico Grupo de estudiantes de apoyo al proyecto:
Parque
20 Montaña 18 14 13 Nacional de Pisba Tibet 12 21 15 11 17 16 10 BOYACÁ 23 22 Páramo de la Rusia
Edgar Fernando León Chaparro Andrés Martínez Monguí Infografías
Impresión
Editorial JOTAMAR LTDA Tunja
6 9
Carlos Mario Rodríguez R. Diseño y Diagramación
CASANARE
25 24 26
8
7
5
4