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Bienestar emocional y relajación
Así que mi primera propuesta en este articulo es invitarte a que no me creas ni una palabra de lo que he dicho o diré, sino que seas tu misma o tu mismo, quien realizando los ejercicios pertinentes te des cuenta de la veracidad de mis palabras.
Y mi segunda propuesta es invitarte que te decidas a empezar a entrenar esta poderosa capacidad, convencido de que no te arrepentirás de ello, porque ir realizando cada ejercicio nos va acercando a vivir la experiencia de una conexión directa con el presente y dejar fuera todo eso que no es nuestro, que ha sido inculcado en nuestra mente por nuestros miedos y nuestras expectativas, incluso miedos o expectativas que ni siquiera son nuestros sino de nuestros padres o de nuestra cultura y hoy pesan en nosotros como una losa que no nos permite vivir ligeros y plenos.
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Cada que tengo la oportunidad de explicar que es mindfulness me gusta utilizar la analogía que nos comparte el maestro Fernando A. de Torrijos cuando hacemos la formación de instructor y es la siguiente: Cuando el gran artista italiano Miguel Ángel buscaba el mármol ideal para su escultura “La Piedad” tardó nueve meses en encontrarlo y cuando lo hizo, el mármol que eligió se encontraba formando parte de una gran montaña y al ver como el sol pegaba en dicha zona de la montaña reflejando un color rosáceo le dijo al marmolista que esa era la piedra que necesitaba.
Al ver el marmolista que dicho mármol era tan inaccesible insistió en venderle otra pieza, pero Miguel Ángel se negó, entonces el marmolista desesperado le preguntó porque tenía que ser esa pieza y no otra, a lo que el artista le contestó: -Es que “La
Piedad” ya está ahí, desde aquí la estoy viendo, solo necesito quitarle todo lo que le sobra y aparecerá su belleza”.
De la misma manera, los ejercicios de mindfulness nos permiten eliminar todo lo que no es nuestro, nuestra esencia, toda esa distorsión que nos separa de nuestra verdadera naturaleza que es plenitud y dicha.
El mindfulness hoy en día está siendo una herramienta para reducir el estrés, la ansiedad, la depresión, el dolor, las adicciones, la desatención, conflictos interpersonales y lograr altas cotas de plenitud y alegría.
PROPOSITOS DE CUIDADO
Haz del cuidado del planeta uno de tus propósitos
Sandra Yanette Lozano Garza
Médico General con Maestría en Educación de la Universidad de Monterrey
Colaboradora de la Pastoral Verde de la Arquidiócesis de Monterrey, cuenta con estudios de atención plena en Mindful Schools , Koru Mindfulness y una diplomatura como Instructor de Mindfulness por el Instituto Iberoamericano de Estudios para la Paz Con el inicio de cada año es común que la gente escriba una lista de propósitos, anhelos u objetivos que desean cumplir. El diccionario Oxford define la palabra propósito como una “determinación firme de hacer algo”. Los propósitos más frecuentes para cada año nuevo están relacionados con hacer ejercicio, bajar de peso, leer más; comer saludable, ahorrar, dejar de fumar; viajar más, usar menos el celular, practicar meditación, etc. ¿Alguno de estos propósitos resuena en tu mente? Si es así, te felicito; definitivamente si estos propósitos sí son puestos en acción te llevarán a un camino de salud física y bienestar; sin embargo, hay propósitos que son tan importantes como los anteriores, y son pocas las personas que los incluyen en su lista. ¿Quieres saber cuáles son? Son propósitos relacionados con el cuidado de la casa común, nuestro planeta. Incluir propósitos para un cuidado planetario y llevarlos a cabo tendría un beneficio no tan solo individual sino colectivo.
¿Y qué propósitos pueden incluir el cuidado de la casa común?, ¡fácil! Comprar en mercados locales, hacer composta o iniciar un huerto en casa; comprar menos y reusar más; utilizar menos desechables, revisar la historia detrás de los productos de uso común, ahorrar agua y luz.