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El defensor y educador de la minería que tiene su trinchera en Bolívar

Juan Alegría Carrero es el fundador de la Cámara de Minería de la provincia serrana, cuyo objetivo es contrarrestar la desinformación que los grupos antimineros esparcen por las poblaciones. Esta actividad la alterna con la docencia universitaria y con la consultoría minera.

Los primeros suspiros que exhaló por la minería los dio cuando era apenas un niño. Nacido en Quito, a los pocos días de abrir los ojos al mundo, su familia se lo llevó para Guaranda, Bolívar; así que se considera guarandeño de sepa. Allí, mientras crecía y durante las vacaciones escolares, se reunía con sus primos para buscar oro. El boca a boca que llegaba a sus oídos hablaba de que la zona era muy rica, algo que había atraído incluso a algunos japoneses, que exploraban en busca del destello por los ríos de Caluma, principalmente. Y, aunque nunca encontró una pepita por esos días, su corazón empezó a verse atraído por la actividad minera. Por eso, cuando fue seleccionado por su escuela para representar a Bolívar en un campeonato minero en El Oro, no dudó en pedir a sus padres el permiso necesario. Fue cuando pudo conocer el distrito minero Zaruma Portovelo y experimentó el primer acercamiento con la actividad. Se llevó unos cuarzos de recuerdo y los regaló a sus padres.

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De esta manera, con el pasar de los años, Juan Daniel Rodrigo Alegría Carrero, llegó, como era de esperarse, a las aulas universitarias a estudiar la carrera de Geología y Minas en la Universidad Central del Ecuador (UCE). “Me cautivó cada uno de los aspectos relacionados con la planificación, diseño y extracción de minerales”. Al terminar su carrera estudiantil, en 2009, arrancó con su trayectoria profesional en una consultoría a la cual un profesor le había invitado a participar, en Bella Rica, Ponce Enríquez. Desde ese momento, poco a poco fue abriéndose campo, en un momento en el que los ingenieros de minas eran escasos, según recuerda con cierta dosis de humor.

En 2010 empezó a trabajar en una empresa de pequeña minería metálica subterránea como Jefe de Seguridad y Salud Ocupacional. Después, continuó en la firma Produmin, donde fue Jefe de Minas, una de sus mejores experiencias laborales, a su parecer. Al cabo de un año y medio, encontró un espacio en la central hidroeléctrica Coca-Codo Sinclair, para colaborar en las obras dentro de un sistema de excavacion de túneles, donde aprendió a utilizar tecnología de punta, bajo protocolos de seguridad muy amplios. Luego se enroló al extinto Ministerio de Minería como analista técnico, lugar en el que pudo desarrollar habilidades legales. De ahí saltó como Asesor a la Agencia de Regulación y Control Minero (Arcom), involucrándose en el proceso de varios proyectos mineros con problemática social.

Tras dejar el sector público, se enfocó en impulsar su propio negocio de consultoría, Element Consulting and Trading, asesorando en temas de pequeña y mediana actividad tanto en aspectos administrativos, como técnicos, de inversiones, uso de recursos, etc., para que las empresas se encaminaran dentro de una estrategia lógica y no de gasto exclusivamente. A la par, ingresó a trabajar en al área de proyectos de la Universidad Central, para realizar monitoreo de pasivos ambientales en la industria minera, en Zamora Chinchipe. El objetivo era demostrar que no toda la contaminación es producto de la minería. Las tareas empezaron en enero del 2020, pero la pandemia las detuvo. Una vez que la situación tendió a normalizarse de manera paulatina, en junio del 2020 asumió el cargo de Director Distrital de la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos No Renovables en Bolívar. Esa labor la llevó hasta diciembre del 2021, cuando ingresó como docente en la UCE.

En todo este caminar, Alegría Carrero, padre de dos hijos, con la fotografía como hobby, vio que la provincia necesitaba contar con iun gremio minero. Por eso, junto con otros dos amigos, uno abogado y otro ingeniero de Minas, se embarcaron en la meta de crear la Cámara de Minería de

Bolívar. “Se crea debido a que, cuando estaba como funcionario público en Bolívar, me di cuenta que había desinformación rerspecto a la actividad minera, todo lo que se comunicaba se lo hacía como supuestos y especulación. Se decía, por ejemplo, que en Salinas de Bolívar había contaminación de los ríos por la minería y que el mercurio estaba en las afluentes; que en Caluma ya se refinaba minerales y que el mecurio mataba a las plantaciones de los cacaoteros y naranjeros de la provincia. Eso me llamaba la atención. Por eso nos planteamos hacer un gremio que pudiera constrarrestar esta desinformación y que fuera neutral y ayudara a que las personas que tuvieran dudas fueran guiadas. Nació en 2021. Me siento orgulloso de haberla formado. Es un gremio que se creó para ayudar y sin fines de lucro, eso es gratificante. Hoy somos cinco socios, no hemos hecho aún la apertura a membresías para blindar al gremio del tema político. No queremos que haya la intromisión o que se filtren políticos que usen este espacio para figurar y se pierda el sentido para lo que fue creado, de guiar, apoyar y ser parte de un proceso limpio”.

Amante de los asados y, en sus tiempos libres, músico de covers junto a la banda Naranja Sour, donde toca la guitarra eléctrica, ve con preocupación lo que ocurre en la actividad minera ecuatoriana. “Lamentablemente, las inversiones peligran de manera abismal. Hace unos ocho años, las empresas estaban interesadas en invertir, pero lo de la oposicón antiminera, con sus acciones incluso de forma violenta en el desarrollo de proyectos, afecta mucho. Para este año, según las metas, debíamos haber estado con al menos cuatro proyectos de gran escala en explotación. Y no ha ocurrido. Al contrario, se cierran proyectos que han llevado a generar desempleo. Conozco que 200 geólogos han sido despedidos este año. Y aparte los empleos indirectos. Las empresas mineras brindaban en ciertas zonas de influencia capitales semilla, para encadenamiento económico. Estas familias nuevamente están desfinanciadas y, muchas, quebradas porque no tienen cómo salir adelante. Por eso, no es que si se va la minería, se va el problema. De hecho, si se va la minería, vendrá un problema mucho más grande”.

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