Cuaderno 1, Gestion de Politicas Culturales

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Rafael Correa Presidente de la República del Ecuador

Galo Mora Ministro de Cultura

Ramiro Noriega Viceministro de Cultura

Primera Edición: Octubre de 2008

Colección Cuadernos de Talleres de Gestión Pública de Políticas Culturales Gestión de Políticas Culturales Cuaderno 1 Ministerio de Cultura del Ecuador

ISBN: Impreso en Ecuador - Ecuador mamallaktapi kamukchishka


Introducción

El Ministerio de Cultura durante la administración de Galo Mora Witt, en ejecución del Decreto Ejecutivo No 5 del 15 de enero de 2007 que creó esta Cartera de Estado y en el marco del Proyecto “Capacitación para Promotores Culturales”, propone que sean los propios actores de la cultura quienes identifiquen sus necesidades, las prioricen y definan las políticas culturales para el Ecuador. En este contexto, se desarrolló el 18 y 19 de julio del presente año el “1er Taller Internacional de Gestión Pública y de Políticas Culturales”, primero de seis del mismo tipo, que quiere contar con la participación mayoritaria de artistas y activistas culturales en todo el país. El presente documento forma parte de la Colección “Cuadernos de Gestión Pública de Políticas Culturales” del Fondo Editorial del Ministerio de Cultura y desarrolla los contenidos de lo tratado en el mencionado Taller que comprendió la exposición de los invitados internacionales; el desarrollo de tres mesas de trabajo (el desarrollo en el vértice de la gestión cultural; propuestas metodológicas para una cartografía cultural; economía, cultura e indicadores) con plenarias integradas por funcionarios y ciudadanos para problematizar y exponer las síntesis de lo tratado. Este 1er taller sirvió para establecer lineamientos generales en la creación de Escuelas Itinerantes de la Cultura que fortalezcan la profesionalización de los artistas y promuevan el rescate del patrimonio material e inmaterial del país. 5


Adicionalmente, se rescataron las similitudes y diferencias culturales entre los diferentes países de América Latina en un intercambio de experiencias y lecciones aprendidas. Por otra parte, se planteó la necesidad de que en nuestro país se desarrollen políticas culturales con respecto a patrimonio cultural, lo que ha llevado al Ministerio a preparar y presentar el Proyecto denominado “Cartografía Cultural del Ecuador” ya que es uno de los pilares de acción de esta Cartera de Estado. La definición de indicadores culturales sería una de las estrategias que el Ministerio de Cultura podría lograr en función de resultados transparentes y posibles de medición. Esta serie de Talleres se vislumbra como una oportunidad que el Ministerio de Cultura usa para reflexionar y socializar sobre lo que se quiere realizar por la cultura en el país. Con estos antecedentes, el Ministerio seguirá esforzándose por contar, al igual que en el presente I Taller, con entendidos internacionales que contribuirán, con sus experiencias y conocimientos en esta tarea que recién inicia.

Ramiro Noriega Viceministro de Cultura

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Mashi Galo Mora Witt, Sapankawsay Pushakkamaypa apuk, ishakay waranka kanchis watapi, kulla killapa, chunka pichka punllapi, pichka niki kamachikwan Sapankawsay Pushakkamay wiñachishkata paktachishpa, shinallatak, “Sapankawsayta Yallikkunapa Yachana Kipakchirurayta” paktachikushpami, ukumanta, kanllamantapash runakuna wankurishpa sapankawsayta sinchiyachinkapak pakta kamachikkunata taripachun munan. Shinami, kay watapa, raymi killa, chunka pusak chunka iskun punllakunapi “mamallaktapura shukniki yachay” rurarirka, kay yachayka, suktapuramanta kallarikllami kan, kay yachaykunapimi, maypakchiruraykuna, sapankawsaypa llankakkuna, shuktakkunapash wankurichun munanchik. Kay killkaka, “sapankawypa pakta kamachik tantachishka kamukkunamanta” sapankawsay pushakkamaypa kamukchinamantapash, shuk nipallami kan. Shinami, kay yachaypa tantaripi ima rimarishkakunata sumakta pallan. Shuktak mamallaktakunamanta shamukkuna rimarishkaka kaykunami kan: sapankawsaypa pakta kamachikuna, imashina sapankawsamanta allpashuyuna, sapankawsaypa kullkikamaymantapash; kay yuyakunamantami kayshuk chayshuk rimanakurka. Shinallatak kay tantanakuyka, kaypi chaypi sapankawsaymanta yachachinkapak kuska hawa kallari yuyaykunata taripankapakpashmi karaka. Abyayalapa mamallaktakunapi,

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imashina sapankawsay rikurishkamanta kayshuk chayshuk rurashkakunata karanakunkapakpashmi karka. Kay rimanakuymantaka, 単ukanchikpa mamallaktapi, sapankawsaypa kikinyachishkakuna, allpashuyumanta, taripaykunamanta, pakta kamachikkunata utka taripana yuyaymi sinchiyarka, chayta paktachinkapakka shuktak yanapakkunapa kipakchiruraykunata killkashpa, katirayashpa, paktachinapashmi kan. Kay mamallaktapura yachaykunaka, sapankawsay pushakkamaymanta imalla rurashka, imalla rurana kashkamantapash yuyarinkapakmi karka. Chaymantami katik yachaykunapakpash, sapankawsaymanta alli yachayta paktachikkunata, kay kallarikuk ruraykunata sinchiyachichun, Ecuador mamallaktamanta sapankawsay pushakkamayka apamushpa katinka.

Ramiro Noriega Sapankawsaypa katik Pushak

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Temas 11 El desarrollo en el vértice de la gestión cultural Patricio Rivas Herrera 45 Propuestas metodológicas para una cartografía cultural Paulina Soto 97 Economía, cultura e indicadores Marión de Libreros





Hoja de vida Patricio Rivas Herrera (55 años) Chile

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Estudios en la Universidad Libre de Bruselas; Universidad La Sorbone, París, Francia; Universidad Autónoma de México.

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Sociólogo de profesión. Doctor en Filosofía de la Historia del Instituto de Latinoamérica de la Academia de Ciencias de Rusia.

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Premio Nacional de Ensayo, Fondo del Libro (2004).

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Docente de la Universidad ARCIS, con sede en Valparaíso, desde el año 1992 a la fecha. En la Escuela de Cine, Arquitectura y Periodismo. En el Programa de Intercambio University Studies Abroad Consortium. En la Universidad de Chile. En el Diplomado en Gestión Cultural de la Universidad de Chile (2001-2004). Asesor internacional del Diplomado en Gestión Social y Cultural, Buenos Aires, Argentina. Profesor Invitado a la Maestría en Gestión Cultural en el MERCOSUR, Universidad de Palermo, Argentina. Profesor en la Universidad Andrés Bello, desde el año 1996 a la fecha. 13


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Trabajó como Coordinador del Área de Cultura del Convenio Andrés Bello (2006-2008). Coordinador General de la División de Cultura. Funciones: Diseño, elaboración y seguimiento de las políticas culturales (1997-2003). Fue Coordinador General y Jefe de Gabinete de la División de Cultura del Ministerio de Educación (1997 - 2003); luego Asesor del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (2004-2006). Desde enero de 2004 a la fecha, se desempeña como Asesor en el Área de Educación y Cultura, específicamente, en el equipo “Escuela Bicentenario” de la División de Planificación y Presupuesto del Ministerio de Educación de Chile. Fue asesor para los ministerios de cultura de varios países latinoamericanos.

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Publicaciones en investigación: Del Chile soñado al Chile vivido. Documentos de Trabajo. División de Cultura Ministerio de Educación (2002) y Los Suicidios de Platón. Co-autor Luis Torres. Santiago: Lom (1998).

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El desarrollo en el vértice de la gestión cultural Resumen En este ensayo se presentan y analizan brevemente las etapas recorridas por la gestión cultural en América Latina y se enuncian sus principales desafíos actuales a partir del análisis de las grandes tensiones y tareas pendientes, a cuarenta años de la irrupción de los estudios culturales y del surgimiento de movimientos sociales que propiciaron su centralidad y democratización. Transitamos por un largo ciclo histórico de mutaciones culturales –crisis civilizatoria–, donde el campo cultural no sólo se hace crecientemente relevante sino que se incrusta transversalmente en las agendas del Estado en instancias como educación, salud pública, medio ambiente, relaciones internacionales y políticas de desarrollo humano. En efecto, el giro cultural de los asuntos públicos no sólo ha sido una variable en los temas de modernización del Estado, sino que al mismo tiempo se ha convertido en un factor que los amplifica y proyecta. Cuando se habla de los derechos individuales de las personas, cuando se generan políticas de desarrollo de mediano y largo aliento, la cultura potencializa las capacidades de sujetos individuales y colectivos de nuestros tiempos. Asimismo, las políticas públicas en cultura aparecen como “el engranaje más relevante para promover y encauzar las demandas y 15


transformaciones económico-sociales, también son la principal fuente de presión para promover la renovación de la actividad pública y la reforma del Estado”.1 Por ende, las políticas públicas culturales constituyen el instrumento social más apropiado –casi el único– para responder a la comunidad en virtud de sus verdaderos intereses, opciones y valores. Las nuevas demandas referidas a la calidad de vida y tiempo libre creativo se entrelazan en los discursos institucionales y sociales, como programas e incluso como intuiciones colectivas de naturaleza progresiva. Por otra parte, la categoría de capital social que también remite a la cultura “tiene que ver con cohesión social, con identificación, con las formas de gobierno, con expresiones culturales y comportamientos sociales que hacen a la sociedad más cohesiva y compleja, y es asumida como la suma de individuos”.2 El capital social tiene un rol de gran importancia al estimular la solidaridad para superar las fallas del mercado al propiciar acciones colectivas y el uso en común de los recursos, en contextos sociales participativos. En síntesis, lo que postulo es que la cultura es constitutiva en el mundo de hoy de sujetos más complejos, diversos y libres. La cultura no solamente remite al instante de la creación artística o al acto del consumo, sino que se refiere a un proceso transformador psicosocialmente, de expansión de las comunidades.

Prólogo En medio de las profundas mutaciones socioculturales que se han precipitado en las últimas tres décadas, los ámbitos de los pro1. Luciano Tomassini, “Gobernabilidad y políticas públicas”, Departamento de Desarrollo Sostenible División de Estado, Gobernabilidad y Sociedad Civil [Archivo en línea]. Washington D.C, Estados Unidos: Banco Interamericano de Desarrollo, 1996. (Consultado el 8 de julio de 2008.) 2. Stephan Baas, “Participatory institutional development, Conferencia sobre Agricultura sostenible y control de la arena realizada en el área del Desierto de Gansu” [Documento de trabajo]. New York, Estados Unidos: Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación (FAO), 1997. (Consultado el 8 de julio de 2008.)

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cesos, prácticas y políticas culturales se ven tensionados por nuevas creaciones, protagonismos y grandes propósitos de futuro. Esto tributa de manera fundamental a la construcción de políticas públicas en la cultura a nivel de Estado y de instituciones nacionales e internacionales, donde es posible destacar algunos aspectos que se refieren a tres líneas sensibles: a) Cultura y desarrollo social. b) Cultura y participación democrática. c) Cultura y territorialidades, en especial lo nacional, lo regional y lo local.

Gestión cultural La gestión es un saber y una actividad que genera y pone en circulación valores agregados; es una interfase relevante y sustantiva en la calidad, impacto y trascendencia de los esfuerzos empeñados por sus actores, que de forma directa se articula con las políticas públicas. La gestión cultural, frecuentemente soslayada y muchas veces ubicada como práctica instrumental o menor, ha adquirido protagonismo y presencia, justamente porque ha logrado sensibilizarse a fenómenos culturales y ensayísticos, emergentes y locales, es decir, se ha ubicado en espacios donde confluyen los mundos de las necesidades con los de la creación: lo empírico y lo virtual. En América Latina lo anterior se ha potenciado en brazos de los nuevos desempeños ciudadanos y democráticos que apelan a derechos emergentes donde la cultura y la creatividad se transforman en un fenómeno decisivo del desarrollo humano y social. Es dentro de estas cartografías que la capacidad de lo social-cultural de pensarse a sí misma y evaluar sus actividades y perspectivas, se constituye como base de una inteligencia compartida que transcurre entre hablas colectivas y posibilidades de reinvención. 17


Estamos lejos de períodos históricos en los cuales lo cultural se configuraba casi exclusivamente como el acceso al Arte –especialmente durante el gran ciclo de la Ilustración–. Hoy lo cultural se ha ciudadanizado, y esta tendencia continuará ampliándose. No cabe duda que dentro de las variables de potenciación y desarrollo de cada sociedad, la creatividad y la actividad cultural y artística constituyen factores determinantes para enfrentar con solvencia las tensiones civilizatorias que prorrumpen en este siglo XXI que recién se inicia, y que hoy nos presionan desde el futuro. Particularmente las que se infieren y recorren el arco temático que va desde el urbanismo hasta el medio ambiente y que reconfiguran los ámbitos de lo público y lo privado. Por esto es válido concebir la gestión no sólo como una serie instrumental o un diseño de planificación estratégica, sino como una práctica que acumula, sintetiza y regresa a lo social-cultural las experiencias, ímpetus y saberes fragmentados. Como un campo que se repiensa desde su práctica para formular nuevos modelos teóricos y operativos, que mejora la calidad de vida de las personas y las sociedades, es decir, que nos hace más dúctiles para vivir en estos tiempos históricos de acelerada transformación. La gestión se configura, por ello, como una estrategia para anexar, poner en circulación, dialogar y abrir nuevas eventualidades al interior de las dinámicas sociales. Si bien es una gran metodología de circulación-acción, también estimula a quienes la impulsan a adquirir conocimientos administrativos, estéticos, económicos, legales y de comunicación social. Estamos en presencia de la irrupción de una nueva disciplina autónoma, donde coexisten –afortunadamente– múltiples paradigmas, escuelas, modelos y técnicas.

Las tensiones emergentes La gestión cultural se despliega en un contexto mundial de vertiginosos cambios, incertidumbres, agotamientos y fracturas; de 18


globalización de algunos espacios y actores y de relocalización de la gran mayoría.3 Pero también se desarrolla en un contexto donde la cultura es valorada y reconocida social y políticamente como un factor vinculado al desarrollo, a la superación de los grandes problemas y tensiones que enfrenta la humanidad, y como un elemento decisivo en la expansión de la inteligencia social, de la creatividad y de las libertades. La gestión cultural, en sí misma, es un ejercicio que incentiva la participación, la integración, la democratización de la cultura, la expansión de la creatividad y la multiplicación del arte en los entramados donde habita. Sin embargo, como vimos, pese a la valoración de la cultura y a la relevancia e impacto de la gestión cultural, esta a escala mundial no ha sido abordada suficientemente en los círculos académicos y estatales, y hasta la fecha no es reconocida como un objeto sustantivo de conocimiento.4 Se la localiza frecuentemente como una destreza instrumental y utilitaria, empírica, sin proyecciones más generales. Uno de los factores que ha contribuido a mantener esta situación es que el campo de las políticas públicas en lo cultural es reciente. En efecto, en los nuevos debates sobre el desarrollo, las tramas culturales aparecen más bien como un factor agregado que como un elemento constitutivo del propio concepto de desarrollo social. “A fines del siglo XX la raza humana contaba con inmensas fuerzas productivas. Las revoluciones tecnológicas en curso han alterado sustancialmente sus capacidades potenciales de generar bienes y servicios”.5

3. Zygmunt Bauman, La Globalización. Consecuencias Humanas. (México D.F: Fondo de Cultura Económica, 1999.) 4. Ricardo Morales Lira, “Cultura de investigación y gestión cultura”, Sistema de Universidad Virtual [Archivo en línea]. Guadalajara, México: Universidad de Guadalajara, 2006. (Consultado 26 de junio de 2008.) 5. Bernardo Kliksberg. “Capital Social y cultura, claves esenciales del desarrollo”, Revista de la CEPAL 69 (1999): 85-102.

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Los recientes avances en los campos de la informática, las telecomunicaciones y las redes de información han determinado rupturas en los sistemas productivos, políticos y sociales de las naciones. En este marco, aparece en activa ebullición, la discusión sobre los modelos de desarrollo busca nuevos caminos eficientes en un mundo donde la vida cotidiana de una gran mayoría de sectores se encuentra agobiada por graves carencias económicas y sociales. En consecuencia, la revisión de supuestos no convalidados por los hechos y la integración de variables a las que se asignaba escaso peso, aunque cruciales en definitiva por su implicación social, son determinantes originales en la agenda de un desarrollo económico y social viable para nuestra región. 6. Edgar Ortegón Quiñones, Guía sobre diseño y gestión de política pública. (Bogotá: Convenio Andrés Bello, COLCIENCIAS y el Instituto de Estudio Latinoamericano, 2008).

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Cronología de la gestión cultural en América Latina Cuestión análoga acontece con el papel –en mi opinión determinante– que tiene la gestión cultural moderna para el desarrollo de las políticas democráticas en cultura. Es importante reconocer que la gestión cultural tiene una larga data y práctica en la historia social de América Latina y unas complejas ramificaciones que se multiplican hasta hoy. Ha sido, también, un abigarrado proceso de interrelaciones sociales de expansión de identidades locales. Por ello es un desacierto ubicar su inicio en el reciente período de la propagación de las industrias culturales. Como he señalado en otras ocasiones, en su desarrollo es posible distinguir al menos tres grandes fases y niveles intermedios, muy diversos de acuerdo al país de que se trate. 1) Un largo primer período (1900 – 1970), vinculado a los procesos de constitución de los estados nacionales y las culturas nacionales, de las identidades emergentes y de la conformación de las nuevas comunidades sociales, culturales y de derechos básicos. En esta fase, la gestión cultural adopta un carácter empírico, basado en prácticas y registros que transitaron en los márgenes de la educación formal, lo que da origen a importantes comunidades de artistas e intelectuales que llegaron a constituir el ímpetu decisivo de los foros estéticos desde fines del siglo XIX, como ocurrió con las vanguardias latinoamericanas tales como el creacionismo, el estridentismo y el ultraísmo entre otros. Durante este período, cientos de personas anónimas cooperaron y actuaron como nexos entre el artista y sus comunidades. No existía un término para designarlas, pero su actividad puede ser recuperada a través de los registros y relatos de la época. Frecuentemente se trataba de profesores, sacerdotes, creadores, caudillos y políticos de base territorial, especialmente. En sus 21


textos se configuran ensayos, programas, crónicas y registros de primordial implicación local. Durante las primeras décadas de este período lo cultural estuvo en grado significativo localizado en ciertas prácticas disciplinarias en el contexto de la urbanización creciente y, en ocasiones marcada, por una tradición muy europeizante de cómo debería ser el nuevo sujeto latinoamericano “en superación”, frente a lo que se entendía como las maneras de actuar y singularidades de lo “civilizado”, alejado de la “barbarie”. Pero a pesar de la presión de esa visión, una nueva perspectiva que recuperaba y relacionaba lo original, lo ancestral y lo histórico se abrió afortunadamente paso, descolocando la prepotencia y la visión única. 2) Una segunda etapa (1970-1990), que coincide con el período de regímenes autoritarios de la gran mayoría de los países de la región, se desarrolló una gestión cultural comprometida con los procesos de recuperación y fortalecimiento democrático. Especialmente durante la década de los 80, los gestores culturales desempeñarán un rol clave en la defensa de los derechos humanos y culturales, y en la instalación y reconocimiento de la cultura como un derecho humano fundamental de todos los individuos y comunidades. En los peores momentos de nuestra historia siempre se articuló desde lo social: la libertad estética y la capacidad de hacer visible las emociones y sensibilidades. En la transición a la democracia se toma lentamente conciencia de la necesidad de un tipo de sujeto que esté en condiciones de planificar e implementar iniciativas de promoción cultural. En el mismo período la mayoría de los gobiernos democráticos de la región crean nuevas institucionalidades culturales y amplían paulatinamente el esfuerzo presupuestario en este campo. En virtud de este proceso el gestor se considera un especialista en la planificación, administración y circulación de las producciones esté22


ticas y culturales, dejando en parte su antiguo carácter eminentemente local. También invade las fronteras de competencias universitarias, muchas veces con programas de formación de exuberantes disciplinas, aunque sólo en ocasiones, con anclajes en la situación local. Esto se configura de manera simultánea y tensionante con la comprensión de que las nuevas institucionalidades culturales requieren equipos técnicos y profesionales especializados en cultura. Así, la gestión cultural en general, y la configuración de cuadros para manejar las políticas públicas en el mismo tema, se retroalimentan y generan la convicción de que la cultura no es un fenómeno durmiente que brota por generación espontánea sino que precisa una formación específica y regular. 3) A partir de los años 90 se inicia un tercer período de la gestión cultural, fuertemente vinculado a las industrias culturales, categoría que abrumadoramente queda reducida a la de mercado cultural. En este contexto, el gestor cultural desempeña un rol mediador entre la producción cultural y el público.7 Pero también, durante este mismo período, se desarrolla una gestión cultural comunitaria, basada en acciones para, con y al interior de comunidades y localidades de una menor espesura demográfica. En este campo, cabe destacar el desempeño de los animadores culturales en la democratización del acceso y participación cultural de los jóvenes, de las mujeres, de las pequeñas localidades y de los pueblos originarios, en contextos de movilización moral, social e intelectual. Lo que evidencia este recorrido es que la práctica de la gestión cultural ha cambiado su fisonomía en función de contextos de época, y rara vez a partir de la sistematización de experiencias o con base en la realización de análisis y balances, en gran medida por su propio 7. Jesús Martín Barbero & Fabio López de la Roche, Cultura, medios y sociedad, (Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 1998).

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campo fragmentado en niveles y enfoques y por sus ámbitos de síntesis generales, aún escasos y episódicos. Surge entonces como imperativo la necesidad de que la gestión, y con ella el diseño de políticas públicas en cultura, se repiensen a sí mismas en virtud de su análisis y síntesis. Por otra parte, esta última etapa vinculada a la creación estética y a la expansión de las industrias culturales genera nuevas necesidades en la vida cotidiana de las personas, lo que junto al agotamiento y merma de la confianza en las estructuras y estrategias tradicionales, propicia que los Estados, los organismos intergubernamentales y las agencias culturales se sientan abrumados con la propagación de exigencias culturales, verificándose un efecto de sobredemanda pública. Esta singularidad tensiona en muchos momentos las estructuras e instituciones existentes y pese a que genera dislocaciones e insatisfacciones sociales es, con todo, una tendencia progresiva que surge desde los espacios públicos. En efecto, en algunos países de la región, la cultura comienza a vincularse a temas de salud pública, a la educación y a la solución de los grandes problemas, fracturas y conflictos sociales. Se encuentra sumida en una transversalidad social y política, y articula enfoques muy diversos del desarrollo. Pero como vimos, la nueva valoración de la cultura ha precipitado su demanda exagerada lo cual empuja a actualizar las iniciativas de gestión cultural, a abrirla a los fenómenos emergentes y a suscitar la necesidad de que el gestor o gestora tenga un conocimiento muy riguroso y actualizado de los reclamos sociales y de las nuevas tendencias y desafíos en materia cultural. Lo que hoy se le pide es que multiplique los tejidos entre comunidades culturales o culturas regionales. Ocurre también que el mayor volumen y velocidad de circulación de los procesos culturales gesta diálogos originales entre la creación artística y sus entornos. 24


Tendencias y desafíos en materia cultural Como señalé al comienzo del artículo, uno de los trascendentales logros del siglo XX es haber concebido la cultura como un derecho humano inalienable y complejo,8 imprescindible para el desarrollo de las personas y de los países. Sin embargo, es importante precisar que esta centralidad y valoración fue resultado de un proceso de construcción social, que se fortaleció con los movimientos sociales de los años sesenta, con los estudios culturales que irrumpieron en dicho período y con las prácticas de democratización cultural desplegadas por múltiples gestores. En definitiva, el actual ciclo de auge y expansión de lo cultural es producto de un proceso de elaboración colectiva que requiere para su manutención y avance del continuo esfuerzo de todos los actores que han participado en el ensanchamiento y fortalecimiento. Aún estamos en un ciclo donde pueden producirse regresiones como resultado de factores políticos y económicos. Observemos que fenómenos como la actual crisis financiera, la subida de los precios internacionales de los alimentos y la energía, o las tensiones internacionales entre países y regiones pueden llevar a que a la hora de priorizar las inversiones, la cultura sea desplazada por momentos o períodos a un lugar secundario. También, por ello, hay que presentar grandes síntesis de los recorridos históricos, propiciar diálogos y articular comunidades en los ámbitos nacionales e internacionales. Desde esta aproximación, y luego de cuatro décadas de esfuerzos colectivos, visualizo diez grandes desafíos: Desfases geopolíticos9 en cultura. A pesar de los avances en los procesos de modernización de la legislación cultural, de la creación 8. Convenio Andrés Bello, Diversos y alternos. La gestión cultural en América Latina. [Memorias del 1er encuentro internacional, Quito, 2007]. Bogotá, 2008. 9. “Geopolítica de la cultura”, concepto utilizado por Mattelart (2002) para analizar las relaciones entre comunicaciones, cultura y globalización desde principios de los años 90 hasta nuestros días).

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de institucionalidad, de los progresos en el diseño y ejecución de políticas de fomento y del aumento de la inversión en cultura, persisten en la región acentuadas diferencias entre los países en materia de institucionalidad cultural y en la promoción del desarrollo de la cultura y las artes, así como en los presupuestos y recursos movilizados por los estados y gobiernos locales. Pero estas diferencias no sólo se remiten a los países entre sí, sino al interior de ellos mismos. Los procesos de descentralización, particularmente en la forma en que se toman las decisiones y la distribución de los recursos, también suelen ser sensiblemente desigual. El desafío sería, entonces, superar las grandes asimetrías y consensuar centralidades de desarrollo compartido en América Latina. Los organismos supranacionales o internacionales, abocados al desarrollo e integración cultural, enfrentan el desafío de generar políticas y programas donde la cultura contribuya efectivamente a garantizar la sostenibilidad del medio ambiente, a combatir el SIDA y otras enfermedades, a promover la igualdad entre los géneros y a fomentar la asociación mundial para el desarrollo.10 Son los “Objetivos del milenio” cuya realización depende de la capacidad que tengamos como sociedad de crear una nueva forma de convivencia, en escuelas de diversidad. La gestión cultural desempeña un rol develador de nuevos procesos y espacios. Al mismo tiempo, es necesario actualizar la noción de integración en virtud de las tensiones emergentes y de las nuevas formas de articulación internacional. Y desde allí, diseñar un modelo de cooperación y asociación interinstitucional que permitirá aumentar el impacto social y cobertura de los programas, superar la dispersión y yuxtaposición de iniciativas. Esto con el objeto de optimizar el uso de recursos, favorecer la participación e influencia de América Latina e Iberoamérica en un mundo globalizado y aportar con solven10. Organización de las Naciones Unidas, Objetivos de desarrollo del milenio. Una mirada desde América Latina y el Caribe (Santiago de Chile: Naciones Unidas. 2005).

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cia al cumplimiento de los grandes acuerdos internacionales para el milenio. Las instituciones iberoamericanas localizadas en estas agendas deben abrir un profundo proceso de reactualización y coordinación entre sí, transformando la integración y la cooperación en elementos sustantivos de una nueva política internacional cultural para el siglo XXI. Recordemos que en América Latina se relacionan, sin necesariamente simplificarse, muchas historias, culturas y cronologías. En materia de políticas públicas culturales existe la necesidad de anclarse en la sociedad. Si asumimos que en estas se hallan las soluciones más aptas para manejar los asuntos culturales, los cursos de acción y flujos de información relacionados con objetivos colectivos que se consideran indispensables, es esencial que sean definidas, implementadas y evaluadas de manera participativa y democrática, por los sujetos sociales e individuales que las generan.

11. Edgar Ortegón Quiñones, Guía sobre diseño y gestión de política pública. (Bogotá: Convenio Andrés Bello y COLCIENCIAS Centro de Estudios Latinoamericanos, 2008).

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La calidad y fuerza moral de una política cultural también dependen de cómo son movilizadas a las comunidades y a sus instituciones. Se requiere un marco de gran diversidad que genere las condiciones para que lo consagrado, lo posible y lo emergente establezcan fructíferos espacios de diálogo y obtengan análogas condiciones de circulación en los ámbitos sociales. Las políticas públicas en cultura enfrentan por ello el desafío de asumir lo oficial y lo disidente, y no sucumbir a la tentación de una matriz única. Asimismo, necesitamos políticas culturales de Estado que involucren a más de un gobierno y que no dependan de la administración de turno. Tanto en las estructuras de Estado como en los parlamentos, las agendas y el debate cultural deben desempeñar un rol esencial, vinculados a objetivos de desarrollo prolongado y a varias instituciones nacionales e internacionales. Sin embargo, la participación cultural y la mera formulación de políticas no son suficientes para garantizar el despliegue de la cultura; las políticas públicas culturales deben ser factibles y contar con el apoyo de los parlamentos, universidades y gobiernos locales para su realización; y deben ir acompañadas de recursos, planes de acción, seguimiento, evaluación y ajustes. Se trata de urdir grandes contratos sociales para la cultura, en el mediano y largo plazo. En cuanto a la producción de conocimiento en cultura, se observa una exacerbación de la medición, con lo cual se corre el riesgo –si no se propicia una polifonía de objetos y métodos de estudio– de dejar fuera del campo investigativo lo que no es cuantificable, pero que es significativo desde sus usos, impactos y actores sociales. Tenemos que asumir que en este campo confluyen varios paradigmas culturales y artísticos, pero también hay que integrar hoy, en los modelos de estudio, apreciaciones desde un ángulo cualitativo de comprensión.

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En definitiva, “la creciente individualización de las maneras de vivir”,12 la pluralización de los mundos vitales,13 el derrumbe de las grandes narraciones de la modernidad,14 las nuevas fracturas, la revaloración de lo local, de la diversidad y lo emergente, crean la necesidad de orientar una parte importante del trabajo investigativo hacia la generación de conocimiento local, temporal y situacional, de crear métodos abiertos que hagan justicia a la complejidad de la cultura y que nos permitan estudiar lo novedoso, los procesos y lo cambiante. Este ciclo de transformación civilizatorio en marcha y expansión, produce profundas inconformidades psicosociales, pero también enormes posibilidades de desarrollo humano. En materia de equidad se requiere que las políticas culturales asuman un carácter redistributivo, que favorezcan el acceso y participación de los sectores de la sociedad y localidades que tradicionalmente han quedado excluidas de los circuitos de producción y circulación de las culturas y las artes. Sólo estaremos mejor, en términos de democratización de la cultura, cuando las personas más postergadas y excluidas de estos circuitos accedan y participen de manera digna y autónoma. Pero es fundamental contar con objetivos universales. Necesitamos potenciar una estrecha articulación entre desarrollo y cultura, con el objeto de contribuir a la superación de las desigualdades, a la ampliación de las libertades y al mejoramiento de las condiciones de existencia de toda la sociedad. Es preciso reinventar, desde la creatividad, las formas de ser y reproducir la sociedad: esto impulsa a rediseñar, no sólo con criterio artístico sino también social, las formas de reproducir modelos de expansión de las capacidades comunitarias y de cooperación, en el marco de la diversidad de enfoques, paradigmas y prioridades. Las 12. Ulrich Beck. ¿Qué es la globalización? Falacias del globalismo, respuestas a la globalización (Barcelona: Paidós Ibérica. 1998). 13. Uwe Flick, Introducción a la investigación cualitativa (Madrid: Morata. 2004). 14. Jean François Lyotard, La condición postmodern (Madrid: Cátedra. 1989).

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sociedades cada vez son más diversas y, simultáneamente, más interdependientes culturalmente.

La gestión desde la creatividad democrática Como hemos sostenido, las dinámicas culturales transitaron a través de tres grandes tempos históricos estéticos: el pre-moderno, el moderno en crisis y el mundializado. Es un imperativo estar anclado en los tres y viabilizar sus circulaciones con una sensibilidad abierta a los fenómenos de alcance universal, sin congelarse en una idea de identidad quieta. Desde otro ángulo, es necesario saber cómo se diseñan e implementan los programas de formación en gestión cultural en la región y, especialmente, conocer y sistematizar la agenda de prioridades. Conocer bajo qué criterio los distintos agentes culturales determinan los recursos, las jerarquías y las secuencias. Este afán investigativo no tiene un fin homogenizador ni normativo de la formación, al contrario, reconoce que es la diversidad la que produce polifonías y multiplicaciones, pero la necesidad de identificar y analizar lo que se hace, de establecer diálogos, impulsar transferencias de experiencias y la realización de balances colectivos es decisiva. Asimismo, dada la existencia de un ingente caudal de experiencias de larga data en América Latina se está en condiciones privilegiadas de construir un pensamiento latinoamericano en gestión cultural donde se visibilicen las distintas prácticas, escuelas, enfoques, metodologías e impactos, particularmente desde lo barrial, local y regional, en la producción de lenguajes que traspasen las fronteras nacionales e impliquen decisivamente a actores y poblaciones. En términos de las prioridades es indispensable avanzar en: 1) El desarrollo de una gestión cultural vinculada a la dirección, obtención y diversificación de las fuentes de financiamiento nacional e internacional. 30


2) El despliegue de una gestión cultural orientada a lo emergente, a lo ensayístico, a los territorios que no cuentan con legitimidades mediáticas y que disponen de limitados recursos financieros y de infraestructura. 3) Una gestión cultural orientada a incentivar la auto-organización ciudadana a nivel local y el desarrollo de autonomías político culturales. 4) Una gestión cultural focalizada en el desarrollo de las pequeñas empresas culturales del libro, la música, el cine, el teatro, la escritura, las comunicaciones en red y la TV; dispuesta a propiciar la investigación en gestión cultural y prospectivas. Hay que ser particularmente sensible a comprender los impactos progresivos que permiten las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en el campo de la creatividad cultural y en la articulación de redes nacionales e internacionales. 5) La formación y certificación de la calidad de los programas académicos en gestión cultural. Incentivar el crecimiento de los programas de gestión cultural en los distintos niveles de la formación superior: técnico, profesional y a nivel de estudios de postgrado, con modelos adecuados a la historia y la funcionalidad de cada lugar. 6) El desarrollo de la investigación en gestión cultural, socialización de las experiencias, crítica de modelos teóricos y operacionales. 7) El establecimiento de marcos legislativos. Consolidar las legislaciones culturales regionales, subregionales y nacionales adecuadas a los procesos de internacionalización de la cultura, la creación y la difusión. 8) El establecimiento de convenios de cooperación e integración cultural que incentiven la detección y transferencias de experiencias y la movilidad de gestores entre la región latina e iberoamericana.

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Conclusiones Las políticas culturales se están transformando desde fines del siglo XX en ámbitos decisivos para la expansión y el desarrollo de las libertades y las capacidades de individuos y poblaciones. El siglo XXI será un período signado por el potencial que tengan los enfoques culturales de mejorar la vida de las personas, fortalecer la convivencia en la diversidad y consolidar la paz y el diálogo entre las regiones en diversos lugares del planeta. Si los siglos XIX y XX se definieron en el plano cultural por las grandes creaciones y reprocidades estéticas, el XXI parece insinuar los imperativos de identidades abiertas a los intercambios y cooperación pluriculturales.

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Aspectos tratados sobre el tema El expositor explica que el Convenio Andrés Bello, si bien tiene un componente económico, también se preocupa por los aspectos científico, cultural y educativo y en la actualidad está presente en trece países latinoamericanos, incluyendo a España y Portugal. Una de las razones de dicha inclusión, es que la identidad de los latinos sigue siendo la misma en todo el mundo, independientemente de los países a los cuales hayan migrado y de las razones que les obligaron a hacerlo. Manifiesta que para el Convenio Andrés Bello, el trabajo en Ecuador es una oportunidad y un desafío, que tiene como objetivo promover la cooperación en relación con los saberes artesanales, que deben ser redefinidos en el país, y que para el efecto pone a disposición del Ministerio de Cultura y de los actores culturales, el conocimiento que el Convenio Andrés Bello tiene sobre las experiencias culturales de otros países. En este marco, la construcción de políticas culturales muestra un apego a lo que significan las relaciones de poder, la artesanía y el folklore, el artista considerado como un sujeto exótico, respondiendo a los intereses de la élite gobernante que mantiene su propia idea de “gestor” cultural, por lo que la gestión cultural está íntimamente vinculada con la práctica y la experiencia. El expositor hace un análisis de tendencias y desafíos en cultura, poniendo de manifiesto el pensamiento neoclásico y la complejidad de la sociedad, que permiten un avance en materia de institucionalidad cultural, con la creación de los ministerios de cultura, cuya primera expresión es el Consejo Nacional de Cultura de México. Por otra parte, los Estados se preocupan por aumentar el rubro del presupuesto nacional destinado a la atención al sector cultural, aunque se manifiesta que la distribución de tales recursos sigue siendo ineficaz, ya que no considera el proceso cultural desde el punto de vista político. Pone énfasis en que la cultura es un derecho humano fundamental, es una parte constitutiva de la persona y no debe ser considerada 34


como monopolio del mundo artístico, ya que permite la expansión de la creatividad, la inteligencia social y la creación. En este sentido, entiende que las políticas culturales, aunque con dificultades metodológicas para su construcción, deben considerar la definición de la cultura y reconocer las diferentes manifestaciones culturales, de acuerdo a cada una de las poblaciones en donde dichas políticas sean aplicadas; también es importante considerar la participación de todos los actores posibles en la construcción de las políticas culturales, a saber: partidos políticos, instituciones financieras, sociedad civil, comunidades regionales y locales, sector privado, sindicatos, medios de comunicación, organizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales, universidades y centros de investigación, poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Diferencia políticas culturales de procesos culturales que, según el expositor, son más objetivos y verificables. Por último, el expositor plantea ciertas pautas para que los participantes las consideren en la construcción de las políticas culturales en el Ecuador: las diferencias marcadas en las políticas públicas de los países latinoamericanos; el desafío de los organismos supranacionales en la coordinación de su trabajo para lograr modelos menos centralizados y más democráticos; la posibilidad de definición, implementación y evaluación de las políticas culturales a largo plazo; la debilidad de construcción de políticas públicas en el Estado y la sociedad civil; la inclusión de la temática cultural en los sistemas de planificación. En este sentido, los desafíos del Ministerio de Cultura del Ecuador consisten en potenciar la gestión cultural, lograr el reconocimiento de que la cultura es para todos, procurar el aumento del presupuesto de inversión en cultura, estudiar las temáticas emergentes y los temas relevantes a ser tratados, fortalecer la participación y la libertad cultural, promover mayor integración y transversalidad en la construcción de las políticas públicas en torno a la cultura. 35


El expositor al ser consultado sobre la posibilidad de enseñar manifestaciones artísticas de todo tipo en el entorno rural, consideró importante democratizar la cultura entendiéndola como diversidad, pero también habló de la ausencia de recursos y la necesaria priorización de los requerimientos que en cuanto a cultura tiene la ciudadanía. El especialista fue enfático al indicar que es un requisito indispensable la organización del mundo artístico en función de que la sociedad y el Estado reconozcan a este sector y que el mismo no se vea presionado a aceptar políticas no acordes a sus intereses. Finalmente, dio relevancia al tema de que los procesos culturales son dinámicos, y que debe considerarse la diversidad, la re-creación que ellos sufren de forma continua. Expresó que los países y los pueblos siempre están en movimiento, que tienen rasgos distintivos y que también tienen algunas constantes; en este sentido, manifestó que América Latina es una super-potencia cultural que podría abrirse al mundo sin preocuparse de su identidad ni por su diversidad, pero a la vez reconoció la dificultad de transformar esta concepción en políticas públicas.

Contenidos tratados en la mesa de trabajo El expositor hizo una pequeña introducción motivadora para la discusión de los participantes de la mesa de trabajo, en la que manifestó que la construcción de un Ministerio de Cultura en el Ecuador permite la modernización, descentralización y anclaje de las iniciativas de Gobierno y Estado, para transformar a la cultura en un factor de desarrollo humano y calidad de vida de cada uno de los habitantes. Consecuentemente esto implica el desarrollo socio-económico de los habitantes del país debe sostenerse también en un programa nacional de fortalecimiento de la cultura y las artes, que al menos contemple tres aspectos: 36


1. Descentralización en los territorios de los recursos y modelos de gestión; 2. Continuidad estratégica de los objetivos culturales establecidos; 3. Evaluación de impacto, aplicación de correctivos y ajustes. Estos tres rasgos remiten a elementos sustantivos de la planificación de una política cultural en las condiciones actuales del país. Sin embargo, conviene explicitar, al hablar de política cultural, en primer lugar, que se refiere a acciones y procesos que generan efectos medibles en términos metodológicos y de impacto, reconocibles por la población. Es decir, se trata de planes y programas que cuentan con marcos lógicos de planificación, con presupuestos adecuados y con metodologías de análisis de impacto. Se resaltó todo esto porque, a pesar de que se cuenta hoy en Ecuador con una institucionalidad cultural en formación y con una creciente inversión presupuestaria por parte del Gobierno y el Estado, las necesidades largamente postergadas generaron una presión de demanda, que debe ser regulada en los programas globales de fomento y desarrollo, priorizando en el tiempo aquellos asuntos de mayor trascendencia y mayor postergación. Por otra parte, se puso énfasis en la necesidad de diferenciar la noción de políticas culturales de Estado y de Gobierno; sin embargo, en las circunstancias actuales –aprobación de un proyecto de nueva Constitución y emergencia de nuevos programas de gobierno–, el Estado, sus instituciones políticas y el Gobierno han consensuado objetivos mancomunadamente definidos. Esto hace favorable el impulso de nuevos programas de desarrollo en cultura, a través del Ministerio de Cultura. Además, se aclaró que siempre se han implementado políticas de cultura en nuestro país, sólo que un abrumador número de situaciones se han puesto en acción en un contexto de enfoque hegemónico.

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También se enfatizó que al hablar de cultura, conviene acotar el uso que al concepto se le da, esencialmente cuando se mira desde la política de Estado y no desde la de gobierno. Antropológicamente, cultura refiere a todo proceso de creación y circulación social de naturaleza simbólica. Empero, esto es demasiado amplio para definir una política, sobre todo, cuando se cuentan con recursos limitados y amplias necesidades insatisfechas. Al respecto se destacaron dos conceptos: secuencia, o lo que se hace primero; y jerarquización, es decir, lo que es más importante. Estas dos categorías permiten salir de la generalidad del concepto y establecer objetivos específicos. Ahora bien, en este plano y en virtud del proceso ecuatoriano en marcha, es evidente que el protagonismo y participación de los actores culturales de diferente origen y tipo, resulta vital. Esto se refiere a la noción de la ciudadanía cultural. Pero ello no puede constituir una recurrente transferencia a los espacios sociales de las decisiones y evaluaciones de la estrategia en curso. Los actores del gobierno y del Ministerio de Cultura deben asumir responsabilidades de los programas en desarrollo, de su adecuación y ajuste y, particularmente, de la racionalidad con la que se ponen en juego los tiempos y los recursos, en virtud de los objetivos consensuados. Resulta claro que el desarrollo de la cultura implica –de acuerdo a las experiencias latinoamericanas–, impulsar la investigación cultural, el fomento y el desarrollo de los procesos creativos y artísticos, así como la difusión y el debate público de las políticas en curso y, singularmente, la participación ciudadana para detectar nuevos imperativos y necesidades. En este sentido, el Ministerio de Cultura ha priorizado cuatro aspectos: 1) Patrimonio; 2) Diversidad cultural; 3) Arte y 4) Comunicación.

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Esta priorización corresponde a una mirada inicial, que debe ganar en complejidad y precisión, con miras de la implementación de las políticas, aparte de otras áreas que deberán ser analizadas con mayor profundidad, como espacios públicos, formación y capacitación, industrias culturales, lenguas nativas, turismo cultural, entre otras. Se trabajó también en la propuesta de Escuelas Itinerantes de la Cultura. Lo que se pretende con esta iniciativa se remite a cuatro factores sustantivos: a) Transferir las experiencias y acumulación de saberes; b) Ensanchar con nuevas prácticas y procesos la noción de Escuela Itinerante, en cada lugar del país; c) Llegar a un modelo de malla curricular y programa que esté ajustado a lo que hoy es fundamental e imperativo en cada lugar; d) Diseñar una estrategia de formación de los actores del gobierno en todo el territorio, que tienen bajo su tutela la responsabilidad de planificar, implementar, fomentar y evaluar las políticas del gobierno. Por tanto, esta propuesta implica genrar un concepto de formación de políticas públicas en cultura, de acuerdo a las estrategias de desarrollo del país y del Plan Nacional de Desarrollo. Al respecto, emergen varias necesidades en relación al Plan Nacional de Desarrollo, entre ellas: 1. Mayor alineamiento del Ministerio de Cultura al Plan Nacional de Desarrollo; 2. La precisión en este Plan de metodologías y procedimientos de evaluación en el tema cultural; 3. Ajuste de los indicadores culturales concebidos en el Plan Nacional de Desarrollo; 39


4. Vinculación del programa de cultura al desarrollo social, particularmente en ámbitos como educación, salud, relaciones exteriores y deportes. Se deben mencionar cuatro vectores que deberían atravesar las políticas culturales que ahora se están construyendo: a) Diversidad; b) Calidad de vida; c) Creatividad; y d) Participación. La mesa de trabajo se dividió en tres sub-grupos, que trataron temas diversos y realizaron las propuestas detalladas en adelante:

Grupo 1: políticas culturales de Estado Las principales políticas culturales de Estado se plantean en los siguientes lineamientos: • Reconocimiento de los procesos culturales pasados y presentes. El Estado debe reconocer los procesos culturales de las comunidades. • Registro de los procesos para formar la memoria histórica. • Atención, apoyo, promoción, educación, inclusión, definición, involucramiento, participación intercultural en igualdad y equidad mediante centros y encuentros comunitarios, salvaguardias, medidas compensatorias, legislación, adhesión a normativas internacionales y financiamiento o motivación para financiamiento de procesos interculturales. Observaciones: 1. El Ministerio de Cultura funciona como sustento ideológico de lo cultural: se busca la cultura del buen vivir, la erradicación integral de la pobreza (espiritual), un conocimiento de lo que pasa en Amé-

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rica Latina y el mundo. El compromiso debe ser a mediano y largo plazo con el país. Se requiere un proceso integrador y motivador. 2. Las políticas culturales no sólo deben enfocarse al bienestar, sino también a exponer las potencialidades del Ecuador hacia fuera (protección, creación de un Estado de encuentro). 3. Los vectores de la política deben ser: diversidad, calidad de vida, creatividad, participación.

Grupo 2: políticas culturales Las políticas culturales son directrices que el Estado aborda frente a todo tipo de expresión cultural, que deben ser flexibles, dinámicas, suscitadoras y adaptadas al momento histórico y orientadas preferentemente a las grandes mayorías. El patrimonio ha sido manejado por la UNESCO como “bienes”, y el gobierno lo toma en forma dialogal. El patrimonio está desvinculado y la comunidad no lo toma como su pertenencia. El turismo cultural ha creado la empresa y desvinculado a la comunidad; aunque, en algunos casos ha ayudado a mejorar la calidad de vida de la población en determinados lugares. Observaciones: • Las políticas culturales deben pensar en grupos minoritarios; la cultura debe ser democrática y participativa. • Flexibilidad: significa que se adapta a las necesidades. La cultura al ser dinámica, la política también debe de serlo. Hay que considerar lo nacional y lo local. • Una política cultural requiere del análisis de la problemática del sector. • Hay políticas de mediano y de largo plazo que deben ser flexibles y adaptables.

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• El Ministerio de Cultura ha planteado un programa frente a la realidad cultural que depende de centralidades relacionadas con una estrategia de intervención particular. • La estrategia distingue la singularidad del territorio y el tiempo para establecer recursos y disponibilidad.

Grupo 3: procesos culturales Todos los procesos son sociales. El proceso es un camino transformador, determinado en un contexto social provocado por una ruptura en el tiempo y debe ser adaptable. El proceso cultural es multiplicidad y adaptación en el contexto social. El proceso cultural es demarcado por grandes acontecimientos que abarcan toda la sociedad, es un devenir local, mientras que el proceso social es globalizante y abarca a todos los procesos culturales. Los procesos naturales también devienen en procesos culturales, porque estos son adaptaciones al medio social y natural. Observaciones: Hay que construir políticas culturales en el ámbito de la diversidad y la democracia; hay que convivir en el ámbito del debate y la inclusión. En un segundo momento se conformó cinco subgrupos de trabajo en torno a los siguientes temas: • Grupo 1: Diversidad cultural, lenguas nativas e identidad. Se propuso un cambio de actitud cultural, en el que se respete la pluriculturalidad, multietnia, diversidad e identidad de los individuos dentro de su medio holístico, así como el respeto y revitalización de las lenguas nativas. • Grupo 2: Formación y capacitación. Se sugirió el establecimiento de convenios interministeriales (educación) para lograr una sólida 42


formación cultural en escuelas y colegios; el diseño y ejecución de campañas y programas de formación cultural para la población en general; y, la capacitación dirigida a docentes con acreditación para quienes no han sido titulados y se han formado de manera autodidacta o son aficionados que han desarrollado su habilidad. • Grupo 3: Industrias culturales. Se propuso asegurar un marco legal que permita a las industrias culturales defender los productos culturales; fortalecer la promoción nacional e internacional, estableciendo parámetros de calidad para asegurar la competitividad del producto; tratar que los productos representaren la identidad cultural; e, incrementar mediante talleres la aplicación de técnicas aplicadas a la producción y establecimiento de micro empresas. • Grupo 4: Patrimonio. Se plantearon los siguientes problemas: 1. El concepto de patrimonio de la UNESCO implica bienes materiales alejados de la parte inmaterial; ahora, se intenta revalorizar los patrimonios. Por ello hay una instrumentalización del patrimonio hacia la construcción del poder político para valorizar al primero. 2. El patrimonio desvincula a las poblaciones: se desarrollan los patrimonios de acuerdo a la visión del Estado pero no conforme a la visión de las comunidades. 3. Falta de registro de los bienes patrimoniales. Desconocimiento de lo que existe en patrimonio. Se debe hacer un levantamiento de información, para desarrollar y potenciar los patrimonios.

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Síntesis de resoluciones y propuestas Mesa: “El desarrollo en el vértice de la gestión Cultural”

• Grupo 5: Finalmente, en lo concerniente a espacios públicos y arte, se consideró que el espacio pre-existe a la cultura y que puede ser intervenido a través de ella, por lo que se debe permitir a la población la utilización de los espacios públicos, conforme a sus intereses y necesidades.

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Hoja de vida María Paulina Soto Labbé (44 años) Chile

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Magíster en Ciencias Sociales por la Universidad Arcis, sede Valparaíso, en convenio con París XII (egresada). Licenciada en educación, Mención Historia y Geografía (1985-1989). Estudios en Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad de Concepción, Chile, (1982-1984).

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Trabajó en investigación aplicada, políticas públicas de cultura, cooperación internacional.

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Docente universitaria por más de 15 años para carreras de ciencias sociales, arte y gestión cultural en Chile. También ha impartido temáticas sobre investigación cultural, gestión y políticas públicas, indicadores de gestión para políticas culturales, sistemas de información cultural, ciudadanía cultural, programación y evaluación social, diseño y gestión de proyectos de patrimonio, periodismo, cine y televisión. Fundó y dirigió el Departamento de Estudios y Documentación del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile (1997-2005). Desde ese espacio, desarrolló un conjunto de 47


estudios sobre el sector cultural, entre otros proyectos: Cartografía Cultural de Chile (Premio Mejor Práctica del CAB, año 2000, con réplicas en México, Paraguay, Argentina y Ecuador); Diagnóstico de las Estadísticas Culturales y Reedición del Anuario de Cultura y Medios del INE; Caracterización del Empleo en los Trabajadores de Arte y la Cultura; Consumo Cultural y Uso del Tiempo Libre de la ciudadanía; Cuenta Satélite de Cultura y participación de las actividades culturales en la economía del país. -

Ha dictado conferencias sobre cartografía cultural, formación de gestores culturales, sistemas de información cultural y economía de la cultura en varios países latinoamericanos.

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Coordinadora de la evaluación del Centro de Información para Jóvenes (CIDJU) del Instituto Nacional de La Juventud (1993). Asesora y consultora para la Empresa Estatal División El Teniente, CODELCO-Chile (1993). Contraparte técnica en el estudio: “Oferta y demanda cultural juvenil” para el Instituto Nacional de la Juventud: INJUV (1997). Contraparte técnica en el estudio: Aporte de las actividades económicas características de la cultura, al Producto Interno Bruto de Chile; realizado con el auspicio del Convenio Andrés Bello (2003).

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Ha publicado, entre otros textos: La “Radicalización de un Pequeño Burgués de la Pampa Gringa Argentina “ (Historia de Vida de Tomás Amadeo Vasconi, 1991). “El Socialismo Militar: ¿Discurso o Realidad? Décadas de los 20 y 30 en

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América Latina”, (monografía histórica, 1992). “Cartografía Cultural de Chile”, ponencia Publicada en The Internacional Creative Sector, “Its Dimensions, Dynamics, And Audience Development” de la Universidad De Texas De Austin (2003). Cartografía Cultural de Chile: Lecturas Cruzadas; en coedición con María Trinidad Valle.

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Propuestas metodológicas para una cartografía cultural

¿Qué es una cartografía cultural? Es un modelo de información territorial, que permite ubicar los elementos propios de la actividad cultural de un territorio (actores culturales, patrimonio y manifestaciones colectivas), en un sistema de coordenadas espaciales que, a partir de un patrón de lectura, pueden ser relacionados entre sí y analizados de acuerdo a su distancia, distribución y densidad en el espacio. Esta lectura puede privilegiar el análisis de variables derivadas del territorio tales como; las geoclimáticas, socio–demográficas, históricas y los imaginarios sociales compartidos. Para elaborar una cartografía cultural, se debe realizar un catastro de actividades y cultores. Los conceptos involucrados de mayor relevancia son:

Territorio cultural Es el espacio donde la actividad cultural se desarrolla, incluye el entorno físico, su historia, las características sociales y económicas, y en particular los imaginarios sociales compartidos. Entonces, territo51


rio cultural será una configuración compleja de “espacios”, naturales, históricos, sociales y representacionales, que determina y en la cual se desarrolla cierta actividad, llamada “cultural”.

Actor cultural Son las personas, agrupaciones de personas o instituciones, cuyo desempeño contribuye a la creación o reproducción, distribución, exhibición, comercialización, difusión y conservación de prácticas, objetos culturales y obras artísticas que son reconocidos por su comunidad como tales.

Actividades culturales Son el conjunto de prácticas relacionadas con algún ámbito del arte y la cultura, a las que un individuo dedica tiempo y recursos (creativos, materiales, intelectuales, económicos,etc.) de manera regular.

¿Por qué catastrar? Porque desconocemos el volumen, ubicación y caracterización de la riqueza que aporta la creatividad artística y las expresiones culturales identitarias y patrimoniales de nuestros países.

Fundamento económico Además porque sabemos que, en las cifras mundiales de crecimiento económico del sector, América Latina queda a la retaguardia de la exportación de su creatividad artística e identitaria. “Entre 1994 y 2002 el comercio internacional de bienes culturales pasó de 38.000 millones de dólares a 60.000 millones. Del sorprendente crecimiento mundial, tres países –el Reino Unido, los 52


Estados Unidos de América y China– produjeron 40% de los bienes culturales comercializados en el mundo en 2002, mientras que dos continentes juntos, América Latina y África, sólo produjeron algo menos de 4% de dichos bienes.” (N.de A.) Esos diversos capitales culturales, son nuestra riqueza, sin embargo, la desigualdad brutal de la balanza comercial mundial, nos obliga a mirarnos y pensarnos en el espejo de los otros. Es decir, en “cómo vamos” en la producción y exportación de bienes y servicios culturales en el globo. Tenemos la certeza de que como comunidades mestizas y jóvenes, somos portadores de riquezas y saberes exclusivos y de gran diversidad, pero las políticas públicas tradicionales no los han considerado como recursos económicos que, aunque esencialmente portadores de valor simbólico, los son también de riqueza económica y por tanto deben contar con sistemas de financiamiento, de fomento y estímulo a la inversión privada. Aquello de manera que los que han conseguido conformarse en subsectores de producción, puedan mejorar sus niveles de circulación y rentabilización y aquellas expresiones que aún no se sustentan en el mercado, cuenten transitoriamente con la subvención que les permita no desaparecer. Se busca el enriquecimiento y la diversidad de la oferta de bienes y servicios que aporta el sector. Asimismo, la contribución de las expresiones creativas a otras áreas de bienes y servicios tradicionales y mejor instalados en el mercado latinoamericano, se pueden ver beneficiadas; por ejemplo el diseño, la arquitectura, el turismo, entre otras. Finalmente, los catastros culturales han servido para los estudios de economía de la cultura. Para hacer mediciones económicas sobre producción y circulación de bienes y servicios culturales (absorción de empleo, aporte al PIB, balanza de pagos, etc.), se debe contar con directorios de empresas que realizan estas actividades. ¿Para qué? Por ejemplo, si quieres saber cuánto de la facturación anual de una imprenta corresponde o es atribuible al sector cultural –libros 53


u otros productos con valor simbólico que se diferencian de la impresión de talonarios de boletas–, debes aplicar un cuestionario a las imprentas más representativas (más grandes en la lógica económica de los “grandes números”). De esta manera puedes desagregar el monto total de su facturación e identificar el porcentaje de ese total que es atribuible a nuestro sector. En las Cuentas Nacionales no existe el Sector Cultura y hay que rescatar el trabajo de imprentas que es motivado por el sector del libro y la lectura. e) También se aprecia que las cartografías aportan a la Economía de la Cultura, la posibilidad de conocer las cadenas de valor de cada sub sector. Esto es qué y quiénes están involucrados, por ejemplo en el sector de la fonografía. Los segmentos de la cadena de valor y sus representantes serían; en formación: escuelas o academias de músicos, sonidistas, iluminadores, etc. En creación: organizaciones para la cobranza de los derechos de autor, gremios de músicos, salas de ensayo, etc. En producción: Sellos discográficos, salas de grabación, etc. En Comercialización: casa de ventas de discos, publicistas, distribuidores, representantes de los sellos nacionales, etc. En conservación: Museos de la música, archivos sonoros, bibliotecas de partituras, etc.

Fundamento político Por otra parte, es importante destacar que esta rentabilización del país cultural, no sólo es económica, es también política y en particular en el contexto del estado asambleario que hoy vive Ecuador, es fundamental, destacar que la Cartografía Cultural es un proceso participativo y de construcción de ciudadanía cultural. El concepto, viene “viajando” desde la segunda mitad del siglo XX, con el reconocimiento de los derechos culturales de los pueblos, que son derechos de segunda generación –junto a los sociales 54


y económicos–. Son derechos que se portan por la sola pertenencia a una comunidad cualquiera y por ello, son también irrenunciables, porque su existencia no depende de la voluntad de sus portadores. Por ejemplo, alguien que pierde sus derechos a voto por su renuncia a la ciudadanía política, no perderá la cultural, aún en el caso extremo de que así lo quisiera. Con el desgaste de los sistemas de representación política, estas nuevas formas de reconocimiento, pertenencia e integración, constituyen importantes herramientas para el quehacer del Estado y el desarrollo de sus pueblos. “Lo que hoy indudablemente cuestiona, en el ámbito de la teoría política, nuestro concepto de ciudadanía y democracia y su ya larga historia en la sociedad occidental, es la presencia insistente del pluralismo cultural simultáneamente en un mismo espacio y tiempo físico y, a su vez, mediado por una tradición simbólica (Soto; 2006).” “...nuevos tipos de ciudadanía se han desenvuelto en torno a nuevos problemas y procesos sociales que ahora enfrentamos. Particularmente desde la década de los ochenta, estos fenómenos son más evidentes y permiten identificar esta pluralización de las formas y contenidos de la ciudadanía que van más allá de las fases y los aspectos cívicos, políticos y sociales inicialmente propuestos por T.H. Marshall. No obstante, la contribución de éste sociólogo inglés, aún tiene influencia y utilidad, y es base para el desarrollo de nuevos conceptualizaciones, tal como la de “ciudadanía cultural”, o la del “ciudadano global”, por ejemplo (Aceves; 2001).”

¿Cómo catastrar? Aspectos comunicacionales El discurso fundacional debe asociarse a conceptos tales como: cartas de navegación cultural, conocimiento participativo, identidad cultural “productiva y rentable”, país multicultural y diseño de polí55


ticas culturales para la competitividad cultural global. Por ejemplo, se podría resumir en una frase: “Conocer al Ecuador cultural, es ser más en el mundo”. O, “Ecuador conocido, Ecuador más rico”. Se podrían comprometer recursos para una campaña creativa y de difusión radial de alguna consigna o conjunto de consignas que destaquen este aspecto participativo. Se podría comprometer la agenda del Ministro, para que aparezca reforzando el inicio del proyecto, a través de una agenda medial televisiva y de prensa escrita. Iniciada la campaña mediática, se podría realizar una consulta acotada pero publicitada –utilizando la misma campaña para invitar a la opinión de actores culturales organizados hasta x fecha–, respecto de las expresiones que no pueden estar ausentes en la Cartografía Cultural del Ecuador. Los actores más relevantes de la diversidad cultural del país, representados a través de sus propias formas de organización social y/o política (consejeros de las nacionalidades, gremios artísticos, instituciones culturales no estatales). Con esto se sugiere que, además de su fundamental participación, se constituirían en actores, haciendo uso de sus derechos de ciudadanía cultural. Uno de los temas a resolver es la representatividad de los agentes a los que se les consultará sobre los mínimos imprescindibles que deben estar presentes en la Cartografía Cultural de Ecuador. Deberían cambiarse los rotulados y en vez de hablar de representantes, hablar de “consultados”. En primer lugar, cuando se habla de representatividad, se piensa inmediatamente en términos políticos y gremiales y parece que la consulta tiene un carácter más diverso y horizontal. Es decir, se podría trasladar algo que tiene una connotación únicamente política a una acción importante que sea participativa, ciudadana y democrática en sentido básico. La opción de consulta no es la mediación, sino la participación directa. El eje es que quienes sean consultados, sean dirigentes naturales, pero también señoras de barrio, genuina y reconocidamente preocu56


padas por el desarollo cultural de su comunidad. También estará el sacedote de x culto, reconocido como un actor social de buena fe y el joven deportista destacado de la escuela. Se sugiere, entonces, proceder en lo que los metodólogos llamamos la selección de una “muestra estructural” para la consulta. Se rescata que en ella hayan roles y status identificados en las comunidades del país. Construir la lista de esos roles y status es el desafío. Luego se buscarán personas que ajusten a los perfiles y eso es menos complejo. La consulta inicial sobre qué registar en la Cartografía Cultural de Ecuador, se puede hacer en una instacia grupal. Eso pone de acuerdo a los actores y permite que las discrepancias irreconciliables, se reconozcan desde el inicio del proyecto. Es decir, se convoca a estos sujetos diversos que cumplen el perfil de roles y status formen una muestra y se sienten a conversar con una técnica de reproducción de discurso social abierta. Ellos arrojarán una óptima “imagen” no manipulada por los prejuicios del investigador, el representante institucional o el académico convocante. Luego, convocar a representantes o expertos académicos a participar de un conjunto de grupos focales por especialidad ya delineada en la consulta ciudadana anterior en los “grupos de discusion y conversación”. En paralelo, se podrían organizar los aspectos operativos del trabajo de terreno. Es válida la contratación de monitores a capacitar que realizarían el levantamiento de mapas zonales con ayuda de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), levantamiento de data secundaria con apoyo del Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (INEC), entre otros. Asimismo se podría organizar el cronograma anual de trabajo asociado a objetivos y estos a productos. Se entiende que debe ser una planificación estratégica pluri-anual.

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¿Qué catastrar? La siguiente es una propuesta de Glosario, siempre perfectible, basada en la experiencia chilena que empezó en el año 1998. Consta de perfiles, que a primera vista parecen ingenuos pero que sirven para abrir fichas concretas sobre sujetos, actores artísticos y culturales (individuales, colectivos o instituciones) según áreas artísticas y manifestaciones patrimoniales:

Glosario Áreas artísticas: campos disciplinarios en los que se ha organizado y clasificado la actividad creativa en el campo del arte. Considera las siguientes áreas: música, artes visuales, artes audiovisuales, artes escénicas, artes coreográficas, literatura y un área artística transversal (incluye actividades que abarcan áreas): • Música: abarca la música docta, folklórica y popular. • Artes visuales: abarca pintura, escultura, artes gráficas (dibujo, graffiti, etc.) y artesanía. • Artes audiovisuales: abarca la producción de obras audiovisuales. • Artes escénicas: abarca el teatro, títeres, pantomima, malabarismo y circo. • Artes coreográficas: abarca la danza clásica, folklórica, moderna y contemporánea (a diferencia de la música no constituye acápites separados). • Literatura escrita: abarca la literatura escrita (en sus diversos géneros: novela, cuento, poesía, teatro y ensayo). • Literatura oral: utiliza lenguajes corporales para la narración o poética expresada, se la ha vinculado por un lado a la investigación escrita y por otro también a las artes escénicas.

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• Área artística transversal: abarca todas aquellas actividades no clasificables en un área específica. Aquí se ubican actividades ligadas a varias área de creación, como por ejemplo críticos de arte, gestores y productores culturales, no especializados en una sola área artística.

Origen del aprendizaje: forma en que el sujeto aprendió su oficio o actividad artística. Se consideran las siguientes categorías: • Autodidactismo: quienes no han aprendido su oficio de sus familiares o comunidad de origen, ni han asistido sistemáticamente a una institución de formación. • Transmisión familiar y/o local: quienes han aprendido su oficio de sus familiares o de su comunidad de origen y no han asistido sistemáticamente a una institución de formación. • Con maestro: quienes han aprendido su oficio mediante un proceso de formación personal con un maestro particular. • En talleres o cursos colectivos: quienes han aprendido su oficio mediante un proceso de formación colectiva, excluyéndose la formación sistemática en institutos o universidades, conducentes a un título técnico o profesional. • Estudios incompletos en institutos o centros de formación técnica: quienes han aprendido su oficio mediante un proceso de formación incompleto en un instituto o centro de formación técnica y no poseen título profesional ni técnico de nivel superior. • Estudios completos en institutos o centros de formación técnica (con obtención de título): quienes han aprendido su oficio mediante un proceso de formación en un instituto o centro de formación y poseen un título profesional y/o técnico de nivel superior. • Estudios universitarios incompletos: quienes han aprendido su oficio mediante un proceso de formación incompleto en una universidad y no poseen grado académico ni título profesional.

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• Estudios universitarios completos (con obtención de grado académico o título profesional): quienes han aprendido su oficio mediante un proceso de formación en una universidad y poseen grado académico y/o título profesional.

I. Cultores individuales Bajo esta denominación, la Cartografía Cultural agrupa a los creadores e intérpretes, técnicos, productores y profesores de las diversas áreas artísticas, que realizan su actividad de forma individual.

Creadores e intérpretes Personas que se desempeñan en la creación de una obra artística (pintores, compositores de música, entre otros.) o en la interpretación de una obra ya existente (actor, intérprete instrumental de música docta, etc.). Esta distinción resulta a veces inexacta, ya que las nuevas formas artísticas suelen combinar ambas categorías (teatro de creación colectiva, etc.). De acuerdo a cada área, se incluyen los siguientes oficios o actividades:

Música • De música docta: de autor conocido, que preferentemente requiere de transmisión escrita y aprendizaje académico en la música universal de todos los tiempos. Autor o compositor de música docta: persona que crea obras musicales (texto y/o música), a través del dominio de todos los aspectos de la técnica y lenguaje. Cantante de música docta: persona dedicada a la interpretación vocal de composiciones u obras. Director de música docta: persona que conduce una interpretación y ejecución orquestal que se realiza de obras o composiciones. 60


Intérprete instrumental de música docta: persona que ejecuta un instrumento, a través del cual recrea composiciones. • De música de raíz folklórica: derivadas de las tradiciones y costumbres, propias y aglutinantes, que son significativas para una comunidad y que se expresan en la música. Autor o compositor de música de raíz folklórica: persona que crea obras musicales (texto y/o música). Cantor o cultor de música folklórica: persona dedicada a la composición e interpretación de sus propias creaciones. Compilador de música folklórica: persona dedicada a la recopilación, investigación, registro, rescate y difusión de obras. Intérprete de proyección de música folklórica: quien recrea o ejecuta a través de la interpretación vocal e instrumental, composiciones u obras. • De música popular: caracterizada por cierto desarraigo en los giros melódicos con respecto a su país o cultura, con un fin comercial y de difusión masiva. Autor o compositor de música popular: persona que crea obras musicales (texto y/o música). Cantautor de música popular: persona dedicada a la composición e interpretación de sus propias creaciones musicales. Director de orquesta de música popular: persona que conduce una interpretación y ejecución orquestal de obras o composiciones musicales. Intérprete instrumental de música popular: persona dedicada a la ejecución de un instrumento, a través del cual recrea composiciones u obras de la música. Intérprete vocal de música popular: persona dedicada a la ejecución vocal, a través de la cual recrea composiciones u obras de la música. Intérprete vocal e instrumental de música popular: persona dedicada a la ejecución vocal e instrumental, a través de la cual recrea composiciones u obras de la música. 61


• Otros creadores e intérpretes Chinchinero: persona dedicada al arte de la tradición popular callejera, consistente en la ejecución de bombos y platillos, con los cuales realiza una actuación itinerante. Compositor de música incidental: persona dedicada a la creación de música destinada a integrar obras o producciones de manera complementaria a otras áreas del arte. Organillero: persona dedicada al arte de la tradición popular callejera, consistente en la ejecución de melodías de organillo, con el cual realiza una actuación itinerante.

Artes visuales • Artesano: persona dedicada al trabajo manual por cuenta propia, a través del cual produce objetos de carácter utilitario u ornamental, elaborados, principalmente, a partir de materia prima proveniente de su entorno. • Caricaturista: persona dedicada al arte de la creación de caricaturas a través de las cuales produce imágenes exageradas de una realidad. • Dibujante: persona dedicada al arte del trazo sobre una superficie. Utiliza para ello lápices, plumas, tintas y otros materiales. • Dibujante y/o guionista de cómics: persona dedicada a creación de la imagen gráfica de una historieta, a través del dibujo, en tinte y/o rotulación, y/o de la trama, los personajes y el desarrollo de la misma. Generalmente a este tipo de historieta se le conoce como ‘cómic de autor’. • Escultor: persona dedicada al arte que interviene el espacio. Usa como medio la materia y produce formas y figuras tridimensionales. • Fotógrafo: persona dedicada al arte y técnica de la fijación de imágenes por la acción de la luz en un soporte bidimensional.

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• Grabador: persona dedicada al arte de la impresión y la reproducción serial por medio de diferentes técnicas en matrices y tintas, según las cuales produce como xilografía, serigrafía, agua fuerte, etc. • Graffitero: persona dedicada al arte de la escritura callejera, como una forma de representación personal y de apropiación de la ciudad. • Instalador: persona dedicada a cambiar el significado de los objetos, sacándolos de su contexto o asociándolos a otros objetos. Como resultado de ello, obtiene una obra tridimensional. • Pintor: persona dedicada al arte del color y la forma sobre una superficie bidimensional.

Artes audiovisuales • Director audiovisual: persona dedicada a ejecutar una realización audiovisual. Además es el responsable creativo de la obra. • Director de arte: persona encargada de la apariencia estética general de una obra audiovisual, a través del desarrollo de una propuesta a partir del guión y las indicaciones del director audiovisual. Supervisa aspectos como la elección de locaciones, decorados, utilería de escenarios, diseño de vestuario y maquillaje, entre otros. • Director de fotografía: persona encargada de la imagen de la obra fílmica. Ello incluye tareas como el diseño de la iluminación del set o lugar, sea interior o exterior y la disposición de la cámara y las luces en cada plano, de acuerdo a la idea del director. • Guionista audiovisual: persona dedicada a la creación de guiones, originales o adaptados de otra fuente, que se constituyen en la guía escrita en la cual se basa la realización de la obra audiovisual. • Cineanimador: persona involucrada en el desarrollo de obras audiovisuales que utilizan técnicas de animación (dibujos animados), en formato bidimensional o tridimensional.

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Artes escénicas • Actor/actriz: persona dedicada al arte corporal de la representación dramática en calidad de intérprete. • Animador infantil: persona dedicada a la organización de fiestas o reuniones infantiles, manteniendo el interés y la animación de los concurrentes, a partir del despliegue de representaciones y habilidades escénicas. • Director de teatro: persona que pone en escena obras del arte corporal de representación dramática. • Dramaturgo: persona dedicada a la creación de una obra dramática para su puesta en escena, a través del arte corporal de la representación. • Malabarista: persona que practica un oficio de origen circense, que como espectáculo acrobático despliega destrezas en interacción con objetos como clavas, diábolos, pelotas, trapecios, etc. • Mago: persona dedicada a la prestidigitación, produciendo efectos ilusorios mediante juegos de manos, artificios, trucos, etc. • Mimo: persona dedicada al arte corporal de la representación dramática silente. • Narrador oral escénico: persona que expone relatos a través de la oralidad. De origen urbano, su trayectoria está vinculada principalmente al teatro. • Titiritero o marionetista: persona dedicada al arte de la animación de muñecos. Efectúa una dramatización (representación) teatral con ellos. • Diseñador teatral: persona dedicada a la creación y diseño de los aspectos integrales de una obra de representación dramática, tales como escenografía, iluminación, vestuario, entre otros.

Artes coreográficas • Bailarín/ina: persona dedicada a desarrollar en calidad de intérprete, el arte del movimiento y expresión corporal rítmica. 64


• Coreógrafo: persona dedicada a la creación de obras del arte del movimiento y expresión corporal rítmica.

Literatura escrita • Escritor: persona dedicada a la creación por medio de la palabra escrita.

Productores Personas que facilitan e implementan obras o servicios culturales de diversas áreas artísticas. Se incluye en esta categoría también a los gestores culturales. De acuerdo a cada área, se consideran los siguientes oficios o actividades:

Música • Productor fonográfico: persona responsable de la primera fijación de los sonidos de las creaciones musicales, sin importar la técnica utilizada. • Realizador y productor de eventos musicales: persona dedicada a la facilitación e implementación de exhibiciones musicales, mediante la vinculación de artistas, espacios de presentación, fuentes de recursos y público.

Artes visuales • Curador: persona dedicada al diseño y montaje de muestras de artes visuales, a través de la selección de obras y disposición de ellas en el espacio destinado para la exposición.

Artes audiovisuales • Productor audiovisual: persona dedicada a gestionar y administrar los recursos financieros, técnicos, materiales y humanos, que permiten la realización de la obra audiovisual. De acuerdo a la producción, pueden ser varios encargados divididos en: 65


productor ejecutivo, director de producción, secretario de producción y asistentes.

Artes escénicas • Productor escénico: persona que facilita e implementa obras de artes escénicas, mediante la vinculación de artistas, espacios de presentación, fuentes de recursos y público.

Literatura escrita • Editor: trabajador por cuenta propia dedicado a la publicación y difusión de libros y/o revistas.

Área transversal • Productor cultural: persona que facilita e implementa eventos culturales, mediante la vinculación de artistas, espacios de presentación, fuentes de recursos y el público. • Gestor cultural: persona que elabora y promueve propuestas, planes o programas de carácter cultural. Se diferencia del productor cultural en tanto su labor principal no comprende a la implementación práctica de dichas propuestas, planes o programas. Se excluyen aquellos gestores culturales que cuentan con un contrato estable en una empresa o institución.

Técnicos de apoyo a la producción Personas que desarrollan labores técnicas, que contribuyen a la producción de una obra artística o servicio cultural, ya sea como técnicos creativos o de realización. Incluye escenógrafos, vestuaristas, iluminadores, técnicos de sonido, etc. Por área, se incluyen los siguientes oficios y actividades:

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Música • Arreglador musical: persona dedicada a la adaptación de composiciones musicales, para ser interpretadas de formas distintas para las cuales fueron creadas originalmente. • Escenógrafo de ópera: persona dedicada a la creación o diseño de los aspectos visuales y artísticos que forman parte de la puesta en escena de una ópera. • Luthier: persona dedicada a la elaboración, mantención o reparación artesanal de instrumentos musicales. • Reggie: persona dedicada a la dirección y coordinación escénica, del montaje y puesta en escena de una ópera.

Artes visuales • Restaurador: persona dedicada a reacondicionar o reparar obras de las artes visuales.

Artes audiovisuales • Asistente de dirección: persona que vincula las instrucciones del director audiovisual con el equipo a cargo del desarrollo de la obra, apoya la labor del director, elabora el plan de filmación y la hoja de llamado diario. • Sonidista: técnico responsable del sonido ambiente, externo y todo aquel que permita una correcta expresión sonora de una realización audiovisual. También elabora la pista sonora de la obra. • Camarógrafo: técnico responsable del manejo de la cámara en la realización de una obra audiovisual, bajo el control del director de fotografía y de acuerdo con las indicaciones del director. • Doblajista: persona que provee a una obra audiovisual, de una nueva banda sonora que sustituye la original. • Iluminador: persona que implementa efectos de luz en una producción audiovisual.

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• Maquillador para audiovisual: persona que diseña y elabora propuestas de maquillaje para una obra audiovisual, de acuerdo al guión y las orientaciones del director audiovisual. • Efectos especiales: el equipo encargado de esta labor, desarrolla diferente tipo de recursos visuales, acústicos, de luces u otros, que permiten crear atmósferas. • Vestuarista: persona que diseña e implementa la indumentaria de los actores, bailarines, músicos o muñecos, en una obra audiovisual. • Escenógrafo: persona encargada de diseñar y dirigir la construcción de los decorados o escenografías necesarias para desarrollar la propuesta estética del director de arte. • Montajista: persona a cargo del proceso de ensamblaje y ajuste de las imágenes y los sonidos de una obra audiovisual.

Artes escénicas • Escenógrafo de teatro: persona dedicada a la creación o diseño de los aspectos visuales y artísticos de los escenarios, en que se expone una obra de representación dramática. • Iluminador: persona que diseña o implementa los efectos de luz en un montaje de una obra de artes escénicas. • Maquillador/a: persona que diseña e implementa el maquillaje de artistas de artes escénicas. • Técnico de audio de artes escénicas: persona que implementa el sonido en el montaje de una obra de artes escénicas. • Tramoya o utilero: persona dedicada a la implementación práctica del montaje de una obra de artes escénicas. • Vestuarista de artes escenicas: persona que diseña o implementa de la indumentaria de los actores, bailarines, músicos o muñecos, en una obra de artes escénicas.

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Artes coreográficas • Escenógrafo de danza: persona dedicada a la creación o diseño de los aspectos visuales y artísticos de los escenarios, en que se expone una obra del arte del movimiento y la expresión corporal rítmica.

Literatura escrita • Corrector de prueba para industria editorial: persona que revisa y corrige textos para su publicación. • Diseñador gráfico para industria editorial: persona que diseña material impreso para la industria editorial. • Encuadernador artesanal: persona dedicada a la transformación manual de hojas impresas en un libro. • Ilustrador para industria editorial: persona dedicada al arte gráfico y que se especializa en ilustración de libros y/o revistas. • Traductor para industria editorial: persona dedicada a la traducción de textos para su publicación.

Profesores (e investigadores) de disciplinas artísticas Personas dedicadas a la formación sistemática en las distintas disciplinas artísticas, y a la producción de información y análisis sobre ellas. De acuerdo a cada área, se incluyen los siguientes oficios y actividades:

Música • Maestro o profesor de música: persona dedicada a la formación sistemática de intérpretes vocales o instrumentales de música. • Musicólogo: persona dedicada al estudio especializado de la teoría e historia de la música, a través de la realización de investigaciones de carácter académico.

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Artes escénicas • Profesor o instructor de teatro: persona dedicada a la formación sistemática de aprendices del arte de la representación dramática. • Teórico o investigador de teatro: persona dedicada al estudio especializado de autores y obras de representación dramática.

Artes coreográficas • Maestro, profesor o instructor de danza: persona dedicada a la formación sistemática de aprendices del arte del movimiento y expresión corporal rítmica. • Teórico de danza: persona dedicada al estudio especializado de autores, obras y estilos del arte del movimiento y expresión corporal rítmica.

Literatura escrita (oral) • Teórico o investigador literario: persona dedicada al estudio especializado de la literatura, a través de la realización de investigaciones de carácter académico.

Área transversal • Crítico de artes: persona dedicada al análisis, comentario e interpretación especializada de obras o creaciones derivadas de las distintas disciplinas del arte.

II. Instituciones culturales Entidades con o sin personería jurídica, cuya labor se inserta en alguna de las etapas de la cadena del valor de la producción artísticocultural (formación, producción, distribución, exhibición, comercialización, difusión y conservación); incluyéndose además las instituciones destinadas a la promoción y fomento de la actividad cultural. Incluye tanto a establecimientos con y sin fines de lucro. 70


Instituciones de promoción y fomento Instituciones sin fines de lucro, destinadas a la promoción de la actividad cultural. Incluye fundaciones y corporaciones culturales. • Corporaciones culturales: entidades con personería jurídica, que tienen objetivos ideales (como el desarrollo y promoción de la cultura) y sin fines de lucro. Se rigen por lo dispuesto en sus estatutos, los que le otorgan el carácter específico de corporación cultural. • Fondos y becas estables para la cultura: recurso monetario estable, concursable o no, que se destina al financiamiento del estudio, creación, reproducción o difusión de algún área de la actividad artística o cultural.

Instituciones de comunicación masiva Instituciones destinadas a la transmisión masiva de contenido simbólico. Incluye canales de televisión, radios, periódicos, etc.

Televisión: canales de televisión (abierta, cable, satelital) y operadores • Canales de televisión abierta: servicios de radiodifusión televisiva que permiten difundir información compuesta de audio e imagen, cuyas transmisiones están destinadas a la recepción libre y directa del público en general. Las emisiones radioeléctricas operan moduladas en amplitud (la imagen) y en frecuencia (el audio), en banda UHF o VHF. • Canales de televisión por cable: señales de emisión a través de redes físicas de cables, que emiten mensajes en formato audiovisual (programas), producidos preferentemente en la propia región donde se ubica el canal. • Operadores de televisión: servicios que permiten difundir señales de audio e imagen (canales de radio o televisión) a través del em71


pleo de redes físicas de cables, transmisiones satelitales o vía enlaces de microondas, a un conjunto de usuarios suscritos al servicio.

Periódicos y revistas • Periódicos: medios de comunicación escritos, que se publican regularmente y a través de los cuales se difunde información, noticias y opiniones actuales. • Revistas: medios de comunicación escritos, que se publican regularmente y a través de los cuales se analizan y difunden uno a más temas, de manera especializada. • Suplementos, boletines e informativos: medios de difusión escritos, destinados preferentemente a un grupo específico de lectores y que cuentan con una menor cobertura que periódicos y revistas. Por ejemplo: boletines, informativos, anuarios, etcétera.

Radios: servicios de telecomunicaciones sonoras o de audio, cu-

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yas transmisiones están destinadas a la recepción libre y directa por el público en general. Radios de amplitud modulada: las emisiones radioeléctricas operan en la banda de 535 a 1605 Khz. Radios de frecuencia modulada: las emisiones radioeléctricas operan en la banda de 88 a 108 Mhz. Radios de mínima cobertura: se denomina mínima cobertura al servicio de radiodifusión en ondas métricas, provisto por una estación cuya potencia radiada no excede de 1 watt, dentro de la banda de los 88 a 108 MHz, por lo cual no deberá sobrepasar los límites territoriales de la respectiva comuna. Radios de onda corta: las emisiones radioeléctricas operan moduladas en amplitud en la banda de 5,95 a 26,1 MHz, en los rangos atribuidos a este servicio en el Plan General de Uso del Espectro Radioeléctrico.


Instituciones de producción / distribución Instituciones con fines de lucro destinadas a la producción de bienes o servicios culturales (empresas de producción de cine, sellos discográficos, etc.) o a la distribución de los mismos (distribuidoras de cine, distribuidoras de editoriales, etc.). Se incluyen, por área:

Música • Empresas productoras fonográficas: entidades comerciales que graban montajes musicales para radio, video y televisión. • Sellos discográficos: entidades dedicadas a la producción y representación de artistas o intérpretes musicales, a través de la gestión de recursos, grabación, distribución y difusión de sus producciones. • Estudios de grabación de música: entidades dedicadas a la fijación y edición de creaciones musicales, preparando la versión definitiva de estas, antes de los procesos de copiado y reproducción.

Artes audiovisuales • Empresas de producción y/o postproducción: entidades que elaboran y comercializan producciones cinematográficas, videos y/o programas de televisión, a través de la gestión y administración de recursos financieros, técnicos, materiales y humanos necesarios para ello. Asimismo, pueden ofrecer servicios para la última fase de elaboración de una obra audiovisual, donde se lleva a cabo el montaje/edición, la sonorización, el tiraje de copias, los efectos, entre otras tareas. • Empresas de distribución de cine: entidades involucradas en la primera etapa de comercialización de las producciones cinematográficas, a través de su distribución desde las empresas de postproducción a las casas o locales de venta y/o exhibición al público. • Empresas de distribución de video: entidades involucradas en la primera etapa de comercialización de las producciones en video, a 73


través de la distribución de éstas desde las empresas de postproducción a las casas o locales de venta y/o exhibición al público. • Empresas de diseño de cd rom culturales y educativos: entidades dedicadas al diseño de material interactivo de tipo educativo o cultural, que se distribuye en discos ópticos. • Empresas de diseño de sitios web culturales y educativos: entidades dedicadas al diseño de material interactivo de tipo educativo o cultural, al cual se accede a través de internet.

Literatura escrita • Empresas editoriales: entidades dedicadas a la publicación y difusión de libros y/o revistas. Se excluyen aquellas dedicadas sólo a la impresión de boletas, formularios u otros similares. • Imprentas de libros y revistas: entidades que imprimen libros y/o revistas como actividad principal. • Distribuidoras de editoriales: entidades dedicadas a vehiculizar las publicaciones producidas por las editoriales e imprentas, a puntos o centros de venta para su comercialización.

Área transversal • Empresas de producción cultural: entidades que facilitan e implementan eventos culturales, mediante la vinculación de artistas, espacios de presentación, fuentes de recursos y público.

Instituciones de exhibición/ comercialización Instituciones destinadas a la exhibición de bienes o servicios culturales (salas de cine, galerías de arte, etc.), o a la comercialización de los mismos (librerías, etc.). Se trata preferentemente de instituciones con fines de lucro. Si bien en el caso de las salas y espacios para muestras culturales, puede tratarse de instituciones que cumplen esta función gratuitamente. Se incluyen, por área: 74


Música • Empresas de venta discográfica: entidades que comercializan producciones musicales en sus distintos formatos. • Salas de uso prioritario para la música: espacios estables de exhibición y difusión, cuyas condiciones acústicas y de dimensión, los habilitan para la presentación preferencial de espectáculos musicales.

Artes visuales • Casas de remate y venta de antigüedades: entidades de comercialización de obras de las artes visuales por medio de remates o venta. • Espacios estables de exhibición para artes visuales: espacios cuyo uso o función secundaria es la exhibición o venta de obras visuales, para lo cual han habilitado sus lugares. • Ferias artesanales: entidades que comercializan piezas artesanales que agrupa a dos o más locales de venta en el mismo lugar. • Galerías de arte: entidades dedicadas a la exposición y comercialización de obras visuales. • Locales de venta de artesanía: instancias autónomas de comercialización de piezas artesanales, que no están ubicadas dentro del recinto de una feria artesanal.

Artes audiovisuales • Locales de arriendo o venta de material audiovisual: entidades que comercializan (venden y/o arriendan) producciones audiovisuales en sus distintos formatos. • Salas de exhibición de cine: espacios estables construidos y/o habilitados especialmente para la exhibición de cine. • Salas de exhibición de video: espacios estables construidos y/o habilitados especialmente para la exhibición de video.

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Artes escénicas • Salas de teatro: espacios estables de exhibición y difusión, cuyas condiciones los habilitan para la presentación preferencial de obras del arte corporal de representación dramática.

Artes coreográficas • Escenarios habilitados para danza: espacios estables de exhibición y difusión, cuyas condiciones los habilitan para la presentación preferencial de obras del arte del movimiento y la expresión corporal rítmica.

Literatura escrita • Librerías: entidades comerciales dedicadas principalmente a la venta de libros y/o revistas.

Área transversal • Salas y espacios para muestras culturales: espacios estables no especializados ni habilitados para una actividad artística específica (teatro, danza, música, artes visuales, artes audiovisuales), pero destinados por la localidad para la exposición de distintos tipos de muestras artísticas y culturales. En este acápite pueden encontrarse auditorios, salones o patios parroquiales, gimnasios o dependencias de escuelas, estadios, canchas o salones de clubes deportivos, sindicatos, empresas, entre otros, municipalidades y organismos estatales en general.

Instituciones de formación Instituciones destinadas a la enseñanza de una disciplina artística, en forma profesional o amateur. Incluye universidades, escuelas o academias y talleres artísticos. Se incluyen por área:

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Música • Conservatorios: instituciones especializadas en la enseñanza permanente y sistemática de la música en sus distintas disciplinas, no conducente a la obtención de títulos profesionales o grados académicos, sin embargo otorga un reconocimiento aceptado y valorado en el medio artístico-musical. • Escuelas universitarias de música: facultades o escuelas pertenecientes a instituciones de educación superior que imparten carreras en una o más especialidades de la música, y que están capacitadas para entregar títulos profesionales y toda clase de grados académicos en especial, de licenciado, magíster y doctor. • Institutos profesionales que imparten música: instituciones de educación superior que imparten carreras en una o más especialidades de la música, y que están capacitadas para otorgar títulos profesionales que no requieren licenciatura ni títulos técnicos de nivel superior. • Talleres de música: entidades dedicadas a la enseñanza y difusión de los distintos tipos de música y especialidades musicales, que generalmente se constituyen como cursos no conducentes a la obtención de un título profesional o técnico.

Artes visuales • Escuelas universitarias de artes visuales: facultades o escuelas pertenecientes a instituciones de educación superior, que imparten carreras en una o más especialidades de las artes visuales, y que están capacitadas para entregar títulos profesionales y toda clase de grados académicos en especial, de licenciado, magíster y doctor. • Institutos profesionales que imparten carreras de artes visuales: instituciones de educación superior que imparten carreras en una o más disciplinas de las artes visuales, y que están capacitadas para otorgar títulos profesionales que no requieren licenciatura, y títulos técnicos de nivel superior. 77


• Institutos profesionales que imparten fotografía: instituciones de educación superior que imparten la carrera de fotografía, y que están capacitadas para otorgar títulos profesionales que no requieren licenciatura, y títulos técnicos de nivel superior. • Artes visuales: entidades que generalmente se constituyen como cursos no conducentes a la obtención de un título profesional o técnico. • Talleres de artes visuales: entidades dedicadas a la enseñanza y difusión de las artes visuales (pintura, escultura, grabado, dibujo, fotografía, artesanía). • Talleres de artesanía: dedicadas a la enseñanza y difusión de la artesanía. • Talleres de cómic: dedicadas a la transmisión y aprendizaje del cómic. • Talleres de dibujo: dedicadas a la enseñanza y difusión del dibujo. • Talleres de escultura: dedicadas a la enseñanza y difusión de la escultura. • Talleres de fotografía: dedicadas a la enseñanza y difusión de la fotografía. • Talleres de grabado: dedicadas a la enseñanza y difusión del grabado. • Talleres de graffiti: dedicadas a la enseñanza y difusión del graffiti. • Talleres de pintura: dedicadas a la enseñanza y difusión de la pintura.

Artes audiovisuales • Escuelas universitarias de cine: facultades o escuelas pertenecientes a instituciones de educación superior, que imparten la carrera de cine, y que están capacitadas para entregar títulos profesionales y toda clase de grados académicos en especial, de licenciado, magíster y doctor. • Institutos profesionales que imparten carreras de audiovisual: instituciones de educación superior que imparten carreras en una o más especialidades del audiovisual, y que están capacitadas para otorgar títulos profesionales que no requieren licenciatura, y títulos técnicos de nivel superior. 78


• Talleres de audiovisual: entidades dedicadas a la enseñanza y difusión de las artes audiovisuales, que generalmente se constituyen como cursos no conducentes a la obtención de un título profesional o técnico. Aquellos talleres que además de audiovisual imparten conocimientos en otras áreas artísticas con similar énfasis (artes escénicas y coreográficas, artes visuales, literatura, música, etcétera) deben inscribirse en el acápite ‘talleres artísticos’.

Artes escénicas • Academias y escuelas de teatro: instituciones especializadas en la enseñanza permanente y sistemática de las artes escénicas en sus distintas disciplinas, no conducente a la obtención de títulos profesionales o grados académicos, sin embargo otorga un reconocimiento aceptado y valorado en el medio artístico-teatral. • Escuelas universitarias de teatro: facultades o escuelas pertenecientes a instituciones de educación superior, que imparten carreras en una o más especialidades del teatro, y que están capacitadas para entregar títulos profesionales y toda clase de grados académicos, en especial, de licenciado, magíster y doctor. • Institutos profesionales que imparten teatro: instituciones de educación superior que imparten carreras en una o más especialidades del teatro, y que están capacitadas para otorgar títulos profesionales que no requieren licenciatura, y títulos técnicos de nivel superior. Las siguientes generalmente se constituyen como cursos no conducentes a la obtención de un título profesional. • Talleres de malabarismo: entidades dedicadas a la enseñanza y difusión de espectáculos acrobáticos de origen circense. • Talleres de narración oral escénica: entidades dedicadas a la enseñanza y difusión del arte de exponer relatos oralmente. • Talleres de pantomima: entidades dedicadas a la enseñanza y disfusión del arte corporal de la representación dramática. 79


• Talleres de teatro: entidades dedicadas a la enseñanza y difusión del arte corporal de representación dramática. • Talleres de títeres o marionetas: entidades dedicadas a la enseñanza y difusión del arte de la animación de muñecos.

Artes coreográficas • Academias o escuelas de danza: instituciones especializadas en la enseñanza permanente y sistemática de las artes coreográficas en sus distintas disciplinas, no conducente a la obtención de títulos profesionales o grados académicos, sin embargo otorga un reconocimiento aceptado y valorado en el medio artístico-coreográfico. • Escuelas universitarias de danza: facultades o escuelas pertenecientes a instituciones de educación superior que imparten carreras en una o más especialidades de la danza capacitadas para entregar títulos profesionales y toda clase de grados académicos en especial, de licenciado, magíster y doctor. • Institutos profesionales que imparten danza: instituciones de educación superior que imparten carreras en una o más especialidades de la danza, y que están capacitadas para otorgar títulos profesionales que no requieren licenciatura, y títulos técnicos de nivel superior. • Talleres de danza: entidades dedicadas a la enseñanza y difusión de los distintos tipos de danza, que generalmente se constituyen como cursos no conducentes a la obtención de un título profesional o técnico.

Literatura escrita • Escuelas universitarias de literatura: facultades o escuelas pertenecientes a instituciones de educación superior que imparten la carrera de literatura, y que están capacitadas para entregar títulos profesionales y toda clase de grados académicos, en especial, de licenciado, magíster y doctor. 80


• Talleres literarios: entidades dedicadas a la enseñanza y difusión de la creación literaria. Generalmente se constituyen como cursos no conducentes a la obtención de un título profesional o técnico.

Área transversal • Colegios y escuelas artísticas: entidades dedicadas a la enseñanza de las distintas disciplinas artísticas a niños, niñas y jóvenes escolares; reconocidas por el Ministerio de Educación como tales a través de un Decreto que las beneficia con recursos. De dependencia municipal o privada, pueden impartir enseñanza artística ya sea como taller, academia, conservatorio, escuela básica o liceo, integrando en algunos casos, el desarrollo artístico en planes y programas educativos especiales. • Talleres artísticos: entidades dedicadas a la enseñanza y difusión de distintas ramas del arte (plástica, música, teatro, etcétera.), con similar énfasis. • Universidades: instituciones de educación superior capacitadas para entregar títulos profesionales y toda clase de grados académicos, en especial de licenciado, magister y doctor, cuya función principal es desarrollar actividades de formación académica impartiendo carreras en distintas disciplinas científicas, técnicas, artísticas o de las humanidades, de manera permanente y sistemática, además de realizar labores de investigación y extensión.

Instituciones de difusión y conservación Instituciones destinadas a la conservación de bienes culturales, que además se preocupan de su difusión (que el público tenga acceso a ellos). Incluye archivos, bibliotecas y museos. • Archivo audiovisual: instituciones dedicadas a la conservación y difusión del registro audiovisual. Se han considerado aquellas 81


privadas, universitarias, generales o especializadas de cualquier dimensión, cuyo acceso no esté limitado sólo al dueño. • Archivos públicos o patrimoniales y centros de documentación: entidades dedicadas a la conservación y difusión del registro de la cultura en medios escritos, magnéticos u ópticos. Se han considerado aquellas privadas o universitarias, generales y especializadas de cualquier dimensión, cuyo acceso no esté limitado sólo al propietario. • Bibliotecas: establecimientos abiertos al público, dedicados a la conservación y registro de la cultura a través del almacenamiento, cuidado y organización sistemática de libros, diarios, revistas, música, mapas, etcétera, cuyo funcionamiento es importante para el desarrollo de los conocimientos humanos, la conservación de tradiciones comunitarias y/o de patrimonios de diferente tipo. • Museos: instituciones no comerciales y permanentes, dedicadas al beneficio y desarrollo de la comunidad, a través de la colección, mantención, seguro, investigación, distribución y/o exhibición de reportes materiales sobre la cultura, las personas y su medio ambiente. La institución debe estar abierta al público con el propósito de que la comunidad tenga la oportunidad de conocer, estudiar o experimentar con esos materiales.

III. Agrupaciones culturales Grupo de personas, asociadas formal o informalmente, para la producción o reproducción de una obra artística, práctica o manifestación cultural. Se incluyen aquellas agrupaciones dedicadas a promover, desarrollar y proteger las actividades que consideran comunes, en razón de su profesión, oficio, rama de producción o de servicios. Así también las que tienen como fin la participación comunitaria en torno a la promoción de la cultura. 82


Agrupaciones artísticas de las distintas áreas de creación Son aquellas agrupaciones cuyo fin es el desempeño de una disciplina artística (compañías de teatro, compañías de danza, grupos de música, entre otros).

Música • De música docta Agrupaciones de música coral: conjunto de personas dedicadas a la interpretación vocal, a través de la cual recrean o ejecutan obras compuestas para ser interpretadas por un grupo de voces. Agrupaciones de música de cámara (hasta octetos): conjunto de hasta ocho integrantes, dedicados a la interpretación instrumental, a través de la cual recrean o ejecutan composiciones de la música universal de todos los tiempos, de autor conocido, que preferentemente requiere de transmisión escrita y aprendizaje académico. Orquesta de cámara (más de 8 integrantes): conjunto de más de ocho integrantes, dedicados a la interpretación instrumental, a través de la cual recrean o ejecutan composiciones de la música universal de todos los tiempos, de autor conocido, que preferentemente requiere de transmisión escrita y aprendizaje académico. Orquesta de música sinfónica y/o filarmónica (más de 20 integrantes): conjunto de más de veinte integrantes, dedicados a la interpretación instrumental, a través de la cual recrean o ejecutan composiciones de la música universal de todos los tiempos, de autor conocido, que preferentemente requiere de transmisión escrita y aprendizaje académico. • De música de raíz folklórica Conjuntos instrumentales, vocales y/o de danza, de proyección folklórica: conjunto de personas dedicadas a la interpretación vocal, instrumental y/o dancística, a través de la cual recrean o ejecutan bailes y composiciones musicales, derivadas de las tradi83


ciones y costumbres, propias y aglutinantes, que son significativas para una comunidad. • De música popular Agrupaciones instrumentales y/o vocales de música popular: conjunto de personas dedicadas a la interpretación vocal y/o instrumental, a través de la cual recrean o ejecutan composiciones de la música, caracterizada por cierto desarraigo en los giros melódicos con respecto a su país o cultura, con un fin comercial y de difusión masiva. Bandas: conjunto de personas dedicadas a la interpretación instrumental orquestada, a través de la cual recrean o ejecutan composiciones de la música popular o adaptaciones de otras vertientes musicales.

Artes visuales: que realizan un trabajo manual a través del cual se produce objetos de carácter utilitario u ornamental, elaborados a partir de materia prima proveniente de su entorno, principalmente. En general, comparten en el mismo espacio físico de trabajo y/o comercialización. • Agrupaciones de artesanos: conjuntos de dos o más personas que no tienen lazos familiares. • Agrupaciones familiares de artesanos: conjuntos de dos o más personas relacionadas por familiaridad. Artes escénicas • Circos: espectáculos itinerantes desarrollados en un espacio circular y cubierto, en el cual un grupo de artistas exhiben disciplinas, oficios y destrezas acrobáticas de larga tradición. • Compañías de pantomima: agrupaciones estables de quienes se dedican al arte de la representación dramática silente. • Compañías de teatro: agrupaciones estables de aquellos que se dedican al arte de la representación dramática. 84


• Compañías de títeres o marionetas: agrupaciones estables de animadores individuales y colectivos, acompañados de muñecos, efectúan una dramatización (representación) teatral. • Murgas: acciones de arte itinerante, callejeras y colectivas, que integran diversas prácticas artísticas y tienen una connotación social.

Artes coreográficas • Ballet folklórico: agrupación estable de quienes se dedican al arte del movimiento y expresión corporal rítmica, a través del cual recrean o ejecutan coreografías derivadas de las tradiciones y costumbres, propias y aglutinantes, que son significativas para la comunidad nacional. • Compañías de danza: agrupación estable de quienes se dedican al arte del movimiento y expresión corporal rítmica.

Asociaciones de bailes religiosos Asociaciones de fieles que organizan y representan bailes en torno a una festividad religiosa, cuyo objetivo principal es la alabanza.

Asociaciones gremiales Entidades constituidas por la agrupación de personas que tienen un oficio o realizan una actividad común vinculada al quehacer cultural, generalmente a través del desarrollo de alguna disciplina artística. Dedicadas a promover, desarrollar y proteger las actividades que les son comunes, en razón de su profesión, oficio, rama de producción o de servicios.

Organizaciones culturales Agrupaciones comunitarias funcionales, que tienen por finalidad la promoción de la cultura a través de la asociación de personas en 85


torno a intereses comunes y objetivos consensuados; generalmente, persiguen la participación y representación comunitaria. En ella pueden encontrarse, por ejemplo, Clubes del adulto mayor, Clubes de baile, Círculos de amigos, etc.

IV. Manifestaciones colectivas Celebraciones, festividades y encuentros que convocan a toda una comunidad o parte de ella, que promueven la sociabilidad comunitaria en torno a la fe religiosa, el intercambio o difusión artística o la conmemoración de acontecimientos y fechas relevantes.

Encuentros culturales estables Eventos culturales que se realizan con periodicidad, y que reúnen a las comunidades (de artistas, especializadas, territoriales, etc.) en torno a un tema central.

Carnavales Celebraciones o festividades locales, que conmemoran eventos de importancia para la comunidad, denominados por esta como “carnavales”, no necesariamente de connotación religiosa, sino que enfocados también a la sociabilidad.

Aniversarios Celebraciones que conmemoran la fundación de la comuna, u otro hito histórico relevante, que buscan constituirse en espacios de sociabilidad y de actualización de la pertenencia a un determinado territorio. 86


Festividades religiosas Fiestas o celebraciones que contribuyen a mantener y reproducir tradiciones locales ligadas a una creencia religiosa.

V. Patrimonio natural y humano Conjunto de bienes, lugares o sitios, que son valorados por una comunidad, por cuanto se consideran propios y representativos de su herencia identitaria, así como relevantes desde el punto de vista natural y paisajístico.

Monumentos conmemorativos Construcciones en homenaje y de ornamentación de distintas características, erigidos o reconocidos por la comunidad y ubicados generalmente en algún sitio público.

Monumentos nacionales “Lugares, ruinas, construcciones u objetos de carácter histórico o artístico; los entierros o cementerios y otros restos de los aborígenes, las piezas u objetos antropo-arqueológicos, paleontológicos o de formación natural, que existan bajo o sobre la superficie del territorio nacional o en la plataforma submarina de sus aguas jurisdiccionales y cuya conservación interesa a la historia, al arte o a la ciencia; los santuarios de la naturaleza; los monumentos, estatuas, columnas, pirámides, fuentes, placas, coronas, inscripciones y, en general, los objetos que estén destinados a permanecer en un sitio público, con carácter conmemorativo”. (N. de A.)

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Los monumentos nacionales se encuentran divididos en las siguientes categorías : • Monumento histórico: los lugares, ruinas, construcciones y objetos de propiedad fiscal, municipal o particular que por su calidad e interés histórico o artístico o por su antigüedad, sean declarados tales por decreto supremo, dictado a solicitud y previo acuerdo del Consejo. • Monumento arqueológico: los lugares, ruinas, yacimientos y piezas antropo-arqueológicas que existan sobre o bajo la superficie del territorio nacional. Para los efectos de la Ley de Monumentos Nacionales, quedan comprendidas también las piezas paleontológicas y los lugares donde se hallaren. • Monumento público: estatuas, columnas, fuentes, pirámides, placas, coronas, inscripciones y, en general, todos los objetos que estuvieren colocados o se colocaren para perpetuar memoria en campos, calles, plazas y paseos o lugares públicos. • Zonas típicas: el carácter ambiental y propio de ciertas poblaciones o lugares donde existieren ruinas arqueológicas, o ruinas y edificios declarados Monumentos Históricos. Constituyen agrupaciones de bienes inmuebles urbanos o rurales, que forman una unidad de asentamiento representativo de la evolución de una comunidad humana y que destacan por su unidad estilística, su materialidad o técnicas constructivas. Monumentos que tienen interés artístico, arquitectónico, urbanístico y social, constituyendo áreas vinculadas por las edificaciones y el paisaje que las enmarca, destaca y relaciona, conformando una unidad paisajística, con características ambientales propias, que definen y otorgan identidad, referencia histórica y urbana en una localidad, poblado o ciudad. • Santuarios de la naturaleza: todos aquellos sitios terrestres o marinos que ofrezcan posibilidades especiales para estudios e investigaciones geológicas, paleontológicas, zoológicas, botánicas o de 88


ecología, o que posean formaciones naturales, cuya conservación sea de interés para la ciencia o para el Estado.

Patrimonio local Bienes muebles e inmuebles, lugares o formaciones naturales dentro de una localidad, reconocidos por la comunidad como valiosos para su identidad y necesarios de conservar. Se excluyen de este acápite, aquellos que han sido designados oficialmente como monumentos nacionales.

Sistema de parques nacionales Conjunto de zonas o áreas naturales bajo el resguardo y protección. Se distingue las siguientes categorías: • Parque nacional: área generalmente extensa, donde existen diversos ambientes únicos o representativos de la diversidad biológica natural del país, no alterada significativamente por la acción humana, capaces de autoperpetuarse y en que las especies de flora y fauna o las formaciones geológicas, son de especial interés educativo, científico y recreativo. • Reserva nacional: área cuyos recursos naturales es necesario conservar y utilizar con especial cuidado, por la susceptibilidad de éstos a sufrir degradación o por su importancia en el resguardo del bienestar de la comunidad. • Monumento natural: área generalmente reducida, caracterizada por la presencia de especies nativas de flora y fauna o por la existencia de sitios geológicos relevantes desde el punto de vista escénico, cultural o científico.

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Aspectos tratados sobre el tema Paulina Soto expresó la importancia de la creación del Ministerio de Cultura del Ecuador, porque permite que haya una real valoración de los temas culturales y una apropiación de los mismos por parte de la ciudadanía. Ella consideró de suma importancia que los artistas y actores culturales también se profesionalicen en gestión y administración pública, porque solo ellos pueden reconocer y trabajar por sus intereses que han sido relegados durante mucho tiempo. La expositora resaltó que la cartografía es parte de la profesionalización del sector cultural, pues supone la existencia de una base de datos de una ciudadanía que debe ser convocada para la gestión de la cultura –que incluya a los sectores rurales y a los migrantes–, por cuanto no existen sistemas de información o los datos que poseen no están actualizados. Por lo tanto, los sistemas de información cultural son estratégicos para la formulación de políticas culturales y un mejor desarrollo de este importante sector social. Dado que el Ecuador es un país con población muy diversa, estos aspectos tienen consecuencias culturales y deben ser evaluados cuidadosamente. En relación con los sistemas de planificación, Soto manifiestó que la cultura constituye un componente para el desarrollo humano de los países y que las expresiones artísticas, son factores de identidad, turismo y cohesión social. Aspectos que deben ser seriamente considerados por los planificadores del Ministerio de Cultura. Por otra parte, planteó que la cultura representa un actor de política y de desarrollo en el tema de derechos. Por otro lado la especialista explicó que la cartografía es una herramienta de gestión institucional que permite asociar las necesidades con los recursos; además, se encarga de elaborar catastros culturales útiles para cualquier planificación, en la que, también incide conocer con qué recursos se cuenta, que mercados están vinculados, quiénes son los generadores de dichos recursos, cómo se distribuyen 90


los recursos culturales y la negociación –monetaria y presupuestaria– generan. De esta manera la cultura resulta un sector que produce ingresos y no solo egresos. Para ampliar la visión sobre la importancia de los catastros, la expositora explicó que estos sirven para registrar la gestión cotidiana relacionada con la cultura, así como para la construcción de carteleras culturales, que proveen de información y ayudan para el diseño de políticas públicas y privadas. En los catastros se registran a quienes ofrecen y a quienes consumen los bienes y servicios culturales, información que es importante para el desarrollo de la comunidad. Con esta herramienta se pueden conocer las cadenas de cada valor y la orientación de los bienes y servicios culturales, incluido el sistema de intermediación, además canalizan la construcción de una ciudadanía que se apropia constantemente de su identidad y que es conocedora de sus irrenunciables e inalienables derechos ante los bienes y servicios culturales. En el caso chileno, la cartografía cultural, en su primera fase, tuvo como sus principales fuentes de información el inventario de lo que estaba construido y una inscripción voluntaria de actores e instituciones culturales, creando una red de gestores culturales. El levantamiento de información se realizó a través de fichas, que recopilaban datos de identificación del actor –gestor cultural y la forma como adquirió los conocimientos–, además de inquirir sobre la profesión que tenía la persona y sus datos de contacto. En una segunda fase de la cartografía cultural chilena, se logró obtener mayor información con la inscripción de más actores culturales, y se obtuvieron resultados, en porcentajes, sobre actores por área de desempeño, el origen de su aprendizaje, por lo que se construyeron mapas de distribución territorial de gestores y actividades culturales, así como de la población potencialmente beneficiaria de los bienes y servicios culturales. Con relación al trabajo conjunto de instituciones estatales en la recolección de información, la especialista manifestó que aún 91


falta mucho por hacer para lograr diseñar indicadores que realmente puedan medir el desarrollo que el sector cultural tiene a lo largo de la historia, así como datos comparativos que permitan conocer la población que se dedica a aspectos culturales en el territorio nacional. Paulina Soto también cree importante considerar los procesos de migración y posible transculturalización que suceden con la ciudadanía que se ve forzada a salir de su territorio. En el caso ecuatoriano, manifestó que ya que existen catorce nacionalidades y otras comunidades que se categorizan como “distintos”, la cartografía debe ser un instrumento abierto, que permita la inclusión de todas aquellas diversidades y de quienes se vayan identificando a medida que se avanza en el proceso.

Contenidos tratados en la mesa de trabajo La mesa de trabajo sobre “Cartografía Cultural” discutió las siguientes observaciones, que incluyen un análisis de las dificultades que se presentan en el país: • La ausencia de espacios comunitarios de participación para la elaboración de proyectos de gestión, así como de espacios de articulación para entender a la cultura de una manera más amplia, resulta la principal razón para que los pocos proyectos planteados no se hayan podido ejecutar, también incide en esta situación la falta de planes operativos, la sub-utilización de los espacios y presupuesto que se dispone. • Hay carencia de sustento político en la elaboración de proyectos. • La inclusión de la población campesina en las actividades culturales aún es deficitaria. • La comunidad está interesada en participar en proyectos de índole cultural, por lo que la cartografía debe proporcionar ordenamiento 92


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a los proyectos en marcha y los que se planteen a futuro. Ante esto se plantea la pregunta de cómo lograr una mayor y más activa participación ciudadana. frente a la dificultad para contar con herramientas investigativas estandarizadas y con apoyo de gobiernos locales, se plantea la necesidad de elaborar fichas estandarizadas para evitar omitir datos importantes para el levantamiento de la información. La población no es consciente de la importancia del trabajo del Ministerio de Cultura y se resiste a cooperar. Las políticas culturales deben enfatizar en la diversidad de los pueblos. La ausencia de concreción de acuerdos con distintas instituciones, así como de generación de alianzas estratégicas, debido, entre otras razones, a que los actores culturales residen en lugares apartados de difícil acceso, por lo que se presentan dificultades de coordinación La construcción de infraestructura vial destruye lugares patrimoniales, sobretodo cuya administración ha sido encargada a organizaciones privadas o extranjeras. Las organizaciones comunitarias como lo son las Juntas Parroquiales, están deslegitimadas. La población no logra el empoderamiento requerido para poner en marcha y dar sostenibilidad a los proyectos culturales. La celebración de fiestas toma excesivo énfasis. Los artistas y gestores culturales no tienen apoyo y se mantienen vía autogestión. Algunas actividades como inventarios y proyectos se han paralizado debido a la falta de financiamiento y constancia. El arte se considera elitista. Una definición consensuada de cultura es necesaria. La concepción “cultural” en la planificación resulta ausente. Los límites presupuestarios en torno a la cultura son rígidos. 93


• El respeto a la diversidad y a los derechos culturales de las diversas nacionalidades en el Ecuador es debil. • La comunicación entre instituciones falta. • La concepción de cultura como sinónimo de bellas artes sobresale. La mesa de trabajo promovió un debate entre sus participantes en torno a tres preguntas claves: 1) ¿Qué estarían dispuestos a hacer en la fase de elaboración de fichas? 2) ¿Qué medios son los más efectivos de difusión? 3) ¿Cuál es el mejor medio para visibilizar los resultados de la cartografía? Las principales opiniones que suscitaron estas cuestiones fueron las siguientes: • La posibilidad de acumulación de información inutilizable. • La falta de información actualizada. • El problema que surge del manejo de levantamiento de información a nivel urbano, ya que la capacidad técnica de la autoridad municipal está en duda. • El desconocimiento del real interlocutor en las zonas urbanas y las ciudades. • La falta de inclusión de población de todas las edades, para que haya una activa participación, compromiso y responsabilidad (visión adulto-céntrica). En este mismo sentido, todos los pueblos deben ser considerados dentro de la cartografía. • La conceptualización de la cultura en crisis. • La deficiente dotación de infraestructura. • La falta de vínculos inter-institucionales de comunicación. • El excesivo discurso y falta de pragmatismo. • los líderes de las comunidades poseen datos fidedignos por tener contacto directo con la gente, conocimiento que deberá ser apro-

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vechado en el proceso de construcción de políticas culturales y en el trabajo del Ministerio de Cultura. • La participación de los gobiernos locales resulta complicada, especialmente provinciales, puesto que sus roles están puestos en duda por la sociedad y aún no se conoce cuál será su papel conforme la propuesta de Constitución, que está siendo redactada.

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El debate originó las siguientes recomendaciones: La cartografía debe ser realizada por etapas, considerando un proyecto piloto. El trabajo del Ministerio de Cultura tiene que establecer metas realistas. La Unidad de Gestión Local debe incluirse cuando se trate de construir las políticas culturales. Una metodología estandarizada de trabajo es necesaria para todas las instituciones involucradas en cultura, así como la elaboración de manuales y capacitación para el llenado de fichas, por ejemplo. Un modo de trabajo pragmático, resulta urgente.

Síntesis de resoluciones y propuestas Mesa: “Propuestas metodológicas para una cartografía cultural”

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Hoja de vida Marie Monique (Marión) Pinot De Libreros (66 años) Francia

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Grado en matemáticas puras, Facultad de Ciencias de la Universidad de París, Francia (1963-1969). Egresada de la Ecole Nationale de la Statistique et de l’Administration Economique, París, Francia (1967-1969). Master’s degree en Investigación de Operaciones, Stanford University, California, USA (1969-1970).

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Trabajó como asesor para el Banco de la República, Bogotá, Colombia, (1977 - 1983). También como Jefe de la División de Flujo de Fondos y de Cuentas Nacionales de la Subgerencia de Estudios Económicos. En cuentas nacionales (cuentas de producción) para el Institut National de la Statistique et des Etudes Economiques (INSEE), Francia (1973 - 1975). Como asesora para el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), Bogotá, Colombia (1970 - 1984). Como consultora independiente en Colombia

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para el mismo Departamento en proyectos sociales, sanitarios, cuentas satélite, sistemas de estadísticas y censos. -

Desde 1977 hasta la fecha, ha participado en numerosos programas de asistencia técnica internacional en los campos de las cuentas nacionales y cuentas financieras, principalmente en países de América Latina, pero también en otras regiones del mundo con el financiamiento del PNUD (Ecuador, Bolivia, El Salvador, Nepal), el Banco Mundial (Jamaica), el Fondo Monetario Internacional (Bolivia, Ecuador, Colombia, Djibouti, Chad), el gobierno francés (Paraguay, Perú, Ecuador), la División de Estadística de las Naciones Unidas (Irán), y el BID (Perú, Colombia).

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Asesora para el Convenio Andrés Bello en el marco conceptual de una cuenta satélite en el sector de la cultura. El resultado de este trabajo se discutió en un seminario internacional en Bogotá del 20 al 22 de noviembre de 2007, y está pendiente su última revisión. Como miembro del International Association for Research on Income and Wealth presentó varios documentos técnicos sobre las cuentas nacionales, en las reuniones de 1979, 1985 y 1994, el más reciente es el Including illegal productive activities in the National Accounts (1994).

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Desde su vinculación con la Organización Mundial del Turismo, se le encargó la redacción de varios documentos técnicos sobre la Cuenta Satélite del Turismo: Colloque de

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l’Association de Comptabilité Nationale enero 2000; Les Comptes Satellites du Tourisme: une proposition pour intégrer l’analyse du tourisme; Convenio Andrés Bello: Consolidación de un Manual Metodológico para la Implementación de Cuentas Satélites de la Cultura en Latinoamérica (2007).

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Economía, cultura e indicadores

La exposición de términos económicos frente a la cultura a veces implica un esfuerzo doble. Siempre nos referimos a actividades económicas productivas. Categorías como PIB (Producto Interno Bruto) o valor agregado deberían intervenir los procesos culturales. Hay otros aspectos como los efectos, su violencia al consumir productos o bienes de cultura, hay efectos indirectos, cadenas productivas que establecen relaciones entre usuarios y productos. Se debe prever la oferta de utilización de productos. El empleo da de comer, la cultura da gusto. Para ello se debe diferenciar: una actividad de producción no es cuando una persona toca en su casa para sus amigos sino, al contrario, cuando la colectiviza. El interés y el beneficio debe ser social, comunitario, depender de un marco amplio. El diseño de indicadores se constituye como una parte de la estadística y en la actualidad, la creación de cuentas nacionales del presupuesto del Estado en torno a indicadores culturales es un trabajo que está siendo reconocido por la UNESCO, como un sistema coherente de descripción estadística y económica, que relaciona lo cultural con lo económico. Estas son las cuentas denominadas “satélite”. 103


Hay que desarrollar mediciones propias y diferentes, con el objetivo de justificar que el gasto cultural genera ciertos beneficios a la población y que, por tanto, corresponde analizar cómo las políticas tributarias reflejan cierto beneficio a la cultura, fenómeno que por lo regular no se ve representado en las cuentas nacionales. El desafío de la construcción de este sistema es permitir la visualización de la cultura como una actividad productiva, considerando el sistema de precios y los valores que se van a utilizar. En este sentido, se busca medir la participación de la cultura en el PIB y su peso en relación al aporte neto de la cultura en la economía de un país, tanto en lo que se refiere a efectos directos, como son las actividades productivas que aportan ingresos (conciertos musicales), como a los efectos indirectos, es decir, los bienes y servicios que al ser adquiridos generan valor agregado (instrumentos musicales o movilización). Por tanto, es necesario hacer un análisis integrado de comercio exterior en relación a la cultura, así como del empleo como fuente de trabajo en relación con los sistemas de contratación, ya que, por lo general, a nivel cultural los contratos son más bien por servicios prestados, profesionales o como proveedores, sin ser considerados empleados con relación de dependencia. En cuanto a la medición económica necesaria para el tema de la cultura, se menciona que lo más objetivo es presentar los resultados en cuadros de oferta y utilización de la cultura; de importaciones de productos; de exportaciones de productos (característicos y conexos); cuadros de empleo (cultural y no cultural) y de variables no monetarias en varias áreas (libros, diarios, revistas, cine, televisión, espectáculos, etc.), ya que de este modo se consideran las variables que influyen en el aspecto cultural. Adicionalmente, cuando se trabaja en indicadores culturales, se debe ser riguroso en las definiciones que se contemplan, tales como: actividad cultural de producción, actividad en relación al mercado, posibilidades de empleo, productos en relación a la cultu104


ra, producción, entre otras. Las mismas deberían respetar las normas internacionales. Es importante considerar también la rigurosidad en las mediciones relacionadas con las asignaciones presupuestarias, así como la delimitación del campo de estudio, que, en el caso de la cultura, lo constituyen el conjunto de actividades humanas y productos cuya razón de ser es crear, expresar, interpretar y transmitir contenidos simbólicos. Se categorizan algunos de los sectores de la cultura que deben ser considerados dentro de las cuentas presupuestarias nacionales y que son: creadores de contenidos culturales, expresiones artísticas, radio y televisión, museos, grupos antropológicos, grupos folklóricos, artesanías tradicionales y no tradicionales, que son complicadas de captar a nivel estadístico debido a la falta de registro. Se podría visualizar a la cultura en campos, para lograr la construcción de indicadores, que son: creación literaria, creación musical; artes escénicas y espectáculos artísticos; artes plásticas y visuales; libros y publicaciones; artes audiovisuales; música; diseño; juegos y juguetería; patrimonio material; patrimonio inmaterial; y, formación artística. La fórmula que se utiliza en Colombia, como un ejemplo que pudiera ser usado en este país, con el fin de lograr el diseño de indicadores culturales para visualizar las actividades culturales y aquellas no culturales que están relacionadas entre sí y que se deben diferenciar en las cadenas productivas culturales, se resume así:

Producción + Importaciones (oferta total) = utilizaciones (consumo de esos bienes y servicios en otros bienes de producción) + consumo final (adquisición de los hogares o familias) + formación fruto de capital fijo (inversión o bien de capital) + exportaciones + variedad de existencia. 105


Se podrían observar ciertos aportes que incrementarían el acervo de gestores o actores culturales. Entre otros, menciono los siguientes:

Cuentas satelitales Las implicaciones económicas de la cultura ya están incluidas en el marco central de las cuentas nacionales (presupuesto estatal) pues éstas abarcan la totalidad de las actividades humanas de producción (combinación de factores de producción e insumos para obtener productos diferentes...); sin embargo, están “revueltas” y es necesario agruparlas y ponerlas de relieve: hay la necesidad de desarrollar una clasificación particular ad hoc. La cuenta satélite analiza datos de cuentas nacionales aplicadas a la cultura de un país de modo que, por ejemplo, se pueda registrar la constitución de industrias culturales.

Sistemas de información La cultura vista como una actividad productiva deriva de una necesidad de desarrollar aproximaciones complementarias al fenómeno económico que el marco central de las cuentas nacionales no puede atender: para el medio ambiente en que se necesitan desarrollar medidas complementarias para tener en cuenta los efectos de la actividad económica. En la cultura, hay que introducir la noción de beneficiario de ciertas operaciones económicas cuando es distinto del que compra un producto o servicio (financiación pública, financiación por la publicidad, efecto económico de tasas diferenciales de impuestos, etc.). Intervienen, entonces, estudios del empleo e indicadores no monetarios. Hay un interés por desarrollar una medición de las actividades culturales como actividades económicas (un “producto” y un proceso de producción con el uso de factores de producción, en particular de 106


mano de obra) cuya medición sea comparable y compatible con la medición de otras actividades de economía: la agricultura, la minería, el comercio al por menor, el transporte, etc. Se ha estimulado este tipo de mediciones para un cierto número de campos de la actividad humana tales como la educación, el medio ambiente, el turismo, la salud, el uso del tiempo libre, etc. Se presentan bajo forma de tablas, y su presentación y datos están en correspondencia con los datos de las Cuentas Nacionales.

Campo de estudio Se deben seguir las recomendaciones internacionales sobre la elaboración de cuentas satélites a las Cuentas Nacionales incluidas en el SCN 1993 y ver como se pueden aplicar en el caso de la cultura. El primer paso es delimitar exactamente el campo de estudio para poder realizar mediciones. Esta delimitación establece: en términos de productos y actividades, y en términos de clasificaciones utilizadas.

Campo cultural Un conjunto de actividades humanas y productos cuya razón de ser consiste en crear, expresar, interpretar, conservar y transmitir contenidos simbólicos. Hay una imperiosa necesidad de una segmentación del universo de la cultura; las cuentas se pueden establecer para toda la cultura o solamente para un “sector”.

Los productos culturales Constituyen bienes, servicios o “productos con contenido de conocimiento” (knowledge capturing products) ofrecidos por una unidad institucional a otra y tienen un valor económico. 107


No todos los entes materiales o inmateriales que pertenecen al campo cultural y que crean o transmiten contenidos simbólicos son productos. Las fiestas y las celebraciones que forman parte del patrimonio inmaterial, si bien representan una forma de expresión cultural, no necesariamente se expresan en términos de productos. Existen también objetos tales cómo esculturas, dibujos, fotografías, CDs, que aunque tienen una realidad material, no necesariamente resultan de una actividad económica de “producción” en el sentido de las Cuentas Nacionales.

Los agentes de la producción de un sector cultural determinado Ostentan los establecimientos cuya actividad principal corresponde a este sector cultural: 1. Los que tienen actividades secundarias culturales o no culturales. Establecimientos cuya actividad principal es cultural, pero de otro sector. 2. Los que tienen actividades secundarias culturales de este sector y posiblemente otras actividades secundarias. 3. Los establecimientos cuya actividad principal es no cultural. Los que tienen actividades secundarias culturales de este sector y posiblemente otras actividades.

El Valor Bruto de Producción de un establecimiento Es la suma de los valores de todos los productos producidos por el establecimiento, sean estos característicos o secundarios. Puede expresarse en diferentes sistemas de precios:

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1) Precios básicos 2) Precios de productor.

El Valor Agregado Bruto o Neto Asumido como aquel que permite evaluar la importancia de una actividad económica dentro de una economía. Corresponde al valor neto aportado por cada establecimiento en la cadena de valor de los bienes y servicios producidos. Es un saldo contable; un valor global para el establecimiento en su actividad global de producción; no corresponde a un producto determinado que se encarga de medir el ingreso primario generado por la actividad de producción.

Componentes del gasto en cultura Se refieren a: • El gasto en la adquisición de los bienes y servicios característicos y conexos pertenecientes al sector (de producción nacional e importados) para cualquier uso económico; • El gasto en adquisición de activos no financieros por establecimientos cuya actividad principal es característica de activos no financieros ni característicos ni conexos; • Las adquisiciones necesarias a las prácticas culturales que corresponden a este sector (y que no son productos característicos o productos conexos). • Los gastos realizados (o renunciación a ingresos) para sustentar las actividades culturales.

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Formas de estímulo a los actores culturales Mediante: • Fuentes privadas o pagos por el propio beneficiario. Mecanismos como: publicidad, patrocinio y mecenazgo. • Fuentes públicas: financiaciones a fondo perdido, subsidios, financiaciones de proyectos o programas, financiaciones indirectas, incentivos, alivios fiscales.

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Aspectos tratados sobre el tema Marión de Libreros, al ser interrogada sobre la posibilidad de incorporar datos sectoriales de la cultura en el nuevo censo que se está planificando en Ecuador, manifestó que es necesario que el Ministerio de Cultura empiece a trabajar conjuntamente con otras instituciones estatales, con miras a lograr una visión complementaria y que aporte conocimiento para mejorar la representación económica de la cultura, ya que de otro modo no se logrará ampliar las concepciones tradicionales que existen sobre el tema cultural. La expositora manifestó que próximamente se publicará los resultados de lo que se ha venido trabajando en la página web del Convenio Andrés Bello sobre inidicadores culturales.

Contenidos tratados en la mesa de trabajo La mesa de trabajo sobre “Economía, Cultura e Indicadores” destacó los siguientes temas: • La necesidad de realizar un inventario completo de los bienes y servicios culturales recalcó, en función de conocer lo que existe en el país y lograr una aproximación para la construcción de indicadores monetarios y no monetarios, que son imprescindibles para el diagnóstico y la posterior construcción de políticas culturales. En este sentido, la aplicación de encuestas sería un procedimiento posterior, que podría utilizarse luego de un proceso de observación y visitas directas, que en el caso de los inventarios en el tema cultural son menos subjetivos. • Los indicadores monetarios son los que determinan la línea de base y a los que debe realizarse un constante monitoreo, en función de su posible variabilidad. Entre ellos, se encuentran los doce aspectos en los que se clasifica la cultura para efecto 111


de definir los indicadores. Estos adicionalmente pueden dividirse en subcategorías, conforme se identifiquen los productos y las actividades. Algunos productos conexos podrían incluirse en la definición de estos indicadores monetarios, tales como los auxiliares, que son aquellos que sin ser propiamente culturales son requeridos para obtener el producto cultural; y de los interdependientes, que son necesarios, típicos y particulares para el proceso de producción. Los indicadores no monetarios se refieren a las temáticas sectoriales de oferta versus demanda, talentos, cobertura de los servicios por niveles nacional, regional o local, entre otros. Para la creación de una “cuenta satélite” de la cultura en el presupuesto estatal, se requiere priorizar una investigación de indicadores que se pueden aplicar a la misma, considerando los lineamientos de política requeridos para su desarrollo, así como el absoluto respeto a la capacidad creativa o artística, que es el bien que se pretende medir. El talento en todo tipo de creación y expresión cultural, debe identificarse, a fin de potencializarlo, a través de un proceso de entrevistas y debate con las agrupaciones de cada ramo, para conocer sus necesidades y poder generar un apoyo real de parte del Ministerio de Cultura, que deberá trabajar en el entorno familiar, social y educativo.

Las recomendaciones surgidas en esta mesa de trabajo, fueron las siguientes: • Toda actividad creativa y artística que, aunque no sea medible, es fruto de un proceso que debe ser reconocido como trabajo.Por tanto, se plantea que se corresponde “medir” o evaluar el producto final sobre el cual se definen los indicadores. • La actividad cultural de todo tipo, sea que satisface personalmente a quien la creó, o que se trate como transacción comercial, tam112


bién requiere ser reconocida, por lo que los indicadores deben definirse desde el punto de vista monetario y no monetario. • El artesano y el empresario cultural puede ser considerados como productores independientes o como empresarios informales.

Síntesis de resoluciones y propuestas Mesa: “Economía, cultura e indicadores”

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Cuaderno 1 Primer encuentro se terminó de imprimir en Quito, el mes de octubre de 2008 en el Fondo Editorial del Ministerio de Cultura del Ecuador siendo Ministro el Lic. Galo Mora Witt y Viceministro el Dr. Ramiro Noriega. Se compuso en caracteres Adobe Caslon Pro de 11 puntos, se imprimió en papel bond crema de 75 grs. y para su portada se utilizó cartulina Fox River ecológicas de 216 grs. Consta de 2000 ejemplares.

Paúl Puma Edición

Elizabeth de Solezio Coordinación General

Bolívar Yantalema Coordinación Pedagógica

Jimmy Herrera Coordinación de la publicación

María Elena Moncada Patricia Prócel Cristina Chiriboga Equipo de sistematización

Andrea Gómez D. Diseño y diagramación

Hojas y Signos Imprenta




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