El misterio del sinergismo, parte I Apóstol Sergio Enríquez O.
Quinto servicio – Santa Cena
Guatemala, 03 de abril del Año de la Abundancia
Es importante que cada vez que nos acerquemos a la mesa del Señor lo hagamos teniendo plena conciencia de qué es lo que hacemos, porque sin entendimiento no hay fruto y es por medio de la ministración del ministerio apostólico que nuestro entendimiento es despertado (2Pe 3:1). Hemos aprendido que el Señor dejó solamente dos ordenanzas que debemos cumplir, el bautismo en agua y la Santa Cena, por lo que es de suma importancia que cuando las cumplamos lo hagamos entendiendo completamente lo que representan el pan y el vino, y lo creamos por la fe. Sinergismo es una palabra que viene del griego sunergos y que se traduce colaborador o compañero, pero su significado va más profundo y nos lleva a considerar la unidad como meta. Es una potencialización entre dos fuerzas que por sí solas, aunque fuertes, no alcanzan su plenitud sin contar con la otra. Cuando entendemos el sinergismo queremos la unidad porque nos damos cuenta de la potencia que hay en ella. Debido a que la Escritura declara que una casa dividida no prosperará (Mr 3:25), el enemigo intentará que haya división en nuestra familia, iglesia e incluso en nuestra nación. Después de finalizar la creación perfecta, Dios declaró que no era bueno que el hombre estuviera solo y decide hacerle una compañera (sunergos) y es por eso que luego, en el Nuevo Testamento, se dice que hombre y mujer no son independientes (1Co 11:11). Otro ejemplo de sinergismo lo vemos en la alabanza porque la Escritura declara que los jóvenes y viejos danzarán juntos (Jer 31:13), en una iglesia poderosa que reúne la sabiduría de los viejos con el vigor de los jóvenes. De la misma forma vemos que el Señor vino a derrumbar la pared intermedia de enemistad que existía entre judíos y gentiles, para que de los dos pueblos se hiciera uno solo (Ef 2:14), que es la Iglesia y es por eso que uno de los más fuertes enemigos del sinergismo es el desprecio, en forma de racismo o discriminación. En el pasaje de Dt 32:30 LBLA vemos otro ejemplo de sinergismo, ya que declara que uno hace huir a mil y dos hacen huir a diez mil, y no solo a dos mil. Lo mismo sucede en la Santa Cena con el pan (lekjem) y el vino (yayín), que provoca un sinergismo dentro de nuestras entrañas y nos hace poderosos. Otro ejemplo de sinergismo en lo terrenal lo encontramos en las comidas, ya que diversos estudios han demostrado que el maíz y el frijol se complementan nutricionalmente entre sí, ya que aumentan su valor proteínico al consumirse simultáneamente, aportando una ingesta de proteínas similar a la de la carne. El maíz de las tortillas aporta los hidratos de carbono y mediante un proceso, el maíz se convierte en un alimento más fácil de digerir, aumenta su valor proteínico y el calcio se hace biodisponible. El frijol es considerado como una de las principales fuentes de proteína, es una buena fuente de fibra y carbohidratos, además tiene un índice glucémico bajo, por lo que las concentraciones de glucosa van a entrar a nuestro cuerpo de una manera lenta evitando el incremento acelerado de glucosa en la sangre. Cuando analizamos el sinergismo en lo espiritual bueno, vemos que en Jn 6:54 LBLA al comer la carne y beber la sangre del Señor nos da vida eterna y trae como consecuencia la resurrección, lo que nos hace pensar en qué pasará con los que no participan de la Santa Cena, por lo que es de suma importancia que participemos de ella, y con fe en las palabras que el Señor dijo, esto se nos haga vida. Esta práctica debe ser constante para que la vida eterna sea permanente en nosotros, ya que Juan en una de sus epístolas dice que cualquier homicida que aborrece a su hermano no tiene vida eterna permanente en él (1Jn 3:15). Elías experimentó este sinergismo cuando después de comer y beber lo que le dio el ángel, pudo ayunar durante 40 días corriendo sin descansar (1Re 19:8), pero esto no se quedó allí, sino que luego fue llevado vivo al cielo. Sin embargo para que Elías pudiera experimentar el sinergismo divino, tuvo que eliminar el sinergismo diabólico, porque si Jezabel, como figura de la maldad, se hubiera asociado con la iniquidad, hubieran acabado con él, porque la Biblia dice que estas actúan juntas y son representadas por mujeres (Zac 5:5-9). Muchos años después el espíritu de Elías cae en Juan el Bautista, quien se enfrenta a estas potestades representadas por Herodías y Salomé, y como resultado le cortaron la cabeza (Mt 14:6-10). Es necesario que aprovechemos el sinergismo de la comida y bebida celestial, quitando cualquier sinergismo de la maldad y la iniquidad, participando de la Santa Cena, porque este alimento espiritual hará que nuestras fuerzas sean aumentadas y podamos correr sin cansarnos y caminar sin tropezarnos, porque esperamos en Jehová (Is 40:31). Redactado por: Hna. Nancy de Ávila
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