¿Cómo Me Presento A La Mesa Del Señor? Cuarto Servicio de Santa Cena Pastor Hugo García Guatemala, 7 de mayo del Año De La Abundancia
Hablar de Santa Cena, es sinónimo de un cambio de ADN, es la oportunidad de tener un reinicio en nuestra vida dejando atrás lo que hayamos hecho incorrectamente para tomarnos de la mano del Señor y empezar a caminar en santidad. 1 Corintios 11:17-18 (LBA) Pero al daros estas instrucciones, no os alabo, porque no os 18 Pues, en primer lugar, oigo que cuando os reunís congregáis para lo bueno, sino para lo malo. como iglesia hay divisiones entre vosotros; y en parte lo creo. Nuestro pensamiento o la intención del corazón debe ser que podamos alcanzar el nivel de vida que Dios desea para cada uno de nosotros. El tiempo es final, por consiguiente debe haber en nuestro corazón el firme deseo de estar viviendo en armonía, pero no solamente con nuestra familia, sino con los hermanos en Cristo, considerando que nos une la fe, nos une el sacrificio de Jesús en la cruz del calvario, nos une el Padre, por consiguiente necesitamos un cambio en nuestra forma de pensar porque de lo contrario seguiremos creyendo que somos los indicados para que todos nos pidan perdón, en lugar de pedir perdón por las ofensas que hayamos podido ocasionar a otros. Por eso necesitamos analizar nuestra vida para saber cómo nos presentamos a la mesa del Señor y si estamos conscientes que hemos obrado mal en contra de alguien; tenemos la oportunidad de estar a cuentas con ellos. 1 Corintios 11:19-20 (LBA) Porque es necesario que entre vosotros haya bandos, a fin de que se 20 Por tanto, cuando os reunís, esto ya no es manifiesten entre vosotros los que son aprobados. comer la cena del Señor… Es casi normal que de pronto haya situaciones difíciles entre nosotros, Dios lo permite con el propósito que se manifieste lo que llevamos en el corazón y que salir, sea cortado de raíz y que entonces podamos caminar juntos verdaderamente en el amor de Dios. 1 Corintios 11:21-22 (LBA) …porque al comer, cada uno toma primero su propia cena; y uno pasa 22 ¿Qué? ¿No tenéis casas para comer y beber? ¿O menospreciáis la hambre y otro se embriaga. iglesia de Dios y avergonzáis a los que nada tienen? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabaré. Una de las cosas que podemos ver aquí es que hay gente que busca satisfacer sus necesidades pero no les importa la situación de los demás; recordemos que si nos acordamos del pobre, Dios nos librará del día malo. Obviamente que eso incluye el hecho que no discriminemos a ninguno sin importar su condición, lo cual debemos practicar tanto en la Iglesia, en nuestra casa, en el lugar donde estemos; cuidemos nuestro corazón de no permitir que seamos soberbios porque Jesús dijo que debíamos aprender de El que era manso y humilde de corazón. Claro que también necesitamos ser libres de todo menosprecio con que nos hayan engendrado, porque en caso contrario, eso será como un imán para atraer el mal trato de los demás.
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1 Corintios 11:27-28 (LBA) De manera que el que coma el pan o beba la copa del Señor 28 Por tanto, examínese cada indignamente, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor. uno a sí mismo, y entonces coma del pan y beba de la copa. Los tratos de Dios es en forma personal, por eso no podemos dejarnos influenciar si tenemos a nuestro lado a nuestro cónyuge quizá, y que eso haga que participemos de la mesa del Señor indignamente. Sin importar quién este con nosotros, primero debemos ponernos a cuentas con Dios y después participar de Su mesa. 1 Corintios 11:29-31 (LBA) Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del 30 Por esta razón hay muchos débiles y enfermos entre Señor, come y bebe juicio para sí. 31 Pero si nos juzgáramos a nosotros mismos, no seríamos vosotros, y muchos duermen. juzgados. Sabemos que el pecado no tiene niveles, sin embargo aquí vemos que algunos pueden ser debilitados, otros enfermos y en el peor de los casos, morir por participar de la mesa del Señor indignamente. Por eso Dios permite que nos juzguemos a nosotros mismos para que no seamos juzgamos. Malaquías 1:11-12 (LBA) Porque desde la salida del sol hasta su puesta, mi nombre será grande entre las naciones, y en todo lugar se ofrecerá incienso a mi nombre, y ofrenda pura de cereal; 12 Pero vosotros pues grande será mi nombre entre las naciones -- dice el SEÑOR de los ejércitos. lo profanáis, cuando decís: "La mesa del Señor es inmunda, y su fruto, su alimento despreciable." Dios es grande con nosotros o sin nosotros; los que serán beneficiados si se le reconoce Su grandeza, somos los que un día aceptamos que entrara Jesús en nuestro corazón. Lo que debemos saber es que Dios tiene un almacén de bendiciones a nuestra vida mientras estemos en la Tierra, pero tenemos que accionar en santidad para rasgar los cielos y que recibamos esas bendiciones espirituales y materiales sin que nada nos separe del amor de Dios. YO ME PRESENTO COMO UNA OFRENDA ANTE EL SEÑOR Malaquías 1:13 (LBA) También decís: "¡Ay, qué fastidio!" Y con indiferencia lo despreciáis -- dice el SEÑOR de los ejércitos -- y traéis lo robado, o cojo, o enfermo; así traéis la ofrenda. ¿Aceptaré eso de vuestra mano? -- dice el SEÑOR. Cuando nos acercamos a la mesa del Señor, debemos saber que somos una ofrenda para El. Entonces la pregunta aquí podría formularla de la siguiente forma: ¿cómo nos acercamos a Su mesa? ROBADO
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Marcos 4:8 (LBA) Y otras semillas cayeron en buena tierra, y creciendo y desarrollándose, dieron fruto, y produjeron unas a treinta, otras a sesenta y otras a ciento por uno. Necesitamos anhelar ser de los que dan el 100% de su vida al Señor, no podemos conformarnos con ser de un bajo porcentaje para Dios; con El debemos ser completos. COJO Hebreos 12:13 (LBA) …y haced sendas derechas para vuestros pies, para que la pierna coja no se descoyunte, sino que se sane. Esto nos habla del carácter que no podemos dominar, pero recordemos que en Cristo todo lo podemos lograr, en caso contrario, el enemigo aprovechará del desanimo que podamos manifestar en nuestra corazón para no cambiar y entonces él nos desviará del camino. Pero si llegamos delante de Dios reconociendo que somos débiles y que necesitamos que El tome el control de nuestras vidas; se verá solamente El y entonces menguaremos en todo. Salmos 41:4 (LBA) Yo dije: Oh SEÑOR, ten piedad de mí; sana mi alma, porque contra ti he pecado. Lucas 5:31-32 (LBA) Respondiendo Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, 32 No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al sino los que están enfermos. arrepentimiento. El que está enfermo, podría ser una manifestación de estar en pecado; por eso Dios vino para sanarnos, para perdonar los pecados que hayamos cometido si reconocemos nuestra necesidad de Dios, consecuentemente podemos acercarnos a la mesa del Señor y tener un cambio de vida. LA ANTÍTESIS DE LA SANTA CENA Lucas 17:27-28 (LBA) Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en 28 Fue lo mismo que ocurrió en que Noé entró en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos. los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, construían… Esta cita nos lleva a ver muchas cosas escatológicamente hablando, pero cuando hablamos de Santa Cena, podemos comprender que está hablándonos de la carnalidad que puede haber en el corazón de la gente, y la sangre nos habla del pecado, por eso necesitamos del pan y vino de la mesa del Señor para que seamos espirituales y que sea cortado el prepucio del corazón. Levíticos 17:10-11 (LBA) "Si cualquier hombre de la casa de Israel, o de los forasteros que residen entre ellos, come sangre, yo pondré mi rostro contra esa persona que coma sangre, y la 11 "Porque la vida de la carne está en la sangre, y yo os la he dado cortaré de entre su pueblo.
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sobre el altar para hacer expiación por vuestras almas; porque es la sangre, por razón de la vida, la que hace expiación." No nos arriesguemos a pretender jugar a la religión con Dios; El no es religión, Dios es Jehová de los ejércitos, varón de guerra, eso dice la Biblia y así es; pero si pensamos que podemos jugar con lo que lo ofende, podemos morir repentinamente. OFRENDA ACEPTABLE Éxodo 29:17-18 (LBA) Luego cortarás el carnero en pedazos, y lavarás sus entrañas y sus 18 y quemarás todo el carnero sobre el piernas, y las pondrás con sus pedazos y con su cabeza; altar; es holocausto al SEÑOR, aroma agradable al SEÑOR, ofrenda encendida al SEÑOR. Necesitamos que Dios trabaje todas las áreas de nuestra vida para que finalmente podamos desarraigar nuestra vida del mundo y que caminemos en santidad.
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