La Procedencia Del Socorro Cuarto Servicio Apóstol Sergio G. Enríquez O. Guatemala, 1 de mayo del Año De La Abundancia
En algun momento hemos conversado acerca de los datos asombrosos que nos presenta la Biblia: contiene 31,103 versículos, de los cuales la mitad es 15,551.5 lo cual coincide con el Salmo 118:8; de igual forma vimos que el Salmo anterior es el más pequeño, el 117 y el siguiente es el más grande, el Salmo 119. También dijimos que el Salmo 118:8 representa a Cristo, el anterior representa un pacto de Dios con la humanidad, pero comparado con el Salmo 119, es sumamente pequeño; el Salmo 119 es representativo de Nuevo Pacto el cual nos ha correspondido vivir por la infinita misericordia de Dios, no obstante que algunos no lo han querido recibir; lo tomamos para nuestra vida por completo. Posterior hemos dicho que los siguientes 15 Salmos al 119, son de Ascenso gradual donde está toda la doctrina de los que seremos arrebatados; gozaremos de esa bendición y con eso seremos transformados a un cuerpo glorioso fuera de todo dolor. De tal manera que cuando llegamos al Salmo 121 encontramos lo siguiente: Salmos 121:1 Cántico gradual. Alzaré mis ojos a los montes; de donde vendrá mi socorro. El punto en este Salmo es que muchas versiones de la Biblia encierran la frase DE DÓNDE VENDRA MI SOCORRO con signos de interrogación y posteriormente viene la respuesta diciendo: MI SOCORRO VIENE DE JEHOVÁ; pero lo asombroso es que existen varias versiones que no usan los signos de interrogación. La pregunta es: ¿se deben usar signos de interrogación? Porque en realidad en el idioma Hebreo y Griego no se usan signos como lo hacemos actualmente; pero entonces ¿quién empezó a utilizar los signos en general en las traducciones de la Biblia?, podríamos pensar que los traductores lo hicieron con la buena intención para que cuando la leamos tengamos una buena interpretación, pero eso sería a criterio de ellos. Entonces realmente podemos decir que nuestro socorro viene de los montes pero no de los que hemos estudiado oportunamente y que necesitamos quitar de nuestra vida para vivir en libertad. Nuestro socorro viene de Jehová que hizo los cielos y la Tierra. Es asombroso el hecho que Dios tiene perdón para nosotros y no así para los ángeles, si caemos en algun pecado tenemos la oportunidad de llegar ante Su presencia y que nos pueda perdonar; si algún ángel cae; no tiene oportunidad de ser levantado. Pero entonces alzaremos los ojos a los montes, de donde vendrá nuestro socorro; el problema es que muchos quieren llegar directamente delante del Padre sin pasar por los montes, pero si queremos ese acceso directo, es como si estuviéramos desechando lo que el Padre ha puesto para bendecirnos antes de recibir lo que vendrá del Padre. Dios tiene montes de bendición que necesitamos aprender a discernir para saber cuando son verdaderamente de El y los que no. Por eso vemos que cuando Jesús estuvo en la Tierra, dice la Biblia que Su cuerpo era como un velo y con eso los fariseos no veían lo que El llevaba dentro porque no supieron discernir por su falta de espiritualidad. Veamos entonces cuáles son esos montes de los que habla el Salmo 121:1. ALZARÉ MIS OJOS AL MONTE DE LOS PREPUCIOS
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Josué 5:3 Y Josué se hizo cuchillos de pedernal y circuncidó a los hijos de Israel en el monte de los prepucios. Esto significa que seremos socorridos del monte de donde se quedó toda la carnalidad que podamos llevar en nuestra vida; donde quedó el prepucio de nuestro corazón principalmente, aunque también el prepucio de ojos, oídos, boca, manos, etc. Si alguien tiene prepucio en todos los órganos de su vida espiritual, está propenso a padecer del cáncer espiritual y contagiar a su familia. Por eso es mejor que seamos circuncidados de corazón espiritualmente hablando y el beneficio será que no contagiaremos de ninguna enfermedad espiritual a ninguno. ALZARÉ MIS OJOS AL MONTE DE LA PROVISIÓN Génesis 22:14 (LBA) Y llamó Abraham aquel lugar con el nombre de El SEÑOR Proveerá, como se dice hasta hoy: En el monte del SEÑOR se proveerá. Con esto lo que necesitamos ver es que podemos alzar nuestros ojos al monte de la provisión porque es el único monte de donde podemos esperar lo que necesitemos. Si somos hijos de Dios, somos Su familia y El proveerá de lo que necesitemos en el momento justo; no cuando creamos que más nos puede servir; es en el tiempo de Dios y de la forma como El desee, de acuerdo a Sus propósitos en gloria y no cuando pretendamos que venga. De lo que podemos estar seguros es que nunca nos faltará la provisión de Dios. Un detalle que debemos resaltar en esto es que para que Abraham recibiera la provisión, tuvo que morir a él mismo, primero tuvo que despojarse de todo y ofrendárselo a Dios. Abraham ofrendó a su hijo Isaac y cuando Dios ve la disposición del corazón de aquel varón, Dios envió la provisión en el momento justo. ALZARÉ MIS OJOS AL MONTE DE LA INTERCESIÓN Éxodo 17:9 (DHH) Entonces Moisés le dijo a Josué: -Escoge algunos hombres y sal a pelear contra los amalecitas. Yo estaré mañana en lo alto del monte, con el bastón de Dios en la mano. Es necesario que asimilemos el principio de la intercesión, cuando logramos alcanzar esa bendición, subiremos al monte pero no para sustituir al siervo de Dios que se haya cansado, sino para subirle los brazos y que entonces las batallas del pueblo de Dios sean victoriosas. Necesitamos siervos que le sirvan de apoyo al siervo que Dios ha levantado y que sirve como guía como lo fue Moisés. Esto no es idolatría, necesitamos comprenderlo de esa forma porque es un principio que si logramos aplicarlo, encontraremos grandes bendiciones y todo cambiará cuando oremos a Dios; en cualquier necesidad El responderá favorablemente. ALZARÉ MIS OJOS AL MONTE DE LA RESTAURACIÓN FAMILIAR Éxodo 3:1 (LBA) Y Moisés apacentaba el rebaño de Jetro su suegro, sacerdote de Madián; y condujo el rebaño hacia el lado occidental del desierto, y llegó a Horeb, el monte de Dios. Este material puede reproducirse por cualquier medio impreso o digital siempre y cuando se cite la fuente de donde se obtuvo.
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Una de las tantas bendiciones que sucedieron en este monte es el encuentro familiar. Moisés tenía 40 años de no verse con Aarón, hasta que de pronto, cuando pasó el tiempo se reencuentran. El monte de Dios es el lugar donde El permite el reencuentro familiar. Posteriormente en este mismo monte, Jetro llevó la familia de Moisés para que se reencontraran con él. Una de las cosas que necesitamos recordar es que para el final de los tiempos Dios dijo que habría una reconciliación familiar; no lo estamos inventando, simplemente es parte de lo que se dará lugar para este tiempo del fin. Por eso debemos estar sensibles a lo que Dios desee hacer con nuestra vida; necesitamos ser sensibles a la voz de Dios para lo que El desee hacer con nuestra vida en el proceso de perfeccionamiento. ALZARÉ MIS OJOS AL MONTE DE LA VICTORIA SOBRE NUESTROS ENEMIGOS Jueces 4:6 (LBA) Y ella mandó llamar a Barac, hijo de Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le dijo: Esto ha ordenado el SEÑOR, Dios de Israel: "Ve, marcha al monte Tabor y lleva contigo a diez mil hombres de los hijos de Neftalí y de los hijos de Zabulón. Esto lo que nos enseña es que podemos alcanzar la victoria sobre nuestros enemigos, aunque se levanten brujos, no alcanzaran a dañarnos si alzamos nuestros ojos al monte de la victoria de Dios; lo único que necesitamos hacer es obedecer a la voz de Dios, discernir pero obedecer cuando tengamos Su confirmación. A veces lo que sucede es que no alcanzamos la victoria porque no creemos lo que Dios puede hacer a través de Sus siervos. Obedezcamos porque es una llave para abrir la puerta de la victoria. ALZARÉ MIS OJOS AL MONTE DEL SERVICIO Ezequiel 20:40 (R60) Pero en mi santo monte, en el alto monte de Israel, dice Jehová el Señor, allí me servirá toda la casa de Israel, toda ella en la tierra; allí los aceptaré, y allí demandaré vuestras ofrendas, y las primicias de vuestros dones, con todas vuestras cosas consagradas. Una de las cosas que encontramos en el pago que Dios hace por el servicio en Su obra, es la bendición que El envía sobre nuestro hijos: Isaías 54:13-17 (LBA) Todos tus hijos serán enseñados por el SEÑOR, y grande será el bienestar 14 En justicia serás establecida. Estarás lejos de la opresión, pues no temerás, y del de tus hijos. 15 Si alguno te ataca ferozmente, no será de mi parte. Cualquiera terror, pues no se acercará a ti. 16 He aquí, yo he creado al herrero que sopla las brasas en el que te ataque, por causa de ti caerá. 17 Ningún fuego y saca una herramienta para su trabajo; yo he creado al devastador para destruir. arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se alce contra ti en juicio. Ésta es la herencia de los siervos del SEÑOR, y su justificación viene de mí -- declara el SEÑOR.
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