Las Cosas Que Sucederán ¡Pronto! Pastor Hilmar Ochoa Guatemala, 27 de abril del Año De La Abundancia
Apocalipsis 1:1 (LBLA) La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la dio a conocer, enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, En este verso podemos ver que la revelación de Jesucristo tiene propósitos y uno de ellos es mostrar a Sus siervos y siervas las cosas que van a suceder pronto, ya sea en lo personal o colectivo. Esto es confirmado también en el último capítulo de este libro. Apocalipsis 22:6 (LBLA) Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas; y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, envió a su ángel para mostrar a sus siervos las cosas que pronto han de suceder. Una de las cosas que han de suceder pronto es la venida del Señor, lo que está profetizado tres veces en el último capítulo de las escrituras. Apocalipsis 22:7 (LBLA) He aquí, yo vengo pronto. Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro. Apocalipsis 22:12 (RV 1960) He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. Apocalipsis 22:20 (LBLA) Señor Jesús.
El que testifica de estas cosas dice: Sí, vengo pronto. Amén. Ven,
Al analizar otras versiones de la escritura, vemos que no se trata solamente de que estas cosas sucederán dentro de un período corto de tiempo, sino que pueden suceder de un momento a otro. Apocalipsis 22:6 (BAF) El ángel me dijo: - Palabras fieles y verdaderas son éstas. El Señor Dios, que inspiró a los profetas, ha enviado a su ángel para que comunique a sus servidores lo que va a suceder de un momento a otro. La palabra que en Apocalipsis 2:7 se traduce “pronto” es tajú (G5035) que significa súbitamente, repentinamente o por sorpresa. La venida del Señor también será de esta forma, de repente, cuando nadie lo esté esperando, como lo vemos en el siguiente verso: Malaquías 3:1 (LBLA) He aquí, yo envío a mi mensajero, y él preparará el camino delante de mí. Y vendrá de repente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis; y el mensajero del pacto en quien vosotros os complacéis, he aquí, viene —dice el SEÑOR de los ejércitos. En la Biblia están descritas muchas cosas que sucederán de repente a este mundo, como lo podemos ver en los siguientes versos:
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Mateo 24:27 (BAF) Pues la venida del Hijo del hombre será repentina, como un relámpago que ilumina el cielo de oriente a occidente. Lucas 21:34-36 (LBLA) Estad alerta, no sea que vuestro corazón se cargue con disipación y embriaguez y con las preocupaciones de la vida, y aquel día venga súbitamente sobre vosotros como un lazo; [35] porque vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. [36] Mas velad en todo tiempo, orando para que tengáis fuerza para escapar de todas estas cosas que están por suceder, y podáis estar en pie delante del Hijo del Hombre. Marcos 13:35 (LBLA) Por tanto, velad, porque no sabéis cuándo viene el señor de la casa, si al atardecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; 1 Tesalonicenses 5:3 (LBLA) que cuando estén diciendo: Paz y seguridad, entonces la destrucción vendrá sobre ellos repentinamente, como dolores de parto a una mujer que está encinta, y no escaparán. Gálatas 1:6 (BC4) Me maravillo de que tan de repente os paséis del que os llamó por la gracia de Cristo a un Evangelio diferente; Proverbios 29:1 (LBLA) El hombre que después de mucha reprensión endurece la cerviz, de repente será quebrantado sin remedio. Todos estos versos nos describen situaciones que vendrán repentinamente para aquellos que no conocen al Señor, sin embargo para nosotros Sus hijos vienen cosas maravillosas. Hechos 2:2 (LBLA) De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso que llenó toda la casa donde estaban sentados, Cuando se recibe la ministración del Espíritu Santo pero no se es bautizado inmediatamente, muchos pueden decepcionarse, sin embargo es necesario que sepamos que a los discípulos el Señor les dijo que se reunieran en Jerusalén a esperar la promesa del Padre, pero no les dijo cuánto tardaría en venir, y fue después de muchos días que de repente el Espíritu los bautizó. También es esencial que entendamos que el bautismo no se da para todos de la misma forma, pues el miso Apóstol Pedro, que recibió el bautismo en el Aposento Alto, fue testigo de como en la casa de Cornelio toda su familia fue bautizada, aún antes de que él terminara de predicar. Hechos 16:26 (LBLA) De repente se produjo un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel fueron sacudidos; al instante se abrieron todas las puertas y las cadenas de todos se soltaron. Pablo y Silas estaban encarcelados y fue repentinamente que recibieron liberad. Si hemos estado peleando contra algún tipo de cautividad, incluso de espíritus inmundos, no debemos cansarnos de
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buscar nuestra libertad porque en cualquier momento vendrá un terremoto espiritual que provocará nuestra liberación. Hechos 12:7 (BAF) De repente apareció un ángel del Señor y un resplandor inundó la celda. El ángel tocó a Pedro en el costado, para despertarle, y le dijo: - ¡Rápido , levántate! Y al instante cayeron las cadenas de sus muñecas. La visitación angélica también puede venir a nuestra vida repentinamente, no porque seamos santos, sino por misericordia de Dios; esto lo podemos ver en el caso de Cornelio que fue visitado por un ángel aún antes de recibir al Señor. Lucas 8:47 (LBP) Cuando la mujer vio que había sido descubierta. se acercó toda temblorosa y echándose a sus pies, refirió delante de todo el pueblo por qué motivo lo había tocado y cómo había quedado curada repentinamente. A esta mujer después de doce años de estar enferma, su sanidad le vino repentinamente y como vemos en el pasaje paralelo, sintió que su cuerpo estaba curado de la enfermedad. Marcos 5:29 (BDN) Y de repente se secó la fuente de sangre y sintió en su cuerpo que estaba curada de la enfermedad. Puede ser que tengamos una enfermedad desde hace mucho, por la cual hemos rogado al Señor, pero es preciso que comprendamos que es en el tiempo del Señor que nos dará la sanidad que necesitamos. Hechos 9:3 (LBLA) Y sucedió que mientras viajaba, al acercarse a Damasco, de repente resplandeció en su derredor una luz del cielo; Saulo de Tarso tenía una agenda para perseguir la Iglesia y de repente se le manifestó Jesús. Ese día Pablo obtuvo su salvación. Esto quiere decir que aunque tengamos planes para pecar, si el Salvador se manifiesta a nuestra vida, nos convertirá en lo que Él anhela para nosotros. Por medio de la revelación del Señor podremos entender que pronto Él nos puede dar todas estas cosas que hemos estado anhelando: el bautismo con el Espíritu Santo, liberación, visitación angelical, sanidad y salvación.
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