Un Reino Para Niños Anciano Fernando Álvarez Guatemala, 11 de mayo del Año De La Abundancia
Lucas 10:21 OSO En aquella misma hora Jesús se alegró en espíritu, y dijo: Te confieso, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, que escondiste estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños; así, Padre, porque así te agradó. El pasaje con el cual iniciamos este tema, nos dice que el Padre escondió las cosas espirituales de los sabios y las reveló a los pequeños, esto nos da a entender que Dios no elige a aquellos que son grandes o cuyos grados académicos son grandes, sino a aquellos que son como niños, a los pequeños o aquellos que se hacen como niños, para revelarles el reino de los cielos. Un niño es dependiente de sus padres o de quien lo cuida, pero cuando empieza a adquirir conocimiento, entonces piensa que está listo para hacer cosas que no debe, pero se equivoca. Otra característica de los niños es que creen en todo lo que escuchan, eso significa que tienen fe. Podemos ser como niños en la fe, es decir, creerle al Señor en todo lo que nos dice. Lucas 10:20 OSO Mas no os gocéis de esto, que los espíritus se os sujetan; antes gozaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos. En este versículo podemos ver que los adultos se gozan de cosas diferentes a las que buscan los niños, en nuestro caso al ser hijos de Dios, debemos regocijarnos en las cosas importantes que son las cosas de arriba, y estar inscritos en el libro de la vida. El salmista le dice al Señor en uno de los salmos, que le devuelva el gozo se su salvación, es indescriptible lo que debió haber sentido, algo parecido a lo que pudo sentir el hijo pródigo cuando volvió en sí y se dio cuenta en dónde se encontraba. La ventaja de ser niños, es decir, hijos de Dios, es que dependemos del Señor. Por eso, siendo malos padres sabemos dar buenas dádivas a nuestros hijos; ¿cuánto más el Padre sabrá darnos lo que necesitemos? Los niños tienen un estado casi permanente, que es la alegría, sin embargo muchos de nosotros tenemos problemas en la casa o en el trabajo que nos quitan el gozo, pero los niños tiene la bendición de estar siempre alegres. Si padecemos de algo que nos ha quitado el gozo, hoy el Señor nos invita a volver a Él para que reposemos en Él y podamos tener de nuevo la alegría constante de un niño. 1 Corintios 14:20 LBLA Hermanos, no seáis niños en la manera de pensar; más bien, sed niños en la malicia, pero en la manera de pensar sed maduros. Este versículo nos pone un poco de equilibrio, pues nos invita a crecer y madurar en nuestra manera de pensar, tal como lo dice Efesios, que no nos mueva cualquier viento de doctrina; por lo cual debemos tener sumo cuidado de lo que escuchamos para alimentar nuestra alma, incluso la música que escuchamos, pues todo nos debe edificar. Algunos hijos son como Sansón, el característico hijo que piensa que no le va a pasar nada malo, sabe que tiene dones o atributos de parte de Dios, y entonces cree que es intocable, sin embargo, abre su corazón como un niño a una filistea, y ella lo envuelve en sus redes y cae en la desgracia. Por esto es importante que sepamos con quién podemos abrir nuestro corazón, en la vida secular y en la iglesia al ministrarnos, para no caer en el error de Sansón.
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Mateo 18:1-5 LBLA En aquel momento se acercaron los discípulos a Jesús, diciendo: ¿Quién es, 2 Y El, llamando a un niño, lo puso en medio de entonces, el mayor en el reino de los cielos? 3 ellos, y dijo: En verdad os digo que si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el 4 Así pues, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. 5 reino de los cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe. El Señor llamó un niño y lo puso en medio de ellos para poder enseñarle a Sus discípulos sobre el reino de los cielos. Este pasaje no indica que nuestra atención y prioridad en la congregación deba ser un privilegio o puesto, sino que el servicio al Señor y a nuestros hermanos. En el mundo es común que las jerarquías hagan que las personas se enseñoreen de los demás, pero el Señor fue el ejemplo por excelencia, pues vino a servir, no a ser servido. La jerarquía no debe cambiar esta prioridad, sino que se debe seguir con ella. En la carrera del servicio al Señor, aquellos que son puestos en alto, es necesario que tengan comunión con los que están bajo su cuidado, deben mostrarse amigos, para que cuando vengan tiempos difíciles, los pequeños estén con quienes cuidan de ellos. Nuestro fin debe ser agradar al Señor, cuando le servimos en la congregación, aquellos que no recuerdan esto, al tener una jerarquía, pierden el rumbo y ya no son un vaso útil para el Señor. Al ser como niños, y actuar como tales, debemos estar atentos de las cosas que hace nuestro padre, no solo el padre biológico, sino el Padre de las luces. Los niños tienen una total confianza en su padre. Mateo 19:13-15 LBLA Entonces le trajeron algunos niños para que pusiera las manos sobre ellos y orara; y los discípulos los reprendieron. 14 Pero Jesús dijo: Dejad a los niños, y no les impidáis que vengan a mí, porque de los que son como éstos es el reino de los cielos. 15 Y después de poner las manos sobre ellos, se fue de allí. Dice también la palabra que el Señor tomó a un ciego de la mano y lo sacó de su aldea, esto nos indica que nos debemos dejar guiar por el Señor como niños, dejando que nos lleve de la mano hacia donde Él quiera; nos sacará de nuestro entorno y pondrá Sus manos sobre nosotros y nos sanará. Esta es entonces una invitación a ser como niños si queremos ver los milagros del Señor en nuestras vidas. Dios nos pide constantemente nuestro corazón, entonces necesitamos ser como niños para poder entregárselo. A veces no podemos ver las causas de nuestros problemas, tampoco la salida, porque no podemos ver, es decir, estamos como ciegos espirituales, entonces es cuando somos llamados a creer que el Señor suplirá aquella necesidad que tengamos, pues su amor y su misericordia nos dará la salida a nuestros problemas. Es imposible que a través de nuestros prejuicios veamos los milagros de Dios, debemos botarlos para poder ser como niños que confían en aquel que los guarda. Hebreos 4:16 LBLA Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna. Este estudio puede imprimirse y reproducirse por cualquier medio siempre y cuando se cite la fuente de donde se obtuvo.
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Podemos acercarnos entonces al Señor, con confianza, como un niño al acercarse a su padre; sin miedos, pues Él los llevó todos en la cruz del calvario y con Su sacrificio nos hizo libres. No se trata solo de buscarlo en la congregación, sino que debe haber un anhelo de buscarle en la intimidad de nuestro hogar; sabiendo que Él es todo para nosotros, nuestro refugio, nuestra fortaleza, nuestro socorro. El propósito de parte de Dios hoy es que recordemos que somos Sus pequeñitos y que tiene cuidado de nosotros porque es nuestro Padre. Tendremos esta confianza de saber que estamos bajo la protección del Señor cuando hacemos la voluntad del Padre. Jesús dijo que su madre y hermanos eran aquellos que hacían la voluntad de Su Padre, como refiriéndose a quiénes están bajo el cuidado de Dios. Otra característica de los niños es que son humildes. La humildad es una virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades, y en obrar de acuerdo con este conocimiento. Un niño no piensa en el qué dirán cuando hace algo, sino lo hace de acuerdo a sus limitaciones. Somos como niños cuando nos despojamos de todos los complejos, sin ellos podemos danzar o llorar libremente. El Señor es tan misericordioso con nosotros que usa a aquellos que dan el consejo de la palabra para señalar nuestros errores o debilidades, dándonos también la forma en la que podemos corregir nuestro actuar. A veces tenemos idea de lo que nos hace falta cambiar, pero es difícil entenderlo y sólo a través de la llenura del Espíritu Santo podemos comprender la voluntad de Dios para nosotros, incluso comprender las circunstancias que nos rodean, pues la Biblia dice que todas las cosas que nos suceden obran para nuestro bien. Salmos 138:6 LBLA Porque el SEÑOR es excelso, y atiende al humilde, mas al altivo conoce de lejos. Si queremos estar cerca del Señor, necesitamos ser humildes, no sólo delante del Señor, sino delante de las delegaciones que Él nos ha enviado. Es mejor ser humilde por propia convicción que ser humillado por otros. Salmos 113:5-6 LBLA ¿Quién es como el SEÑOR nuestro Dios, que está sentado en las alturas, 6 que se humilla para mirar lo que hay en el cielo y en la tierra? Los cielos y la tierra fueron creados por Dios, tienen un principio y un fin, pero el Señor nuestro Dios no tiene un principio ni un fin, entonces Dios se humilla al ver su creación. La palabra humillar en este versículo también se puede traducir reducirse, lo cual nos indica que el Señor se redujo, es decir, se hizo pequeño para mirar lo que hay en el cielo y en la tierra, para vernos. De allí que el Hijo también se humilló, porque hizo las cosas que vio hacer a Su Padre, se humilló para acercarse a Su creación y también para redimirnos pasando por el sacrificio de la cruz. ¿Quién de nosotros sería mayor el Padre y el Hijo para no hacernos pequeñitos o reducirnos y ser humildes como lo hicieron ellos? Dios quiere que seamos niños para creerle y recibir Su misericordia y Su amor. Este estudio puede imprimirse y reproducirse por cualquier medio siempre y cuando se cite la fuente de donde se obtuvo.
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Filipenses 2:5-8 LBLA Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. 8 Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. El Hijo hace lo que ve hacer al Padre, por lo que a nosotros nos corresponde hacer lo que vemos hacer al Hijo, una de ellas es ser luz. 1 Pedro 5:6-7 LBLA Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que El os exalte a su debido tiempo, 7 echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque El tiene cuidado de vosotros. Aquel que se humilla delante del Señor, será levantado en su debido tiempo, no sólo desde el punto de vista del arrebatamiento, sino de las diferentes circunstancias en las que nos podamos encontrar. El Señor cuida de nosotros, pero nosotros debemos permitírselo también haciendo Su voluntad. Si los niños dependen totalmente de su padre en lo biológico; lo que nos corresponde es vivir ese ejemplo dependiendo del Señor, a tal extremo de decir lo que dijo el Apóstol Pedro: “a donde más iremos si sólo tú tienes palabras de vida eterna”. El único futuro y esperanza que tenemos es nuestro Señor, no tenemos a dónde ir, nada puede reemplazar el valor del sacrificio del Señor Jesucristo, y no hay nadie que pueda perdonar los pecados. La invitación hoy es que nos acerquemos a la puerta de salvación que es nuestro Señor Jesucristo, la esperanza de vida sólo la podemos encontrar en Él, hay oportunidad para aquellos que necesitamos una salida, Él nos espera con los brazos abiertos, como lo hace un padre en lo natural.
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