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Fronteras y encuentros martes, 19 de agosto de 2008
El exilio español en América Latina
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Ante un lleno total, se presentó en el auditorio del Ateneo Español A.C. el libro Pan, trabajo y hogar. El exilio republicano español en América Latina, obra coordinada por la investigadora Dolores Pla Brugat, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), con textos de especialistas en el tema, donde se narran los sucesos ocurridos tras el arribo de los exiliados españoles a las diferentes naciones del continente americano. La presentación estuvo a cargo de funcionarios de instituciones relacionadas con el tema como Cecilia Romero Castillo, del Instituto Nacional de Migración (INM), y Katya Somohano Silva, de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) de la Secretaría de Gobernación (SG), entre otros. De igual manera, participaron investigadoras como Virginia García Acosta y Clara E. Lida, del Colegio de México (COLMEX). oeditado por el INAH y la SG, el texto aborda el tema del exilio republicano español, ocurrido tras la guerra civil que se registró en la península ibérica de 1936 a 1939, la instalación del régimen franquista y los sucesos desencadenados tras la llegada de miles de españoles a territorio de las naciones latinoamericanas. En entrevista, Pla Brugat, mencionó que este libro es resultado de un artículo que escribió hace algún tiempo para una revista española, la cual le encargó textos con una visión amplia sobre el tema de los exiliados españoles en América Latina. “A partir de ahí me di cuenta de la necesidad que había de tratar el tema más a fondo y del interés que existía por parte de especialistas de distintos países del continente, lo cual me daba la oportunidad de coordinar un texto como este.” Específicamente, se tratan los casos de países que abrieron sus puertas a los refugiados que huían de su país, tales como Colombia, Venezuela, República Dominicana, Chile, Argentina, Puerto Rico y México. Sin embargo, no todos los gobiernos de estas naciones recibieron, en su momento, de la misma manera a los exiliados. El caso de la República Dominicana, gobernada por el dictador Leónidas Trujillo de 1930 a 1961, fue particular ya que dicho personaje no permitió la entrada a miles de españoles que llegaron a ese país. Resulta atractivo el caso de los exiliados en Colombia, porque es la primera vez que se trata el tema en un texto con las características del presentado. Hasta la fecha no se contaba con información documentada sobre el desarrollo e inserción de la comunidad española en la sociedad colombiana, por lo que ésta, es una buena oportunidad para acercarse al asunto. Los casos de Chile, Argentina y Venezuela, gozan de buena reputación, por llamarlo de alguna manera, ya que en esas naciones el recibimiento fue categórico y significativo. Estos tres países fueron de los que mayor número de refugiados acogieron, a los cuales les permitieron una rápida y, hasta cierto punto, fácil adaptación en sus respectivos núcleos sociales. Resalta el papel de México y su larga y significativa tradición de ofrecer refugio a los extranjeros. Además de recibir a la gran mayoría de los españoles que dejaban atrás su pasado, fue el país que mayores y mejores beneficios les brindó. La labor que llevó a cabo el presidente mexicano de entonces, Lázaro Cárdenas, fue fundamental y con tintes de gran humanismo a favor de los refugiados, mismos que, hasta la fecha, se encuentran agradecidos con el personaje. El beneficio fue mutuo. A tierras mexicanas llegaron grandes personajes de la vida española en ese momento. Destacados médicos, artistas, escritores, investigadores y periodistas, entre otros, permearon el territorio nacional y se insertaron en la sociedad mexicana a la que aportaron invaluables conocimientos y avances en todos los campos. También, se debe destacar, complementaban el círculo exiliado, miles de las llamadas “personas de a pie”, gente común y corriente con gran visión para los negocios y recios trabajadores. Los autores involucrados en la obra coinciden en que ninguno de los casos fue fácil, a pesar de que en algunos la disposición política fue elemental para la rápida y conveniente adaptación española en la vida de cada país. Así pues, se plantea un panorama general de la situación actual en cada nación y el desenvolvimiento, con el paso de los años, de las generaciones descendientes de aquella exiliada. El enriquecimiento fue mutuo, dice Pla Brugat, refiriéndose a ese intercambio y nueva mezcla que significó la llegada de http://dti.inah.gob.mx
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los españoles a territorio nacional. A pesar de todo lo que tuvieron que pasar los refugiados, se forjaron, a final de cuentas, las que la investigadora ha llamado “identidades con fronteras de encuentros y desencuentros”. Francia fue el país que registró el mayor número de refugiados españoles, gran parte del más de medio millón de personas que dejaron territorio ibérico en busca de otras latitudes que, además de sobrevivir, les proporcionaran formas de vida mejores, y más provechosas. México ocupa el segundo lugar con poco más de 18 mil españoles exiliados. Dolores Pla Brugat, coordinadora de Pan, trabajo y hogar. El exilio republicano español en América Latina, reconoció al INAH como la institución mexicana que más ha investigado sobre el tema en todo el continente. “En el Instituto contamos con el testimonio oral más grande sobre el exilio español de todo el mundo”, concluyó.
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