Conociendo al amigo imaginario de tu hijo ¿Es normal? ¿Otros niños también tienen un amigo imaginario? ¿Cómo debo actuar? ¿Me debo preocupar?
Como pequeña introducción deciros que más del 60% de los niños con edades comprendidas entre los tres años de edad y los siete años de edad tienen un amigo imaginario, y que dicha relación de amistad se puede prolongar hasta los ocho años de edad o incluso más. Estos amigos especiales que tienen algún propósito en la vida del niño, y suele darse con mayor tendencia en hijos únicos, pueden crear ventajas e inconvenientes. El artículo de hoy tiene como finalidad el daros algunas respuestas a preguntas que os surgen a los padres cuando vuestro hijo os habla por primera vez de ese amiguito tan especial que tiene y únicamente conocido por él, o bien, cuando empezáis a sospechar de su posible existencia al observar el comportamiento de vuestro hijo. En relación a esto último, señalaros que alrededor del 25% de los padres no os dais cuenta de que vuestro hijo tiene un amigo imaginario.
Conociendo más acerca del amiguito especial de vuestro hijo La aparición del amigo imaginario si bien se puede producir dentro de cualquier etapa evolutiva de vuestro hijo, la edad de más frecuente aparición es entre los dos y los tres años de edad, manteniéndose hasta los siete años de edad en el 70% de los niños y despareciendo por completo a los
trece años de edad en el 30 % de los niños. Eso sí, hay un mínimo porcentaje de casos a los que su amigo imaginario lo acompañaban incluso en la edad adulta.
Su amigo imaginario puede tener diferente naturaleza, así pueden ser seres completamente invisibles e idealizados como sus héroes preferidos, hadas o duendes que aparecen en sus cuentos de cabecera, o simplemente un amiguito invisible, o bien, pueden estar identificados con algún objeto, como sería un osito de peluche o una muñeca. Independientemente de la naturaleza que adopte su amigo especial, éste tiene un nombre propio con rasgos físicos bien definidos e incluso una determinada personalidad con sus propias maneras de actuar que no tienen que ser las mismas que las de vuestro hijo. Toda esta riqueza de matices hace que vuestro hijo y su amigo especial no siempre tengan que estar de acuerdo, lo que favorecerá la interacción social al tener que darle explicaciones, negociar y evidentemente, hablarle. Con este amigo es con quién comparte su tiempo lúdico, sus juegos y sus juguetes.
¿Cree mi hijo realmente que son reales? Su hijo insistirá en su existencia real cada vez que le preguntéis, aunque a pesar de las vivencias compartidas con su amigo imaginario, en el fondo sabe que es un producto de su fantasía y entiende de que no es real. Este fenómeno especial tiene una mayor probabilidad de aparición en hijos únicos o en el primero de los hermanos, que al encontrarse rodeados por un mundo de adultos encuentra en su amigo imaginario una posible solución al vacío social que puede sentir a la hora de jugar. La presencia del amigo imaginario se ha asociado a niños que tienen una mayor sensibilidad y que están más en contacto con la imaginación y la fantasía. Es más, se ha comprobado que estos niños son adultos más creativos y artísticos. Al respecto, algunos estudios han señalado que estos niños de adultos se acercarán más a expresiones de tipos artísticas como son el arte o la poesía. En relación a lo comentado, indicar que es raro que estos niños muestren conductas agresivas.
¿Cuál es la función del amigo imaginario? ¿Para qué le sirve a vuestro hijo? Los amigos imaginarios son un recurso que utiliza vuestro hijo para satisfacer algunas de sus necesidades que no se le brinda en su medio. La mayoría de autores están de acuerdo en que el amigo imaginario tiene una función positiva para el niño al ser un vehículo de transmisión de sus sentimientos en un momento de su etapa evolutiva en que tiene dificultades en expresarlos. Es más, incluso los sentimientos negativos propios del niño también se lo atribuye a su amigo imaginario como sería en el caso de que tras un comportamiento inadecuado le culpara a su amigo especial con el fin de evitar el castigo. Así mismo, estos amigos imaginarios responden a idealizaciones e ideas positivas. Con su amigo especial tiene oportunidad de satisfacer sus deseos y anhelos, que como ya he señalado, necesidades que no tiene en su entorno habitual. Otra función primordial es la de protección para el niño, ya que además de proporcionarle compañía e interacción, también lo utiliza para liberarse de las tensiones y del estrés que el niño puede experimentar tanto en el colegio como en el hogar, convirtiéndose de esta manera su amigo imaginario en un refugio dónde encontrarse seguro del mundo adulto. Por último, algunos autores también señalan como una función de estos amigos especiales la de suplir las carencias afectivas que el niño presenta.
Aquí os dejo un vídeo donde la psicóloga Eizabeth López Santiago resume brevemente lo más importante a tener en cuenta si vuestro hijo tiene un amigo imaginario. https://youtu.be/N6IuNBmHusw
Miriam Navais | Psicóloga Clínica