VIVIR BURGOS13
LUNES 9 DE JULIO DE 2007 DIARIO DE BURGOS
4SOLIDARIDAD
4MÚSICA
4VACACIONES
La Asociación Esclerosis Múltiple de Burgos recauda VIVIR18 fondos en El Plantío.
El concierto de Paulina Rubio, el próximo viernes, cambia su escenario de El Plantío a la Plaza de Toros. VIVIR15
¿Con quién dejamos a los niños? Colonias, ludotecas, VIVIR16Y17 CEAS, abuelos...
actividades divulgativas. También está prevista la celebración de jornadas de observaciones astronómicas en el propio planetario cuando se dé algún acontecimiento espacial de relevancia, por ejemplo las clásicas lluvias de estrellas. Otra de las ventajas que ofrece es su emplazamiento. El cerro de San Miguel, ubicado junto a la campa del castillo, es un sitio cercano a la ciudad lo que facilita, en gran medida, el desplazamiento
El carro de
Helios
Varios astrónomos de la Asociación organizaron ayer una observación colectiva del Sol en la Plaza Mayor, donde los viandantes disfrutaron de sus manchas y protuberancias N. LÓPEZ / BURGOS
El Ayuntamiento, la Junta de Castilla y León y Caja de Burgos se han interesado en ayudar al proyecto
F
de los visitantes y demás usuarios hasta el lugar. CAZADORES DE ECLIPSES. A pesar de que se sabe casi todo de este fenómeno, miles de personas viajan cada vez que Tierra, Luna y Sol se alinean. Estos amantes de los astros recorren miles de kilómetros para congregarse en los países en los que se puede disfrutar del eclipse solar de forma total. Algunos de los miembros de la Asociación Astronómica Burgalesa han salido en busca de eclipses hasta Sudáfrica o Europa del Este. Como mucho, siete minutos de oscuridad que, según dicen, bien merecen el viaje. ALFONSO X, EL SABIO. Este rey de la Edad Media fue un gran protector de la astronomía, ya que mandó traducir al castellano y al latín numerosos libros sobre el tema. Estableció nuevas efemérides que tomaron el nombre de Tablas Alfonsinas y luchó contras las mentiras de la astrología. Por ello, a la Asociación Astronómica de Burgos le gustaría que el nombre del futuro observatorio fuera el de este rey.
Un niño observa el Sol a través de un Schmidt-Cassegrain. / VALDIVIELSO
ue una gran revolución cuando un ser humano, por primera vez, planteó la posibilidad de que la Tierra, nuestro transporte espacial, no fuera el centro del Universo conocido. El astrónomo Nicolás Copérnico, en pleno siglo XVI, señaló al Sol como eje de los planetas más cercanos. Lejos quedaban los días en que el astro representaba al dios griego Helios viajando en su carro de luz. Gracias a grandes astrónomos como Copérnico, el ser humano pasó de mirar de reojo a contemplarle con preciso instrumental. Tal fue la tarea que ayer, en pleno apogeo de su eclíptica, varios científicos miembros de la Asociación Astronómica de Burgos mostraron en la Plaza Mayor a los viandantes dos formas diferentes de contemplar al Sol. Bajo una amenazante capa de nubes, cuatro telescopios de diversa construcción alzaron sus ópticas apuntando al cielo, con la esperanza de poder cumplir con la cita. Como si de una sincronizada danza se tratase, la nubosidad dejó paso a la brillante estrella que nos ha visto crecer. El portavoz de la Asociación, Daniel Martínez, relató que «con ayuda del Aula Medio Ambiente de Caja de Burgos y el Ayuntamiento, queremos acercar el Sol a la gente, porque sus alteraciones en la superficie son fáciles de ver desde la Tierra». Efectivamente, pronto se formaron colas tras los aparatos de observación. En dos de ellos, los astrónomos montaron filtros solares tipo coronógra-
fo, los cuales permitieron observar algunas protuberancias formadas por nubes de hidrógeno a altísimas temperaturas. El mecanismo de este filtro es relativamente simple, pues oculta el disco solar a modo de eclipse artificial, logrando que podamos apreciar los detalles de la corona. Pero como en la superficie del sol que tenemos de cara también suceden fenómenos interesantes, los otros dos filtros fueron estándar, pues colocados delante del objetivo permitieron contemplar la fotosfera del Sol, es decir, las famosas manchas solares. UN DESCONOCIDO. Para la mayoría de la gente, el Sol es una esfera de fuego que flota en el espacio, velando por los nueve planetas y otros tantos astros de su Sistema. Sin embargo, existen datos sobre él que no pueden ser ignorados. Martínez comentó que «tiene periodos de actividad cada once años. Ahora está en baja, pero en poco tiempo tendrá más actividad y eso afectará al clima en la Tierra». Su temperatura exterior, por ejemplo, ronda los 6.000 grados centígrados, mientras que en su núcleo rebasa los 15 millones. Además, la luz de sus rayos tarda en llegar a nuestro planeta 8,3 minutos (recordemos que la luz viaja a una velocidad de 300.000 kilómetros por segundo). Al igual que la Tierra también posee rotación, solo que al ser un objeto líquido su velocidad de giro es diferente en los polos que en el ecuador.