La Responsabilidad La mayoría de los padres consideran muy importante que sus hijos desarrollen una actitud responsable, ya que supone un reflejo de la madurez personal. Un hijo responsable es capaz de vivir su libertad, de comprometer su vida con la verdad y el bien en un proyecto propio, con todas sus consecuencias. La mejor edad para arraigar el valor de la responsabilidad es entre los seis y doce años. En esa época, se dan en el niño unos Periodos Sensitivos que hacen más fácil la conducta responsable. El amor a la justicia, la disposición pronta para ayudar y colaborar, el deseo de quedar bien, el afán de superación surgen y crecen en él casi espontáneamente. Son tendencias que cooperan directamente con la necesidad de cumplir con el deber, elegido o asumido. Se trata de predisposiciones que facilitan el realizar con perfección los compromisos. TEST: ¿Es responsable mi hijo? Quizá, un primer paso consista en pararse a ver si somos o no responsables, y cuánto. Este test nos ayudará. Yo, habitualmente... Realizo mis tareas sin que tengan que recordármelo en todo momento. Estudio a diario. Ante unos resultados por debajo de mis posibilidades, acepto –de entrada, mi responsabilidad. Cuido mis cosas: ropa, útiles de estudio, etc. Soy capaz de exponer los motivos, las razones de por qué he actuado de tal o cual manera. No me dejo influir con facilidad por los comentarios de mis compañeras. Juzgo sin precipitación, sin dejarme arrastrar por un sentimiento pasajero. No echo la culpa a los demás sistemáticamente. Soy capaz de escoger entre alternativas diferentes, razonando la elección. Me comprometo libremente en proyectos y asumo –con constancia las lógicas incomodidades. Pido perdón cuando me he equivocado. Me informo adecuadamente antes de tomar una decisión. Termino lo que empiezo. Consulto con mis padres algunas decisiones personales. Tengo claro en qué puedo decidir por mi cuenta y en qué he de pedir permiso. Puedo tomar decisiones que difieren de las que otros toman en los grupos en los que me muevo (pandilla, compañeros de colegio, familia..). Hago lo que digo que voy a hacer. Cumplo mis encargos familiares. Respeto las decisiones de los demás. Ayudo y estoy pendiente de mis hermanos menores. Reconozco mis errores sin necesidad de complicadas justificaciones. Soy capaz de tomar decisiones y llevarlas a cabo, aún a sabiendas de que no va a estar “bien visto” por algunas compañeras.
Autocorrección 19 a 22 cuestiones marcadas afirmativamente: Muy bien. Esta chica está en proceso de ser una joven responsable.
15 a 18 cuestiones marcadas afirmativamente: Bien. Interesa convertir en planes de acción educativa los aspectos que están fallando. 10 a 14 cuestiones marcadas afirmativamente: Es importante plantearse una acción educativa concreta de la responsabilidad Menos de 10 cuestiones marcadas afirmativamente: Esta chica necesita una acción educativa urgente e intensa sobre esta virtud
Libertad y responsabilidad La libertad de cada persona es el dato previo fundamental de cualquier programa de educación en una familia. Y la responsabilidad, por tanto, presupone la capacidad de decidir libremente, de poder autodirigirse. La libertad nos hace capaces de elegir el bien; la responsabilidad, de poner en práctica esas decisiones y de cumplir con los propios deberes lo mejor posible, con autonomía e iniciativa.
Virtud nuclear: responsabilidad
José Antonio Alcázar La responsabilidad es un valor que hoy en día se cotiza muy al alza. La mayoría de los padres consideran muy importante que sus hijos desarrollen una actitud responsable, ya que supone un reflejo de la madurez personal. Un hijo responsable es capaz de vivir su libertad, de comprometer su vida con la verdad y el bien en un proyecto propio, con todas sus consecuencias. La mejor edad para que arraigue el valor de la responsabilidad es entre los seis y doce años. En esa época, se dan en el niño unos Periodos Sensitivos que hacen más fácil la conducta responsable. El amor a la justicia, la disposición pronta para ayudar y colaborar, el deseo de quedar bien, el afán de superación... surgen y crecen en él casi espontáneamente. Son tendencias que cooperan directamente con la necesidad de cumplir con el deber, elegido o asumido. Se trata de predisposiciones que facilitan el realizar con perfección los compromisos. TEST: ¿Es responsable mi hijo? Quizá, un primer paso consista en pararse a ver si nuestro hijo es o no responsable, y cuánto. Este test nos ayudará. Mi hijo/a, habitualmente... realiza sus tareas sin que haya que recordárselo en todo momento. estudia a diario. ante unos resultados por debajo de sus posibilidades, acepta –de entrada– su responsabilidad. cuida sus cosas: ropa, útiles de estudio, etc. es capaz de exponer los motivos, las razones de por qué ha actuado de tal o cual manera. no se deja influir con facilidad por los comentarios de los compañeros/as. juzga sin precipitación, sin dejarse arrastrar por un sentimiento pasajero.
no echa la culpa a los demás sistemáticamente. es capaz de escoger entre alternativas diferentes, razonando la elección. se compromete libremente en proyectos y asume –con constancia– las lógicas incomodidades. pide perdón cuando se ha equivocado. se informa adecuadamente antes de tomar una decisión. termina lo que empieza. consulta con sus padres algunas decisiones personales. tiene claro en qué puede decidir por su cuenta y en qué ha de pedir permiso. puede tomar decisiones que difieren de las que otros toman en los grupos en los que se mueve (pandilla, compañeros de colegio, familia..). hace lo que dice que va a hacer. cumple sus encargos familiares. respeta las decisiones de los demás. ayuda y está pendiente de sus hermanos menores. reconoce sus errores sin necesidad de complicadas justificaciones. es capaz de tomar decisiones y llevarlas a cabo, aún a sabiendas de que no va a estar “bien visto” por algunos compañeros. Autocorrección
19 a 22 cuestiones marcadas afirmativamente: Muy bien. Este chico/a está en proceso de ser un/una joven responsable. 15 a 18 cuestiones marcadas afirmativamente: Bien. Interesa convertir en planes de acción educativa los aspectos que están fallando. 10 a 14 cuestiones marcadas afirmativamente: Es importante plantearse una acción educativa concreta de la responsabilidad Menos de 10 cuestiones marcadas afirmativamente: Este/a chico/a necesita una acción educativa urgente e intensa sobre esta virtud
Libertad y responsabilidad La libertad de cada persona es el dato previo fundamental de cualquier programa de educación en una familia. Y la responsabilidad, por tanto, presupone la capacidad de decidir libremente, de poder autodirigirse. La libertad nos hace capaces de elegir el bien; la responsabilidad, de poner en práctica esas decisiones y de cumplir con los propios deberes lo mejor posible, con autonomía e iniciativa. HAY QUE EDUCAR EN UNA LIBERTAD RESPONSABLE El principal medio para educar en y para la libertad responsable lo constituye la misma convivencia familiar. Cuando hay auténtica convivencia familiar, los hijos aprenden a asumir distintos papeles y adquieren habilidades de relación, comprensión, apertura y comunicación.