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"La vida de fe de Mardoqueo ”

¿Cómo están, hermanos? Mucho gusto. Vamos a ver el libro de Ester, capítulo 7. Yo voy a leer desde el 1.

1 Fue, pues, el rey con Amán al banquete de la reina Ester.

2 Y en el segundo día, mientras bebían vino, dijo el rey a Ester: ¿Cuál es tu petición, reina Ester, y te será concedida? ¿Cuál es tu demanda? Aunque sea la mitad del reino, te será otorgada.

3 Entonces la reina Ester respondió y dijo: Oh rey, si he hallado gracia en tus ojos, y si al rey place, séame dada mi vida por mi petición, y mi pueblo por mi demanda.

4 Porque hemos sido vendidos, yo y mi pueblo, para ser destruidos, para ser muertos y exterminados. Si para siervos y siervas fuéramos vendidos, me callaría; pero nuestra muerte sería para el rey un daño irreparable.

5 Respondió el rey Asuero, y dijo a la reina Ester: ¿Quién es, y dónde está, el que ha ensoberbecido su corazón para hacer esto?

6 Ester dijo: El enemigo y adversario es este malvado Amán. Entonces se turbó Amán delante del rey y de la reina.

7 Luego el rey se levantó del banquete, encendido en ira, y se fue al huerto del palacio; y se quedó Amán para suplicarle a la reina Ester por su vida; porque vio que estaba resuelto para él el mal de parte del rey.

8 Después el rey volvió del huerto del palacio al aposento del banquete, y Amán había caído sobre el lecho en que estaba Ester. Entonces dijo el rey: ¿Querrás también violar a la reina en mi propia casa? Al proferir el rey esta palabra, le cubrieron el rostro a Amán.

9 Y dijo Harbona, uno de los eunucos que servían al rey: He aquí en casa de Amán la horca de cincuenta codos de altura que hizo Amán para Mardoqueo, el cual había hablado bien por el rey. Entonces el rey dijo: Colgadlo en ella.

10 Así colgaron a Amán en la horca que él había hecho preparar para Mardoqueo; y se apaciguó la ira del rey.

Hasta aquí hemos leído. La vida de fe pareciera tranquila pero tiene realmente muchas dificultades: es porque uno no sabe muy bien; es como si fuera una gran batalla. La hermana Kim Joo Won, que viene a la iglesia (antes de recibir la salvación), cuando la oímos, es increíble la historia. Una vez su amiga me dijo: “pastor, hay una persona que es mayor que yo. ¿Podría encontrarse con ella? Es mi amiga”. Esta señora de Busan vino en el metro KTX. Ella se encontró conmigo y me hablaba de lo que había ocurrido, cómo se divorció y tuvo una hija. Dice que ella llevaba un negocio en Busan y ganó bastante dinero con la mamá y con el hermano que estaba con ella. Una vez la adivina ¿qué le dijo a ella?

—Tú debes echar a tu madre y a tu hermano de la empresa.

—¿Cómo voy a hacer eso? Es absurdo.

—Como te parezca porque, ah, ahora te ha ido bien gracias a ¿quién? Si quieres fracasar…

El hermano estaba en una buena empresa pero para ayudar a su hermana renunció y vino a la empresa de su hermana pero ella tuvo miedo de la adivina, entonces echó a su madre y a su hermano.

—Hermano, hay algo que no te puedo contar pero luego te voy a contar. Por favor quisiera que salgas de esta empresa.

—Tú me pediste para venir y yo renuncié a mi empresa y vine aquí. ¿Tiene sentido eso? Ya su madre, su hermano renunciaron. Ya ellos ni le querían mirar a ella (luego su madre también recibió la salvación). Ella tenía una hija muy pequeña, esta hermana. La adivina le dijo: “cuanto más lejos de tu hija, será mejor para ti”. No podía desobedecer la palabra de la adivina, entonces apenas tenía algunos añitos pero la dejó en la casa del pariente. Dice que extrañaba mucho a la bebé y pasó día tras día llorando por la bebé. La hermana me iba contando aquello.

Era de noche, todavía no era la madrugada. No pudo dormir. Dice que empezó a oír un sonido. No sabía quién era. Le dijo: “vete junto a la ventana”. Fue junto a la ventana. “Trae tu silla junto a la ventana”. Oía como que alguien le decía algo a los oídos pero no sabía quién era. Ella sin pensar seguía a la voz: “ya sube sobre la silla”. Se subió. “Abre la ventana. Salta”. Era el piso 34, un piso alto. Ella como que titubeó. Le dijo: “no tengas miedo. En alguna ocasión el hombre debe morir”. Pensó en su hija. Ah, el demonio conocía todo como un demonio. “No te preocupes por tu hija. A tu mamá le gusta el dinero. Tú tienes dos apartamentos. Si vende eso ella, cuanto fuese va a poder criar a tu hija”. Yo oía eso y sentía que el espíritu maligno iba llevando a esta mujer a la destrucción. En ese entonces todavía no era hermana y ella no sabía bien eso. Ella tenía ganas de saltar. Un mes antes tenía cinco amigos que dijeron:

—Vamos a escalar la montaña.

—Sí, vamos. Ellos ahora determinaron ir a escalar la montaña. Al día siguiente tenían que ser cinco pero una persona no vino. Le llamaban, no contestaba. Cuando fueron a su casa, había sido esta persona que se ahorcó en la ducha a la noche pasada. Tenía buenas condiciones, todo era muy bueno y no había ocasión para que se preocupe. Después de un mes la hermana Kim Joo Won estaba en esa situación (era antes de que sea hermana). ¿Qué pensó? “Ah, esta persona se suicidó oyendo esta voz”. Cerró el vidrio. Cuando escuché eso: “el espíritu maligno para llevar a la destrucción a la hermana, continuamente iba trabajando. Si estaba la madre con ella iba a ser difícil para que ella salte, el hermano lo mismo. ¿Cómo iba a morir delante de la hija, ¿verdad? Realmente planificó para que el hermano se vaya y se aparte también de la hija”. En lo profundo de la noche pensaba esto y ello y no podía seguir esa voz.

Ahora en este mundo hay dos grandes batallas, para rescatarnos del pecado y guiarnos al mundo eterno: ese amor de Dios. Contrariamente el espíritu maligno quiere que vayamos al infierno, viviendo rápidamente. Eso claramente va luchando. Yo cuando me encontré con la hermana Kim Joo Won ¿qué pensé? “Ah, para llevar al infierno desde hace tiempo atrás, Satanás ha planificado, ha hecho para que salga el hermano”. Entonces el hermano ni volvía a la casa y la madre ahora ya era como un enemigo para ella. Nadie, nadie vino a la casa. Ya que si estaba la niña no podía suicidarse, apartó a la niña a lo lejos, a Seúl. El espíritu maligno para guiarla a la destrucción eterna, yo podía ver cómo la iba llevando. Yo le dije a la hermana Kim Joo Won:

—Señora, debe creer en Jesús.

¿Saben lo que me dijo? Muy tranquila me dijo:

—La próxima.

Verdaderamente ya venía el momento decisivo pero la hermana me dijo “la próxima vez”. Yo me asusté en ese momento y le grité:

—¡Escándalo! Usted, señora, ¿qué está diciendo?

La hermana dice que perdió toda la fuerza cuando me escuchó gritar y creyó en ese momento: recibió la salvación. De nuevo se subió al tren KTX. Se dirigió a Busan. “Tú has dejado a tus ancestros. Tú serás destruida. Puede que tu hija ahora sea maldita. Recibirás la maldición”. Esa voz ella oía y le quebrantaba. Llegó a Busan y dice que se apartó ese pensamiento. “Si hay alguien que murió por mí en la cruz, no me ocurrirá eso a mí”. Creyendo en Jesús vivió dentro del evangelio y la veo que es muy preciosa, muy bella.

La hermana Kim Joo Won, no solamente ella, yo veo que hay mucha gente que es como ella. No les puedo contar todo a ustedes pero es porque no sabemos que el espíritu maligno trata para que no podamos creer en Jesús. El espíritu maligno hace que nosotros no podamos menos que dirigirnos a la maldición. Ustedes recibiendo la salvación, a los hermanos que han recibido la salvación, como fuese Satanás trabaja para que el hermano no pueda ir a la iglesia; sin saber, simplemente uno es arrastrado por ese sonido y tanta pena, tanta pena sentimos, no se imaginan cuánta.

Anoche vino el expresidente de Benín, Yayi Boni. Yo tuve la campaña en Gwangju. Realmente se planificó tener el seminario hasta la noche de ayer pero el expresidente Yayi Boni, cuando estaba en el cargo, él era muy amigo de nosotros. Le supliqué al pastor Kim

Ki Sung, le dije que predicaría hasta la mañana y “el sábado por la noche, usted predique”.

Le supliqué y vine. Ayer los carros que venían de Gwangju hasta Jeonju estaban bien pero de Jeonju a Cheonan no se imaginan cuánto tráfico. Yo quería bajarme del carro y caminar hasta aquí. Llamé a la iglesia. Los pastores de nuestra iglesia son muy buenos. El hermano rápidamente vino con el carro Carnival, rápidamente con la furgoneta vino a donde yo estaba, vino hasta el paradero, entonces con la furgoneta rápidamente a 100 kilómetros por hora vinimos. El hermano Hangju con mi carrito vino una hora después.

Anoche nos encontramos con el hermano, con el expresidente Yayi Boni. Los hermanos vinieron a felicitarlo y estábamos agradecidos. Estábamos nosotros reparando algunas partes de la iglesia. El anciano se encargó, arreglaba la parte en donde goteaba y en el subsuelo, en el tercer piso también; el comedor estaba bien bonito. Nosotros hicimos la bienvenida al expresidente allá. Sentimos mucho, mucho agradecimiento ante el expresidente. Por la úlcera de Buruli hemos chocado bastante con el gobierno pero el ministro de la salud dijo que en su país había solamente cinco enfermos de úlcera de Buruli. Casi me asusté, ya no podía continuar hablando. En ese momento el presidente tenía una relación cercana a mí. Yendo al ministerio pudimos ir a contactarnos y a tratar a los pacientes. El presidente Yayi Boni me trató muy bien a mí. Al comienzo cuando yo fui había un gran evento en ese entonces. Dijo que el presidente iba a venir. Me conmoví tanto ese día yo. El presidente ahora iba a dar el mensaje y me dijeron que yo me pare atrás. Me aguanté tanto para no toser. Me fui. Le habíamos dado la bienvenida al presidente. Realmente es una persona que nos trató muy, muy bien; conseguimos un gran terreno en Benín. Había abierto el camino para que podamos hacer muchas cosas. La vez pasada también había venido. Vino por otro evento. Vino anoche y en esta mañana él tenía otro evento. A la noche dice que volverá a venir. Tenemos una campaña y él vendrá a la campaña de Incheon, dice.

Cuando realizamos la obra del evangelio no es simple la cuestión de encontrarnos con el presidente. Yo no soy una persona que tiene condiciones para encontrarse con el presidente pero Dios me permitió encontrarme con muchos presidentes. Este presidente realmente nos trató muy bien. Fuimos y nos llevó al palacio presidencial y también me había dado un premio que era una medalla y recibí muchas bendiciones. Continuamente teníamos comunión. Acabó el periodo de él. Vino la vez pasada y en esta ocasión volvió a venir. Esta noche él va a ir a Incheon. Estamos muy, muy agradecidos.

Dentro de la vida que vamos viviendo, cuando nosotros nos fijamos, es bien notable: vamos marchando por este evangelio y hay una fuerza que nos ayuda para ello. Mientras que marchamos por el evangelio, para que no pueda marchar por el evangelio le va estirando. Ahora hay una fuerza que nos lleva, no es una simple fuerza, dentro del mundo del corazón existe eso. Si aunque sea un poquito nosotros dejamos el corazón, sin que nos demos cuenta el corazón es llevado. Hasta los pastores, ellos trabajan muy bien pero de repente están en otro mundo y dicen cosas absurdas. De esa manera no podemos decirle algo pero ¡porque puede realmente ocurrir eso! ¡Porque yo también a veces me comporto así! Yo les comparto esto para que ustedes sean comprensibles en ese momento.

Ester y Mardoqueo son los protagonistas de esta historia. Esta persona realmente es un cautivo en la guerra, por lo cual personas que atacan a estas personas que creen en Dios… Realmente el enemigo continuamente permanece allí porque fueron llevados cautivos a Babilonia. En medio de esa dificultad es un cautivo de la guerra. Una persona que está en un cargo alto después del rey, con esa persona está chocando, se llama Amán. Es una persona que está en el cargo más alto después de Asuero. Mardoqueo que fue traído cautivo, y Ester, tienen guerra con Amán.

Señores, leyendo la Biblia a veces quiero llorar de gozo. Está el rey y al que más enaltece es a Amán. Mardoqueo es una persona bien humilde que está en la esquina del palacio. Ester es su prima. Realmente esa persona tan humilde que no sirve para nada ahora tiene guerra con ese hombre que está en un cargo alto bajo el rey, Amán. Aunque no podemos contar todo, ahora al final Amán va destruyendo a todo Israel y eso mediante el rey Asuero. “En todo el país el día 13 del décimo segundo mes toda su herencia le van a quitar y le van a matar”; habían puesto ese anuncio. Entonces a menudo les cuento en el Occidente: en el Oriente no nos gusta el número cuatro, en el Occidente no les gusta el trece. Amán elige ahora por sorteo un número y es el día 13 del mes décimo segundo. “El día 13 de diciembre a todos los judíos ustedes les van a despojar la herencia y matar a ellos”. Ese anuncio se puso en cada rincón del mundo, en todo el reino, pero Mardoqueo y Ester que fueron traídos como cautivos son representantes de los judíos. Desde aquel momento ellos padecen una gran persecución. Dios de antemano supo que iba a ocurrir esto.

Cuando empieza el libro de Ester, capítulo uno, Asuero había hecho un gran banquete pero en ese entonces estaba la reina Vasti. Vasti era tan bella, verdaderamente era tan bella que le causaba pena a uno que ella esté dentro de la habitación. El rey ahora tomó en medio del banquete y estaba un poquito borracho. “Ah, mi esposa es tan bella. Qué bueno si esta multitud ve a mi esposa tan bella, qué felices se pondrán”. Tuvo ese corazón y llama al encargado. “Tú, ve junto a la reina Vasti y que se ponga la ropa de la reina, su corona, y que ella muestre su belleza ante mucha gente”. El siervo del rey va junto a la reina Vasti.

—Ah, reina Vasti, estoy aquí.

—¿Qué pasa?

—Es una orden. Con la ropa de la reina, con su corona, quiere que usted muestre toda su belleza a la gente. Si viene a ser el mandato del rey debería ir pero la reina junto con las mujeres ahora estaba divirtiéndose. Escucha eso. “¡Hmm!” Ella mira a otro lado, le da la espalda. Esto no está en la Biblia, no me pregunte “ah, pastor, ¿en qué parte de la Biblia dice eso?” Será difícil. El rey esperaba, esperaba a ella pero ella no vino. Pasó una hora, pasaron dos horas, pasaron tres horas. El rey se enojó y delante de todas las personas de un cargo alto realmente él era pisoteado. El rey dice:

—La reina no vino. Ah, ¿qué tengo que hacer?

Todos se dieron cuenta mirando ya la sensación del rey.

—Señor, mi rey, la reina Vasti no solamente cometió el error ante usted sino que cometió el error ante todo el pueblo de este país. Esto no es cuestión del rey y la reina, esto es un problema a nivel del gobierno, no simplemente un problema. Imagínese si hay un rumor de que usted llamó a ella y que ella no vino. Ese rumor, si se extiende por todo el mundo, todas las personas de este país actuarán como ella: “ni la reina fue, ni loco me voy a ir. ¡Dile que no puedo ir! Si me pide para que vaya voy. Y si… ah, ¿tengo que hacer todo eso?” Pareciera que iba a ocurrir eso. Entonces dijeron:

—El reino caerá en dificultad, será desenfrenado.

Hermanas, oigan bien. No estoy tratando de poner a las mujeres en un nivel bajo. No puedo dejar de contar esto porque es cosa de la Biblia, esto es la palabra de la Biblia. “Pastor, usted siempre está de parte de los hombres”. Yo escucho mucho de eso a mis espaldas. Siempre se pelean y yo me hago como que no oigo. Qué interesante, ¿verdad? Pero entonces sacando a ella de su puesto debería de poner a una mejor persona. El rey ahora se enojó y dijo: “será bueno eso”. Enviando al siervo le quita a ella de su puesto y allí ahora van a recomendar a la mujer más bella del reino. Ester fue reina en ese momento. Esto no es simplemente algo superficial, es una página de la guerra que tenemos con Satanás. Soy pastor. Yo también creyendo en Jesús, cuando he tenido muchas dificultades: “¿será que podré mantener mi vida de fe?” Varias veces pensé así; mediante la gracia de Dios pude lograr esto. Ustedes también viniendo a la iglesia, oyendo la palabra, felices, si viven sirviendo al Señor, felices, al diablo le molesta eso. Poniendo la foto de ustedes, el diablo ahora va tipeando y dice: “¿cómo haré para que esta persona se aparte de la iglesia? ¿Cómo haré que se aparte de la palabra del pastor Ock Soo Park? ¿Que ahora no ore, no mire la Biblia y que así sea un hombre del mundo, una mujer del mundo? (no podemos decir solamente mujer: un hombre del mundo también) ¿Cómo podemos convertirle?” Ahora va pensando el diablo. El diablo maldito no solamente en ustedes sino que a mí también: “hoy quiero descansar, sí, hoy quiero descansar; hoy quiero orar menos”. Ese corazón bastante me lo da a mí. Continuamente hay una gran guerra entre Dios y nosotros. Esa guerra, sea a ustedes o a mí, me va llevando; para que pueda ir hacia el lado del diablo, Satanás trabaja en gran manera.

Mediante la sangre de Jesús hemos recibido el perdón del pecado y cuando pensamos en el sufrimiento del Señor realmente no podría haber nada que no pueda hacer por el Señor. Mediante la sangre del Señor, obteniendo el perdón del pecado hemos recibido la promesa de poder ir al cielo pero a veces nuestro corazón se dirige hacia la carne, ¿verdad que sí? También los hermanos, no solamente las hermanas, viniendo el domingo al culto, oyendo la palabra, realmente es así, no es simplemente alguna cuestión sino que en medio de la gracia del Señor logramos esto.

Ahora Satanás para destruir a los judíos, para destruir al pueblo de Dios, mediante Amán ahora recibe el permiso del rey que le dice que sí, él puede matar a todos los judíos. En ese momento el rey tenía el anillo. Era un anillo que tenía el sello y cuando eso sellaba era la firma del rey. Entonces a Amán le dan el anillo del rey. Le dice el rey: “haz lo que tú quieras”, entonces Amán va escribiendo. Ellos ahora fijan el día 13 del décimo segundo mes. El día 13 en el Occidente dicen que es el número más odiado. Día 13 del décimo segundo mes viene a ser fin de año ¿verdad? Eso es muy bueno porque Mardoqueo… Es bueno que tenemos bastante tiempo, ¿verdad?, para recibir la salvación. Había llegado eso pero Mardoqueo un día ahora ve el tablero y le dicen: “¿qué es esto? El día 13 el décimo segundo mes matando, ordenando, ahora vas a llevar toda la herencia, le vas a despojar de toda su herencia”.

Ahora Mardoqueo vio eso y se asustó en gran manera. Por algo muy, muy bueno en medio de esa dificultad... Vasti era reina, realmente debía ir cuando el rey le llamaba pero ella no tenía ganas y no se fue. Vasti no desobedecía siempre, estaba muy bien hasta ahora pero en ese momento con las siervas tenía fiesta y ya no tenía ganas de ir y no fue. “No creo que porque no vaya un día me va a sacar mi cargo, no creo. Siempre he oído la voz del rey. Hoy voy a desobedecer, hoy vamos a estar felices”. Con ese corazón Vasti no fue. El rey esperó, esperó, esperó y se enojó.

—Ah, ¿qué haré? La reina Vasti no vino –dijo el rey.

Estas personas al momento miraron hacia el lado y ellos se fijaron en el rostro del rey. Al momento, viendo el rostro del rey, ellos dijeron:

–Al rey no le gusta la reina Vasti.

¿Qué deberían decir? “Señor, mi rey, la reina Vasti no solamente cometió el error ante usted. La reina ahora, si se oye que ella no vino cuando usted llamó… A las mujeres les encanta seguir a otros, imitar a otros. ‘Ah, la reina Vasti tampoco fue cuando le llamaron. ¡Yo tampoco voy a ir cuando me llame!’ Todos los hombres del reino estarán enojados, tendrán dificultad, habrá inestabilidad. Ahora debe destronar a ella, debe sacarla de su cargo y poner a otra persona”.

La reina Ester en ese momento se convierte en reina. Ahora en adelante, ocurra esto, nosotros no sabemos pero Dios está preparando de antemano todo esto. Ahora en la pared hay realmente un anuncio que puso Amán: “el día 13 matar a todos los judíos, sacar toda su herencia. El día 13, décimo segundo mes”. Los judíos ya iban a morir. Ya que ese anuncio estaba sellado con el anillo del rey, en ese momento Mardoqueo le dice a Ester:

—Tú ve junto al rey y pide la vida de los judíos al rey.

Ester ¿qué dice?

—Sea quien fuera, si va junto al rey antes que le llame, muere. Aunque soy reina no pude ser llamada por el rey ya hace 30 días.

Mardoqueo dice: “ah, ¿qué hacemos? Vamos a escapar”. ¿Mardoqueo dijo eso? No, no dijo así. Mardoqueo fuertemente le habla a la reina:

—Tú no pienses que vivirás sola en el palacio. Si tú te callas en este momento, los judíos recibirán la salvación por otro lado pero tú y tu padre recibirán la destrucción. Quién sabe que tú hayas estado en ese cargo por este momento.

Realmente lo que dijo Mardoqueo. Ester cuando habló, realmente Mardoqueo no le permitió poner pretexto a ella. Ester envía a las personas junto a Mardoqueo.

—Durante tres días oraré, ayudaré y me acercaré. A todos los judíos dígales que ellos también ayunen. Si perezco, pereceré yendo al rey. Con este corazón si vamos delante de Dios, venceremos cualquier persecución, cualquier tentación, cualquier prueba podremos vencer.

Después de ayunar tres días Ester se puso la ropa de la reina, la corona y fue junto a donde estaba el rey. Qué agradecidos nos sentimos. Imagínense cuando la reina Ester fue, si el rey estaba con otro invitado o si hubiese ido a cazar. El rey viene: debería morir con la espada porque estaba ausente el rey. El rey estaba frente a la puerta del lugar. Se abría la puerta aunque él no había llamado a nadie. El rey se asusta.

—¿Quién es?

Ahora, si abre la puerta, morirá.

—“A nadie le llamé”. ¿Quién es?

Se abrió el patio interior del aposento del rey y venía Ester tan bella. Rápidamente él extendió su cetro, entonces la reina Ester tocó el cetro. El rey le dice a Ester:

—Ester, ¿qué tienes, reina Ester? ¿Cuál es tu petición? Hasta la mitad del reino se te dará.

Si fuésemos nosotros diríamos: “sí, gracias rey. ¡Mate a ese Amán!”. Diríamos así. Así nosotros diríamos, ¿verdad? Pero la reina Ester no habló así:

—Rey, he hecho banquete por el rey. Por favor venga al banquete para disfrutar con Amán.

Sentía mucho agradecimiento ante Ester. “Durante un mes no le llamé. Tuvo deseo de venir junto a mí”.

—Por favor llamen a Amán. Vamos a hacer un banquete.

En ese momento, en el corazón del rey: “Ester, dejando su vida…”. Él tenía mucha curiosidad de por qué durante un mes no había podido encontrarse con ella. Tenía curiosidad: “¿por qué ella habrá venido?” Empezó el banquete. El rey dice:

—Reina Ester, ¿qué tienes? ¿Cuál es tu petición? Realmente yo te voy a conceder todo. Aunque sea la mitad del reino yo te daré.

Si hubiese dicho: “Señor, mi rey, Amán *#$%&, ocho cuartos… ¡mátelo!” Pero la reina sonriendo de manera bella:

—Mi rey, si usted me ama y si yo he hallado la gracia, por favor yo haré otro banquete. Venga allí.

—Sí, llamen a Amán. Vamos al banquete.

Entonces Amán fue al banquete cuando tomaban. El rey no tenía interés por la bebida ni por el banquete. “Claramente la reina vino dando su vida. Realmente hay algo”, dijo él. “Soy esposo de la reina. Mi esposa está sufriendo”. Él quería saber eso. El rey le vuelve a preguntar a la reina:

—Reina Ester, ¿cuál es tu petición? ¿Cuál es tu deseo? Hasta la mitad del reino se te dará.

Pero ¿qué le dice la reina?

—Si he hallado la gracia y si usted me ama, señor, mi rey, mañana también haré otro banquete. Venga mañana con Amán. Mañana le contaré.

Ester tenía que dar vida a su pueblo. Ella tenía que sobrevivir y pensaba profundamente.

El rey: “sin lugar a duda ella tenía una gran dificultad. La reina es mi esposa amada. ¿Cómo es que no supe si ella está padeciendo una dificultad?” El rey sentía gran pena. Acabaron el banquete. Esa noche el rey no podía dormir. “Claramente la reina está padeciendo dificultad. Hay algo por lo que ella está dando su vida. Yo soy su marido, soy el rey”. Tenía curiosidad. “¿Qué será, qué será?” Tenía mucha duda. En ese momento, ya que no tenía sueño, él ahora iba leyendo las crónicas del palacio. Bigtán y Teres querían matar al rey. Mardoqueo va denunciando esto y el rey queda a salvo; había tal historia. Asuero cuando ve esa escena:

—Cierto, yo iba a morir, ah, y si no era por Mardoqueo… Yo sobreviví y a ese Mardoqueo que me salvó, yo ¿alguna vez le he dado algún galardón a él?

—Señor, mi rey, discúlpeme que le diga esto pero no le hemos dado ningún galardón a él.

Ahora el rey:

—Yo soy rey. A Mardoqueo no le pude dar nada, a ese Mardoqueo que salvó mi vida. ¿Qué tengo que hacer por Mardoqueo? ¿Afuera no está nadie?

—Señor, mi rey, Amán está esperando afuera.

Amán había puesto realmente un tronco de 50 codos para colgar a Mardoqueo. Amán viene a recibir el permiso para realizar eso, entonces Amán estaba esperando. Le dice que entre. Amán entró.

—Ah, tanto tiempo, Amán.

Le va hablando.

—Hay alguien a quien yo honro. ¿Qué tengo que hacer por él?

Amán oye por primera vez. “Ah, ¿quién sería el hombre que el rey honra? Seguramente soy yo. Sí, la reina me invitó únicamente a mí para que vaya con el rey. ¿Quién será si no soy yo? Sin pensar mucho más: “ah, ¿qué hago?”, pensó. Amán se puso a pensar. “Realmente yo hice todo pero nunca me pude poner realmente la corona tampoco el vestido real. Me quiero subir en el caballo del rey. Amán sin pensar mucho le dijo tal como él pensaba.

—Si hay alguien a quien el rey honra, que le pongan la corona, que le pongan el vestido real, que se ponga en el caballo real y que ahora clamen poniendo a él por todo el pueblo. El rey cuando vio que Amán estaba solicitando eso ¿qué pensó? “Mira, ese hombre desea ponerse mi corona, él quiere cabalgar en mi caballo, él quiere ponerse mi vestido. Ah, él está deseando mi lugar”. El rey se asustó. “Le puse en un cargo alto y él está deseando mi lugar”. Entonces acabó allí. Empieza el banquete de nuevo. El rey estaba sentado. Estaba la reina Ester, estaba Amán al lado. El rey pensaba que hoy le diría a la reina: “reina Ester ¿cuál es tu petición? Aunque sea la mitad del reino, se te dará”. La reina Ester le dice al rey:

—Señor, mi rey, usted me ama y si me da su gracia, permítame mi vida a mí, como también permítame la vida de mis compañeros. Me callaría si fuésemos vendidos como esclavos. Rey, ¿cómo podré ver que mis compañeros mueran, sean asesinados?

El rey se asustó en gran manera.

—¿Cómo es que…? ¿Quién ha tenido esto en su corazón? ¿¡Dónde está esa persona!?

Ester le dice:

—Es este Amán el malo.

—Ah, con razón él deseaba mi trono.

El rey gritó, gritó, no aguantó y salió afuera. A Amán le iba de maravillas hasta ahora. De una noche para el día ahora estaba en peligro su vida. Pidió la ayuda de la reina. Estaba en la silla y se arrodilló bajo ella. El rey como que estaba menos enojado y volvió. Amán estaba caído sobre el lecho en que estaba Ester.

—Ah, ¿¡tú ahora piensas violar a la reina en mi propia casa!?

Ya el rey está exagerando un poquito, ¿verdad? Se enojó y le dijo a la gente, ahora la gente le cubrió el rostro a Amán.

—Señor, para matar a Mardoqueo han puesto una horca de 50 codos de altura.

El rey dijo:

—Cuelguen a Amán en esa horca.

Habían puesto el cuello de Amán, estiraron y así se extendió; estaba muerto. La gente miraba y decía: “ah, qué pena, por fin Mardoqueo murió. Qué pena”. Pero parece que no es Mardoqueo. “Está con mucha panza. Mardoqueo no estaba tan gordo así. Vamos a acercarnos más. ¡Es Amán! ¿Cómo Amán va a morir si tanto el rey le estima? No es Amán” pero se acercaron y era Amán.

Hermanos, yo leyendo la Biblia en el año 1962 recibí la salvación. Ya hace 60 años que hemos recibido la salvación. Esta y aquellas dificultades no ha dejado de haber en mí pero jamás Dios me dio la espalda: me dio la gracia, me dio la bendición. Cuando pienso que soy pastor en la iglesia de Gangnam, me conmuevo en gran manera. Vine y estoy predicando la palabra en la iglesia de Gangnam. No sé hasta qué momento Dios me dirá que esté aquí. ¿Verdad que yo tengo mucha edad? Creo que en Seúl una persona que predica con esta edad que yo tengo, soy el único. Tengo mucha edad y a veces la memoria un poquito me falta, no es igual a cuando yo era joven.

Fui a realizar la campaña en Gwangju, también empiezo la campaña en Incheon, luego en Daejeon, Daegu, luego en el estadio de Jamsil. Al momento pastor Min Chul Lim después de que fue presidente de la Misión, no se imaginan cuánto le hace trabajar a uno: me dice para que vaya a Australia y luego para que vaya al país que está al lado. Me siento muy, muy agradecido. Yo realmente siento mucho, mucho agradecimiento. Vaya a Australia, a donde vaya; vaya realmente a donde fuese (ay, cómo vas a decir así) pero Dios va preparando esto por nosotros.

Realmente de antemano supo que ocurriría esto, supo que Amán vendría. Entonces ahora Vasti sale de su cargo y viene Ester. Para hallar la gracia del rey supo que Bigtán y Teres querían matar al rey y eso va denunciando; el rey sobrevive. Señores, hay una sola palabra que les quiero decir esta mañana, que es “Dios es Dios”. Él no es carente para protegernos, él puede hacer todo. Hubo momentos difíciles para mí. A veces mintieron: que yo realmente he malversado y miles de barbaridades. Dios estuvo junto con nosotros y nos ayudó en cada momento; me siento agradecido.

Muchas veces vivimos cada día sin pensar absolutamente en nada; cuando leemos la Biblia, lo mismo, pero exactamente Dios conoce el mañana, conoce lo que va a ocurrir: pone a Ester como reina para salvar a los judíos. A la reina Vasti simplemente le dice que venga. Qué bueno si muestra su rostro bello pero impidió para que ella haga eso. De antemano Dios supo que ocurriría esto; pone a Ester como reina. También Mardoqueo estaba en la esquina del palacio y él oyó al lado de ellos que Bigtán y Teres querían matar al rey. Contando eso ellos atraparon a Bigtán y Teres. Cuando le preguntaron se dieron cuenta de que era cierto que ellos querían matar al rey. Eso fue escrito en las crónicas del rey. No tenía sueño el rey y cuando oyó eso estaba escrito eso. Era tan interesante cómo iba ocurriendo todo. El rey luego, ya que venía la reina, ahora le va preguntando:

—Mi reina, ¿qué es tu deseo? ¿Cuál es tu petición? Aunque sea la mitad del reino se te dará.

Ester dice:

—Si usted me ama y se goza por mí, deme mi vida, permítame mi vida a mí.

El rey se asustó en gran manera.

—¿Quién es que está amenazando tu vida? ¿¡Quién es él!? Yo soy el rey. ¿Están amenazando la vida de mi reina?

Ester dice:

—Por favor permítame la vida de mi pueblo también. Si hubiésemos sido vendidos como esclavos, me callaría pero ¿cómo podré callarme si mi pueblo es destruido?

Ella aguantando, aguantando, todo lo que estaba en su corazón lo cuenta como si fuera que explota. El rey se asusta y dice: —¿Quién es que está tratando de destruir a mi pueblo, al pueblo de mi reina? ¿¡Quién es el que se ha ensoberbecido en su corazón para hacer esto!? ¿¡Dónde está!?

Ester dice:

—Es este adversario, este malvado Amán.

Esto es el proceso de cómo se va cumpliendo esto. ¿Por qué? Por creer en Dios a veces cuando nos persiguen padecemos dificultad. Claramente Dios no nos da la espalda: nos guarda, nos ayuda, podemos ver eso. Yo, sirviendo al Señor hasta ahora… Empezamos con las manos vacías; tuvimos hambre, también había ocasiones que tenía que hacerle pasar hambre a mis hijos. En cada momento la mano de Dios nos iba ayudando y era increíble eso. Otra cosa no sé; una cosa exactamente que yo sé: hay cosas buenas, hay cosas malas pero Dios está conmigo, eso no puedo borrarlo en mi corazón. A veces no se nota si está Dios ¿sí o no?

–Ah, qué tal. ¿Cómo estás? ¿Me llamaste hace un momento? ¡Qué fastidio, me vuelves a llamar!

Dios no dice así. Cuando fuese, siempre ha estado conmigo. Hubo momentos con hambre pero eso no siguió continuamente, eso fue solo un momento, después me dio alimento, abrió caminos. Cuando crié a mi hijo, a mi hija, claramente podía ver cómo Dios me ayudaba. Cuando leía el libro de Ester me sentía muy agradecido.

Dios, antes de que venga Amán, sacó a Vasti de su trono y había puesto a Ester como reina. Dios sabe lo que me va a ocurrir después de 10 años, Dios bien sabe lo que me va a ocurrir después de 20, 30 años, 100 años; de antemano Dios está preparando, por eso cuando padecemos dificultad no hay razón para que temamos por ello. Dios nos ama, nos guarda, nos protege. Mediante Dios, de esta manera nos renovamos, cambiamos; es increíble. Ustedes dicen “Dios” pero para nada se nota. “¡Dios!”, decimos pero ni una voz oímos. Parece uno que tiene solamente problemas, dificultad y eso nada más parece que permanece. De antemano Dios va preparando esto y mediante Ester nos va enseñando aquello. Yo también soy un ser humano. Hay momentos felices pero hay momentos difíciles realmente con dificultades. En cada momento que ocurre ello, cuando ponemos los ojos en Dios, leo un poquito una vez más Ester. “Yo ya sé todo, yo ya supe eso antes de que amanezca. Qué loco está él, está loco por morir. ¿Cómo que va a matar al judío?” Así Dios nos dice. Ahora tengo mucha edad. Disculpe que le diga esto: no sé cuánto tiempo viviré más pero agradezco que Dios me haya cuidado hasta ahora. A donde vayamos confío que las manos del Señor no se apartarán de nosotros. Jesús por nosotros ha muerto crucificado y eso no viene a ser el fin. Jesús está con nosotros y por no conocer al Señor, si ustedes van hacia la carne escapando de la dificultad: “yo te estoy guardando, yo te estoy protegiendo. No te preocupes”. Con miedo: “Ah, ya no quiero ir a la iglesia”. Qué triste va a estar el Señor. El pueblo de Dios fue llevado cautivo. Sin imaginarse, Ester se convierte en reina; sin imaginarse, ahora Bigtán y Teres tratan de matar al rey y Mardoqueo eso va denunciando; una vida bendita no puede menos que vivir. Claramente Dios ha escrito en esta Biblia.

En el año 1962 obtuve el perdón del pecado. Ha pasado bastante tiempo. En medio de ello, lo que puedo decir: no hay nada aparte de lo que Dios ha trabajado en mí. No puedo decir nada aparte de ello. No soy sobresaliente, no soy una persona inteligente, soy un ser humano simplemente pero Dios estando junto conmigo, mediante un hombre como yo se extendió el evangelio y hay personas en todo el mundo que han recibido la salvación; me asombro. Por último quisiera decir una cosa: no menosprecien su ser, no consideren que son un don nadie. Sea como fuese, si Dios está junto con ustedes no hay nadie que nos

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