Luz Marina: ¡Las memorias de una Miss Universo!

Luz Marina: Las memorias de una Miss Universo.

Incluye fotografías y maravilloso documental en

Long Beach restaurado a color.

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Luz Marina: Las memorias de una Miss Universo.

LUZ MARINA: “LAS MEMORIAS DE UNA MISS UNIVERSO”.

ALEJANDRO

AGUDELO C.

Instagram: @missuniverso1958 Facebook: Luz Marina Zuluaga Miss Universo.

Correo electrónico: missuniverso1958@gmail.com

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Luz Marina: Las memorias de una Miss Universo.

Escanea el código QR para visualizar el maravilloso Documental: “Luz Marina Zuluaga en Long Beach” a color, exhibido en todos los teatros del país en 1958 por el Noticiero Actualidad Panamericana.

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Luz Marina: Las memorias de una Miss Universo.

Este libro es dedicado a todas y a cada una de las futuras generaciones, para que la historia continúe perpetuándose a través del tiempo.

Alejandro Agudelo C. 26 de Julio de 2021.

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Luz Marina: Las memorias de una Miss Universo.

ÍNDICE

Prólogo…………………………………………………………………..7 Capítulo I. “Nació para ser la Reina”.…………………………............10 Capítulo II. “Luz Marina, reina de Caldas, reina universal”……………30 Capítulo III. “Así llegué a Long Beach”………………………...……...56 Capítulo IV. ¡Viva Luz Marina!, ¡viva Miss Universo!, ¡viva Colombia...85 Capítulo V. “El hombre de mis sueños debe ser”………………..134 Epílogo…………………………………………………………….….188 Carta de Luz Marina Zuluaga a Paulina Vega……….................198

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Sello postal del año 1959, emitido por el Ministerio de Comunicaciones del Gobierno Nacional en honor a Luz Marina Zuluaga.

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PRÓLOGO

Manizales es una ciudad reconocida en Colombia por su catedral declarada monumento nacional, por las nieves del Nevado del Ruiz y por la feria con aroma a café que se realiza en enero, pero sobre todo se hizo conocida en el mundo porque allí creció la que una vez fue nombrada como la más bella entre todas las mujeres. Luz Marina Zuluaga fue y seguirá siendo su símbolo más notable, más querido y más universal.1 De todos los grandes mitos que dio el siglo XX en el país, ninguno alcanzó a lo largo de los años la dimensión y vigencia que consiguió ella, su hazaña se extendió por más de medio siglo y su historia se fue trasmitiendo de generación en generación consiguiendo así, una legión de aficionados que con su devoción la proclamaron reina de reinas, aquellos admiradores que de muchas latitudes llegaban año tras año a la ciudad con el fin de conocer y comprobar si la Miss Universo de la que hablaban sus abuelas era real, seguidores que continúan agrupándose atraídos por el mito imperial, la leyenda de la soberana universal.

Para algunos, fue su belleza de cabellos negros la que la convirtió en un icono latino, para otros fue solo suerte haber nacido en un país amante de los concursos de belleza, en donde se llegó a honrar a las reinas como verdaderas

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celebridades y miembros de la realeza, pues en la década de los años 50 Colombia hacía de la belleza su fiesta nacional, ni siquiera comparable a la celebración del día de la independencia, la fecha del Concurso Nacional de Belleza en Cartagena estaba por encima de cualquier otra.

Ella, la de las continuas exhibiciones de moda, la de la publicidad de maquillaje, la de las grandes multitudes en cada sitio de llegada, la de sus fotografías en cada revista y periódico del mundo, la de la popularidad más grande, quizás solo comparada con las grandes estrellas de Hollywood de aquella época, fue la primera Colombiana en poner el nombre del país y de la ciudad en los principales titulares de la prensa internacional, llegó a ser la inspiración de artistas, compositores y escultores. En su honor, la república de Colombia la convirtió en el primer personaje con vida cuya imagen apareció en el sello y en la estampilla nacional, fue reconocida por el periódico el Tiempo como uno de los 100 personajes nacionales del siglo XX y finalmente, Manizales inmortalizó su imagen con un busto de bronce ubicado en uno de los parques más importantes de la ciudad, el cual lleva su nombre y homenajea también, el carácter de la mujer Caldense, con espíritu solidario y dispuesto a tender la mano a los más necesitados.

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Dios dijo: "hágase la luz" y... nació Luz Marina.2

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CAPÍTULO I “Nació para ser la Reina”.

25 de julio de 1958. Por la pasarela alfombrada de rojo del Gran Auditorio de Long Beach en California, Estados Unidos, el jurado observaba desfilar a las 15 semifinalistas de la séptima edición del certamen Miss Universo, ellas fueron presentadas en orden alfabético: Adalgisa Colombo representante de Brasil, Raquel Molina Urrutia candidata de Chile, Luz Marina Zuluaga señorita Colombia, Evy Norlund reina de Dinamarca, Marlies Jung Behrens señorita Alemania, Marily Kalimopoulou representante de Grecia, Geri Hoo candidata de Hawái, Corine Rottschafer soberana de Holanda, Miriam Hadar representante de Israel, Tomoko Moritake señorita Japón, Beatriz Boluarte de Perú, Alicja Bobrowska señorita Polonia, Gertrud Gummels señorita Surinam, Birgitta Elisabet Gardman representante de Suiza y Eurlyne Howell Miss Estados Unidos. En el centro del escenario esperaba sentada el resultado final la primera latinoamericana en ganar el certamen internacional y quién además, había estado a punto de perder el título debido a que no tenía la edad mínima requerida (18 años), la hermosa Gladys Rosa Zender Urbina.

Luego de las deliberaciones del panel de 11 jurados, el anfitrión norteamericano Byron Palmer dio a conocer el nombre de las ganadoras: En quinto lugar Miss Polonia, en

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cuarto lugar Miss Estados Unidos, el tercer lugar lo ocupó Miss Hawái, el segundo lugar fue para Miss Brasil y el título de Miss Universo 1958 fue para Colombia con la representación de Luz Marina, ella había sido la más baja de las semifinalistas (1 metro con 63 centímetros), sin embargo, con su vivacidad, picardía, exquisita belleza de impecable cutis color oliva y ojos negros había logrado impactar a los jueces.

“Gracias muchas gracias, muy amables, no puedo hablar. La emoción es grandísima” – exclamó en medio de lágrimas la nueva reina. De forma intempestiva y sin haber resultado ganadora en el Concurso Nacional de Belleza en Cartagena, triunfaba en el certamen más importante de belleza en el mundo, en donde por primera vez en la historia el país contaba con una representante. “Fue una maravilla, Ahora veo que lo mío fue una hazaña porque era una provinciana en un concurso internacional”3.

Hasta ese momento Susana Duijm de Venezuela y Gladys Zender de Perú eran las únicas latinoamericanas en ostentar un título importante de belleza internacional, la primera como Miss World 1955 y la segunda como Miss Universo 1957.

Luego del desfile por la pasarela luciendo su cetro, capa y corona, la reina con sencillez y dignidad asumió que el jurado testimoniara que era la más bella entre 35 concursantes de todos los continentes, tomó posición en el trono y posó para los fotógrafos. Su madre, una viuda que había volado con ella hasta Long Beach, miraba orgullosa mientras las luces de los flashes iluminaban la sonrisa de su hija, a través de un

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intérprete aseguraba a los medios de comunicación que Luz Marina no tenía interés en seguir una carrera en el cine - “la única carrera que quería seguir era la de esposa y la de madre”. Y es que desde muy pequeña demostró que lo que más le gustaba era la vida del hogar y de la familia, soñaba con algún día poder casarse y poder tener muchos hijos, en la escala de prioridades se trataba de educarse para formar un hogar digno al lado del esposo ideal, tener unos hijos bien criados y representar el papel de una gran dama.4 Luz Marina residía en una pequeña provincia del país cafetero, como a cualquier joven de 19 años le gustaba visitar a sus amigos, tocar la guitarra mientras cantaba canciones latinas y mientras esperaba a que las festividades de la ciudad comenzarán, le gustaba acurrucarse en una silla y mirar los finales de las películas hasta tarde de la noche, en esos momentos nunca llegó a imaginarse con ser nombrada como la más bella de todas, cuando al fin sucedió se sentía tan rara que por muchos días no pudo creérselo, “seamos sinceros, un título como estos no se lo espera nadie5.

Yo no sé a qué se debió, ni soy más fea ni más bonita que las demás, soy una mujer corriente, me lo he dicho muchas veces, antes y ahora cuando me miro en el espejo”.

Algunos de sus familiares fueron los más sorprendidos por la noticia, cuando era pequeña uno de sus tíos decía: “valiente muchachita tan fea”, a lo cual su padre respondía con mucha seguridad y orgullo: ¡Espérese usted a cuando crezca!, y no se equivocó. Otros, como su abuelo don Cesáreo Zuluaga [12]

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Gómez, desde hace mucho tiempo, desde que la alzaba en sus brazos venía diciendo: “nació para ser reina y la más bella de todas las reinas”, sus familiares pensaban que era una terquedad sentimental, sin embargo, las circunstancias de la vida hicieron que todos terminaran dándole la razón.

Para los historiadores es un hecho ampliamente conocido que de las poblaciones situadas al Oriente de Antioquia, salieron los primeros fundadores de las ciudades que formarían el rico departamento de Caldas y parte del Valle del Cauca, entre ellos la colonia de apellido Zuluaga, así es como el abuelo de la reina, don Cesáreo Zuluaga, nacido un 15 de mayo de 1867 en Carmen de Viboral (Antioquia), llegó con su esposa María de Jesús Aristizabal provenientes de Sansón a radicarse a Pereira, donde nacieron sus 14 hijos, teniendo la mala suerte de que en el temblor del municipio murieron dos de ellos. El decir de la gente era que Don Cesáreo fue un apuesto caballero que mantenía locas a las niñas del pueblo.

El ilustre historiador Patricio General Juan Clímaco Arbeláez, señaló que los zuluagas se identificarían por tres condiciones inherentes: la timidez de los hombres y mujeres, el valor de los hombres en el campo de batalla y la belleza de las mujeres.

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Elogio similar al que realizaría Don Carlos Malo Valencia en un poema dedicado a la reina, que tiene como verso: ¡Luz Marina! Pilón y manantial de suspiros.

Entre los descendientes de Don Cesáreo y su esposa estaba Francisco Zuluaga Aristizabal, un apreciado ganadero de la región, quien además tenía una plantación de azúcar, él se unió en matrimonio con Margarita Zuluaga Escobar, dama perteneciente a la sociedad de Manizales. Luz Marina Ocupó el tercer puesto entre los primogénitos de la pareja, los dos primeros hijos de la familia fueron llamados Hernán y óscar.

“Nací después de dos hermanos hombres y hubo una felicidad muy grande en la casa porque estaban esperando a la niña hace rato, mamá dice que nací gorda y sana”.

Dotada de gracia y encanto, como lo estipula su acta de nacimiento; Luz Marina nació el 31 de octubre de 1938 a las 3:30 de la mañana en la vieja casa marcada con número 1694 en la carrera 6ª cruce con calle 17 en la ciudad de Pereira, cuando éste era aún municipio del viejo Caldas, hoy capital del departamento de Risaralda. Sobre éste hecho la reina siempre realizaba burlas con sus amigos, ellos recuerdan que decía que el hecho de nacer el día de las brujas (festividad de Halloween) la convertía en una de ellas.

Luz Marina fue bautizada a los cinco días de nacida: “dicen que ese día lloré terriblemente al darme la sal y el agua”.

Cuando tenía tan solo 40 días de nacida su padre y su madre la trasladaron a Manizales donde vivió en la casa de sus

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abuelos maternos: Ismael Zuluaga y Julieta Escobar. “Aquí transcurrió mi infancia, mi juventud y prácticamente toda mi vida, como es natural, quiero a esta ciudad como si hubiera nacido en ella”.

Un año después su padre consiguió Samaria, una finca de caña en el Valle del Cauca, en donde pasaba las vacaciones de Junio y Diciembre, allí la niña creció y se enamoró de inmediato de la vida del campo, de los encantos de su tierra y de las costumbres de su pueblo.

“Los más suaves, los más delicados y dulces días de mi vida transcurrieron allí, fue mi pequeño paraíso infantil. Mi memoria comienza en la finca, puedo recordarla exactamente; la casa era grande, de color rojo y blanco, con corredores alrededor en donde se podía ver, allá lejos, el pueblo de San Francisco, el pueblito más cercano, con sus calles solitarias y sus casitas de a lado y lado y su placita de mercado con sus toldos, allá íbamos a mercar por las mañanas y a mí me daba miedo pasar por el cementerio que quedaba a mitad de camino. Íbamos todos los domingos a misa a San Pacho, donde mi papá les pagaba a los trabajadores, mientras mi mamá hacia el mercado, mis hermanos y yo paseábamos por la plaza, recuerdo que le ponía mucha atención a como se hacía el mercado; había toldos para todo, de frutas, de verduras, de carne y de roa, después cuando llegábamos a la finca, nosotros imitábamos con lo que encontrábamos en la despensa y en los armarios de mi mamá, ese fue el juego que

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tuvimos durante las vacaciones en esa finca. Nos divertíamos mucho”.

A los cinco años dejaba “durmiendo” a sus muñecas e iba a hacerle la visita a su tía en el cuarto vecino, - “Siempre fue una chiquilla simpática y traviesa, llena de gracia y encanto”, recordaba para una entrevista en 1958 Lucila Zuluaga, tía de Luz Marina - “era enormemente atenta, quería obsequiar a todo el mundo y Margarita encantada con la gentileza de la chiquilla le permitía cometer toda clase de travesura. Era tan graciosa- decía - que tomaba un palillo en la mano y hacia que fumaba, se ponía los zapatos de tacón alto y entraba a la sala de su casa a hacer visita. Y de pronto decía graciosamente, yo sufro mucho con este marido que tengo.

No he debido casarme tan joven”.

“Mi niñez fue muy normal, fui muy juguetona, muy bulliciosa, me gustaban mucho las muñecas, que en aquella época, eran de trapo, las muñecas y la vajilla para jugar a la mamá, eran mi debilidad; las bañaba, las acostaba, les hacia la comida, siempre tuve un muñequero grande. Una de las cosas que más me gustaba de la finca era montar a caballo, me la pasaba montando despacio, amarrada al “Rucio “el caballo más bobo de Samaria, yo lo quería mucho, le llevaba “sobrados” de comida. Allí también aprendí a nadar, en una quebrada que quedaba cerca de la finca y a la que íbamos cada Navidad a recoger el musgo para el pesebre.

A los 6 años fue llevada al colegio Los Ángeles, era la más pequeña de las estudiantes y rápidamente se convirtió en la [17]

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más consentida, hacía que las monjas le midieran los hábitos.

Durante esos años estaba firmemente decidida a ser monja“El primero de primaria fue muy duro porque mi papá y mi mamá se fueron a vivir un año a la finca yo me quedé interna en el colegio, de esos meses me acuerdo con tristeza porque todavía estaba muy niña y me costó mucho separarme de ellos. En el internado me dio sarampión, con una fiebre muy alta, fue la primera enfermedad que tuve y yo sentía la necesidad que me cuidara mi mamá, pero ella no estaba, la empleada del internado entraba a la enfermería a llevarme a la casa de mi abuelita o de mis tíos pero, aun así, lo recuerdo como un año duro, además porque yo era muy miedosa; de noche me daban unos miedos muy horribles cuando me acordaba de los cuentos de miedo que las empleadas contaban en la finca, a mí me encantaba oírlos, pero a la hora de la verdad, pasaba unas noches espantosas, veía monstruos terribles, imaginaba cosas horribles. También porque en San Pacho, el pueblito cerca de la finca, los campesinos tomaban mucha cerveza y había muchas peleas a machete y yo veía heridos y muertos. Jamás se me va a olvidar aquella noche, yo tendría como siete años, cuando nos avisaron que uno de los trabajadores había tenido una pelea y le habían cortado una mano. Nos fuimos con mis hermanos a buscar la mano, Hernán, Oscar y yo y preciso, yo me la encontré. Ahí estaba esa mano lívida, cortada de un machetazo, parecía como si de pronto fuera a moverse y a brincar encima de nosotros. Desde entonces, a las seis de la tarde, cuando comenzaba a oscurecer, me empezaba el [18]

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temor. Sufrí mucho con eso por las noches; me acuerdo que apretaba los ojos con mucha fuerza tratando de quitarme esas imágenes, inclusive, hoy le tengo miedo a la noche y duermo con mucha dificultad, también le tengo pánico la altura. No sé por qué, pero a partir de un cuarto o quinto piso, hago una fuerza terrible para no descomponerme, me da un miedo espantoso porque me siento atraída hacia el vacío, y me da pánico por ejemplo, a lanzarme o algo así”.

El 16 de julio de 1945 a la edad de los 7 años recibió su primera comunión en una ceremonia que se celebró en el Perpetuo Socorro - “la hice con mucho entusiasmo porque iba a recibir a nuestro señor, pero también con mucho susto por la confesión. Me daba susto ir a confesar mi mayor pecado que era decir mentiras y yo vivía diciendo mentiras. Tenía que decirlas porque en el colegio me regañaban mucho por indisciplinada, las profesoras me regañaban y cuando mi mamá me preguntaba si me habían regañado en el colegio, yo le decía que no, que había estado muy juiciosa. Más adelante, las mentiras cambiaron, porque en el colegio nos prohibían conversar con muchachos y yo conversaba con muchachos; entonces, me preguntaba si había hablado con ellos y yo decía mentiras: que no, que yo jamás hablaba con un muchacho. Siempre me confesaba de los mismo y pese a que el padre me ponía de penitencia no volverlo hacer, mi problema era de recaía porque, la verdad, a mis desde chiquita me gustaban mucho los muchachos.

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De ese día de la primera comunión me acuerdo que Hernán desde las cinco de la mañana se levantó a ayudarme a vestir y a arreglar, a mi mamá le dio porque yo tenía que ir de crespos y yo siempre he tenido el pelo muy liso. Fue un sacrificio muy grande porque el rizado me lo hicieron con unos aparatos horribles, pesadísimos y pasé horas enteras sentada debajo de esa máquina que hacia churcos. Tampoco se me olvidan los aretes que me puso porque en el afán de irnos para la misa, mi mamá no vio el hueco de la oreja y me abrió otro al lado del que ya tenía. Yo gritaba y lloraba que me dolía y ella me regañaba, que exagerada, que zalamera, que tanto llanto por una “aretica” que le estaba poniendo para que fuera bien linda a la primera comunión. Después vio la sangre que me corría y se dio cuenta lo que me había hecho. De la piñata recuerdo los regalos, entre ellos, una cruz muy linda que me regaló mi abuelita y que tuve puesta todo el día. A la piñata fueron todas las niñas que hicieron primera comunión y la sorpresa que dimos fue un librito de misa blanco que se llamaba La Llavecita. Dedique mi primera comunión a mis padres y prometí no volver a decir mentiras, las maestras me habían dicho que porque no prometía no volver a hablar en clase, pero yo les respondí: “No, porque me embobo”.

Después, Luz Marina fue matriculada en el colegio María Inmaculada, de profesoras laicas pero donde recibían educación estrictamente religiosa, a tal punto que era obligatorio asistir a misa diaria. “Yo he sido siempre, desde pequeña, una persona muy religiosa pero no fanática. La religión católica me la inculcó en mi casa y en el colegio y con [20]

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ella siempre me he sentido bien. También mi mamá fue una mujer muy creyente y practicante; nos llevaba todos los meses al rosario de la Aurora, que se rezaba en voz alta por las calles de la ciudad, a las cinco de la mañana. Eso lo hacíamos con mucha devoción. Después, seguía la santa misa y a las siete nos íbamos para el colegio. Cuando ya estaba mayorcita, de trece o catorce años, iban también muchachos, unos muy atractivos, de manera que ya no era tanto el recogimiento por el rosario, sino el interés por verlos por darnos pantalla. Las costumbres eran muy bonitas, la misa diaria, el rosario de la Aurora. Me acuerdo que a veces, a uno le daba mucho sueño la madrugada, pero lo hacía no solo porque mi mamá se ponía brava y me castigaba, sino porque a mí me gustaba mucho.

A mi hermana también le gustaban mucho las procesiones y la misa. Ella es cuatro años menor y de un temperamento muy distinto al mío, es más juiciosa, más aplicada, más tranquila, menos parrandera. Muy distinta a mí en todo, pero siempre nos hemos entendido muy bien”.

Al mediodía del 18 de abril de 1949, cuando Luz Marina tan solo tenía 11 años, se enfrentó a la temprana muerte de su padre, “mi papá murió muy joven, a los 46 años. Me acuerdo que en 1948, él había comprado una trilladora de Maíz en Tuluá y nos fuimos a vivir allá. Su enfermedad fue repentina.

Un día de regreso del colegio (el sagrado corazón de Tuluá) mis hermanos y yo nos encontramos con la noticia de que mi papá estaba muy enfermo y que debíamos regresar a Manizales. Fue justo el día que inauguraba la trilladora. Él se había levantado temprano a encender las máquinas y estaba [21]

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muy animado. Cuando se levantó – cuenta mi mamá- tenia dificultad para hablar y cuando caminó al baño, arrastraba una pierna. Mi mamá llamó a un médico y él dijo que lo que tenía era muy grave, que era mejor regresar a Manizales. Mis Papás se vinieron y una vecina se quedó con nosotros empacando todo. Nos Mandó con el trasteo dos días después. Mi mamá se trasladó a Bogotá con mi papá para tener una mejor asistencia médica. Se estuvieron un mes.

Nosotros nos quedamos en Manizales con una tía. El estaba desahuciado porque le habían encontrado un tumor en el cerebro y era fatal. Cuando los médicos dijeron que no había nada que hacer, que solo tenía ocho días de vida, regresaron a la casa. En tres días se nos murió. Fue la pena más grande que tuve en mi niñez, porque él todavía era muy joven, muy cariñoso, muy de su familia. Recuerdo los gestos desesperados y el llanto de mi mamá, yo gritaba y lloraba sin saber bien por qué, sin entender claro, tal vez porque todos lloraban. Veo claramente las facciones muertas de mi papá, parecía como si estuviera dormido, sus ojos cerrados, su nariz larga y fina, su mandíbula grande, y la palidez que yo no podía entender. Mis tías me dieron unas pastillas para calmarme, yo creía que mi papá estaba dormido, que tenía un sueño raro, pero jamás volvió y un pedazo de mi corazón se quedó solo.

Yo era la consentida de mi padre, siempre quiso que yo fuera muy delicada, muy femenina y por eso vivía llamándome la atención porque yo era más bien brusca; me acuerdo que le

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decía a mi mamá que me corrigiera porque yo me reía muy duro y era muy bulliciosa.

También me dolió mucho la muerte de mi abuelita. Con ella jugábamos mucho a las visitas. Yo me disfrazaba de señora con los vestidos, los sombreros y los tacones de mi mamá y mi abuelita tenía un banquito donde yo me sentaba y ella hacia como que me recibía la visita y para hacer la cosa más real, hasta me encendía un cigarrillo. Yo me lo fumaba mientras le contaba de los niños que tenía, de los problemas de la casa, del marido, todo inventado por que yo tenía una imaginación muy grande. Una vez me salí para la calle vestida de señora y me perdí. Cuando me encontró la empleada de la casa, yo estaba sentada en un andén y tenía ya una rosca de público porque además del disfraz, hacía que me fumaba el cigarrillo que me había dado mi abuela. Mi abuela me decía "gatica'' porque yo de chiquita era muy fea y flaquita. Mi abuelo era alto y tenía un bigote, Todas las tardes, infaltablemente, iba a jugar billar en el café “Polo”.

Cuando mi papá murió, mi mamá vendió la finca y la trilladora y nos vinimos a vivir definitivamente a Manizales. Seguíamos pasando vacaciones en el campo porque la familia de mi mamá también tenía finca, pero la vida cambió, no sólo porque mi mamá quedó viuda a los 36 años y con cinco hijos (tres hombres, Hernán de quince, Oscar de trece, Jorge de tres, mi hermana Amparo de siete y yo), sino porque nos establecimos en la ciudad. Con la muerte de mi papá, los momentos lindos de la niñez, los juegos en el campo, terminaron. Como mi

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mamá no estaba capacitada para trabajar empezamos a vivir de la renta. Mi hermano mayor decidió estudiar aviación y se fue para Bogotá. Se fue muy rápido de la casa y se residenció en Medellín y estableció su familia. Los otros nos quedamos en Manizales.

Tiempo después terminó asistiendo donde las monjitas de la Presentación en Manizales. Su amiga de aquel entonces Dorita Gonima recuerda que eran demasiado “maquetas en el colegio (…) hasta el punto de que en una vez nos colocaron en el lugar destinado a las malas estudiantes”.

“Nunca fui una buena estudiante, tuve problemas en el colegio de María Inmaculada porque el colegio era muy cerquita de mi casa y las profesoras pasaban con mucha frecuencia por allí y los sábados y domingos me veían conversando con muchachos en la puerta. Por eso, todos los lunes me mandaban a la rectoría para el regaño, que era peor si además me habían visto con “Slacks” porque en esa época los pantalones estaban prohibidos. De manera que todos los lunes llegaba al colegio casi directo a la rectoría para el mismo regaño, me decían que una niña bien no se ponía pantalones ni charlaba con muchachos en la puerta de la casa. Acto seguido, llamaban a mi mamá para que fuera por mí. Ella me llevaba para la casa, me encimaba otro regaño y muchas veces también una pela, porque en esos años se usaba la famosa pela. Me llegaron a dar hasta dos pelas al día. Uno por cuenta de mi papá, porque decía que era muy brusca en mis juegos, muy poco femenina, y otra, por cuenta de mi

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mamá por andar conversando con muchachos. Ese era un pecado mortal que teníamos que pagar en aquella época. Yo sufría mucho con eso. Eran unas normas que tenía el colegio, y no es que yo me rebelara contra ellas; no las cumplía pero sin la intención de rebelarme, reincidía porque me gustaban los”slacks” y los muchachos y no me parecía que con eso le hiciera mal a nadie.

Era una crianza muy estricta, muy distinta de la de ahora. En esos años estaba prohibido hasta cogerse de la mano con un muchacho y si uno lo hacía, era algo espantoso. Sin embargo, yo no me rebelé nunca contra nada, a mí me gustaban las cosas como eran. En la presentación, que era de monjas, curiosamente no me fue tan mal, regañaban más las señoritas solteras que las monjas. En la presentación los castigos eran más por ser bulliciosa y conversadora, por hacer desorden en la fila y cosas así. De la época del colegio tengo varios recuerdos, leí esa novela tan romántica y hermosa de Efraín y María, que era de lectura obligatoria; me gustaban la historia, la costura y las materias que no fueran muy complicadas; nunca pude aprenderme las tablas de multiplicar ¡Cuánto hubiera dado por una calculadora en esa época!

Perdí un solo año, creo que fue segundo de bachillerato y siempre tuve que habilitar alguna materia.

Los sábados eran días atareados y divertidos. Por la mañana teníamos que ayudar en lo que las mamás llamaban “arreglo general”. Movíamos los muebles de su sitio para barrer (no había aspiradora) toda la casa y parte de la tarde se nos iba

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remendando las medias de los hombres en unos calabozos. A las cinco, si nos habíamos portado bien, si la casa estaba limpia y arreglada, nos dejaban ir a la “repichinga” (así llamábamos esos bailes que se hacían en las casas), para ellos las mamás preparaban ponche de ron con Coca-Cola en una olla grande en la cocina y ellas mismas lo repartían a los muchachos. A las niñas jamás nos daban porque para nosotras el trago era impensable. Bailábamos con un tocadiscos hasta las ocho de la noche.

Mi mamá era una persona muy alegre, que nos daba mucho gusto en la medida de las posibilidades porque nosotros no fuimos una familia de mucho dinero. Cuando entre la edad de merecer – como se decía entonces cuando uno se volvía señorita- Mi mamá me dejaba ir a las fiestas, en cambio, a mis compañeras, les daba mucho trabajo que le dieran permiso hasta para ir a las “repichingas”.

En la pubertad sus amigos empezaron a llamarla “cuello de cisne” o “pescuecito” los ojos eran demasiado grande para su cara y su boca se alargaba casi de oreja a oreja, “Papá hubiera querido tener una hija más bonita. Le hubiese agradado mucho ver mis triunfos, desgraciadamente se le apagó la luz demasiado pronto”.

Cuando se volvió adolescente y empezó a desarrollar su asombrosa apariencia física se hizo notar por los demás. Era innegable su belleza. Era necesario convertirla en reina “Yo llegue a sentirme fea, pero como a los trece años me di cuenta de que era muy pretendida y que tenía cierto éxito entre el [26]

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sexo masculino y la verdad es que me gustaba y era un poquito coqueta.

El primer novio lo tuve a los trece años, pero sólo de mandarnos saludes con mi hermano, porque eran amigos del colegio. El cantaba y tocaba tiple y eso a mí me encantaba.

De ahí no pasó. Luego como a los catorce, tuve otro un poquito más serio que duró más. Me visitaba, pero siempre en presencia de mi mamá, así que ni un beso; Lo máximo era que una volteadita que se daba ella, nos cogíamos de la mano.

Fue un noviazgo importante en ese momento porque él era bastante mayor que yo y eso me hacía sentir bien, me hacía sentir protegida. Creo que por esa razón los novios que tuve.

Siempre fueron personas mayores. Me sentía mejor, Yo siempre como que fui novierita, tuve varios novios. También era muy amiguera, tenía una barrita de amigas y con ellas salíamos los sábados por las tardes y los domingos por la mañana a escuchar la retreta en el parque Los fundadores.

Uno salía a pasear por el parque, charlaba, comía helados, obleas y veía a los muchachos pispos de la ciudad.

Como a los 14 o 15 años me empecé a interesar en temas de belleza, soñaba con ser reina y era inalcanzable, yo a todas las reinas las veía allá, arriba, como unos seres que viven en otro mundo y que nadie podía tocar.

En esa época, los quince años era una edad muy especial, le daban a uno un poquito más de libertad, se podía poner las medias veladas, los tacones y se sentía señorita. La fiesta era muy bonita. Yo me acuerdo de la mía, que pude hacer lo que [27]

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quería, ese día me pintaron los labios por primera vez y me puse el primer par de medias largas y el primer par de zapatos con tacón alto, ese día, por fin, baile, era el centro de la fiesta, me sentía feliz. A las otras amigas les celebraron con un té, pero a mi hicieron fiesta con música y baile. De ahí en adelante uno entraba en la edad de merecer, como se decía en ese entonces.

En aquellos años las mujeres se casaban muy jóvenes, así que desde chiquitas, las mamás lo preparaban a uno para el matrimonio, lo preparaban para ser una buena ama de casa, pero no le decían las cosas que las niñas debíamos saber.

Con las mamás, por ejemplo, no se hablaba del desarrollo hormonal, ni de la manera como se tenían los hijos, de eso se enteraba uno por las compañeras mayores del colegio.

Hubiera sido mejor oírlo de la mamá porque las amigas a veces deformaban las cosas y uno terminaba muy asustado.

Había mucho misterio en todo eso, pero así era, y uno por decirlo de alguna manera no se atrevía a salirse de la fila.

Había muchas niñas más liberadas que tomaban trago en las fiestas, que se daban besos con el novio pero eso era muy mal visto entre las muchachas bien y con ellas no nos dejaban tener amistad”.

El esmero de Margarita Zuluaga, se vio reflejado en la preciosa señorita quien además de ser poseedora de una personalidad encantadora y una gran simpatía, también fue bendecida con bondad e inteligencia. Las otras jóvenes destacaban de ella cualidades como la sencillez, el alto

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sentido de la amistad, el incomparable amor por su madre y la sinceridad. A Luz Marina le gustaba ayudar en los quehaceres de su hogar, cocer sus propios vestidos, en su tiempo libre practicaba tenis, natación y equitación, era una excelente cocinera, sobre todo hacia ricos postres, iba a diario a Misa en la mañana y a actividades sociales en la tarde, era poseedora de una voz privilegiada para cantar, aunque no le gustaba hacerlo en público deslumbraba a sus familiares en las reuniones de su casa cantando música mexicana y bambucos, sin imaginarse que años después le compondrían uno en su honor.

“Desde pequeña me ha gustado mucho la costura y en esos años de adolescencia tomé clases de modistería y aprendí a hacerme mis propios vestidos, como al principio de 1957 me estrené uno de color azul petróleo y bordado con unas borlas blancas en una fiesta muy importante que había en la ciudad.

Esa noche tuve mucho éxito. Yo creo que de allí se debió mi candidatura a señorita Manizales.

Luego de optar el título en bachillerato, dotada de una alta sensibilidad se dedicó a estudiar arte y decoraciones y más tarde culinaria - “desde que termine el colegio, me he dedicado a leer, oír buena música y labores muy gratas: Integro la cruz social de Colombia como educadora de niños”- Señaló para la prensa de la época. “y a buenas obras de beneficencia que me llaman poderosamente la atención, con un grupo de damas de mi parroquia preparamos el aguinaldo del niño pobre”.

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CAPITULO II “Luz Marina, reina de Caldas, reina universal”.

Cuando Gladys Zender ganó Miss Universo en julio de 1957, se intensificó en Colombia la preparación para el Concurso Nacional de Belleza en Cartagena, certamen que se había posesionado como el evento más importante de la belleza en el país desde los años 30, Cuando los cartageneros engalanaron sus celebraciones de noviembre con las colombianas más bellas, que cada dos años viajaban desde todos los rincones del país con el sueño de convertirse en la soberana de la nación.

La victoria de Gladys marcó un camino hacia la belleza internacional moderna, uno que tuvo un fuerte efecto dominó en toda América Latina. Posteriormente, Gladys recorrió Colombia promocionando el certamen internacional y actuando como un buscador de talentos para el concurso de 1958. A partir de entonces, los medios y el interés comercial se dirigió a la elección de la nueva reina.

En asociación con Avianca y la Televisora Nacional, se promovieron una serie de doce programas de televisión en que las candidatas de Señorita Colombia serían presentadas a la audiencia. La serie se desarrolló del 26 de septiembre al 5 de noviembre, inaugurando el bombardeo televisivo que

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definiría el concurso a partir de entonces. Por otra parte, Cromos colocó cupones en sus ediciones de septiembre y octubre, pidiendo al público que escribiera los nombres de sus favoritas y predecir así, la ganadora, prometiendo dinero en efectivo, viajes y suscripciones gratuitas a aquellos votantes que devolvieron la mayor cantidad de cupones.

En medio de esa época y con intenciones de estudiar Psicología infantil en la Universidad Católica, Luz Marina sin medir las dimensiones se embarcó en un viaje real; en los meses previos al concurso nacional de belleza de Cartagena batió a todas sus contendoras en los torneos de belleza locales que disputó, hasta llegar a ser coronada en las puertas de la consagración como reina de Caldas.

Su candidatura a señorita Manizales no nació en ningún centro social, sino que fue prácticamente sacada de su hogar por los periodistas. Uno de ellos, Eucario Bermúdez quiso acabar con el monopolio que elegía la representante de Caldas a Cartagena, quería que el pueblo eligiera a su reina, y así fue, junto con Darío Hoyos del periódico La Patria salió a la calle a preguntarle a la gente a quien elegirían como reina.

“Esa fecha no se me olvida, en ese año se acercaba el reinado nacional de belleza todos los departamentos estaban eligiendo a las candidatas que los representaran. En ese entonces las candidatas se elegían por decreto, los alcaldes y los gobernadores escogían a una niña y ya estaba, no había derecho a discutir. En ese momento yo tenía 18 años y acababa de terminar el bachillerato en el colegio la [31]

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presentación. A pesar de que las mujeres no pensábamos en seguir una carrera profesional, tal vez la época no les permitía a las mujeres querer proyectarse profesionalmente, pues se suponía que debíamos dedicarnos a las labores del hogar, yo había comenzado a estudiar psicología infantil, lo que de entrada era una gran hazaña. Caldas no era indiferente al reinado nacional y en ese momento Manizales comenzó a agitarse como ya era hora escoger candidatas. La situación era que ellos no querían que fuera por decreto, como algo impuesto, entonces los periodistas de LA PATRIA y de Transmisora Caldas propusieron elegir a una reina popular lejos de todo protocolo. Así fue como ellos decidieron entrevistar a personas en la calle, hacer algo parecido a un sondeo y preguntarles a los manizaleños: ¿quién debía ser la señorita Caldas?, lo raro fue que comenzó a sonar mi nombre.

Yo creo que la gente me conocía porque había sido reina del colegio, la verdad creo que les impacté. Siempre estuvo mi nombre en esa encuesta, pero no era nada seguro, de manera que yo tenía cierta ilusión, pero no seguridad. Y yo no sé cómo, yo no sé porque, resulte yo, y casi no lo creía, me puse terriblemente feliz”.

Tras conocer el nombre de la muchacha más popular de la ciudad que brindo los resultados de la encuesta, el presidente del Club Campestre la visitó para proponerle que fuera la candidata del Club en el torneo de Señorita Manizales, en ese entonces se acostumbraba que las candidatas las nombrara un club social.

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“Creo que la belleza me definió la vida, porque vi el reinado de belleza como mi mejor alternativa, así que empecé a hacerme ilusiones sobre Cartagena, que era un concurso muy lindo, más natural que ahora, más descomplicado. Creo que si me hubieran exigido la disciplina que les imponen hoy, no hubiera participado porque yo soy muy indisciplinada, si yo hubiera tenido que ir a un gimnasio todos los días, o que una señora me enseñara a caminar, a vestir y a contestar a los periodistas, a lo mejor no hubiera hecho nada. En ese tiempo era muy rico, porque todo lo que uno hacia era salir con la mamá a comprar telas bonitas y dar con una buena costurera.

No tenía que cambiar mi personalidad, uno iba como era, a los reportajes uno contestaba lo que pensaba y lo que creía que tenía que contestar”.

En esa época las familias no se oponían a que sus hijas participaran en los reinados, porque el concurso de Cartagena era muy recatado. “Yo nunca me opuse- exclamó Don cesáreo, me parece que para eso la crio Dios, para ser reina y la más bella de todas las reinas”.

La elección de Señorita Manizales se hizo el 6 de octubre de 1957 en el Club Manizales. “Esa noche, a las nueve comenzó el concurso, yo llevaba un vestido gris de encaje bordado con piedras, desfilamos, yo tenía muchos nervios, era mi primera presentación. Alrededor de las doce se hizo silencio en el club, el maestro de ceremonia anunció que yo era la ganadora y la gente se me vino encima a felicitarme y a abrazarme”.

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Tras una competencia con Amparo Giménez Quintana por la peña taurina, designada reina del deporte de Caldas y Silvia Trujillo Gonzales por el club de Manizales, el jurado calificador, integrado por nueve personas de las entidades cívicas y sociales y funcionarios del gobierno municipal: Cesar Jaramillo, Humberto Londoño Ruiz, Armando Morales Benítez, como simpatizantes, y Mario Vélez escobar, Roberto Vélez, Jesús Londoño Montaño, Mercedes Sáenz de Vélez y Celio Aristizabal Ramírez partidarios de Silvia y Amparo, le otorgó a Luz Marina el honor de representar a Manizales en el reinado departamental “Señorita Caldas”.

Luz Marina inició su promoción como candidata departamental. En los días previos de la coronación viajó a Bogotá en compañía de su madre y algunos parientes para presentarse en la televisión nacional, los periodistas de la capital iniciaron a hablar entonces de sus cualidades, - “es una muchacha muy inteligente y cultivada, morena, esbelta, cabello claro, grandes ojos oscuros y dientes parejos. Habla con marcado acento caldense”. Escribieron de la revista Cromos.

Ellos guardan un recuerdo simpático de aquella vez que Luz Marina llegó acompañada de su madre a sus oficinas, “se sentó sonriendo, al principio callada, no hacía gestos, no procuraba llamar la atención, y era una candidata en concurso de belleza, Quien lo dijo fue su señora madre que habló primero, con gran sencillez: esta es mi hija, y es candidata a señorita Caldas”. Volvimos a mirarla, no hizo ningún

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movimiento, no se anticipó a iniciar la conversación, allí estaba Miss Universo anticipada y a nosotros solo se nos ocurrió preguntarle si deseaba un tinto (…)

Como al parecer lo de la reina popular estaba funcionando, los periodistas incluyendo otros dirigentes de la ciudad acordaron expandir más la elección y se propuso que cada municipio del departamento mandara una representante para que la elección de la señorita caldas fuera algo democrático, por lo que hubo una concurrencia de representantes de Armenia, Pereira, Calarcá, Dorada, Aguadas y Salamina, el círculo de periodistas del departamento también postuló a su candidata, en total se inscribieron 8 hermosas jovencitas para competir por el título. Esto llamo mucho la atención pues nunca en Colombia se había hecho un evento tan grande para coronar una reina departamental. El despliegue de la elección fue realizado el 12 de octubre en el coliseo cubierto de Manizales, la entrada fue cobrada para sufragar el viaje de la representante a Cartagena. El jurado estuvo conformado por el ex alcalde de Bogotá Aníbal Fernández de Soto, el ciudadano español Esteban Sáenz y los ciudadanos norteamericanos David Wecksenmann y Thomas F Sacanton Jr. “Yo creo que las comitivas de las reinas esa noche no se habían visto ni siquiera en Bogotá” señaló Luz Marina. Yo nunca me he sentido una mujer muy bella. Sé que tengo defectos grandes y soy consciente de ellos. Pero siempre tenía éxito con los muchachos, jamás deje de bailar una pieza,

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por lo que me di cuenta que si no era la más bonita, si estaba entre las más bonitas de la ciudad”.

En la coronación Melba Mejía representante de Pereira ocupó el tercer lugar y Carmenza Jaramillo de Armenia conquistó el segundo lugar, Doña Gloria Inés Armel Jaramillo Señorita Caldas 1955 coronó a Luz Marina como la reina departamental.

“El maestro de ceremonias dijo que la Señorita Manizales era ahora la Señorita Caldas, pero yo estaba confusa, no entendí bien, no me di cuenta hasta que me tomaron de la mano y me llevaron al centro del escenario. Yo me sentí orgullosa y feliz, emocionada, extraordinariamente emocionada, más todavía por el inmenso ruido de los aplausos y de los gritos. El coliseo se volvió una locura porque hubo gente que protesto porque yo ganará. Las dos candidatas fueron muy corteses en su felicitación, esa noche me puse muy feliz, pero aún no comprendía la magnitud de lo que significaba. Yo pensé que el reinado era ir pararse en una tarima y esperar a que digieran quien ganó y listo, pero nunca pensé lo que se me venía encima que ante todo era trabajar por la imagen de la ciudad”.

Por el regionalismo y las desgastadas relaciones de Manizales con Pereira y Armenia, la elección se tornó polémica, el alcalde de Armenia, como si se tratara del más delicado debate, acusó al gobernador de Caldas, general Gerardo Ayerbe Chaux, de influir en la decisión final, de inmediato se hicieron sentir las voces de protesta, los simpatizantes de las otras dos candidatas manifestaron su [36]

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inconformidad, en consecuencia las candidatas perdedoras no asistieron al baile de coronación. La reina nunca se había dejado conocer con malgenio, pero en esa ocasión, al terminar el torneo municipal don Carlos Gómez Escobar opositor de su candidatura le pidió que bailara una pieza con él, la beldad le respondió en tono no irónico sino ingenuo: “Yo no bailo con usted señor, porque usted pierde bailando con la nieta de un carnicero”.

Quienes la eligieron no dieron un paso atrás y mantuvieron su decisión, pero sabían que tenía que obtener buenos resultados en Cartagena, de lo contrario, las críticas en su tierra natal no se harían esperar.

El 30 de octubre de 1957 el gobernador del departamento de Nariño le solicita a la reina que acepte la representación de su departamento, encantada Luz Marina decide hacerlo y recibe también la Banda del departamento de Amazonas y de Putumayo, “Mi banda llevaba a Caldas, Nariño, Putumayo y Amazonas, si no estoy mal en la historia del reinado eso de representar a varias regiones simultáneamente solo me ha sucedido a mí y a otra candidata del Valle. No sé porque, tal vez porque las participantes se retiraban o no fueron”.

Con mucha ilusión y emoción, Luz Marina estaba preparada para enfrentarse al Concurso Nacional de Belleza, empezaron los primeros viajes a otros departamentos a donde invitaban a todas las candidatas a participar en desfiles de beneficencia, comenzaron los tiempos de los rumores, los acontecimientos sociales y apariciones en portadas de diarios y revistas. En [37]

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esos viajes se conocía a las otras aspirantes y se compartía con ellas el nerviosismo, la ilusión de ir al reinado.

Luz Marina fue fotografiada en la fiesta liberal, donde instó a las mujeres a votar por el próximo plebiscito. Periódicos en Cali corrieron foto-gráficos de Luz Marina probándose zapatos y comprando en la ciudad.

A Luz Marina se le dio $ 5000 por la oficina de fomento y turismo del Departamento de Caldas para el costo de competir (armario, etc.), pero su mamá puso $20.000 de su propio dinero. “No había mucha plata para viajar, a pesar de que la alcaldía y la gobernación me apoyaron, me asesoraron un par de primas con mi moña, que me la he hecho toda la vida, y una señora, Margarita Gallego, que cosía muy bonito, me hizo los vestidos. Me fui a Bogotá para hacer algunas compras y conseguir los vestidos y regresé a Manizales a esperar el viaje a Cartagena.

A medida que se acercaba el Concurso Nacional de belleza, quedó claro que las representantes de algunos de los arcos más devastados por la guerra de La Violencia: Antioquia, Caldas y Tolima, estaban emergiendo como las favoritas. Luz Marina criticada como meramente una "reina popular”, no solo obtuvo el respaldo de Bavaria, la compañía cervecera más grande de Colombia, también un respaldo de Max Factor cosméticos.

Para recoger a las bellas candidatas al Concurso Nacional, habían sido enviados aviones especiales a Bogotá, Cali,

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Medellín, Barranquilla, Tunja y Montería, “El 7 de noviembre de 1957 llegué a Cartagena. Viajé con un vestido que se llamaba “ensamble”, de color habano, de lino, ceñido al cuerpo y encima un abrigo del mismo material. En esa época se usaba el sombrero y los guantes, el “necessaire” y la sombrera”. La llegada al aeropuerto fue para mí una gran sorpresa, me recibió mucho público y gritaban: Caldas!..

Caldas! … y efectivamente en el reinado Luz Marina tuvo mucha acogida sobre todo entre la prensa, Eucario Bermúdez quien la había descubierto en Manizales, asumió como causa propia la promoción de Luz Marina en el reinado, meses después haría lo mismo durante el certamen de miss universo, además los periodistas que la acompañaron de LA PATRIA y de la revista Cromos que seguían sus pasos desde su elección como reina de Caldas le hicieron mucha difusión.

“Ellos fueron los que más importancia me dieron.

El mismo día que llegamos, empezó la gente a tocar a la puerta de la habitación, que querían conocernos, que a pedir autógrafos. Eso lo hacía sentir a uno importante”.

El público ya estaba familiarizado con las candidatas gracias a los miles de cupones que fluyeron de Cromos, el Comité del Concurso Nacional de Belleza agradeció al director de la revista por su apoyo en la promoción del concurso, desde entonces se mantuvo un vínculo durante gran parte del resto del siglo veinte y el siglo Veintiuno.

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Nazhly Lozano candidata del Chocó se convirtió en la primer afrocolombiana en participar en el Concurso Nacional, ella fue elogiada por su singular belleza que simbolizó las virtudes positivas del pueblo chocoano. Luego de su participación se tituló en derecho y se desempeñó como congresista, fiscal de la nación, primer mujer negra en ser nombrada ministra de la justicia y personera presidencial para la equidad de género.

En aquella época, muchas veces las comitivas jugaban un papel importante para la elección de la reina, “fueron poco las personas que estuvieron conmigo, salí para Cartagena con una comitiva muy pequeña, no éramos más de 10 personas entre quienes estaban mi mamá y el alcalde de la ciudad, ninguno de mis hermanos fue. Todos estaban muy optimistas antes de viajar, en el momento de llegar y en el reinado mismo (…). Pero yo sabía que no iba a ganar. Yo no tenía un complejo de inferioridad, pero tampoco tenía esperanzas, solo pensé que podía representar bien a caldas”.

En ese año el Concurso Nacional de Belleza se realizaría en el Hotel litoral Caribe "Los recuerdos más lindos de mi vida los tengo en ese hotel - recordaba Luz Marina - Esos corredores me dieron el impulso para lanzarme al concurso de Miss Universo, tanto así que de allí salieron muchas ideas". Al certamen nacional de ese año se presentaron 14 candidatas y desde un principio las participantes- de Tolima, Valle, Cundinamarca, Antioquia y Caldas tuvieron mucha fuerza, la gente decía que ahí estaba la pelea y efectivamente así sucedió. El concurso advirtió a todos los participantes, bajo pena de descalificación, usar en público trajes discretos, [40]

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nunca trajes de baño. La competencia se realizó con un primer desfile ante los jurados, luego se realizó una segunda presentación privada durante un almuerzo en una casa residencial, antes de la velada de elección las candidatas hicieron otras dos nuevas presentaciones privadas. También se realizó el tradicional desfile de carrozas, en aquel año el público espectador llegó a extenderse a cien mil personas. La carroza de Luz Marina simbolizaba la industria del café.

En ese año también llegó al concurso una prueba que hizo hablar a la nación entera, se llevó a cabo el desfile en vestido de baño, esa noche las candidatas estaban muy nerviosas, en primer lugar la Iglesia había amenazado con excomulgarlas y en segundo lugar las candidatas estaban un poco más rellenas que hoy en día, y siempre existían las celulitis.

"La primera vez que se utilizó el vestido de baño en el concurso fue cuando yo me convertí en reina, pero las niñas salían en privado frente a los jurados en Cartagena, y sólo estaban ellos, no había ni un solo periodista, es más, habían niñas que lloraban porque tenían que salir con esa vestimenta, era mejor llorar que salir a pasarela en vestido de baño. No era cuestión por el recato o porque la familia se molestara, ya que el desfile era en privado, pero una cosa es cuando uno se califica en el espejo y otra que unos jurados la califiquen en un teatro. Todas las cuestiones de autoimagen, como el cepillado de cabello, La depilada y todo eso, era muy complicado, la sensación del vestido de baño daba mucho susto, aunque yo estaba delgada y no tenía muchos gorditos,

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siempre daba nervios. Incluso mi mamá me daba avena y ponche de huevo con azúcar para que aumentara varios kilos, las mujeres en esa época eran un poco más rellenitas”.

Con dos cicatrices en su cuerpo, la primera señal de una vacuna en el brazo y la segunda debido a una operación de apéndice a la edad de 14 años, Luz Marina se enfrentó a la prueba de fuego y a las críticas del jurado. Meses después, volvió a experimentar el pudor de una mujer de Pereira en vestido de baño frente al mundo entero cuando el periódico El Espectador sacó una foto en vestido de baño de página entera con el título: Luz Marina Zuluaga, Miss universo. “Era una época totalmente distinta ya era una revolución que dejaran que las candidatas participaran en vestido de baño, no pude dejar de pensar que cuando llegara a Manizales el obispo me daría la Excomunión. Pero estuve tan de buenas en mi vida, que el obispo solo dijo: esa niña es tan buena, pero tan buena, que se ve hasta bien en vestido de baño”.

Durante los próximos días del reinado en Cartagena, el nombre de Luz Marina empezó a circular y crecer en popularidad como una ola, fue nombrada señorita simpatía y entonces empezó un peregrinaje hacia la manizaleña en búsqueda de autógrafos, visitas y aclamaciones. La encuesta popular adelantada la daba como favorita junto con Doris Gil Santamaria representante de Antioquia. “Desde el comienzo me impresionó la belleza de Doris” comentó Luz Marina.

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Doris tenía 18 años de edad, medidas perfectamente proporcionadas: 1metro con 69 centímetros de estatura, 52 ms y 600 gr de peso, 92 centímetros de busto, 54 centímetros de cintura y 93 centímetros de cadera, era hija de William Gil Sánchez, dueño de lo que hoy todos conocen como Caracol Televisión, tenía un novio extranjero cinco años mayor que ella, Helmut Bickenbach. Doris hablaba francés y mejoró su inglés en un internado del convento en los Estados Unidos.

“En esos años el reinado duraba cinco días, que fueron inolvidables. Estuve feliz porque me encantaba bailar, claro que la competencia con las costeñas era difícil porque nosotras, las del interior, no tenemos el ritmo ni el movimiento de hombros que tiene la gente de la costa. Tal vez el único recuerdo poco grato que tengo del reinado es el baile del disfraz que me hizo sufrir mucho. Allá nos decían de qué debíamos disfrazarnos y yo, muy obediente, seguí al pie de la letra la orden, aun cuando supe que me tocaba vestirme de japonesa y que ese disfraz no me favorecía. Me sentí horrible con la cara cambiada, los ojos rasgados y ese peinado que no me sentaba para nada. Asistí porque me tocó, pero ahí mismo le dije a mi edecán que me llevara de vuelta al hotel. El trató de animarme, pero yo me sentía la más fea de la fiesta, sobre todo cuando entró Doris Gil con un vestido espectacular, que nos deslumbró a todas, Llego disfrazada de maestro de ceremonia, con un cubilete y una sacoleva dorados, preciosos. Todas dijimos “Doris es la reina”.

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Al día siguiente, recobré el entusiasmo. Me acuerdo que ese día teníamos una misa a las doce del día y teníamos que ir con vestido vaporoso. El mío era blanco de organza con aplicaciones en tono pastel y una pava blanca. Ese vestido me lo habían hecho las Osorio en Cali, lo mismo que el vestido para la noche de elección.

El día de la final 11 de noviembre, fui a la playa en la mañana, firme muchos autógrafos, la gente me aplaudía. Luego, al almuerzo descansé para trasladarme al teatro al ensayo y regresar al hotel a las 4… a esa hora alguien me dijo que yo iba a ganar y los de la comitiva se reafirmaban en su creencia”.

A las ocho y media de la noche Luz Marina llegó al teatro y a las 10 en punto de la noche las candidatas empezaron a desfilar “Cuando entré se me quebró el tacón del zapato derecho, pero no tuve tiempo de desesperarme: en segundos aparecieron puntillas, martillo y unas manos expertas que arreglaron todo en un dos por tres, y con el medio clavado y medio volando tuve que desfilar esa noche. Estaba ofuscada por el contratiempo”.

Entre los telones se reunieron todas las candidatas, Doris Gil Santamaría encabezó el desfile “… Yo estaba de cuarta en la línea. No había calor increíble y todos estábamos tratando de enfriar mediante el uso de un abanico grande que Doris había traído al concurso y para completar, la blusa del vestido no me había quedado bien y yo no me sentía cómoda, pero no me lo podía cambiar porque no tenía otro. Yo estaba muy nerviosa, hablábamos entre nosotras y la predicción de que [44]

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Doris sería la ganadora, ella había viajado a Cartagena con sentimientos encontrados, ya que no quería ganar pues ya para entonces era novia de Helmut y él quería más una esposa que una reina. "El día de la coronación ella se fue a pasear con él en moto. Cuando llegó tenía las piernas engrasadas, tuvimos que limpiarla", recordó Luz Marina.

“Algunas de las chicas predijeron que yo iba a ganar, “No, a que Doris” “Tal vez tu” “yo, que va” y reíamos nerviosas”, uno de los locutores que estaba en la ceremonia se me acercó para decirme que conocía sinceramente que yo iba a ser la reina, pero nunca llegué a pensar que fuera elegida, Doris y Luz Carime Alhach, candidata del Valle me parecieron siempre las más opcionadas”.

A las 12 de la noche se conoció el nombre de las finalistas, el jurado estuvo conformado por el multimillonario venezolano Herrera uUlar, jurado en Long Beach, el neoyorkino Robbins y el alcalde Keith de coral cables en el sector residencial de Miami. “Recuerdo que esa competencia fue dura, no había ni preparación, en ese tiempo a las candidatas nos tocaba defendernos solitas y solo con la ayuda de sus madres. Ahora las candidatas reciben preparación en Bogotá uno o dos meses antes de la elección y tienen a alguien quien les enseñe a pararse ante las cámaras a caminar y a responder”.

En la primera votación secreta del jurado Luz Marina quedó empatada con Doris Gil y Mabel Villaveces candidata del Tolima, al final por circunstancias de la vida Doris, quien había tenido una intensa propaganda, ganó el título de Señorita [45]

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Colombia, recibió la corona de manos de la Miss Universo 1957 Galdys Zender que había viajado a Cartagena para presenciar el certamen y quién estaba segura de que Doris iba a hacer su sucesora en el certamen de belleza en Long Beach.

La antioqueña ya había sido frecuentemente comparada con Gladys, quien había sido la que sugirió la candidatura de Doris a señorita Antioquia, luego de una visita a ese departamento.

En la votación popular de la revista Cromos Doris alcanzó los 10.041 votos, mientras que Luz Marina 10.036 votos y Mabel Villaveces 9.940 votos.

Tras pronunciado el fallo los antioqueños que estaban en vela irrumpieron sobre el tablado y el espectáculo de la elección terminó en un desorden mayúsculo, todos subieron a felicitar y a tomarle fotos a la reina, poniendo en peligro a las candidatas que se encontraban al lado y efectivamente, en el momento de euforia el público derribó de sus sillas a Luz Marina y a Luz Carimé, “Fue un gran momento de confusión. De allí salimos muy asustadas. Eso no se nos olvida”. A la salida del teatro la coronaron con flores de coral… y el tiempo se encargó de perpetuarla.

“Del teatro nos fuimos para el baile de coronación, no muy felices pero haciendo creer que si lo estamos. Para mí el público recibió muy bien la elección de Doris… no lloré por no ganar, porque nunca me hice la ilusión de que ganaría pero si me dio mucha tristeza como reaccionaron los de mi comitiva cuando se conoció el fallo ya que ellos si estaban muy ilusionados. Luego Salí al hotel en donde me cambie de traje

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y de zapatos, y allá en el club y en el baile recuerdo que el público me hizo salir varias veces al balcón en unión a Mabel.

Fue un momento muy agradable, siempre recuerdo con cariño al pueblo cartagenero que se portó muy bien conmigo… uno de los meseros me dijo cuando llegamos que si yo no había quedado de reina porque la mesa para la reina había sido arreglada para la de Caldas”.

Para el jurado Luz Marina no poseía la preparación suficiente, ni era el fiel reflejo de la belleza autóctona nacional, requisitos según ellos, indispensables para representar a Colombia en un evento orbital. “Cuando obtuvo el virreinato en Colombia, no permitíamos que se lo mencionáramos pues sentía temor de que se le calificara de vanidosa”, recuerda la tía Lucila. “En realidad en ese entonces no se elegía ni virreina ni princesas solo la reina, el maestro de ceremonias decía la Señorita Colombia es tal y ya. En la calle la gente aún comenta que yo fui la virreina pero eso no es cierto. Lo que paso fue que en Cartagena se me hizo mucha bulla y las favoritas éramos Antioquia y yo, pero Doris Gil tuvo la suerte de haber ganado y listo fin de la historia, técnicamente así la gente diga lo contrario yo no quede de nada en Cartagena”.

Después de la coronación las beldades fueron trasladadas a sus respectivas ciudades, una multitud de simpatizantes salieron a recibir y a rendirle un homenaje de admiración a Luz Marina. “Fue muy gracioso el recibimiento en Manizales, me pasearon en un carro de bomberos por toda la ciudad, la plaza de Bolívar estaba llena y todo el mundo me saludaba como si

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yo hubiera sido la reina, el gobernador Ayerbe Chanx me ofreció una serenata con la banda departamental (…) En el club de Manizales baile de gala y recibí un aderezo de esmeraldas como regalo”.

La cobertura del concurso continuó durante el mes siguiente en las páginas de la revista Cromos, la revista publicó los nombres y direcciones de los ganadores del concurso de cupones. Corrió fotografías de algunas de las candidatas en traje de baño, y finalmente, Cromos continuó con el concurso de cupones para el próximo plebiscito en el frente nacional, la fotografía mostraba a Doris Gil Santamaría y a las reinas de Cartagena, incluida Luz Marina, alrededor de una mesa en el proceso de firmar una petición llamando a todas las mujeres al plebiscito para que votaran por primera vez y para participar en el proceso de restauración y paz para un país destrozado por el odio y derramamiento de sangre fratricida. El plebiscito reafirmó la postura conservadora de que Colombia era una nación católica romana y ese gobierno protegería y respetaría La Iglesia como guardiana del orden social. Sin embargo, el artículo 1 estipulaba que las mujeres tendrían los mismos derechos políticos que los hombres y el artículo 12 estableció que el gobierno nacional gastaría el diez por ciento de su presupuesto en educación pública.

En el plebiscito hubo 1.8 millones de votantes femeninas, el 42 por ciento del total de votos, con el 95 por ciento del total de votantes que aceptaron el plebiscito y el arreglo del Frente Nacional. Tanto la transición al sistema del Frente Nacional como las tendencias significativas en la belleza colombiana llenó gran parte del resto de 1957.

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A su regresó por su desempeño en el concurso es nombrada reina del círculo de periodistas de Manizales, reina industrial y en barranquilla Capitana del Country Club. Por derecho propio se anuncia que recibirá el título de la reina del IV feria de Manizales, la coronación se lleva a cabo en enero de 1958 en el Coliseo Cubierto de manos de Julieta Jaramillo B, reina de la feria del año pasado. En total ese año la feria recibió 70 mil turistas, en compañía de las finalistas de Cartagena, Luz Marina desfiló en los distintos eventos, “el público me recibió muy bien, siempre he creído que el pueblo de Manizales me tiene un gran cariño lo he sentido y lo he visto”. Ese año, la vida transcurrió en desfiles, obras benéficas y visitas a otras ciudades. En Marzo viajó a la semana panamericana en Washington y al festival de las Américas de regreso, “me encantaron los Estados Unidos, New York es preciosa, pero uno queda hecha una pulguita insignificante allí. Pasamos las grandes avenidas curioseando, viendo almacenes maravillosos, bajo los edificios. Se siente una en otro mundo, es una ciudad imponente y linda”.

El 28 de Febrero de 1958, recibió una invitación a los carnavales de panamá por unos pocos días. “Lo más especial que me ocurrió fue una invitación que me hizo el club de jardinería de Manizales a Panamá a una exposición de flores.

Eran unas fiestas verdaderamente magnificas. Había también varias reinas. Allá conocí al embajador de Colombia que me invitó para que me quedara unos días más, Los carnavales terminaron y la última noche hubo una gran comida. Entonces anunciaron que Juan Carlos de Borbón, Príncipe de España y [49]

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heredero al trono llegaría en el puerto de Colón y querían a una de las reinas para darle la bienvenida”.

Luz Marina fue seleccionada por el gobierno para este honor.

“El embajador de Colombia me invitó a una cena donde iba a estar el príncipe Juan Carlos de Borbón, que venía con unos condes en el barco escuela Sebastián de Elcano. Yo no quería, me daba pereza recibir y acompañar a un príncipe, seguramente un viejo todo protocolario, pero insistieron entonces me tocó hacerlo, además ¿Quién no ha soñado cuando está joven con conocer a un príncipe de carne y hueso, y estar en el mismo sitio o salón comiendo con él? Pero seguramente lo iría a ver de lejos".

Juan Carlos de Borbón había embarcado el “Sebastián Elcano” que había salido el 10 de Enero desde Cadiz, para realizar un viaje de prácticas por Santo Domingo, Panamá, Perú, Colombia y Estados Unidos.

Luz Marina había viajado en compañía de su mamá, que era también su chaperona, como lo exigía el concurso, con el embajador colombiano y algunos amigos.

"Había mucho revuelo en Panamá, solo se hablaba de esta visita importante. Tenía mucho susto, no sabía cómo saludar a un príncipe. Yo me puse el mismo vestido del día de la elección que no me quedaba muy bien, pero era el único que tenía. Cuando entramos al salón, él estaba de pie junto con los otros condes y con el embajador en la línea de recepción; pasé, le di la mano con una medio inclinación de cabeza,

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Luz Marina Zuluaga a los 4 años de edad – Luz Marina en el día de su primera comunión - Luz Marina es elegida Señorita Caldas 1957 en el coliseo cubierto de Manizales a los 18 años de edad.

[51] Amparo Giménez Quintana candidata por la peña taurina, Luz Marina Zuluaga delegada Señorita Manizales y Silvia Trujillo Gonzales candidata por el club de Manizales Octubre de 1957.

Luz Marina Zuluaga (izquierda) en el Concurso Nacional Luz Marina: Las memorias de una Miss Universo. de Belleza 1957 junto a Otylia Berrocal señorita Córdoba y Elsa Von Halle señorita distrito especial, en el centro Gladys Zender Miss universo y Doris Gil Santamaria Miss Colombia.

Doris Gil Santamaria señorita Antioquia y Luz Marina Zuluaga en Cartagena. En la votación popular Doris alcanzó los 10.041 votos, mientras que Luz Marina alcanzó 10.036 votos.

Cinco cartas le escribió el príncipe Juan Carlos de Borbón a Luz Marina, las cuales ella nunca respondió.

También se le relacionó sentimentalmente con el torero Pepe Cáceres y con Fernando Vernaza. “si éramos novios pero mientras estuve en miss universo, se había ennoviado con una de las candidatas de señorita Colombia. Luego de casarme salíamos juntos y por mucho tiempo fuimos grandes amigas”.

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porque no era rey, tampoco había que hacerle nada especial, era un simple príncipe. Saludé, él se quedó mirándome, y claro, yo volteé la cabeza porque me llamó la atención que me estuviera mirando. El príncipe resultó ser joven y simpático y no viejo y osco como yo pensaba que serían todos los herederos al trono. Me sentí mejor al darme cuenta de esto.

Pasamos a sentarnos con el embajador de España y su esposa y otros colombianos presentes en la recepción. El príncipe se sentó en la mesa principal con los nobles y los gobernantes de Panamá. Yo no le quitaba la mirada porque estaba muy impresionada de conocer a un príncipe, era muy guapo, alto y estaba con su uniforme blanco de la marina.

Luego vi que se paró y estaba buscando a alguien; cuando me vio, se vino a mi mesa... el susto y la emoción fueron muy grandes. Me dijo que si se podía sentar conmigo un rato, yo le dije, “Claro, alteza” así que se sentó a conversar, era un hombre muy simpático, nos estábamos tuteando al corto rato”. Ese fue el principio de esa noche mágica: "cuando llamaron a pasar a manteles, él me dijo que si lo acompañaba a abrir el mostrador y yo pasé con él, comimos juntos y también abrimos el baile. De regreso a mi mesa, el embajador de Colombia me sacó a bailar, el príncipe tomó también su pareja, pero de pronto le dijo al embajador que por favor nos sentáramos, nosotros lo hicimos. Y el príncipe entonces se puso en pie de nuevo y me solicitó que finalizáramos el baile.

La fiesta terminó a la una de la mañana, pero antes, Juan Carlos de Borbón me invito a conocer el gran buque de la guerra “Sebastián Elcano en que venía. Al día siguiente, el [53]

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entonces príncipe y la reina almorzaron en el barco Sebastián de Elcano. "Es un buque precioso, gigantesco y estuve conociéndolo durante largo rato, recuerdo que me tomó muchas fotos, me regaló una baraja y diarios españoles y también, un libro que se llama fiesta de toros con la dedicatoria que ahora leo: “Para que cuando vea éste libro te acuerdes de quién te ha admirado tanto, con un saludo afectuoso, Juan Carlos De Borbón”.

Por la noche asistimos a una nueva comida en su honor, con el embajador de mi país. Al otro día el príncipe salía hacia la capital, y yo entonces decidí regresar a Colombia, pero Juan Carlos me dijo que no me viniera, me dijo que no iría a panamá si yo no iba (era un poco… coqueto, como todos los hombres) habló con el embajador y al fin nos convenció. De manera que concurrimos a todas las ceremonias”. Más tarde, en Colombia el príncipe manifestó para la prensa su impresión de Luz Marina, quien consideró como “Una mujer muy linda”.

De regreso a la historia, “una noche, en unas fiestas me dijo que eso estaba muy aburrido, que fuéramos a un Grill… le acepté la invitación y nos fuimos a bailar, yo solo le avise a mi mamá para que supiera donde estaba y con quien andaba, si no era capaz de llamar a la policía y mandarme a buscar por todo Panamá.

Llegamos a la discoteca y empezamos a bailar (el porro estaba de moda) entramos por la cocina para que la gente no se percatara de su llegada. Cuando pasábamos por ahí tomó unas tijeras, se arrodilló y le cortó la cola a mi vestido. Dijo que [54]

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estaba muy 'estorbosa'". Lo único que acaté a hacer fue a doblarla y a guardarla. Cuando eso se usaba los vestidos largos, angostos y con colas largas. Bailamos felices, cantamos rancheras (le encantaba la cama de piedra, que también estaba de moda). Al día siguiente también nos vimos, conversamos y me prometió que me escribiría. A los diez días de haber llegado a Manizales recibí una carta, era del príncipe.

Me decía que estaría en Cartagena y en Bogotá visitando al presidente Alberto Lleras y que quería volver a verme. Eran otras épocas, mi mamá no me dejó ir que porque “uno a los hombres no les podía demostrar nada”, además mi mamá me decía que los príncipes y los reyes se casan entre si y que las plebeyas son para pasar el rato, si tenía razón o no, nunca lo supe porque no lo volví a ver. No me sentía muy enamorada y hasta ahí quedó la amistad, Comí en el yate del príncipe, era bellísimo pero ellos se casan sino con gente de sangre azul y yo la tengo muy roja y la cosa se fue disipando.

Continuo enviando cartas, en una de ellas note que estaba muy cariñoso… vi que la cosa era muy enserio y decidí no responder a ninguna, me pareció una persona muy agradable culta e inteligente, pero sabía que era imposible ¿para qué le Iba a escribir?, además no sabía cómo dirigirme a él por carta.

Esas cartas se las presté a un periodista para copiarlas y recuerdo que en la prensa publicaron algo sobre ello pero nunca me las devolvieron”. Años después, al leer en la prensa internacional los escándalos del Rey Luz Marina les decía a los suyos con mucho humor: '¡De la que me salvé!'

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Capítulo III “Así llegué a Long Beach”.

Le pregunté a miss Brasil, '¿Qué dice ahí?' y ella me dijo con gran emoción: “dice Miss Universo! '" No lo podía creer, yo era la mujer más bella del mundo” .

A la belleza colombiana le fue excepcionalmente bien en los Estados Unidos en 1958, como motivo de la Semana Panamericana en Washington, D.C., la federación nacional de cafeteros le entregó el título a la reina colombiana, Doris Gil, de reina internacional del café en dicho evento. En junio, Mercedes Baquero Román, señorita Cundinamarca fue coronada Reina de las Américas en Miami, por delante de las competidoras del Salvador, Cuba, Paraguay, Guatemala, Perú, Jamaica, México, Ecuador y Brasil Según los informes, Mercedes almorzó con el presidente Eisenhower.

“Un día, yo estaba en mi casa tranquila simplemente con unos bellos recuerdos de Cartagena. Estaba por comenzar de nuevo mis estudios cuando recibí una llamada del representante de MAXFACTOR para Colombia que era la marca de cosméticos que tenía la franquicia de elegir la representante para Miss universo, el delegado que era de apellido Barriga, me dijo que me invitaba a un almuerzo con mi mamá en Bogotá, porque quería hablar algo muy, muy urgente conmigo. A mí me pareció muy rara la llamada y le pregunté que como para qué y él me respondió que después me diría. Yo acepte convencida que me buscaban para

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publicidad o algo así, mi mamá estuvo de acuerdo y volamos a Bogotá. Durante el almuerzo, cuando nos parábamos de la mesa me soltaron el motivo de la invitación: - “Max factor quiere que usted sea la primer representante de Colombia en Miss Universo que se realizará en Long Beach éste año”.

Hay que recordar en ese entonces la Señorita Colombia no iba a ninguna parte. La primera representante del país a un certamen internacional fue la señorita Aura Gutiérrez Villa, elegida reina de Colombia en 1932 en un torneo realizado en la ciudad de Bogotá, quien para dicha de la nación clasificó en la final del Concurso Mundial de la Belleza en Bélgica (certamen que desapareció en 1935), siendo además, la única americana quien llegó a la final. Más tarde, en 1950 Miriam Carolina Sojo Zambrano, reina del Atlántico y con 16 años de edad conquistó el reinado Centro Americano y el Reinado del Caribe.

Luego de ponerse en moda el concurso nacional de Cartagena y la fundación de Miss Universo en Long Beach California por la aerolínea Pan Am y los estudios cinematográficos Universal, fueron varias las veces que se intentó enviar una representante del país a dicho certamen internacional. El primer intentó fue con Leonor Navia, reina nacional de 1951, quien no asistió ya que estaba comprometida. En 1956 el país fue invitado oficialmente al certamen, pero la reina Colombiana Esperanza Gallón Domínguez de Santander, no pudo asistir ya que se [57]

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extraviaron sus papeles y con ellos la credencial que le había entregado el gerente de MAX FACTOR. La reina actual, Doris Gil había manifestado desde antes del concurso de belleza en Cartagena que ella no aceptaría nada que le obligara a hacer cualquier clase de propaganda comercial, esta condición la puso de presente su señor padre, Don William Gil a los miembros del comité organizador en Antioquia. Cuando los voceros de la firma internacional se acercaron a proponerle a la familia Gil Santamaría la inclusión de Doris en nombre de Colombia, se les respondió que NO. Doris Gil ya había fijado su compromiso con Helmut para el 6 de septiembre, el sería su príncipe azul hasta el último momento que fueron encontrados los dos tirados en una vía de Cundinamarca luego de ser vilmente secuestrados y asesinados por las FARC en diciembre del año 2002.

Mario Barriga Giordano, representante de Max Factor en Colombia ante tales impasses decidió encomendarle a Luz Marina el compromiso de representar a Colombia en el reinado de Miss Universo. Según Orlando Correa6, fue Gladys Zender quién al saber que Doris no había aceptado participar en el certamen internacional, recomendó a los ejecutivos de Max Factor que se invitará a la reina de Caldas, ella la había conocido en Cartagena y su belleza la había impactado enormemente “ella era tan bonita como la reina ganadora”.

– Yo pensaba y le daba vueltas y vueltas, ¿quién yo?, representar a Colombia en el reinado de Miss universo, bueno y yo no sabía qué hacer, ¿qué hacer? “Representar a

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Colombia en el reinado de Miss Universo”, Sin dudarlo, mi respuesta fue que NO. Como se les ocurría que yo fuera allá, si ni siquiera pude ganar en Cartagena mucho menos iba a ser algo en Miss universo. Personalmente me parecía muy bueno poder ir y participar en un evento tan importante pero sabía que no podía esperar ganar nada. Eso allá si sería difícil.

A mí me hicieron la oferta porque Doris Gil no pudo asistir, según me dijeron, por no ponerse de acuerdo con algunas condiciones de Max Factor, personalmente nunca le pregunté a Doris, por lo tanto desconozco el motivo para que ella no asistiera, sin embargo, sé que fue algo personal, era una niña muy contemplada y debía firmar un contrato para irse a los Estados Unidos, pero el papá era un señor muy estricto que no permitía que Doris se le saliera de las manos y el concurso exigía manejarla, por lo que no llegaron a un acuerdo. Ella no se casó así tan ligera como escribieron los diarios. Sí se casó después con Helmut, se querían mucho, pero a él tampoco le gustaba que se fuera a hacer Miss Universo y la suerte decidió entonces que fuera yo. Yo siempre he dicho que Doris Gil merecía el reinado, Estoy segura que si ella hubiera ido a Miss Universo con mayor razón hubiera obtenido el título”.

Mario Barriga le insistió mucho en que la empresa quería que ella fuera al concurso internacional, porque contaba con muchas cualidades que ellos sabían que se podían tener en cuenta en ese certamen. “Creo sinceramente que Luz Marina no solo por su belleza física, sino por sus diferentes atributos personales, sería una seria aspirante al título que se disputa

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en Long Beach”, señaló Mario Barriga en la época. Al final Luz Marina le dijo que los llamaría en dos o tres días para darles una respuesta.

“Siempre tuvimos la impresión de que Luz Marina llegaría a ser reina, su dulzura y su manera de ser en todo sentido le daban méritos suficientes para serlo”- manifestó la Tía Lucila. “aunque nunca se preocupó por eso, de ahí que todos los reinados que ha ganado le hayan caído como una sorpresa”.

Agregó Don cesáreo. ¡Qué susto que me dio!... me puse muy emocionada y el ánimo mismo de conocer y de estar allá me hizo decir que si… pensé en tomar ese viaje como una experiencia más para mi vida y que sería lindo contarles a mis nietos que su abuela había podido participar en un concurso internacional de belleza lo que no sabía en ese momento era que les iba a poder decir que había sido Miss universo, tenía la ilusión de ir, era joven y quería formar parte de ese concurso, pues siempre había sido muy amante de los certámenes de belleza sin embargo, me daba susto, porque si en Cartagena no obtuve la corona siendo sólo 14 candidatas, pensé que menos lo haría en un concurso internacional donde van niñas tan preparadas. Decidí viajar porque era hora que las mujeres colombianas dejaran de estar más tiempo ausentes en certámenes de esta índole y alguien debía dar el ejemplo”.

El viaje a Miss Universo seria en julio, Luz Marina empezó a organizar el ajuar y todas las cosas que tenía que llevar, “ocho horas diarias antes 5 modistas”. Aunque la gran mayoría se [60]

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las había dado Max factor. Los 25 trajes en total, con un valor aproximado de 30.000 también habían sido obsequiados por Sedalana, “un poquito más elegantes que los de Cartagena” todos al estilo moderno, cuya confección gastaría varias semanas a las principales casas de modas del país”.

En total fue un equipaje de 18 maletas en las que Luz Marina llevó dos trajes de noche (uno negro y uno verde esmeralda), 6 vestidos de cocktail, 6 vestidos de sport, 3 faldas de estilo diverso, 6 blusas, 2 abrigos ligeros (uno corto y otro largo), y un vestido típico colombiano estilizado, como accesorios se incluyó 6 sombreros, 3 carteras, 1 bolso de gala, 6 pares de zapatos, 6 pares de guantes, 12 pares de medias, 6 juegos de ropa interior y 2 crinolinas.

“Estaba muy nerviosa no sabía cómo iba a ser eso tenía claro que no contaba con experiencia en pasarela manejo de periodistas y nada de esas cosas y eso me preocupaba mucho, no en que no ganara, sabía que no lo lograría pero no quería hacer quedar mal a mi país, el peso de representar bien al país era enorme”.

El 8 de Junio llegó a Colombia para brindar un desfile en beneficio de la cruz roja una firma que se llamaba el comité de elegancia de parís, integrado por las hermosas jóvenes participantes del concurso mundial MISS WORLD 1957 en Londres, Claudette Ines Navarro Miss Francia, Lilian Juul Madsen Miss Dinamarca, Elenore Ulla Edin Miss Suecia y la Miss Mundo Filandesa Marita Lindhal.

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“Max factor decidió meterme ahí para que tuviera un contacto y aprendiera como era que uno se hacía reina de talla internacional, allí se me apareció el ángel de la guardia. Se puede decir que esa fue mi única preparación, Mario Barriga me decía que mirándolas, estando con ellas yo iba a aprender”.

De inmediato Max factor Hollywood la llevó junto a las hermosas europeas a Caracas, Venezuela para participar en el festival mundial de la elegancia, “fui con mi mamá a Caracas a reunirme con el Comité, pero la primera experiencia fue horrible porque, claro allá nadie sabía de mi pánico a las alturas y la atención que me hicieron fue alojarme en el Hotel Humboldt que quedaba en el cerro del Ávila, a donde había que subir en funicular y encima me pusieron en el último piso del hotel, para que viera la vista tan formidable de Caracas.

Me acuerdo en aquella subida al cerro y luego al último piso del hotel que lo único que hice fue cerrar los ojos y sufrir. No vi nada, no me di cuenta de nada, no dormí de miedo y la noche me la pase inventándome una buena excusa para que me bajaran de allá. Al otro día, la única mentira que se me ocurrió fue decirles que mi mamá sufría del corazón y que no se sentía bien con las alturas, entonces, me llevaron a la casa de unas personas muy simpáticas que nos acogieron muy bien.

Ahí empecé el entrenamiento con las europeas. Ellas como profesionales y yo como aprendiz, esa fue mi gran escuela, seguí el recorrido con ellas y me dedique a mirar cómo era [62]

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que caminaba la francesa que a mi juicio era la que tenía mejor estilo, la imitaba en como sonreía, en como miraba, en cómo se paraba, me volví la sombra de miss Francia. Una niña como yo de 18 años enfrentada a todo ese mar de cosas nuevas, asustada pero a la vez feliz, igual tenía que disfrutar lo que estaba viviendo. Yo era de provincia de una ciudad pequeña, pero estaba en un comité de belleza y eso sonaba grande, los micrófonos y los flashes de las cámaras cada vez me asustaban menos, la gira me demostró que ya me estaba adaptando a ese mundo que aunque nuevo ya empezaba a dominar, aunque realmente no sabía nada de eso, pero eso sí, resolví aprender, Entonces, le dije a la chaperona que yo sufría de bajas de tensión arterial muy horribles y que si no me tomaba un brandy doble, perdía el conocimiento, le dije que el susto era lo que me bajaba la tensión. Me invente la mentira porque allí no nos dejaban tomar ni una gota de alcohol. La señora se creyó el cuento y cada vez que yo iba a desfilar me pasaba un brandy doble y yo, con la ayuda de mi brandy, salía y lo debí hacer muy bien porque cuando terminé Mario me felicitó, me dijo que lo había hecho divinamente y yo le conteste: ¡ah!, pues fue que con los dos brandis me sentí igualita a Miss Francia”.

Desfilamos por varias ciudades de Venezuela y yo siempre fijándome en la francesa, aprendiéndole. Con ellas recorrí también toda Colombia, así que cuando fui a Long Beach, ya había perdido el susto, había soltado mucho el cuerpo. Eso me ayudó mucho”.

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Posteriormente cuando llegó a Manizales, Cuenta su amiga Dora Mejía Londoño que le preguntó sobre qué era lo que más añoraba en caracas, la reina le respondió “francamente lo que yo anhelaba era venir cuanto antes a Manizales, pues me sentía en medio de todas esas bellezas más caldense que nunca, y en vez de esas comidas extravagantes añoraba los frijoles, la mazamorra con leche y panela raspada”.

“En Manizales fue que me di cuenta de que en realidad yo no había aprendido nada. Me hubiese gustado aprender de las reinas, sus movimientos, esa gracia que tienen, pero yo no pude, yo hago las cosas espontáneamente y no puedo hacerlas de otra forma”.

En dichos festivales de moda Luz Marina fue invitada por los representantes de Latinoamérica para Miss World para que asistiera en el mes de Octubre a la capital de Inglaterra a competir por el título de Miss World 1958 en representación de Colombia, sin embargo, aun requería terminar su preparación para el torneo de Long Beach.

Poco antes de partir, Luz Marina visitó el Hipódromo en Bogotá, invitada a observar la programación de las carreras en su homenaje, el anuncio de su presencia llenó las graderías, entre los recuerdos está presente la anécdota en la que la reina anunció su caballo favorito para imponerse en la carrera, como si la hubiera oído éste se lanzó a correr a velocidades inalcanzables y ganó por cuadras a sus competidores.

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Luz Marina viajó a principios de julio a Hollywood en donde aprendió maquillaje, que no era tan complicado como el de hoy y otros detalles referentes a los reinados, los viajes eran acompañados por él agente de Max factor y su madre que la apoyó desde el primer momento y le brindó la única preparación que la colombiana tuvo para enfrentarse al certamen internacional.

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“Bien derechita y bien simpática”.

Con esas palabras pronunciadas por Margarita Zuluaga de Zuluaga, Luz Marina partió a Long Beach el 12 de julio de 1958 a la 1 y 30 de la tarde acompañada de su madre y Mario Barriga.

Antes de tomar el vuelo señaló para diferentes medios de comunicación sus expectativas ante el certamen, Se realizó entonces, una increíble promoción de la candidatura de la colombiana al torneo Universal. Los diferentes medios de comunicación del país le dedicaron entrevistas exclusivas para conocer más acerca de la Manizaleña que estaba haciendo historia en los reinados de belleza.

- Lloro mucho porque soy mujer - ¿Mi peor defecto?, No, no tengo… mejor, no lo reconozco - ¿Mi principal virtud?, la caridad.

- Odio las ratas y amo a los perros.

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- Aunque la tranquilidad es todo para mí, estaba encantada siendo reina, porque es una experiencia única, quiero desatacar las virtudes que tenemos las mujeres colombianas.

- Mi aspiración es hacer que el nombre de Colombia este presente y que no hable más de nuestro ausentismo. No pienso ganar pero si representar bien a mi patria. No estoy nerviosa, porque sé que no tengo la más remota posibilidad de ser elegida. No tengo palabras para agradecerles a todos sus gentilezas, solo puedo decir que mi cariño es inmenso y que cualquier triunfo mío se lo dedico de antemano a mi patria,

Alguien se atrevió a preguntar - ¿Y si llegará a la final?, lo que ella ofendida respondió con un claro: como se le ocurre ¡ME MUERO SI SOY MISS UNIVERSO! Ella se permitía realizar bromas junto con sus amigas, les decía: Eso va a ser muy sencillo, llegó a Long Beach les digo a los jurados aquí esta Luz Marina y vengo por mi corona.

Creo que aún no estaba convencida de que era una reina” Pesando menos de 60 kilos, Luz Marina llegó a Long Beach para competir por la corona universal. En total asistieron 36 concursantes que habían viajado desde lugares tan lejanos como Bangkok y Birmania, Islandia e Israel. La competencia esperaba ser más aguda que nunca.

“Llegamos a los Ángeles con mi mamá y Mario Barriga. Allí nos encontramos con el gerente de Max Factor para Latinoamérica, un ruso que se llamaba Román Totorov. Entre él y Mario decidieron que necesitaba otro peinado porque el

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mío estaba “pasado de moda”, así que me llevaron al mejor salón de belleza de los Ángeles para que me hicieran un estudio de la cara y me aconsejaran un peinado. Yo empecé a pensar, para mis adentros, que la cosa se me estaba complicando, sobre todo cuando el peluquero decidió cortarme el pelo”.

La idea por poco se convierte en catástrofe. Con su simpatía y dispuesta a escuchar a todo el mundo accedió a que le cortaron su tradicional moña, “Estas muy joven para ese estilo de peinado. Con el cabello corto te verías más juvenil” - le dijeron algunas expertas, entonces las tijeras se apoderó de su cabellera y al final, la angustia de todo su ser.

“Cuando salí el señor Totorov le dijo a Mario: “Nos la tiramos”.

Y era cierto, ese peinado no me quedaba nada bien. Ellos se preocuparon muchísimo cuando me vieron porque el famoso peluquero me había dejado reducida a la mitad de lo que yo era. Por fortuna como estábamos en Hollywood donde todo es posible, ellos tuvieron la idea de ir a los estudios a conseguir un postizo de color de mi pelo, llegué al hotel y con un cordón me amarré el moño postizo y así llegué a la competencia, quedó tan natural que nadie del concurso supo que yo tenía pelo postizo. Como si fuera poco me habían depilado las cejas y me las habían pintado y yo no tenía idea de hacerlo, me acuerdo que me tocó estar los 10 días del concurso sin lavarme la cara porque yo no me sabía pintar. Para mí eso fue un golpe horrible porque me dejaron sintiéndome igual de fea a aquella noche en Cartagena cuando me disfracé de

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japonesa. Yo nunca proteste por nada, porque era muy sumisa y porque creía que ellos eran los que sabían de esas cosas.

En ese tiempo ni siquiera sabíamos maquillarnos solo usábamos Colorete en los labios y rubor, usaba polvos, coloretico y marbelline, ni pensar en resaltar los pómulos”. Es que hace medio siglo con tradiciones muy puritanas no hacían presencia estilistas, maquilladores o peluqueros y, muchísimo menos, los cirujanos plásticos. ….. “No había fogueo periodístico, La misión era representar dignamente a la comarca y al país sin ninguna prebenda comercial o publicitaria”.

Si bien ocultos en el Hotel se encontró con Gladys Zender, Miss Universo reinante quien había conocido antes en Cartagena. “Verla de nuevo fue como un consuelo. Yo no tenía ninguna estrategia pero decidí adelantarme un día a la llegada de las otras concursantes para tener la oportunidad de observarlas, cuando llegué al hotel a la primera que vi fue a Miss Brasil que estaba con su traje típico, de ella me hice muy amiga durante el concurso y desde el principio me pareció hermosísima - Adalgisa Colombo era una joven actriz de 18 años de la ciudad de Rio de Janeiro, “el día que la conocí cualquier esperanza que yo pudiera tener se derrumbó, Miss Brasil era una de las mujeres más bellas que yo haya visto en toda mi vida, a ella le cogí mucho cariño siempre estábamos hablando y compartiendo pero estoy segura de que no quería ganar, nunca me lo dijo directamente pero entre las cosas que

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hablábamos me aseguro que estaba muy enamorada y que ese año pensaba casarse, mejor dicho esa niña lo que menos le importaba era ser Miss universo.

Luego, me hicieron poner mi vestido típico que era de cafetera caldense confeccionado por mi mamá; era una falda negra con flores recortadas de otra tela, una blusa blanca de escote bandeja sobre los hombros con un bolero y una trenza al lado, un ramo de flores y en los pies llevaba unas sandalias de tacón alto, pues por su baja estatura los tradicionales alpargates no le favorecían - y nos fuimos al aeropuerto con uno de los representantes de Max Factor para estar en el recibimiento de las otras candidatas en el aeropuerto municipal.

La expectativa y el susto fueron inmensos, mientras con la mirada fija a través de un cristal esperaba que se bajaran del avión las candidatas, y creo que no fue buena idea porque eso sí que me asustó. Yo esperaba que hubiera otra más gorda que yo, más chiquita y más fea, pero cuando empezaron a salir las candidatas, me asusté porque todas eran altas y con excelentes cuerpos. En realidad, me impactó la señorita Grecia, una belleza impresionante; también la de Israel.

Era tal su desconfianza que no se acercaba a los grupos para las fotos, se sentía más como espectadora que como concursante - “los fotógrafos tomaban y tomaban fotos y yo me sentía chiquita, y angustiada, y tenía ganas de salir corriendo. Pero, cuál sería mi sorpresa cuando me di cuenta de que, ahí mismo, los fotógrafos empezaron a tomarme fotos [69]

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precisamente con ellas, con las que a mí me habían parecido las más bonitas”. ¿Yo a que vine? le preguntaba a mi mamá, ¿a qué diablos? ¿Cómo llegue ahí y a qué? Me daba pena, estaba arrepentida, me sentía una bruja junto a todas. Alguien me dijo que no me preocupara que igual eran bellezas diferentes y cada una teníamos con que ganar. Así que saque fuerzas desde donde no las tenía para seguir adelante y no desfallecer”. Ahora si empezaba a sentir mariposas en el estómago. Este era el momento para sacar las dotes de buena colombiana y ser amable y simpática con todo el mundo.

Del aeropuerto, regresamos al hotel a quitarnos los trajes típicos y arreglar maletas porque nos íbamos a Long Beach, la sede del concurso”.

Cada participante debía llevar un obsequio al alcalde de la ciudad Mr Keeler. Ella, como buena representante de la tierra del café, llevó como regalo este producto y entregó una bella bandeja de plata con los escudos de los departamentos enviada por el municipio de Manizales.

Como en todo reinado los osados periodistas de todo el mundo empezaron a sacar a sus favoritas y desde el comienzo Luz Marina fue una de las candidatas más destacadas, varios periódicos de la ciudad americana la elegían como la candidata más elegante del certamen. Los periódicos de Los Ángeles y Long Beach aseguraban que Miss Universo sería de nuevo una latina.

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“Cuando ya llevaba unos días en el concurso todos empezaron a hablar de Colombia, de su belleza y simpatía.

Días antes de la elección de las 15 semifinalistas en un periódico local titularon: “Colombia y Brasil, seguras Finalistas”... Recuerdo que me dio un gran susto, yo estaba segura que me estaban confundiendo con otro país, esa no era yo, era imposible. Sería una vergüenza cuando se dieran cuenta de que la de Colombia no era tan bonita, yo iba a quedar muy mal.

En Long Beach se llevó a cabo el primer desfile por la avenida principal que estaba llena de gente. Desfilamos, no en carrozas como se hace en Colombia, sino en una especie de carretas, todas iguales patrocinadas por el Restaurante Welch. Nosotras íbamos en vestido de baño”.

Ese año el concurso se desarrolló durante 10 días en el famoso Hotel Lafayette, el programa era muy apretado y consistía en almuerzos y comidas. Miss universo duraba pocos días en esa época, eran muy estrictos, por momentos parecía un internado, controlaban las llamadas telefónicas, pues eran hechas en cabinas grandes, tampoco le presentaban a los jurados a las candidatas o si lo hacían era en los últimos días, en vísperas del reinado. Luz Marina siempre le atribuyó el triunfo a la tranquilidad que tuvo debido a la falta de expectativa de lograr el cetro, la banda y la corona, que posteriormente le harían vivir un año de cuentos de hadas.

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En sus momentos libres visitaba almacenes, paseaba por las calles y tomaba fotos de todo lo que le parecía interesante, “estaba encantada en Long Beach, la gente es muy gentil”, exclamaba la reina. Recibió innumerables regalos de parte de diferentes almacenes de la ciudad como medias, pantuflas, blusas y trajes livianos. “No tengo palabras para expresar lo que fueron con nosotros la gente de Long Beach - señaló Doña Margarita Zuluaga, tan amables fueron que nos decían una y mil veces que desde hacía siete años no tenían oportunidad de ver una muchacha bonita y tan querida como Luz Marina”.

“Es mi impresión y la de mucha gente que Luz Marina puede llegar a las cinco finalistas. Todo el mundo la quiere y la admiran y los fotógrafos están detrás de ella, siempre sonriente y de buen humor se está robando el show como dicen las americanas”- informaba Mario Barriga para Colombia que seguía prediciendo el triunfo.

Lo difícil fue cuando llegó el momento de la entrevista con el jurado, once jueces internacionales de personalidades de todo el mundo. Desde el momento de la llegada cada participante era examinada por los jueces, de tal manera que todo gesto por insignificante que fuera, resultaba definitivo. “No me acuerdo de las preguntas que me hicieron y no debieron ser muy importantes desde que ya las olvide, pero tenían que ver con el personaje favorito y cosas así”.

En una rueda de prensa un grupo de periodistas la interrogó sobre su forma de besar, ella confesó que no tenía novio y que [72]

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hasta ese momento no había besado de verdad a nadie, afirmación que en Long Beach se constituyó en noticia y detuvo el atareado corazón de los gringos, “sólo un actor la besó", dijo su madre Margarita, en las ceremonias previas a la coronación - fue el actor vaquero Obrian Hugh, quien la besó el pasado lunes cuando ella recorrió un estudio de Hollywood y eso solo con propósitos de publicidad”.

El 24 de julio se dio lugar a las primeras eliminaciones del certamen y efectivamente, Luz Marina estaba en el grupo de las 15 semifinalistas, y pensó que ya había hecho un buen papel representando a Colombia por lo que quedó satisfecha.

“Al principio del concurso pensaba quiera Dios que no me eliminen desde el comienzo, porque, ¡Qué vergüenza para Colombia! Me parecía muy duro quedarme sentada en la tercera noche. El día que se elegían a las quince semifinalistas yo fui con un vestido “strapless” blanco, con alforzas llenas de brillantes que me hicieron unas costureras pastusas en Bogotá con Sedalana, “El vestido causó tan verdadera sensación que la gente preguntaba si lo habíamos encargado a parís”- Recordaba Doña Margarita Zuluaga.

“Esa noche desfilamos en vestido largo, en vestido típico y en vestido de baño. Cuando escuche mi nombre y subí al escenario me sentí la mujer más dichosa del mundo, mi felicidad correspondía a deseos que nunca había tenido, quedé, entre otras cosas, porque me fue bien en la entrevista con el jurado. Fue terrible porque me sentía muy nerviosa eran cinco mil personas en el auditorio, pero con todo, esa noche [73]

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dormí muy bien, pero desafortunadamente no estaba en la misma habitación con mi mamá para celebrar aquella alegría.

Yo compartía el cuarto con otra candidata y la chaperona.

Entendía que había cumplido muy bien el papel de representar a Colombia, que era la primera vez que asistía al concurso.

En ese momento me pareció que era suficiente y estaba segura de que mi papel llegaba hasta ahí.

Faltando un día para la coronación alguien se me arrimó y me dijo que yo tenía muchas posibilidades de ganar, pero por el idioma ingles me iban a matar. Eso sí que me asusto, a los lugares que fui con el club de elegancia nunca tuve que hablar inglés primero porque esos países eran latinos y segundo porque no tenía ni idea hablar inglés. No sabía qué hacer, aunque las latinas en ese entonces no teníamos un buen dominio en el idioma tenía que hacer algo para que mínimo la mitad de mi discurso fuera en inglés, entonces, se me ocurrió la idea de que alguien me copiara unas palabras en “gringo”, pero cuando empecé a leerlas me sentí mal, no tenía pronunciación, tenía pánico. Por fortuna una persona del concurso me dijo que era peor si las pronunciaba mal, si me equivocaba, que mejor hablara en mi idioma.

Ya era el día de coronación y no me podía aprender esa vaina, así que decidí solo saludar en inglés y el resto hablar en español al pensar que de los nervios se me olvidara todo el discurso que me había aprendido en ingles al estar en el escenario. Me dije en la final desfilo, sonrió y disfruto de toda esta experiencia. Pero a pesar de eso, el nerviosismo era muy

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grande pues uno no está acostumbrado a hablar en un auditorio con tanta gente y además con millones de televidentes que siguen la transmisión en todo mundo. Uno a veces se puede equivocar, pero por eso no se puede calificar a una niña, son minutos muy duros.

El 25 de julio me levanté muy temprano, estaba muy cansada y pedí permiso para no asistir a unas actividades del reinado, dormí un poco, el nerviosismo no dejaba dormir en paz, no pude quedarme sola en el cuarto y me fui para el cuarto de Miss Perú, me puse unos simples blue-jeans y una blusa, pero en el pasillo apareció un juez, un chileno y me vio así, descalza, despeinada, hecha nada, yo pensé que todo se había acabado con eso, el juez pasó y me saludó.

Miss Perú estaba ensayando el discurso que había escrito para decirlo en la noche a los jueces. Decidí irme al salón de belleza a peinarme, otra vez me hicieron un peinado muy diferente al que yo siempre usaba. Iba a estrenarme un vestido negro drapeado, también “strapless”, muy lindo.

Cuando estaba casi lista me encontré en el hotel a Gladys Zender y me dijo "Luz Marina, si anoche le gustó al jurado con el vestido y el peinado que tenía, ¿por qué se los cambió?" me insistió en que me pusiera el mismo vestido y me hiciera el mismo peinado, que así le había gustado al jurado. Gladys tenía razón porque cambiarse la imagen no es bueno y por eso me desbaraté el peinado y me cambié de vestido y el consejo dio resultado.

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Luego, nos fuimos para el auditórium, llegamos a las ocho, pasamos junto por una preciosa vitrina donde estaba el carro Impala blanco que le regalarían a Miss Universo, entonces le dije a Miss Uruguay y a otras reinas “Es bonito el carro que me van a dar esta noche, no?, lo único que no me gusta es el color, se le voy a hacer cambiar después, todas nos reímos.

Un señor me entregó antes de entrar una coronita de oro y un escudo que llevaba en la solapa”.

El 25 de julio a las 11 de la noche, miles de radioescuchas en Colombia seguían los emocionantes detalles de Miss Universo. De las 15 semifinalistas que desfilaban a esa hora, diez serían eliminadas. El premio de Miss simpatía lo ganó Tomoko Moritake de Japón y Miss fotogénica fue para Corine Rottschafer de Holanda, quien después se coronó como Miss World 1959. La madre de miss Cuba le dijo a doña Margarita Zuluaga que no se preocupara, que tenía el presentimiento que Luz Marina iba a ganar.

"La noche de elección en el hotel Lafayette era súper fácil, No sé lo que sentía cuando desfilaba en el auditorio, estaba tan feliz que no me acuerdo de los detalles. Solo había que pararse encima de un escenario primero en traje típico, luego salíamos en el de baño, diez minutos de frente, diez minutos de lado y diez minutos de espaldas, once jueces sentados en el medio y miles de personas al frente.”, Algunas fuentes, directivos del Club Filatélico Medellín, indican que el traje de baño azul utilizado por Luz Marina en el reinado fue prestado por la señora Judith de Londoño, esposa del experto filatelista

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“ya fallecido” y miembro por muchos años de la Junta de la Administración Postal Nacional, don Jairo Londoño Tafrent.

Muchos expertos consideran que la presentación en traje de baño decidió el triunfo de Luz Marina, “A partir de ese momento aseguró el reinado mundial, las candidatas de otros países aparecieron con las “piernas demasiado gruesas”.

“Nadie sabe el miedo tan terrible que es presentarse en vestido de baño. En un lio como esos uno no piensa en las obesidades de las compañeras. Yo no iba a juzgar a nadie” Luego de esas dos salidas había que decir el discurso, Luz Marina frente a los espectadores, expreso: “A nombre de Colombia, mi patria presento un saludo fraternal a las autoridades y al pueblo de la gran nación norteamericana con ocasión de este nuevo concurso mundial de la belleza femenina.

Me ha correspondido el difícil honor de representar a mi país en su primera participación en este prestigioso certamen y lo hago tan solo movida por el ideal de contribuir en la única forma de mi alcance para afianzar los lazos de amistad que necesariamente han de unir a los pueblos de los hemisferios.

Si acaso las palabras de una niña suramericana pudiesen ser escuchadas, yo consagraría las mías al empeño de despertar entre los gobernantes y la ciudadanía norteamericana una preocupación consciente e ilustrada sobre la imprescindible cooperación de nuestras naciones. Si queremos aumentar la

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cauda de la civilización cristiana, si queremos preservar el ámbito de las libertades democráticas consubstanciales a la vida de estos estados y si buscamos elevar el nivel cultural y económico de unos pueblos señalados por la historia moderna para altos destinos y pesada responsabilidades.

Os quiero invitar, ciudadanos norteamericanos a conocer las naciones que moran al sur del rio grande, ya sea por la vida del turismo o por la más efectiva vinculación a empresa y negocios , nuestras ciudades españolas acorazadas de historias y leyendas, nuestras cordilleras, coronadas de volcanes y nieves eternos nuestras ciudades nuevas y hermosas nuestros valles tropicales extendidos en mil colores y donde la primavera nunca acababa son atractivos suficientes a vuestra curiosidad y sitios ideales para el descanso. De paso podréis conocernos y después de conocernos, tal vez amarnos para que haya así una americe compenetrada y unida que sirva de eje a la humanidad de nuestro tiempo. Thanks-you.

El discurso me salió muy bonito, me aplaudieron mucho. En ese tiempo no había que aprendernos una coreografía mamona solo preocuparnos por salir lindas y ya.

Luego, Cuando tenían que escoger cinco finalistas de entre mis quince compañeras, le pedí a Miss Cuba, una buena amiga mía, que había sido eliminada el día anterior por la edad, que me guardara un puesto en el teatro. Después del desfile, pensaba ir con ella para ver el resto del programa.

Pero me dijo que me iba a ocupar el puesto como Miss [78]

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Universo, yo creí que se estaba burlando de mí. Ni siquiera había llevado zapatillas para la eliminatoria final, como desfilábamos en traje de baño estábamos descalzas, y yo no quise llevar las zapatillas doradas porque nunca pensé que iba a quedar siquiera entre las últimas cinco finalistas. Cuando me llamaron tuve que pedirle prestadas las zapatillas doradas a la señorita Venezuela.

Cuando salía me atajaron y todo, sin entender lo que me decían me llevaron a un cuartito entre bastidores con otras cuatro de las candidatas. En la puerta estaban de guardia dos policías, nadie entraba, nadie salía. Casi no podía creer en mi suerte y mi felicidad; Colombia en quinto lugar”.

Luz Marina junto a las candidatas de Brasil, Hawái, Estados Unidos y Polonia conformaban el grupo de las cinco finalistas del certamen, “casi me muero, el susto sí que fue espantoso y se me salieron algunas lágrimas”.

Miss costa Rica, Eugenia Valverde fue descalificada por su edad un día anterior, pero en la noche de coronación fue llevada al escenario para recibir un premio especial por su honestidad y haber informado que no tenía 18 años de edad cumplidos.

Luego a las cinco finalistas las metieron al vestier aún con el vestido de baño, tomarían un pequeño descanso mientras se conocía el fallo. Gladys Zender aprovechó el intermedio para despedirse de sus súbditos, dijo que se iba con la satisfacción de haber sido digna de su trono en todo momento y digna de

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su patria peruana. Los aplausos llovieron literalmente sobre ella.

Detrás del telón del teatro donde se desarrollaba la elección y coronación, empezaron a llamar a cada candidata según la posición que había elegido el jurado.

“Primero nombraron a la quinta niña, y no era yo. Pensé, bueno soy cuarta y nada, la tercera y tampoco. No sé qué sentí cuando quede con Brasil y Hawái. No tuve tiempo de respirar cuando ya llegaron a la segunda, es decir, la virreina, como sabía que yo no podía ser la reina me ubiqué en esa posición, me quedé de pie justo al lado de miss Brasil. La abrace con felicidad y lloramos juntas, la felicite de todo corazón le dije que ella era Miss universo, pues la consideraba muy hermosa.

Nos encerraron en el vestier y yo me estaba poniendo el suéter, allí reunidas entró el presidente del jurado calificador y una señora que nunca había visto, Miss Brasil y yo nos cogimos de las manos, muy bien, el maestro de ceremonias trató de separarnos, pero por poco y no puede. Él empezó a decirme en ingles que me quitara la banda y yo no entendía nada, entonces él tenía la banda escondida y al darse cuenta que yo no entendía nada empezaron a quitarme la banda de Colombia, “congratulaciones! Please take off your miss Colombia band and use this”… yo los mire feo y les dije que porque me la iban a quitar que dejaran mi banda. No quería abandonar la banda que me acreditaba como representante colombiana, quería que supieran que Colombia había [80]

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quedado de segunda, ellos no respondieron nada y me quitaron la banda de Colombia y me comenzaron a poner otra de color amarilla y con rayas azules, me quede quieta, inmóvil.

No entendía nada, reían y hablaban en inglés y todo fue muy rápido le pregunté a Miss Brasil, '¿Qué dice ahí?' y ella me dijo con gran emoción ", dice ¡Miss Universo!

Ante un auditorio colmado de cinco mil personas a la edad de 19 años y 9 meses, Luz Marina era coronada como la mujer más bella del universo. “Su belleza era natural, pero eso no era lo único hermoso que tenía, también gozaba de una belleza espiritual que la hacía alguien muy especial” señalaba uno de sus amigos, Albornoz, “era dueña de una belleza única".

“Como un rayo agudo y doloroso, pasó el recuerdo triste de mi padre, como le hubiera gustado verme.

Con el anunció a mí se me fue el mundo, me mire y quede atónita, no entendía nada en ese momento, la emoción era tanta que es imposible describirla, después de dos segundos de reflexión se me fueron las luces, me temblaba todo, sentí ganas de llorar, de gritar, me dolía el estómago, me sentía como extasiada porque el impacto fue enorme. Me tuvieron que sentar, me trajeron agua y me calmaron un poquito, yo estaba desesperada por decirle a mi mamá pero ella estaba afuera y se daría cuenta con el resto del mundo. En ese momento creí que estaban equivocados y que se la tenían que poner a Brasil. Me brotaban las lágrimas, pero no me corrían.

Fue algo increíble. Una noticia muy grande para la niña que [81]

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era en ese momento, me sentí como una embajadora del país ante el mundo.

La niña de Brasil se me acercó, me dio un abrazo y me felicitó, aunque era una niña muy orgullosa y segura de sí misma, la verdad creo que descanso, después no me acuerdo de nada, Los periódicos dicen que me desmaye... Pero francamente yo no lo sé. No recuerdo absolutamente nada, Yo estaba muy emocionada, No lo podía creer yo era Miss universo, era la mujer más bella del mundo”.

Cuenta la historia que a las dos de la mañana del 26 de Julio de 1958, hora colombiana de su elección, llegó un cable de la Agencia UPI que dio cuenta del triunfo de Luz Marina “Urgente, Miss Colombia fue elegida miss universo”. Las 73 emisoras que había en ese entonces en Colombia, se apuraron en anunciar la gran noticia mientras que Colombia entera hizo literalmente explosión, pues una “coterránea” se traía la corona más importante de la belleza mundial.

- Luz Marina, La reina de la polémica, la reina de la peluca, la que no quedó de reina en Cartagena, es Miss universo” exclamó un borrachito a la madrugada, segundos después de que explotará en toda la nación la más gloriosa jornada de euforia y nacionalismo.

- ¿Qué tal que hubiéramos mandado a la reina?- Se preguntó otro, y no era para menos, la que había perdido en Cartagena era la más hermosa del mundo.

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- “Luz Marina: la reina de los pobres fue elegida dizque reina del “toito” el mundo”, expresaba otro caldense con emoción.

El país estallaba en júbilo, la población en su totalidad se puso de pie al conocer la noticia, en Bucaramanga, Ibagué, Neiva, santa Marta, Cartagena, Buenaventura, Popayán, Bogotá, Barranquilla, Cali, pero especialmente en Pereira y Manizales se hicieron presente millares de manifestaciones, tan solo comparables con el júbilo popular del 10 de mayo con la caída de Rojas Pinilla.

En la capital Colombiana los vehículos organizaron un improvisado desfile por las calles en honor a Luz Marina, a la cabeza de la caravana marchó una radio patrulla de transito urbano. Seguido de motocicletas de la circulación tradicional, en la plaza de chapinero y en la avenida Chile se organizó un desfile con cantos tradicionales, cogidos de la mano y haciendo rueda los dichosos bogotanos danzaron a los compas de la música colombiana.

En Manizales la totalidad de la ciudadanía salió a las calles con confetis y serpentinas y se realizaron bailes callejeros, las unidades del cuerpo de bomberos se sumaron a la celebración y desfilaron sobre una maquina extintora de incendios. Fue tal el entusiasmo y estruendo de las manifestaciones de alegría que muchos personajes llamaron a las autoridades y a la prensa para preguntar qué estaba pasando. Los manizaleños eufóricos llegaron a la residencia de la reina ubicada en carrera 22 números 26- 48 para brindar la

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felicitación, sin embargo los familiares se encontraban fuera de la ciudad.

Don óscar Zuluaga hermano de la reina y otros familiares residentes en Cali recibieron desde las dos de la mañana millares de felicitaciones por parte de los caleños que invadieron su casa, los simpatizantes salieron a las calles y organizaron desfiles para celebrar turbando el sueño de quienes dormían a esa hora de la madrugada. En Pereira don Cesáreo Zuluaga el abuelo de 93 años y los tíos de la reina recibieron multitud de felicitaciones y manifestaciones del pueblo “todos nos volvimos locos, aquí desde las dos de la madrugada esto se volvió un asilo de locos – exclamó el abuelo de Luz Marina para la prensa local- lo que hicimos después fue izar la bandera nacional.”

Mientras tanto, en Medellín sonaron las sirenas de los motores y centenares de medellinenses invadieron las oficinas de telégrafos y cables con el fin de despachar mensajes de felicitación a la reina, incluso los colombianos residentes en el exterior hicieron llegar sus cartas de felicitación. En Long Beach Luz Marina les entregaba a las mujeres de Colombia su corona universal.

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CAPÍTULO IV ¡Viva Luz Marina!, ¡viva Miss Universo!, ¡viva Colombia!

¡No, yo no, no puede ser, no puede ser! - Se repetía Luz Marina, cuando salió al escenario ya se había tranquilizado “un poquito, pero no vaya a creer que mucho” (…) Salí acompañada por el presidente del concurso pero no sentía el piso al caminar, me sentía en el aire, como si estuviera caminando sobre las nubes, era una sensación rarísima, como que no podía respirar. Tenía miedo horrible de que en la mitad del camino me hicieran devolver, tan convencida estaba de que ello era realmente imposible. Pero es que seamos sinceros, un título tan grande no lo espera nadie jamás en la vida. Oí gritar a unos estudiantes ¡viva Colombia!... comencé como a despertar entonces la emoción fue grandísima”. Por un largo momento se paralizó, quedó quieta, inmóvil hasta que con su sonrisa luminosa y uno de esos espontáneos, ingenuos y maravillosos movimientos que la caracterizan, envió al mundo un doble beso con sus manos.

A partir de ese momento su vida había comenzado a cambiar.

“De repente me vi frente a un mundo de personas y escuche aplausos, todo el mundo gritaba ¡Colombia es la reina! trate de sonreír pero sin dejar de llorar, por allá en el fondo vi a mi mamacita que agitaba los brazos y trataba de abrirse paso. En ese momento llegó la miss universo anterior Gladys Zender, quien después del certamen viajó a la ciudad de Medellín para

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pasar una temporada de descanso. “me felicitó, me dijo que estaba feliz de que yo hubiera ganado, me puso la corona, una capa de armiño y me entregaron el cetro, más pesado que yo, luego salí para hacer mi primer desfile como miss universo”.

Dos nombres y un apellido (Luz Marina Zuluaga) y un país (Colombia) se aprendían rápidamente, después de su victoria, el nombre de Colombia ahora se identificará con un dulce y poética figura de una mujer. “Aquel país suramericano donde hay tantas esmeraldas…”. El público aplaudió calurosamente la decisión del jurado, mientras ella aceptaba el título con las simples palabras en inglés: ¡Muchas gracias!

Esa pasarela se hacía por todo el teatro era el famoso paseo de Miss Universo con el fondo musical del himno del certamen. Ya después pudo sentarse en el trono adornando su cabeza con una corona tachonada de perlas, “después me rodearon mil fotógrafos y camarógrafos y periodistas, mientras disparaban las bombillas, me tocaba posar para todos, y pues lógico cada uno quería sus “foticos” y me cuadraban como quisieran, ahí amanecí posando y saludando por radio a todos los países, respondía casi automáticamente a mil preguntas, ¿si me gustaba los espaguetis?, ¿si quería ser estrella de cine? ¿Qué si ya había besado a alguien?, eso duro mucho ya que todos querían saber de una joven de 19 años nacida en Pereira. (…) Y mi mama todavía no había llegado al sitio donde me estaban asediando, solo dos horas después pude verla, estaba aterrada “ay, lo que nos pasó tan horrible”, me dijo, creo que ella sintió que se le venía el mundo encima de

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pensar lo que seguía de allí para adelante, nos abrazamos y lloramos y lloramos…. ni ella ni yo podíamos pronunciar una sola palabra…. realmente era un sueño un sueño maravilloso del cual ninguna de las dos queríamos despertar”.

Adalgisa Colombo, Miss Brasil señaló que se encontraba muy feliz del puesto que había logrado, exclamó que partiría a New York para estar 15 días con su novio, Mr Jackson flores Jr, 20 años mayor que ella con quién posteriormente se casó ese mismo año y por ende renunciaría a los títulos ganados de belleza. En 1959 nació su primer hijo.

La señorita Hawái aseguró que ya tenía ocho ofertas diferentes de cine y televisión y “no podría ser más feliz”, la candidata de Estados Unidos arrastrando las palabras señaló “creo que es simplemente maravilloso ser tercera finalista.

Nunca espere ganar”, mientras tanto la candidata de Polonia estaba extremadamente encantada no como persona, sino porque su país estuvo representada en el certamen. “ (…) Esa noche estuve en el baile como hasta las cuatro de la mañana, hasta que me rescataron y pude salir para el hotel, acompañada de un guardaespaldas rubio y grandote, encontré cuando salí un lindo carro que decía MISS UNIVERSO y yo no podía creer que era yo la que debía montarme, y cuando me subí al carro un grupo de Colombianos cantaron el himno nacional y yo sentí el canto en el corazón, subí en el ascensor del hotel, yo no recuerdo si pensaba en alguna cosa, tenía todo como en blanco y cuando se abrió la puerta vi a todas las reinas latinoamericanas que [87]

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me estaban esperando, nos abrazamos, todas emocionadas, logre llegar al cuarto en el lujoso hotel, me senté en la cama aun con el vestido de baño, ese fue el primer momento que estuve conmigo, fue cuando logre reflexionar en lo que se me venía encima. ¿Qué me paso, yo que voy a hacer?”, vio su corona a un lado y la capa en el otro, - ¿yo que voy a hacer en adelante? no tengo ninguna preparación para ser miss universo. El corazón me latía con tanta fuerza que casi me dolía. Estuve despierta durante horas enteras. Luego dormí sola, pues no me dejaron estar con mi mamá”.

Desde un principio luz marina se portó como toda una reina, que cultura, que distinción, que sencillez, y a la hora cumbre una serenidad admirable, dos lagrimas rodaron por sus mejillas pero nadie las vio tras esa sonrisa tan suya y que tanto conocen los colombianos, (…) explicaba Mario Barriga, para la prensa colombiana - Al regreso del hotel luz marina me decía, Mario pellízcame porque creo que estoy soñando. ¿Qué pensaran de mí en Manizales? Sonriente y satisfecho, se sentía Mario en esos momentos, ya no era el hombre de negocios que había hecho posible el viaje de Luz Marina a Long Beach, sino que era otro colombiano más abrumado por la gloria.

Al día siguiente, el nombre de Colombia conjuntamente con el nombre de Luz Marina Zuluaga, ocuparon las primeras planas de todos los periódicos del mundo. En Colombia, LA PATRIA expresó: "Por la pureza de su rostro, la maravilla de sus líneas perfectas, la ternura de su mirada, su piel de colmena, el

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acento de poesía de su habla, la sencillez de su gesto y la gallardía de su ademán, Luz Marina Zuluaga conquistó para Manizales, para Caldas y para Colombia, un título que no se les había otorgado nunca. A esta muchacha de intangible pureza, de silueta de olivo y de voz de miel le ha correspondido ser la portadora de un mensaje de nuestra tierra para el mundo de hoy. Para ella, el temblor de nuestras voces, el perfil de nuestra emoción, la traslúcida claridad de nuestros corazones".

El escultor Vélez Correa escribió: “...Nadie ha logrado una más copiosa tarea de prestigio para Manizales, Caldas y la República que Luz Marina Zuluaga, la verdad es que, también, nadie como ella ha sabido con su gracia, con su sonrisa, su gracia sencillez y su limpio ademán congregar en torno de su figura clarísima, las voluntades de todo un pueblo, los deseos de toda una raza, las aspiraciones de fraternidad de toda una generación. Frente a la silueta de Luz Marina, frente a su estampa de miel, no puede haber odios ni rencores, ni discriminaciones puede haber odios ni políticas, ni fronteras sociales, sino la unión perfecta, la fraternidad inequívoca”.

Calilbán editorializó en El Tiempo: "Luz Marina ha levantado nuestros caídos espíritus". Y Juan Lozano y Lozano en la revista Cromos, dijo: "Luzmarinistas de todos los países, ¡uníos!" Recibió US$2.500 en premios, US$8.500 en contratos y un carro Chevrolet Impal”.

La revista Jours de Francia escribió: “Ahora las morenas son quienes se quedan con todo; lujosos carros, contratos de [89]

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publicidad y los sueños de los hombres. Luz Marina, Colombiana, exótica estatua de cobre, pálida y de cabellos castaños, salió triunfante”.

El periódico El tiempo encabezó la noticia con el texto: "Luz Marina: el triunfo de la naturalidad sobre la artificialidad”.

“Yo me acuerdo que la noticia para Colombia de mi triunfo lo dieron los periodistas diciendo –así como: Brasil tiene su campeón en el fútbol, Colombia tiene su miss universo-”.

Brasil acababa de ganar la copa del mundo en Suecia.

El gobernador de Caldas expendió un decreto de felicitación, la alcaldía de Manizales en manos de Pedro Uribe decretó tres días cívicos, “Su triunfo es gloria para Colombia y motivo inmenso de júbilo para Manizales”, dijo. En la ciudad cafetera nadie trabajaba y las personas se dedicaron a celebrar con el mayor alboroto el triunfo, por las calles se seguían organizando manifestaciones de simpatía. En una de las vitrinas centrales de la ciudad se exhibió la partida de bautismo de Luz Marina que se firmó el 7 de noviembre de 1938 en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Valvanera de Pereira, su nombre fue pronunciado por millares de personas; Luz Marina, Luz Marina! era el grito emocionado que se escuchaba en toda la ciudad. Ernesto Carlos Martelo gerente de la empresa colombiana de turismo le otorgó al día siguiente el título de embajadora de turismo colombiano.

Todas las veredas de Manizales como las de Pereira estuvieron en estado de fiesta permanente. Los músicos de

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Caldas crearon preciosas melodías en su inspiración, se estrenaron un porro, un bambuco y un pasodoble. Numerosas empresas anunciaron que harían valiosos regalos a Luz Marina, por ejemplo el gerente de esmeraldas de Buenavista señaló que a su regreso al país le haría entrega de una hermosísima gema.

Mientras tanto, “a las seis de la mañana oí un rumor de voces, mamá me dijo: “mijita” ¡son los periodistas quieren que salgas! había dormido exactamente dos horas…me dijeron que me arreglara por que en menos de una hora tenía que estar en la piscina recibiendo las propuestas y los contratos. Me arreglé lo mejor que pude, que podía saber yo de maquillaje o de peinados, pero igual era Miss Universo y como fuera me vería bonita. Lo único que quería saber era si a Colombia había llegado la noticia, alguien me dijo que sí, que la radio había descrito paso a paso todo el concurso”.

Se recogió su cabello, se hecho un poco de polvo, le trajeron el desayuno a la cama y llegaron los fotógrafos a tomar fotos del primer desayuno de Miss Universo en la cama. “No pude creerlo, solo hasta ese momento me di perfecta cuenta de que no era un sueño. Soy realmente la reina de belleza del mundo.

No sé a qué achacar mi triunfo, solo sé que ni soy más fea ni más bonita que otras mujeres, soy una muchacha corriente y me gusta serlo”.

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En su primera rueda de prensa y en compañía de una intérprete, asistió con un vestido de color naranja brillante.

Fue así como comenzaron a llegar los obsequios, los telegramas, las tarjetas, los admiradores, las flores, las felicitaciones, “Ahí mismo empezaron las llamadas. Mi hermano Hernán fue el primero en llamarme desde Colombia a las siete de la mañana, recibí luego, millares, millares y millares de cartas y telegramas de felicitación, en especial los mensajes más significativos fueron los de tres sacerdotes caldenses que me felicitaban de manera especial” - cabe resaltar que ninguna de ellas fue del príncipe Juan Carlos. En cuento a llamadas telefónicas fueron pilas. Concediendo reportajes y entrevistas. Uno de ellos fue el publicado por el periódico el tiempo: ¿Cómo están por allá?, eh ave maría, que emoción recibir esta llamada, esta llamada les va a costar un ojo de la cara, pero ahí les va el cuento: yo no supe que hacer se me vinieron las lágrimas, y no he dejado de llorar, desde chiquita no había llorado así. Dígales a todos que les mando un beso, que estoy muy contenta, muy feliz que el triunfo no es para mí, sino para mi patria.

“Cuándo bajé a la piscina del hotel me estaban esperando las ofertas para contratos, eso estaba lleno de contratistas para cine, televisión, licores y cigarrillos, pero siempre estaba a mi lado el representante de Max Factor don Mario Barriga, quien se convirtió desde ese entonces en el jefe de relaciones públicas, él era en últimas el que decidía con qué podía [92]

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quedarme. Me propusieron desde vender cigarrillos hasta ser la conejita de bares de San Francisco, pasando por volverme actriz de cine. La verdad siempre me ha gustado ir al cine a ver buenas películas, sin embargo, rechacé todas las propuestas porque francamente no me llama la atención la vida agitada de las estrellas de cine. Yo aspiro a tener una vida tranquila y a tener un hogar feliz. Me gustaría casarme y tener una gran cantidad de niños.

Realmente ella está buscando a un hombre, no una carrera – señaló Margarita Zuluaga - Ella no tenía nada más que amor en su corazón para el hombre con el que se casara algún día, El hombre con suerte, agregó - aún no ha llegado a lo largo.

Inicialmente se hizo un contrato con catalina una marca de vestidos de baño por cinco mil dólares, que le exigía hacer un recorrido por 50 ciudades de Estados unidos con gastos de hoteles incluidos durante seis meses, además con Max Factor tenía un compromiso por 3.500 dólares de hacer una gira por Suramérica promocionando un lápiz labial que llevaba su nombre. Por último, las Aerolíneas Escandinavas (SAS) también la invitaron para que hiciera un tour por el continente europeo. Ese año sería imparable.

Luz Marina estaba completamente orgullosa de haber hecho algo que honrará a la patria. “No estoy cansada porque no he tenido tiempo de cansarme quiero estar despierta todo el tiempo para gozar de estos momentos”. En la mañana recibió la visita de sus compañeras de concurso y de numerosas [93]

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personalidades norteamericanas, mientras su habitación en el hotel Lafayette se llenaba de regalos.

Como premios Luz Marina recibió un trofeo dorado de oro de dos metros, dos mil quinientos dólares en efectivo, premio de Max factor Hollywood y 11.000 dólares en regalos; Un collar de perlas cultivadas de la emperatriz Pearl, una lujosa estola de piel blanca obsequiada por lockwood fors, Un ajuar completo de shicks de Long Beach que incluye ropa interior de Rogers, y gleta plattery, vestidos de deporte de Ellen Kayen, vestido sastre de viaje de spectator, juego sport con maletas, guantes y sombreros compañeros de ernest neumann, además de un vestido de noche, sombrero de lesile james, joyería de hobe ajuar de Cristiano Dior incluyendo un vestido de baile, joyería de schiaparelli y accesorios, un juego completo de equipaje de american tourister del almacén Walkers departamen y un juego de medias por dos años comeo del mismo almacén.

“Además del trofeo recibí muchos regalos. Entre los que más recuerdo, me dieron una piel de zorro blanco, bellísima, que tienen el efecto maravilloso de hacerlo sentir a uno Miss Universo, me regalaron un collar de perlas muy fino y Max Factor me obsequio maquillaje por 25 años, que aun después de casada seguí recibiendo. El premio mayor del concurso fue un Chevrolet convertible impala 1958 blanco con cojineria roja, último modelo, obsequiado por chenvor de Long Beach.

En Colombia estaba prohibida la importación de carros, pero a mí me dieron permiso especial y a los veinte días tenía mi [94]

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convertible en Manizales”. Las autoridades decretaron que ella podría aparcar su coche en cualquier lugar sin restricciones, así fuera zona roja o no. Un día, en el año 1960 fue robado en Medellín, al término de una corrida de toros se lo llevaron para desvalijarlo del sitio escogido como parqueadero en la plaza de toros de la macarena, ese día se movilizó hasta el gobernador para tratar de recuperarlo, y a pocas hora fue encontrado pero sin la radio, algunas chapas y sin ninguna copa. “Lo usé mucho tiempo y me arrepiento de haber salido de él, ahora quisiera saber quién lo tiene para recuperarlo y guardarlo en el garaje de mi casa, como un trofeo, por que en verdad fue un trofeo”. El carro fue objeto de un truque en los años 70 por uno más moderno. “Pero si hay algo que atesoro con especial cariño es una película de la coronación que me regaló la televisión norteamericana. A mí me da risa mirarla cuando la pasan en los noticieros cada vez que hay acontecimiento”.

Durante el resto del día la señorita Luz Marina pasó la mayor parte del agitado día en el Hotel Beverly Hilton, asediada por los fotógrafos y reporteros y contestando infinidad de llamadas. “yo no pude atender a todas desafortunadamente pues ya se imaginará la cantidad de compromisos que tuve desde ese momento”, Estuvo preparándose para la celebración del gran salón de baile, en donde Gladys Zender le entregaría el título determinadamente. Se le compró para que lo usara en la noche, un nuevo vestido de gala. Más de 1.100 dirigentes cívicos en traje de etiqueta asistieron al banquete de honor.

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Al día siguiente, los periodistas de Manizales y la empresa pública y privada emprendieron una campaña para regalarle a Miss Universo una casa, hasta ese momento su familia de clase media vivía en arriendo. Para tal efecto se abrió una cuenta en el Banco Industrial Colombiano y se instaló un termómetro ubicado en la fachada del edificio que ocupa el Banco Popular. La primera consignación de $10.000 fue hecha por el Municipio de Manizales. Con ello se registró la generosidad de los Manizaleños para con la Miss Universo haciendo llegar hasta el máximo el termómetro en el menor tiempo esperado. También se organizó un súper bingo con más de once mil pesos en premios para recolectar fondos para la residencia. Cerca de novecientas personas se reunieron en el club de Manizales para el primer súper bingo de la serie que se harían.

A los pocos días la colonia colombiana en los Ángeles le organizó un suntuoso baile en homenaje, “Cuando llevaba algo más de dos días como Miss universo recibí un marconi de la junta militar de Colombia, me pidieron que no viajara de inmediato y que aplazara mi regreso hasta después del 7 de agosto ya que se estaba produciendo el cambio de un gobierno democrático, por lo que mi llegada podría haber sido conflictiva al asociarse mi imagen con bandos, me pareció prudente la petición no quería que por mi culpa se desatara otro bogotazo".

En el país, la comarca la esperaba como esperaban a los guerreros en la antigüedad, que salían a ganar batallas y a

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conquistar lejos reinos. Pues ella era la heroína de un país que en ese momento no tenía heroínas.

Tras no poder regresar inmediatamente al país, por el cambio de gobierno de la junta militar del presidente electo Alberto Lleras Camargo, Luz Marina comenzó su reinado en un tour de 4 días por Long Beach. Pronto se fue a Hollywood donde se codeó con muchos artistas y celebridades, visitó los estudios de cine y otros lugares. Después pasó ocho días en la ciudad de Nueva York. “iré a una fiesta organizada en mi honor por Conrad Hilton en el hotel de Beverly en Beverly hills y me quedaré con mi mamá y con Mario Barriga esperando los días que faltaban para la posesión del presidente”. Poco antes de salir de los Ángeles, Luz Marina envió un cable al doctor Alberto lleras: “Doctor Alberto lleras, Bogotá.

El 7 de agosto es un día muy importante para el país porque se inicia con usted nuestra segunda república, yo quisiera estar allá, entre el coro unánime de mujeres colombianas que asisten esperanzadas y anhelantes al nuevo amanecer de nuestra patria pero desde aquí quiero sumarme a esas voces, a esas esperanzas, y a esos anhelos concretados en usted, y en la voluntad nacional. No tengo nada para ofrecer a ese objetivo patriótico distinto de mi condición de muchacha colombiana con un hogar que reza todas las noches para que todo le sea propicio, si alguna vez he deseado algo verdaderamente es una corona de paz de bienestar y de convivencia para la patria. Le ruego saludar a [97]

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su esposa que siente como yo en este día, el palpitar del corazón de Colombia.

Respetuosamente Luz Marina Zuluaga.

Un día antes de partir a Colombia, Luz Marina visitó las instalaciones de las Naciones Unidas, haciendo un recorrido por las distintas dependencias y salas de mayor interés en la sede cautivó a todos los presentes, allí dio un corto mensaje: “yo no sé de política pero si se cómo mujer, las necesidades de mi país. Creo que la mujer colombiana tiene la misión desde su casa en su hogar propiciar el entendimiento la convivencia que son las bases de nuestro gran frente nacional (…) yo pienso dedicarme a ayudar al mejoramiento de las clases menos favorecidas”.

Cuando fue hora de regresar al país, viajó con mucha emoción de Nueva York hasta Miami, allí la aerolínea Avianca le tenía un avión real especial súper decorado con festones de orquídeas se le llamó “el palacio flotante”. “Avianca había preparado un camarote para viajar bien cómoda en el trayecto a barranquilla. Nuestra salida fue con lágrimas y todo. Como detalle simpático recuerdo que el edecán militar lloraba con pañuelo en mano cuando nos venimos”- explicó Doña Margarita Zuluaga.

En el país en una apoteósica recepción se reunían más de 250 mil personas para darle la bienvenida a “la niña

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monumental de Manizales”. En todos los municipios de la ciudad fueron colocados afiches con la foto de la Miss universo como mención especial y se organizaron gigantescos desfiles y homenajes en su honor. El 12 de agosto de 1958 es sin duda el día de Luz Marina en todo el país, en las ciudades grandes y pequeñas la ciudadanía se alertó por el regreso a Colombia.

“Mi regreso a Colombia fue algo impresionante y me asusté más que cuando fui elegida, pues cuando llegué a Barranquilla me llamaron a la cabina y el capitán me prestó los audífonos para que escuchara lo que estaba pasando, vi tanta gente que me dio mucho susto. El entusiasmo era como de locura y no tuve más remedio que ponerme a llorar de la emoción”.

A las 11:30 de la mañana sonriente y sencilla llegó Luz Marina a Barranquilla, donde se habían reunido las delegaciones de la ciudad y una comitiva de más de cincuenta personas, para una ceremonia en donde pasaría una hora dando entrevistas y el señor alcalde le entregaría las llaves de la ciudad, sin embargo tras la excesiva multitud nada se pudo llevar a cabo.

Luz Marina se sorprendió al ver que toda la flota de buques de la armada nacional se había movido para darle la bienvenida triunfal, cuando se anunció en el aeropuerto de Soledad que el avión que traía de regreso a Luz Marina tomaría pista en breves segundos, los millares de personas que se encontraban en el aeropuerto se movilizaron inmediatamente invadiendo todo el campo y haciendo imposible la salida de la reina, un fuerte cordón de seguridad pudieron despejar un [99]

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poco el sitio para que la reina descendiera y recibiera escoltada por la junta militar la ovación de la avalancha de mujeres, hombres y niños que habían roto los cordones de distancia en el campo.

“El 12 de agosto, en la mañana, aterricé en Barranquilla.

Había tanta gente esperando en el aeropuerto que las personas se subían hasta el avión, para pintar un panorama por la cantidad de gente que había en la pista, fue imposible hacer llegar una escalera hasta el avión, me tuvieron que bajar cargada, volaron los zapatos, las flores, los pañuelos al viento, eso se volvió la locura más grande del mundo (…) tanta, tanta gente que los cordones que estableció la Marina no pudieron controlar la multitud. Además se tenía programado un almuerzo y unas entrevistas pero nada de eso se pudo hacer, prácticamente me bajé por una puerta del avión y me subí por la otra”. En el aeropuerto se encontraba el gobernador de caldas y su señora, el alcalde de Manizales Pedro Uribe y su esposa, el director de Fomento y Turismo Nacional, y algunas amigas de luz marina como Yolanda Pulecio reina del deporte nacional y Merceditas Baquero reina de las Américas.

En barranquilla, Avianca acondicionó un avión especial para viajar a Bogotá, me tenían una torta grandísima que decía: “Bienvenida miss universo a Colombia Avianca te saluda”. A bordo y con lágrimas en los ojos Luz Marina abrazo a sus hermanos; Hernán piloto de Avianca, óscar y amparo de 16 años. Rendida de cansancio y hasta con el peinado desbaratado luz marina posó para todos los fotógrafos,

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Antes de viajar a Long Beach Luz Marina señaló: Sencillamente estoy feliz y encantada de asistir a Long Beach, pero quiero advertir que yo no iré a Long Beach a conquistar el ansiado título de Miss Universo, sino a representar dignamente a mi país, ya que es la primera vez que Colombia participa [101] en un certamen de esta índole

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El 26 de Julio 1958, Luz Marina Zuluaga es coronada como Miss Universo por Gladys Zender. A su izquierda el trofeo ganado.

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Luz Marina Zuluaga es besada por su madre, Doña Margarita Zuluaga de Zuluaga y por Gladys Zender, Miss universo 1957, luego de ser coronada como la más bella de todas.

Las cinco finalistas; Adalgisa Colombo de Brasil, Geri Hoo de Hawái, Luz Marina Zuluaga, Eurlyne Howell de Estados Unidos y Corine Rottschafer de Polonia.

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El gran recibimiento de Colombia, más de 100 mil personas ocuparon las vías en el aeropuerto de techo en Bogotá para darle la bienvenida a Miss Universo.

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(Arriba) Luz Marina en su visita oficial al presidente electo de la republica Alberto Lleras. Con su belleza, luz marina sirvió de bálsamo para que los colombianos pasaran el trago amargo de la violencia partidista y recibieran con júbilo el pacto político – el frente nacional- (Abajo) Luz Marina saluda a los Manizaleños desde la terraza de la mansión que se le compró con dinero de todos los ciudadanos.

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(Izquierda) Luz Marina Zuluaga con el globo terráqueo en sus manos, los principales diarios políticos y económicos de Latinoamérica escribieron: “Embajadora especial”: una señorita de pelo oscuro con los ojos parpadeantes está logrando más hacia las relaciones de América Latina, su elección hizo más por el nombre de Colombia que muchas gestiones anteriores del gobierno”. (Derecha) Luz Marina Zuluaga en las festividades de la V feria de Manizales. Al regresar a su patria chica, es nombrada reina de la Feria de la ciudad por segunda año consecutivo. (Abajo) Luz Marina desfila en el automóvil oficial de Miss Universo.

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atendió a todos los periodistas y respondió a innumerables preguntas. ¿Qué fue lo que más le impresionó?, ¿Qué fue lo que le gustó de Long Beach?... lo que no le gustó, sus impresiones, ilusiones… Con una paciencia admirable respondió sin descanso durante las dos horas del vuelo y señaló a toda la prensa: “Ofrezco mi corona por la paz de Colombia, quisiera abrazar a todos los colombianos e invitarlos a que formemos una Colombia libre… no más odios ni rencores, hagamos una Colombia grande, muy grande!”

“Se repartió champaña todo el tiempo. Yo creo que fue un viaje excepcional en el mundo y es difícil pensar que a alguien más le hayan celebrado tanto. Además fue un viaje muy divertido porque la fiesta se armó en el avión, fue increíble.

Tanto que, a cada rato, el capital salía de la cabina a pedirnos que nos sentáramos para equilibrar el avión, Todos obedecían y se sentaban, pero al rato estaban otra vez alrededor mío, oyéndome los cuentos y las anécdotas del reinado. Yo me sentía como una reina de verdad, un recuerdo inolvidable”.

Hacia las tres de la tarde la reina hizo arribo al Aeropuerto Internacional de Techo de la capital, donde se alojaría por 3 días, al bajarse del avión, observó cómo cientos de personas la esperaban, el señor alcalde de Bogotá, así como varias reinas de belleza quienes le dieron la bienvenida, “Ahí sí que había gente, eran multitudes y multitudes, nunca creí que hubiera tanta gente (…) la avenida era llena de gente no había [108]

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ni una cuadra desocupada. Cuando me bajé del avión me estaba esperando la guardia presidencial y me hicieron honores como de jefe de estado, había muchos periodistas y tenían una plataforma, me montaron en un carro de bomberos y me llevaron hasta el Hotel Tequendama”.

En medio de la multitud se brindó una recepción sin procedentes, así se dio comienzo al grandioso desfile presenciado por la casi totalidad de los habitantes de la capital, mientras que en sus residencias y locales las personas también podrían observar la trasmisión de la llegada; el gran desfile fue trasmitido por las más importantes cadenas de emisoras del país y por la Televisora Nacional. “Creo que mi llegada a Bogotá fue sin precedentes, guardando las proporciones un presidente, un equipo de fútbol o hasta el mismo Papa no había tenido un recibimiento como el mío, que era una simple mortal que traía una corona del norte. Es muy difícil describir la emoción que estaba sintiendo, la verdad es que yo si pensé que el titulo era muy importante, pero no creí que fuera tanto, tanto. La multitud no paró de saludarme, las calles repletas de gente”.

Más de 1.500 vehículos participaron en el desfile del aeropuerto de techo al hotel Tequendama, el carro de bomberos alcanzó a aprisionar las piernas de los impertinentes ciudadanos que se lanzaban a saludar a la reina, Luz Marina se dio cuenta y sufrió una violenta impresión, de inmediato llamó a la gente a guardar

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compostura y a dar paso al carro. Al hotel llegó hacia las siete de la noche.

“Al llegar a mi destino casi que no me dejan bajar, la gente gritaba y gritaba vivas y me aplaudía sin parar. Cuando logré entrar por la puerta principal me di cuenta que desde el lobby hasta mi habitación que era suite presidencial estaba llena de flores y de arreglos que habían enviado diferentes personas.

Sin exagerar no cabía ni un ramo de flores más, por los pasillos, por el ascensor, todo lleno de canastas de flores. El presidente me mandó soldados de su guardia presidencial, de esos que no se mueven ni para respirar, ellos estaban parados en la puerta de mi habitación con gorros de flequitos, los meseros y las niñas del hotel me decían su majestad que desea, ¡eso fue increíble! una cosa impresionante, yo vivía en un mundo irreal, me trataban como una reina de verdad.

Llegué rendida pero descansé feliz. Mejor que haber sido elegida Miss universo fue estar en Colombia, mi patria adorada que desde pequeña aprendí a querer”.

La extraordinaria actividad de la soberana en el aquel día, le causó algunos desmayos y sus familiares reportaron que tenía un estado exhausto, aunque la reina se valía para no demostrar ni una sola muestra de cansancio ante la gente, exhibiendo una gracia extraordinaria al recibir el saludo de sus admiradores.

Al día siguiente la reina se levantó a las once y media de la mañana, durmió trece horas tras el gran recibimiento que le había realizado el país, minutos después recibió una comisión [110]

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del senado de la república para hacerle la invitación de acudir al recinto del primer cuerpo legislativo, así que visitó al alcalde del distrito y a las 4 de la tarde, vestida de traje oscuro y tocado la reina visitó el palacio presidencial.

“Antes de irme para mi ciudad fui a hacerle la visita oficial al presidente de la república, me recibió el presidente Alberto Lleras Camargo con su esposa Bertha y un hermoso perro blanco. Fue una visita más bien larga, el presidente me preguntó sobre el reinado y me agradeció que hubiera dejado tan alto el nombre de Colombia en el exterior. Me sentía rarísima, deben entender que pase de ser una niña de 18 años de Manizales y común y corriente a una Miss universo”.

Con su belleza, Luz Marina sirvió de bálsamo para que los colombianos pasaran el trago amargo de la violencia partidista que aún seguía viva en algunas regiones y recibieran con júbilo el pacto político – el Frente Nacional- que puso fin a una sangrienta etapa de la historia.

Después, la reina saludó al senado de la republica que en medio de emocionantes aplausos la recibieron “estoy muy emocionada de ser recibida por el honorable senado de la república en forma tan cordial. Se le inmensa responsabilidad que compete al congreso de Colombia y hago votos para que su labor sea benéfica en frutos de paz y en concordia para todos los colombianos. Anhelo vehemente de todos y cada uno de nuestros compatriotas”. Señaló la reina dentro del recinto, el texto periodístico que narraba la visita de la reina

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anotó “Luz Marina encarna con toda perfección a la mujer colombiana en sus mejores virtudes”.

El Banco de la republica le obsequió un anillo de esmeraldas, en la noche se le brindó una recepción gigantesca en el gran salón rojo del hotel Tequendama. El 14 de agosto acudió a los festivales tradicionales que se realizaban en la plaza de toros de Santamaría destinado a colectar fondos para una institución de caridad. En compañía de Yolanda Pulecio y Merceditas Baquero fue aclamada por los diez mil asistentes.

“Estaba ansiosa por llegar a mi casa pero me preocupaba la idea de pensar que ya no podía ser la misma ya no podía caminar tranquila por la calle ya no podría ir al mercado. Esa vida que había conocido ya no existía. Ahora me tocaba aprender a convivir con lo nuevo que venía”. A Manizales llegó el 16 de agosto hacia la una de la tarde. La junta directiva de los ferrocarriles autorizó situar un tren cortesía en la ciudad de Cartago para movilizar gratuitamente a las personas que desearon concurrir a los actos programados en Manizales, donde se realizó un gigantesco desfile de bienvenida desde el aeropuerto de santagueda.

Luz Marina descendió del avión y rodeada de la guardia de cadetes de la Escuela General Santander, se encaminó a la edificación del aeropuerto.

“Desde el avión vi un río de gente, era imposible que esa muchedumbre me estuviera esperando a mí. Desde Santagueda, donde estaba el viejo aeropuerto, hasta

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Manizales no sé cuántos kilómetros pueda haber, 30 o 40 tal vez. En ningún tramo del camino se vio vacía la carretera, había motos, carros, personas con banderas de Colombia y de Manizales. Ese fue un recorrido como de una hora que nunca se desocupó.

Llegué a la casa de una amiga, Gloria Jaramillo de Vélez, y allí me cambié, me puse el traje largo y la corona”.

En un delirio caldense, la reina desfiló quince kilómetros en una carroza por las calles de la ciudad con rumbo al estadio palo grande donde se realizaron diversos actos.

El desfile por Manizales duró cerca de cuatro horas, pues todos los campesinos de la región acudieron a la carretera para ver a la mujer más bella, los campesinos la saludaban diciéndole en vez de Miss Universo, “Misiá” Universo.

Cien mil personas estaban esperándola en el coliseo para darle la bienvenida. La reina entró llorosa y entusiasmada. El coliseo estaba completamente colmado por gentes que había tomada sus sitios a tempranas horas del día, se escucharon fuegos pirotécnicos, millones de pañuelos blancos fueron agitados, cinco bandas entonaron el himno nacional, en el Estadio Fernando Londoño Londoño fueron lanzadas 100.000 bombas y 500 palomas. Los poetas, los músicos, los periodistas, los fotógrafos, los políticos, los gobernantes, el pueblo todo, entraron en delirio. Se convocó a un concurso para escoger el mejor soneto a Luz Marina.

“Encontré que me habían compuesto una cantidad de porros, bambucos, también cantidad de versos, sonetos y cartas de

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todas partes del mundo”. Incluso más de un padre bautizo a su hija con su nombre.

Guillermo González Ospina compuso un bambuco en su honor, que empieza así: "Luz Marina, Luz Marina, nombre de cielo y de maravilla. niña-sol, niña-cantar, gloria del Hada Madrina. Claro lucero ilumina tu discurrir de rocío, capitana de un navío de canela y muselina. Eucario Bermúdez y Arcesio Chica compusieron un pasodoble, llamado miss universo: Luz Marina… Luz Marina Bella reina sin igual, Manizales y Colombia Ven en ti la majestad, Y en el mundo se te aclama Como reina universal, Luz marina… luz marina A tu imperio este cantar.

Los albores del nevado iluminan tu mirar Tu sonrisa es roja prana Que matiza el cafetal Y tu gracia seductora

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de mujer angelical, han rendido al mundo entero que hoy te aclama sin cesar Luz marina… luz marina..

A tu imperio este cantar Eres reina entre las reinas y eres reina universal”.

Con emoción Luz Marina dirigió unas palabras al pueblo de Manizales: “No tengo palabras para agradecer vuestro homenaje, aquí me tenéis de todo corazón no quiero seguir siendo para vosotros Miss universo, sino Luz Marina de Manizales. Fui a representar a la mujer de satisfacción plena, manizaleña y le traje el triunfo a Manizales”.

Luego la reina se dirigió al palacio, había sido todo un éxito la recolecta para la compra de una casa, totalmente amueblada y decorada se le hizo entrega de una residencia ubicada en la avenida Santander carrera 23 con calle 63, en el sector hoy conocido como El cable. Los reclusos de la cárcel de Manizales ofrecieron por medio de la oficina de fomento y turismo dos cortinas laboradas en pura seda y un cuadro del corazón de Jesús en alto relieve. Industriales metálicas de Palmira y Arango Restrepo habían obsequiado el juego de comedor y un escritorio estilo artecto, además Sherwin Williams había dado las pinturas necesarias y la casa comercial hijos de Liborio Gutiérrez ocuparon varios de sus

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obreros especializados para pintar el palacio. La compañía nacional de seguros ofreció una póliza gratuita contra incendios para amparar la casa y los enceres que el pueblo colombiano le había regalado a la soberana.

Los familiares de la reina se habían situado en las ventanas a esperar la llegada de su majestad, al llegar al palacio la reina rompió en llanto que le impidió dar declaraciones.

“Cuando llegué, me hicieron bajar al frente de una casa muy linda, yo pensaba quien vivirá aquí, pero el gobernador me estaba esperando para hacerme entrega de las llaves de esa espectacular casa libre de impuestos que me había comprado para mí con plata que dio toda la gente de Manizales, arriba en la avenida Santander, me entregaron las llaves en medio de aplausos y gritos. Un grupo de señoras habían trabajado mucho para tenérmela arreglada, desde muebles, hasta cubiertos y vajilla, no faltaba nada. El regalo fue fabuloso y la emoción mía indescriptible, tanto que me tuvieron que dar un brandy doble porque yo desfallecía, ya no podía más con ese mundo de emociones. Subí a la terraza y saludé a todo el pueblo, me dieron ganas de salir a correr a abrazar a todos, uno por uno. Esa noche dormí en mi nueva casa”.

Por primera vez desde su elección había dormido profunda, apaciblemente, a la mañana siguiente no se cansaba de mirar con asombro cada uno de los lujosos detalles del palacio. La mansión contaba con seis dormitorios, seis baños, dos salones, dos bares, un balcón, una sala de juegos, una sala de televisión, cinco terrazas y un gran patio. Valorada en

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250.000 pesos (60.0000 dólares o más). Además, como gesto de agradecimiento a su triunfo el gobierno la declaró exenta de impuestos para toda la vida.

“Por mi llegada se declararon 2 días cívicos, el presidente me envió desde Bogotá los guardias que nunca ríen para que cuidaran en mi estadía, habían dos en la puerta de mi casa y los demás, afuera, en motocicletas, esperando a ver yo que iba a hacer para acompañarme, yo por supuesto estaba muy agradecida con el presidente Lleras que me había hecho ese honor de mandarme a Manizales parte de su escolta”.

Al día siguiente en Manizales, se organizaron regocijos populares para seguir festejando, se elaboró para ello un programa oficial por las autoridades locales. Luz Marina fue nombrada el hada madrina de las niñas de la ciudad, al poco tiempo se estrenó en los principales teatros de la ciudad una película-documental en color, realizada en los estudios de Grancolombiana Film con una duración de 11 minutos.

Es que Luz Marina sin una buena preparación y siendo toda una novata en estas lides había derrotado a mujeres de todo el mundo, pasó dejugar a las muñecas, actividad que realizó hasta los 15 años, para subirse a las pasarelas y escribir en la historia del país una página completa del triunfo y orgullo de la belleza colombiana, ella a sus 19 años era la inspiración de toda Colombia.

Al regresar a su patria chica Luz Marina recibe la medalla al Civismo de Manizales, vuelve a ser nombrada por segundo

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año consecutivo reina de la V Feria de la ciudad, siendo el único caso presentado en la historia de la feria y se le declara como reina del festival folclórico interamericano en Manizales, un festival creado por las Naciones Unidas para vincular a Colombia con el resto del mundo.

“Miss universo era un reinado donde se debía estar un año en compromisos y contratos, no nos llevaban a vivir a New York, pero de aquí de Manizales me tocaba desplazarme a todas partes del mundo con mi chaperona”. Principalmente se planeó una gira por los distintos departamentos colombianos, entre los que estaban Cali, Medellín y otras ciudades, el propósito en sus palabras era llevar un mensaje de amistad de amor y de paz para todos, sin embargo, un ataque de bronquitis y laringitis acompañado por un gran agotamiento físico obligó a suspender toda clase de actividad y actos de agasajo organizados, tras una recaída de la reina el dictamen médico reveló que padecía de una afección hepática que debía ser objeto de atención.

Doscientas llamadas al día recibía la casa de Luz Marina, alrededor del palacio se agruparon cantidades de personas para saber sobre la salud de la reina y también recibieron infinidad de mensajes del exterior. La reina hija y la reina madre se fueron al campo a descansar un poco, luego Doña Margarita regresaría a darle la última organizada a la gran casa, a poner las cosas en su sitio, a palpar en la realidad el sueño. Luego de algunas semanas de descanso, la reina inició a cumplir su agenda real.

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El 3 de septiembre llegó a Medellín para asistir a un desfile de modas y recibir las llaves de oro de la ciudad de manos de Doris Gil, ella estuvo en el aeropuerto recibiéndola y asistió al almuerzo y a los cocteles que dieron en su nombre. Al día siguiente llegó a Cartagena, siendo objeto de un gigantesco recibimiento, acompañada de un gran desfile de automóviles se dirigió a la gobernación donde el alcalde le brindó una copa de champaña y le entregó también, las llaves de la ciudad. El 6 de septiembre 30 mil personas le brindaron la bienvenida en Cali, desde el campo de aterrizaje de la base aérea militar hasta el centro de la ciudad se realizó un desfile que recorrió en una bella Carroza las principales calles.

En Pereira, su ciudad de origen, se convirtió en la primera mujer en visitar las veredas de Caldas para las promociones del festival folclórico. Piloteando una avioneta de la Escuela Popular Antioqueña de Aviación “Espada”, aterrizó en un aeropuerto construido por el Doctor Lorenzo Toro Ochoa en Supía Caldas, para recibir las felicitaciones de numerosos ciudadanos arsemitas y supianos, atendiendo la invitación del caballero Luis Alfonso Duque Arias alcalde de ese entonces.

La reina llegó escoltada por otra aeronave comandada por su profesor José Ignacio Ossa Duque, fue paseada por todo el pueblo en un hermoso vehículo de la época de propiedad de Humberto Gallego, a Luz Marina le correspondió como invitada de honor la inauguración del acueducto de Supía.

Durante su visita a Popayán Colombia, le ofrecieron una serenata. Rafael tobar, autor de libro "Cuando florezcan los

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eucaliptos", relata así el momento7: “alguien contrató a Jaime Carrillo para darle una serenata. Pero él tenía una banda de música bailable no propia para una serenata romántica, llamé a Silvio, a quien llamábamos “Chivo” y con Jaime improvisamos un trío. Lulú Ayerbe, la dueña de la casa situada al frente del Paraninfo de la Universidad, nos hizo pasar a un amplio corredor interior, frente a una ventana que daba al patio. Iba a cantar cuatro canciones, pero en medio de la segunda canción se abrió la ventana y apareció Luz Marina Zuluaga con todo su encanto, ataviada con una vaporosa túnica, iluminando con su belleza el patio estilo español. La vi tan cerca que pude analizar a mi placer la perfecta simetría de su sonriente rostro. Allí estaba yo cantándole a la mujer más bella del universo. Canté todas las canciones que Luz Marina quiso: boleros, bambucos y canciones mexicanas; y un acto que iba a durar solamente una hora se prolongó de las 9 de la noche hasta pasadas las doce y no se prolongó más porque la reina debía cumplir al día siguiente varios compromisos sociales. Esa fue la bienvenida que Popayán le dio. En la despedida, el turno fue para Guillermo, quien con Silvio Fernández y Carlos Nates constituían un trío”.

Luego comenzaron las giras y viajes por fuera del país, las fotos y “todas esas cosas que le ponen a uno por ser la mujer más bella del mundo”. Luz Marina realiza su primer viaje oficial programada por Max factor. Con ello cumplía uno de sus sueños de toda la vida “viajar por todo el mundo”, era tan solo algunos años atrás, cuando en el clase de geografía en el Colegio de las señoritas Gómez, Luz Marina soñaba [120]

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despierta, se iba detrás de su índice rosado a través de los mapas del mundo, tratando de descifrar la belleza y la ilusión al otro lado de nombres extranjeros que se esforzaba en pronunciar en voz baja.

El contrato con Max Factor consistió en una serie de presentaciones siempre a beneficio de alguna obra de caridad de cada país. Fue una gira extenuante de dos o tres días en cada ciudad con un programa de desfiles, almuerzos, fiestas y siempre, visita especial al presidente del país, de manera que conoció a todos los jefes de estado suramericanos de la época. “No tengo recuerdos especiales de ellos, pero los conocí. Todos en mi concepto, son ejemplares humanos de excepción y dignos mandatarios de sus pueblos. En todas partes me trataron espléndidamente y me hicieron regalos muy lindos, que todavía conservo.

La primera ciudad que visité fue Rio de Janeiro y como es su época no había Jet sino “Superconstellation” el viaje resultó larguísimo, toda la noche volando. Yo tenía mucho susto de llegar a Brasil porque como le había ganado a Adalgisa Colombo, su reina, no sabía cómo me iban a recibir. En el aeropuerto estaba Adalgisa recibiéndome con muchos periodistas, así que me arreglé por encimita, como para saludar, sonreírle a los fotógrafos e irme rapidito para el hotel a descansar, pero cuando llegué me informaron que disponía de media hora para arreglarme, tomar un café y atender una rueda de prensa. Pensé que me iba a descomponer, pero nunca dejé que eso me ocurriera porque yo siempre he sido

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muy cumplida, muy controlada. Así que subí a mi habitación y encima del vestido me puse el disfraz de Miss Universo, que era la piel de zorro blanco (yo lo llamaba así porque esa piel ayudaba a verse muy bien, le daba a uno como majestad de reina) y bajé radiante, llena de energía, peinada y maquillada y que no se me fuera a notar el trasnocho ni la fatiga. La prensa me trató con gran generosidad, no hubo un solo comentario negativo, sin importar que le hubiera ganado a Adalgisa que era muy linda, a lo mejor más linda a los ojos de ellos”. En Brasil recibió pendientes y una pulsera, estuvo visitando al carismático presidente Juscelino kubitschek y el paso por las hermosas avenidas de Rio de Janeiro tuvo siempre una escolta de aplausos y un cortejo de vivas a su gracia.

La sala de redacción de la empresa Diario de Noticias, responsable de la edición de la revista Mundo Ilustrado, fue visitada por Luz Marina, quien posó para los fotógrafos Campanella Neto y Adir Vieira. La revista Mundo Ilustrado del 10/04/1958, circuló con cuatro páginas y nueve fotos dedicadas a la bella mujer colombiana. El texto a continuación fue tomado del informe realizado por María de Lourdes Pinhel.

“Luz Marina es simple, recatada, dulce, tiene un encanto que cautiva a todos. Verlo es que podemos entender, poniéndonos en el lugar de los jueces de Long Beach, la razón de su victoria, el secreto del pequeño punto que le quitó el cetro a nuestra Adalgisa.

Es que Adalgisa es hermosa, pero sabe que lo es, tiene clase, experiencia, sabe cómo posar, complacer a los fotógrafos, pero

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cada movimiento se calcula, cada palabra estudiada de antemano, para tener un efecto. Ella siempre es la modelo profesional, con la sonrisa y la pasarela.

Luz Marina, por otro lado, es la niña que nunca soñó con ser elegida y ve lo que le está sucediendo como una aventura maravillosa.

Espera no lograr nada rentable con su corona y el próximo año, cuando se elija a su sucesor, volverá a su hogar, su vida, sus amigos, exactamente como era antes.

Luz no tiene ambición: todo lo que aspira es casarse, ser una gran ama de casa y tener muchos hijos. En unos años tendrá unos kilos de más, una familia numerosa y un hogar muy feliz.

La diferencia entre ellas es que Adalgisa se eleva como un cisne y Luz es humilde como una paloma. Pero los jueces prefirieron su espontaneidad y modestia a los gestos estudiados de nuestra señorita Brasil.

Luz Marina nació el 31 de diciembre, hace 19 años, en Pereira Caldas, Colombia. Estudió en La Presentation College of Religious en Manizales, y siempre fue una gran estudiante; frecuentaba fiestas, siempre en compañía de su mamá, la amigable D. Margarita, jugaba al tenis y montaba a caballo.

Jura que nunca tuvo novio. Tiene 4 hermanos: Herman, el mayor, tiene 25 años y ha sido el jefe de la familia desde la muerte de su padre; Oscar tiene 22 años y es el más alegre; Jorge es el más joven, con 15. Amparo, de 16 años, es muy similar a Luz, lo que significa que también es hermoso. "¡No más, no más! Miss Universo, en la familia, uno es suficiente”- D. Margarita nos dice, asustada, cuando le preguntamos si Amparo solicitaría el título en unos pocos años.

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Luz Marina es un mignon perfecto, de 1.63 de altura, bien proporcionado, tiene una piel con un hermoso tono oscuro, ojos brillantes y oscuros, una pequeña marca junto al labio superior y una boca bien diseñada, que siempre está entreabierta en una sonrisa. Es la señorita menos señorita imaginable. Tenemos la impresión de que está avergonzada de tantas atenciones y honores.

Durante la visita a los talleres, donde observa, encantada, con la impresión del nuevo número en el MUNDO ILUSTRADO, Luz está interesada en todo y habla animadamente, sin mostrar fatiga, aunque está llevando a cabo un programa exhaustivo que no le permite descansar.

"Lo que más quería era poder caminar en las tiendas y comprar algunas cosas hermosas,"¡Pero no puedo! Ayer intenté salir con gafas de sol y turbante. ¡Aun así, me reconocieron de inmediato!

Tuve que volver corriendo al hotel. No sé cómo hacerlo "- se queja, desanimada. Ella nos dice que nunca, ni siquiera soñando, imaginó ser elegida; felicitaba a Adalgisa pensando que había sido elegida cuando recibió la noticia. Casi se desmaya. Le encanta viajar, y realmente le gustaban los Estados Unidos, pero no quería vivir allí, mucho menos probar el cine.

“Todo lo que quiero hacer es volver a ser yo misma, casarme y tener muchos hijos. Me gusta la vida hogareña, leer novelas de amor, bailar, y aquí en Río aprendí samba, usar ropa deportiva, jugar tenis y montar a caballo”.

Luz Marina no es supersticiosa ni tiene miedo de volar. Ella usa perfume "Nuit de Noell" y maquillaje muy suave. Su afición es coleccionar cajas de fósforos, y tiene predilección por los anillos, es profundamente católico y el santo de su devoción es São Judas Tadeu. Lo que más odia es ir al dentista. Ella piensa que las

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"paperas brasileñas" son maravillosas, nos dice, sonriendo, que su futuro esposo tendrá que tener buenos sentimientos, ser trabajadora... y ganar dinero. Para Miss Universo, no es muy exigente, ¿no te parece?

Finalmente, aunque siempre amigable, Luz Marina mostró signos visibles de cansancio. Se quitó los zapatos para descansar los pies, sostuvo la cabeza entre las manos y cerró los ojos. "¡Estoy exausta! ¡Me quedaré dormida en esta silla dentro de un rato! Desde la mañana he estado en este círculo de vida, y hoy todavía tengo tres citas y por la noche seré entrevistado por televisión. Desearía estar de vuelta en casa, descansando en la granja... "Y nos explica que esta granja, que su familia posee alrededor de Manizales, es su refugio; allí descansará de compromisos extenuantes y se esconderá de los admiradores.

Prometió a los hermanos que volverá el 31 de octubre para que puedan borrar a las 20 ancianas de su pastel de cumpleaños juntos.

Luz nos dice que espera regresar a Río, cuando ya no sea Miss Universo, para poder apreciar las bellezas de nuestra ciudad y, como cualquier turista anónimo, salir a comprar sin ser acosada por los fanáticos. Pero eso será difícil, porque una chica tan hermosa como Luz Marina, a pesar de que ya no tiene la corona, es imposible pasar desapercibida. Y tendrá que soportar, al menos, la galantería y el "fiu-fius" de sus fanáticos de Río.

Luego viajó más al sur, a Argentina, y allí en Buenos Aires, contagió de alegría el ambiente estudiantil, hasta el punto que los jóvenes improvisaron una especie de carnaval a su llegada.

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“El recibimiento en Buenos aires, por la calle Florida, fue muy lindo. La gente, desde las ventanas de los edificios, me tiraba confeti y serpentinas. Me acuerdo del obsequio tan maravilloso que me dieron allí, que fue un prendedor en forma de carroza con las ventanas en zafiros muy finos. Después fui a La Plata, una ciudad universitaria y allá me pasó una cosa muy divertida. Ocurrió que por algún motivo, la comitiva se demoró en salir de Buenos Aires y cuando llegué me di una sorpresa: ya no había nadie esperándome. A todos nos pareció muy raro aquello pero no nos imaginamos la razón.

Pues resultó que un estudiante se había disfrazado de Miss Universo, con gafas oscuras y peluca, se subió en un carro y desfiló saludando como una reina y, cuando terminó de pasar, todo el mundo se fue para su casa. Después se supo lo que había pasado y la gente lo tomó de risa. Yo también”. Luz Marina hizo también su entrada a la histórica casa rosada, donde el presidente Arturo Frondizi la recibió en su despacho por varios minutos y recibió de sus manos una carta personal del presidente Colombiano Lleras Camargo.

“En Montevideo, Uruguay me recibieron con una generosidad inolvidable, tanta que me regalaron un lote (3.000 acres (unidad de superficie) de tierra en aquel país) y bautizaron una calle con mi nombre, Así que allá tengo calle y lote propio”, En 1992 recibió la propuesta del gobierno municipal de si quería donar el lote para construir allí un salón comunal, por supuesto que ella aceptó encantada.

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En Octubre de 1958 Luz Marina es invitada a Santiago de Chile en donde asiste a una recepción en su honor programada por el embajador colombiano. “Cuando llegué a Santiago, el embajador de Colombia me aconsejó que tuviera mucho cuidado porque la prensa chilena era un poquito destructiva. Siempre me habían dicho que los periodistas eran realmente indiscretos, pero me dijeron que tuviera mucho cuidado con los chilenos, que trataban siempre de hacer caer y enredar al personaje para que quedara mal. Yo me asusté mucho y antes de reunirme con ellos, pedí a mi habitación un brandy doble para quitarme el miedo. Cuando baje a la rueda de prensa y vi que me habían preparado una mesa encima de una tarima y todos los periodistas sentados abajo, frente a mí, sentí como si me fueran a hacer un examen. Entonces, con los dos brandis adentro me llené de valor y les dije antes que hablaran, “no señores, esto así está muy frio, háganse más para acá, desorganicemos esto un poquito, vamos a charlar, yo necesito que ustedes me ayuden a acercarme a esta ciudad que siempre he tenido muchas ganas de conocer” y así, rompí el hielo … y en verdad se portaron muy bien conmigo (…) es que los periodistas exigen mucho, uno tiene que ser políglota, saber de política, de conflictos internacionales, de religiones, de todo, ¿cierto? Y hay cosas que uno no tiene que saber, y sobre todo que no alcanza a saber a los 20 años. Además está el susto: ¿qué será lo que esta periodista quiere que conteste? En Chile, recibió algunas monedas de oro grande, también recibió un enorme anillo de esmeraldas, diamantes, pieles y un hermoso broche, regalo

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de Miguel Ángel sólo existen tres en el mundo de la misma replica.

“Estuve en toda Suramérica, Rio de Janeiro, Buenos Aires, Montevideo, Santiago, Lima, Caracas y Guayaquil, cumpliendo agendas del certamen en compañía de mi madre que hacia el rol de chaperona, siempre en compañía de ella, a quien le debo mucho. Siempre estuvo cerca, acompañándome, aconsejándome en mi carrera de reina, porque eso es una carrera. En aquella época no había maquilladores, ni diseñadores, así que ella hizo todo por mí, desde servirme de chaperona hasta hacerme los vestidos.

Ella se convirtió en parte muy importante de mi vida y una amiga muy querida y así fue hasta que murió. Mi mamá era una mujer muy competente, no me cabe duda de que hubiera podido volverse a casar, pero no lo hizo y en eso tuvimos la culpa los hijos, especialmente el mayor que se convirtió en un guardián celoso, no la dejaba hablar con nadie. Hoy me doy cuenta de que cometimos un error, hubiera sido mejor que mi mamá tuviera una compañía porque todos nos casamos, nos fuimos de la casa y aunque nunca la desamparamos ella quedó sola”.

De regreso a Colombia, a finales de octubre fecha de su cumpleaños, se le fue ofreció una serenata por parte de la Radio Cadena Nacional, está presente en la ceremonia del reinado departamental del café y concede una entrevista para el periódico el tiempo:

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“Las atenciones que recibí no fueron para mí, sino a Colombia”, la reina dijo: “Agradezco sinceramente el saludo que usted me presenta (…) Quiero expresar por medio de su periódico mi gratitud a los jefes de estado y ciudadanos, entidades, hombres y mujeres de los países que visite por las atenciones que se sirvieron prodigarme yo estoy segura que esas atenciones no fueron brindadas por ser reina de belleza, sino por ser colombiana. En todos esos países se quiere y se admira sinceramente a los colombianos todas esas demostraciones de afecto que se me prodigaron, fueron sencillamente una demostración del afecto que allí se tiene por nuestra patria”.

La empresa colombiana de turismo le entregó 2 mil dólares para colaborar con el éxito de la gira en Suramérica. Con su gira Luz Marina se convirtió en la embajadora de buena voluntad de Colombia, el objeto de la gira era hacer más conocido al país. Dirigió una delegación colombiana a la Convención Nacional de Turismo en la ciudad de Nueva York y se convirtió en el punto focal del evento. El éxito en esta convención de ocho días se consideró vital para el futuro del desarrollo turístico en país. Y así fue como entre 1959 y 1961 aumentaron una serie de festivales regionales y nacionales, que a medida incluían música, baile, comida, desfiles y, por supuesto, belleza. Particularmente en áreas de Huila, Tolima, Caldas, Valle del Cauca y el Valle de Magdalena, zonas profundamente marcados por La Violencia, estos festivales se convirtieron en vehículos para reconstruir la sociedad civil,

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revivir la economía e integrar regiones en la nación y el mundo.

Tan solo en el primer año como Miss Universo visitó 54 ciudades del planeta. La revista LIFE en español publicó un reportaje completo acerca de la exitosa gira de la reina.

La quinta feria de Manizales realizada en enero de 1959 recibió más de 80 mil turistas, Luz Marina encabezó todas las festividades y actos. Allí corona a la reina continental del café.

El 10 de febrero asiste a los carnavales de barranquilla, el 12 de febrero más de 1500 personas asisten al desfile de modas llevado a cabo en el club militar a beneficencia del hospital infantil, patrocinado por los almacenes Sears y Max factor.

En Mayo sale en circulación la autobiografía de Luz Marina, Mi historia feliz, editado en interpriting de la ciudad de Medellín. Con gran expectativa el libro es bien recibido en toda la nación.

Miss universo fue sin duda una experiencia gratificante en la vida de Luz Marina. Pero desde luego con sus momentos no tan esplendorosos ya que vivió momentos de soledad durante su reinado.

“Para ser sincera no sé cómo aguanté ese año, mi debilidad es enfermarme cuando me emociono o me canso, al ganar el título la emoción derivó en pulmonía, y después en Cali y Rio de Janeiro estuve en cama enferma por trajín. Yo no me he arrepentido de ser Miss Universo, nunca. Claro que hay

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momentos muy difíciles, yo estuve apunte de desmayarme del cansancio y hay muchas otras pequeñas cosas que no le agradan bien a uno. Además uno no se podía enfermar, siempre tenía que estar dispuesta para atender al que fuera, no se podía quejar o estar de malgenio, era horrible. Fue un año muy duro, existían ratos donde a uno le provocaba tirar la toalla porque son trasnochadas, madrugadas, prácticamente te la pasas de avión en avión, siempre tienes que estar lista, no hay tiempo para uno, no se puede estar con la familia cuando uno quiere o desea. Realmente es un contrato que tiene sus inconvenientes, uno siente mucha soledad, se aleja de sus seres queridos y se debe cambiar el ritmo de vida haciendo lo que el concurso quiere y no lo que uno quiera”.

Los viajes habían causado alteraciones en sus hábitos caseros de dormir bien, hacer algunos ejercicios gimnásticos, y comer manjares “Montañeros”, causantes de sus maravillosas proporciones físicas y de su sonrisa de soberana feliz, ahora estaba sometida a la uniforme comida internacional, a los cocteles y a las jornadas de 12 a 15 horas diarias. “Me sentía fatigada, a veces ofuscada. La verdad es que era un trabajo muy duro, varias veces se me pasaba el día sin comer porque la comida se embolataba por el horario de los vuelos. Ser reina es una profesión en la que siempre hay que estar disponible, no hay cansancio ni dolor de cabeza que valgan, nunca puedes estar despeinada, ni desmaquillada, ni con el vestido arrugado, así lo requiere el título que es muy importante pero también muy exigente.

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Al final de la gira por Suramérica, tengo una única experiencia maluca, que fue la llegada a Ecuador. Yo venía muy cansada, extenuada. Ya dije que soy una persona controlada y casi nunca me salgo de mis casillas, pero el día que llegamos a Quito eran como las once de la mañana y a mí me habían dicho que tenía el resto de la mañana para descansar, inclusive, me sugirieron que pidiera el almuerzo a la habitación. Así que yo me desvestí, me puse una levantadora, me desmaquillé, me despeiné y me tiré en la cama feliz de la vida; en esas estaba, cuando timbró el teléfono para anunciar que abajo en el lobby del hotel estaba la colonia Colombiana que quería saludarme. A mí me dio un desespero espantoso.

Le dije a mi mamá que yo no podía recibirlos y es que, de verdad, no podía pensar ni siquiera en volverme a arreglar, a maquillar, a peinar, a vestir para recibir la visita. Esto estaba más allá de mis fuerzas. Me descompuse tanto que cogí el cepillo del pelo, lo tiré al suelo y lo rompí. Mi mamá los atendió en la sala de la suite y les explicó que yo estaba rendida.

Seguramente esas personas se debieron sentir muy mal y lo lamenté mucho no haberlas atendido pero me fue imposible.

También es cierto que la gente no piensa en el trajín en que uno vive y esperan encontrarlo siempre a disposición, casi como si uno fuera propiedad pública. Me dejaron un regalo muy bonito, unas bandejas de Rosenthal muy finas. Fue el único momento en que me negué a hacer una cosa que debía hacer.

Sin embargo, es bello ser Miss Universo, es bello haber traído esa corona a Colombia, y que los periódicos de todas partes [132]

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nombren al país, y no estén hablando solamente de muertes y destrucciones, y que la gente se interese por el país en todas partes, y también me agrada por mí, porque me gusta saber que la gente me quiere y porque me gusta viajar y conocer, y porque ser miss universo me ha dado ratos de felicidad. Estoy feliz de haber hecho sonreír y estar alegres a todos los colombianos, que muchas veces están tristes. No sé si yo seré una muchacha tonta y vacía, como algunos dicen que somos las reinas de belleza, pero yo he procurado servirle a Colombia durante mi reinado y francamente creo que ha servido algo lo que he hecho” (Zuluaga, Luz Marina, 1959).

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CAPITULO V. “El hombre de mis sueños debe ser…”

La tía Lucila Zuluaga confirmó que Luz Marina siempre tuvo amistades propias de una muchacha muy pretendida y parece que estuvo muy enamorada del joven Luis Fernando Vernaza, “pero este idilio no progreso debido a la juventud de ambos”.

“Cuando me eligieron Señorita Caldas, yo tenía un novio caleño muy querido, Luis Fernando Vernaza estudiante de odontología, que había venido a Manizales a pasar vacaciones. La verdad es que yo si me sentía muy enamorada pero el romance terminó por razones, como dicen, ajenas a mi voluntad.

Nosotros habíamos tenido una pelea antes de mi viaje a Long Beach, pero yo no creí que fuera en serio. Después supe que mientras yo estaba en el concurso, mi mejor amiga, Luz Carime, señorita Valle 1957, me lo había quitado. Ellos se enamoraron. Por eso yo jamás recibí una felicitación ni una llamada, ni una radio de él. Yo no les guardé rencor, por el contrario, seguimos siendo muy amigos toda la vida. Pues claro que me dolió porque el noviazgo mío con él ya tenía algún tiempo y yo ya no era una niña, ya tenía 19 años”.

En cierta ocasión un periodista le preguntó acerca del torero español Pepe Cáceres. Disgustada ella respondió: “no, no, por favor esas son cosas que inventan, no me gusta oír hablar

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de eso y mucho menos que me pregunten nada, no hay absolutamente nada”.

Durante su regreso a Colombia el periodista del periódico EL siglo registra: ¿Darías tu reino por un torero?

No- responde. El reportero anota “no” y la reina le advierte inmediatamente: No, no ponga nada. Diga que no dije nada cuando me preguntaste eso.

En realidad durante la feria de Manizales de Enero de 1958, Luz Marina conoció al torero y los medios de comunicación empezaron a divulgar un romance. Su amiga Fanny Mejía la llamó para preguntarle por el supuesto matrimonio, ella respondió: “es la primera noticia que tengo de mi matrimonio, te agradezco que me hayas informado que me caso, pues yo no sabía nada”.

“Si sostuvimos un medio romance. Pepe era el primer torero nacional y a mí me tocó entregarle el trofeo de la feria por haber sido el mejor de la temporada, empezamos un idilio, pero a mí me preocupó la posibilidad de que las cosas estuvieron ocurriendo por el momento que vivíamos, ya que ambos éramos figuras conocidas. Por ese temor creo que no prosperó el noviazgo, pero fue muy lindo ver como Pepe me ofrecía los toros en las corridas, me parecía de película”.

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Pepe desde joven quería lucir a su lado una reina, como lo señala Ramón Ospina en la biografía del torero8, por ello se terminó casando con una, Olga Lucia Botero, con quien tuvo dos hijos.

En Buenos Aires, Un periodista calvo, le preguntó si prefería a los hombres con o sin pelo, ella dijo: "Lo importante era el hecho de que él debe ser un hombre bueno y que la amara”.

La belleza de Luz Marina era admirada por los hombres que empezaron a enviar miles de propuestas semanales de todo tipo a la casa de la beldad en Manizales. Famosos y anónimos, plebeyos y nobles fueron atraídos por su belleza.

“En todas partes me salían ofertas de matrimonio, al convertirse en Miss Universo a uno le llegan cartas de todas partes del mundo, he recibido declaraciones de enamorados platónicos y propuestas de todos los estilos. También había cartas que le pedían a uno milagros, salud, curaciones.

Hubo un americano que me escribía que tenía carro, casa y una panadería para que me casara con él, y otros americanos mucho más serios, recuerdo la carta escrita por un caballero residente de Marruecos en la que expresaba que sería muy feliz con él, pues me ofrecía una casa con teléfono y que podría ser un esposo formidable. Voy a leer una para que se vea la clase de ofertas que me hicieron: Esta dice así: “Muy distinguida señorita informado de su dirección por la prensa extranjera, me tomo la libertad de ofrecer a usted mis servicios como colaborador y futuro prometido, siempre que tenga en

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mano las garantías, de que usted desea un hogar confortable, famoso, digno, honrado para mi persona y poder, con ello, ostentar la mejor oportunidad que el mundo nos brinda. Soy soltero, estatura 1,72 centímetros y de una edad muy justa para poder contraer esponsales por poder desde Lareche y si logramos celebrar éstos, tenga la seguridad de que será para usted el mejor premio que la vida ofrece a una mujer capaz de ser cariñosa con su esposo pues yo reúno condiciones justas, honradas y prestigiosas como hombre que sabe apreciar su futura esposa. Si Dios nos ayuda, espero contraer matrimonio pronto. Muy atentamente, besa a usted las manos, Lanayin Banson”.

En alguna oportunidad expresó para la prensa internacional que cuando pensará en amores, pensaría en un colombiano, “el hombre de mis sueños debe ser como todo el mundo pero eso sí, elegante y trabajador”.

En el país hubo una estampida de solteros de aspecto sin importancia desarrollada que pretendían conquistar a la reina “Recuerdo las cartas de un ciudadano de Palmira para proponerme matrimonio, me escribió por muchos años, hasta después de casada, pues le habían contado que yo había bajado directamente del cielo… - al igual que con las cartas del príncipe Juan Carlos ella nunca respondió las declaraciones que le enviaron - En realidad, no tuve tiempo de contestar esas cartas tan simpáticas”.

“Me acuerdo de uno que no quiso pararme bolas. Fue un médico que conocí en esos días, y me gustó, y para volverlo [137]

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a ver resolví exagerar el cansancio que traía y hacerme la enferma para que mi mamá lo llamara, a ver si me invitaba o algo. Pero no, el señor llegó, me examinó, me dijo que descansara, me recetó alguna cosa y se fue. Mejor dicho, nada. En la visita a Santiago recuerdo mucho a un pretendiente muy especial, que me gustó, aunque no lo tomé enserio porque me parecía que todo se debía a circunstancias de que yo era Miss Universo y por eso les llamaba la atención.

En Roma, por ejemplo, cuando vi de cerca y recibí la bendición de ese viejito divino que era Juan XXlll. Conocí a un guardia suizo que me reconoció, se acercó a saludarme y me invitó a salir esa noche, era un muchacho muy querido.

Comimos, me llevó a conocer varios sitios de Roma, todo muy romántico, muy lindo. A mí me entusiasmo mucho porque, además, él tenía el “good will” de ser guardia del papa. Nos escribimos varias cartas pero no pasó a mayores por la misma razón. Eso de los pretendientes fue algo increíble”.

Sin embargo, si fue un caballero de la ciudad que le robó el corazón, Enrique Vélez Hoyos, un joven médico que vivía a media cuadra del “palacio” de la Reina, fue el hombre con suerte. Nació el 22 de mayo de 1933 en Manizales, sus padres son Enrique Vélez y doña Judith Hoyos.

“Una vez me invitaron a Nueva York a una reunión de Asta (asociación de corporaciones de Turismo). En el aeropuerto de Santagueda, aquí en Manizales, me encontré con Enrique.

Yo iba con mi mamá y él también estaba esperando el avión para Bogotá porque estudiaba medicina en la Universidad

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Javeriana. Charlamos un rato, en el avión nos hicimos juntos y nos fuimos conversando. Desde ahí empezó a nacer el amor, me pareció agradable en la conversación, creo que yo le gusté mucho y él también a mí. Yo ya lo conocía, en ese entonces Manizales era una ciudad muy pequeña, éramos del mismo grupo de amigos que salíamos a reuniones, fiestas y otras actividades, pero no había tenido la oportunidad de tratarlo. Sin embargo, los compromisos de la Miss universo no dejaron que la relación avanzará en ese momento, ya que no se volvieron a ver hasta que finalizó el año.

Desde que habíamos viajado juntos a Bogotá yo lo tenía en la cabeza. Yo vivía en la casa que me había regalado la ciudad, que quedaba al lado del Hospital Universitario. Enrique pasaba por ahí todos los días porque estaba haciendo el internado allá. Yo me di cuenta que él entraba a trabajar a las dos de la tarde y a esa hora me salía a la terraza a hacer que regaba las matas o que las arreglaba mientras esperaba que pasara a mirarlo. Él me devolvía el saludo, o me sonreía o me daba pitaditas en el carro, hasta que un día paro en la calle y me invitó a salir. Así me fui enamorando. Al principio, el noviazgo no fue público porque a Enrique no le gustaba la publicidad, eso de no tener privacidad, a él le molestaba. Por eso tuvimos algunos disgustos”.

Tan solo después de 20 días del noviazgo, Luz Marina debió partir a Centro América a cumplir el contrato con Catalina, un viaje por cuatro meses por varias ciudades norteamericanas que ya había sido aplazado con anterioridad. Además, fue

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invitada por la federación nacional de cafeteros a visitar distintas ciudades de Europa en desarrollo de una gigantesca campaña de propaganda cafetera.

“Durante la gira por centro América estuve en Cuba, cuando estaba recién inaugurado el gobierno de Fidel Castro. La invitación fue del gobierno revolucionario y cuando llegué, en el aeropuerto me estaba esperando Raúl Castro con un uniforme de comandante guerrillero para que me lo pusiera.

Menos mal que el embajador de Colombia estaba también allí y me dijo que eso no convenía. Llegué al hotel Copacabana que estaba casi vacío. Buena parte de la noche la pasé escuchando hablar a Raúl y al otro día, me llevaron a un barrio popular donde él estaba echando uno de esos famosos discursos que duraba cuatro y cinco horas.

El contrato con Catalina consistía en desfilar en vestido de baño, en compañía de algunas modelos profesionales. Visité alrededor de 58 ciudades, con desayunos, almuerzos, comidas y prensa, incluidos. Muchas veces, estuve en dos ciudades distintas el mismo día. Salía por la mañana, llegaba a una ciudad, desfilaba, almorzaba y cogía avión para otra parte. Fue una gira muy agotadora, pero me fue muy bien”.

“De ese viaje a Estados Unidos no recuerdo mucho, tal vez, el encuentro con viejos amigos colombianos que Vivian en Estados Unidos y que fueron a saludarme cuando supieron que yo estaba en alguna parte. Los pretendientes también aparecieron, pero como el viaje era tan rápido, no había [140]

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tiempo para nada, además, fuera de mi mamá que no me dejó sola nunca- A mí me acompañaba una chaperona gringa que era como un sargento, me tenía un horario para levantarme, para acostarme, para las comidas, no me dejaba salir de noche, ni trasnochar. Eso sin contar que recorrí Suramérica, Centroamérica y toda Colombia en un año. La verdad es que cuando uno en Miss Universo, firma un contrato en el que se obliga a estar disponible durante un año, así que uno no puede hacer su voluntad. De todas maneras valió la pena porque me abrió muchos caminos y yo le agradezco a Dios y a la vida que me dieron una forma de ser muy especial que me permitió hacerme querer de todos los colombianos.

La plata que me gané, la gastamos y no supimos como en qué porque nosotras no teníamos el sentido de los negocios, así que no invertimos ni nada por el estilo. Tampoco tenía una persona que me aconsejara que hacer con ese dinero. Claro que yo no sabía porque saber cómo se hacían las cosas y nadie sabía de eso”.

En julio de 1959 se realizó la octava edición de Miss Universo en Long Beach california, en ese año la candidata por Colombia era la Barranquillera Olga Beatriz Pumarejo Korkor de 20 años, cabello castaño, 1,63 m de estatura y medidas 89-58-91. “En esa época el concurso de Cartagena se hacía cada dos años. Yo fui elegida por Mario Barriga, representante de Max Factor en Colombia, porque acababa de llevarme la corona en el Reinado Continental del Café”, recuerda Olga.

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En la clausura del certamen la señorita Olga clasificó entre las 15 finalistas, la ganadora fue la hermosísima representante de Japón Akiko Kojima “para que pero se lo merecía, sin embargo cada año cuando eligen una miss universo solo pienso en el año tan pesado que va a sufrir esa pobre niña”. Aseguró Luz Marina. En los medios locales de Long Beach Luz Marina aseguró que estaba ansiosa por regresar a casa y "dormir durante dos años”.

Después de eso me quedé unos días en los Ángeles descansando del año pesado. De repente me sentí rara sin tener que estar corriendo todo el tiempo, estaba cansada de los aviones, porque a mí no me tocaron los jets sino esos pájaros lentos en los que me pasaba horas de un lugar a otro.

El 26 de julio de 1959, el gobierno nacional emitió una serie de estampillas con la foto en un traje de baño en homenaje a “Luz Marina Zuluaga Miss Universo 1959”, convirtiéndola en el primer personaje con vida en aparecer en una estampilla del país.

La serie constaba de tres valores: 10 centavos, $1,20, y $5.00, en ese entonces existía el servicio de correo nacional, el correo aéreo y el correo extra rápido. El porte nacional costaba 10 centavos, de manera que la estampilla de $5.00 representaba un altísimo valor y su utilización para correo extra rápido generalmente se hacía para el envío de cartas para el exterior. Por muchos años la “Luz Marina de cinco pesos” fue la estampilla más costosa del Segundo Centenario (a partir de 1959) de las emisiones colombianas.

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Cuando ganó la corona en julio de 1958 señaló que no quería seguir una carrera en el cine, y luego de coronar a su sucesora lo siguió sosteniendo “Sólo quiero casarme. Tener cuatro hijos, dos niñas y dos niños”. Durante ese tiempo el noviazgo con Enrique se enserió.

“Yo pensé que los viajes y todo esto de los reinados había terminado y yo ya estaba lista para casarme, tener hijos y ser una buena ama de casa, que era lo que ambicionaba en ese momento. Pero tuve dificultades porque estaba tomando un curso de aviación que me había regalado una escuela de Medellín y cuando Enrique llegaba de visita a mi casa, mi mamá le decía que yo había salido para Medellín en una avioneta y él se molestaba. Por eso peleábamos mucho, Aprendí a volar pero no terminé el curso porque Enrique no me dejó, más que todo porque le daba miedo que me pasara algo en ese curso de aviación que, en verdad no iba para ninguna parte porque yo no pensaba ser piloto profesional.

También peleábamos mucho porque me seguían llegando invitaciones a otras ciudades para desfiles y yo viajaba. Mejor dicho, los compromisos no terminaron cuando entregué la corona sino que continuaron por un buen tiempo. La verdad es que a todas las fiestas especiales que había en el país me invitaban y yo asistía.

De hecho tuve unos compromisos que no alcancé a realizar durante 1958, y por eso en el segundo año del reinado estuve en un viaje por Europa que me lo regaló la scandinavian airlines system, una compañía aérea. Recorrí 48 ciudades de

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la unión, Costa Rica, México, España, Alemania, Italia, Suecia, Inglaterra. Estuve en roma visitando al Papa Juan XXIII y no me acuerdo en donde más”.

El 22 de agosto emprendió dicho viaje y el noviazgo con Enrique se terminó otra vez. “Me fui con mi mamá y mi hermana menor. Estuvimos dos meses viajando, sin tantas exigencias ni compromisos. De esa gira tengo recuerdos gratos. Tuve un viaje magnifico, estupendo, Dinamarca, Alemania, suiza, España Italia, Francia. Sostuve una entrevista con el papa XVIII, Grace kelly y la reina Isabel no estaban en sus sedes en dichos días.

En Segovia conocí el museo del pintor Daniel Zuluaga, de quien, dicen, descienden los Zuluaga de Caldas. Allá conocí a unas señoras de la familia del pintor, tomamos té juntas y conversamos mucho sobre los orígenes de la familia.

Cuando regresé a mi casa, encontré un ramo de flores de Enrique en mi habitación y me puse muy contenta, al rato, me llamó para preguntar si podía visitarme. Llegó con una actitud que me desconcertó porque quería que siguiéramos juntos pero solo como amigos, novios peleábamos mucho y que en cambio, como amigo seguro nos iba mejor, me dijo. A mí me dio rabia el cuento de la amistad, pero él seguía visitándome como amigo porque así dizque las cosas eran más fáciles”.

Los últimos meses del año 1959 Luz Marina se la pasó modelando y dando a conocer los primeros vestidos de baño más contemporáneos de la época a nivel global, además

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realizó innumerables desfiles por el país para obtener dinero que le permitiera ayudar a hospitales, ancianatos y salacunas.

El 21 de octubre corona a María Emilia Villegas como nueva señorita Caldas que participa en el reinado nacional del 11 de noviembre, Presidió la feria de Manizales y coronó a la nueva reina de la feria. Luz marina suscribe también, un contrato por el pago de 35 mil pesos con la firma Colgate Palmolive dedicada a la producción de diversos artículos para el tocador, al acabar su reinado también se terminó su contrato con Max factor lo que pudo que atendiera otras sugerencias recibidas, permitiéndoles presentar su radiante belleza ante el público del país. De incognito viajó a Medellín a una cita especial con el camarógrafo ivo romani, quien fue pionero de la fotografía publicitaria en el país.

Las personas continuaron demostrándole su admiración e incluso su obsesión; pues entre las anécdotas que le dejo Miss Universo, se encuentra el recuerdo de una historia que por muchos días hizo andar asustada a la reina, “por mucho tiempo, por un espacio de cuatro meses, un hombre vestido todo de blanco, sombrero, pantalón, camisa y zapatos blancos vigilaba mi casa día y noche algo que me tenía muy nerviosa, esperaba a que yo saliera o entrara, se me acercaba a conversarme, a decirme que yo era la virgen y que él estaba enamorado de mí, finalmente tuvimos que llamar a la policía, ya que cierto día se volvió violento cuando entraba con Enrique, trato de cogerme, avisé a la policía para que lo vigilara porque empezó a parecer peligroso. La policía no lo llevaron arrestado ya que era un hombre que tenía sus [145]

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facultades mentales algo trastornadas, El me confundió y pensó que yo era la virgen maría y que por lo tanto se tenía que casar conmigo,”. Un buen día desapareció y nunca volvió a verle.

“Luego acepté ir a Cartagena como invitada al reinado nacional y a una reunión en la cámara junior. Yo era la presidenta… como se dice... la honoraria de la cámara junior de Manizales por especial deferencia de sus directivas. Me acuerdo de Cesar del Campo, un actor muy famoso de México, él estaba de jurado en el reinado. Apenas lo vi en el ascensor del hotel, me dije “Ahora es la mía” y me inventé un plan para ver si le despertaba celos a Enrique. Me pasé el día pensando en cómo me iba a acercar y cómo iba a hacer para que Cesar del Campo bailara conmigo. Resolví que, como fuera, me iba a hacer tomar una foto bien especial con el señor y cuando los periodistas me preguntaran qué había entre los dos, yo decía que como que sí estábamos de novios, que como que no, mejor dicho, dejaría que creyeran que sí. Eso hice. Me tomé la foto bailando y al otro día salió en el periódico, en primera página “Posible romance entre Luz Marina Zuluaga y Cesar del Campo”. Pero, todo me salió al revés, porque Enrique se puso furioso y encima, llegó mi hermano mayor a Cartagena y me llevó, iracundo, para Manizales; que ese comportamiento era inadmisible, que qué era esa lora tan espantosa que yo estaba dando con ese tipo que nadie sabía quién era; así que Salí regañada como una niña tonta y el plan no me surtió ningún efecto. Me hicieron una bulla horrible porque Cesar del Campo resultó casado y [146]

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los periodistas armaron un novelón. Yo, claro, no podía decir que todo me lo había inventado y que el pobre señor poco y nada tenía que ver, así que me tocó aguantarme a Enrique furioso y, yo que había pensado que apenas pusiera pie en mi casa, la primera llamada iba ser de él, diciéndome que no lo dejara, que él me quería mucho, que nos casáramos. Me quedé mirando un chispero, porque no sólo no me llamó, sino que dejó de hablarme un buen rato.

La reconciliación, en cambio, no necesitó de planes, sino que fue espontanea. José Fernando Gutiérrez, un amigo de Enrique y mío de toda la vida, me pidió que lo acompañara al hotel a saludar unos paraguayos que habían llegado a Manizales para la Feria. De regreso, pasábamos por la casa de Enrique y él estaba en la puerta. José Fernando paró el carro porque, según dijo, necesitaba hablar una cosa con él.

Se bajó a conversar y yo me quedé esperándolo en el carro.

Entonces, resolví hacer un movimiento con la cabeza llamando a Enrique para que se acercara y pensé que si no venia, de todas maneras, parecía como que yo le había hecho el gesto a José Fernando. Pero Enrique se vino, se subió al carro y me invitó a salir esa noche. Yo acepte, pero justo esa noche tenía una fiesta que el comandante del Batallón Ayacucho me ofrecía. Fue horrible porque salí con él y no aparecí en la fiesta del comandante. Claro que no tenía más alternativa porque si le decía a Enrique que no, ahí si se acababa todo con él, ya que la pelea era por la cantidad de compromisos que yo tenía. El remordimiento con el comandante no me abandonó en toda la noche, pero valió la [147]

Luz Marina: Las memorias de una Miss Universo.

pena porque el noviazgo se arregló definitivamente. Por eso, no acepté la propuesta que me hicieron para ir al Japón a modelar por seis meses. Él me dijo: "te vas a Japón para modelar o te quedas aquí y te casas conmigo". Los novios de ese tiempo eran muy machistas, así que le dije, yo me caso contigo, más bien.

De esa forma tomó la decisión de dejar su carrera a un lado y optar por el amor. Por fin cumplía su verdadero sueño, formar un hogar y una familia.

“Aspire a que fuera mi esposa, pero así que me imagine todavía no, pero si aspire a que de pronto la lograra convencer de que se quedara conmigo, lo logré finalmente” señaló Enrique Vélez, “ella es una mujer muy madura, muy aplomada muy seria, y muy responsable”.

“Precisamente, en esos días, Enrique terminó el internado en el hospital y se fue a Bogotá a graduarse. Yo también viaje al grado. Ese día, me entregó la argolla de compromiso, es decir, nos comprometimos. Lo que nunca se me ocurrió fue que algo que debía ser un acontecimiento tan feliz se me convirtiera en motivo de sufrimiento. La verdad es que yo estaba tan emocionada con el compromiso (que bendijo un sacerdote de la Javeriana) que no se me ocurrió avisarle a mi mamá, ni a mis hermanos. Cuando caí en cuenta, los llamé para anunciarles pero sólo sirvió para que mi hermano mayor se pusiera furioso con Enrique y conmigo. No asistió al matrimonio y el disgusto le duró varios años. Mi intención no

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fue hacerles un desaire, el compromiso fue un gesto muy emotivo, muy espontaneo de los dos”.

El 30 de julio de 1960 con 22 años de edad y tan solo un año después de haber entregado la corona como Miss Universo, Luz Marina se casó a la una de la tarde con el joven médico de 27 años, boda que se consideró como la boda del año en el país.

“Nos casamos una semana después porque Enrique tenía que viajar a una especialización en Estado Unidos. Por eso, no hubo tiempo de preparar un matrimonio en grande, aunque de todas maneras, los padres de Enrique visitaron a mi mamá para pedirle mi mano para su hijo, así estuviéramos en vísperas del matrimonio. Esa semana fue una agitación terrible, mi mamá apenas si tuvo tiempo de repartir unas tarjetas de participación en Manizales. El vestido de novia me lo hicieron en cinco días, corriendo. La boda fue estrictamente familiar y para celebrar ofrecimos una copa de champaña nada más. Nos casó el obispo de la capilla de los Dolores, la iglesia donde siempre he asistido a misma y donde bauticé a todos mis hijos. Queda cerquita a mi casa”.

Ese día, desde las 9 de la mañana las personas de la ciudad empezaron a desplazarse al barrio la Estrella con el fin de tomar un buen lugar que les permitiera contemplar el paso de los novios. Hacia las doce del mediodía las 6 cuadras que median entre la casa de Luz Marina y la catedral estaban totalmente congestionadas de la multitud expectativa. Fueron gente de Pereira, de Cartago, de todas las ciudades cercanas [149]

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para ver el matrimonio. Minutos después de las doce la novia tomada del brazo de su hermano Oscar Zuluaga y en medio de los aplausos de las personas tomó el carro de la gobernación que la condujo hasta dos cuadras antes de llegar a la iglesia. La policía que lujosamente le hacía calle de honor se vio imposibilitada para controlar el alud de la muchedumbre. Todas las personas querían verla de cerca.

“Salí para la iglesia en el carro de la gobernación, un Cadillac negro, enorme, decorado con flores preciosas por dentro.

Como la capilla quedaba a seis cuadras de mi casa, me pusieron carabineros a lo largo de las calles. Como desde temprano habían muchas personas esperando frente a la casa, antes de salir para la iglesia, salí al balcón a saludad. El carro iba desfilando muy despacio por toda la avenida pero aun así, la gente empezó a gritar que me bajara, que me querían ver, así que me bajé y seguí a pie hasta el parque, que estaba que reventaba de lleno. El que me acompañó ese día fue Oscar, el segundo de mis hermanos, que ha sido siempre el más apegado a mí”.

La ex reina desfiló por las calles de la ciudad en compañía de su hermano, donde más de diez mil personas la esperaban para felicitarla.

“Con él caminamos las dos cuadras que faltaban, pero no alcanzamos a llegar porque el arzobispo vino al encuentro y allí, en la esquina del parque, ofició la primera parte del matrimonio. Lo hizo así porque le dio lástima que la gente que

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estaba esperando desde las siete de la mañana no me viera, pues en la iglesia, que era pequeñita, no cabía sino la familia”.

A la capilla solo entró la familia con sus más íntimos amigos, cerca de 60 personas. El interior estaba bellamente decorado, la misa la ofició el monseñor Arturo Duque Villegas, durante la ceremonia la novia permaneció sonriente. La persona más afectada fue su hermano, quien en varias ocasiones dejo salir algunas lágrimas.

Terminada la ceremonia la pareja salió sonriente saludando a la multitud de personas que se habían tomado la vía. Era tanta la emotividad del público que fue necesario hacer uso de la caballería de la policía para despejar las calles y que los novios pudieran tomar los vehículos hacia la residencia real.

Tras la presión de los periodistas enviados de todas las regiones y las cámaras de televisión de los noticieros nacionales los novios alcanzaron a decir que se sentían demasiado felices. “Ningún otro hecho de la vida mía me ha traído tanta felicidad como este, la bendición nupcial que he recibido en compañía de mi esposo era mi mayor anhelo, es la realización a la que aspiramos todas las mujeres desde niñas, aspiro a hacerlo feliz y a constituirme en una verdadera mujer de hogar, ya he expresado mis deseos de ser una madre ejemplar y dichosa veo que ellos se van a cumplir”.

Declaró Luz Marina para el periódico El clarín.

La primera persona en felicitar a los recién casados fue la madre del médico Enrique Vélez que le brindo un largo beso

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a Luz Marina, luego se sirvieron unas copas de champaña como acto de recepción ofrecido por la señora Margarita de Zuluaga. Toda la ciudadanía pedía desde afuera la presencia de la reina, que con un bello gesto subió a la terraza y desde allí en compañía de su esposo saludo a todo el pueblo.

“De regreso, las calles seguían llenas de gente, así que cuando llegué a la casa tuve que salir, otra vez al balcón a saludar. A las cuatro me fui donde una hermana de Enrique y me cambié el vestido de novia por un vestido de “sport” y nos fuimos a la finca de los papás de Enrique a media hora de Manizales (la hacienda san Ignacio en la región del rosario).

Estuvimos tres días y viajamos a Bogotá a sacar la visa e irnos a Charlottesville, Estados Unidos, donde Enrique iba a hacer su especialización en otorrinolaringología.

Cualquier éxito de cualquier dama radica en la constitución de su hogar. Yo me sentía muy feliz y no tenía ningún temor de la vida que emperezaba, pese a que el papá de Enrique le había advertido que casarse con una reina no dejaba de ser un problema porque seguramente yo estaba acostumbrada a una vida muy sociable y que la que nosotros íbamos a llevar, de estudiante sin plata, donde yo tenía que cocinar y limpiar la casa, podía no resultar. Ellos trataron de oponerse a que él se casara antes de terminar estudios porque creían que tal vez en esa vida dura, yo le iba a fallar. Pero no sentíamos muy

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Luz Marina Zuluaga y Enrique Vélez Hoyos, en el día de su compromiso.

[153] Luz Marina y su hermano menor desfilan por las calles de Manizales el día de su boda, considerada como uno de los eventos más importantes del año 1960.

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Luz Marina Llegó a ser la portada de numerosas revistas nacionales e internacionales luego de su elección como Miss Universo.

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enamorados y yo me fui resuelta a bajarme de la nube en que estaba, a dejar de ser el personaje importante, la Miss Universo a quien todas las puertas se le abrían y convertirme en la esposa de un estudiante de medicina. Llegamos a Nueva york y allí estuvimos una semana como millonarios porque como nos íbamos cinco años, las dos familias resolvieron no darnos regalos de matrimonio, sino plata. Bueno, pues llegamos a un buen hotel, comimos en los mejores restaurantes, compramos carro, paseamos y nos gastamos todo lo que nos habían regalado. Cuando llegamos a Charlottesville y Enrique se presentó al hospital, resultó que le faltaba lo más importante que era un examen previo a la aceptación, es decir que si no pasaba el examen no había puesto. La dificultad se agrandó cuando le informaron que tenía que viajar a otra ciudad para presentarlo. Al principio como que se nos cayó el mundo, pero gracias a la ayuda de unos amigos, Enrique consiguió un puesto en otro hospital con un sueldo muy escaso. Nos organizamos en un apartamentico y yo empecé a cocinar, a lavar ropa, a planchar y a encerar.

Nosotros no pensamos en planificar los hijos, lo cual fue un verdadero disparate porque estábamos cortos de dinero, Enrique no tenía un trabajo estable y yo no conocía el idioma, ni la ciudad.

En esa época no se planeaban los niños, cuando uno se casaba la ambición era tener el primero rapidito, así que a los dos meses las molestias del embarazo se hicieron sentir. Pese a todo, a mí me pareció muy lindo pensar en que no me quedaría tan sola cuando Enrique se fuera a trabajar. El embarazo transcurrió [155]

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normal y en buena salud. La espera del bebé fue una ilusión muy grande, que me ayudó a soportar la soledad porque el marido salía a trabajar a las siete de la mañana y volvía a las siete de la noche. Así que estar embarazada no fue molestia para mí, en cambio, la cocina, sí.

Yo no sabía cocinar, no me preparé para eso porque, a lo mejor, pensaba que iba a seguir de Miss Universo y que nunca iba a tener que meterme a la cocina; y resultó que si yo no cocinaba, pues no comíamos. Me acuerdo el primer día que Enrique salió a trabajar y yo pensé en tenerle de comida unos frijoles que a nosotros los paisas nos gusta tanto. Los puse a cocinar sin haberlos puesto a remojar la víspera y eso es indispensable porque si no se pasman, no se ablandan jamás. Y, así fue, nunca estuvieron listos, no se cocinaron, los puse a las diez de la mañana y cuando se les secaba el agua de tanto hervir, yo les volvía a echar agua fría porque no sabía que al agua fría los pasma todavía más. La cosa fue que cuando Enrique llegó casi a las siete de la noche, todavía no habían ablandado. Corrí con la suerte de que nos pusimos a conversar y cuando nos dimos cuenta olla y frijoles se habían quemado. Fue la salvación porque no los tuvimos que comer.

Ese año hice algunas amigas entre latinas que vivían allí. Ellas me ayudaron con recetas fáciles y consejos caseros. Aun así, fue un año duro, teníamos que economizar mucho. Me acuerdo que el único lujo que nos dábamos era ir a misa de doce y después a almorzar en un restaurante chino que a mí me gustaba mucho. Nos comíamos un pato de arroz chino y unas

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costillas de cerdo en salsa agridulce que costaba noventa y nueve centavos. De resto, la vida era muy monótona, yo en el apartamento y Enrique trabajando y estudiando.

Y, llegó el momento del parto y la cosa se complicó. Una mañana durante un examen, el doctor se dio cuenta de que tenía la tensión altísima, que estaba preeclámsica, así que me hospitalizaron ahí mismo y me indujeron al niño. Fue muy difícil porque el médico y las enfermeras eran gringos y yo apenas empezaba a medio entender inglés. Me entraron a una sala y no pude ver a Enrique y yo no sabía si lo que estaba sintiendo era normal o no. Me sentí muy sola en esos momentos y como para complementar, el niño nació muy bajito de peso, no alcanzó las cuatro libras y hubo que ponerlo en incubadora. A mí me mandaron para la casa y el bebé se quedó en el hospital. Todos los días iba a verlo. Era un niño feísimo, flaquísimo, no se le veían sino un par de ojos inmensos. Tanto era que las foros que mandábamos del recién nacido, mi hermana las rompía para no tener que mostrárselas a las visitas. Al cabo de nueve días me lo entregaron y ya era un bebé de peso normal. Lo bautizamos Carlos Enrique. De ahí en adelante, siguió muy bien y yo lo llevaba para todas partes, al mercado, al cine, a todos lados a dónde íbamos nosotros, incluidos a presentar el famoso examen, que fue de diez horas en carro.

Enrique pasó el examen y le dieron el puesto que quería. Al año siguiente, nos fuimos a Filadelphia, donde él entró a otro hospital y yo quedé esperando a mi segundo hijo.

Conseguimos un apartamentico y lo arreglamos lo mejor que

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pudimos. Me acuerdo que los muebles de la sala se los compramos a una colombiano por once dólares, era un sofá verde de terciopelo, muy viejo, con un hueco grande en la esquina. Una noche invitamos a comer a unos personajes muy importantes de Manizales y a Lorenzo Casas, un amigo muy querido que teníamos allá; a él le dije que se sentará en el rincón del sofá y que no se fuera a mover en toda la noche porque yo no me iba a dejar conocer la pobreza. Al rato de estar en la reunión, Lorenzo se paró al baño y apenas yo vi que se levantaba, le grité “Lorenzo usted me prometió que no se movía de ese sofá”, pero fue tarde porque ya todos se habían dado cuenta del roto y yo tuve que contar el cuento de que había invitado a Lorenzo de tapa-huecos. Nos reímos mucho con eso y toda la noche se burlaron de mí por cuenta del sofá. La verdad es que éramos jóvenes y todo nos divertía, hasta la falta de plata. Me acuerdo que en Charlottesville, la pobreza era tal que Enrique una vez se robó tres toallas del hospital para organizarle la dormida a Carlos Enrique en una maleta. Ahora me acuerdo y me da risa, aunque entonces tampoco fue tan terrible. Eran problemas comunes a todos los estudiantes.

Lo que si fue difícil fue el segundo embarazo. Tenía como seis meses, cuando una noche Enrique se quedó estudiando y yo me fui a dormir. Él me contó- porque yo no recuerdo nada de eso- que a las seis de la mañana vio que yo me levantaba a preparar el tetero de Carlos Enrique, pero no se lo llevé al niño, sino que lo dejé sobre la nevera; regresé a la habitación y me senté en la cama a llamar a Dios. El me miró y ahí mismo [158]

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se dio cuenta que yo estaba convulsionando, que estaba haciendo una eclampsia. Me puso una toalla en la boca porque me estaba mordiendo la lengua, llamó una ambulancia y a Laura una amiga muy querida, que se llevó al niño para su casa, mientras nosotros nos fuimos para el hospital, Allá, para complementar, el médico que me vio primero se le metió en la cabeza que yo me había tomado alguna droga para envenenarme, luego cambió de diagnóstico y dijo que era un ataque de epilepsia. A todas estas, yo seguía agravándome y a Enrique no le hacían caso, no le creían que yo estaba eclámsica porque la eclampsia muy rara vez se presenta tan temprano en el embarazo. Yo estaba sin sentido y lo único que hicieron fue ponerme unas inyecciones para dormirme.

Al otro día, se me empezaron a intoxicar los riñones y el médico llamó a Enrique a decirle que yo me moría. El, desconsolado, lo primero que hizo fue buscar un sacerdote para que me pusiera los santos óleos y después, llamó a Colombia para darle la noticia a mi mamá y a los papás de él.

En Manizales corrió el cuento de que yo estaba al borde de la muerte, que no tenía salvación, inclusive una emisora dio por hecho que ya me había muerto. Mi pobre mamá no sabía qué hacer, apenas oyó la noticia de mi muerte, llamó como loca al hospital, pero allí le confirmaron que si estaba muy grave pero todavía, viva.

Enrique desesperado, buscó al doctor Israel que era el jefe del departamento de Obstetricia, una eminencia. Le dijo que estaba seguro que se trataba de una eclampsia. El doctor

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Israel le creyó y con su autorización, me entró a cirugía y me operó para sacarme al niño, que duro vivo veinte minutos. Uno de los médicos colombianos lo bautizó también con el nombre de Enrique. La verdad es que yo me escape de la muerte, porque en esos casos tan graves de intoxicación por embarazo, son muy pocas las mujeres que pueden contar el cuento. Cuatro días pasé inconsciente, no me acordaba de lo que había pasado y cuando me toqué el estómago, me di cuenta que ya no estaba embarazada. Le pregunté a Enrique y él me dijo que me había caído pero yo no le creí, así que tuvo que decirme lo que había pasado, que el niño se había perdido y que yo había estado para morirme. Fue un golpe muy duro y como además no teníamos plata ni seguro hospitalario, a mí me pusieron en una sala común con otras mujeres, algo a lo que yo no estaba ni de lejos acostumbrada.

A Enrique le dio mucha lástima verme allí y le dijo al médico que me cambiara a una habitación privada, así el tuviera que trabajar el resto de su vida para pagarla. Allí terminé la convalecencia y después me vine con Carlos Enrique a Colombia, a descansar un rato.

Gracias a Dios me recuperé muy bien, es que yo siempre he sido una mujer de mucha fe, soy muy creyente y confió mucho en Dios. Estoy segura de que todo lo que tengo y lo que soy se lo debo a él, soy muy católica, no rezo rosarios ni padrenuestros, sino que hablo con Nuestro señor, le cuento las cosas que me pasan, le pido ayuda. Soy devota del niño Jesús de Praga, cada vez que tengo alguna dificultad o una necesidad le prendo una vela. La verdad es naci católica y mi [160]

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familia ha sido siempre muy conservadora, yo nací conservadora, así me crie y así me quedé y jamás he tenido dudas de ninguna de las dos cosas. Claro que a veces, aunque entiendo la posición de la iglesia de defender la religión católica, no estoy de acuerdo con algunas de sus imposiciones. Por ejemplo, creo que el divorcio puede ser una salida buena porque si uno tiene mala suerte en el matrimonio, uno debe tener derecho a una segunda oportunidad, no creo que Dios sea tan injusto como para condenar a las personas a la infelicidad toda la vida por una equivocación. Si yo hubiera corrido con la mala suerte de un mal matrimonio, de un marido que me hiciera insoportable la vida, yo me había separado. Sé que a las mujeres se nos educaba para santas, pero ahora esos patrones han cambiado.

También creo en el control de la natalidad, no como un capricho de la pareja, sino porque hay mujeres que tienen que trabajar, o que tienen otros motivos para no llenarse de hijos.

Creo que cada quien tiene derecho a decidir los hijos que quiere tener. Otra vez digo que Dios no puede ser tan injusto de obligar a las parejas a tener un hijo cada año ni a tener más hijos de los que puedan alimentar y sostener. Precisamente porque existen los medios para practicar el control natal es que no apruebo el aborto, eso sí me parece un crimen muy grande. Con esos extremos no comulgo.

En Manizales estuve un mes, regresé a Filadelphia y seguí mi vida común y corriente de ama de casa. Cocinaba solo para la comida cuando llegaba Enrique, el almuerzo lo pasaba con

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galletas de higo y leche para no ensuciar ollas ni fogones.

También veía mucha televisión, (me gustaba mucho el show de Lucy, muy famoso en esa época) y cuidaba al niño, que afortunadamente, era muy juicioso. El único problema que tenía era que me gustaba ver televisión hasta tarde y quería que el marido se quedara conmigo para que me explicara las películas porque el inglés mío no era muy bueno, pero él se quedaba dormido porque tenía que madrugar. Yo, en cambio, me levantaba, le daba el desayuno, ponía al niño en el corral con bastantes juguetes y me acostaba otra vez a dormir. Esas eran las peleas, porque a mí me daba rabia que llegara a la casa y, ahí mismo, se me quedara dormido. No entendía que llegaba rendido después de doce horas de hospital.

De esos años de Filadelphia no se me olvida la visita de don Agustín Nieto, que fue a llevar a su esposa, doña Adelaida, a un chequeo médico. Estuvo un mes hospitalizada y Enrique le servía de intérprete, así que nos hicimos amigos porque yo iba todas las tardes al hospital a conversar con ellos. Don Agustín era un personaje muy cálido, muy querido, cuando nos despedimos me dejó un regalo Crónicas ligeras, un libro suyo, con una dedicatoria muy especial: “Para Luz Marina Zuluaga, del más viejito pero más fervoroso de los dieciocho millones de sus admiradores colombianos. Afectuosamente, Agustín Nieto Caballero. Abril 28 de 1967”.

No tuve amigas norteamericanas porque no tuve contacto con ellas, Si me di cuenta de que eran distintas, mucho más libres que nosotras. Eran mujeres ejecutivas que salían a trabajar a

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la par con los hombres. Para mí, Jacqueline Kennedy se me convirtió en un símbolo de elegancia, de cultura, de belleza, la admiraba muchísimo, compraba las revistas donde ella salía y cuando estallaron los escándalos de las infidelidades del presidente Kennedy, a mí me pareció terrible, me impactó mucho saber que detrás de toda aquella figuración había una vida de sufrimiento y que aquella no se había separado porque de por medio estaba la presidencia. Me llamaban también la atención los escándalos que se armaban con los divorcios y los amoríos de las artistas de cine. Eso no se veía en Colombia y mucho menos en Manizales. De las actrices que, en esa época, eran furor en Hollywood, admiraba muchísimo a Grace Kelly que me parecía una mujer excepcional por su belleza, su forma de ser, de vestir, su porte realmente de princesa, su matrimonio con el príncipe Raniero, todo fue muy lindo, una novela completa, yo seguía su vida con mucho interés. Cuando murió fue una pena muy grande, yo no podía creerlo porque para mí ella era como un ídolo, Grace Kelly fue una mujer muy ponderada, muy delicada y por eso, me causa sorpresa como le resultaron las hijas de distintas. Yo me imagino que ellas las crio a su semejanza, pero ahí es donde se basa el cuento de que los hijos no son de uno, sino que cada cual es como es y se forja su propio destino”.

Con Gladys Zender siguió comunicándose todas las semanas, igual que con Idea María Vargas Miss Universo 1970, con quienes compartió muchas entrevistas y grabaciones de televisión. “Mis amigas eran de Puerto Rico, de Republica Dominicana y por supuesto, Colombianas, por lo cual creo que [163]

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no aprendí mucho inglés, de manera que perdí esa oportunidad de haberlo dominado perfectamente, por ejemplo, no haber estudiado una carrera, pero me tranquilizaba saber que eso no se usaba en Colombia porque las mujeres Colombianas de esa época no se estaban preparando para ser profesionales. Poco después, la situación dio un vuelco y las mujeres empezaron a asistir a la universidad, a seguir carreras profesionales, a ocupar cargos públicos y políticos.

Eran otros tiempos, entonces las mujeres no teníamos ambiciones distintas a las de criar a los hijos y cuidar el hogar.

Tal vez fuimos víctimas inconscientes del machismo. A mí no tocó mucho en mi casa porque mi papá se murió muy pronto; con mi hermano mayor sí. Eso de no ir a mi matrimonio, por ejemplo, a mí me dolió mucho a mis hermanos yo los quiero muchísimo. Con mi marido, al principio, no lo sentí porque en Estados Unidos compartíamos todo, por ejemplo, la limpieza de la cocina nos la turnábamos, una semana él, otra yo; inclusive, yo me hacia la loca y guardaba los peroles engrasados y los trastos difíciles de lavar, para que le tocara echar esponja a él. Yo me sentaba a verlo arreglar la cocina.

Con el niño también me ayudaba mucho, se levantaba de noche a dar teteros y a cambiar pañales. Todo nos lo repartíamos por igual. Cuando regresamos a Colombia, la cosa cambió. Entonces, le salió el machismo a Enrique, yo quise trabajar y él no me dejo, que las señoras no estaban hechas para irse a la calle a trabajar, sino para quedarse en la casa cuidando los niños, me dijo. Yo creo que eso se debe a que él siempre ha tratado de protegerme mucho, se [164]

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preocupa por que salga sola de noche y me pase algo. Eso es bueno en general, pero a veces uno quisiera no sentirse tan protegido.

De Estados Unidos, llegué embarazada y el médico me había puesto una dieta muy estricta, no podía comer casi nada por los antecedentes de la eclampsia. Fui a donde el doctor Jesús Montes, mi médico, y él me dijo que suprimiera la dieta, que siguiera una vida normal a ver cómo nos iba. Empecé a comer divinamente, tuve un embarazo perfecto y el niño nació el día que tocaba y con el peso correcto. Lo llamamos Juan Pablo.

Nos organizamos en Manizales donde teníamos familia y amigos. Entre los amigos, había unos que eran corredores de carros, como Valerio Hoyos, Álvaro Arango, casado con Edna Margarita Rutt, que fue Miss Colombia, Y Fabio escobar; ellos corrían la vuelta a Colombia por todas las carreteras del país.

Eso se acabó, pero entonces estaba de moda. Eran unas carreras muy divertidas, Mi mamá era la que les confeccionaba los overoles, y, por eso, iban a la casa y allá arreglaban los carros y hacían los preparativos. Era como una fiesta. Nosotros los seguíamos a las ciudades cercanas. Yo creía que a mí me gustaba mucho correr, tanto que una vez, con mi marido, participamos en una carrera contra reloj Chinchiná-Santa Rosa- Manizales. Apenas me subí en el carro y Enrique empezó a correr me di cuenta de que yo era buena para las carreras pero desde afuera, apenas sentí la velocidad empecé a gritarle “ay, no corras, no corras, despacio, mira que los niños se quedaran huérfanos, por

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favor, despacio”, así que no lo dejé hacer nada y ahí terminó el entusiasmo por las carreras de carros.

Después, nos dio por las motos. Teníamos un grupo de amigos aficionados a las motos y con ellos salíamos sábados y domingos hasta las fincas de otros amigos, hasta que un día, estando yo otra vez embarazada, la moto patinó y me caí. No pasó nada pero mi marido tomó la decisión de venderla. El niño nació bien, pero al otro día empecé a notar que no lloraba, que emitía como un gemidito, como si no tuviera fuerza. Eso me angustió mucho. La pediatra lo diagnosticó una neumonía y lo puso en incubadora. Allí estuvo doce días entre la vida y la muerte. Fueron doce días muy terribles porque mi esposo, como médicos, se daba cuenta de que la droga para la neumonía era muy fuerte para un recién nacido y podía afectar el oído y la vista. El niño murió, pero yo me resigné a la muerte porque si hubiera vivido, seguramente tendría que haber enfrentado limitaciones terribles. Muy triste, muy duro pero le doy gracias a Dios que le ahorró ese sufrimiento. Después de este episodio tan doloroso, volví a quedar embarazada y nació Marcelo, muy bien, muy saludable. Luego perdí otro niño de tres meses de embarazo”.

Desde ese entonces Luz Marina no se volvió a ir de Manizales, pasaron los años y la corona universal fue pasando de mano en mano y de cabeza en cabeza, de tipos diversos y para todos los gustos, pero todo el país seguía manteniendo el mito imperial de una colombiana

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“Años después tuve la oportunidad de encontrarme con el director del concurso que me explico la decisión que habían tomado de que yo fuera miss universo, le había ganado a Brasil por un punto, me dijo que miss Brasil era muy arrogante y muy orgullosa, además también tenía un poco salido los dientes de la parte superior, según me dijeron yo alcance los 10 votos de los 11 que componían el jurado. Creo que eso fue lo más grande que me pudo pasar en mi vida, fue una experiencia que aunque rica me obligo a madurar muy temprano, uno nunca está preparado para vivir un cambio tan radical como es miss universo”.

Después regresó al certamen, pero como Jurado. “Estuve en El salvador, en Miami, en Lima y en los Ángeles. Es muy difícil tomar una decisión porque, la verdad, es que son mujeres de diferentes razas y su belleza no se puede comparar ni decir cuál es la más bonita. Yo casi he acertado como jurado. Solo una vez, en Miami, ganó Miss Grecia y yo había votado por Israel y quedó de segunda. Era una mujer muy linda que pertenecía a las fuerzas armadas de Israel. Grecia también estaba entre mis finalistas, pero Israel me convencía más. En la elección también juega la suerte. Me acuerdo que en el salvador yo entré al restaurante cuando las candidatas ya iban a comer y estaban haciendo fila frente al mostrador. Yo me puse a mirarlas y vi a la señorita Finlandia, muy linda, sin maquillaje, muy sencilla con una falda negra y blusa blanca, muy al estilo de Grace Kelly. Yo dije para mis adentros “esa va a ser la reina”. Y, en efecto, fue la ganadora. Uno siempre siente una especie de simpatía hacia un tipo de persona. Hay [167]

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otras que de entrada a uno no le gustan por vulgares, o exageradas en el vestido o en maquillaje. Por eso creo que también la suerte juega mucho, la suerte de que uno le guste, le caiga bien al jurado. Mujeres lindas hay muchísimas y se ve por todas partes, pero yo creo que una mujer, para alcanzar el éxito debe equilibrar su belleza espiritual con su belleza física. Muchas veces es más importante la espiritualidad que refleja el modo de ser y el modo de actuar de una persona, que la belleza física”.

Luz Marina se encargó de construir la imagen de una mujer tranquila y sencilla porque nadie que la haya conocido puede decir que el título se le subió a la cabeza, ella después de bajar de las nubes y las estrellas en el universo, siempre mantuvo los pies en la tierra, tuvo el inmenso valor de trabajar por su hogar, por su esposo y sus hijos. Se encargó de rechazar cuan propuesta de cine o televisión que le hicieran, decidió retirarse del ojo público y recluirse en su ciudad del alma. “Fue una reina que nunca dio de que hablar ni tampoco le gustaba hablar de nadie. Siempre decía que había que vivir y dejar vivir”, expresó Juan Manuel Albornoz, amigo de la reina.

Además de los contratos con Max factor, catalina y jabón Palmolive, segundo debut pago 35 mil pesos por un comercial en Colombia y Renault le dio 40 mil pesos por la cuña de televisión donde salió con toda su familia. Luz Marina demostró ser una mujer inteligente, emprendedora y capaz.

Impulso la creación de un banco de ojos en Manizales.

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En 1970 una primer señorita Caldas se convertiría en la reina nacional, Luz Marina estuvo en la comitiva que eligió a Piedad Mejía, “a partir de entonces a la mujer no se le pedía solo belleza, sino otras cualidades y condiciones. Lo de ser mujerobjeto depende de cómo se mire. Si uno quiere ser mujerobjeto pues así se porta pero yo honradamente, jamás me he sentido así, Ser Miss Universo, por ejemplo, es más que ser bonita, tienen una mística, un fin bueno de ayuda a los demás.

Los desfiles los viajes siempre tienen ese propósito de recoger plata para gente necesitada. Yo lo veo así.”

El lunes 9 de noviembre de 1970 nació la niña, luego de tres varones, la llamaron Andrea. “El nacimiento de Andrea fue el gran júbilo porque Enrique estaba loco de ganas por una niña.

Me acuerdo que lloró tanto que algunas visitas creyeron que también se me había muerto la bebita. Ahí mismo la bautizamos en el hospital, por esos días compramos una finquita de recreo a dónde íbamos los fines de semana con los niños. Una finquita muy linda con una quebrada para bañarse, espacios para jugar y montar a caballo. Desde entonces, allá pasamos las vacaciones, las navidades, muy unidos, muy rico. Hubo una vez, un día viniendo de la finca, entre los plátanos, las yucas, y las naranjas que traíamos en el carro se coló un ratón. Odio los ratones, mi marido se dio cuenta del pasajero extra que traíamos. El venía manejando y la carretera es muy peligrosa, bordea muchos precipicios.

Apenas Enrique vio la rata, empezó a hacer fuerza para que no me fuera ni a rozar porque decía “si digo algo, Luz Marina se tira del carro” y no exageraba, me hubiera tirado. No pasó [169]

Luz Marina: Las memorias de una Miss Universo.

nada; me enteré solo después de que llegamos a la casa. Otra vez, un domingo por la tarde, abrí el closet para buscar un saco para ir a misa de siete, y me saltó un ratón. Creo que se escucharon los gritos en Manizales, peor que si me estuvieran matando. Son animales que me impresionan mucho. Les tengo un pánico incontrolable”.

Luz Marina fue elegida concejal de Manizales por el Partido Conservador en el periodo 1974-1977, “me interesó la política cuando no me había debido interesar porque los niños eran muy chiquiticos. Me daban las dos de la mañana en un concejo. Yo no estaba para eso y mi marido tampoco. Él siempre es como machista y tuve muchos problemas con él.

Un día, el presidente del concejo no asistió y como yo era la vicepresidente, me tocó a mí presidirlo. A las once y media de la noche no había terminado la sesión, Hubo un descanso y yo aproveché para llamar a Enrique por teléfono. Todos los concejales estaban oyendo mi conversación “Que hubo viejito, ya casi voy” y él me contestaba furioso “¿a qué horas piensa llegar, ah?, ¿con quién se va a venir?”, como regañando a una niña chiquita. Me colgó el teléfono, pero yo cariñosísima, seguía hablando sola: “si, mi amor, claro, como no”, para que los concejales no se dieran cuenta del lio en que estaba. No sobra decir que no supe de qué se habló en lo que duró el resto de la sesión, de pensar en el problema que me iba a encontrar en la casa cuando llegara. Esa vez Enrique me dejó que yo prestara el nombre para figurar en la lista, pero cuando se llegó la hora de asistir al Concejo, ya no le gustó”.

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Pasó a ser dama gris en el hospital infantil donde trabajaba tres días a la semana y miembro del Comité Departamental de la Cruz Roja, “En esos años setentas, hubo una tragedia grande en Manizales porque la lluvia se llevó un barrio entero y dejó muchas familias sin techo. Con compañeras de la cruz roja y otras personas de Manizales organizamos una campaña para recoger fondos, ropa comida para los damnificados. Nos dieron tanta ayuda que nosotros no estábamos preparados para recibirla. Fue un trabajo de meses, porque, por ejemplo, nos daban cajas llenas de zapatos distintos y había que armar las parejas, lo mismo con la ropa, había que separar la ropa de hombre, la de mujer y así por el estilo, De manera que nos organizamos en una bodega que nos prestaron para ese fin. De allí surgió Compartir, una corporación para construir casas populares.

Yo ayude consiguiendo plata en todas las empresas grandes, viajaba a Bogotá a la federación de cafeteros, a todas partes llegaba a pedir. Construimos cien viviendas en tres años. El barrio se llamó compartir. Se terminó porque la gente se cansa de ayudar, tal vez, por dificultades económicas. En todo caso, las amigas que me acompañaban me decían que era una dicha pedir plata conmigo porque no había necesidad de hacer cita, sino que cuando nos preguntaban de parte de quién, nosotras decíamos “Dígale al doctor que de parte de Luz Marina Zuluaga” y ahí mismo nos recibían. Así fundamos también una guardería para hijos de reclusas de la cárcel municipal, aquí en Manizales.

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La belleza es un atributo que podemos tener o no las mujeres, pero no es la parte más importante de la vida, ni es indispensable. Hay otras cosas que importan más. Si yo fuera bonita no más, no estaba donde estoy. Eso solo no sirve, tiene que ir acompañado con un alma, con un corazón, con un modo de ser. Me acuerdo que en el concurso en Lima, durante una comida, mi esposo y yo nos pusimos a conversar con Mario Vargas Llosa y él preguntó por qué se había terminado el festival internacional de Teatro en Manizales, un evento tan importante. De ahí nos nació el ánimo de resucitar el festival, así que cuando regresamos aquí, hablamos con otras personas interesadas en la idea y nos pusimos en el oficio de hacerlo. En ese momento estaba de presidente el doctor Belisario Betancur y de él recibimos todo el apoyo, al punto de que vino personalmente a la reinauguración del festival. Me acuerdo de que su llegada a Manizales fue espectacular porque se dañó el carro en que venía y entro a la ciudad en bus de servicio urbano. Yo lo admiro mucho y él es muy deferente conmigo. Del doctor Betancur tengo recuerdos muy divertidos. No se me olvida que cuando acababa de explotar el nevado del Ruiz, nosotros dormíamos vestidos, con los cuatro pesos y los anillos entre la cartera por si acaso teníamos que salir corriendo. El presidente llegó con la reina Sofía que quería donar unas ambulancias y ofrecer ayuda. Yo estaba entre los invitados para almorzar con la reina, en el club de Manizales. Cuando supieron de la invitación, los amigos no dejaron de molestarme con aquel cuento del príncipe Juan Carlos. Pero éste recuerdo va a que el

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presidente vino por mí a la mesa, donde yo estaba sentada, para llevarme a donde la reina a presentarme; mientras íbamos a donde estaba ella, yo le pregunté cómo se saludaba a una reina, si se hacía venia, si se le daba la mano. Él me dijo que estuviera tranquila “dígale doña Sofía, ella es una mujer muy sencilla, no te preocupes por eso”. De todas maneras, yo pensaba darle un saludo bien elegante y protocolario, pero cuando escuché al presidente decirle: “Doña Sofía, le presento a esta mujer que es muy importante para nosotros, que nos ha dado muchos honores”, a mi como que se me fue la luz, como que las palabras del presidente me hicieron sentir más importante que la reina, y en lugar de saludarla como debía, le puse una mano en el hombro como si fuera una vieja amiga. Fue horrible, yo me sentí muy mal, todos en el club se burlaron, sobre todo porque sabían que me la había pasado pensando en la venia que iba a hacer en cómo iba a dar la mano, en la manera más apropiada de saludarla.

Desde que fui elegida Miss Universo he tenido la oportunidad de conocer a todos los presidentes Colombianos, liberales y conservadores, con muchos de ellos he conversado, con el doctor Carlos Lleras Restrepo, con el doctor Michelsen, Con el doctor Pastrana. Siempre que algún presidente o ministro, o funcionario importante visita Manizales a mí me tienen en cuenta, me invitan a las comidas y banquetes en su honor.

También es cierto que me interesa la política. Participe en las campañas conservadoras del doctor Belisario Betancur, del doctor Álvaro Gómez y del doctor Pastrana. Fue una de estas [173]

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campañas cuando Salí elegida concejal de Manizales por la lista del doctor Gómez hurtado”.

En 1976 y por espacio de 15 años, ocupó la gerencia del Banco Central Hipotecario, con consentimiento de su esposo, manejo la sucursal Los Rosales, había gente que iba hasta la sede y se parqueaban afuera en el vidrio para mirarla. A veces algunos osados enviaban mensajes en busca de que ella se tomara una fotografía con ellos, a lo que generalmente accedía. “Cuando los hijos crecieron, yo empecé a trabajar fuera de la casa. Al principio sentí un poquito de miedo porque era un campo distinto, pero fui aprendiendo y me fue bien me sentí muy realizada como mujer, porque habiendo cumplido con mi oficio de madre, podía asumir un buen papel como ejecutiva. Fue un trabajo tan interesante para mí que, pese a que había aceptado por un año, duré catorce. Tuve patrones muy pacientes porque yo pedía muchos permisos para asistir a eventos e invitaciones que me hacían, a viajes que me invitaban. La verdad es que las invitaciones que me hacen son muy frecuentes dentro y fuera del país”.

La corona fue una marca indeleble en su vida; a partir de allí todo cambio, su agenda se llenó de múltiples compromisos sociales y benéficos que no finalizaron ni con su matrimonio, ni con los nacimientos de sus cuatro hijos. “Menos mal que a mí me gusta la labor humanitaria, a uno como reina se le abren puertas y no se puede desperdiciar esa oportunidad. Si Dios nos dotó de belleza, un gran corazón y nos dio más facilidades que a otros, no podemos desaprovechar esos dones. Hay que

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compartirlos con los demás y llenar de alegría a muchos hogares”.

Sus hijos sufrieron también por el reconocimiento de Luz Marina: “cuando pequeños mis hijos recibían burlas en el colegio porque su madre había sido Miss Universo. Pero lo supieron asimilar. El mayor estudió odontología, el segundo administración agropecuaria y el tercero publicidad. Mi hija Andrea, se graduó del colegio en 1990 y se fue a Estados Unidos por seis meses a un intercambio. Regresó y se inscribió en Bogotá para estudiar diseño de modas. En esas, el gobernador Cesar Gómez Estrada me llamó para preguntarme si yo estaría de acuerdo en que mi hija fuera Señorita Caldas y representará al departamento en Cartagena. Por mi experiencia me parecería muy bien, porque yo tengo muy buenos recuerdos. Pero este reinado se ha vuelto muy exigente, requiere mucha fuerza de voluntad, mucha entereza; hoy en día esto es una carrera. Antes era más fácil porque no había que hacer esas gimnasias de horas y horas, ni hacer esas dietas tan bárbaras, ni hacerse todo ese mundo de cirugías... Pobrecitas, les toca muy duro.

Yo adoro el reinado mí me encanta, siempre disponible para servirle, en lo mucho o poco que pueda dar. Es un reinado bonito, que se lleva con dignidad, con niñas que se portan muy bien. En Colombia nos encantan los reinados, y este especialmente despierta mucho interés aquí y en muchos países de Suramérica (…) La gente tiene el derecho de no gustarle los reinados, pero ayudan a mantener al país unido.

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Es una fiesta nacional Como un campeonato de futbol o algo parecido.

Las niñas de hoy crecieron mucho, yo no sé cuándo fue que se nos crecieron tanto, Nosotras teníamos un poco más de carnita, si yo estuviera hoy en el concurso no serbia por gordita y además era muy bajita, pero eso si me colocaba los tacones altos. Yo soy comelona, no estoy de acuerdo con esas delgadeces, me gusta las mujeres con un poco más de carne. No hago dietas, afortunadamente he tenido tendencia de ser un poquito flaca, pero no me gusta el ejercicio, nací así afortunadamente.

El gobernador llamó a Andrea a Bogotá y durante unos días, Andrea estuvo muy indecisa, pero al fin aceptó. Empezó la preparación. Fuimos donde Alfredo Barraza, el diseñador, para escoger los vestidos y donde Rafael Ramos, el peluquero que me ha peinado y maquillado a mi muchas veces. María Mónica Urbina le enseñó a caminar porque a Andrea siempre le ha dado guerra caminar con tacones altos y más hoy, que las obligan a ponerse tacones de nueve centímetros, con los cuales es muy difícil caminar, y más a ella que se viste de bluyín y tenis como todos los estudiantes. Tres días antes de salir para Cartagena, murió el papá de Enrique que tenía 93 años y ese mismo mes, había muerto su mamá, pero como ya se había adquirido el compromiso de representar al departamento y como, además ya se había recibido una plata de la licorera y se había invertido en vestidos, no nos quedaba más remedio que seguir adelante. Lo único que le pedí a

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Enrique fue que viniera con nosotras. Pese a la pena, nos acompañó y eso me tranquilizó porque a mí me daba mucha tristeza dejarlo en Manizales”.

El peso del logro de su mamá le impidió hacer un mejor papel a Andrea, pues ella recuerda que desde el público hasta los medios de comunicación nunca la llamaron por su nombre, sino como la hija de la Miss Universo, lo que le quitó identidad propia. “Para mí fue muy emocionante volver a revivir aquel mundo del reinado en Cartagena con mi hija y me gustó mucho que ella hubiera tenido esa experiencia. Yo fui su chaperona, así como mi mamá fue la mía. Todo me lo preguntó, es decir, que ella encontró en mí su asesora. Su mejor ayuda, su compañera. Yo también hice mi papel porque gané el concurso de reina madre, disfrazada de reina de mi propia época, de falda paradora, pava, guantes y sombrera.

Fue muy gracioso y la fotografía vestida de Miss Colombia de los años cincuenta, Salió en todos los periódicos. Fue muy bonito, sí, pero como mamá se sufre, uno hace mucha fuerza.

Andrea no se tomó el reinado muy enserio y no se preparó como debía; por ejemplo, éramos conscientes de que tenía que hacerse unos arreglos antes del reinado y no se los quiso porque ella decía que para que la habían escogido si era tan fea, en Cartagena se levantaba tarde y llegaba de ultima a que la maquillaran, que porque quería dormir media hora más; nunca se hizo desbaratar un peinado porque no le gustara, ni se afanó por nada. A mí me hubiera gustado que ella participara más, pero su forma de ser es muy descomplicada y hay que respetársela. Fue a disfrutarlo y eso estuvo bien [177]

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porque se evitó tensiones. A mí sí me hubiera gustado que ella quedara en un puesto bueno, pero la experiencia valió la pena. Después le ofrecieron un reinado internacional para representar a Colombia en Manila, pero Andrea le tiene mucho miedo al avión y yo en ese momento no podía acompañarla.

Ella es capaz de perderse cualquier cosa con tal de no subirse a un avión”.

En agosto de 1993 Luz Marina es nombrada directora de Fomento y Turismo de Manizales, organizando dos ferias de la ciudad y es jurado en múltiples reinados regionales y nacionales como el reinado internacional del café.

En enero de 1998 recibió el Cordón de la Feria como un justo reconocimiento por los 40 años de haber sido nombrada Miss Universo. El 2 de agosto el periódico El Tiempo la seleccionó como uno de los 100 personajes del siglo XX en Colombia. A los pocos días el gobierno departamental de Tony Jozame Amar le otorga la orden Alejandro Gutiérrez, también como un reconocimiento por los 40 años de haber sido designada la mujer más bella del mundo. Actividades nunca le faltó y dedicó su vida para impulsar obras benéficas y conformar una familia y ser feliz dentro ella, su mayor satisfacción ¡lo más importante de mi vida!. En mi casa soy la señora que teje, que cocina, que va al mercado, que asiste a unas entidades de obras sociales. Sin duda, Sentir la corona en la cabeza, es una cosa increíble. Miss Universo me dio para que me compusieran porros, un bambuco que se llama Flor manizaleña, y cientos de poemas, Sin duda viví un cuento de hadas, con muchas fatigas pero muy agradable”.

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Luz Marina Zuluaga y su familia; Enrique, Carlos, Juan Pablo, Marcelo y Andrea Vélez.

[179] En los últimos años de su vida Luz Marina Zuluaga se encontraba alejada de los concursos de belleza, estaba dedicada a su familia y a las obras sociales que apoyaba, especialmente a favor de los niños menos favorecidos de la ciudad.

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El 13 de agosto del 2003 la esposa del entonces presidente de los colombianos, Álvaro Uribe Vélez, le solicitó a la reina que donara el trofeo para ponerlo en el museo nacional junto con la banda de Miss Universo y la foto oficial de su coronación como parte del patrimonio Colombiano.

[180] El 8 de Marzo del 2016 fue inaugurado en Manizales el parque de la mujer Luz Marina Zuluaga Zuluaga, en él reposa un busto de bronce con la imagen de la reina esculpido por Jorge Vélez Correa.

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Manizales y Colombia se encargaron de inmortalizar a su reina, quienes a lo largo de los años se encargaron indirectamente de convertir su historia en leyenda. Si por ella hubiera sido, hubiera preferido no volver a mencionar su participación en el certamen de belleza internacional, aunque expresaba el orgullo a sí misma, también expresaba la pena que sentía con las personas que año tras año escuchaban la historia de la Miss Universo Colombiana.

No pasó ni un solo día de su vida sin que algún admirador joven o viejo, la detuviera en la calle para expresarle su admiración por los triunfos conseguidos y nunca se cansó de responder el saludo de la gente en la calle, “se te acercan con tanto cariño, ¡Usted es luz marina, yo salí a verla cuando llego de miss universo!, me dicen, además porque a mí nadie me dice doña, solo luz marina. Eso no es como para que a uno le choque”. Luego de los años de su reinado había gente que la llamaba a felicitarla el día de su cumpleaños. Por mucho tiempo mantuvo contacto con un admirador que la llamaba desde los Ángeles. “Él tenía 13 años cuando fui elegida Miss Universo y no tuvo con que comprar la boleta para ver la elección, esa noche, él se puso como meta conocerme algún día. Bueno desde entonces, hasta hoy ese hombre me escribe cartas todos los años. El día de mi cumpleaños la primera llamada que recibo desde los Ángeles es de él, me llama y me pone el disco “las mañanitas”. (…)

En unas ferias recibí un mensaje diciéndome que quería venir a Manizales, llamó y habló con Enrique, para preguntarle si le

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molestaría una visita suya a conocerme, él siempre fue un poco celoso, pero entendía las situaciones, supimos llevar la relación. Enrique le dijo que no había ningún problema pero la verdad es que penamos que jamás iba a venir. Pues un día llegó lleno de regalos lindos, finísimos para toda la familia, le decía a Enrique que no tuviera celos, que yo era como un ídolo para él, lo invitamos a almorzar y luego lo llevamos a una corrida, él nunca había estado en una.

Luego vino un señor con su mamá a traerme quesos y me contaron que la sala de su casa la tiene llena de fotos mías, me trajeron también un rosario. Me llama todas las semanas a preguntar como estoy y como esta Enrique, mi esposo.

Algunas personas me dicen que guardan aun los recortes de prensa y de revistas con las fotos del reinado, hay quienes han hecho álbumes con todo ese material. ¡Es una locura! Seguí con un boom tremendo por mucho tiempo, las personas aún me tiran piropos, hay uno que me gustó mucho me gritaron en cierta ocasión: "Oiga, señora, usted se amañó de linda".

He tenido insinuaciones, unas más evidentes que otras. Eso suele ocurrir, no me lo inventé yo. La gracia es saber sortear esas situaciones. A mí la infidelidad no me parece tan horrible.

Creo que si las personas casadas llegan a esa circunstancia, es porque algo anda mal en el matrimonio. Además, eso es cosa de humanos y el hecho de que yo no haya cometido infidelidad, no es por santidad, sino porque, tal vez, no me ha llegado alguien que me llene más que mi marido. En todo caso, a mí me parece más difícil ser infiel que ser fiel. Claro

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que he conocido hombres muy atractivos, interesantes con muchos méritos, que me han dicho alguna cosa que me ha hecho sentir bien. En eso no voy a mentir. Pero la verdad. Es que no he conocido a nadie que valga más la pena que lo que yo tengo en mi casa. También es cierto que toda la vida he sentido la convicción de que tengo muchos valores que respetar, los hijos, el hogar, un señorío que he llevado siempre y que no vale la pena sacrificar”. Enrique, su príncipe se encargaba todos los días de enamorarla escribiéndole bellos versos como este: “Todo me gusta de ti, todo me encanta. El rotundo perfil de tu garganta, mujer de juventud de vigoryeta, la fresca rosa de tus labios rojos y el negro terciopelo de tus ojos”.

“Problemas sí he tenido como todos los humanos, pero he aprendido a llevarlos y a vivir con ellos”. Enrique Vélez se había encargado de cumplir el sueño de la reina, se llegaron a celebrar 55 años de matrimonio y amor en medio de dificultades y algunas “peleítas” expresaba la reina, sin embargo, ambos fue un ejemplo para los matrimonios del país “donde siempre ha primado el amor. Hoy en día el amor se acaba muy rápido. Pero hemos mantenido una amistad y una buena relación, nos hemos querido mucho”.

Fue él quien le dio sus cuatro hijos, quienes le dieron cuatro nietos, Santiago y Tomás Velasco Vélez y Martín y María José Vélez Jaramillo , “Mi nieto de cinco años me dice que si fui Miss Universo porque no cojo un cohete y me voy a la luna”.

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Ya estoy tranquila aprovechando mis nietos y mi familia que son “el postre de mi vida”.

Luz Marina se quedó con los buenos recuerdos del reinado, con las poesías, las canciones que le compusieron, algunas fotos y condecoraciones y los retratos que le hizo Enrique Grau pintor y gran admirador.

La corona que le tocó al ser coronada Miss Universo esta conservada en un Banco, la cual tenía perlas blancas y negras, “pasado el año de reinado el certamen me quito la corona para internarla en el banco de las coronas universales, Pues la corona era prestada durante el periodo del reinado”.

Mientras que el trofeo, una copa grande, se lo robaron de su casa y duró perdido 14 años (misma situación que le sucedió a Doris gil con la corona de Miss Colombia).

Una noche, una persona que entro furtivamente se llevó toda la copa, junto a otros enceres, por muchos años Luz Marina rogó a la o las personas que lo tenían para que se lo devolvieran.

“Solo a mí me sirve, quizá piensen que era todo en oro, pero no es así”. La Policía terminó recuperándolo 15 años después, gracias a una estudiante de medicina de la Universidad de Caldas que lo reconoció en una vivienda humilde de la capital caldense que lo tenían como florero con flores de papel adentro, "avise a la policía y me costó mucho que me lo devolvieran porque tenía que demostrar que era mío, y eso que estaba marcado con Miss Universo 1958, pero decían que

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el denuncio había caducado después de tantos años”. La disculpa dada al DAS por la señora que lo tenía en su poder fue que lo había encontrado en un basurero y que no lo había devuelto porque no sabía a cuál de las Miss Universos colombianas le pertenecía el trofeo.

El 13 de agosto del 2003 la esposa del entonces presidente de los colombianos, Álvaro Uribe Vélez y Elvira Cuervo, en ese entonces directora del Museo Nacional de Colombia, le solicitaron a la reina que donara el trofeo ya restaurado, para ponerlo en el museo nacional junto con la banda de Miss Universo y la foto oficial de su coronación como parte del patrimonio Colombiano.

El trofeo consiste en un copón fabricado en cobre, con baño de oro, con una tapa esférica que representa un mapamundi sobre el cual se posa una figura femenina sedente en vestido de baño: el copón se distingue por tener labio curvo, borde recto, cuello hiperboloide ancho, dos asas verticales, curvas con voluta a cada extremo, cuerpo globular con una inscripción que rezaba: Catalina swimming suit contest, base cóncava, soporte circular escalonado y pedestal cuadrado de madera con placa rectangular metálica con la inscripción: won by/ luz marina zuluaga/ Miss Universe beauty pageant/Long beach/ 1958.

Y en materia de robos, Luz Marina Zuluaga fue desafortunada, en los años 70 le fue rapado de su mano un reloj de brillantes, regalo del certamen de Miss Universo, en la ciudad de México

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en medio de una fuerte lluvia, “todo sucedió tan rápido y había tanta gente que fue imposible cogerlo”.

Y así, Tranquila, cálida y sencilla sostuvo por 57 años el título de Miss Universo en Colombia, ninguna otra mujer lograba conseguir lo que esta manizaleña consiguió con naturalidad, el título de la más bella del mundo, durante ese tiempo Luz Marina transcurría sus días haciéndole barra al Once Caldas y a Elkin Soto; tejiendo sacos para los niños de pocos recursos, se desenvolvió como Voluntaria y miembro de la junta directiva de la Fundación Nutrir, encargada de brindarle alimento a los niños menos favorecidos. Tomaba cursos de culinaria y practicaba en los tiempos libres realizando almuerzos con su grupo de amigas. En esos encuentros hablaban de noticias, novelas y hasta de temas personales “Era Una mujer esplendida, sencilla, tranquila, llena de caridad con todo el mundo, de decir las cosas bonitas, de ser amable con todos. Fue una amiga maravillosa”, señaló Julia Clemencia Jaramillo de Gutiérrez.

También tomaba clases de pintura porque siempre le gusto pintar “No creo que sea buena, pero me encanta el olor de la pintura, me gustan los pinceles, en fin es un pasatiempo que disfruto mucho. Tanto como la música popular, los boleros, en particular. Hay una cosa en mí y es que no puedo vivir sin estar ocupada. Por eso, también tomé clases de talla en madera y fuera de eso, coso, tejo en lana, hago manteles en crochet, todo eso me da placer. Me encanta arreglar la casa,

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los floreros, pero mi principal obsesión es ordenar closets, me da el mismo placer que ir a una fiesta”.

Entre sus pasatiempos favoritos también se encontraba el de viajar, Su hermana, Amparo, se había convertido en la cómplice de sus viajes. Su deseo la llevó por varios destinos pero quizás el que mayor satisfacción le dio fue el que realizó por Israel.

“Uno nunca para, hace tres años me dieron de regalo un viaje a tierra santa que lo hice con mi hermana”. En varias ocasiones dijo que como Colombia no había otro lugar en el mundo y por ello tenía dos destinos preferidos a los que viajaba con mucha frecuencia como era San Andrés y su finca que estaba ubicada a 30 minutos de la ciudad. El sueño era llegar a Dubái, Marruecos pero debió aplazarlo por la enfermedad de su esposo.

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EPILOGO “Llora el corazón de Manizales”.

Sin duda Luz Marina Zuluaga fue una reina que supo ganarse el corazón y la admiración del país, ella tuvo un lugar en la historia y el reconocimiento como la soberana de soberanas, dignidad que llevó con distinción hasta el último momento.

Luego de 57 años de espera, el 26 de Enero del año 2015 fue coronada Paulina Vega Dieppa como Miss Universo, la segunda colombiana en ser reconocida como la mujer más hermosa del mundo, Luz Marina se mostró feliz, complacida, asistió a los diversos homenajes que le brindaron a la nueva soberana universal: “Fue muy emocionante la coronación de paulina, se convirtió en la espera más larga en el concurso universal. Esta niña es muy linda, tienen una figura increíble, se nota que tiene un ángel. Hoy estamos otra vez en todos los periódicos del mundo, estamos felices.

La noche de la coronación de paulina me llamó mi nieto llorando, me dijo: a la abuela le quitaron la corona (..) El país está alcanzando unos triunfos en todos los ámbitos, el deportivo, el entretenimiento y ahora en el campo de la belleza, triunfos que hacen que nos conozcan en el mundo, que no solamente llegue malas noticias, sino que también bonitas.

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La gente es muy especial, no sabía que me quisieran tanto.

Desde las 6:00 de la mañana me están llamando de todos los medios, hasta he recibido a algunos periodistas en piyama" señaló el día que Paulina era coronada.

Por fin había entregado su eterna corona universal, entonces dejó de asistir a las celebraciones y prefería la privacidad de su hogar. Aunque nunca se le vio triste o desmejorada, Luz Marina vivía en una constante depresión, Enrique moría, “La verdad es que me les he quitado a muchos compromisos porque ya es muy difícil, y ahora con la enfermedad de mi esposo es mucho más complicado poder cumplir con esas agendas, además él necesita en este momento toda mi atención”, Luz Marina se había dedicado a cuidar hasta sus últimos días al médico, ya que no solo había sido su único y gran amor, sino el compañero de toda una vida.

“Desafortunadamente mi esposo perdió la salud hace diez años, él no se puede manejar por sí solo, entonces estoy dedicada a cuidarlo y a estar con él siempre, aunque tengo la ayuda de dos enfermeras. A veces salgo a cumplir algunos compromisos pero ya son pocos. Tengo un sufrimiento y una cruz muy grande, la vida me cambió totalmente, pero ahí vamos”.

El 21 de Marzo falleció víctima de un cáncer en el páncreas Enrique Vélez Hoyos, fundador de la Universidad Autónoma de Manizales y prestigioso médico del Hospital de Caldas entre 1964 y 1992. “Ella estaba muy afectada por la muerte de su esposo. Aunque estaba mejor no pudo salir del todo de la

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muerte de Enrique”, relató Gloria Armel, amiga de la reina y señorita Caldas 1955, desde entonces Luz Marina estaba alejada de los medios y de los temas de reinados, realmente cuenta Amalín de Hazbún, una de sus diseñadoras, que a ella ya no le gustaba asistir al reinado porque sin proponérselo con solo su presencia se “armaba el alboroto”, por no decirlo de otra forma Luz Marina era el centro de atención en todo evento.

Al final, se había dedicado a su familia, recientemente había estado de visita en Cali en la casa de su hija Andrea Vélez, disfrutando de la compañía de sus nietos, se desenvolvía como una mujer de misa y de comunión diaria; lo hacía en la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores del barrio Palermo, oriente de Manizales.

Meses después, en septiembre, fallece de la misma enfermedad su yerno Pedro Velasco, esposo de Andrea Vélez, y apenas recuperándose en Octubre recibe la noticia de la muerte de su hermano mayor Hernán. “Eso fue muy fuerte para ella”, dijo Gloria.

Seguramente fue el año tan difícil y llenó de pérdidas que hizo que cerca de las dos de la madrugada del 2 de diciembre Luz Marina sufriera una arritmia cardíaca (alteración en la sucesión de los latidos del corazón), que le causó la muerte, meses atrás había presentado unas complicaciones cardíacas y según sus médicos en cualquier momento podría ocurrir un desenlace fatal. Sin embargo todo el tiempo estaba en contante control”. Señaló Juan Manuel Albornoz, apenas [190]

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estaba recuperándose de la muerte de su marido que la tuvo todo el año muy triste, pero estaba cogiendo alitas por así decirlo.

A la 1:45 de la mañana Luz Marina sufrió un desmayo cuando estaba reunida con amigas en el apartamento de una de ellas, en el edificio Villa del Campo del barrio Palermo de Manizales.

Según el reporte que entregó la Secretaría de Salud de Manizales, con el secretario Carlos Humberto Orozco, la Miss Universo sufrió un evento coronario agudo con un paro cardiorrespiratorio. “Zuluaga entró al baño de la residencia de una amiga, salió pocos instantes después y sufrió un desmayo, al parecer por una crisis cardiaca. Su deceso a los pocos instantes, al punto que cuando llegó una ambulancia, ya estaba muerta”. Luz Marina con 77 años de edad había partido de esta tierra.

El último día de la Miss Universo transcurrió de esta manera según lo reporto el periódico La Patria en su edición de Enero de 2016: “En la mañana de ese martes primero de diciembre, la miss Universo Luz Marina Zuluaga se hizo arreglar las uñas, situación que repetía como parte del ritual para verse hermosa, como tantos la recuerdan. Luego, a las 2:00 de la tarde, acudió a una cita médica en la que la encontraron muy bien.

Todo transcurría normal. Luz Marina le dijo a la enfermera que la cuidaba desde ocho meses atrás, cuando falleció su

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esposo, Enrique Vélez, que se iría a almorzar con unas amigas. Después de esto se dirigió a Villa del Campo, un edificio del barrio Palermo, de Manizales, a tomarse algo con ellas.

Se llegaron las 8:00 de la noche y su enfermera la llamó insistentemente para pedirle un dinero para el pago de la seguridad social del agregado de la finca, pero no contestaba.

Lo mismo hizo Marcelo, hijo de la reina, pero tampoco tuvo éxito. Por eso se comunicó con la cuidandera, pero no obtuvo información sobre el paradero de su mamá. "No sé nada de ella", le dijo.

Por fin, a las 10:20 de la noche, contestaron el celular de Luz Marina. Al otro lado, una amiga indicó que ella se tomó unos vinitos y se quedó dormida. La enfermera preguntó que si podía ir por ella, pero le respondieron que estuviera tranquila, que dormiría allí.

Las señoras que acompañaban a la miss Universo en la noche de celebración "la perdieron de vista" a las 11:45 de la noche, cuando ella, aparentemente afectada por los vinos, se fue para el baño. Como se demoró en regresar fueron a buscarla, le tocaron la puerta, pero no abría ni respondía.

Llamaron a la Policía y cuando los uniformados llegaron tuvieron que violentar la puerta del baño, ubicado frente a la sala, pues estaba asegurada. Se veía tendida en el piso, llamaron al servicio médico de EMI, que determinó que no tenía signos vitales.

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La noticia del fallecimiento se la comunicaron a su enfermera a la 1:10 de la mañana de ese miércoles 2 de diciembre, cuando una de las señoras la llamó para decirle que Luz Marina se les había caído en el baño.

La profesional de la salud tomó de inmediato un taxi y se fue para Palermo. Le tomó el pulso, con el ánimo de reanimarla, pero la encontró helada. Se lamentó de que hubiera fallecido, pues ella la acompañó a las citas médicas donde la encontraron en muy buen estado de salud. Incluso, en la última revisión ese fue el diagnóstico.

Luz Marina era una persona sin antecedentes cardíacos.

Ocho días antes de su muerte le practicaron un electrocardiograma que le salió muy bien. Sin embargo, tomaba medicamentos, entre otros, para el colón, para dormir y para la ansiedad. Entre ellos Lorazepam. Al parecer, también tenía prohibido consumir licor.

Tras la inspección técnica al cuerpo, que no tenía rastros de sangre ni de golpes, se pidieron pruebas de alcoholemia y toxicológicas. Al consultar a una de las señoras que estuvo en esa reunión, pero explicó que lo único que tenía para decir era: "Luz Marina murió de un infarto fulminante y estamos muy tristes". No quiso referirse a nada más”.

Entre una lluvia de aplausos, los temas musicales escritos por su belleza, resoluciones de condolencia en la que resaltaron su calidad humana y una calle de honor, fue despedida en Manizales, Luz Marina Zuluaga el 2 de diciembre del 2015. Al

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Luz Marina: Las memorias de una Miss Universo.

igual que hace 58 años cuando ganó miss universo, la noticia estremeció a los colombianos, esta vez para conmocionar a la ciudad de Manizales, “Es que Dios elige la sencillez y la pequeñez para hacerla grande: qué sencillez, qué sonrisa, qué espontaneidad y sensibilidad la de Luz Marina”, expresó emocionado el Arzobispo de Manizales, Monseñor Gonzalo Restrepo en la despedida: “Desde allá nos acompañará y estoy seguro que seguirá en nuestra ciudad presente haciendo el bien por los más pequeños “nuestra querida Luz Marina seguirá su reinado en el reino de los cielos”.

Cerca de cuatro mil personas se reunieron en la catedral basílica de Manizales para darle el último adiós, Una calle de honor entre la Gobernación de Caldas y la Catedral fue su última pasarela. El féretro escoltado por la Policía, estuvo en cámara ardiente en el recinto de la Asamblea de Caldas desde las 10:00 am donde cientos de manizaleños provenientes de los distintos municipios y sectores de la región se acercaron a darle el último adiós, la gente se acumuló en la entrada del Palacio Amarillo. En medio de ovaciones entraron los restos mortales de la mujer más bella del mundo. La bandera del departamento y un ramo de hortensias blancas cubrieron el féretro sobre el que se exhibió una fotografía de Luz Marina.

A las 4:00 de la tarde el cuerpo fue trasladado en medio de aplausos de la comunidad, en la Plaza de Bolívar, la Policía y los ciudadanos armaron una calle de honor. En la Catedral todas las bancas se ocuparon y los pasillos se llenaron para estar en las exequias de la eterna reina de Colombia. Y es que como lo decía la misma reina “lo importante no son las [194]

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huellas que le queden a uno en la cara, sino la huella que uno deje en la vida”.

Un sinnúmero de personalidades de la vida departamental y nacional se acercaron para manifestar las condolencias a la familia, se recibieron distintos decretos de honor de las diversas alcaldías de Manizales y Pereira, El presidente de la Republica Juan Manuel santos, hizo llegar sus condolencias; "Estoy muy triste. Era un orgullo para todos los colombianos.

Afortunadamente tenemos un buen recuerdo de ella porque era una persona extraordinaria". Julián Gutiérrez, gobernador de Caldas, expresó que la ciudad y el departamento están de luto por la muerte de Luz Marina. "Fue un ícono regional y nacional por su belleza y por su gracia", Este es un día triste para Manizales y Caldas, pero nos queda el gran recuerdo de una dama en toda la extensión de la palabra. Se queda uno corto en adjetivos para describirla, pero lo que me gusta es que fue una mujer generosa”. Raimundo Angulo Pizarro, presidente del Concurso Nacional de Belleza, manifestó sentirse orgulloso y lleno de satisfacción y alegría por los honores que la ciudad le rendía a Luz Marina. "No solo representó a Caldas en el Concurso Nacional de Belleza, fue Miss Universo, pero lo más importante fue su vida, lo que ella defendió y honró a la mujer colombiana con dignidad, con su defensa de su hogar, de su familia".

Andrea Vélez, su hija menor manifestó, “Es un momento muy difícil estar aquí recibiendo todas estas muestras de afecto y de cariño para mi madre. En nombre de mi familia y de mis

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hermanos y de sus nietos quiero agradecer no solo al pueblo de Caldas, Manizales y Risaralda, sino a toda Colombia. Me llena de orgullo el acompañamiento de los manizaleños que tanto la quisieron".

"Era la mejor madre del mundo y nos llena de alegría a los hijos y a la familia ver cómo todo Colombia está de duelo con esta pérdida. Siempre estuvo contenta de que los medios de comunicación siguieran su vida paso a paso", Carlos Enrique Vélez Zuluaga, el hijo mayor dijo: "La ciudad nos está acompañando en este día tan doloroso que estoy viviendo con mis hermanos. Es difícil decir en palabras lo que creo que ella significó e hizo por su Manizales, Caldas y Colombia. “fue una mujer que se dejó querer, que quiso a su país y a su ciudad, que amó a su familia y amigos por lo que eso siempre fue lo más importante en su vida. Ella murió como siempre quiso hacerlo: rápido, bonita y con amigos y disfrutando del día”.

Luego de la emotiva despedida, los restos mortales de la Miss Universo fueron conducidos cerca de las 8 de la noche al cementerio Jardines de la Esperanza, y allí en su nuevo hogar seguirá recibiendo la visita de sus seguidores por muchos años más, la reina de reinas había partido para siempre.

A inicios del 2016 fue llamado El escultor caldense Jorge Vélez correa por el ex director del Instituto de Cultura y Turismo de Manizales, Juan José Silva, con la anuencia del nuevo alcalde José Octavio Cardona León, para que presentara un busto que inmortalizara al icono más bello de la ciudad. Muy acucioso el escultor Vélez Correa elaboró una [196]

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resina o bronce frío, la cual fue presentada en el Centro Cultural y de Convenciones Teatro Los Fundadores en la semana de la celebración de la 60 Feria de Manizales, la escultura en bronce a la cera perdida fue instalada en el parque de la mujer que fue inaugurado con el nombre de Luz Marina Zuluaga Zuluaga en el mes de Marzo. Éste fue el último gran homenaje que le dio su ciudad del alma.

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Carta de Luz Marina Zuluaga a Paulina Vega: Enero 2015.

“Paulina, siento como si ahora estuviera entregando la corona. No porque me la hubieras quitado, porque cada Miss Universo tiene la suya. Yo soy de 1958, tú, de 2014. El mío fue un reinado muy largo, duró 58 años. Y recibí el cariño de la gente.

Siempre te vi muy bien. Estaba segura de que ibas a ganar, tienes una figura muy linda, eres inteligente y me dicen que eres sencilla, cordial, esos atributos te dieron la corona. Y en ese momento, en que dijeron tu nombre, vi en ti los gestos que uno hace cuando escucha su nombre en Miss Universo, que pone la mano en la cara, y está a punto de salírsele la lágrima, pero no quiere llorar, siente una alegría muy grande, pero se pregunta: ‘¿Cómo fue?’, ‘¿Por qué a mí?’ Es una cosa sensacional para una mujer, un recuerdo muy lindo para toda la vida.

Me hiciste recordar mi noche de coronación. Fue muy imponente, linda, porque se hacía en vestido de baño, le ponían a uno una capa roja, de armiño, le ceñían la corona y uno salía caminando con el cetro, la corona y la capa y le cantaban el himno del concurso. Esa parte no te tocó. Yo estuve toda la noche de pie, hasta las 5:00 a.m. atendiendo a la prensa, posando para todos los fotógrafos del mundo.

En mi época todo era natural. No recibíamos clases de pasarela, ni fogueo periodístico, ni teníamos peinador, ni maquillador.

Caminábamos como creíamos que debíamos caminar. Me

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aconsejaron que me cortara el pelo para que quedara más moderna, pero mis allegados me decían que me quedaba mejor recogido, me compré un mechón y me lo puse mientras me volvía a crecer el cabello.

Vas a recibir muchos premios. Yo recibí un trofeo, un carro último modelo, un collar de perlas ¡perlas!, maquillaje, medias, zapatos, joyas por un año, juegos de maletas, esa pieza mía se llenó de regalos. Y seguirás recibiendo beneficios toda la vida. Yo viaje por toda Europa, por EE.UU., Suramérica y Centroamérica. Y hace dos años fui a Egipto y Tierra Santa, de manera que uno sigue obteniendo muchas cosas por ese triunfo.

Créelo, Paulina, Miss Universo sí nos cambia la vida, dejarás de llevar una vida normal. A mí no me tocó irme a vivir a Nueva York, pero tuve una agenda y chaperona. No te quedará tiempo para ti, ya no pertenecerás a ti ni a tu familia, tendrás que coger un avión a cada rato. Si tienes aspiraciones para entrar al cine o para ser modelo, aprovecha esta plataforma. Pero mantén bien puestos los pies en la tierra. Esto te genera muchos compromisos, pero es algo efímero. No cambies tu modo de ser. Lo importante es dejar un recuerdo bonito”.

Luz Marina Zuluaga.

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[200] Estampilla de correo postal Luz Marina Zuluaga, Republica de Colombia 1959.

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Descripción de Luz Marina por la revista Cromos 1958 Edición

del mes de

del año

.

- Cabello castaño claro, abundante y lustroso, con visos rojizos.

- Cejas en arco, bajo una frente pura, extensas, que apenas se depila.

- Ojos grandes almendrados, castaño-amarillos, limpios, brillantes.

- Pestañas largas, oscuras, bien pobladas, naturales; mirada bondadosa.

- Nariz recta y fina, que no cambia de forma cuando sonríe.

- sonrisa espontanea, risa discreta, labios de gracioso diseño.

- mentón que remata suavemente la curva ovalada del rostro.

- Cuerpo de formas firmes, castas, y armoniosas, 90-60-90.

- Y, finalmente, lo que dijeron los expertos de Long Beach, “ese aire indefinible de reina”.

-

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BIOBLIOGRAFIA .

Galvis, Silvia (1993). Vida mía: Historias de mujeres que amaron, crearon, enfrentaron al país y ¡viven! Bogotá: Planeta ediciones.

Zuluaga, Luz Marina (1959). Mi historia feliz. Medellín: Interpriting.

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REFERENCIAS

1

González Arboleda, Carlos. (1999). La belleza manizaleña. Publicado en el fascículo 60 del coleccionable Manizales 150 años. La Patria. Circuló este coleccionable con motivo del Sesquicentenario de la ciudad.

2

FRAGMENTO del poeta Jorge Rojas, inspirado en la elección de Luz Marina Zuluaga como Miss universo en el año 1958. Publicado en La Patria.

3

Zuluaga, Luz Marina (2015). Así fue como gané. Revista Cromos. Pp.3035.

4

González, Salamanca Felipe (2006). Un siglo de soberanas. Revista Credencial histórica, N.196, recuperado de: http://www.banrepcultural.org 5

El diario La Patria, edición del 29 de septiembre del 2008. Luz Marina Zuluaga cuenta cómo fue ganar Miss Universo.

Cadavid, Correa Orlando (2007). La celebración de las abuelas”.

Recuperado en http://www.mundo.com 6

7 Tobar, Rafael (2008). Cuando florezcan los eucaliptos. Tea House Publishing.

8. Ospina, Marulanda Ramón. (1987). Pepe Cáceres. Su vida y gloria.

Ediciones gráficas, l.t.d.a.

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De todosLuz los grandes que dedio siglo XX en Colombia, Marina: Lasmitos memorias unaelMiss Universo. ninguno alcanzó a lo largo de los años la dimensión y vigencia que consiguió Luz Marina Zuluaga, (…) su hazaña se fue trasmitiendo de generación en generación consiguiendo así, una legión de aficionados que con su devoción la proclamaron en la reina de reinas.

Su belleza de cabellos negros la convirtió en un icono latino, fue la encargada de poner el nombre de Colombia y de Manizales en los principales titulares de la prensa internacional. Luz Marina llegó a ser la inspiración de músicos, pintores y escultores.

En su honor, la república de Colombia la convirtió en el primer personaje con vida cuya imagen apareció en el sello y estampilla nacional, en 1998 fue reconocida como uno de los 100 personajes nacionales del siglo XX por el periódico el Tiempo, años después Manizales inmortalizaría su imagen en una escultura de bronce ubicado en uno de los parques más importantes de la ciudad, el cual lleva su nombre (…).

}

[204] @missuniverso1958