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Los pesticidas acumulados en las frutas y las verduras pueden afectar al sistema hormonal

CARLOS DE PRADA Presidente del Fondo para la Defensa de la Salud Ambiental. fondosaludambiental.org | carlosdeprada.wordpress.com

Según el informe 2021 “Directo a tus hormonas. Guía de alimentos disruptores” de Ecologistas en Acción –basado en datos de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN)–, las frutas y verduras son el grupo con mayor número de residuos de plaguicidas, ya que se han encontrado 103 sustancias diferentes, 61 de las cuales son disruptores endocrinos. En este sentido, los dos alimentos con mayor número de plaguicidas EDC son las fresas y las manzanas. Un aspecto muy preocupante es que la comunidad científica considera que las sustancias disruptoras endocrinas pueden causar efectos a concentraciones muy bajas, hasta el punto de que no puede establecerse con claridad un umbral de concentración realmente seguro, algo que cuestiona muy severamente la pretendida seguridad aportada por el establecimiento de los límites máximos de residuos, y que también sucede con otros aspectos no considerados a la hora de evaluar oficialmente la seguridad de estas sustancias como el efecto cóctel.

¿Cómo afectan al sistema endocrino?

Los autores del informe comentan que la exposición a estas sustancias tóxicas ha sido asociada por numerosas investigaciones científicas a problemas sanitarios: pérdida de fertilidad, malformaciones congénitas, diabetes, obesidad, daños en el sistema inmune, autismo, hiperactividad y diversos tipos de cáncer como el de mama, próstata, testículos o tiroides. Unos problemas cuya incidencia ha crecido en las últimas décadas.

LOS DOS ALIMENTOS CON MAYOR NÚMERO DE PLAGUICIDAS SON LAS FRESAS Y LAS MANZANAS”.

¿Qué dice la comisión europea?

Igualmente, lamentan que –aunque el Reglamento Europeo 1107/2009 prohibiese expresamente el uso de plaguicidas que puedan afectar al sistema hormonal– la Comisión Europea haya fracasado en establecer unos criterios que permitan catalogar oficialmente una sustancia como disruptora endocrina, un paso previo que resulta necesario para poder prohibir el uso de una sustancia. Aunque científicamente dichos criterios estén claros, los criterios burocráticamente establecidos, que difieren de los científicos, dificultan enormemente la identificación de estos compuestos como contaminantes hormonales y posibilitan que estas sustancias se sigan empleando.

MÁS INFORMACIÓN Informe 2021 “Directo a tus hormonas. Guía de alimentos disruptores” Ecologistas en Acción

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