Un día con los dinosaurios Un día caluroso de Mayo estábamos en el recreo y el porche era el único sitio donde podíamos estar porque el patio estaba lleno. De repente vimos algo raro como una maquina nos acercamos a ella ¡era una máquina del tiempo!
ILUSTRACION: ALBERTOGUILLÉN GARCÍA
Unos decían: ¿pero las maquinas del tiempo aun no se habían inventado? Otros decían: Que chula me gustaría montar en ella.
Pero yo dije: me montaré en ella a ver a donde me lleva. Todos asombrados por mi valentía se quedaron mirándome yo me monté en ella. Veía muchos botones no sabía a cual tocarle así que le di a uno que ponía antes de la prehistoria. Empezaron a salir muchas luces de colores que me teletransportaron al jurásico. Allí me encontré al salir de la maquina a un diplodocus. Salí corriendo pero el diplodocus dijo:
ILUSTRACION: MANUEL GIMÉNEZGONZÁLEZ
No temas me llamo Vulcanodon pero me puedes llamar Vulcu. Yo al ver que podía hablar me asombre y le dije con un poco de miedo: Ho… ho… hola me… lla… llamo… Ma… Manuel. Él me contestó: No temas yo soy herbívoro y no te voy a comer. Él me contó sus aventuras, su vida etc… Pasó una hora y aún no había vuelto al presente, entonces mis compañeros se montaron en la máquina y le dieron al mismo botón. Cuando llegaron, al ver al diplodocus huyeron pero yo les dije: No temáis venid él se llama Vulcanodón y si queréis le podéis llamar Vulcu. Mis compañeros se acercaron y el Vulcanodon les contó su vida, sus aventuras, que era herbívoro etc… Cuando se hicieron las dos volvimos al colegio. Nos recogieron y le conté a mi madre la aventura que habíamos vivido.
Autor: Manuel Giménez González 4º A CEIP REINA SOFIA. ALBACETE